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1 En el principio creó<1> Dios los cielos y la tierra.<2>
2 La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo<3> y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.<4>
3 Dijo Dios<5> : "Sea la luz".<6> Y fue la luz.<7>
4 Vio Dios que la luz era buena,<8> y separó la luz de las tinieblas.
5 Llamó a la luz "Día", y a las tinieblas llamó "Noche". Y fue la tarde y la mañana<9> del primer día.<10>
6 Luego dijo Dios: "Haya un firmamento en medio de las aguas, para que separe las aguas de las aguas".
7 E hizo Dios un firmamento que separó las aguas que estaban debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.
8 Al firmamento llamó Dios "Cielos". Y fue la tarde y la mañana del segundo día.<11>
9 Dijo también Dios: "Reúnanse las aguas que están debajo de los cielos en un solo lugar, para que se descubra lo seco". Y fue así.<12>
10 A la parte seca llamó Dios "Tierra", y al conjunto de las aguas lo llamó "Mares". Y vio Dios que era bueno.
11 Después dijo Dios: "Produzca la tierra<13> hierba verde, hierba que dé semilla; árbol que dé fruto según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra". Y fue así.
12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio Dios que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana del tercer día.
14 Dijo luego Dios: "Haya lumbreras<14> en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche, que sirvan de señales para las estaciones,<15> los días y los años,
15 y sean por lumbreras en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra". Y fue así.
16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que señoreara en el día, y la lumbrera menor para que señoreara en la noche; e hizo también las estrellas.
17 Las puso Dios en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18 señorear en el día y en la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
19 Y fue la tarde y la mañana del cuarto día.
20 Dijo Dios: "Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en el firmamento de los cielos".
21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos<16> y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
22 Y los bendijo Dios, diciendo: "Fructificad y multiplicaos, llenad las aguas en los mares y multiplíquense las aves en la tierra".
23 Y fue la tarde y la mañana del quinto día.
24 Luego dijo Dios: "Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, serpientes y animales de la tierra según su especie". Y fue así.
25 E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, ganado según su especie y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
26 Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen,<17> conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra".<18>
27 Y creó Dios al hombre<19> a su imagen,<20> a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.<21>
28 Los bendijo<22> Dios y les dijo: "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra".<23>
29 Después dijo Dios: "Mirad, os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, así como todo árbol en que hay fruto y da semilla. De todo esto podréis comer.<24>
30 "Pero a toda bestia de la tierra, a todas las aves de los cielos y a todo lo que tiene vida y se arrastra sobre la tierra, les doy toda planta verde para comer".
31 Y vio Dios todo cuanto había hecho, y era bueno en gran manera.<25> Y fue la tarde y la mañana del sexto día. _______________________=
1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos.
2 El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo, y reposó el séptimo día de todo cuanto había hecho.<1>
3 Entonces bendijo Dios el séptimo día<2> y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra<3> cuando fueron creados. <4> Cuando Jehová Dios<5> hizo la tierra y los cielos,
5 aún no había ninguna planta del campo sobre la tierra ni había nacido ninguna hierba del campo, porque Jehová Dios todavía no había hecho llover sobre la tierra ni había hombre para que labrara la tierra,
6 sino que subía de la tierra un vapor<6> que regaba toda la faz de la tierra.
7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,<7> sopló en su nariz aliento de vida<8> y fue el hombre un ser viviente.<9>
8 Jehová Dios plantó un huerto en Edén,<10> al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
9 E hizo Jehová Dios nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer; también el árbol de vida<11> en medio del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.<12>
10 Salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos.
11 El primero se llama Pisón; es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro.
12 El oro de aquella tierra es bueno; y hay allí también bedelio y ónice.
13 El segundo río se llama Gihón; es el que rodea toda la tierra de Cus.
14 El tercer río se llama Hidekel; es el que va al oriente de Asiria. El cuarto río es el Éufrates.<13>
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara.<14>
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: "De todo árbol del huerto podrás comer;
17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás,<15> porque el día que de él comas, ciertamente morirás".<16>
18 Después dijo Jehová Dios: "No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él".
19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viera cómo las había de llamar; y el nombre que Adán dio a los seres vivientes, ese es su nombre.
20 Y puso Adán nombre a toda bestia, a toda ave de los cielos y a todo ganado del campo; pero no se halló ayuda idónea para él.<17>
21 Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.
22 De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
23 Dijo entonces Adán: "¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Será llamada "Mujer", porque del hombre fue tomada".<18>
24 Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne.<19>
25 Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, pero no se avergonzaban.<20> _______________________=
1 La serpiente<1> era más astuta<2> que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, y dijo a la mujer:
—¿Conque Dios os ha dicho: "No comáis de ningún árbol del huerto"?
2 La mujer respondió a la serpiente:
—Del fruto de los árboles del huerto podemos comer,
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: "No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis".
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
—No moriréis.
5 Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y el mal.
6 Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió al igual que ella.<3>
7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos.<4> Cosieron, pues, hojas de higuera y se hicieron delantales.
8 Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
9 Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó:
—¿Dónde estás?<5>
10 Él respondió:
—Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí.
11 Entonces Dios le preguntó:
—¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del cual yo te mandé que no comieras?
12 El hombre le respondió:
—La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer:
—¿Qué es lo que has hecho?
Ella respondió:
—La serpiente me engañó,<6> y comí.
14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente:
—Por cuanto esto hiciste,
maldita serás entre todas las bestias
y entre todos los animales del campo.
Sobre tu vientre te arrastrarás
y polvo comerás todos los días de tu vida.
15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón.<7>
16 A la mujer dijo:
—Multiplicaré en gran manera los dolores en tus embarazos,
con dolor darás a luz los hijos,
tu deseo será para tu marido
y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo:
—Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer
y comiste del árbol de que te mandé diciendo: "No comerás de él",
maldita será la tierra por tu causa;<8>
con dolor comerás de ella
todos los días de tu vida,<9>
18 espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo.<10>
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás.
20 A su mujer Adán le puso por nombre Eva,<11> por cuanto ella fue la madre de todos los vivientes.
21 Y Jehová Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió.<12>
22 Luego dijo Jehová Dios: "El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida,<13> coma y viva para siempre".
23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso querubines<14> al oriente del huerto de Edén, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.<15> _______________________=
1 <1> Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: "Por voluntad de Jehová he adquirido un varón".<2>
2 Después dio a luz a su hermano Abel. Fue Abel pastor de ovejas y Caín, labrador de la tierra.<3>
3 Pasado un tiempo, Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de la grasa de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
5 pero no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda, por lo cual Caín se enojó en gran manera y decayó su semblante.<4>
6 Entonces Jehová dijo a Caín:
—¿Por qué te has enojado y por qué ha decaído tu semblante?
7 Si hicieras lo bueno, ¿no serías enaltecido?;<5> pero si no lo haces, el pecado está a la puerta,<6> acechando. Con todo, tú lo dominarás.<7>
8 Caín dijo a su hermano Abel: "Salgamos al campo".<8> Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató.<9>
9 Entonces Jehová preguntó a Caín:
—¿Dónde está Abel, tu hermano?<10>
Y él respondió:
—No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
10 Jehová le dijo:
—¿Qué has hecho?<11> La voz de la sangre<12> de tu hermano clama a mí desde la tierra.<13>
11 Ahora, pues, maldito seas de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar sus frutos; errante y extranjero serás en ella.
13 Entonces Caín respondió a Jehová:
—Grande es mi culpa para ser soportada.<14>
14 Hoy me echas de la tierra, y habré de esconderme de tu presencia, errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me encuentre, me matará.
15 Le respondió Jehová:
—Ciertamente cualquiera que mate a Caín, siete veces<15> será castigado.
Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matara cualquiera que lo encontrase.<16>
16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod,<17> al oriente de Edén.
17 <18> Conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad,<19> a la cual dio el nombre de su hijo, Enoc.
18 A Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael; Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec.<20>
19 Lamec tomó para sí dos mujeres: el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.
20 Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.
21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.
22 También Zila dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro, y a Naama, hermana de Tubal-caín.<21>
23 Un día, Lamec dijo a sus mujeres: "Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, escuchad mis palabras: A un hombre maté por haberme herido y a un joven por haberme golpeado.
24 Si siete veces será vengado Caín, Lamec lo será setenta veces siete".<22>
25 Conoció de nuevo Adán<23> a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set,<24> pues dijo: "Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín".
26 Y a Set también le nació un hijo, al que puso por nombre Enós.<25> Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.<26> _______________________=
1 <1> Este es el libro de los descendientes de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.<2>
2 Hombre y mujer<3> los creó; y los bendijo,<4> y les puso por nombre Adán el día en que fueron creados.
3 Vivió Adán<5> ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen,<6> y le puso por nombre Set.<7>
4 Fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
5 Así que Adán vivió novecientos treinta años,<8> y murió.
6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós.
7 Después que engendró a Enós, Set vivió ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas.
8 Así, todos los días de Set fueron novecientos doce años, y murió.
9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán.
10 Después que engendró a Cainán, Enós vivió ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.
11 Así, todos los días de Enós fueron novecientos cinco años, y murió.
12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel.
13 Después que engendró a Mahalaleel, Cainán vivió ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.
14 Así, todos los días de Cainán fueron novecientos diez años, y murió.
15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared.
16 Después que engendró a Jared, Mahalaleel vivió ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
17 Así, todos los días de Mahalaleel fueron ochocientos noventa y cinco años, y murió.
18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc.
19 Después que engendró a Enoc, Jared vivió ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
20 Así, todos los días de Jared fueron novecientos sesenta y dos años, y murió.
21 Vivió Enoc<9> sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.
22 Después que engendró a Matusalén, caminó Enoc con Dios<10> trescientos años, y engendró hijos e hijas.
23 Así, todos los días de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años.<11>
24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios.<12>
25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec.
26 Después que engendró a Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas.
27 Así, pues, todos los días de Matusalén fueron novecientos sesenta y nueve años, y murió.
28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, engendró un hijo
29 y le puso por nombre Noé, pues dijo: "Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos en la tierra que Jehová maldijo".<13>
30 Después que engendró a Noé, Lamec vivió quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.
31 Así, todos los días de Lamec fueron setecientos setenta y siete años, y murió.<14>
32 Noé tenía quinientos años cuando engendró a Sem, a Cam y a Jafet. _______________________=
1 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas,
2 al ver los hijos de Dios<1> que las hijas de los hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
3 Entonces dijo Jehová: "No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre,<2> porque ciertamente él es carne; pero vivirá ciento veinte años".
4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Estos fueron los hombres valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre.
5 Vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos de su corazón solo era de continuo el mal;
6 y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
7 Por eso dijo Jehová: "Borraré de la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, pues me arrepiento de haberlos hecho".
8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.<3>
9 Estos son los descendientes de Noé: Noé, hombre justo, era perfecto entre los hombres de su tiempo; caminó Noé con Dios.<4>
10 Y engendró Noé tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11 La tierra se corrompió delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Y miró Dios la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Dijo, pues, Dios a Noé: "He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y yo los destruiré con la tierra.
14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca<5> y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
15 De esta manera la harás: de trescientos codos será la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura y de treinta codos su altura.
16 Una ventana harás al arca, la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba y a su lado pondrás la puerta del arca; y le harás tres pisos.<6>
17 Yo enviaré un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir todo ser en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
18 Pero estableceré mi pacto<7> contigo, y tú entrarás en el arca, con tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos.
19 Y de todo lo que vive, de todo ser, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
20 De las aves según su especie, de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.
21 Toma contigo de todo alimento que se come y almacénalo, para que te sirva de sustento a ti y a ellos".
22 Noé lo hizo así; todo lo hizo conforme a lo que Dios había mandado.<8> _______________________=
1 <1> Dijo luego Jehová a Noé: "Entra tú y toda tu familia en el arca, porque solo a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
2 De todo animal limpio tomarás siete parejas, cada macho con su hembra; pero de los animales que no son limpios, una pareja, un macho con su hembra.<2>
3 También de las aves de los cielos siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra.
4 Y pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y borraré de la faz de la tierra a todo ser viviente que hice".
5 E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová.
6 Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
7 Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé en el arca,<3> y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos.
8 De los animales limpios, de los animales que no eran limpios, de las aves y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,
9 de dos en dos, entraron con Noé en el arca; macho y hembra, como Dios mandó a Noé.
10 Al séptimo día, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
11 Aquel día del año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, fueron rotas todas las fuentes del gran abismo y abiertas las cataratas de los cielos,<4>
12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.<5>
13 Aquel mismo día entraron en el arca Noé, sus hijos Sem, Cam y Jafet, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos;
14 todos ellos, y todos los animales salvajes según sus especies, todos los animales domésticos según sus especies, todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, toda ave según su especie y toda clase de pájaros y seres alados.
15 Entraron, pues, con Noé en el arca, de dos en dos, de todo ser en que había espíritu de vida.
16 Los que entraron eran macho y hembra de cada especie, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.
17 El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra. Las aguas crecieron y alzaron el arca, que se elevó sobre la tierra.
18 Las aguas siguieron subiendo y creciendo en gran manera sobre la tierra y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
19 Las aguas subieron mucho sobre la tierra; todos los montes altos que había debajo de todos los cielos quedaron cubiertos.
20 Quince codos más alto subieron las aguas después que quedaron cubiertos los montes.
21 Y murieron todos los seres que se mueven sobre la tierra, así las aves como el ganado y las bestias, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.
22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.<6>
23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles y las aves del cielo; fueron borrados de la tierra. Solamente quedó Noé y los que con él estaban en el arca.
24 Y permanecieron las aguas ciento cincuenta días sobre la tierra. _______________________=
1 Entonces se acordó<1> Dios de Noé y de todos los animales y todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra y disminuyeron las aguas.
2 Se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos;<2> y la lluvia de los cielos fue detenida.
3 Las aguas decrecían gradualmente sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.
4 Reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes Ararat.<3>
5 Las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo, cuando, el primer día del mes, se descubrieron las cimas de los montes.
6 Sucedió que al cabo de cuarenta días<4> abrió Noé la ventana<5> del arca que había hecho
7 y envió un cuervo, el cual salió y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra.
8 Envió también una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
9 Pero no halló la paloma dónde posarse, y volvió a él, al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Entonces Noé extendió la mano y, tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
10 Esperó aún otros siete días,<6> y volvió a enviar la paloma fuera del arca.
11 La paloma volvió a él a la hora de la tarde trayendo una hoja de olivo en el pico; y supo Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
12 Esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más a él.<7>
13 Sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el primer día del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, miró y vio que la faz de la tierra estaba seca.
14 En el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra.
15 Entonces dijo Dios a Noé:
16 "Sal del arca con tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos.
17 También sacarás todos los animales que están contigo de toda especie, de aves, de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra; y vayan por la tierra, fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra".
18 Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos.
19 Todos los animales, todo reptil y toda ave; todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salió del arca.
20 Luego edificó Noé un altar a Jehová, y tomando de todo animal limpio y de toda ave limpia,<8> ofreció holocausto<9> en el altar.
21 Al percibir Jehová olor grato,<10> dijo en su corazón: "No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre,<11> porque el corazón del hombre se inclina al mal<12> desde su juventud; ni volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho.<13>
22 "Mientras la tierra permanezca no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche".<14> _______________________=
1 Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: "Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra.<1>
2 Infundiréis temor y miedo a todo animal sobre la tierra, a toda ave de los cielos, a todo lo que se mueva sobre la tierra y a todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados.
3 Todo lo que se mueve y vive os servirá de alimento, lo mismo que las legumbres y las plantas verdes. Os lo he dado todo.
4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis,<2>
5 porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de manos de todo animal la demandaré, y de manos del hombre. A cada hombre demandaré la vida de su prójimo.<3>
6 "El que derrame la sangre de un hombre,<4> por otro hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dioses hecho el hombre.<5>
7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos, procread abundantemente en la tierra y multiplicaos en ella".<6>
8 También dijo Dios a Noé y a sus hijos:
9 "Yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros;
10 con todo ser viviente que está con vosotros: aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no volveré a exterminar a todos los seres vivos con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra".<7>
12 Asimismo dijo Dios: "Esta es la señal del pacto que yo establezco a perpetuidad con vosotros y con todo ser viviente que está con vosotros:
13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal de mi pacto con la tierra.
14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver mi arco en las nubes.
15 Y entonces me acordaré<8> de mi pacto con vosotros y todo ser viviente de toda especie; y no habrá más diluvio de aguas para destruir todo ser vivo.
16 Estará el arco en las nubes; lo veré y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con todo lo que tiene vida sobre la tierra".
17 Dijo, pues, Dios a Noé: "Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y todo lo que tiene vida sobre la tierra".<9>
18 Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet. Cam es el padre de Canaán.<10>
19 Estos tres fueron los hijos de Noé, y de ellos se pobló toda la tierra.
20 Después comenzó Noé a labrar la tierra y plantó una viña.
21 Bebió el vino, se embriagó y se desnudó en medio de su tienda.
22 Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre y lo dijo a sus dos hermanos que estaban fuera.
23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás cubrieron la desnudez de su padre. Al tener vueltos sus rostros, no vieron la desnudez de su padre.
24 Cuando despertó Noé de su embriaguez y supo lo que le había hecho su hijo más joven,
25 dijo: "¡Maldito sea Canaán! ¡Siervo de siervos será a sus hermanos!"
26 Y añadió: "¡Bendiga Jehová, mi Dios, a Sem y sea Canaán su siervo!
27 ¡Engrandezca Dios a Jafet, que habite en las tiendas de Sem y sea Canaán su siervo!"<11>
28 Después del diluvio, Noé vivió trescientos cincuenta años.
29 Todos los días de Noé fueron novecientos cincuenta años, y murió. _______________________=
1 <1> Estos son los descendientes de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.
2 Los hijos de Jafet:<2> Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras.<3>
3 Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma.<4>
4 Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim.<5>
5 De estos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus linajes y naciones.
6 Los hijos de Cam:<6> Cus, Mizraim, Fut y Canaán.<7>
7 Los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán.<8>
8 Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.<9>
9 Este fue vigoroso cazador delante de Jehová, por lo cual se dice: "Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová".<10>
10 Y fueron cabeceras de su reino Babel, Erec, Acad y Calne,<11> ciudades en la tierra de Sinar.<12>
11 De esta tierra salió para Asiria,<13> y edificó Nínive, Rehobot, Cala
12 y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande.
13 Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim,<14>
14 a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim.<15>
15 Canaán engendró a Sidón, su primogénito, a Het,<16>
16 al jebuseo, al amorreo, al gergeseo,
17 al heveo, al araceo, al sineo,
18 al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos.<17>
19 El territorio de los cananeos iba desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa.<18>
20 Estos son los hijos de Cam por sus familias, sus lenguas, territorios y naciones.
21 También le nacieron hijos<19> a Sem, padre de todos los hijos de Heber,<20> y hermano mayor de Jafet.
22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.<21>
23 Los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas.<22>
24 Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber.
25 A Heber le nacieron dos hijos: el primero tuvo por nombre Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y su hermano se llamó Joctán.<23>
26 Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera,
27 Adoram, Uzal, Dicla,
28 Obal, Abimael, Seba,
29 Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán.
30 Y la tierra en que habitaron iba desde Mesa, en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del oriente.<24>
31 Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, sus lenguas, sus territorios y naciones.
32 Estos son los linajes de los hijos de Noé según sus descendencias y naciones. De estos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio. _______________________=
1 <1> Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.
2 Aconteció que cuando salieron de oriente hallaron una llanura en la tierra de Sinar,<2> y se establecieron allí.
3 Un día se dijeron unos a otros: "Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego". Así el ladrillo les sirvió en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.<3>
4 Después dijeron: "Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre<4> cuya cúspide llegue al cielo;<5> y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de toda la tierra".
5 Jehová descendió para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
6 Y dijo Jehová: "El pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; han comenzado la obra y nada los hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.
7 Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero".
8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
9 Por eso se la llamó Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.<6>
10 <7> Estos son los descendientes de Sem: Sem, de edad de cien años engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.
11 Vivió Sem, después que engendró a Arfaxad, quinientos años, y engendró hijos e hijas.
12 Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
13 Vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
14 Sala vivió treinta años, y engendró a Heber.
15 Vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
16 Heber vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg.
17 Vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
18 Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu.
19 Vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.
20 Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug.
21 Vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.
22 Serug vivió treinta años, y engendró a Nacor.
23 Vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas.
24 Nacor vivió veintinueve años, y engendró a Taré.
25 Vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.
26 Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán.
27 Estos son los descendientes de Taré: Taré engendró a Abram,<8> a Nacor y a Harán, y Harán engendró a Lot.
28 Harán murió antes que su padre Taré en Ur de los caldeos, la tierra donde había nacido.<9>
29 Abram y Nacor tomaron para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.
30 Pero Sarai<10> era estéril y no tenía hijos.
31 Tomó Taré a su hijo Abram, y a Lot hijo de Harán,<11> hijo de su hijo, y a Sarai, su nuera, mujer de su hijo Abram, y salió con ellos de Ur de los caldeos para ir a la tierra de Canaán. Pero cuando llegaron a Harán se quedaron allí.<12>
32 Y fueron los días de Taré doscientos cinco años, y murió Taré en Harán. _______________________=
1 Jehová había dicho a Abram:<1> "Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.<2>
2 Haré de ti una nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición.<3>
3 Bendeciré<4> a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra".<5>
4 Se fue Abram, como Jehová le dijo,<6> y con él marchó Lot. Tenía Abram setenta y cinco años de edad cuando salió de Harán.
5 Tomó, pues, Abram a Sarai, su mujer, y a Lot, hijo de su hermano, y todos los bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán. Llegaron a Canaán,
6 y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, donde está la encina de More. El cananeo vivía entonces en la tierra.<7>
7 Y se apareció Jehová a Abram, y le dijo: "A tu descendencia<8> daré esta tierra". Y edificó allí un altar a Jehová, quien se le había aparecido.
8 De allí pasó a un monte al oriente de Bet-el,<9> y plantó su tienda entre Bet-el al occidente y Hai al oriente; edificó en ese lugar un altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.
9 Luego Abram partió de allí, avanzando poco a poco<10> hacia el Neguev.<11>
10 <12> Hubo entonces hambre<13> en la tierra; y descendió Abram a Egipto<14> para vivir allí, porque era mucha el hambre en la tierra.
11 Y aconteció que cuando estaba próximo a entrar en Egipto, dijo a Sarai, su mujer: "Sé que eres mujer de hermoso aspecto;
12 en cuanto te vean los egipcios, dirán: "Es su mujer". Entonces me matarán a mí, y a ti te dejarán con vida.
13 Di, pues, que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya; así, gracias a ti, salvaré mi vida".<15>
14 Aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa.
15 También la vieron los príncipes del faraón, quienes la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa del faraón.<16>
16 Este trató bien por causa de ella a Abram, que tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
17 Pero Jehová hirió al faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai, mujer de Abram.
18 Entonces el faraón llamó a Abram, y le dijo: "¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?<17>
19 ¿Por qué dijiste: "Es mi hermana", poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, aquí está tu mujer; tómala y vete".
20 Y el faraón ordenó a su gente que escoltara a Abram y a su mujer, con todo lo que tenía. _______________________=
1 Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, con su mujer y con todo lo que tenía, y con él iba Lot.
2 Abram era riquísimo en ganado, y en plata y oro.
3 Caminó de jornada en jornada desde el Neguev hasta Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda, entre Bet-el y Hai,
4 al lugar del altar que antes había edificado; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.
5 También Lot, que iba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas.
6 Y la tierra no era suficiente para que habitaran juntos, pues sus posesiones eran muchas y no podían habitar en un mismo lugar.
7 Hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot.<1> (El cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.)
8 Entonces Abram dijo a Lot: "No haya ahora altercado entre nosotros dos ni entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si a la mano derecha, yo iré a la izquierda".
10 Alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán, toda ella era de riego, como el huerto de Jehová,<2> como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que Jehová destruyera Sodoma y Gomorra.<3>
11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; se fue, pues, Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.
12 Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.
13 Pero los habitantes de Sodoma eran malos y cometían horribles pecados contra Jehová.
14 Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: "Alza ahora tus ojos y, desde el lugar donde estás, mira al norte y al sur, al oriente y al occidente.
15 Toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
16 Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
17 Levántate y recorre la tierra a lo largo y a lo ancho, porque a ti te la daré".<4>
18 Así pues, Abram levantó su tienda, se fue y habitó en el encinar de Mamre, que está en Hebrón,<5> donde edificó un altar a Jehová. _______________________=
1 Aconteció en los días de Amrafel, rey de Sinar, Arioc, rey de Elasar, Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de Goim,<1>
2 que estos hicieron guerra contra Bera, rey de Sodoma, contra Birsa,<2> rey de Gomorra, contra Sinab, rey de Adma, contra Semeber, rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.<3>
3 Todos estos se juntaron en el valle del Sidim, que es el Mar Salado.<4>
4 Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron.
5 En el año decimocuarto vino Quedorlaomer con los reyes que estaban de su parte y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim<5>
6 y a los horeos en los montes de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.<6>
7 Después regresaron y llegaron a En-mispat,<7> que es Cades, y destruyeron todo el país de los amalecitas y también al amorreo que habitaba en Hazezon-tamar.<8>
8 Entonces salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y pelearon contra ellos en el valle del Sidim;
9 esto es, contra Quedorlaomer, rey de Elam, Tidal, rey de Goim, Amrafel, rey de Sinar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.
10 El valle del Sidim<9> estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, cayeron allí; los demás huyeron al monte.
11 Los vencedores tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.
12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram,<10> que habitaba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.
13 Uno de los que escaparon fue y dio aviso a Abram, el hebreo,<11> que habitaba en el encinar de Mamre,<12> el amorreo,<13> hermano de Escol y hermano de Aner,<14> los cuales eran aliados de Abram.
14 Al oir Abram que su pariente estaba prisionero, armó a trescientos dieciocho criados nacidos en su casa, y los persiguió hasta Dan.<15> <16>
15 Cayó sobre ellos de noche, él con sus siervos, y los atacó, y los fue siguiendo hasta Hoba, al norte de Damasco.
16 Recobró así todos los bienes, y también a su pariente Lot, los bienes de este, las mujeres y demás gente.
17 Cuando volvía de derrotar a Quedorlaomer y a los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el valle del Rey.<17>
18 Entonces Melquisedec,<18> rey de Salem<19> y sacerdote<20> del Dios altísimo,<21> sacó pan y vino;<22>
19 y lo bendijo, diciendo: "Bendito sea Abram del Dios altísimo, creador de los cielos y de la tierra;
20 y bendito sea el Dios altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos". Y le dio Abram los diezmos de todo.<23>
21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram:
—Dame las personas y toma para ti los bienes.
22 Respondió Abram al rey de Sodoma:
—He jurado a Jehová, Dios altísimo, creador de los cielos y de la tierra,
23 que ni un hilo ni una correa de calzado tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: "Yo enriquecí a Abram";
24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes. Pero los hombres que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, sí tomarán su parte.<24> _______________________=
1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:
—No temas, Abram, yo soy tu escudo,<1> y tu recompensa será muy grande.
2 Respondió Abram:
—Señor Jehová, ¿qué me darás, si no me has dado hijos y el mayordomo de mi casa es ese Eliezer, el damasceno?
3 Dijo también Abram:
—Como no me has dado prole, mi heredero será un esclavo nacido en mi casa.<2>
4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo:
—No te heredará este, sino que un hijo tuyo será el que te herede.
5 Entonces lo llevó fuera y le dijo:
—Mira ahora los cielos y cuenta las estrellas, si es que las puedes contar.
Y añadió:
—Así será tu descendencia.<3>
6 Abram creyó a Jehová y le fue contado por justicia.<4>
7 Jehová le dijo:
—Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos para darte a heredar esta tierra.
8 Abram respondió:
—Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9 Jehová le dijo:
—Tráeme una becerra de tres años, una cabra de tres años y un carnero de tres años; y una tórtola y un palomino.<5>
10 Tomó Abram todos estos animales, los partió por la mitad y puso cada mitad enfrente de la otra; pero no partió las aves.
11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, pero Abram las ahuyentaba.
12 A la caída del sol cayó sobre Abram un profundo sopor,<6> y el temor de una gran oscuridad cayó sobre él.
13 Entonces Jehová le dijo:
—Ten por cierto que tu descendencia habitará en tierra ajena, será esclava allí y será oprimida cuatrocientos años.<7>
14 Pero también a la nación a la cual servirán juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.<8>
15 Tú, en tanto, te reunirás en paz con tus padres y serás sepultado en buena vejez.
16 Y tus descendientes volverán acá en la cuarta generación, porque hasta entonces no habrá llegado a su colmo la maldad del amorreo.<9>
17 Cuando se puso el sol y todo estaba oscuro, apareció un horno humeante y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.<10>
18 Aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo:
—A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates:<11>
19 la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos,
20 los heteos, los ferezeos, los refaítas,
21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.<12> _______________________=
1 Sarai, mujer de Abram, no le daba hijos; pero tenía una sierva egipcia que se llamaba Agar.
2 Dijo Sarai a Abram:
—Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva, y quizá tendré hijos de ella.
Atendió Abram el ruego de Sarai.<1>
3 Así, al cabo de diez años de habitar Abram en Canaán, su mujer Sarai tomó a Agar, su sierva egipcia, y la dio por mujer a su marido Abram.
4 Él se llegó, pues, a Agar, la cual concibió; pero al ver que había concebido, miraba con desprecio a su señora.<2>
5 Entonces Sarai dijo a Abram:
—¡Mi agravio sea sobre ti! Yo te di a mi sierva por mujer, pero al verse encinta me mira con desprecio. ¡Juzgue Jehová entre tú y yo!
6 Respondió Abram a Sarai:
—Mira, tu sierva está en tus manos. Haz con ella lo que bien te parezca.
Y como Sarai la afligía, Agar huyó de su presencia.
7 La halló el Ángel de Jehová<3> junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.<4>
8 Y le dijo:
—Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde vas?
—Huyo de delante de Sarai, mi señora.
9 Le dijo el Ángel de Jehová:
—Vuélvete a tu señora y ponte sumisa bajo su mano.
10 Le dijo también el Ángel de Jehová:
—Multiplicaré tanto tu descendencia,
que por ser tanta no podrá ser contada.
11 Y añadió el Ángel de Jehová:
—Has concebido y darás a luz un hijo,
y le pondrás por nombre Ismael<5>
porque Jehová ha oído tu aflicción.
12 Será un hombre fiero, su mano se levantará contra todos y la mano de todos contra él; y habitará delante de todossus hermanos.<6>
13 Entonces dio Agar a Jehová, que hablaba con ella, el nombre de: "Tú eres el Dios que me ve", porque dijo: "¿Acaso no he visto aquí al que me ve?"<7>
14 Por lo cual llamó al pozo: "Pozo del Viviente-que-me-ve". Este pozo está entre Cades<8> y Bered.
15 Agar dio a luz un hijo a Abram,<9> y Abram puso por nombre Ismael al hijo que le dio Agar.
16 Abram tenía ochenta y seis años de edad cuando Agar dio a luz a Ismael. _______________________=
1 Abram tenía noventa y nueve años de edad cuando se le apareció Jehová y le dijo:
—Yo soy el Dios Todopoderoso.<1> Anda delante de mí y sé perfecto.
2 Yo haré un pacto<2> contigo y te multiplicaré en gran manera.
3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
4 —Este es mi pacto contigo: serás padre de muchedumbre de gentes.
5 No te llamarás más Abram, sino que tu nombre<3> será Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.<4>
6 Te multiplicaré en gran manera, y de ti saldrán naciones y reyes.
7 Estableceré un pacto contigo y con tu descendencia después de ti, de generación en generación: un pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
8 Te daré a ti y a tu descendencia después de ti la tierra en que habitas, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua;<5> y seré el Dios de ellos.
9 Dijo de nuevo Dios a Abraham:
—En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti de generación en generación.
10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado.<6>
11 Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.
12 A los ocho días de edad será circuncidado todo varón entre vosotros, de generación en generación, tanto el nacido en casa como el comprado por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu linaje.
13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero, de modo que mi pacto esté en vuestra carne por pacto perpetuo.
14 El incircunciso, aquel a quien no se le haya cortado la carne del prepucio, será eliminado de su pueblo por haber violado mi pacto.
15 Dijo también Dios a Abraham:
—A Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino que su nombre será Sara.<7>
16 Yo la bendeciré, y también te daré un hijo de ella. Sí, la bendeciré y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos nacerán de ella.
17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió y dijo en su corazón: "¿A un hombre de cien años habrá de nacerle un hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, habrá de concebir?"
18 Y dijo Abraham a Dios:
—Ojalá viva Ismael delante de ti.
19 Respondió Dios:
—Ciertamente Sara, tu mujer, te dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Isaac.<8> Confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
20 Y en cuanto a Ismael, también te he oído. Lo bendeciré, lo haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera, engendrará doce príncipes y haré de él una gran nación.
21 Pero yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz el año que viene por este tiempo.
22 Acabó Dios de hablar con Abraham, y se alejó de él.
23 Entonces tomó Abraham a su hijo Ismael, a todos los siervos nacidos en su casa y a todos los comprados por su dinero, a todo varón de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho.
24 Tenía Abraham noventa y nueve años de edad cuando circuncidó la carne de su prepucio.
25 E Ismael, su hijo, tenía trece años cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.
26 En el mismo día fueron circuncidados Abraham y su hijo Ismael;
27 todos los varones de su casa, tanto el siervo nacido en casa como el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él. _______________________=
1 Jehová se le apareció a Abraham en el encinar de Mamre,<1> estando él sentado a la puerta de su tienda, a la hora de más calor.
2 Alzó los ojos y vio a tres varones<2> que estaban junto a él. Al verlos salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, se postró en tierra
3 y dijo:
—Señor, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo.
4 Haré traer ahora un poco de agua para que lavéis vuestros pies, y luego os recostaréis debajo de un árbol.
5 Traeré también un bocado de pan para que repongáis vuestras fuerzas antes de seguir, pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo.
Ellos dijeron:
—Haz como has dicho.
6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda donde estaba Sara, y le dijo:
—Toma enseguida tres medidas de flor de harina, amásala y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
7 Corrió luego Abraham a donde estaban las vacas, tomó un becerro tierno y bueno, lo dio al criado y este se dio prisa a prepararlo.
8 Después tomó mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos. Él se quedó con ellos debajo del árbol, y comieron.<3>
9 Después le preguntaron:
—¿Dónde está Sara, tu mujer?
Él respondió:
—Aquí, en la tienda.
10 Entonces dijo:
—De cierto volveré a ti el próximo año,<4> y para entonces Sara, tu mujer, tendrá un hijo.
Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11 Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada, y a Sara ya le había cesado el período de las mujeres.
12 Y se rió Sara para sus adentros, pensando: "¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor<5> ya viejo?"
13 Entonces Jehová dijo a Abraham:
—¿Por qué se ha reído Sara diciendo: "Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja"?
14 ¿Acaso hay alguna cosa difícil para Dios? Al tiempo señalado volveré a ti, y para entonces Sara tendrá un hijo.<6>
15 Entonces Sara tuvo miedo y negó, diciendo:
—No me reí.
Y él dijo:
—No es así, sino que te has reído.<7>
16 <8> Los varones se levantaron de allí y miraron hacia Sodoma, y Abraham iba con ellos, acompañándolos.
17 Jehová dijo: "¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
18 habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?,
19 pues yo sé que mandará a sus hijos, y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él".
20 Entonces Jehová le dijo:
—Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra aumenta más y más y su pecado se ha agravado en extremo,<9>
21 descenderé<10> ahora y veré si han consumado su obra según el clamor que ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré.
22 Se apartaron de allí los varones y fueron hacia Sodoma; pero Abraham permaneció delante de Jehová.
23 Se acercó Abraham y le dijo:
—¿Destruirás también al justo con el impío?
24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás y no perdonarás a aquel lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
25 Lejos de ti el hacerlo así, que hagas morir al justo con el impío y que el justo sea tratado como el impío. ¡Nunca tal hagas! El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?<11>
26 Entonces respondió Jehová:
—Si encuentro en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
27 Abraham replicó y dijo:
—Te ruego, mi Señor, que me escuches, aunque soy polvo y ceniza.
28 Quizá falten de cincuenta justos cinco: ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad?
Jehová respondió:
—No la destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco.
29 Volvió a hablarle Abraham:
—Quizá se encuentren allí cuarenta.
—No lo haré, por amor a los cuarenta —dijo Jehová.
30 Abraham volvió a suplicar:
—No se enoje ahora mi Señor si le digo: quizá se encuentren allí treinta.
—No lo haré si encuentro allí treinta —respondió Jehová.
31 Abraham insistió:
—Soy muy atrevido al hablar así a mi Señor, pero quizá se encuentren allí veinte.
—No la destruiré —respondió—, por amor a los veinte.
32 Volvió Abraham a decir:
—No se enoje ahora mi Señor; solo hablaré esta vez: quizá se encuentren allí diez.
—No la destruiré —respondió Jehová—, por amor a los diez.
33 Luego que acabó de hablar a Abraham, Jehová se fue y Abraham volvió a su lugar. _______________________=
1 Llegaron, pues, los dos ángeles<1> a Sodoma<2> a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó a recibirlos, se inclinó hacia el suelo
2 y les dijo:
—Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo para alojaros y lavar vuestros pies. Por la mañana os levantaréis y seguiréis vuestro camino.
Ellos respondieron:
—No, esta noche nos quedaremos en la calle.
3 Pero Lot porfió tanto con ellos que fueron con él y entraron en su casa. Allí les hizo banquete, coció panes sin levadura y comieron.<3>
4 Pero, antes que se acostaran, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo, desde el más joven hasta el más viejo.
5 Y llamaron a Lot, gritando:
—¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.<4>
6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la puerta tras sí
7 y dijo:
—Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.
8 Mirad, yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las traeré y podréis hacer con ellas lo que bien os parezca; solamente que a estos varones no les hagáis nada, ya que han venido al amparo de mi tejado.<5>
9 Ellos respondieron:
—¡Quítate de ahí!
Y añadieron:
—Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te trataremos peor que a ellos.
Enseguida comenzaron a forcejear con Lot, y se acercaron para romper la puerta.
10 Pero los huéspedes alargaron la mano, metieron a Lot en la casa con ellos y cerraron la puerta.
11 Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.<6>
12 Después dijeron los huéspedes a Lot:
—¿Tienes aquí alguno más? Saca de este lugar a tus yernos, hijos e hijas, y todo lo que tienes en la ciudad,
13 porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra la gente de esta ciudad ha subido de punto delante de Jehová. Por tanto, Jehová nos ha enviado a destruirla.
14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo:
—¡Levantaos, salid de este lugar, porque Jehová va a destruir esta ciudad!
Pero sus yernos pensaron que bromeaba.
15 Y al rayar el alba los ángeles daban prisa a Lot, diciendo:
—Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.
16 Como él se demoraba, los varones los asieron de la mano, a él, a su mujer y a sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.<7>
17 Cuando ya estaban fuera, le dijeron:
—Escapa por tu vida; no mires atrás ni te detengas en ningún lugar de esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.
18 Pero Lot les dijo:
—No, yo os ruego, señores míos.
19 Vuestro siervo ha hallado gracia en vuestros ojos y habéis tenido mucha misericordia conmigo al salvarme la vida, pero no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal y muera.
20 Cerca de aquí hay una pequeña ciudad, a la cual puedo huir. Dejadme ir allá (¿no es en verdad pequeña?) y salvaré mi vida.
21 Uno de ellos le respondió:
—También he escuchado tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.
22 Date prisa y escápate allá, porque nada podré hacer hasta que hayas llegado. Por eso fue llamado Zoar el nombre de la ciudad.<8>
23 El sol salía sobre la tierra cuando Lot llegó a Zoar.
24 Entonces Jehová hizo llover desde los cielos azufre y fuego<9> sobre Sodoma y sobre Gomorra;
25 y destruyó las ciudades y toda aquella llanura, con todos los habitantes de aquellas ciudades y el fruto de la tierra.<10>
26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.<11>
27 Subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová.
28 Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura, y vio que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
29 Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abraham, y sacó a Lot de en medio de la destrucción con que asoló las ciudades donde Lot estaba.
30 Pero Lot subió de Zoar y habitó en el monte, junto a sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Zoar. Él y sus dos hijas habitaron en una cueva.
31 Entonces la mayor dijo a la menor:
—Nuestro padre es viejo y no queda hombre en la tierra que se una a nosotras, conforme a la costumbre de toda la tierra.
32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre; durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia.<12>
33 Dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor y durmió con su padre; pero él no sintió cuándo se acostó ella ni cuándo se levantó.
34 Al día siguiente dijo la mayor a la menor:
—Yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra tú y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia.
35 Dieron, pues, a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella ni cuándo se levantó.
36 Las dos hijas de Lot concibieron de su padre.
37 La mayor dio a luz un hijo, y le puso por nombre Moab, el cual es padre de los actuales moabitas.
38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi,<13> el cual es padre de los actuales amonitas.<14> _______________________=
1 <1> Del lugar donde estaba partió Abraham a la tierra del Neguev, acampó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar.<2>
2 Allí Abraham decía de Sara, su mujer: "Es mi hermana". Entonces Abimelec, rey de Gerar, envió por Sara y la tomó.
3 Pero Dios vino a Abimelec en sueños, de noche, y le dijo: "Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada y tiene marido".
4 Pero como Abimelec no se había llegado a ella, le respondió: "Señor, ¿matarás también al inocente?
5 ¿No me dijo él: "Mi hermana es", y ella también dijo: "Es mi hermano"? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto".
6 Le dijo Dios en sueños: "Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto. Y también yo te detuve de pecar contra mí; por eso no permití que la tocaras.<3>
7 Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido, porque es profeta y orará por ti para que vivas.<4> Pero si no la devuelves, debes saber que de cierto morirás tú, y todos los tuyos".
8 A la mañana siguiente se levantó Abimelec y llamó a todos sus siervos. Contó todas estas cosas a oídos de ellos, y los hombres sintieron mucho temor.
9 Después llamó Abimelec a Abraham y le dijo:
—¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? Lo que no debiste hacer, has hecho conmigo.
10 Dijo también Abimelec a Abraham:
—¿Qué pensabas al hacer esto?
11 Abraham respondió:
—Dije para mí: "Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer".
12 Pero ella a la verdad es también mi hermana, hija de mi padre aunque no hija de mi madre, y la tomé por mujer.<5>
13 Cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: "Te pido este favor: En todos los lugares adonde lleguemos, dirás de mí: Es mi hermano ".
14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, siervos y siervas, se los dio a Abraham y le devolvió a Sara, su mujer.
15 Y dijo Abimelec:
—Mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca.
16 Y a Sara dijo:
—He dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él es para ti como un velo ante los ojos de todos los que están contigo, y así quedarás justificada.<6>
17 Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su mujer y a sus siervas, las cuales tuvieron hijos,
18 porque Jehová, a causa de Sara, mujer de Abraham, había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec. _______________________=
1 Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como le había prometido.
2 Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez,<1> en el plazo que Dios le había dicho.
3 Al hijo que le nació, y que dio a luz Sara, Abraham le puso por nombre Isaac.
4 Circuncidó Abraham a su hijo Isaac a los ocho días,<2> como Dios le había mandado.
5 Tenía Abraham cien años cuando nació su hijo Isaac.
6 Entonces dijo Sara: "Dios me ha hecho reir, y cualquiera que lo oiga se reirá conmigo".
7 Y añadió: "¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara había de amamantar hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez".
8 El niño creció y fue destetado,<3> y ofreció Abraham un gran banquete el día que fue destetado Isaac.
9 Pero Sara vio que el hijo de Agar, la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba<4> de su hijo Isaac.
10 Por eso dijo a Abraham: "Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac, mi hijo".<5>
11 Estas palabras le parecieron muy graves a Abraham, por tratarse de su hijo.
12 Entonces dijo Dios a Abraham: "No te preocupes por el muchacho ni por tu sierva. Escucha todo cuanto te diga Sara, porque en Isaac te será llamada descendencia.<6>
13 También del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente".
14 Al día siguiente, Abraham se levantó muy de mañana, tomó pan y un odre de agua y se lo dio a Agar. Lo puso sobre su hombro, le entregó el muchacho y la despidió. Ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba.<7>
15 Cuando le faltó el agua del odre, puso al muchacho debajo de un arbusto,
16 se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco, porque decía: "No veré cuando el muchacho<8> muera". Cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó la voz y lloró.
17 Oyó Dios la voz del muchacho, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: "¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho ahí donde está.<9>
18 Levántate, toma al muchacho y tenlo de la mano, porque yo haré de él una gran nación".
19 Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua. Fue Agar, llenó de agua el odre y dio de beber al muchacho.
20 Dios asistió al muchacho, el cual creció, habitó en el desierto y fue tirador de arco.<10>
21 Vivió en el desierto de Parán,<11> y su madre tomó para él mujer de la tierra de Egipto.
22 <12> Aconteció en aquel mismo tiempo que Abimelec y Ficol, jefe de su ejército, le dijeron a Abraham:
—Dios está contigo en todo cuanto haces.
23 Ahora, pues, júrame aquí, por Dios, que no nos harás mal a mí ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que, conforme a la bondad que yo tuve contigo, harás tú conmigo y con la tierra en la que ahora habitas.
24 Y respondió Abraham:
—Lo juro.
25 Pero Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua que los siervos de Abimelec le habían quitado.
26 Abimelec respondió:
—No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber ni yo lo había oído hasta hoy.
27 Entonces tomó Abraham ovejas y vacas y se las dio a Abimelec, e hicieron ambos un pacto.
28 Pero Abraham puso aparte siete corderas del rebaño,
29 por lo que Abimelec le preguntó:
—¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?
30 Abraham respondió:
—Que estas siete corderas recibirás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.
31 Por esto llamó a aquel lugar Beerseba, porque allí juraron ambos.<13>
32 Hicieron, pues, pacto en Beerseba. Luego se levantaron Abimelec y Ficol, jefe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos.
33 Plantó Abraham un tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová, Dios eterno.
34 Y habitó Abraham muchos días en tierra de los filisteos.<14> _______________________=
1 <1> Aconteció después de estas cosas, que Dios probó a Abraham. Le dijo:
—Abraham.
Este respondió:
—Aquí estoy.
2 Y Dios le dijo:
—Toma ahora a tu hijo, tu único,<2> Isaac, a quien amas, vete a tierra de Moriah<3> y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
3 Abraham se levantó muy de mañana, ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus siervos y a Isaac, su hijo. Después cortó leña para el holocausto, se levantó y fue al lugar que Dios le había dicho.
4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio de lejos el lugar.
5 Entonces dijo Abraham a sus siervos:
—Esperad aquí con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a vosotros.
6 Tomó Abraham la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo; luego tomó en su mano el fuego y el cuchillo y se fueron los dos juntos.
7 Después dijo Isaac a Abraham, su padre:
—Padre mío.
—Aquí estoy, hijo mío.
Isaac le dijo:
—Tenemos el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
8 Abraham respondió:
—Dios proveerá<4> el cordero para el holocausto, hijo mío.
E iban juntos.
9 Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, compuso la leña, ató a Isaac, su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.
10 Extendió luego Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
11 Entonces el ángel de Jehová<5> lo llamó desde el cielo:
—¡Abraham, Abraham!
—Aquí estoy.<6>
12 El ángel le dijo:
—No extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada, pues ya sé que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste a tu hijo, tu único hijo.
13 Entonces alzó Abraham sus ojos y vio a sus espaldas un carnero trabado por los cuernos en un zarzal; fue Abraham, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.<7>
14 Y llamó Abraham a aquel lugar "Jehová proveerá". Por tanto se dice hoy: "En el monte de Jehová será provisto".
15 Llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo,
16 y le dijo:
—Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto y no me has rehusado a tu hijo, tu único hijo,
17 de cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar;<8> tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos.<9>
18 En tu simiente<10> serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
19 Regresó Abraham adonde estaban sus siervos, y juntos se levantaron y se fueron a Beerseba.<11> Y habitó Abraham en Beerseba.
20 Después de estas cosas se anunció a Abraham: "Milca ha dado a luz hijos a tu hermano Nacor:
21 Uz, el primogénito; Buz, su hermano; Kemuel, padre de Aram;
22 Quesed, Hazo, Pildas, Jidlaf y Betuel".
23 Betuel fue el padre de Rebeca. Estos son los ocho hijos que Milca dio a luz de Nacor, hermano de Abraham.
24 Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tahas y a Maaca.<12> _______________________=
1 <1> Fueron ciento veintisiete los años de la vida de Sara; tantos fueron los años de la vida de Sara.
2 Sara murió en Quiriat-arba (que es Hebrón), en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara y a llorarla.
3 Luego se levantó Abraham de delante de su muerta y habló a los hijos de Het,<2> diciendo:
4 —Extranjero y forastero soy entre vosotros;<3> dadme en propiedad una sepultura entre vosotros para llevarme a mi muerta y sepultarla.<4>
5 Respondieron los hijos de Het a Abraham, diciendo:
6 —Óyenos, señor nuestro. Tú eres un príncipe de Dios<5> entre nosotros; sepulta a tu muerta en lo mejor de nuestros sepulcros, pues ninguno de nosotros te negará su sepulcro ni te impedirá que entierres a tu muerta.
7 Abraham se levantó, se inclinó ante el pueblo de aquella tierra, los hijos de Het,
8 y habló con ellos, diciendo:
—Si en verdad queréis que yo me lleve y sepulte a mi muerta, oídme e interceded por mí ante Efrón hijo de Zohar,
9 para que me dé la cueva de Macpela, que tiene al extremo de su heredad; que me la dé por su justo precio y así poseeré una sepultura en medio de vosotros.
10 Como Efrón, el heteo, estaba entre los hijos de Het, respondió a Abraham en presencia de los hijos de Het y de todos los que entraban por la puerta<6> de su ciudad:
11 —No, señor mío, óyeme: te doy la heredad y te doy también la cueva que está en ella. En presencia de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta a tu muerta.<7>
12 Entonces Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra
13 y respondió a Efrón en presencia del pueblo del lugar, diciendo:
—Antes, si te place, te ruego que me oigas. Yo pagaré el precio de la heredad; acéptalo y sepultaré en ella a mi muerta.
14 Respondió Efrón a Abraham:
15 —Señor mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata,<8> pero ¿qué es esto entre tú y yo? Entierra, pues, a tu muerta.
16 Entonces Abraham aceptó la oferta de Efrón y, en presencia de los hijos de Het, pesó a Efrón el dinero que este le había pedido, cuatrocientos siclos de plata de buena ley entre mercaderes.
17 Así, pues, la heredad de Efrón que estaba en Macpela, al oriente de Mamre, la heredad, con la cueva que había en ella y con todos los árboles que había en la heredad y en todos sus contornos,
18 quedó como propiedad de Abraham, en presencia de los hijos de Het y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad.
19 Después de esto, Abraham sepultó a Sara, su mujer, en la cueva de la heredad de Macpela, al oriente de Mamre (que es Hebrón), en la tierra de Canaán.<9>
20 Y la heredad, con la cueva que en ella había, quedó en manos de Abraham como una posesión para sepultura, recibida de los hijos de Het. _______________________=
1 <1> Ya Abraham era viejo, bien avanzado en años; y Jehová había bendecido en todo a Abraham.
2 Dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, quien gobernaba todo lo que él tenía:
—Pon ahora tu mano debajo de mi muslo<2>
3 y júrame por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra,<3> que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito,
4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela a tomar mujer para mi hijo Isaac.<4>
5 El criado le respondió:
—Quizá la mujer no quiera venir conmigo a esta tierra. ¿Debo, entonces, volver y llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?
6 Abraham le dijo:
—¡Cuidado con llevar allá a mi hijo!
7 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela,<5> y que me habló y me juró, diciendo: "A tu descendencia<6> daré esta tierra", él enviará su ángel<7> delante de ti, para que tú traigas de allá mujer para mi hijo.
8 Pero si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de mi juramento; solamente que no lleves allá a mi hijo.<8>
9 Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham, su señor, y le juró sobre este negocio.
10 El criado tomó diez camellos de los de su señor, y se fue, no sin antes escoger toda clase de regalos de lo mejor que tenía su señor; se puso en camino y llegó a la ciudad de Nacor, en Mesopotamia.<9>
11 Fuera de la ciudad hizo arrodillar a los camellos junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las muchachas a buscar agua.
12 Y dijo:<10> "Jehová, Dios de mi señor Abraham, haz, te ruego, que hoy tenga yo un buen encuentro, y ten misericordia de mi señor Abraham.
13 Aquí estoy junto a la fuente de agua, cuando salen a buscar agua las hijas de los hombres de esta ciudad.
14 Sea, pues, que la muchacha a quien yo diga: "Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba", y ella responda: "Bebe, y también daré de beber a tus camellos", que sea esta la que tú has destinado para tu siervo Isaac. En esto conoceré que has hecho misericordia con mi señor".<11>
15 Aconteció que antes que él acabara de hablar, salió Rebeca con su cántaro sobre el hombro. Rebeca era hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham.<12>
16 Esta muchacha era de aspecto muy hermoso y virgen, pues ningún hombre la había conocido; descendió a la fuente, llenó su cántaro, y se dispuso a regresar.
17 Entonces el criado corrió hacia ella y le dijo:
—Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
18 Ella respondió:
—Bebe, señor mío.
Se dio prisa a bajar su cántaro, lo sostuvo entre las manos y le dio a beber.
19 Cuando acabó de darle de beber, dijo:
—También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
20 Se dio prisa y vació su cántaro en la pila; luego corrió otra vez al pozo a sacar agua y sacó para todos sus camellos.
21 El hombre, maravillado, la contemplaba en silencio, pues quería saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.
22 Cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo y dos brazaletes que pesaban diez,
23 y le preguntó:
—¿De quién eres hija? Te ruego que me digas si en casa de tu padre hay lugar donde podamos pasar la noche.
24 Ella respondió:
—Soy hija de Betuel, hijo de Milca, el hijo que ella dio a Nacor.
25 Y añadió:
—También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar donde pasar la noche.
26 El hombre entonces se inclinó y adoró a Jehová,
27 y dijo: "Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, y que me ha guiado en el camino a casa de los hermanos de mi amo".
28 La muchacha corrió e hizo saber estas cosas en casa de su madre.
29 Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.
30 Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: "Así me habló aquel hombre", fue adonde él estaba; lo encontró con los camellos, junto a la fuente,
31 y le dijo:
—Ven, bendito de Jehová, ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.
32 Entonces el hombre vino a la casa y Labán desató los camellos; les dio paja y forraje, y a él le dio agua para lavar sus pies, y los pies de los hombres que con él venían.<13>
33 Luego le pusieron delante qué comer; pero él dijo:
—No comeré hasta que haya dicho mi mensaje.
—Habla —dijo Labán.
34 Y el hombre dijo:
—Soy criado de Abraham.
35 Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
36 Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.
37 Mi amo me hizo jurar, diciendo: "No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito,
38 sino que irás a la casa de mi padre, a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo".
39 Yo dije: "Quizá la mujer no quiera seguirme".
40 Entonces él me respondió: "Jehová, en cuya presencia he andado, enviará contigo su ángel y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
41 Entonces quedarás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia: si no te la dan, quedarás libre de mi juramento".
42 "Llegué, pues, hoy a la fuente y dije: "Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú has de prosperar ahora el camino por el cual ando,
43 permite que, mientras estoy junto a la fuente de agua, la muchacha que salga a buscar agua y a quien yo diga: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro,
44 y ella me responda: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua, sea esta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor".
45 Antes que acabara de hablar en mi corazón, vi a Rebeca que salía con su cántaro sobre el hombro; descendió a la fuente, y sacó agua. Entonces le dije: "Te ruego que me des de beber".
46 Ella, al punto, bajó su cántaro del hombro y dijo: "Bebe, y también a tus camellos daré de beber". Yo bebí, y dio también de beber a mis camellos.
47 Entonces le pregunté: "¿De quién eres hija?" Ella respondió: "Soy hija de Betuel hijo de Nacor, el hijo que le dio Milca". Le puse, pues, un pendiente en la nariz, y brazaletes en los brazos.
48 Luego me incliné, adoré a Jehová y bendije a Jehová, Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por un camino recto para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
49 Ahora, pues, si estáis dispuestos a hacer misericordia y ser leales con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo también, y así sabré qué debo hacer.<14>
50 Entonces Labán y Betuel respondieron diciendo:
—De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte ni mal ni bien.
51 Ahí está Rebeca, delante de ti: tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.
52 Cuando el criado de Abraham oyó estas palabras, se inclinó a tierra ante Jehová.
53 Después sacó el criado alhajas de plata, alhajas de oro y vestidos, y lo dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
54 Luego comieron y bebieron, él y los hombres que venían con él, y pasaron allí la noche. Por la mañana, al levantarse, el criado dijo:
—Enviadme a mi señor.
55 Pero el hermano y la madre de Rebeca respondieron:
—Espere la muchacha con nosotros al menos diez días, y después irá.
56 Él les dijo:
—No me detengáis, ya que Jehová ha prosperado mi camino; despachadme para que regrese donde está mi señor.
57 Ellos respondieron entonces:
—Llamemos a la muchacha y preguntémosle.
58 Llamaron, pues, a Rebeca y le preguntaron:
—¿Irás tú con este hombre?
—Sí, iré.
59 Entonces dejaron ir a su hermana Rebeca, a su nodriza y también al criado de Abraham y a sus hombres.
60 Y bendijeron a Rebeca, diciendo: "Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y conquisten tus descendientes la puerta<15> de sus enemigos".
61 Rebeca y sus doncellas se levantaron, montaron en los camellos y siguieron al hombre. Así, pues, el criado tomó a Rebeca y se fue.
62 Mientras tanto, Isaac había vuelto del pozo del "Viviente-que-me-ve",<16> pues habitaba en el Neguev.
63 Había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde, y alzando sus ojos vio los camellos que venían.
64 Rebeca también alzó sus ojos, vio a Isaac y descendió del camello,
65 pues había preguntado al criado:
—¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia nosotros?
Y el criado había respondido:
—Este es mi señor.<17>
Tomó ella entonces el velo y se cubrió.
66 El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho.
67 Luego Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer y la amó. Así se consoló Isaac de la muerte de su madre. _______________________=
1 <1> Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura,
2 la cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa.
3 Jocsán engendró a Seba y a Dedán; e hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.
4 E hijos de Madián:<2> Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de Cetura.
5 Abraham dejó a Isaac todo cuanto tenía.
6 A los hijos de sus concubinas les dio Abraham regalos; pero, cuando aún vivía, los separó de su hijo Isaac enviándolos hacia las tierras del oriente.<3>
7 Los días que vivió Abraham fueron ciento setenta y cinco años.
8 Exhaló, pues, el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años; y fue reunido a su pueblo.<4>
9 Lo sepultaron Isaac e Ismael, sus hijos, en la cueva de Macpela,<5> en la heredad de Efrón hijo de Zohar, el heteo, que está enfrente de Mamre,
10 la heredad que compró Abraham de los hijos de Het.<6> Allí fueron sepultados Abraham y Sara, su mujer.
11 Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac, su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del "Viviente-que-me-ve".
12 Estos son los descendientes de Ismael hijo de Abraham, que le dio a luz Agar, la egipcia, sierva de Sara.
13 Estos, pues, son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados en el orden de su nacimiento: el primogénito de Ismael, Nebaiot; luego Cedar, Adbeel, Mibsam,
14 Misma, Duma, Massa,
15 Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema.
16 Estos son los hijos de Ismael y estos sus nombres, por sus villas y por sus campamentos; doce jefes por sus familias.<7>
17 Los años de la vida de Ismael fueron ciento treinta y siete; exhaló el espíritu Ismael, murió y fue reunido a su pueblo.
18 Habitaron los ismaelitas desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto, en la vía hacia Asiria;<8> y murió en presencia de todos sus hermanos.<9>
19 Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac.
20 Isaac tenía cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel, arameo de Padan-aram,<10> hermana de Labán, arameo.
21 Isaac oró a Jehová por su mujer, Rebeca, que era estéril; lo aceptó Jehová, y Rebeca concibió.<11>
22 Pero como los hijos luchaban dentro de ella,<12> Rebeca pensó: "Si es así, ¿para qué vivo yo?"<13> Y fue a consultar a Jehová;<14>
23 y Jehová le respondió: "Dos naciones hay en tu seno, dos pueblos divididos desde tus entrañas.<15> Un pueblo será más fuerteque el otro pueblo, y el mayor servirá al menor".<16>
24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, había gemelos en su vientre.
25 El primero salió rubio; era todo velludo como una pelliza, y le pusieron por nombre Esaú.<17>
26 Después salió su hermano, trabada su mano al talón de Esaú, y le pusieron por nombre Jacob.<18> Isaac tenía sesenta años de edad cuando ella los dio a luz.
27 Crecieron los niños. Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era hombre tranquilo, que habitaba en tiendas.
28 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; pero Rebeca amaba a Jacob.<19>
29 Guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,
30 dijo a Jacob:
—Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado.
(Por eso fue llamado Edom.)<20>
31 Jacob respondió:
—Véndeme en este día tu primogenitura.<21>
32 Entonces dijo Esaú:
—Me estoy muriendo, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
33 Dijo Jacob:
—Júramelo en este día.
Él se lo juró,<22> y vendió a Jacob su primogenitura.
34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; él comió y bebió, se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.<23> _______________________=
1 En aquel tiempo hubo hambre en la tierra —además de la primera que hubo en los días de Abraham—,<1> y se fue Isaac a Gerar, adonde estaba Abimelec, rey de los filisteos.<2>
2 Allí se le apareció Jehová, y le dijo: "No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.
3 Habita como forastero en esta tierra. Yo estaré contigo<3> y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras y confirmaré el juramento que hice a Abraham, tu padre.
4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tu descendencia todas estas tierras, y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,<4>
5 por cuanto oyó Abraham mi voz y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes".<5>
6 Habitó, pues, Isaac en Gerar.
7 Y cuando los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer, él respondió: "Es mi hermana", pues tuvo miedo de decir: "Es mi mujer", pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.
8 Sucedió después de muchos días de estar él allí, que Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana vio a Isaac que acariciaba a Rebeca, su mujer.
9 Entonces llamó Abimelec a Isaac y le dijo:
—Ciertamente ella es tu mujer. ¿Por qué, pues, dijiste: "Es mi hermana"?
Isaac le respondió:
—Porque me dije: "Quizá moriré por causa de ella".
10 Pero Abimelec replicó:
—¿Por qué nos has hecho esto? Un poco más y habría dormido alguno del pueblo con tu mujer, y tú habrías traído el pecado sobre nosotros.<6>
11 Entonces Abimelec amenazó a todo el pueblo, diciendo:
—El que toque a este hombre o a su mujer, de cierto morirá.<7>
12 Sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año el ciento por uno; y lo bendijo Jehová.
13 Se enriqueció y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.
14 Poseía hato de ovejas, hato de vacas y mucha servidumbre; y los filisteos le tuvieron envidia.
15 Todos los pozos que habían abierto los criados de su padre, Abraham, en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra.
16 Entonces dijo Abimelec a Isaac:
—Apártate de nosotros, porque te has hecho mucho más poderoso que nosotros.
17 Isaac se fue de allí y acampó en el valle de Gerar, y allí habitó.
18 Volvió Isaac a abrir los pozos de agua que habían sido abiertos en los días de Abraham, su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.
19 Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle y hallaron allí un pozo de aguas vivas,
20 los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: "El agua es nuestra". Por eso, al pozo le puso por nombre "Esek", porque se habían peleado por él.
21 Después abrieron otro pozo y también riñeron por causa de él, y le puso por nombre "Sitna".
22 Se apartó de allí y abrió otro pozo, y ya no riñeron por él; le puso por nombre Rehobot,<8> y dijo: "Ahora Jehová nos ha prosperado y fructificaremos en la tierra".
23 De allí subió a Beerseba.
24 Aquella noche se le apareció Jehová y le dijo: "Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicarétu descendencia por amor de Abraham, mi siervo".
25 Entonces edificó allí un altar e invocó el nombre de Jehová. Plantó allí su tienda, y abrieron allí un pozo los siervos de Isaac.
26 Abimelec vino desde Gerar adonde él estaba. Y con él vinieron Ahuzat, amigo<9> suyo, y Ficol, capitán de su ejército.
27 Isaac les dijo:
—¿Por qué venís a mí, si me habéis aborrecido y me habéis echado de entre vosotros?
28 Ellos respondieron:
—Hemos visto que Jehová está contigo, y dijimos: "Haya ahora juramento entre nosotros". Haremos contigo este pacto:<10>
29 Tú no nos harás ningún mal, pues nosotros no te hemos tocado; solamente te hemos hecho bien y te dejamos partir en paz. Tú eres ahora bendito de Jehová.
30 Entonces él les ofreció un banquete, y comieron y bebieron.
31 Se levantaron de madrugada y se hicieron mutuo juramento. Luego Isaac los despidió, y ellos se despidieron de él en paz.
32 Aquel mismo día sucedió que vinieron los criados de Isaac y le dieron la noticia del pozo que habían abierto, y le dijeron: "Hemos hallado agua".
33 Isaac lo llamó "Seba";<11> por esta causa el nombre de aquella ciudad es Beerseba<12> hasta este día.
34 Cuando Esaú tenía cuarenta años, tomó por mujer a Judit, hija de Beeri, el heteo, y a Basemat, hija de Elón, el heteo;
35 y fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca.<13> _______________________=
1 <1> Aconteció que cuando Isaac envejeció y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo:
—¡Hijo mío!
2 —Ya soy viejo —dijo Isaac— y no sé el día de mi muerte.
3 Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo a cazarme algo.<2>
4 Hazme un guisado como a mí me gusta; tráemelo y comeré, para que yo te bendiga<3> antes que muera.<4>
5 Rebeca estaba escuchando cuando Isaac hablaba a su hijo Esaú; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que había de traer.
6 Entonces Rebeca habló a su hijo Jacob, diciendo:
—Mira, yo he oído a tu padre, que hablaba con tu hermano Esaú diciendo:
7 "Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma y te bendiga en presencia de Jehová antes que me muera".
8 Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.
9 Ve ahora al ganado y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré con ellos un guisado para tu padre, como a él le gusta.
10 Tú lo llevarás a tu padre, y él comerá, para que te bendiga antes de su muerte.
11 Pero Jacob dijo a Rebeca, su madre:
—Mi hermano Esaú es hombre velloso,<5> y yo lampiño.
12 Quizá me palpará mi padre; me tendrá entonces por burlador y traeré sobre mí maldición y no bendición.<6>
13 Su madre respondió:
—Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz: vé y tráemelos.
14 Entonces él fue, los tomó y los trajo a su madre, y su madre hizo un guisado como a su padre le gustaba.
15 Después tomó Rebeca los vestidos de Esaú, su hijo mayor, los más preciosos que ella tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo menor.
16 Luego, con las pieles de los cabritos, cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello,
17 y puso el guisado y el pan que había preparado en manos de su hijo Jacob.
18 Entonces este fue a su padre y dijo:
Isaac respondió:
—Aquí estoy, ¿quién eres tú, hijo mío?
19 —Yo soy Esaú tu primogénito —respondió Jacob—. He hecho como me dijiste. Levántate ahora, siéntate y come de mi caza, para que me bendigas.
20 Entonces Isaac dijo a su hijo:
—¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío?
Jacob respondió:
—Porque Jehová, tu Dios, hizo que la encontrara delante de mí.
21 Isaac dijo a Jacob:
—Acércate ahora y te palparé, hijo mío, para ver si eres o no mi hijo Esaú.
22 Se acercó Jacob a su padre Isaac, quien lo palpó, y dijo: "La voz es la voz de Jacob, pero las manos, las de Esaú".
23 Y no lo reconoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y lo bendijo.
24 Volvió a preguntar Isaac:
—¿Eres tú mi hijo Esaú?
—Yo soy.
25 Dijo entonces:
—Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga.
Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió.
26 Y le dijo Isaac, su padre:
—Acércate ahora y bésame, hijo mío.
27 Jacob se acercó y lo besó. Olió Isaac el olor de sus vestidos, y lo bendijo, diciendo: "Mira, el olor de mi hijo, como el olor del campoque Jehová ha bendecido.
28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo y de los frutos de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto.<7>
29 Sírvante pueblos y las naciones se inclinen delante de ti. Sé señor de tus hermanos y ante ti se inclinen los hijos de tu madre. Malditos sean los que te maldigan y benditos los que te bendigan".
30 Aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de su padre Isaac, que Esaú, su hermano, volvió de cazar.
31 E hizo él también un guisado, lo trajo a su padre y le dijo:
—Levántese mi padre y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga.
32 Entonces Isaac, su padre, le dijo:
—¿Quién eres tú?
Y él le dijo:
—Yo soy tu hijo, Esaú, tu primogénito.
33 Entonces se estremeció Isaac grandemente, y dijo:
—¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio y comí de todo antes que tú vinieras? Yo lo bendije, y será bendito.<8>
34 Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, lanzó una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo:
—Bendíceme también a mí, padre mío.
35 Este le dijo:
—Vino tu hermano con engaño y tomó tu bendición.
36 Esaú respondió:
—Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado<9> dos veces: se apoderó de mi primogenitura y ahora ha tomado mi bendición.
—¿No has guardado bendición para mí?<10>
37 Isaac respondió a Esaú, diciéndole:
—Yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino lo he provisto; ¿qué, pues, haré por ti ahora, hijo mío?
38 Dijo entonces Esaú a su padre:
—¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? ¡Bendíceme también a mí, padre mío!
Y alzó Esaú la voz, y lloró.<11>
39 Entonces Isaac, su padre, habló y le dijo: "Será tu morada lejos de la tierra fértil y del rocío que cae de los cielos.<12>
40 De tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; pero cuando te fortalezcas sacudirás su yugo de tu cerviz".<13>
41 Aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre lo había bendecido, y dijo en su corazón: "Llegarán los días del luto por mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob".
42 Fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú, su hijo mayor; y ella envió a llamar a Jacob, su hijo menor, y le dijo:
—Esaú, tu hermano, se consuela pensando en matarte.
43 Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz: levántate y huye a casa de mi hermano Labán, en Harán,<14>
44 y quédate con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue,
45 hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti y olvide lo que le has hecho; entonces enviaré yo a que te traigan de allá. ¿Por qué seré privada de vosotros dos en un solo día?<15>
46 Luego dijo Rebeca a Isaac:
—Fastidio tengo de mi vida a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de entre las hijas de Het, como estas, de entre las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?<16>
_______________________=
1 Entonces Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le mandó diciendo: "No tomes mujer de las hijas de Canaán.
2 Levántate, ve a Padan-aram,<1> a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre.
3 Que el Dios omnipotente<2> te bendiga, te haga fructificar y te multiplique hasta llegar a ser multitud de pueblos;
4 que te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que habitas, la que Dios dio a Abraham".<3>
5 Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán hijo de Betuel, el arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de Esaú.
6 Vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padan-aram, para tomar allí mujer para sí; y que cuando lo bendijo le había mandado diciendo: "No tomarás mujer de las hijas de Canaán";
7 y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram.
8 Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán no agradaban a Isaac, su padre;
9 y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer, además de sus otras mujeres, a Mahalat, hija de Ismael hijo de Abraham, hermana de Nebaiot.<4>
10 Jacob, pues, salió de Beerseba y fue a Harán.
11 Llegó a un cierto lugar y durmió allí, porque ya el sol se había puesto. De las piedras de aquel paraje tomó una para su cabecera y se acostó en aquel lugar.
12 Y tuvo un sueño: Vio una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo. Ángeles de Dios subían y descendían por ella.<5>
13 Jehová estaba en lo alto de ella y dijo: "Yo soy Jehová, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente,<6>
15 pues yo estoy contigo,<7> te guardaré dondequiera que vayas y volveré a traerte a esta tierra, porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho".
16 Cuando Jacob despertó de su sueño, dijo: "Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía".
17 Entonces tuvo miedo y exclamó: "¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios<8> y puerta del cielo".
18 Se levantó Jacob de mañana, y tomando la piedra que había puesto de cabecera, la alzó por señal y derramó aceite encima de ella.<9>
19 Y a aquel lugar le puso por nombre Bet-el,<10> aunque Luz<11> era el nombre anterior de la ciudad.
20 Allí hizo voto Jacob, diciendo: "Si va Dios conmigo y me guarda en este viaje en que estoy, si me da pan para comer y vestido para vestir
21 y si vuelvo en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.
22 Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des, el diezmo apartaré para ti".<12> _______________________=
1 Siguió luego Jacob su camino y fue a la tierra de los orientales.
2 Vio un pozo en el campo y tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él, porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo.
3 Cuando se juntaban allí todos los rebaños, los pastores corrían la piedra de la boca del pozo y abrevaban las ovejas; luego volvían la piedra a su lugar sobre la boca del pozo.
4 Jacob les preguntó:
—Hermanos míos, ¿de dónde sois?
—De Harán somos —respondieron ellos.
5 —¿Conocéis a Labán hijo de Nacor? —volvió a preguntar.
—Sí, lo conocemos —respondieron.
6 —¿Está bien? —insistió Jacob.
—Muy bien —dijeron los pastores—. Mira, ahí viene su hija Raquel<1> con las ovejas.
7 Él dijo:
—Es aún muy de día; no es tiempo todavía de recoger el ganado. Abrevad las ovejas e id a apacentarlas.
8 Ellos respondieron:
—No podemos, hasta que se junten todos los rebaños y se remueva la piedra de la boca del pozo. Entonces daremos de beber a las ovejas.<2>
9 Mientras él aún hablaba con ellos, Raquel vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora.
10 Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán, hermano de su madre, y las ovejas de Labán, el hermano de su madre, se acercó Jacob y removió la piedra de la boca del pozo, y abrevó el rebaño de Labán, hermano de su madre.
11 Luego Jacob besó a Raquel, alzó la voz y lloró.
12 Jacob le contó a Raquel que él era hermano de su padre e hijo de Rebeca, y ella corrió a dar la noticia a su padre.
13 Cuando Labán oyó las noticias de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo y lo abrazó, lo besó y lo trajo a su casa. Entonces él contó a Labán todas estas cosas.
14 Y Labán le dijo:
—Ciertamente eres hueso mío y carne mía.<3>
Y estuvo con él durante un mes.
15 Entonces dijo Labán a Jacob:
—¿Por ser tú mi hermano me vas a servir de balde? Dime cuál ha de ser tu salario.
16 Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.
17 Los ojos de Lea eran delicados,<4> pero Raquel era de lindo semblante y hermoso parecer.
18 Jacob amó a Raquel, y dijo:
—Yo te serviré siete años por Raquel, tu hija menor.<5>
19 Labán respondió:
—Mejor es dártela a ti que a otro hombre; quédate conmigo.
20 Así sirvió Jacob siete años por Raquel; y le parecieron como pocos días, porque la amaba.
21 Un día dijo Jacob a Labán:
—Dame mi mujer, porque se ha cumplido el plazo para unirme a ella.
22 Entonces Labán juntó a todos los hombres de aquel lugar y ofreció un banquete.
23 Pero sucedió que al llegar la noche tomó a su hija Lea y se la trajo; y Jacob se llegó a ella.<6>
24 Labán dio además su sierva Zilpa a su hija Lea por criada.
25 Cuando llegó la mañana, Jacob vio que era Lea, y dijo a Labán:
—¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?
26 Labán respondió:
—No es costumbre en nuestro lugar que se dé la menor antes de la mayor.
27 Cumple la semana de esta, y se te dará también la otra<7> por el servicio que me prestes otros siete años.
28 Así lo hizo Jacob. Cumplió aquella semana y él le dio a su hija Raquel por mujer.
29 Asimismo, Labán dio su sierva Bilha a su hija Raquel por criada.
30 Jacob se llegó también a Raquel, y la amó más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años.
31 <8> Vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; en cambio Raquel era estéril.
32 Concibió Lea y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Rubén, porque dijo: "Ha mirado Jehová mi aflicción: ahora me amará mi marido".
33 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: "Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también este". Y le puso por nombre Simeón.
34 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: "Desde ahora se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos". Por tanto, le puso por nombre Leví.
35 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: "Esta vez alabaré a Jehová"; por esto llamó su nombre Judá. Y dejó de dar a luz.<9> _______________________=
1 Al ver Raquel que no daba hijos a Jacob tuvo envidia de su hermana, y dijo a Jacob:
—Dame hijos, o si no, me muero.
2 Jacob se enojó con Raquel y le dijo:
—¿Soy yo acaso Dios, que te ha negado el fruto de tu vientre?
3 Entonces ella le dijo:
—Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella, y que dé a luz sobre mis rodillas.<1> Así yo también tendré hijos de ella.
4 Le dio a Bilha, su sierva, por mujer, y Jacob se llegó a ella.
5 Bilha concibió y dio a luz un hijo a Jacob.
6 Dijo entonces Raquel: "Me juzgó Dios, pues ha oído mi voz y me ha dado un hijo". Por tanto, llamó su nombre Dan.<2>
7 Concibió otra vez Bilha, la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob.
8 Y dijo Raquel: "En contienda de Dios<3> he luchado con mi hermana y he vencido". Le puso por nombre Neftalí.
9 Al ver Lea que había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpa, y la dio a Jacob por mujer.
10 Y Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un hijo a Jacob.
11 Entonces dijo Lea: "Vino la ventura"; y le puso por nombre Gad.
12 Luego Zilpa, la sierva de Lea, dio a luz otro hijo a Jacob.
13 Y dijo Lea: "Para dicha mía, porque las mujeres me llamarán dichosa"; y le puso por nombre Aser.<4>
14 En el tiempo de la siega del trigo halló Rubén en el campo unas mandrágoras<5> que trajo a Lea, su madre. Y dijo Raquel a Lea:
—Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.
15 Ella respondió:
—¿Te parece poco que hayas tomado mi marido, para que también quieras llevarte las mandrágoras de mi hijo?
Raquel dijo:
—Pues dormirá contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo.
16 A la tarde, cuando Jacob volvía del campo, salió Lea a su encuentro y le dijo:
—Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo.
Y durmió con ella aquella noche.
17 Dios oyó a Lea, que concibió y dio a luz el quinto hijo a Jacob.
18 Y dijo Lea: "Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido"; por eso lo llamó Isacar.
19 Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob.
20 Y dijo Lea: "Dios me ha dado una buena dote; ahora vivirá conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos". Y le puso por nombre Zabulón.
21 Por último dio a luz una hija, y le puso por nombre Dina.
22 Pero se acordó Dios de Raquel, la oyó Dios y le concedió hijos.
23 Concibió ella y dio a luz un hijo. Y exclamó: "Dios ha quitado mi afrenta";
24 y le puso por nombre José, diciendo: "Añádame Jehová otro hijo".<6>
25 Cuando Raquel dio a luz a José, Jacob dijo a Labán:
—Déjame ir a mi lugar, a mi tierra.
26 Dame a mis mujeres, por las cuales te he servido, y a mis hijos, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he prestado.
27 Labán le respondió:
—Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.
28 Y añadió:
—Señálame tu salario y yo te lo pagaré.
29 Jacob respondió:
—Tú sabes cómo te he servido y cómo ha estado tu ganado conmigo,
30 porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número; Jehová te ha bendecido con mi llegada. Y ahora, ¿cuándo trabajaré también para mi propia casa?
31 Labán le preguntó entonces:
—¿Qué te daré?
Y respondió Jacob:
—No me des nada. Si haces esto por mí, volveré a apacentar tus ovejas.
32 Hoy pasaré por entre tu rebaño y apartaré todas las ovejas manchadas y salpicadas de color y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras.<7> Eso será mi salario,
33 y la garantía de mi honradez el día de mañana. Cuando vengas a ver lo que he ganado, toda la que no sea pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre las ovejas, se me habrá de tener por robada.
34 Dijo entonces Labán:
—Bien, sea como tú dices.
35 Pero Labán apartó aquel mismo día los machos cabríos manchados y rayados, todas las cabras manchadas y salpicadas de color, toda aquella que tenía en sí algo de blanco y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en manos de sus hijos.
36 Y puso tres días de camino entre él y Jacob. Mientras tanto, Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.
37 Tomó entonces Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y labró en ellas unas franjas blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.
38 Puso las varas que había descortezado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos adonde venían a beber agua las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber.
39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores.<8>
40 Apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, no con las ovejas de Labán.
41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de ellas en los abrevaderos, para que concibieran a la vista de las varas.
42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así, las más débiles eran para Labán y las más fuertes para Jacob.
43 Y se enriqueció Jacob muchísimo, y tuvo muchas ovejas, siervas y siervos, camellos y asnos.<9> _______________________=
1 Jacob oía las palabras de los hijos de Labán, que decían: "Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza".
2 Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había sido antes.
3 Entonces Jehová dijo a Jacob: "Vuélvete a la tierra de tus padres, a tu parentela, y yo estaré contigo".
4 Envió, pues, Jacob a llamar a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas,
5 y les dijo:
—Veo que vuestro padre ya no me mira como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.
6 Vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre;
7 pero vuestro padre me ha engañado y me ha cambiado el salario<1> diez veces, si bien Dios no le ha permitido que me hiciera daño.
8 Si él decía: "Los pintados serán tu salario", entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía: "Los listados serán tu salario", entonces todas las ovejas parían listados.
9 Así quitó Dios el ganado de vuestro padre y me lo dio a mí.
10 "Sucedió, cuando las ovejas estaban en celo, que alcé yo mis ojos y vi en sueños que los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados.
11 Y me dijo el ángel de Dios en sueños: "Jacob". Y yo respondí: "Aquí estoy".
12 Entonces él dijo: "Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados, pues yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.
13 Yo soy el Dios de Bet-el,<2> donde tú ungiste la piedra y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra; vuélvete a la tierra donde naciste".
14 Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron:
—¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre?
15 ¿No nos tiene ya por extrañas, pues que nos vendió y hasta se ha comido del todo lo que recibió por nosotras?<3>
16 Toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.
17 Se levantó, pues, Jacob y montó a sus hijos y a sus mujeres sobre los camellos;
18 y puso en camino todo su ganado y todo cuanto había adquirido (el ganado de la ganancia que había obtenido en Padan-aram), para volverse a Isaac, su padre, en la tierra de Canaán.
19 Como Labán había ido a trasquilar sus ovejas, Raquel hurtó los ídolos de su padre;<4>
20 y Jacob engañó a Labán, el arameo, no diciéndole que se iba.
21 Huyó, pues, con todo lo que tenía; se levantó, pasó el Éufrates y se dirigió a los montes de Galaad.<5>
22 Al tercer día le dijeron a Labán que Jacob había huido.
23 Entonces Labán tomó consigo a sus parientes, y fue tras Jacob. Siete días después lo alcanzó en los montes de Galaad.
24 Pero aquella noche vino Dios en sueños a Labán, el arameo, y le dijo: "Cuídate de no hablarle a Jacob descomedidamente".<6>
25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob, que había fijado su tienda en el monte; y acampó Labán con sus parientes en los montes de Galaad.
26 Entonces dijo Labán a Jacob:
—¿Qué has hecho? ¿Por qué me has engañado y te has llevado a mis hijas como prisioneras de guerra?
27 ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa?
28 Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y a mis hijas. Esta vez has obrado locamente.
29 Poder hay en mi mano para haceros daño; pero el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: "Cuídate de no hablarle a Jacob descomedidamente".
30 Y ya que te ibas, pues añorabas la casa de tu padre, ¿por qué hurtaste mis dioses?<7>
31 Respondió Jacob a Labán:
—Porque tuve miedo, pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas.
32 Aquel en cuyo poder halles tus dioses, ¡que no viva! Reconoce delante de nuestros hermanos lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Ciertamente Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.
33 Entró Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea y en la tienda de las dos siervas,<8> y no los halló. Salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel.
34 Pero Raquel tomó los ídolos y los puso en la montura de un camello, y se sentó sobre ellos. Labán rebuscó por toda la tienda y no los encontró.
35 Entonces ella dijo a su padre:
—No se enoje mi señor, si no me puedo levantar delante de ti, pues estoy con el período de las mujeres.
Como Labán siguió rebuscando sin hallar los ídolos,
36 Jacob se enojó y riñó con Labán, diciéndole:
—¿Qué falta cometí? ¿Cuál es mi pecado, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución?
37 Al registrar todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros.
38 Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas.
39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado, así de día como de noche, a mí me lo cobrabas.<9>
40 De día me consumía el calor y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.
41 Así he estado veinte años en tu casa: catorce años te serví por tus dos hijas y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.
42 Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y Terror de Isaac,<10> no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios ha visto mi aflicción y el trabajo de mis manos, y anoche te reprendió.
43 Respondió Labán y dijo a Jacob:
—Las hijas son hijas mías; los hijos, hijos míos son; las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿qué les puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a los hijos que ellas han dado a luz?
44 Ven ahora, pues, y hagamos pacto tú y yo, y sirva por testimonio entre nosotros dos.
45 Entonces Jacob tomó una piedra y la levantó por señal.
46 Y dijo Jacob a sus hermanos:
—Recoged piedras.
Tomaron, pues, piedras e hicieron un montón, y comieron allí sobre aquel montón.<11>
47 Labán lo llamó "Jegar Sahaduta"; y Jacob lo llamó "Galaad".<12>
48 Entonces Labán dijo:
—Este montón de piedras es testigo hoy entre nosotros dos.
Por eso fue llamado su nombre Galaad;
49 y también Mizpa,<13> por cuanto dijo:
—Vigile Jehová entre tú y yo cuando nos apartemos el uno del otro.
50 Si maltratas a mis hijas o si tomas otras mujeres además de mis hijas, aunque nadie esté con nosotros, mira, Dios es testigo entre nosotros dos.
51 Dijo más Labán a Jacob:
—Mira este montón de piedras y esta señal que he erigido entre tú y yo.
52 Testigo sea este montón de piedras y testigo sea esta señal, que ni yo pasaré de este montón de piedras para ir contra ti ni tú pasarás de este montón ni de esta señal para ir contra mí, para nada malo.
53 Que el Dios del padre de nuestros padres, el Dios de Abraham y el Dios de Nacor, juzgue entre nosotros. Jacob juró por aquel a quien temía Isaac, su padre.
54 Luego Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan. Ellos comieron pan y durmieron aquella noche en el monte.
55 Se levantó Labán de mañana y besó a sus hijos y a sus hijas; los bendijo, partió y se volvió a su lugar. _______________________=
1 Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro unos ángeles de Dios.
2 Dijo Jacob cuando los vio: "Campamento de Dios es este", y llamó a aquel lugar Mahanaim.<1>
3 Envió Jacob mensajeros por delante al encuentro de su hermano Esaú, a la tierra de Seir, campo de Edom.<2>
4 Y los mandó diciendo: "Diréis a mi señor Esaú: "Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he vivido, y con él he estado hasta ahora;
5 tengo vacas, asnos, ovejas, siervos y siervas; y envío este mensaje a mi señor, para hallar gracia en tus ojos "".
6 Los mensajeros regresaron a Jacob, y le dijeron:
—Fuimos a ver a tu hermano Esaú; él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres vienen con él.
7 Jacob tuvo entonces gran temor y se angustió; distribuyó en dos campamentos el pueblo que tenía consigo, y las ovejas, las vacas y los camellos,
8 porque pensó: "Si viene Esaú contra un campamento y lo ataca, el otro campamento escapará".
9 Luego dijo Jacob: "Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: "Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien",
10 ¡no merezco todas las misericordias y toda la verdad con que has tratado a tu siervo!; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora he de atender a dos campamentos.
11 Líbrame ahora de manos de mi hermano, de manos de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera a la madre junto con los hijos.
12 Y tú has dicho: "Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que por ser tanta no se puede contar"".<3>
13 Durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un regalo para su hermano Esaú:
14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
15 treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.
16 Lo entregó a sus siervos, cada manada por separado, y dijo a sus siervos:
—Pasad delante de mí y poned espacio entre manada y manada.
17 Mandó al primero, diciendo:
—Si mi hermano Esaú te encuentra y te pregunta: "¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?",
18 entonces dirás: "Es un regalo que tu siervo Jacob envía a mi señor Esaú. También él viene detrás de nosotros".
19 Mandó también al segundo, al tercero y a todos los que iban detrás de aquellas manadas, diciendo:
—Esto mismo diréis a Esaú, cuando lo halléis.
20 Y diréis también: "Tu siervo Jacob viene detrás de nosotros". Pues Jacob pensó: "Apaciguaré su ira con el regalo que va delante de mí, y después veré su rostro. Quizá así me acepte".
21 Pasó, pues, el regalo delante de él, y él durmió aquella noche en el campamento.
22 <4> Se levantó aquella noche, tomó a sus dos mujeres, a sus dos siervas y a sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.<5>
23 Los tomó, pues, y les hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.
24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón<6> hasta que rayaba el alba.
25 Cuando el hombre vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
26 Y dijo:
—Déjame, porque raya el alba.
Jacob le respondió:
—No te dejaré, si no me bendices.<7>
27 —¿Cuál es tu nombre? —le preguntó el hombre.
—Jacob —respondió él.
28 Entonces el hombre dijo:
—Ya no te llamarás Jacob,<8> sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.<9>
29 —Declárame ahora tu nombre —le preguntó Jacob.
—¿Por qué me preguntas por mi nombre?<10> —respondió el hombre.
Y lo bendijo allí mismo.
30 Jacob llamó Peniel<11> a aquel lugar, porque dijo: "Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma".<12>
31 Ya había pasado de Peniel cuando salió el sol; y cojeaba a causa de su cadera.
32 Por esto, hasta el día de hoy no comen los hijos de Israel del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo, porque Jacob fue tocado en este sitio de su muslo, en el tendón que se contrajo. _______________________=
1 Alzó Jacob sus ojos y vio que venía Esaú con cuatrocientos hombres; entonces repartió él los niños entre Lea, Raquel y las dos siervas.<1>
2 Puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y detrás a Raquel y a José.
3 Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces,<2> hasta que llegó a su hermano.
4 Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándose sobre su cuello, lo abrazó y besó; los dos lloraron.
5 Después Esaú levantó sus ojos, vio a las mujeres y los niños y dijo:
—¿Quiénes son estos?
—Son los niños que Dios ha dado a tu siervo —dijo Jacob.
6 Luego vinieron las siervas y sus hijos, y se inclinaron.
7 Vino Lea con sus hijos, y se inclinaron; y después llegaron José y Raquel, y también se inclinaron.
8 Preguntó entonces Esaú:
—¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado?
—Hallar gracia a los ojos de mi señor —respondió Jacob.
9 Dijo entonces Esaú:
—Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.
10 Jacob replicó:
—No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia a tus ojos, acepta mi regalo, porque he visto tu rostro como si hubiera visto el rostro de Dios,<3> pues que con tanta bondad me has recibido.
11 Acepta, te ruego, el regalo que te he traído, pues Dios me ha favorecido y todo lo que hay aquí es mío. E insistió hasta que Esaú lo tomó.
12 Y dijo Esaú:
—Anda, vamos; yo iré delante de ti.
13 Jacob respondió:
—Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.
14 Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí y al paso de los niños, hasta que llegue a Seir, donde está mi señor.<4>
15 Dijo Esaú:
—Dejaré ahora contigo parte de la gente que viene conmigo.
—¿Para qué, si he hallado gracia a los ojos de mi señor?
16 Así volvió Esaú aquel día por su camino a Seir.
17 Y Jacob fue a Sucot; allí se edificó una casa e hizo cabañas para su ganado; por tanto, puso por nombre Sucot a aquel lugar.<5>
18 Después Jacob, cuando regresaba de Padan-aram, llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, y acampó delante de la ciudad.<6>
19 Compró a los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas,<7> la parte del campo donde había plantado su tienda,
20 erigió allí un altar y lo llamó "El-Elohe-Israel".<8> _______________________=
1 Dina, la hija que Lea había dado a luz a Jacob, salió a ver a las hijas del país.
2 Y la vio Siquem hijo de Hamor, el heveo,<1> príncipe de aquella tierra; la tomó, se acostó con ella y la deshonró.
3 Pero su alma se apegó a Dina, la hija de Lea; se enamoró de la joven y habló a su corazón.
4 Entonces dijo Siquem a Hamor, su padre:
—Tómame por mujer a esta joven.
5 Se enteró Jacob de que Siquem había deshonrado a Dina, su hija. Sus hijos estaban con su ganado en el campo, y calló Jacob hasta que ellos regresaran.
6 Mientras tanto, Hamor, el padre de Siquem, se dirigió a Jacob para hablar con él.
7 Los hijos de Jacob regresaron del campo cuando lo supieron; se entristecieron los hombres y se enojaron mucho, porque se había cometido una ofensa contra Israel al acostarse con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.
8 Hamor habló con ellos, y les dijo:
—El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer.
9 Emparentad con nosotros, dadnos vuestras hijas y tomad vosotros las nuestras.
10 Habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión.
11 Siquem dijo también al padre y a los hermanos de Dina:
—Halle yo gracia en vuestros ojos y os daré lo que me pidáis.<2>
12 Aumentad a mi cargo mucha dote y regalos, que yo os daré cuanto me pidáis; pero dadme la joven por mujer.
13 Los hijos de Jacob respondieron a Siquem y a Hamor, su padre, con palabras engañosas, por cuanto había deshonrado a Dina, hermana de ellos.
14 Les dijeron:
—No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.
15 Pero con esta condición os complaceremos: que os hagáis como nosotros, y se circuncide entre vosotros todo varón.
16 Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; habitaremos con vosotros y seremos un pueblo.
17 Pero si no nos prestáis oído en lo de circuncidaros, tomaremos nuestra hija y nos iremos.
18 Parecieron bien sus palabras a Hamor y a Siquem hijo de Hamor.
19 Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado. Él mismo era el más distinguido en toda la casa de su padre.
20 Entonces Hamor y su hijo Siquem fueron a la puerta<3> de su ciudad y hablaron a los hombres del lugar, diciéndoles:
21 —Estos hombres son pacíficos con nosotros; que habiten, pues, en el país y comercien en él, porque la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres y les daremos las nuestras.
22 Pero solo con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, como ellos son circuncidados.
23 Su ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.
24 Obedecieron a Hamor y a su hijo Siquem todos los que salían por la puerta de la ciudad,<4> y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.
25 Pero sucedió que al tercer día, cuando ellos sentían el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, fueron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.
26 A filo de espada mataron a Hamor y a su hijo Siquem, y tomando a Dina de casa de Siquem, se fueron.
27 Los hijos de Jacob pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, por cuanto habían deshonrado a su hermana.
28 Tomaron sus ovejas, vacas y asnos, lo que había en la ciudad y en el campo,
29 y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en las casas.
30 Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví:
—Me habéis puesto en un grave aprieto al hacerme odioso a los habitantes de esta tierra, el cananeo y el ferezeo. Como tengo pocos hombres, se juntarán contra mí, me atacarán, y me destruirán a mí y a mi casa.
31 Pero ellos respondieron:
—¿Acaso tenía él que tratar a nuestra hermana como a una ramera?
_______________________=
1 Dijo Dios a Jacob: "Levántate, sube a Bet-el y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú".<1>
2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban:
—Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, limpiaos y mudad vuestros vestidos.<2>
3 Levantémonos y subamos a Bet-el, pues allí haré un altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia y que ha estado conmigo en el camino que he andado.
4 Ellos entregaron a Jacob todos los dioses ajenos que tenían en su poder y los zarcillos que llevaban en sus orejas,<3> y Jacob los escondió debajo de una encina que había junto a Siquem.<4>
5 Cuando salieron, el terror de Dios cayó sobre las ciudades de sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob.
6 Llegó Jacob a Luz, es decir, a Bet-el, que está en tierra de Canaán, él y todo el pueblo que con él estaba.
7 Edificó allí un altar y llamó al lugar "El-bet-el",<5> porque allí se le había aparecido Dios cuando huía de su hermano.<6>
8 Entonces murió Débora, nodriza de Rebeca, y fue sepultada al pie de Bet-el, debajo de una encina, la cual fue llamada "Alón-bacut".
9 Se le apareció otra vez Dios a Jacob a su regreso de Padan-aram,<7> y lo bendijo.
10 Le dijo Dios: "Tu nombre es Jacob; pero ya no te llamarás Jacob, sino que tu nombre será Israel"; y lo llamó Israel.<8>
11 También le dijo Dios: "Yo soy el Dios omnipotente:<9> crece y multiplícate; una nación y un conjunto de nacionessaldrán de ti, y reyes saldrán de tus entrañas.
12 La tierra que he dado a Abraham y a Isaac te la daré a ti, y a tu descendencia después de ti".<10>
13 Y se fue Dios de su lado, del lugar desde el cual había hablado con él.
14 Jacob erigió entonces una señal en el lugar donde había hablado con él, una señal de piedra; derramó sobre ella una libación y echó sobre ella aceite.
15 Y Jacob llamó Bet-el a aquel lugar donde Dios le había hablado.<11>
16 Partieron de Bet-el, y cuando aún faltaba como media legua para llegar a Efrata, Raquel dio a luz, pero tuvo un mal parto.
17 Aconteció que, como había trabajo en el parto, la partera le dijo: "No temas, porque también tendrás este hijo".
18 Ella, al salírsele el alma —pues murió—, le puso por nombre Benoni;<12> pero su padre lo llamó Benjamín.<13>
19 Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén.
20 Levantó Jacob un pilar sobre su sepultura, y esta es la señal de la sepultura de Raquel hasta hoy.
21 Israel salió de allí y plantó su tienda más allá de Migdal-edar.
22 Aconteció que, cuando habitaba Israel en aquella tierra, Rubén fue y durmió con Bilha, la concubina de su padre; de esto se enteró Israel. Los hijos de Israel fueron doce.
23 Hijos de Lea: Rubén, primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.
24 Hijos de Raquel: José y Benjamín.
25 Hijos de Bilha, sierva de Raquel: Dan y Neftalí.
26 Hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram.
27 Fue Jacob junto a Isaac, su padre, a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac. viejo y lleno de días. Lo sepultaron sus hijos Esaú y Jacob.
28 <1>
29 Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán:<3> a Ada, hija de Elón, el heteo; a Aholibama, hija de Aná hijo de Zibeón, el heveo;<4> _______________________=
1 y a Basemat,<5> hija de Ismael, hermana de Nebaiot.
2 A Esaú, Ada le dio a luz a Elifaz; Basemat le dio a luz a Reuel;
3 y Aholibama le dio a luz a Jeús, a Jaalam y a Coré. Estos son los hijos que le nacieron a Esaú en la tierra de Canaán.
4 Esaú tomó sus mujeres, sus hijos, sus hijas y todas las personas de su casa; sus ganados, todas sus bestias y todo cuanto había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, separándose de su hermano Jacob,
5 porque los bienes de ambos eran tantos que no podían habitar juntos, ni la tierra en donde habitaban los podía sostener a causa de sus ganados.
6 Por eso Esaú, o sea Edom, habitó en los montes de Seir.<6>
7 Estos son los descendientes de Esaú, padre de Edom, en los montes de Seir,
8 y estos son los nombres de sus hijos: Elifaz, hijo de Ada, mujer de Esaú; Reuel, hijo de Basemat, mujer de Esaú.
9 Los hijos de Elifaz fueron Temán, Omar, Zefo, Gatam y Cenaz.
10 Timna fue concubina de Elifaz hijo de Esaú, y ella le dio a luz a Amalec; estos son los hijos de Ada, mujer de Esaú.
11 Los hijos de Reuel fueron Nahat, Zera, Sama y Miza; estos son los hijos de Basemat, mujer de Esaú.
12 Y estos fueron los hijos que dio a luz Aholibama, mujer de Esaú, hija de Aná hijo de Zibeón: Jeús, Jaalam y Coré, hijos de Esaú.
13 Estos son los jefes<7> de entre los hijos de Esaú: Hijos de Elifaz, primogénito de Esaú: los jefes Temán, Omar, Zefo, Cenaz,
14 Coré, Gatam y Amalec. Estos son los jefes de Elifaz, en la tierra de Edom. Estos fueron los hijos de Ada.
15 Estos son los hijos de Reuel hijo de Esaú: los jefes Nahat, Zera, Sama y Miza. Estos son los jefes de la línea de Reuel en la tierra de Edom; son los que proceden de Basemat, mujer de Esaú.
16 Estos son los hijos de Aholibama, mujer de Esaú: los jefes Jeús, Jaalam y Coré; y estos fueron los jefes que salieron de Aholibama, mujer de Esaú, hija de Aná.
17 Todos ellos fueron los hijos de Esaú, o sea Edom; y fueron sus jefes.
18 Estos son los hijos de Seir, el horeo, habitantes de aquella tierra: Lotán, Sobal, Zibeón,<8> Aná,
19 Disón, Ezer y Disán. Estos son los jefes de los horeos, hijos de Seir, en la tierra de Edom.
20 Los hijos de Lotán fueron Hori y Hemam. Timna fue hermana de Lotán.
21 Los hijos de Sobal fueron Alván, Manahat, Ebal, Sefo y Onam;
22 y los de Zibeón fueron Aja y Aná. Este Aná es el que descubrió manantiales en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Zibeón, su padre.
23 Los hijos de Aná fueron Disón y Aholibama, hija de Aná.
24 Estos fueron los hijos de Disón: Hemdán, Esbán, Itrán y Querán;
25 y estos los hijos de Ezer: Bilhán, Zaaván y Acán.
26 Los días de Isaac fueron ciento ochenta años.
27 Estos fueron los hijos de Disán: Uz y Arán;
28 Exhaló Isaac el espíritu; murió y fue reunido a su pueblo,<2> Estos son los descendientes de Esaú, o sea Edom:
29 y estos los jefes de los horeos: los jefes Lotán, Sobal, Zibeón, Aná,
30 Disón, Ezer y Disán; estos fueron los jefes de los horeos, por sus mandos en la tierra de Seir.
31 Estos fueron los reyes que reinaron en la tierra de Edom antes que tuvieran rey los hijos de Israel:
32 Bela hijo de Beor, reinó en Edom, y el nombre de su ciudad fue Dinaba.
33 Murió Bela y reinó en su lugar Jobab hijo de Zera, de Bosra.
34 Murió Jobab y en su lugar reinó Husam, de tierra de Temán.
35 Murió Husam y reinó en su lugar Hadad hijo de Bedad, el que derrotó a Madián en el campo de Moab; y el nombre de su ciudad fue Avit.
36 Murió Hadad y en su lugar reinó Samla, de Masreca.
37 Murió Samla y reinó en su lugar Saúl, de Rehobot, que está junto al Éufrates.
38 Murió Saúl y en lugar suyo reinó Baal-hanán hijo de Acbor.
39 Murió Baal-hanán hijo de Acbor y reinó Hadar<9> en lugar suyo; el nombre de su ciudad fue Pau, y el nombre de su mujer, Mehetabel, hija de Matred, hija de Mezaab.
40 Estos, pues, son los nombres de los jefes de Esaú por sus familias, por sus lugares y sus nombres: Timna, Alva, Jetet,
41 Aholibama, Ela, Pinón,
42 Cenaz, Temán, Mibzar,
43 Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom, según los lugares que ocupan en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los edomitas. _______________________=
1 <1> Jacob habitó en la tierra donde había vivido su padre, en la tierra de Canaán.<2>
2 Esta es la historia de la familia de Jacob:<3> José tenía diecisiete años y apacentaba las ovejas con sus hermanos; el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre de la mala fama de ellos.
3 Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.<4>
4 Al ver sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos ellos, lo aborrecían y no podían hablarle pacíficamente.<5>
5 Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía.
6 Él les dijo:
—Oíd ahora este sueño que he tenido:
7 estábamos atando manojos en medio del campo, y mi manojo se levantaba y se quedaba derecho, y vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban ante el mío.
8 Entonces le respondieron sus hermanos:
—¿Reinarás tú sobre nosotros, o dominarás sobre nosotros?
Y lo aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras.
9 Después tuvo otro sueño y lo contó a sus hermanos. Les dijo:
—He tenido otro sueño. Soñé que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban hacia mí.
10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; su padre le reprendió, y le dijo:
—¿Qué sueño es este que tuviste? ¿Acaso vendremos yo, tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?
11 Sus hermanos le tenían envidia,<6> pero su padre meditaba en esto.<7>
12 Un día, sus hermanos fueron a apacentar las ovejas de su padre en Siquem.<8>
13 Entonces Israel dijo a José:
—Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem. Ven, y te enviaré a ellos.
—Aquí estoy —respondió él.
14 —Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la noticia —dijo Israel. Lo envió, pues, desde el valle del Hebrón, y José llegó a Siquem.
15 Lo halló un hombre, andando él errante por el campo; y aquel hombre le preguntó:
—¿Qué buscas?
16 —Busco a mis hermanos; te ruego que me muestres dónde están apacentando
—respondió José.
17 —Ya se han ido de aquí; pero yo les oí decir: "Vamos a Dotán" —dijo el hombre. Entonces José fue tras sus hermanos y los halló en Dotán.<9>
18 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos conspiraron contra él para matarlo.
19 Se dijeron el uno al otro:
—¡Ahí viene el soñador!
20 Ahora pues, venid, matémoslo y echémoslo en una cisterna, y diremos: "Alguna mala bestia lo devoró". Veremos entonces qué será de sus sueños.
21 Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos. Dijo:
—No lo matemos.
22 Y añadió:
—No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, pero no le pongáis las manos encima.
Quiso librarlo así de sus manos y hacerlo volver a su padre.
23 Sucedió, pues, que cuando llegó José junto a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica —la túnica de colores que llevaba puesta—,
24 lo agarraron y lo echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.
25 Luego se sentaron a comer. En esto, al alzar la vista, vieron una compañía de ismaelitas que venía de Galaad,<10> con camellos cargados de aromas, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto.
26 Entonces Judá dijo a sus hermanos:
—¿Qué vamos a ganar con matar a nuestro hermano y ocultar su muerte?<11>
27 Venid y vendámoslo a los ismaelitas; pero no le pongamos las manos encima, porque es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él.
28 Cuando pasaban los mercaderes madianitas,<12> sacaron ellos a José de la cisterna, lo trajeron arriba y lo vendieron a los ismaelitas<13> por veinte piezas de plata.<14> Y estos se llevaron a José a Egipto.<15>
29 Después Rubén volvió a la cisterna y, al no hallar dentro a José, rasgó sus vestidos.
30 Luego volvió a sus hermanos y dijo:
—El joven no aparece; y yo, ¿adónde iré yo?
31 Entonces tomaron ellos la túnica de José, degollaron un cabrito del rebaño y tiñeron la túnica con la sangre.
32 Enviaron la túnica de colores a su padre, con este mensaje: "Esto hemos hallado; reconoce ahora si es o no la túnica de tu hijo".
33 Cuando él la reconoció, dijo: "Es la túnica de mi hijo; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado".
34 Entonces Jacob rasgó sus vestidos, se puso ropa áspera sobre su cintura y guardó luto por su hijo durante muchos días.
35 Se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo, pero él no quiso recibir consuelo, diciendo: "¡Descenderé enlutado junto a mi hijo hasta el seol!"<16> Y lo lloró su padre.
36 En Egipto, los madianitas lo vendieron a Potifar, oficial<17> del faraón y capitán de la guardia. _______________________=
1 <1> Aconteció en aquel tiempo que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a casa de un adulamita que se llamaba Hira.
2 Allí conoció Judá a la hija de un cananeo, el cual se llamaba Súa; la tomó y se llegó a ella.
3 Ella concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Er.
4 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, al que llamó Onán.
5 Volvió a concebir y dio a luz un hijo, al que llamó Sela. Ella se hallaba en Quezib cuando lo dio a luz.
6 Después Judá tomó para su primogénito Er a una mujer llamada Tamar.
7 Pero Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y Jehová le quitó la vida.
8 Entonces Judá dijo a Onán:
—Llégate a la mujer de tu hermano,<2> despósate con ella y levanta descendencia a tu hermano.
9 Sabiendo Onán que la descendencia no sería suya, cuando se llegaba a la mujer de su hermano vertía en tierra, para no dar descendencia a su hermano.<3>
10 Como desagradó a Jehová lo que hacía,<4> a él también le quitó la vida.
11 Entonces Judá dijo a su nuera Tamar:
—Permanece viuda en casa de tu padre, hasta que crezca mi hijo Sela.
(Esto dijo pues pensaba: "No sea que muera él también, como sus hermanos".)
Tamar se fue y se quedó en casa de su padre.
12 Pasaron muchos días y murió la hija de Súa, la mujer de Judá. Cuando Judá se consoló, subió a Timnat<5> (donde estaban los trasquiladores de sus ovejas) junto a su amigo Hira, el adulamita.
13 Y avisaron a Tamar, diciéndole: "Tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas".
14 Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, se cubrió con un velo para no ser reconocida y se puso a la entrada de Enaim, junto al camino de Timnat, pues veía que Sela había crecido y que ella no le era dada por mujer.
15 Cuando Judá la vio, la tuvo por una ramera,<6> pues ella había cubierto su rostro.
16 Entonces se apartó del camino para acercarse a ella y, sin saber que era su nuera, le dijo:
—Déjame ahora llegarme a ti.
—¿Qué me darás por llegarte a mí? —dijo ella.
17 —Te enviaré un cabrito de mi rebaño —respondió él.
—Dame una prenda, hasta que lo envíes —dijo ella.
18 —¿Qué prenda te daré? —preguntó Judá.
—Tu sello, tu cordón<7> y el bastón que tienes en tu mano.
Judá se los dio, se llegó a ella y ella concibió de él.
19 Luego se levantó y se fue; se quitó el velo que la cubría y se vistió las ropas de su viudez.
20 Judá envió el cabrito del rebaño por medio de su amigo, el adulamita, para que este rescatara la prenda de la mujer; pero no la halló.
21 Entonces preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo:
—¿Dónde está la ramera que había en Enaim, junto al camino?
—No ha estado aquí ramera alguna —dijeron ellos.
22 Entonces él se volvió a Judá y le dijo:
—No la he hallado. Además, los hombres del lugar me dijeron: "Aquí no ha estado ninguna ramera".
23 Judá respondió:
—Pues que se quede con todo, para que no seamos objetos de burla. Yo le he enviado este cabrito, pero tú no la hallaste.
24 Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo:
—Tamar, tu nuera, ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones.
Entonces dijo Judá:
—¡Sacadla y quemadla!<8>
25 Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: "Del dueño de estas cosas estoy encinta". También dijo: "Mira ahora de quién son estas cosas: el sello, el cordón y el bastón".
26 Cuando Judá los reconoció, dijo: "Más justa es ella que yo,<9> por cuanto no la he dado a mi hijo Sela". Y nunca más la conoció.<10>
27 Aconteció que, al tiempo de dar a luz, había gemelos en su seno.
28 Y sucedió durante el parto que uno de ellos sacó la mano,<11> y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: "Este salió primero".
29 Pero volviendo él a meter la mano, salió su hermano; y ella dijo: "¡Cómo te has abierto paso!" Por eso lo llamó Fares.<12>
30 Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y lo llamó Zara.<13> _______________________=
1 <1> Llevado, pues, José a Egipto, Potifar, un egipcio oficial del faraón, capitán de la guardia, lo compró de los ismaelitas<2> que lo habían llevado allá.
2 Pero Jehová estaba con José,<3> quien llegó a ser un hombre próspero, y vivía en la casa del egipcio, su amo.
3 Vio su amo que Jehová estaba con él, que Jehová lo hacía prosperar en todas sus empresas.
4 Así halló José gracia a sus ojos, y lo servía; lo hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.
5 Desde el momento en que le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, tanto en la casa como en el campo.
6 Él mismo dejó todo lo que tenía en manos de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. José era de hermoso semblante<4> y bella presencia,
7 y aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y le dijo:
—Duerme conmigo.<5>
8 Pero él no quiso, y dijo a la mujer de su amo:
—Mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mis manos todo lo que tiene.
9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer. ¿Cómo, pues, haría yo este gran mal, y pecaría contra Dios?
10 Hablaba ella a José cada día, pero él no la escuchaba para acostarse al lado de ella, para estar con ella.
11 Pero aconteció un día, cuando entró él en casa a hacer su oficio, que no había nadie de los de casa allí.
12 Entonces ella lo asió por la ropa, diciendo:
—Duerme conmigo.
Pero él, dejando su ropa en las manos de ella, huyó y salió.
13 Cuando ella vio que le había dejado la ropa en sus manos y había huido fuera,
14 llamó a los de casa, y les dijo:
—Mirad, nos ha traído un hebreo<6> para que hiciera burla de nosotros. Ha venido a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces.
15 Al ver que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y salió huyendo.
16 Puso ella junto a sí la ropa de José, hasta que llegó su señor a la casa.
17 Entonces le repitió las mismas palabras, diciendo:
—El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme.
18 Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.
19 Al oir el amo de José las palabras de su mujer, que decía: "Así me ha tratado tu siervo", se encendió su furor.
20 Tomó su amo a José y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey; y allí lo mantuvo.
21 Pero Jehová estaba con José y extendió a él su misericordia, pues hizo que se ganara el favor del jefe de la cárcel.
22 El jefe de la cárcel puso en manos de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.
23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba. _______________________=
1 Aconteció después de estas cosas, que el copero y el panadero del rey de Egipto delinquieron contra su señor, el rey de Egipto.
2 Y se enojó el faraón contra sus dos oficiales, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos,<1>
3 y los puso en prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde José estaba preso.
4 El capitán de la guardia encargó de ellos a José, para que los sirviera; y estuvieron durante un tiempo en la prisión.
5 Sucedió que ambos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la prisión, tuvieron un sueño en la misma noche, cada uno su propio sueño, cada uno con su propio significado.<2>
6 Vino a ellos José por la mañana y vio que estaban tristes.
7 Entonces preguntó a aquellos oficiales del faraón que estaban con él en la prisión de la casa de su señor:
—¿Por qué tienen hoy mal aspecto vuestros semblantes?
8 Ellos le dijeron:
—Hemos tenido un sueño y no hay quien lo interprete.
José les dijo:
—¿No son de Dios las interpretaciones?<3> Contádmelo ahora.
9 Entonces el jefe de los coperos contó su sueño a José, y le dijo:
—Yo soñaba que veía una vid delante de mí
10 y en la vid, tres sarmientos; y ella echaba brotes, florecía y maduraban sus racimos de uvas.
11 Y que la copa del faraón estaba en mi mano, y tomando yo las uvas las exprimía en la copa del faraón, y ponía la copa en la mano del faraón.
12 José le dijo:
—Esta es su interpretación: los tres sarmientos son tres días.
13 Al cabo de tres días levantará el faraón tu cabeza,<4> te restituirá a tu puesto y darás la copa al faraón en su mano, como solías hacer cuando eras su copero.
14 Acuérdate, pues, de mí cuando te vaya bien; te ruego que tengas misericordia y hagas mención de mí al faraón, y que me saques de esta casa,
15 porque fui raptado de la tierra de los hebreos y nada he hecho aquí para que me pusieran en la cárcel.
16 Viendo el jefe de los panaderos que aquella interpretación había sido para bien, dijo a José:
—También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza.
17 En el canastillo más alto había toda clase de manjares de pastelería para el faraón, y las aves los comían del canastillo de sobre mi cabeza.
18 Entonces respondió José, y dijo:
—Esta es su interpretación: Los tres canastillos son tres días.
19 Al cabo de tres días quitará el faraón tu cabeza de sobre ti. Te hará colgar en la horca, y las aves comerán la carne que te cubre.
20 Al tercer día, que era el día del cumpleaños del faraón, el rey ofreció un banquete a todos sus sirvientes; y alzó la cabeza del jefe de los coperos y la cabeza del jefe de los panaderos en presencia de sus servidores.<5>
21 Hizo volver a su oficio al jefe de los coperos, y volvió este a poner la copa en la mano del faraón.
22 Pero hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como José lo había interpretado.
23 Sin embargo, el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que lo olvidó. _______________________=
1 <1> Aconteció, pasados dos años, que el faraón tuvo un sueño. Le parecía que estaba junto al río,
2 y que del río subían siete vacas<2> hermosas a la vista, muy gordas, y que pacían en el prado.
3 Tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, que se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río;
4 y las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. El faraón se despertó,
5 pero se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña,
6 y después de ellas salían otras siete espigas menudas y quemadas por el viento del este;<3>
7 y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. El faraón se despertó y vio que era un sueño.
8 Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió llamar a todos los magos de Egipto y a todos sus sabios. Les contó sus sueños, pero no había quien se los pudiera interpretar al faraón.
9 Entonces el jefe de los coperos dijo al faraón:
—Me acuerdo hoy de mis faltas.
10 Cuando el faraón se enojó contra sus siervos, nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia a mí y al jefe de los panaderos.
11 Él y yo tuvimos un sueño en la misma noche, y cada sueño tenía su propio significado.
12 Estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de la guardia. Se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños y declaró a cada uno conforme a su sueño.
13 Y aconteció que como él nos los interpretó, así ocurrió: yo fui restablecido en mi puesto y el otro fue colgado.
14 Entonces el faraón envió a llamar a José; lo sacaron apresuradamente de la cárcel, se afeitó, mudó sus vestidos y vino ante el faraón.
15 El faraón dijo a José:
—Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; pero he oído decir de ti que oyes sueños para interpretarlos.
16 Respondió José al faraón:
—No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia al faraón.
17 Entonces el faraón dijo a José:
—En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río,
18 y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado.
19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto.
20 Las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas;
21 pero, aunque las tenían en sus entrañas, no se conocía que hubieran entrado, pues la apariencia de las flacas seguía tan mala como al principio. Entonces me desperté.
22 "Luego, de nuevo en sueños, vi que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas.
23 Y que otras siete espigas, menudas, marchitas y quemadas por el viento solano, crecían después de ellas;
24 y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas. Esto lo he contado a los magos, pero no hay quien me lo interprete.
25 Entonces respondió José al faraón:
—El sueño del faraón es uno y el mismo. Dios ha mostrado al faraón lo que va a hacer.
26 Las siete vacas hermosas siete años son, y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno y el mismo.
27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas son siete años, y las siete espigas menudas y quemadas por el viento solano siete años serán de hambre.
28 Esto es lo que respondo al faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado al faraón.
29 Vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto.
30 Tras ellos seguirán siete años de hambre: toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra.
31 Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre que la seguirá, la cual será gravísima.
32 Y que el faraón haya tenido el sueño dos veces significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla.
33 "Por tanto, es necesario que el faraón se provea de un hombre prudente y sabio, y que lo ponga sobre la tierra de Egipto.
34 Haga esto el faraón: ponga gobernadores sobre el país, que recojan la quinta parte de las cosechas de Egipto en los siete años de la abundancia.
35 Junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, recojan el trigo bajo la mano del faraón para mantenimiento de las ciudades y guárdenlo.
36 Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.
37 El asunto pareció bien al faraón y a sus siervos,
38 y dijo el faraón a sus siervos:
—¿Acaso hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios?<4>
39 Y dijo el faraón a José:
—Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.
40 Tú estarás sobre mi casa y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú.<5>
41 Dijo además el faraón a José:
—Yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
42 Entonces el faraón se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José; lo hizo vestir de ropas de lino finísimo y puso un collar de oro en su cuello.
43 Lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaban delante de él: "¡Doblad la rodilla!"<6> Así quedó José sobre toda la tierra de Egipto.
44 Luego dijo el faraón a José:
—Yo soy el faraón; pero sin ti nadie alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.
45 El faraón puso a José el nombre de Zafnat-panea,<7> y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On.<8> Así quedó José al frente de toda la tierra de Egipto.
46 Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante del faraón, el rey de Egipto; y salió José de delante del faraón y recorrió toda la tierra de Egipto.
47 En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo en gran cantidad.
48 Y él recogió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y almacenó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento de los campos de alrededor.
49 Recogió José trigo como si fuera arena del mar; tanto que no se podía contar, porque era incalculable.
50 Antes que llegara el primer año de hambre, le nacieron a José dos hijos, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On.
51 Llamó José al primogénito Manasés, porque dijo: "Dios me hizo olvidar todos mis sufrimientos, y a toda la casa de mi padre".
52 Al segundo lo llamó Efraín, porque dijo: "Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción".<9>
53 Se cumplieron así los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto,
54 y comenzaron a llegar los siete años de hambre, como José había predicho. Hubo hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Egipto había pan.
55 Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó por pan al faraón. Y dijo el faraón a todos los egipcios: "Id a José, y haced lo que él os diga".
56 Cuando el hambre se extendió por todo el país, abrió José todos los graneros donde estaba el trigo, y lo vendía a los egipcios, porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto.
57 Y de todos los países venían a Egipto para comprar grano a José, porque por toda la tierra había crecido el hambre. _______________________=
1 Viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: "¿Por qué os estáis ahí mirando?
2 Yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá y comprad de allí para nosotros, para que podamos vivir y no muramos".<1>
3 Descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo en Egipto.
4 Pero Jacob no envió a Benjamín, hermano de José,<2> con sus hermanos, porque dijo: "No sea que le acontezca algún desastre".
5 Fueron, pues, los hijos de Israel entre los que iban a comprar, porque había hambre en la tierra de Canaán.
6 José era el señor de la tierra, quien le vendía trigo a todo el mundo. Cuando llegaron los hermanos de José, se inclinaron a él rostro en tierra.<3>
7 José reconoció a sus hermanos en cuanto los vio; pero hizo como que no los conocía, y hablándoles ásperamente les dijo:
—¿De dónde habéis venido?
—De la tierra de Canaán, para comprar alimentos.
8 Reconoció, pues, José a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron.
9 Entonces se acordó José de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo:
—Espías sois; para ver las regiones indefensas del país habéis venido.<4>
10 —No, señor nuestro —respondieron ellos—, sino que tus siervos han venido a comprar alimentos.
11 Todos nosotros somos hijos del mismo padre y somos hombres honrados; tus siervos nunca fueron espías.
12 Pero José les dijo:
—No; para ver las regiones indefensas del país habéis venido.
13 —Tus siervos somos doce hermanos —respondieron ellos—, hijos de un hombre en la tierra de Canaán. El menor está hoy con nuestro padre y el otro ha desaparecido.
14 Y José les dijo:
—Eso es lo que os he dicho al afirmar que sois espías.
15 En esto seréis probados: ¡Por vida del faraón, que no saldréis de aquí hasta que vuestro hermano menor venga!
16 Enviad a uno de vosotros para que traiga a vuestro hermano, y vosotros quedad presos. Vuestras palabras serán probadas, si hay verdad en vosotros; y si no, ¡por la vida del faraón, que sois espías!<5>
17 Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días.
18 Al tercer día les dijo José:
—Haced esto y vivid: Yo temo a Dios.<6>
19 Si sois hombres honrados, uno de vuestros hermanos se quedará en la cárcel, mientras los demás vais a llevar el alimento para remediar el hambre de vuestra familia.
20 Pero traeréis a vuestro hermano menor; así serán verificadas vuestras palabras y no moriréis. Ellos lo hicieron así,
21 pero se decían el uno al otro:
—Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba y no lo escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.
22 Entonces Rubén les respondió, diciendo:
—¿No os hablé yo y dije: "No pequéis contra el joven"?<7> Pero no me escuchasteis; por eso ahora se nos demanda su sangre.
23 Ellos no sabían que José los entendía, porque este tenía un intérprete para hablar con ellos.
24 Entonces se apartó José de su lado, y lloró; cuando volvió a ellos, les habló y, tomando de entre ellos a Simeón, lo apresó en su presencia.
25 Después mandó José que llenaran sus sacos de trigo y devolvieran el dinero a cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y que les dieran comida para el camino; así se hizo con ellos.
26 Entonces pusieron ellos su trigo sobre sus asnos y se fueron de allí.
27 Pero al abrir uno de ellos el saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio el dinero que estaba en la boca de su costal.
28 Y dijo a sus hermanos:
—¡Me han devuelto mi dinero; aquí está, en mi saco!
Entonces se les sobresaltó el corazón, y espantados se dijeron el uno al otro:
—¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?
29 Cuando llegaron junto a Jacob, su padre, en tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo:
30 —Aquel hombre, el señor de la tierra, nos habló ásperamente y nos trató como a espías de la tierra.
31 Pero nosotros le dijimos: "Somos hombres honrados, nunca fuimos espías.
32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno ha desaparecido y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán".
33 Entonces aquel hombre, el señor de la tierra, nos dijo: "En esto conoceré que sois hombres honrados: dejad conmigo a uno de vuestros hermanos, tomad para remediar el hambre de vuestras familias y andad,
34 traedme a vuestro hermano menor; así sabré que no sois espías, sino hombres honrados; entonces os entregaré a vuestro hermano y comerciaréis libremente por el país".
35 Aconteció que cuando vaciaban ellos sus sacos, vieron que en el saco de cada uno estaba la bolsita con su dinero; y tanto ellos como su padre, al ver las bolsitas con el dinero, tuvieron temor.
36 Entonces su padre Jacob les dijo:
—Me habéis privado de mis hijos: José no aparece, Simeón tampoco y ahora os llevaréis a Benjamín. Estas cosas acabarán conmigo.
37 Rubén respondió a su padre:
—Quítales la vida a mis dos hijos, si no te lo devuelvo. Confíamelo a mí y yo te lo devolveré.
38 Pero Jacob replicó:
—No descenderá mi hijo con vosotros, pues su hermano ha muerto y él<8> ha quedado solo; si le acontece algún desastre en el camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor al seol.
_______________________=
1 El hambre era grande en la tierra;
2 y aconteció que cuando acabaron de consumir el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre:
—Volved y comprad para nosotros un poco de alimento.
3 Respondió Judá:
—Aquel hombre nos advirtió con ánimo resuelto: "No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros".
4 Si envías a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento.
5 Pero si no lo envías, no descenderemos, porque aquel hombre nos dijo: "No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros".
6 Dijo entonces Israel:
—¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando a ese hombre que teníais otro hermano?
7 Ellos respondieron:
—Aquel hombre nos preguntó expresamente por nosotros y por nuestra familia, diciendo: "¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano?" Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Acaso podíamos saber que él nos diría: "Haced venir a vuestro hermano"?
8 Entonces Judá dijo a su padre Israel:
—Envía al joven conmigo; nos levantaremos e iremos enseguida, a fin de que vivamos y no muramos, ni nosotros, ni tú, ni nuestros niños.
9 Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si no te lo traigo de vuelta y no lo pongo delante de ti, seré ante ti el culpable para siempre.
10 Si no nos hubiéramos demorado, ciertamente hubiéramos ya ido y vuelto dos veces.
11 Entonces su padre Israel les respondió:
—Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos y llevad a aquel hombre un regalo, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
12 Tomad también en vuestras manos doble cantidad de dinero, y llevad así en vuestras manos el dinero devuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fue equivocación.
13 Asimismo, tomad a vuestro hermano, levantaos y volved a aquel hombre.
14 Que el Dios omnipotente<1> haga que ese hombre tenga misericordia de vosotros, y os suelte al otro hermano vuestro y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, que lo sea.
15 Entonces tomaron aquellos hombres el regalo, y tomaron en sus manos el doble del dinero, así como a Benjamín, y se levantaron, descendieron a Egipto y se presentaron delante de José.
16 José vio con ellos a Benjamín, y dijo al mayordomo de su casa:
—Lleva a casa a esos hombres, y degüella una res y prepárala, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía.
17 Hizo el hombre como José había dicho, y llevó a los hombres a casa de José.
18 Entonces aquellos hombres tuvieron temor, porque los llevaban a casa de José. Se decían:
—Por el dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez, nos han traído aquí; para tendernos lazo, atacarnos y tomarnos por siervos a nosotros y a nuestros asnos.
19 Se acercaron, pues, al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la casa.
20 Le dijeron:
—¡Ay, señor nuestro! Nosotros, en realidad de verdad, descendimos al principio a comprar alimentos.
21 Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, vimos que el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer con nosotros.
22 Hemos traído también en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos. Nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
23 Él les respondió:
—Paz a vosotros, no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os puso ese tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero.
Y les sacó a Simeón.
24 Luego llevó aquel varón a los hombres a casa de José; les dio agua y lavaron sus pies, y dio de comer a sus asnos.
25 Ellos prepararon el regalo mientras venía José a mediodía, pues oyeron que habrían de comer allí.
26 Al entrar José en casa, ellos le trajeron el regalo que habían traído consigo, y se inclinaron ante él hasta tocar la tierra.
27 Entonces les preguntó José cómo estaban, y les dijo:
—¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía?
—Tu siervo, nuestro padre, está bien; aún vive.
Y se inclinaron e hicieron reverencia.
29 Alzó José sus ojos y vio a su hermano Benjamín, hijo de su madre, y dijo:
—¿Es este vuestro hermano menor, de quien me hablasteis?
—Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.
30 Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; entró en su habitación y lloró allí.
31 Cuando pudo contener el llanto, lavó su rostro, salió y dijo: "Servid la comida".
32 Sirvieron para él aparte, y separadamente para ellos,<2> y aparte para los egipcios que con él comían, porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación para los egipcios.
33 Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
34 José tomó viandas de delante de sí para ellos; pero la porción de Benjamín era cinco veces mayor<3> que la de cualquiera de los demás. Y bebieron y se alegraron con él. _______________________=
1 Mandó José al mayordomo de su casa, diciendo:
—Llena de alimento los costales de estos hombres, de todo cuanto puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal.
2 También pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. El mayordomo hizo como había dicho José.
3 Al amanecer, los hombres fueron despedidos con sus asnos.
4 Ya ellos habían salido de la ciudad, pero todavía no se habían alejado, cuando José dijo a su mayordomo:
—Levántate y sigue a esos hombres. Cuando los alcances, diles: "¿Por qué habéis pagado mal por bien? ¿Por qué habéis robado mi copa de plata?
5 ¿No es esta en la que bebe mi señor, y la que usa para adivinar?<1> ¡Habéis hecho mal al hacer esto!"
6 Cuando él los alcanzó, les dijo estas palabras.
7 Y ellos le respondieron:
—¿Por qué dice nuestro señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos.
8 Si el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán, ¿cómo íbamos a hurtar de casa de tu señor plata ni oro?
9 Aquel de tus siervos a quien se le encuentre la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor.
10 Entonces el mayordomo dijo:
—También ahora sea conforme a vuestras palabras: aquel a quien se le encuentre será mi siervo; los demás quedaréis sin culpa.
11 Ellos entonces se dieron prisa, bajó cada uno su costal a tierra y cada cual abrió el suyo.
12 El mayordomo buscó, comenzando por el mayor y terminando por el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.
13 Entonces ellos rasgaron sus vestidos, cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.
14 Entró Judá con sus hermanos a casa de José, que aún estaba allí, y se postraron en tierra delante de él.
15 Y les dijo José:
—¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?
16 Entonces dijo Judá:
—¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos o con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos.<2> Nosotros somos siervos de mi señor, nosotros y también aquel en cuyo poder se halló la copa.
17 José respondió:
—Nunca haga yo tal cosa. El hombre en cuyo poder se halló la copa, ese será mi siervo; vosotros id en paz junto a vuestro padre.
18 Entonces Judá se acercó a él y le dijo:
—¡Ay, señor mío!, te ruego que permitas a tu siervo decir una palabra a oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como el faraón.
19 Mi señor preguntó a sus siervos: "¿Tenéis padre o hermano?"
20 Y nosotros respondimos a mi señor: "Sí, tenemos un padre anciano y un hermano joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; un hermano suyo murió, y solo él quedó de los hijos de su madre, y su padre lo ama".
21 Tú dijiste a tus siervos: "Traédmelo, pues quiero verlo".<3>
22 Y nosotros dijimos a mi señor: "El joven no puede dejar a su padre, porque si lo deja, su padre morirá".
23 Y dijiste a tus siervos: "Si vuestro hermano menor no viene con vosotros, no veréis más mi rostro".
24 "Aconteció, pues, que cuando llegamos a mi padre, tu siervo, le contamos las palabras de mi señor.
25 Y dijo nuestro padre: "Volved a comprarnos un poco de alimento".
26 Pero nosotros respondimos: "No podemos ir. Si nuestro hermano va con nosotros, iremos, porque no podremos presentarnos ante aquel hombre, si no está con nosotros nuestro hermano menor".
27 Entonces tu siervo, mi padre, nos dijo: "Vosotros sabéis que dos hijos me dio a luz mi mujer;
28 uno de ellos se fue de mi lado, y pienso de cierto que fue despedazado. Hasta ahora no lo he vuelto a ver.
29 Si ahora os lleváis también a este y le acontece algún desastre, haréis que con dolor desciendan mis canas al seol".
30 "Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo, mi padre, si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la vida de él,
31 sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán que con dolor desciendan al seol las canas de nuestro padre, tu siervo.
32 Como tu siervo salió fiador del joven ante mi padre, diciendo: "Si no te lo traigo de vuelta, entonces yo seré culpable ante mi padre para siempre",
33 por eso te ruego que se quede ahora tu siervo en lugar del joven como siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos,
34 pues ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre. _______________________=
1 <1> No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban a su lado, y clamó: "¡Haced salir de mi presencia a todos!" Así no quedó nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos.
2 Entonces se echó a llorar a gritos; lo oyeron los egipcios, y lo oyó también la casa del faraón.
3 Y dijo José a sus hermanos:
—Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?
Sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.
4 Pero José les dijo:
—Acercaos ahora a mí.
Ellos se acercaron, y él les dijo:
—Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis a los egipcios.
5 Ahora, pues, no os entristezcáis ni os pese haberme vendido acá, porque para salvar vidas me envió Dios delante de vosotros.<2>
6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales no habrá arada ni siega.
7 Dios me envió delante de vosotros para que podáis sobrevivir sobre la tierra, para daros vida por medio de una gran liberación.
8 Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre del faraón,<3> por señor de toda su casa y por gobernador en toda la tierra de Egipto.
9 Daos prisa, id a mi padre y decidle: "Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas.
10 Habitarás en la tierra de Gosén,<4> y estarás cerca de mí, tú, tus hijos y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes.
11 Allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú, tu casa y todo lo que tienes".
12 Vuestros ojos ven, y también los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca os habla.
13 Haréis, pues, saber a mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto. ¡Daos prisa, y traed a mi padre acá!
14 José se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín y lloró; también Benjamín lloró sobre su cuello.
15 Luego besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos. Después de esto, sus hermanos hablaron con él.
16 Se oyó la noticia en la casa del faraón, y se decía: "Los hermanos de José han venido". Esto agradó a los ojos del faraón y de sus siervos.
17 Y dijo el faraón a José:
—Di a tus hermanos: "Haced esto: cargad vuestras bestias y marchaos; volved a la tierra de Canaán,
18 tomad a vuestro padre y a vuestras familias y venid a mí, porque yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto y comeréis de la abundancia de la tierra".<5>
19 Y tú manda: "Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres, tomad a vuestro padre y venid.
20 Y no os preocupéis por vuestros enseres, porque la riqueza de la tierra de Egipto será vuestra".
21 Así lo hicieron los hijos de Israel; y José les dio carros conforme a la orden del faraón y les suministró víveres para el camino.
22 A cada uno de ellos le dio un vestido nuevo, y a Benjamín le dio trescientas piezas de plata y cinco vestidos nuevos.
23 A su padre le envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto y diez asnas cargadas de trigo, pan y comida; esto para el viaje de su padre.
24 Luego despidió a sus hermanos, y cuando se iban, les dijo:
—No riñáis por el camino.
25 Subieron, pues, de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán, junto a su padre Jacob.
26 Y le dieron las nuevas, diciendo: "¡José aún vive!, y es señor en toda la tierra de Egipto". Pero el corazón de Jacob desfalleció porque no les creía.
27 Entonces ellos le repitieron todas las palabras que José les había hablado; y viendo Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, su espíritu revivió.
28 Y dijo Israel:
—¡Con esto me basta! ¡José, mi hijo, vive todavía! Iré y lo veré antes de morir.
_______________________=
1 Salió Israel<1> con todo lo que tenía. Cuando llegó a Beerseba<2> ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
2 Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo:
—Jacob, Jacob.
3 Entonces Dios dijo:
—Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas descender a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.<3>
4 Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver;<4> y la mano de José cerrará tus ojos.<5>
5 Jacob salió de Beerseba; y subieron los hijos de Israel a su padre Jacob, a sus niños y a sus mujeres en los carros que el faraón había enviado para llevarlo.
6 También tomaron sus ganados y los bienes que habían adquirido en la tierra de Canaán, y fueron a Egipto Jacob y toda su descendencia consigo:
7 sus hijos y los hijos de sus hijos; y sus hijas y las hijas de sus hijos. A toda su descendencia llevó consigo a Egipto.
8 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos: Rubén, primogénito de Jacob.
9 Y los hijos de Rubén: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi.
10 Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zohar y Saúl, hijo de la cananea.
11 Los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari.
12 Los hijos de Judá: Er, Onán, Sela, Fares y Zara; pero Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. Y los hijos de Fares fueron Hezrón y Hamul.
13 Los hijos de Isacar: Tola, Fúa, Job<6> y Simrón.
14 Los hijos de Zabulón: Sered, Elón y Jahleel.
15 Estos fueron los hijos de Lea, los que dio a luz a Jacob en Padan-aram, y además su hija Dina; treinta y tres las personas todas de sus hijos e hijas.
16 Los hijos de Gad: Zifión, Hagui, Ezbón, Suni, Eri, Arodi y Areli.
17 Los hijos de Aser: Imna, Isúa, Isúi, Bería y Sera, hermana de ellos. Los hijos de Bería: Heber y Malquiel.
18 Estos fueron los hijos de Zilpa, la esclava que Labán regaló a su hija Lea, le dio a luz a Jacob; en total dieciséis personas.
19 Los hijos de Raquel, mujer de Jacob: José y Benjamín.
20 A José le nacieron en la tierra de Egipto Manasés y Efraín, los que le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On.<7>
21 Los hijos de Benjamín fueron Bela, Bequer, Asbel, Gera, Naamán, Ehi, Ros, Mupim, Hupim y Ard.
22 Estos fueron los hijos de Raquel, que nacieron a Jacob; en total catorce personas.
23 Los hijos de Dan: Husim.
24 Los hijos de Neftalí: Jahzeel, Guni, Jezer y Silem.
25 Estos fueron los hijos que Bilha, la que dio Labán a Raquel, su hija, dio a luz de Jacob; en total siete personas.
26 Todas las personas que llegaron con Jacob a Egipto, nacidas de él, sin contar las mujeres de los hijos de Jacob, todas ellas fueron sesenta y seis.
27 Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las personas de la casa de Jacob que entraron en Egipto fueron setenta.<8>
28 Envió Jacob a Judá delante de sí a José, para que lo viniera a ver en Gosén; y llegaron a la tierra de Gosén.<9>
29 José unció su carro y fue a recibir a Israel, su padre, en Gosén. Al verlo, se echó sobre su cuello, y sobre su cuello lloró largamente.
30 Entonces Israel dijo a José:
—Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro y sé que aún vives.
31 Luego José dijo a sus hermanos y a la casa de su padre:
—Subiré y lo haré saber al faraón; le diré: "Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido a mí.
32 Los hombres son pastores de ovejas, hombres ganaderos; han traído sus ovejas, sus vacas y todo lo que tenían".
33 Y cuando el faraón os llame y os pregunte: "¿Cuál es vuestro oficio?",
34 entonces diréis: "Hombres de ganadería hemos sido nosotros tus siervos, desde nuestra juventud hasta ahora, nosotros y nuestros padres". Así podréis habitar en la tierra de Gosén, porque para los egipcios es abominación todo pastor de ovejas. _______________________=
1 Fue José y lo hizo saber al faraón. Le dijo:
—Mi padre y mis hermanos, con sus ovejas, sus vacas y todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán y están en la tierra de Gosén.
2 Escogió a cinco de sus hermanos y los presentó delante del faraón.
3 Entonces el faraón dijo a sus hermanos:
—¿Cuál es vuestro oficio?
Ellos respondieron al faraón:
—Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres.
4 Dijeron además al faraón:
—Para habitar en esta tierra hemos venido, porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán; por tanto, te rogamos ahora que permitas que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.
5 Entonces el faraón dijo a José:
—Tu padre y tus hermanos han venido a ti.
6 Delante de ti está la tierra de Egipto. En lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; que habiten en la tierra de Gosén, y si sabes que hay entre ellos hombres capaces, ponlos por mayorales de mi ganado.
7 José introdujo también a Jacob, su padre, y lo presentó delante del faraón. Jacob bendijo al faraón,<1>
8 y el faraón preguntó a Jacob:
—¿Cuántos años tienes?
9 Jacob respondió al faraón:
—Los años de mi peregrinación son ciento treinta. Pocos y malos han sido los años de mi vida, y no han llegado a los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
10 Jacob bendijo al faraón y salió de su presencia.
11 Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó el faraón.<2>
12 Y alimentaba José con pan a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, según el número de los hijos.
13 No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfallecían de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.<3>
14 Recogió entonces José todo el dinero que la tierra de Egipto y la tierra de Canaán le habían pagado por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa del faraón.
15 Cuando se acabó el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto a José, diciendo:
—Danos pan; ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?
16 José respondió:
—Si se ha acabado el dinero, entregad vuestros ganados, y yo os daré trigo por vuestros ganados.
17 Trajeron ellos sus ganados a José, y José les dio alimentos a cambio de caballos, ovejas, vacas y asnos; los abasteció de pan aquel año a cambio de todos sus ganados.
18 Acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron:
—No ocultamos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado, y también el ganado es ya de nuestro señor. Nada ha quedado delante de nuestro señor, sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
19 ¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y nosotros y nuestra tierra seremos siervos del faraón; danos semilla para que vivamos y no muramos, y que no sea asolada la tierra.
20 Entonces compró José para el faraón toda la tierra de Egipto, pues los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre que pesaba sobre ellos. La tierra pasó así a ser del faraón.
21 Y al pueblo lo hizo pasar a las ciudades,<4> desde un extremo al otro del territorio de Egipto.
22 Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes recibían trigo del faraón y comían del trigo que el faraón les daba; por eso no vendieron su tierra.
23 Luego José dijo al pueblo:
—Os he comprado hoy, a vosotros y a vuestra tierra, para el faraón; aquí tenéis semilla para sembrar la tierra.
24 De los frutos daréis la quinta parte al faraón; las otras cuatro partes serán vuestras, para sembrar las tierras y para vuestra manutención, y también de los que están en vuestras casas, para que coman vuestros niños.
25 Ellos respondieron:
—La vida nos has dado. Hallemos gracia a los ojos de nuestro señor, y seamos siervos del faraón.
26 Entonces José puso por ley hasta hoy sobre la tierra de Egipto que se diera al faraón la quinta parte de las cosechas. Tan solo la tierra de los sacerdotes no pasó a ser del faraón.
27 Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; tomaron posesión de ella, se aumentaron y se multiplicaron en gran manera.<5>
28 Jacob vivió en la tierra de Egipto diecisiete años, y fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
29 Cuando los días de Israel tocaban a su fin, llamó a José, su hijo, y le dijo:
—Si he hallado ahora gracia a tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo<6> y que me trates con misericordia y lealtad. Te ruego que no me entierres en Egipto.
30 Cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos.<7>
—Haré como tú dices —respondió José.
31 —Júramelo —dijo Israel. Y José se lo juró. Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de la cama. _______________________=
1 Sucedió después de estas cosas que dijeron a José:
—Tu padre está enfermo.
Entonces él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.
2 Y se le hizo saber a Jacob, diciendo:
—Aquí está tu hijo José, que viene a ti.
Haciendo un esfuerzo, Israel se sentó sobre la cama
3 y dijo a José:
—El Dios omnipotente se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán, me bendijo
4 y me dijo: "Yo te haré crecer, te multiplicaré y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua".<1>
5 Ahora bien, tus dos hijos, Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto antes de venir a reunirme contigo a la tierra de Egipto, son míos; al igual que Rubén y Simeón, serán míos.<2>
6 Los que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades.
7 Cuando yo venía de Padan-aram se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua antes de llegar a Efrata; y la sepulté allí, en el camino de Efrata, que es Belén.<3>
8 Vio entonces Israel a los hijos de José, y dijo:
—¿Quiénes son estos?
9 —Son mis hijos, los que Dios me ha dado aquí —respondió José a su padre.
—Acércalos ahora a mí, y los bendeciré —dijo Israel.
10 Los ojos de Israel estaban tan debilitados por la vejez, que no podía ver. Los hizo, pues, acercarse a él, y él los besó y los abrazó.
11 Y dijo Israel a José:
—No pensaba yo ver más tu rostro, y Dios me ha dejado ver también a tu descendencia.
12 Entonces José los sacó de entre sus rodillas<4> y se inclinó a tierra.
13 Los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.
14 Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.<5>
15 Y bendijo a José,<6> diciendo: "El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,
16 el Ángel<7> que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Sea perpetuado en ellos mi nombre y el nombre de mis padresAbraham e Isaac, y multiplíquense y crezcanen medio de la tierra".
17 Al ver José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, se sintió disgustado; y tomó la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.
18 Y dijo José a su padre:
—Así no, padre mío, porque este es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.
19 Pero su padre no quiso hacerlo, y le respondió:
—Lo sé, hijo mío, lo sé; también él llegará a ser un pueblo, y será también grande; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.
20 Y los bendijo aquel día, diciendo:
—Que con vuestro nombre se bendiga en Israel, y se diga: "Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés".
Y puso a Efraín antes de Manasés.
21 Luego dijo Israel a José:
—Yo muero; pero Dios estará con vosotros y os hará volver a la tierra de vuestros padres.
22 A ti te he dado una parte más que a tus hermanos, la cual tomé al amorreo con mi espada y con mi arco.<8> _______________________=
1 <1> Llamó Jacob a sus hijos, y dijo:
—Acercaos y os declararé lo que ha de aconteceros en los días venideros.
2 "Acercaos y oíd, hijos de Jacob; escuchad a vuestro padre Israel.
3 Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza y el principio de mi vigor; el primero en dignidad, el primero en poder.
4 Impetuoso como las aguas,ya no serás el primero,<2> por cuanto subiste al lecho de tu padre; entonces te envileciste,al subir a mi lecho.<3>
5 "Simeón y Leví<4> son hermanos; armas de maldad son sus armas.
6 En su consejo no entre mi alma, ni mi espíritu se junte en su compañía, porque en su furor mataron hombres y en su temeridad desjarretaron toros.<5>
7 Maldito sea su furor, que fue fiero, y su ira, que fue dura. Yo los apartaré en Jacob, los esparciré en Israel.
8 "Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano estarásobre el cuello de tus enemigos; los hijos de tu padre se inclinarán a ti.
9 Cachorro de león, Judá;<6> de la presa subiste, hijo mío. Se encorvó, se echó como león, como león viejo: ¿quién lo despertará?
10 No será quitado el cetro de Judá<7> ni el bastón de mando de entre sus pies, hasta que llegue Siloh;<8> a él se congregarán los pueblos.
11 Atando a la vid su pollino y a la cepa el hijo de su asna, lavó en el vino su vestido y en la sangre de uvas su manto.<9>
12 Sus ojos son más rojos que el vino y sus dientes más blancos que la leche.<10>
13 "Zabulón habitará en puertos de mar; será puerto para las naves y llegará hasta Sidón.<11>
14 "Isacar, asno fuerte<12> que se recuesta entre los apriscos.<13>
15 Al ver que el descanso era bueno y la tierra deleitosa, bajó su hombro para llevar carga, y sirvió como un esclavo.
16 "Dan juzgará<14> a su pueblo como una de las tribus de Israel.
17 Será Dan serpiente junto al camino, víbora junto a la senda, que muerde los talones del caballo y hace caer hacia atrás al jinete.
18 Tu salvación he esperado, oh Jehová.
19 "A Gad, un ejército lo asaltará, mas él acometerá al final.<15>
20 "El pan de Aser será substancioso;<16> él dará deleites al rey.
21 "Neftalí, cierva suelta que da hermosos cervatillos.<17>
22 "Rama fructífera es José,<18> rama fructífera junto a una fuente, sus vástagos se extienden sobre el muro.
23 Le causaron amargura, le lanzaron flechas, lo aborrecieron los arqueros,
24 mas su arco se mantuvo poderoso y los brazos de sus manos se fortalecieron por las manos del Fuerte de Jacob, por el nombre del Pastor, la Roca de Israel,
25 por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, por el Dios omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y del vientre.
26 Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las de mis progenitores; hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos.
27 "Benjamín es lobo arrebatador: por la mañana comerá la presa y a la tarde repartirá los despojos.<19>
28 <20> Todas estas son las tribus de Israel, doce en total, y esto es lo que su padre les dijo al bendecirlas; a cada una le dio su bendición.
29 Les ordenó luego, diciendo: "Voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón, el heteo,
30 en la cueva que está en el campo de Macpela, al oriente de Mamre, en la tierra de Canaán, la que compró Abraham junto con el mismo campo de Efrón, el heteo, para heredad de sepultura.<21>
31 Allí sepultaron a Abraham y a Sara, su mujer; allí sepultaron a Isaac<22> y a Rebeca, su mujer; allí también sepulté yo a Lea.
32 El campo y la cueva que está en él fueron comprados a los hijos de Het".
33 Cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama y expiró, y se reunió con sus padres.<23> _______________________=
1 Entonces se echó José sobre el rostro de su padre, lloró sobre él y lo besó.
2 Después mandó José a los médicos que estaban a su servicio que embalsamaran<1> a su padre, y los médicos embalsamaron a Israel.
3 Cumplieron así cuarenta días, que eran los días requeridos para embalsamar.<2> Y los egipcios lo lloraron setenta días.
4 Pasados los días de su luto, habló José a los de la casa del faraón, diciendo:
—Si he hallado gracia a vuestros ojos, os ruego que habléis ahora a oídos del faraón, y le digáis:
5 "Mi padre me hizo jurar, diciendo: <3> Yo voy a morir; en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás. Permite, pues, que yo vaya ahora a sepultar a mi padre, y después volveré".
6 El faraón dijo:
—Ve y sepulta a tu padre, como él te hizo jurar.
7 Entonces José subió para sepultar a su padre; y subieron con él todos los siervos del faraón, los ancianos de su casa y todos los ancianos de la tierra de Egipto,
8 toda la casa de José, sus hermanos y la casa de su padre; solamente dejaron en la tierra de Gosén sus niños, sus ovejas y sus vacas.
9 Subieron también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy grande.
10 Llegaron hasta la era de Atad,<4> al otro lado del Jordán, y lloraron e hicieron grande y muy triste lamentación. Allí José hizo duelo por su padre durante siete días.<5>
11 Al ver los habitantes de la tierra, los cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron: "Llanto grande es este de los egipcios". Por eso, a aquel lugar que está al otro lado del Jordán se le llamó Abel-mizraim.<6>
12 Sus hijos, pues, hicieron con él según les había mandado,
13 pues sus hijos lo llevaron a la tierra de Canaán y lo sepultaron en la cueva del campo de Macpela, la que había comprado Abraham de manos de Efrón, el heteo, junto con el mismo campo, para heredad de sepultura, al oriente de Mamre.<7>
14 Después que lo hubo sepultado, regresó José a Egipto, él, sus hermanos y todos los que subieron con él a sepultar a su padre.
15 <8> Al ver los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron:
—Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.
16 Entonces enviaron a decir a José: "Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
17 "Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque te trataron mal "; por eso, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre". Y José lloró mientras hablaban.
18 Llegaron también sus hermanos, se postraron delante de él y dijeron:
—Aquí nos tienes. Somos tus esclavos.<9>
19 Pero José les respondió:
—No temáis, pues ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
20 Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente.
21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, pues les habló al corazón.
22 Habitó José en Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años.
23 Vio José los hijos de Efraín hasta la tercera generación; y también los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron criados sobre las rodillas de José.<10>
24 Un día, José dijo a sus hermanos:
—Yo voy a morir, pero Dios ciertamente os visitará y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob.
25 E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo:
—Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.<11>
26 Murió José a la edad de ciento diez años; lo embalsamaron, y lo pusieron en un ataúd en Egipto.<12> <13>