1

1 Salutación Pablo, llamado apóstol de Cristo Jesús, por voluntad de Dios, y Sóstenes, el hermano,

2 a la Iglesia de Dios, la que está en Corinto, a santificados en Cristo Jesús, llamados santos, con todos los que invocan el nombre del Señor de nosotros, Jesucristo, en todo lugar, de ellos y nosotros:

3 gracia a vosotros y paz de Dios, Padre nuestro y de Señor Jesucristo.

4 Agradezco a Dios siempre, por vosotros, a causa de la gracia de Dios, la dada a vosotros en Cristo Jesús;

5 porque en todo habéis enriquecido en él, en toda palabra y toda ciencia;

6 según que el testimonio del Cristo se ha confirmado en vosotros;

7 tal que no os falta ningún carisma, aguardando a la revelación de nuestro Señor Jesucristo;

8 que también os confirmará, hasta el fin, irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.

9 ¡Fiel Dios, por quien elegidos habéis sido para comunión de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor!

10 Pero ruégoos, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo: que lo mismo digáis todos y no haya en vosotros cismas, y seáis perfectos en el mismo sentir y en la misma sentencia.

11 Que se me ha manifestado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloe(a): que contiendas en vosotros hay.

12 Y digo esto, porque cada uno de vosotros dice: «Cuanto a mí, soy de Pablo»; —«Y yo, de Apolos»—»Y yo, de Cefas» —«Y yo, de Cristo».

13 ¿Dividido está Cristo? ¿Acaso Pablo ha sido crucificado por vosotros o en el nombre de Pablo habéis sido bautizados?

14 Agradezco a Dios, que a nadie de vosotros he bautizado, sino a Cristo y Cayo;

15 para que nadie diga que en mi nombre habéis sido bautizados.

16 Y he bautizado también la de Estéfanas casa; por lo demás no sé si a algún otro haya bautizado.

17 Que no me ha enviado el Cristo a bautizar, sino a evangelizar, no en sabiduría de palabra, para que no se desvanezca la cruz de Cristo.

18 Pues la palabra de la cruz, si a los perecientes estulticia es; a los salvantes: a nosotros, virtud de Dios es.

19 Que escrito está: Is. 29,14. Perderé la sabiduría de los sabios, y la cordura de los cuerdos anonadaré.

20 ¿Dónde sabio? ¿Dónde escriba? ¿Dónde investigador de este siglo? ¿Que no ha estultificado Dios la sabiduría del mundo?

21 Pues, ya que, en la sabiduría de Dios, no ha conocido el mundo, por la sabiduría, a Dios; plugo a Dios, por la estulticia de la predicación(b), salvar a los creyentes;

22 ya que, si judíos señales piden, helenos sabiduría buscan;

23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para judíos ciertamente escándalo; para gentes, empero, estulticia;

24 mas a los mismos elegidos, y judíos y helenos, a Cristo(c), de Dios virtud y de Dios sabiduría;

25 porque lo estulto de Dios más sabio que los hombres es, y lo flaco de Dios más fuerte que los hombres.

26 Mirad, pues, vuestra vocación hermanos, porque no muchos sabios, según carne; no muchos poderosos, no muchos nobles;

27 sino lo estulto del mundo ha elegido Dios, para confundir a los sabios, y lo flaco del mundo ha elegido, para confundir a lo fuerte;

28 y lo innoble del mundo y lo despreciado ha elegido Dios y lo que no es para lo que es, destruir;

29 para que no se gloríe toda carne a faz de Dios.

30 Y, por él, vosotros sois en Cristo Jesús; quien ha sido hecho sabiduría nuestra por Dios, y justicia, y santificación, y redención;

31 a fin de que, según escrito está: Jr. 9, 22-23. el que se gloría, en Señor se gloríe.

2

1 Sencillez de la predicación del apóstol Y yo, viniendo a vosotros, hermanos, vine, no según supereminencia de palabra o sabiduría, anunciándoos el testimonio de Dios.

2 Pues no he juzgado algo saber entre vosotros, sino a Jesucristo, y éste, crucificado.

3 Y yo, en flaqueza, y en temor y en temblor mucho estuve con vosotros;

4 y mi palabra, y mi predicación, no en persuasivas de sabiduría palabras, sino en demostración de espíritu y virtud;

5 para que vuestra fe no esté en sabiduría de hombres, sino en virtud de Dios.

6 Y sabiduría hablamos entre los perfectos, y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, los que son destruidos;

7 sino que hablamos de Dios sabiduría en misterio, la oculta, que predestinó Dios antes de los siglos, para gloria nuestra;

8 que ninguno de los príncipes de este mundo conoció (pues, si conocieran, no al Señor de la gloria crucificaran);

9 empero, según está escrito: Is. 64,3. «Lo que ojo no vio y oreja no oyó; y a corazón de hombre no ascendió— cuanto preparó Dios a los que le aman»;

10 Pues a nosotros reveló Dios por su Espíritu. Pues el Espíritu todo escudriña, hasta las profundidades de Dios.

11 Pues ¿quién ha conocido de hombres lo del hombre, sino el espíritu del hombre, el en él? Así también lo de Dios nadie ha conocido, sino el Espíritu de Dios.

12 Mas nosotros, no el espíritu del mundo hemos recibido, porque sepamos lo por Dios agraciado a vosotros;

13 lo que también hablamos, no en doctas de humana sabiduría palabras, sino en doctas del Espíritu, a lo espiritual lo espiritual comparando(a)

14 Mas el psíquico hombre(b) no percibe las cosas del Espíritu de Dios; pues estultas para él son y no puede conocer; pues espiritualmente se juzgan.

15 Pero el espiritual juzga, a la verdad, todo; pero él de nadie es juzgado.

16 Pues Is. 40,13. ¿quién ha conocido mente del Señor, que le arguya? Y nosotros mente del Señor tenemos.

3

1 Los corintios aún carnales Y yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a párvulos en Cristo.

2 Leche os di a beber, no vianda; pues aún no podíais. Empero ni ahora podéis;

3 porque todavía carnales sois. Pues, donde entre vosotros, celo y contienda —¿acaso carnales no sois y según hombre camináis?

4 Pues, cuando dijere alguno: «Cuanto a mí, soy de Pablo»; y otro: «Yo, de Apolos», ¿no hombres sois?

5 Pues ¿qué es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Ministros por quienes habéis creído, y a cada cual como(a) el Señor dio.

6 Yo planté; Apolos regó; empero Dios acrecentó;

7 así que ni el que planta, es algo, ni el que riega, sino el que acrecienta: Dios.

8 Y el que planta y el que riega, uno(b) son, y cada cual el propio galardón recibirá, según la propia labor.

9 Que de Dios somos cooperadores: de Dios, labranza, de Dios edificación sois.

10 Según la gracia de Dios, la dada a mí, como sabio arquitecto, fundamento puso; pero otro sobreedificó. Y cada cual mire cómo sobreedifica.

11 Pues fundamento otro nadie puede poner fuera del yaciente, que es Jesucristo.

12 Y, si alguno sobreedifica, sobre el fundamento, oro y plata, piedras preciosas; madera, heno, paja(c),

13 de cada cual la obra manifiesta haráse; pues el día (del Señor) declarará; porque en fuego se revela; y de cada uno cuál la obra sea, el fuego lo probará.

14 Si de alguno la obra quedare que sobreedificó, galardón recibirá;

15 si de alguno la obra se quemare, dañaráse; mas él se salvará; así, empero, como por fuego.

16 No ¿sabéis que templo de Dios sois y el Espíritu de Dios en vosotros habita?

17 Si alguno el templo de Dios violare, violará a este Dios; que el templo de Dios sagrado es; los que sois vosotros.

18 Nadie a sí mismo engañe; si alguno parece sabio ser entre vosotros, en este siglo, estulto hágase, para que se haga sabio.

19 Pues la sabiduría de este mundo, estulticia ante Dios es. Porque escrito está: Sl. 94,11. El que coge a los sabios en la arteria de ellos.

20 Y de nuevo: Señor conoce las consideraciones de los sabios: que son vanas.

21 Así que nadie se gloríe en hombres; pues todo de vosotros es:

22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas; sea mundo, sea vida, sea muerte; sea lo presente, sea lo futuro; todo de vosotros;

23 vosotros, empero, de Cristo, y Cristo, de Dios.

4

1 Así a nosotros estime el hombre como ministros de Cristo y dispensadores de misterios de Dios.

2 Aquí ya se busca entre los dispensadores que fiel alguno se halle.

3 Pero yo en muy poco tengo el ser de vosotros juzgado o de humano día(a); empero ni a mí mismo juzgo;

4 (pues nada(b) sé de mí; empero no en esto justificado estoy)(c); pero el que me juzga, Señor es.

5 Así que no antes de tiempo algo juzguéis; hasta que venga el Señor; que también iluminará lo oculto de las tinieblas y manifestará las voluntades de los corazones. Y entonces el loor se hará a cada cual, de Dios.

6 Y esto, hermanos, he asimilado(d) en mí y Apolos, por vosotros; para que en(e) nosotros aprendáis no más allá de lo que escrito está(f); para que uno contra el uno no se infle contra el otro.

7 Pues ¿quién te juzga? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Pero, si también lo ha recibido ¿qué te glorías, como si no lo hubieses recibido?

8 Ya saciados estáis; ya enriquecido habéis; sin nosotros habéis reinado, para que también nosotros con vosotros reinemos.

9 Que pienso Dios a nosotros los apóstoles últimos ha manifestado como a muerte condenados; porque espectáculo hemos sido hechos al mundo, y ángeles y hombres.

10 Nosotros estultos, por Cristo; y vosotros, prudentes en Cristo; nosotros, flacos, y vosotros, fuertes; vosotros gloriosos, y nosotros deshonrados.

11 Hasta la presente hora y hambreamos, y sed tenemos, y desnudos estamos, y abofeteados somos, y vagamos;

12 y nos fatigamos, trabajando con las propias manos; injuriados, bendecimos; perseguidos, sufrimos;

13 blasfemados, rogamos; cual basuras del mundo hemos sido hechos; de todos desecho hasta ahora.

14 No, avergonzándoos, escribo esto; sino que como a hijos míos amados amonesto.

15 Pues, si diez mil ayos tuvieseis en Cristo, empero, no muchos padres; que en Cristo, por el evangelio, yo os he engendrado.

16 Ruégoos, pues: imitadores míos haceos (como yo de Cristo)

17 Por esto he enviado a vosotros a Timoteo; quien es mi hijo amado y fiel en Señor, que os recordará mis caminos, los en Cristo Jesús; según doquiera en toda iglesia enseño.

18 Como, no viniendo(g) yo a vosotros, se han inflado algunos;

19 pero vendré pronto a vosotros, si el Señor quisiere, y conoceré no la palabra de los inflados, sino la virtud.

20 Que no en la palabra, al reino de Dios, sino en virtud.

21 ¿Qué queréis? ¿en vara vendré a vosotros, o en caridad y espíritu de mansedumbre?

5

1 Generalmente se oye entre vosotros ramería, y tal ramería la que ni entre las gentes, hasta mujer alguno del padre tener.

2 Y vosotros inflados estáis, y no ya más bien habéis lamentado, porque fuese quitado de en medio de vosotros, el que esta obra hizo

3 Pues yo por cierto, ausente con el cuerpo, pero presente con espíritu, ya he juzgado, como presente, al que así esto obró:

4 en el nombre de nuestro Señor Jesús, congregados vosotros y mi espíritu, con la virtud de nuestro Señor Jesús,

5 entregar al tal a Satanás(a), en perdición de la carne, para que el espíritu se salve en el día del Señor Jesucristo.

6 ¡No bella vuestra gloriación! ¿No sabéis que una poca levadura toda la masa leuda?

7 Expurgad la vieja levadura, para que seáis nueva masa, así como sois ázimos; pues también pascua nuestra fue inmolado Cristo.

8 Así que celebremos, no en levadura de malicia y maldad, sino en ázimos de sinceridad y verdad.

9 Heos escrito en la epístola no mezclaros con rameros;

10 no del todo con los rameros de este mundo(b) o los avaros y rapaces; puesto que deberíais entonces del mundo haber salido;

11 mas ahora heos escrito no mezclaros, si alguno, hermano llamado, fuere ramero, o avaro o idólatra, o injuriador, o ebrioso o rapaz, con el tal ni comer.

12 Pues ¿qué a mí a los de fuera juzgar? ¿Que no a los de dentro vosotros juzgáis,

13 y a los de fuera Dios juzga? Quitad al malo de entre vosotros mismos.

6

1 No acudir a jueces gentiles ¿Atrévese alguno de vosotros negocio teniendo contra otro, a ser juzgado ante los injustos y no ya antes los santos?

2 ¿O no sabéis que los santos al mundo juzgarán? Y, si en vosotros juzgado es el mundo ¿indignos sois de juicios mínimos?

3 ¿No sabéis que a ángeles juzgaremos? ¡Cuánto más lo secular!

4 Pues que, seculares juicios si tuviereis, a los desestimados(a) en la Iglesia, a éstos asentad(b).

5 Para vergüenza os digo: ¿Así(c) no hay entre vosotros ningún sabio que pueda dirimir en medio de su hermano?

6 ¿sino que hermano con hermano litiga, y esto ante infieles?

7 Ya, a la verdad, generalmente de empeoramiento os es que juicios tengáis entre vosotros. ¿Por qué no ya más bien sois injuriados(d)? ¿Por qué no ya más bien sois despojados?

8 Empero, vosotros injuriáis y despojáis, y esto, a hermanos.

9 ¿O no sabéis que injustos de Dios el reino no heredarán? No erréis: ni rameros, ni idólatras, ni adúlteros, ni muelles(e), ni concubinarios masculinos(f);

10 ni ladrones, ni avaros, ni ebriosos; no contumeliosos, no rapaces reino de Dios heredarán.

11 Y esto algunos habéis sido; empero lavóseos; empero santificóseos; empero justificóseos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.

12 Todo me es lícito(g), empero no todo conviene; todo me es lícito, empero no yo dominado seré de alguno.

13 Los alimentos para el vientre, y el vientre para los alimentos; mas Dios, y a éste y éstos destruirá. Y el cuerpo no para la ramería, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.

14 Y Dios, y al Señor resucitó y a nosotros resucitará por la virtud suya.

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos miembros de Cristo son? Quitando, pues, los miembros del Cristo, ¿haré(h) de ramera miembros? ¡No sea!

16 ¿O no sabéis que el que se adhiere a la ramera, un cuerpo es? Pues serán, dice, Gn. 2,24. los dos para en carne una,

17 Y el que se adhiere al Señor, un espíritu es.

18 Huid la fornicación. Todo pecado que hiciere un hombre, fuera del cuerpo es; pero el que fornica, contra el propio cuerpo peca.

19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo y templo del en vosotros Santo Espíritu es; a quien tenéis de Dios; y que no sois vuestros?

20 Pues comprados habéis sido por precio. Glorificad ya (y llevad) a Dios en vuestro cuerpo.

7

1 Honestidad y uso del matrimonio Mas acerca de lo que me habéis escrito(a): Bello, para el hombre a mujer no adherirse;

2 mas, en razón de la fornicación, cada uno su mujer tenga, y cada una al propio marido tenga.

3 A la mujer, el marido lo debido pague; e igualmente también la mujer, al marido.

4 La mujer al propio cuerpo no señorea, sino el varón; e igualmente tampoco el marido al propio cuerpo señorea, sino la mujer.

5 No os defraudéis el uno al otro, sino ya, de convenio, por un tiempo para daros a la oración; y otra vez en lo mismo estaos; a fin de que no os tiente Satanás por vuestra incontinencia(b).

6 Y esto digo por permisión, no por mandato.

7 Y quiero que todos los hombres sean así como yo mismo(c); empero cada cual carisma tiene propio, de Dios: uno así, otro así.

8 Pero digo a los solteros y a las viudas: hermoso para ellos, si quedaren así como yo;

9 pero, si no se contienen, cásense; que mejor es casarse que quemarse.

10 Pero a los casados ordeno, no yo, sino el Señor: que mujer de varón no se aparte;

11 (y si también se apartare, quédese soltera o con el marido se reconcilie); y que marido a mujer no despida.

12 Y a los demás digo yo, no el Señor: si algún hermano mujer tiene increyente, y ésta conviene en habitar con él, no la despida.

13 Y mujer, la que tiene marido increyente, y éste conviene en habitar con ella, no despida al marido;

14 pues santificado está el marido, el increyente, en la mujer; y santificada está la mujer, la increyente, en el hermano; si no, vuestros hijos impuros fueran; mas ahora santos son.

15 Que, si el increyente se aparta, apártese. No está esclavizado el hermano o la hermana en tales casos; pero en paz nos ha llamado Dios.

16 Pues ¿qué sabes, mujer, si al marido has de salvar? ¿O qué sabes, marido, si a la mujer has de salvar?

17 Empero, a cada cual como ha repartido el Señor, a cada cual como ha llamado Dios, así camine. Y así en las Iglesias todas ordeno.

18 ¿Circunciso alguno ha sido llamado? No se lo extire(d) ¿En prepucio ha sido llamado alguien? No se circuncide.

19 La circuncisión nada es, y el prepucio nada es: sino observancia de mandamientos de Dios.

20 Cada cual en el llamamiento que ha sido llamado, en éste quédese.

21 ¿Siervo has sido llamado? No te importe; empero, aún cuando puedas libre hacerte, más bien aprovéchate(e).

22 Pues el en Señor llamado siervo, liberto de Señor es; e igualmente también el libre, llamado, siervo es de Cristo.

23 Por precio comprados habéis sido; no os hagáis siervos de hombres.

24 Cada cual en lo que ha sido llamado, hermanos, en esto quédese ante Dios.

25 Pero, sobre las vírgenes, ordenación de Señor no tengo; mas consejo doy como compadecido por Señor, para fiel ser.

26 Estimo, por tanto, que esto bello es a causa de la apremiante necesidad(f), pues bello para el hombre el así estarse.

27 ¿Ligado estás a mujer? No busques desligadura. ¿Desligado estás de mujer? No busques mujer.

28 Y, aunque te hubieres casado, no pecaste; y si se hubiere casado una virgen, no pecó; pero tribulación por la carne(g) tendrán los tales; mas yo os perdono(h).

29 Pero esto digo, hermanos: el tiempo breve es(i); sólo falta; que también los que tienen mujeres, como si no tuvieran, sean;

30 y los que lloran, como si no lloraran; y los que gozan, como si no gozaran; y los que compran, como si no poseyeran;

31 y los que usan de este mundo, como si no utilizaran; pues pasa la figura de este mundo;

32 y quiero que vosotros insolícitos estéis. El soltero solicítase de las cosas del Señor: de cómo agradar al Señor;

33 pero el casado solicítase de las cosas del mundo: de cómo agradar a la mujer;

34 y dividido está. Y la mujer, la soltera, solicítase de las cosas del Señor, para ser santa, y de cuerpo y de espíritu; pero la casada solicítase de cómo agradar al marido.

35 Pero esto para vuestra propia conveniencia digo; no para lazo echaros, sino para lo noble y asiduo para con el Señor indistraídamente.

36 Pero, si alguno avergonzarse en su virgen cree(j), si fuere sobreadulta, y así debe hacerse(k), lo que quiera, haga; no peca: cásense.

37 Y el que ha puesto en su corazón asentado(l), no teniendo necesidad, y potestad tiene de la propia voluntad(m); y esto ha juzgado en su corazón: guardar su virgen, bellamente hará.

38 Así que también el que casa a su virgen, bellamente hará; y el que no casa, mejor hará.

39 La mujer ligada está, por cuanto tiempo viviere su marido; pero, si durmiere el marido, libre es para con el que quiera, casarse; solamente en Señor.

40 Pero más feliz es, si así permaneciere, según mi consejo; y creo yo también Espíritu de Dios tener.

8

1 La cuestión en general Mas, acerca de lo sacrificado a ídolos, todos ciencia tenemos(a). La ciencia infla; y la caridad edifica.

2 Si alguno piensa conocer algo, aún no ha conocido cómo debe conocer;

3 pero, si alguno amare a Dios, éste es conocido por él.

4 De la comida, pues, de lo sacrificado a ídolos, sabemos que nada es el ídolo en el mundo, y que ningún Dios, sino uno.

5 Pues, aún cuando hay los que son llamados dioses(b), ora en el cielo, ora sobre la tierra (así como son dioses muchos y señores muchos);

6 empero, para nosotros un Dios, el Padre, desde quien todas las cosas, y nosotros para él; y un Señor: Jesucristo; por quien todas las cosas, y nosotros por él.

7 Empero no en todos, la ciencia(c); y algunos; con la conciencia, hasta ahora del ídolo, como sacrificado a ídolos comen; y su conciencia, débil siendo, mancíllase.

8 Pero vianda no nos recomendará a Dios; ni, si comiéremos, abundamos; ni, si no comiéremos, empobrecemos.

9 Pero, mirad, no sea que esta vuestra potestad(d) tropiezo se haga a los flacos.

10 Pues si alguno viere al que tiene ciencia, en templo de ídolo recostarse ¿acaso la conciencia de él, flaca siendo, no se edificará(e) para lo sacrificado a ídolos comer?

11 Pues perece el flaco en(f) tu creencia, el hermano por quien Cristo murió.

12 Y, así, pecando contra los hermanos y percutiendo su conciencia flaca, contra Cristo pecáis.

13 Por lo tanto, si comida escandaliza a mi hermano, no comeré, no, carne por el siglo, para no a mi hermano escandalizar.

9

1 Humildad del apóstol Vindica sus derechos apostólicos ¿No soy libre(a)? ¿No soy apóstol? ¿Acaso a Jesús, nuestro Señor, no he visto? ¿No la obra mía vosotros sois en Señor?

2 Si para otros no soy apóstol, empero al menos para vosotros soy; pues el sello de mi apostolado vosotros sois en Señor.

3 Mi defensa para con los que me interrogan, es ésta.

4 ¿Acaso no tenemos potestad de comer y beber?

5 ¿Acaso no tenemos potestad de hermana mujer doquiera llevar; como también los demás apóstoles, y los hermanos del Señor y Cefas?

6 ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos potestad de no trabajar?

7 ¿Quién milita con propios estipendios jamás? ¿Quién cría viña, y su fruto no come? ¿Quién pastorea grey, y de la leche de la grey no come?

8 ¿Acaso, según hombre, esto hablo? ¿O también la ley esto no dice?

9 Pues en la de Moisés ley escrito está. Dt. 25,4. No amordazarás al buey trillando. ¿Acaso de los bueyes solicítase Dios?

10 ¿o por nosotros del todo dice?(b) Pues por nosotros se escribió, porque debe en esperanza el que ara, arar; y el que trilla, en esperanza de disfrutar.

11 Si nosotros os hemos lo espiritual sembrado ¿cosa grande, si nosotros de vosotros lo carnal segáremos?

12 Si otros de vuestra potestad disfrutan ¿no más bien nosotros? Empero no hemos usado de esta potestad, sino que todo sufrimos, para no algún tropiezo dar al Evangelio del Cristo.

13 ¿No sabéis que los que lo sagrado obran, del sagrario comen? ¿los que en el altar se asientan(c), del altar participan?

14 Así también el Señor ordenó a los que el Evangelio evangelizando van, del Evangelio vivir;

15 pero yo no he usado de nada de esto. Y no he escrito esto, para que así se haga en mí; pues bello para mí más bien morir que mi gloria nadie desvanezca.

16 Pues, si evangelizare, no es para mí una gloria; pues necesidad me incumbe; que ¡ay de mí, si no evangelizare!

17 Pues si de grado esto practico, galardón tengo: pero, si mal grado, dispensación me ha sido confiada(d).

18 ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que, evangelizando, gratuito ponga el evangelio, para no usar de la potestad mía en el Evangelio.

19 Pues, libre siendo, de todos a todos me he esclavizado, para los más(e) ganar;

20 y heme hecho a los judíos como judío, para los judíos ganar; a los bajo ley, como bajo ley, no estando yo mismo bajo ley, para los bajo ley ganar;

21 a los sin ley(f) como sin ley; y no siendo yo sin ley de Dios, sino con ley de Cristo, para ganar los sin ley;

22 heme hecho a los flacos flaco, para los flacos ganar: a todos heme hecho todo, para todos salvar.

23 Y todo hago por el Evangelio, para partícipe de él hacerme.

24 ¿No sabéis que los que en estadio corren, todos por cierto corren, pero uno coge el premio? Así corred, para coger.

25 Pero todo el que lucha, de todo se abstiene; aquéllos, a la verdad, para corruptible corona coger; pero nosotros, incorruptible.

26 Yo, por tanto, así corro, como no ocultamente; así pugno, no como aire azotando(g);

27 sino que acardenalo mi cuerpo y esclavizo; no sea que, habiendo a otros predicado, yo mismo réprobo me haga.

10

1 Exhortaciones Nadie está seguro: el ejemplo de Israel Pues no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres todos bajo la nube estuvieron, y todos la mar pasaron;

2 y todos en Moisés bautizados fueron en la nube y en el mar;

3 y todos el mismo espiritual alimento comieron;

4 y todos la misma espiritual bebieron bebida (pues bebían de la espiritual acompañante peña; mas la peña(a) era el Cristo);

5 empero no en los más de ellos complacióse Dios; pues derribados fueron en el desierto.

6 Y estas cosas figuras de nosotros fueron hechas, para no ser nosotros codiciosos de lo malo, según también aquéllos codiciaron.

7 Ni idólatras os hagáis; al modo que algunos de ellos; así como escrito está: Nm. 25,1-9. Sentóse el pueblo a comer y beber; y levantóse a jugar(b).

8 Ni forniquemos; al modo que algunos de ellos fornicaron, y cayeron un día veintitrés millares.

9 Ni tentemos al Señor; al modo que algunos de ellos tentaron, y por las serpientes perecieron.

10 Ni murmuréis; al modo que algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el exterminador.

11 Y todo esto típicamente aconteció a aquéllos y escribióse para amonestación de nosotros; a quienes los fines de los siglos han llegado.

12 Así que, el que cree estar en pie, mire no caiga.

13 Tentación no os ha tomado sino humana(c); y fiel es Dios que no dejará seáis tentados sobre lo que podéis; sino que hará, con la tentación, también la salida, para que podáis soportar.

14 Por lo tanto, amados míos, huid de la idolatría.

15 Como a prudentes hablo: juzgad vosotros lo que digo.

16 El cáliz de la bendición que bendecimos ¿acaso no comunión es de la sangre del Cristo? El pan que partimos ¿acaso comunión del cuerpo del Cristo no es?

17 Porque a un pan, un cuerpo los muchos somos; pues todos del un pan participamos.

18 Mirad a Israel, según carne; ¿acaso los que comen las hostias, partícipes del altar no son?

19 ¿Qué, pues, digo? ¿Que lo sacrificado a ídolos algo es? ¿O que un ídolo algo es?

20 Empero porque, lo que inmolan las gentes, a demonios, y no a Dios inmolan; y no quiero que vosotros partícipes de los demonios os hagáis.

21 No podéis cáliz del Señor beber, y cáliz de demonios; no podéis de mesa del Señor participar, y de mesa de demonios.

22 ¿O celamos(d) al Señor? ¿Acaso más fuertes que él somos?

23 Todo es lícito, empero no todo conviene; todo es lícito, empero no todo edifica.

24 Nadie lo suyo busque, sino lo del otro.

25 Todo lo que en carnicería se vende; comed, nada preguntando por la conciencia;

26 pues del Señor, la tierra y la plenitud de ella.

27 Si alguno os llama de los infieles, y queréis ir, todo lo presentado a vosotros, comed, nada preguntando por la conciencia.

28 Mas, si alguno os dijere: «Esto es sacro inmolado», no comáis por aquél que ha advertido y la conciencia.

29 Y conciencia digo, no ya suya, sino la del otro. Pues ¿por qué mi libertad es juzgada(e) por otra conciencia?

30 Si yo con gracia(f) participo(g) ¿qué se me blasfema por lo que agradezco?

31 Sea, pues, que comáis, sea que bebáis, sea que algo hagáis, todo a gloria de Dios haced.

32 Inofensivos y a judíos haceos, y a helenos y a la Iglesia de Dios;

33 según también yo por todo a todos complazco, no buscando lo a mí conveniente, sino lo a muchos, porque se salven.

11

1 Imitadores míos haceos, así como también yo de Cristo.

2 Y aláboos, porque en todo de mí os acordáis, y, según os he enseñado, las enseñanzas retenéis.

3 Y quiero que sepáis que de todo varón la cabeza el Cristo es; y cabeza de mujer, el varón; y cabeza del Cristo, Dios.

4 Todo varón orando o profetizando,(a) cubierta cabeza teniendo, afrenta su cabeza(b).

5 Y toda mujer orando o profetizando, con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque, una cosa es y la misma que la raída.

6 Pues, si no se cubre una mujer, también trasquílese; pero, si es feo para mujer el trasquilarse o raerse, cúbrase.

7 Porque el varón ciertamente no ha de cubrirse la cabeza, imagen y gloria de Dios como él es; pero la mujer gloria de varón es.

8 Que no viene varón de mujer, sino mujer, de varón;

9 pues tampoco fue creado varón por causa de la mujer, sino mujer por causa del varón.

10 Por esto debe la mujer potestad(c) tener sobre la cabeza, por(d) causa de los ángeles.

11 Empero, ni mujer sin varón, ni varón sin mujer, en Señor;

12 pues, así como la mujer, del varón, así también el varón, por la mujer; y todo(e), de Dios.

13 En vosotros mismos juzgad: ¿decoroso es que mujer descubierta a Dios ore?

14 Y la naturaleza misma ¿no os enseña que un varón por cierto, si se encabella, deshonra para él es;

15 pero, una mujer, si se encabella, gloria para ella es? Porque el cabello por velo le ha sido dado.

16 Pero, si alguno parece contencioso(f) ser —nosotros tal(g) costumbre no tenemos, ni la Iglesia de Dios.

17 Pero esto preceptúo; no alabando que no para lo mejor, sino para lo peor os congregáis.

18 Que lo primero, congregándoos en Iglesia; oigo que disensiones entre vosotros existen; y en parte creo.

19 Porque es necesario hasta que herejías entre vosotros haya, para que aún los probados manifiestos se hagan entre vosotros.

20 Congregándoos, pues, en uno, no hay domínica(h) cena comer;

21 pues cada cual la propia cena antes toma, comiendo; y uno hambrea; otro embriágase(i).

22 ¿Por ventura casas no tenéis para comer y beber? ¿O la Iglesia de Dios menospreciáis y avergonzáis a los que no tienen(j)? ¿Qué os diré? ¿Aláboos? en esto no alabo.

23 Pues yo he recibido del Señor lo que también he trasmitido a vosotros: que el Señor Jesús en la noche que fue entregado, tomó pan,

24 y, agradeciendo, partió y dijo: («Tomad, comed») «Este es mi cuerpo el por vosotros (entregado); esto haced en memoria mía.»

25 Asimismo, también el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz, el Nuevo Testamento es en mi sangre; esto haced, cuantas veces bebiereis, en memoria mía».

26 Pues, cuantas veces comiereis este pan y el cáliz bebiereis, la muerte del Señor anunciad, hasta que venga.

27 Así que, quien comiere el pan y bebiere el cáliz del Señor indignamente, reo será del cuerpo y de la sangre del Señor.

28 Pero pruébese el hombre a sí mismo; y así del pan coma y del cáliz beba;

29 pues el que come y bebe indignamente, juicio para sí come y bebe, no discerniendo el cuerpo del Señor.

30 Por esto entre vosotros, muchos débiles y enfermos, y duermen bastantes.

31 Pero, si nos juzgáramos bien, no seríamos juzgados;

32 mas, siendo juzgados, por el Señor somos enseñados, para que no con este mundo nos condenemos.

33 Así que, hermanos míos, congregándoos a comer, unos a otros aguardaos.

34 Si alguno hambrea, en casa coma, para que no a juicio os congreguéis. Pero lo demás, cuando yo viniere, dispondré.

12

1 Naturaleza, fin y variedad de dones Y acerca de lo espiritual, hermanos, no quiero ignoréis.

2 Sabéis que, cuando gentes erais, a los ídolos los mudos como conducidos erais, llevándoseos.

3 Por lo cual os declaro que nadie en Espíritu de Dios hablando, dice: «¡Anatema Jesús(a)!»; y nadie puede decir: «¡Señor Jesús!» sino en Espíritu Santo.

4 Y divisiones de carismas hay, pero, el mismo Espíritu;

5 y divisiones de ministerios hay; y el mismo Señor;

6 y divisiones de operaciones hay, y el mismo Dios el operante es, el todo en todos.

7 Mas a cada cual ha sido dada la manifestación del Espíritu para provecho.

8 Pues a uno por el Espíritu ha sido dada palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia, según el mismo Espíritu;

9 a otro, fe en el mismo Espíritu;

10 a otro, carismas de sanidades en el un Espíritu; a otro, operaciones de virtudes(b); a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas(c);

11 pero particularmente todo esto obra el uno y el mismo Espíritu, dividiendo a cada cual, como quiere.

12 Pues, al modo que el cuerpo uno es, y miembros muchos tiene; y todos los miembros del cuerpo, muchos siendo, cuerpo son uno; así también el Cristo.

13 Pues también en un Espíritu nosotros todos para en un cuerpo hemos sido bautizados, sea judíos, sea helenos; sea siervos, sea libres; y a todos un Espíritu se nos ha dado a beber.

14 Pues también el cuerpo no es un miembro, sino muchos.

15 Si dijere el pie: «Porque no soy mano, no soy del cuerpo»; no por esto no es del cuerpo.

16 Y, si dijere la oreja: «Porque no soy ojo, no soy del cuerpo»; no por esto no es del cuerpo.

17 Si todo el cuerpo, ojo ¿dónde el oído? Si todo, oído ¿dónde el olfato?

18 Pero ahora Dios ha puesto los miembros, uno a uno, en el cuerpo según ha querido.

19 Que, si fuesen todos un miembro ¿dónde el cuerpo?

20 Pero ahora, muchos miembros, y un cuerpo.

21 Y no puede el ojo decir a la mano: «Necesidad de ti no tengo»; o, a su vez, la cabeza a los pies: «Necesidad de vosotros no tengo»;

22 sino que mucho más los que parecen miembros del cuerpo más débiles(d) presentarse, necesarios son;

23 y los que nos parecen más deshonrosos(e) ser del cuerpo, a éstos de honra más abundante rodeamos; y los indecorosos de nosotros, decoro más abundante tienen;

24 pero los decorosos de nosotros necesidad(f) no tienen. Empero Dios ordenó el cuerpo, al que faltaba(g), honra dando más abundosa;

25 para que no haya discordia en el cuerpo, sino que lo mismo unos de otros se soliciten los miembros.

26 Y ora padezca un miembro, al par padecen todos los miembros; ora se glorifique un miembro, al par se gozan todos los miembros.

27 Pero vosotros sois cuerpo de Cristo y miembros en parte(h).

28 Y estos mismos ha puesto Dios en la Iglesia: primero, apóstoles; segundo, profetas; tercero, maestros; después, virtudes; después, carismas de sanidades; socorros(i), gobiernos(j), géneros de lenguas.

29 ¿Acaso todo, apóstoles? ¿Acaso todos profetas? ¿Acaso todos maestros? ¿Acaso todos virtudes?

30 ¿Acaso todos carismas tienen de sanidades? ¿Acaso todos lenguas hablan? ¿Acaso todos interpretan?

31 Pero celad los carismas los mayores; y, aún: por excelencia camino os muestro(k):

13

1 Excelencia de la caridad Si las lenguas de los hombres yo hablara y de los ángeles, pero caridad no tengo, he sido hecho bronce retumbante o címbalo estrepitoso.

2 Y, si tengo profecía, y supiere los misterios todos y toda ciencia; y, si tengo toda la fe, hasta montes trasladar, pero caridad no tengo, nada soy.

3 Y, si diere de comer con todos mis bienes; y si entregare mi cuerpo a ser quemado, pero caridad no tengo, nada aprovecho.

4 La caridad longánima es, bondadosa es; la caridad no cela, no se jacta, no se infla;

5 no avergüenza; no busca lo suyo; no se irrita; no piensa lo malo;

6 no se goza en la injusticia; goza, empero, con la verdad;

7 todo sufre, todo cree, todo espera; todo soporta.

8 La caridad jamás cae(a); pero, sean profecías, anularánse; sean lenguas, cesarán, sea ciencia, anularáse.

9 Pues en parte(b) conocemos y en parte profetizamos;

10 pero, cuando viniere lo perfecto, lo en parte se anulará.

11 Cuando yo era párvulo, hablaba, como párvulo; sentía, como párvulo; pensaba, como párvulo; cuando me he hecho hombre, he anulado lo del párvulo.

12 Pues vemos ahora como por espejo, en enigma; pero entonces, faz a faz; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré así como también he sido conocido.

13 Y ahora queda fe, esperanza, caridad: estas tres cosas; pero la mayor de éstas, la caridad.

14

1 De algunos carismas, comunes a los fieles de los primeros siglos Profecía y don de lenguas Corred en pos de la caridad; y celad lo espiritual; pero más bien que profeticéis.

2 Pues el que habla en lengua(a), no a hombres habla, sino a Dios; pues nadie oye, y en Espíritu habla misterios;

3 pero el que profetiza(b), a hombres habla edificación, y exhortación y consolación.

4 El que habla lengua, a sí mismo edifica; pero el que profetiza, a la Iglesia edifica.

5 Y quiero que todos habléis lenguas; pero más que profeticéis; y mayor el que profetiza que el que habla con lenguas, a no ser que interprete, para que la Iglesia edificación reciba.

6 Y ahora, hermanos, si yo fuere a vosotros lenguas hablando, ¿qué os aprovecharé, si no os hablare, o en revelación, o en ciencia, o en profecía o en doctrina?

7 Aún lo inanimado que voz da, sea flauta sea cítara, si diferencia de sonido no diere —¿cómo se conocerá lo que se flautea o citariza?

8 Pues y si desconocida voz una trompeta diere ¿quién se preparará a guerra?

9 Así también vosotros, por la lengua si no clara palabra diereis ¿cómo se conocerá lo que se habla? Pues estaréis al aire hablando.

10 Tantos, verbigracia, géneros de voces hay en el mundo, y ninguna es muda.

11 Si, pues, no supiere yo la virtud de la voz, seré, para el que habla, un extranjero; y el que habla, en(c) mí, un extranjero.

12 Así también vosotros, pues celadores sois de espíritus, para la edificación de la Iglesia buscad cómo abundéis.

13 Por lo cual el que habla lengua, ore por que interprete.

14 Si yo orare en lengua, mi espíritu(d) ora; pero mi mente infructuosa es.

15 ¿Qué, pues, es? Oraré con el espíritu, y oraré también con la mente; salmearé con el espíritu; salmearé también con la mente.

16 Puesto que, si bendijeres con el espíritu, el que ocupa el lugar del particular ¿cómo dirá el «amén» a tu agradecimiento?(e) pues qué dices no sabe;

17 que tú por cierto bellamente agradeces; empero el otro no se edifica.

18 Agradezco a Dios, que, más que todos vosotros, lenguas hablo;

19 empero en la Iglesia quiero cinco palabras con mi mente hablar (para también a otros instruir) que(f) infinitas palabras en lengua.

20 Hermanos, no párvulos os hagáis por el ánimo; empero, para la malicia, niñead; mas en el ánimo perfectos haceos.

21 En la ley escrito está: que Is. 28, 11-12. en heteróglotas(g) y en labios de otros hablaré a este pueblo; y ni así escucharán, dice el Señor.

22 Así que las lenguas para señal son, no a los creyentes, sino a los increyentes; y la profecía(h), no a los increyentes, sino a los creyentes.

23 Si, pues, viniere la Iglesia toda en uno, y todos hablaren lenguas, y entraren los indoctos o infieles ¿no dirán que deliráis?

24 Y, si todos profetizaren, y entrare un increyente o indocto, convencido es por todos, interrogado es por todos;

25 lo oculto de su corazón manifiesto se hace, y así, cayendo de rostro, adorará a Dios, anunciando que realmente Dios en vosotros está.

26 ¿Qué, pues, hay(i), hermanos? Cuando os congregáis, cada uno(j) salmo tiene, doctrina tiene, revelación tiene, lengua tiene, interpretación tiene; todo para edificación hágase.

27 Si ya lengua alguien habla, de a dos o a lo más, tres(k), y por parte(l); y uno interprete;

28 y, si no hubiere intérprete, calle en la Iglesia, y a sí mismo hable y a Dios.

29 Y profetas dos o tres hablen, y los otros interroguen;

30 y, si a otro se revelare(m) sentado, el primero calle.

31 Pues podéis uno por uno todos profetizar, para que todos aprendan y todos exhortados sean.

32 Y espíritus de profetas a profetas sométense(n);

33 porque no es de tumulto Dios, sino de paz. Como en todas las Iglesias de los santos,

34 las mujeres en las Iglesias callen; pues no les es permitido hablar; sino sométanse, según también la ley dice.

35 Y, si algo aprender quieren, en casa a los propios maridos pregunten; pues feo para mujer, hablar en Iglesia.

36 ¿O de vosotros la palabra de Dios ha salido, o a vosotros solos llegado?

37 Si alguno parece profeta ser o espiritual, conozca lo que os escribo; porque del Señor es mandato.

38 Pero si alguien desconoce, desconozca.

39 Así que, hermanos, celad el profetizar; y hablar no impidáis en lenguas;

40 y todo noblemente y según orden hágase.

15

1 Argumento de la resurrección de Cristo Y os noto, hermanos, el Evangelio que os he evangelizado; que también recibisteis; en que también perseveráis;

2 por el cual asimismo os salváis: con qué palabra heos evangelizado, si(a) retenéis; a no ser que en vano hayáis creído.

3 Pues trasmitíos, entre lo primero; lo que asimismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras;

4 y que fue sepultado, y que resucitó al día el tercero, según las Escrituras;

5 y que apareció a Cefas; luego a los doce.

6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez; de los cuales los más quedan hasta ahora; pero algunos se han dormido.

7 Después apareció a Santiago; luego a los apóstoles todos.

8 Y, al último de todos, tal como si a un abortivo, apareció también a mí.

9 Pues yo soy el más pequeño de los apóstoles; que no soy digno de llamarme apóstol; por esto: porque perseguí a la Iglesia de Dios;

10 pero, por gracia de Dios, soy lo que soy; y su gracia, la para conmigo, no vana se hizo; sino que más que ellos todos heme fatigado; aunque no yo, sino la gracia de Dios conmigo.

11 Ya, pues, yo, ya aquéllos, así predicamos, y así habéis creído.

12 Pero, si Cristo es predicado que de muertos ha resucitado, ¿cómo dicen, entre vosotros, algunos que resurrección de muertos no hay?

13 Pero, si resurrección de muertos no hay, ni Cristo ha resucitado;

14 pero, si Cristo no ha resucitado, vana, por tanto, nuestra predicación; vana también vuestra fe;

15 y somos hallados asimismo, falsos testigos de Dios: porque hemos testimoniado contra Dios: que resucitó al Cristo, a quien no resucitó; si ya, en verdad, los muertos no resucitan.

16 Pues, si muertos no resucitan, ni Cristo ha resucitado;

17 y, si Cristo no ha resucitado, vana vuestra fe es: aún estáis en vuestros pecados;

18 por tanto también los que se han dormido en Cristo, han perecido.

19 Si, en esta vida, en Cristo estamos esperando sólo, más lastimosos de todos los hombres somos.

20 Pero, ahora Cristo ha resucitado de entre muertos, primicias de los dormidos.

21 Porque, después que, por hombre, la muerte, también, por hombre, resurrección de muertos.

22 Pues, así como en Adán todos mueren, así también en el Cristo todos serán vivificados;

23 y cada cual en su propio orden: primicias Cristo; después, los del Cristo en la parusia(b) de él;

24 luego el fin, cuando entregare el reino a Dios y Padre; cuando anulare todo principado, y toda potestad y virtud,

25 Que necesario es que él reine, hasta que pusiere todos los enemigos bajo sus pies.

26 Postrera enemiga anulada es la muerte.

27 Pues todo ha sido sometido bajo los pies de él. Y, cuando dice: «Todo ha sido sometido», claro(c) que, fuera del que ha sometido a él todas las cosas;

28 y, cuando sometiere a él todas las cosas; entonces el mismo Hijo se someterá al que ha sometido a él todas las cosas; para que sea Dios todo en todos.

29 De no ¿qué harán los que se bautizan por los muertos(d)? Si, del todo, los muertos no resucitan ¿qué también se bautizan por ellos?

30 ¿Qué también nosotros peligramos a toda hora?

31 Cada día muero; sí, ¡por vuestra gloriación, hermanos; la que tengo en Cristo Jesús, nuestro Señor!

32 Si, según(e) hombre, con fieras lidié en éfeso, ¿cuál para mí el provecho? Si muertos no resucitan, Is. 22,13 comamos y bebamos; que mañana morimos.

33 No os descaminéis: corrompen costumbres buenas conversaciones malas.

34 Recobraos justamente, y no pequéis; porque desconocimiento de Dios algunos tienen. Para confusión os hablo.

35 Empero dirá alguno: «¿Cómo resucitan los muertos? ¿Y con qué cuerpo vienen?

36 Insensato, tú lo que siembras no se vivifica, si no muriere;

37 y lo que siembras, no el cuerpo, el que ha de nacer, siembras, sino desnudo grano, por ejemplo, de trigo o de algo de lo demás;

38 y Dios dale cuerpo, según ha querido; y a cada una de las simientes, propio cuerpo.

39 No toda carne la misma carne; sino una de hombres; otra, carne de bestias; otra, carne de volátiles; otra, de peces.

40 Y cuerpos celestes, y cuerpos terrenos(f); empero, otra, por cierto, la de los celestes gloria, y otra, la de los terrenos.

41 Otra, gloria de sol; y otra, gloria de luna; y otra, gloria de estrellas; que estrella de estrella difiere en gloria.

42 Así también la resurrección de los muertos. Siémbrase en corrupción; levántase en incorruptibilidad:

43 Siémbrase en deshonra; levántase en gloria;

44 Siémbrase cuerpo anímico; levántase cuerpo espiritual. Si hay cuerpo anímico, hay también espiritual.

45 Así también está escrito: «Hecho fue el primer hombre Adán, en alma viviente, el último Adán, en espíritu vivificante».

46 Empero no primero lo espiritual, sino lo anímico; después, lo espiritual.

47 El primer hombre, de tierra, lúteo; el segundo hombre, de cielo.

48 Cual el lúteo, tales también los lúteos; y cual el celeste, tales también los celestes;

49 y, según hemos llevado la imagen del lúteo, llevaremos también la imagen del celeste.

50 Pero esto digo, hermanos, que carne y sangre, reino de Dios poseer no pueden, ni la corrupción la incorruptibilidad posee.

51 He aquí misterio os digo: todos no dormiremos; todos, empero, nos transformaremos,

52 en un momento, en un cerrar de ojo, en la postrera trompeta; pues trompeteará, y los muertos levantaránse incorruptibles, y nosotros(g) nos transformaremos.

53 Que debe esto corruptible revestirse incorruptibilidad, y esto mortal revestirse inmortalidad.

54 Y, cuando esto corruptible se revistiere incorruptibilidad, y esto mortal se revistiere inmortalidad, entonces haráse la palabra la escrita; Is. 25,8 Devorada fue la muerte en victoria.

55 Os. 13,14. ¿Dónde, muerte, tu victoria? ¿Dónde, muerte, tu aguijón?

56 Pero el aguijón de la muerte, el pecado(h), y el poder del pecado, la ley;

57 Pero, a Dios gracias, al que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

58 Así que, hermanos míos amados, estables hacéos, inamovibles, abundando en la obra del Señor siempre; sabiendo que vuestra fatiga no es vana en el Señor.

16

1 De las colectas Mas, acerca de la colecta, la para los santos así como he ordenado a las Iglesias de la Galacia; así también vosotros haced.

2 En cada sábado(a) cada cual de vosotros consigo ponga, guardando lo que le pareciere, para que no, cuando yo vengo, entonces colectas se hagan.

3 Y, cuando llegare, a los que probareis, por cartas a éstos enviaré a llevar vuestra gracia(b) a Jerusalén;

4 y, si ello digno fuere de que yo también vaya, conmigo irán.

5 Y vendré a vosotros, cuando Macedonia atravesare; pues Macedonia atravieso;

6 y, con vosotros acaso permanezca o también inverne; para que vosotros me conduzcáis adonde yo fuere.

7 Porque no quiero ahora veros de paso; pues espero algún tiempo quedarme con vosotros; si el Señor permitiere.

8 Pero me quedaré en éfeso hasta Pentecostés;

9 que puerta se me ha abierto grande y eficaz(c); y adversarios, muchos.

10 Y si viniere Timoteo, mirad que inmedrosamente esté con vosotros; pues la obra del Señor obra él, como yo.

11 Que nadie, pues, le menosprecie. Y conducidle en paz, para que venga a mí; pues aguárdole con los hermanos.

12 Y, acerca de Apolos, el hermano, mucho le he rogado que venga a vosotros con los hermanos; pero de ningún modo ha tenido voluntad de venir ahora; pero irá, cuando le acomodare.

13 Velad, estad firmes en la fe; viriles sed; esforzaos;

14 todo lo vuestro en caridad hágase.

15 Y ruégoos, hermanos (conocéis la casa de Estéfanas (y Fortunato y Acaico); porque es las primicias de la Acaya, y al ministerio de los santos se entregaron a sí mismos)

16 que también vosotros os sometáis a los tales y a todo el que al par trabaja y se fatiga.

17 Y gózome de la presencia de Estéfanas, y Fortunato y Acaico, porque vuestra falta éstos han suplido;

18 pues han refrigerado mi espíritu y el vuestro. Conoced, pues, a los tales.

19 Os saludan las Iglesias del Asia. Os saludan, en Señor, mucho áquila y Priscila, con la, de la casa de ellos, Iglesia.

20 Os saludan los hermanos todos. Saludaos unos a otros en ósculo santo.

21 El saludo, de mi mano: Pablo.

22 Si alguno no ama al Señor, sea anatema. Maranatá(d).

23 La gracia del Señor Jesús con vosotros.

24 El amor mío con todos vosotros en Cristo Jesús. Amén.