1

1 El nuevo faraón oprime a Israel Estos los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto junto con Jacob, su padre; cada uno con toda su casa entraron.

2 Rubén, Simeón, Leví, Judá,

3 Isacar, Zabulón y Benjamín,

4 Dan y Neftalí, Gad y Aser.

5 Eran todas las almas de Jacob setenta; y José estaba en Egipto.

6 Y falleció José y todos sus hermanos y toda aquella generación.

7 Y los hijos de Israel acrecentáronse y multiplicáronse, y desparramáronse y prevalecieron sobremanera; y llenóse de ellos la tierra.

8 Y levantóse otro rey en Egipto que no conocía a José.

9 Y dijo a su gente: «He aquí el linaje de los hijos de Israel, gran muchedumbre y se fortalece sobre nosotros.

10 Venid, pues: suplantémosles; no sea que se multipliquen, y, cuando nos sobreviniere guerra se pasen éstos a nuestros enemigos y guerreen contra nosotros y salgan de la tierra».

11 E impúsoles prefectos de las obras, para que los maltrataran en las obras; y edificaron ciudades fortificadas a Faraón: Fitom y Ramesés(a)

12 Pero mientras les oprimían, tanto más se multiplicaban, y fortalecían sobremanera. Y abominaban los egipcios a los hijos de Israel.

13 Y señoreaban los egipcios a los hijos de Israel con violencia;

14 y amargábanles la vida en las obras las duras: en barro y ladrillería, y todas las obras las del campo; fuera de todas la obras con que los esclavizaban con violencia.

15 Y dijo el rey de los egipcios a las parteras las hebreas: una de ellas por nombre Séfora, y el nombre de la otra: Fuá;

16 y dijo: «Cuando parteareis a las hebreas, y estén para parir, si varón fuere matadle; pero si hembra reservadla».

17 Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron según les ordenara el rey de Egipto, y dejaron vivo lo masculino.

18 Y llamó el rey de Egipto a las parteras, y díjolas: «¿Porqué hacéis esto y dejáis vivo lo masculino?»

19 Y dijeron las parteras a Faraón: «No como mujeres de Egipto, las hebreas; pues antes de llegar a ellas las parteras han parido».

20 Y hacía Dios bien a las parteras, y multiplicábase el pueblo y fortalecíase sobremanera.

21 Puesto que temían las parteras a Dios, hízoles casas(b).

22 Y ordenó Faraón a todo su pueblo, diciendo: «Todo lo masculino que naciere a los hebreos, al río lanzadle, y todo lo femenino, dejadlo vivir».

2

1 Moisés, hasta su huida a Madián Y había uno de la tribu de Leví que se tomó una de las hijas de Leví,

2 y concibió, y parió varón; y, viéndole gracioso, ocultáronle tres meses.

3 Y, como no le podían ocultar más, tomó para él su madre una cesta papirácea, y untóla con pez de asfalto, y colocó al niñito en ella, y púsola en el carrizal a orillas del río.

4 Y atalaya su hermana de lejos, para saber qué le pasaba.

5 Y descendió la hija de Faraón a bañarse en el río y sus doncellas paseaban a orillas del río; y vio la cesta en el carrizal, y envió la servidora y la hizo traer.

6 Y, abriendo, vio un niñito llorando en la cesta, y apiadóse de él la hija de Faraón, y dijo: «De los niñitos de los hebreos éste».

7 Y dijo la hermana de él a la hija de Faraón: «¿Quieres que te llame una mujer criando, de los hebreos, y te amamantará al niñito?»

8 Y dijo la hija de Faraón: «Ve». Y fue la niña y llamó a la madre del niñito.

9 Y dijo a ella la hija de Faraón: «Cuídame este niñito y amamántamelo, y yo te pagaré». Y tomó la mujer al niñito y amamantóle.

10 Y cuando hubo crecido el niñito, llevóle a la hija de Faraón y adoptóle por hijo, y denominó su nombre: Moisés, diciendo: «Del agua le saqué».(a)

11 Y aconteció en aquellos días después que fue grande Moisés, que salió a sus hermanos, los hijos de Israel. Y contempló el trabajo de ellos y vio a un hombre egipcio golpear a un hebreo, de sus hermanos.

12 Y mirando acá y allá, no vio a nadie, e hirió al egipcio y ocultóle en la arena.

13 Y saliendo al siguiente día, vio a dos varones hebreos riñendo, y dice al agraviador: «¿Porqué tú hieres al prójimo?»

14 Y él dijo: «¿Quién te ha constituido príncipe y juez sobre nosotros? ¿Acaso matarme tú quieres al modo que mataste ayer al egipcio? «Y temió Moisés y dijo: «¿Si tan manifiesta se ha hecho esta palabra?»

15 Y oyó Faraón esta palabra y buscaba matar a Moisés. Y retiróse Moisés de la faz de Faraón y habitó en tierra de Madián; y, viniendo a tierra de Madián, sentóse sobre el pozo.

16 Y el sacerdote de Madián tenía siete hijas, que pastoreaban las ovejas de su padre: Jetró.

17 Pero, viniendo los pastores, arrojáronlas de allí; y, levantándose Moisés, defendiólas y abrevó las ovejas de ellas.

18 Y vinieron a Ragüel(b), su padre; y él díjoles: «¿Porque os habéis apresurado hoy en venir?»

19 Y ellas dijeron: «Hombre egipcio nos ha defendido de los pastores y nos ha sacado agua y abrevado nuestras ovejas».

20 Y él dijo a sus hijas: «¿Y dónde está?» ¿y porqué habéis dejado al hombre? Llamadle, pues, para que coma pan».

21 Y habitó Moisés con el hombre, y dio a Séfora, hija suya, a Moisés por mujer.

22 Y concibió la mujer y parió hijo; y denominó Moisés su nombre: Gersam(c) diciendo: Peregrino soy en tierra extraña(d).

23 Y, después de aquellos muchos días, murió el rey de Egipto; y gemían los hijos de Israel de las obras y vociferaban y subieron sus voces a Dios desde las obras.

24 Y escuchó Dios su gemido, y acordóse Dios de su alianza, la con Abrahán e Isaac y Jacob.

25 Y miró Dios a los hijos de Israel y conoció(e).

3

1 Vocación de Moisés Pero Moisés pastoreaba las ovejas de Jetró su suegro, el sacerdote de Madián; y condujo las ovejas adentro del desierto, y vino al monte de Dios: Horeb.

2 Y aparecióle un ángel(a) de Dios en llama de fuego de la zarza, y veía la zarza arder en fuego, y no quemarse la zarza.

3 Y dijo Moisés: «Acercaréme y veré esta visión grande: por qué no se quema la zarza».

4 Y, cuando vio Señor que se acercaba a ver, llamóle Dios, desde la zarza, diciendo: «¡Moisés! ¡Moisés!» Y él dijo: «Heme aquí».

5 Y él dijo: «No te llegues acá; desata el calzado de tus pies; que el lugar en que estás, tierra santa es».

6 Y dijo: «Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abrahán, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob». Y ocultó Moisés su rostro; porque se guardaba de mirar a faz de Dios.

7 Y dijo Señor a Moisés: «Viendo he visto la miseria de mi pueblo, el en Egipto, y su clamor he oído por los opresores de las obras; y sé su dolor;

8 y he descendido a librarles de mano de egipcios, y sacarles de aquella tierra y llevarles a tierra buena y mucha: a tierra que mana leche y miel: al lugar de los cananeos, y heteos, y amorreos, y ferezeos, y heveos, y jebuseos.

9 Y ahora he aquí clamor de los hijos de Israel llega a mí y yo he visto la opresión con que los egipcios les oprimen.

10 Y ahora, ven: te enviaré a Faraón rey de Egipto; y sacarás al pueblo mío los hijos de Israel, de tierra de Egipto.

11 Y dijo Moisés a Dios: «¿Quién soy yo para ir a Faraón rey de Egipto, y para sacar los hijos de Israel de tierra de Egipto?»

12 Y dijo Dios a Moisés, diciendo: «Yo estaré contigo; y ésta séate señal de que yo te he enviado: cuando sacares a mi pueblo de Egipto, serviréis a Dios en este monte.

13 Y dijo Moisés a Dios: «He aquí yo iré a los hijos de Israel y les diré: «El Dios de nuestros padres me ha enviado a vosotros; preguntaránme: «¿Cuál el nombre de él? ¿qué diré a ellos?»(b)

14 Y dijo Dios a Moisés, diciendo: «Yo soy el que soy»(c). Y dijo: «Así dirás a los hijos de Israel: El que es, me ha enviado a vosotros».

15 Y dijo Dios de nuevo a Moisés: «Así dirás a los hijos de Israel: «Señor el Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, y Dios de Isaac y Dios de Jacob me ha enviado a vosotros; éste es mi nombre eterno y éste mi memorial de generaciones en generaciones.

16 Ve, pues, y junta la ancianidad de los hijos de Israel, y les dirás: «Señor el Dios de vuestros padres se me ha aparecido; Dios de Abrahán, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob, diciendo: «Con observación os he observado y cuanto os ha sobrevenido en Egipto».

17 Y dijo: «Os ascenderá de la miseria de los egipcios a la tierra de los cananeos, y heteos, y amorreos, y ferezeos, y heveos, y jebuseos; a una tierra que mana leche y miel.

18 Y escucharán tu voz; y entrarás tú y la ancianidad de Israel a Faraón rey de Egipto y le dirás: «El Dios de los hebreos nos ha llamado; iremos camino de tres días al desierto para sacrificar a nuestro Dios».

19 Pero yo sé que no os dejará Faraón, rey de Egipto, partir, si no con mano fuerte;

20 y extenderé la mano y heriré a Egipto con todas mis maravillas, que haré en medio de ellos; y, después de esto, os dejará.

21 Y daré gracia a este pueblo a faz de los egipcios; y, cuando partiereis, no saldréis vacíos:

22 (3:21) pedirá mujer a su vecina, o cohabitadora vasos argénteos y áureos y vestimentas, y los pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto».

4

1 Prodigios de Moisés. Esle asociado Aarón Y respondió Moisés y dijo: «Si no me creyeren, ni escucharen mi voz (pues dirán: ‘No se te ha aparecido Dios’) ¿qué les diré?»

2 Y díjole Señor: «¿Qué es eso en tu mano?» Y él dijo: «Vara».

3 Y dijo: «Tírala al suelo». Y tiróla al suelo, y se hizo serpiente; y huyó Moisés de ella.

4 Y dijo Señor a Moisés: «Extiende tu mano, y cógela de la cola»; e hízose vara en su mano.

5 «Para que te crean que se te ha aparecido Dios de los padres de ellos; Dios de Abrahán, y Dios de Isaac y Dios de Jacob».

6 Y díjole Señor de nuevo: «Mete tu mano en tu seno». Y metió su mano en su seno; y sacó su mano de su seno, y volvióse su mano leprosa(a) como nieve.

7 Y dijo «Mete de nuevo tu mano en tu seno»; y metió su mano en su seno, y sacóla de su seno, y de nuevo fue restituida al color de la carne misma.

8 Y si no te creyeran ni escucharen la voz de la señal primera, creerán a la voz de la señal última.

9 Y será: si no creyeren a éstas dos señales ni escucharen tu voz, tomarás del agua del río y la derramarás sobre lo seco; y será el agua que tomares del río, sangre sobre lo seco».

10 Y dijo Moisés a Señor: «Ruégote, Señor: no soy hombre de palabra, ni desde ayer, ni desde anteayer(b) —ni desde que empezaste a hablar a tu servidor: tardo de voz y pesado de lengua soy yo».

11 Y dijo Señor a Moisés: «¿Quién dio boca a hombre, y quién hizo a mudo y sordo, a vidente y ciego? ¿No soy Dios?»

12 Y ahora ve, y yo abriré tu boca y te enseñaré lo que has de hablar».

13 Y dijo Moisés: «Ruégote, Señor: elige a otro que pueda(c), a quien envíes».

14 E inflamóse en ira Señor sobre Moisés y dijo: «¿No está aquí Aarón tu hermano, el levita? Sé que hablando hablará él por ti; y he aquí él saldrá a tu encuentro, y viéndote, se gozará en su corazón.

15 Y dirás a él y pondrás mis palabras en su boca, y yo abriré tu boca y la boca de él y os enseñaré lo que hagáis.

16 Y él te hablará al pueblo, y él será tu boca; y tú serás a él lo para con Dios.

17 Y esta vara tomarás en tu mano, en la cual harás las señales».

18 Y fue Moisés y volvió a Jetró, su suegro y díjole: «Iré y volveré a mis hermanos(d) los en Egipto, y veré si aún viven». Y dijo Jetró a Moisés: «Ve en paz».

19 Y dijo Señor a Moisés en Madián: «Ve, y vuelve a Egipto, que han muerto todos los que buscaban tu alma».

20 Y tomando Moisés a su mujer y los niñitos púsolos sobre los asnos y volvió a Egipto; y tomó Moisés la vara, la de Dios, en su mano.

21 Y dijo Señor Moisés: «Yendo tú y volviendo a Egipto, mira todos los prodigios que he puesto en tu mano, para que los hagas delante de Faraón; pero yo endureceré su corazón para que no deje partir el pueblo.

22 Y tú dirás a Faraón: «Esto dice Señor: «Hijo primogénito mío Israel;

23 y te he dicho: «Deja partir mi hijo para que me sirva»; y si no quieres dejarle partir, he aquí yo mato a tu hijo primogénito».

24 Y aconteció en el camino en la posada, encontróle un ángel de Señor y trataba de matarle(e)

25 Y tomando Séfora piedra afilada circuncidó el prepucio de su hijo y arrojóselo ante los pies, diciendo: «¡Esposo de sangre me eres tú(f)

26 Y dejóle(g); y ella dijo: «Esposo de sangre de la circuncisión».

27 Y dijo Señor a Aarón: «Ve al encuentro de Moisés al desierto». Y fue y encontróle en el monte de Dios, y besáronse.

28 Y narró Moisés a Aarón todas las palabras de Señor con que le enviara y todas las señales que mandara.

29 Y fueron Moisés y Aarón y congregaron toda la ancianidad de los hijos de Israel.

30 Y habló Aarón todas estas palabras que habló Dios a Moisés; e hizo(h) las señales a la faz del pueblo.

31 Y creyó el pueblo y gozóse porque visitaba Dios a los hijos de Israel y porque había visto su aflicción; en inclinóse el pueblo y adoró.

5

1 Moisés y Aarón ante Faraón Y, después de esto, entraron Moisés y Aarón a Faraón y dijéronle: «Esto dice Señor el Dios de Israel: Despide a mi pueblo para que me hagan una fiesta en el desierto».

2 Y dijo Faraón: «¿Quién es el Señor para oír su voz de despedir a Israel? No conozco al Señor, y a Israel no despido».

3 Y le dijeron: «El Dios de los hebreos nos ha llamado; iremos, pues, camino de tres días al desierto, para sacrificar a nuestro Dios; no sea que nos encuentre muerte o matanza».

4 Y díjoles el rey de Egipto: «¿Por qué, Moisés y Aarón, apartáis al pueblo de las obras? Id a vuestra tierra».

5 Y Faraón dijo: «He aquí ahora muy numeroso, el pueblo de la tierra: no les daremos, pues, reposo de sus faenas».

6 Y ordenó Faraón el mismo día a los cuadrilleros del pueblo y a sus prefectos, diciendo:

7 «No deis ya paja al pueblo para ladrillería, como ayer y anteayer; ellos mismos vayan y rastrojéense paja.

8 Y la tarea de ladrillos que hacían ayer y anteayer, imponedles»; y no les disminuyáis nada, pues ociosean; por eso están gritando: «Vamos y sacrifiquemos nuestro a Dios».

9 Agrávense los trabajos de estos hombres, y atiendan a ellos; y no atiendan a razonamientos vanos».

10 Y apremiáronles los cuadrilleros y los prefectos, y hablaron al pueblo, y dijeron: Esto dice Faraón: «Ya no os doy paja:

11 vosotros mismos recogeos paja donde halléis; pues nada se quita de la tarea vuestra».

12 Y desparramóse el pueblo por toda la tierra de Egipto a recoger rastrojo para paja.

13 Y los cuadrilleros apremiábanles, diciendo: «Acabad vuestra obra, la tarea, la diaria en su día, como cuando se os daba la paja».

14 Y eran azotados los prefectos de los hijos de Israel, que habían puesto sobre ellos los prepósitos de Faraón, diciendo: «¿Por qué no habéis acabado la tarea vuestra de ladrillos, como ayer y anteayer: así también lo de hoy?»

15 Y, entrando los prefectos de los hijos de Israel, vociferaron a Faraón, diciendo: «¿Por qué haces así a tus siervos?

16 Paja no se da a tus siervos y el ladrillo nos dicen hacer; y he aquí tus niños hemos sido azotados; agraviarás, pues, a tu pueblo.»

17 Y díjoles: «Haraganead; haraganes sois; por esto decís: «Vamos: sacrifiquemos a nuestro Dios.

18 Ahora, pues, yendo, trabajad; que la paja no se os dará, y la tarea de los ladrillos entregaréis».

19 Y viéronse los prefectos de los hijos de Israel en males, diciendo: «No disminuiréis de la tarea diaria de los ladrillos».

20 Y encontráronse con Moisés y Aarón, viniendo a su encuentro cuando salían de Faraón;

21 Y dijéronles: «Véaos Dios y juzgue, pues hicisteis abominable nuestro olor(a) a faz de Faraón y a faz de sus servidores, dando espada en las manos de él para que nos mate».

22 Y volvióse Moisés a Señor y dijo: «Ruégote, Señor ¿por qué estás maltratando a este pueblo? ¿Y por qué me has enviado?

23 Y desde que fui a Faraón a hablarle en tu nombre, ha maltratado a este pueblo, y no has salvado a tu pueblo».

6

1 Y dijo Señor a Moisés: «Ahora verás lo que haré a Faraón; que en mano fuerte los despedirá; y en brazo excelso, lanzárales de esta tierra».

2 Y habló Dios a Moisés y díjole: «Yo Señor;

3 y he aparecido a Abrahán, e Isaac y Jacob; como Dios omnipotente; y mi nombre: Jehová, no les he manifestado;

4 y he establecido mi alianza con ellos: de darles la tierra de los cananeos, la tierra que han habitado; en que también habitaron(a).

5 Y yo he escuchado el gemido de los hijos de Israel con que los egipcios los oprimen, y acordádome de la alianza mía.

6 «Ve di a los hijos de Israel, diciendo: «Yo Señor, y os sacaré de la potestad de Egipto, y os libraré de su servidumbre, en brazo excelso y en juicio grande.

7 y os tomaré por pueblo para mí y seré vuestro Dios y conoceréis que yo soy Señor el Dios vuestro que os he sacado de la esclavitud de Egipto;

8 y os llevaré a la tierra a que extendí mi mano para darla a Abrahán e Isaac y Jacob, daréosla en herencia: yo Señor».

9 Y habló Moisés así a los hijos de Israel; pero no escucharon a Moisés por la pusilanimidad y por las obras las duras.

10 Y dijo Señor a Moisés, diciendo:

11 «Entra habla a Faraón rey de Egipto para que deje ir a los hijos de Israel de su tierra».

12 Y habló Moisés a faz de Señor, diciendo: «He aquí los hijos de Israel no me escuchan; y ¿cómo me escuchará Faraón? y yo, incircunciso de labios».

13 Y dijo Señor a Moisés y Aarón, y ordenóles a Faraón rey de Egipto, que dejara ir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.

14 Y éstos, los príncipes de sus casas paternas. Hijos de Rubén, primogénito de Israel: Henoc y Falú, Hesrón y Carmi; éstas, las generaciones de Rubén.

15 Hijos de Simeón: Jamuel, y Jamín, y Ahod, y Jaquín y Soar; y Saúl hijo de la cananea; éstas las generaciones de Simeón.

16 Y éstos, los hijos de Leví, por sus parentelas: Gersón y Caat y Merarí; y los años de la vida de Leví: ciento treinta y siete.

17 Hijos de Gersón: Lobní y Semeí, según sus generaciones.

18 Hijos de Caat: Amram, e Isaar, y Hebrón y Oziel; y los años de la vida de Caat; ciento treinta y tres.(b)

19 Hijos de Merarí: Moholí y Musé; éstas las generaciones de Leví por sus parentelas.

20 Y tomó Amram a Yocabed, hermana de su padre, por mujer; y parióle a Aarón y Moisés, y fueron los años de la vida de Amram: ciento treinta y siete(c).

21 Hijos de Ysaar: Coré, y Nefeg y Zeorí.

22 E hijos de Oziel: Misael e Elisafán, y Setrí.

23 Y tomó Aarón a Elisabet, hija de Aminadab, hermana de Naasón, por mujer; y parióle a Nadab, y Abiú, y Eleazar e Itamar.

24 E hijos de Coré: Aser y Elcaná y Abiasaf; éstas las generaciones de Coré.

25 Y Eleazar, hijo de Aarón, tomó mujer de las hijas de Futiel; y parióle a Finees; éstos son los príncipes de la familia de los levitas, según sus generaciones.

26 Estos son Aarón y Moisés; a quienes dijo Dios que sacaran a los hijos de Israel de tierra de Egipto con el haber de ellos.

27 Estos son los que hablaron a Faraón, rey de Egipto, para sacar a los hijos de Israel de tierra de Egipto; éste es Moisés y Aarón.

28 El día que habló el Señor a Moisés en tierra de Egipto;

29 habló también el Señor a Moisés, diciendo: «Yo Señor: habla a Faraón rey de Egipto, cuanto yo te digo».

30 Y dijo Moisés a faz de Señor: «He aquí yo, incircunciso de labios soy; y ¿cómo me escuchará Faraón?».

7

1 Y dijo Señor a Moisés, diciendo: «He aquí te he dado Dios a Faraón; y Aarón tu hermano será tu profeta;

2 y tú le hablarás, cuanto te mando; y Aarón tu hermano hablará a Faraón que deje los hijos de Israel ir de la tierra de él.

3 Pero yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré mis señales y prodigios en tierra de Egipto.

4 Y no os escuchará Faraón; y pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré mi ejército: el pueblo mío, los hijos de Israel, de tierra de Egipto con castigo grande;

5 y conocerán todos los egipcios que yo soy Señor, extendiendo la mano sobre Egipto; y sacaré los hijos de Israel en medio de ellos».

6 E hizo Moisés y Aarón, según les mandó Señor; así hicieron.

7 Y Moisés era de ochenta años, y Aarón su hermano de ochenta y tres años, cuando hablaron a Faraón.

8 Y dijo Señor a Moisés y Aarón, diciendo:

9 Y si os hablare Faraón, diciendo: «dadnos señal», dirás a Aarón tu hermano: «Coge tu vara y arrójala ante Faraón y ante sus servidores; y será serpiente».

10 Y entró Moisés y Aarón ante Faraón y sus servidores, e hicieron así como les había mandado Señor; y arrojó Aarón su vara ante Faraón y ante sus servidores e hízose serpiente.

11 Y convocó Faraón a los sabios de Egipto y los hechiceros; e hicieron también los encantadores de los egipcios con sus hechicerías del mismo modo;

12 y arrojaron cada cual su vara, e hiciéronse serpientes; y devoró la vara la de Aarón las varas de aquellos.

13 Y fortalecióse el corazón de Faraón, y no les escuchó, según les había mandado Señor.

14 Y dijo Señor a Moisés: «Agravado está el corazón de Faraón que no deja ir al pueblo.

15 Ve a Faraón de mañana; he aquí él saldrá al agua y estarás frente por frente de él, sobre el labio del río; y la vara la convertida en serpiente, tomarás en tu mano;

16 y dirás a él: «Señor el Dios de los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: «Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto; y he aquí no has escuchado hasta ahora.»

17 Esto dice Señor: «En esto conocerás que yo soy Señor: he aquí hiero con la vara la en mi mano el agua, la en el río, y se convertirá en sangre.

18 Y los peces los en el río, morirán, y hederá el río, y no podrán los egipcios beber agua del río».

19 Y dijo Señor a Moisés: «Di a Aarón tu hermano: Toma tu vara en tu mano, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, y sobre sus ríos, y sobre sus canales, y sobre sus pantanos y sobre todo su agua reunida; y será sangre; —hecha está sangre en toda tierra de Egipto, así en las maderas(a) como en las piedras».

20 E hicieron así Moisés y Aarón como les mandara Señor; y alzando con su vara hirió el agua la en el río, ante Faraón y ante sus servidores; y convirtióse toda el agua la en el río, en sangre.

21 Y los peces los que en el río murieron, y hedió el río, y no podían los egipcios beber agua del río, en toda tierra de Egipto.

22 E hicieron del mismo modo los encantadores de Egipto con sus hechicerías; y endurecióse el corazón de Faraón, y no les escuchó según dijo Señor.

23 Y volvióse Faraón y entró en su casa; y no reparó su corazón ni en esto.

24 Y cavaron todos los egipcios alrededor del río para beber agua, que no podían beber agua del río.

25 Y cumpliéronse siete días después de herir Señor el río.

8

1 Plagas 2ª, 3ª y 4ª Y dijo Señor a Moisés: «Entra a Faraón; y le dirás: «Esto dice Señor: «Deja ir mi pueblo para que me sirva»;

2 y si no quieres tú dejarlo ir, he aquí yo hiero todos los confines con ranas.

3 Y vomitará el río ranas, y, subiendo, entrarán, en tu casa y en las alcobas de los que duermen contigo y sobre tus lechos y en las casas de tus servidores y tu pueblo, y en tus artesas y en tus hornos,

4 y sobre ti y sobre tus servidores y sobre tu pueblo subirán las ranas».

5 Y dijo Señor a Moisés: «Di a Aarón tu hermano: «Extiende con la mano tu vara sobre los ríos, y sobre los canales y sobre los pantanos, y sube(a) las ranas».

6 Y extendió Aarón la mano sobre las aguas de Egipto y subió las ranas; y ascendieron las ranas y cubrieron la tierra de Egipto.

7 E hicieron del mismo modo también los encantadores con sus hechicerías, y trajeron las ranas sobre la tierra de Egipto.

8 Y llamó Faraón a Moisés y Aarón y dijo: «Rogad por mí a Señor y quite las ranas de mí y de mi pueblo; y los dejaré ir, y sacrifiquen al Señor».

9 Y dijo Moisés a Faraón: «Señálame para cuando he de rogar por ti y por tus servidores y por tu pueblo, para que desaparezcan las ranas de ti, y de tu pueblo y de vuestras casas; sólo que en el río quedarán».

10 Y él dijo: «Para mañana». Dijo, pues: «Como has dicho; para que veas que no hay otro sino el Señor;

11 y quitadas serán de en torno las ranas de ti, y de los servidores tuyos y de tu pueblo; sólo en el río quedarán».

12 Y salió Moisés y Aarón de Faraón; y clamó Moisés a Señor por la limitación de las ranas, como había señalado Faraón.

13 E hizo Señor según dijo Moisés, y murieron las ranas de las casas, y de las granjas, y de los campos;

14 y juntáronlas montones, montones(b); y hedió la tierra.

15 Pero, viendo Faraón que había refrigerio, agravóse su corazón, y no les oyó; según había hablado Señor.

16 Y dijo Señor a Moisés: «Di a Aarón: «Extiende tu vara y hiere el polvo de la tierra, y habrá mosquitos, y en los hombres y en los cuadrúpedos, y en toda tierra de Egipto».

17 Extendió, pues, con la mano, la vara y hubo los mosquitos en los hombres y en los cuadrúpedos; y todo polvo de la tierra convirtióse en mosquitos en toda la tierra de Egipto.

18 E hicieron del mismo modo también los encantadores; y no pudieron. Y había(c) mosquitos en los hombres y en los cuadrúpedos.

19 Dijeron, pues, los encantadores a Faraón: «Dedo(d) de Dios es éste». Pero el corazón de Faraón se endureció, y no les escuchó; según había hablado Señor.

20 Y dijo Señor a Moisés: «Madruga mañana y ponte frente a frente de Faraón; he aquí él saldrá al agua, y dirás a él: «Esto dice Señor: «Deja ir mi pueblo para que me sirva en el desierto;

21 y si no quieres dejar ir mi pueblo, he aquí yo suelto, sobre ti y tus servidores y sobre tu pueblo y sobre vuestras casas mosca(e) y llenáronse las casas de Egipto de mosca, y la tierra donde están.

22 Pero maravillaré(f) en aquel día la tierra de Gesén, en donde está mi pueblo; sobre la cual no habrá mosca; para que sepas que yo soy Señor; el señor de toda la tierra.

23 Y pondré división entre el pueblo mío y entre el pueblo tuyo; y mañana habrá esto sobre la tierra».

24 E hizo Dios así, y vino la mosca muchedumbre, a las casas de Faraón y a las casas de sus servidores y a toda la tierra de Egipto; y devastada fue la tierra por la mosca.

25 Y llamó Faraón a Moisés y Aarón, diciendo: «Yendo, sacrificad a vuestro Dios en la tierra».

26 Y dijo Moisés: «No es posible hacer así; pues abominaciones de los egipcios sacrificaremos a Señor, nuestro Dios; pues, si sacrificáremos las abominaciones de los egipcios a faz de ellos, lapidarásenos.

27 Camino de tres días iremos al desierto y sacrificaremos a nuestro Dios, según nos dijo Señor».

28 Y dijo Faraón: «Yo os dejo ir, y sacrificad a vuestro Dios en el desierto; pero no os alejéis mucho en el andar; rogad, pues, por mí a Señor».

29 Y dijo Moisés: «He aquí yo saldré contigo y oraré a Dios y se irá de ti la mosca y de tus servidores y de tu pueblo mañana; no prosigas ya, Faraón, en engañar para no dejar ir al pueblo a sacrificar a Señor».

30 Y salió Moisés de con Faraón y oró a Dios;

31 e hizo Señor, según dijo Moisés, y quitó la mosca de Faraón y sus servidores y su pueblo; y no quedó ninguna.

32 Y agravó Faraón su corazón, también esta vez, y no quiso dejar ir al pueblo.

9

1 Plagas 5ª, 6ª y 7ª Y dijo Señor a Moisés: «Entra a Faraón, y le dirás: «Esto dice Señor, el Dios de los hebreos: «Deja ir mi pueblo, para que me sirva;

2 que, si no quieres dejar ir mi pueblo, sino que aún le retienes,

3 he aquí mano de Señor estará sobre tu ganado el en los campos, y sobre los caballos y sobre los jumentos, y los camellos, y vacas y ovejas: muerte grande sobremanera.

4 Y maravillaré(a) yo en aquel tiempo entre el ganado de los egipcios y entre el ganado de los hijos de Israel: no morirá, de todo lo de los hijos de Israel nada».

5 Y puso Dios término, diciendo: «Mañana hará Señor esta palabra sobre la tierra».

6 E hizo Señor esta palabra al siguiente día y murió todo el ganado de los egipcios; pero, del ganado de los hijos de Israel, no murió nada.

7 Y, viendo(b) Faraón que no murió de todo el ganado de los hijos de Israel nada, se agravó el corazón de Faraón; y no dejó ir el pueblo.

8 Y dijo Señor a Moisés y Aarón, diciendo: «Tomaos llenas las manos de hollín de cocina y espárzalo Moisés al cielo a faz de Faraón y a faz de sus servidores,

9 y vuélvase polvo sobre toda la tierra de Egipto; y se tornará, en los hombres y en los cuadrúpedos, úlceras apostemadas, toda la tierra de Egipto; y se tornará, en los hombres y toda tierra de Egipto».

10 Y tomó hollín de cocina a faz de Faraón, y esparciólo Moisés al cielo y volvióse úlceras apostemadas en los hombres y en los cuadrúpedos.

11 Y no pudieron los hechiceros estar a faz de Moisés por las úlceras, pues las úlceras estaban en los hechiceros y toda tierra de Egipto.

12 Pero endureció Señor el corazón de Faraón y no les escuchó; según ordenara Señor.

13 Y dijo Señor a Moisés: «Madruga mañana y ponte delante de Faraón, y le dirás: «Esto dice Señor el Dios de los hebreos: «Deja ir mi pueblo para que me sirva.

14 Porque esta vez yo suelto todos mis golpes contra tu corazón y el de tus servidores y de tu pueblo, para que sepas que no hay, como yo, otro en la tierra.

15 Ahora, pues, soltando la mano, te hiriera y tu pueblo matara y te borrara de la tierra;

16 empero, por esto has sido reservado: para manifestar yo en ti mi fuerza, y para que sea anunciado mi nombre en toda la tierra.

17 ¿Todavía, pues, tú te levantas contra mi pueblo para no dejarles ir?

18 He aquí yo lluevo, esta misma hora mañana, granizo mucho sobremanera, como no le ha ha ido semejante en Egipto desde el día que se fundó hasta el día de hoy.

19 Ahora, pues, apresúrate a juntar el ganado y cuanto tuyo es en el campo; pues todos los hombres y el ganado, cuanto tuyo es en el campo, y no entrare en casa, y cayere sobre ellos el granizo, morirán».

20 El temeroso de la palabra de Señor, entre los servidores de Faraón, juntó su ganado en las casas,

21 pero el que no adhería su corazón a la palabra de Señor, dejó su ganado en los campos.

22 Y dijo Señor a Moisés: «Extiende tu mano al cielo y habrá granizo sobre toda la tierra de Egipto, y sobre los hombres, y el ganado y toda planta la sobre la tierra».

23 Y extendió Moisés la mano al cielo, y Señor dio voces(c) y granizó y corría el fuego sobre la tierra; y llovió Señor granizo sobre toda la tierra de Egipto.

24 Y había granizo y fuego llameante en el granizo y el granizo mucho sobremanera; que no había habido tal en Egipto desde el día que se había hecho en él gente.

25 E hirió el granizo en toda la tierra de Egipto, de hombre a ganado; y toda planta, la en el campo, hirió el granizo; y todos los árboles, los en los campos, destrozó el granizo;

26 sólo en la tierra de Gesén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo.

27 Y envió Faraón y llamó a Moisés y Aarón, y díjoles: «He pecado esta vez: el Señor es justo; pero yo y mi pueblo, impíos.

28 Rogad, pues, por mí a Señor, y cese de haber voces de Dios, y granizo y fuego; y os dejaré ir y ya no seguiréis quedando».

29 Y díjole Moisés: «Cuando hubiere yo salido de la ciudad, extenderé mis manos a Señor, y las voces cesarán; y granizo y lluvia no habrá ya; para que sepas que del Señor, la tierra.

30 Y tú y tus servidores sé que todavía no temeréis a Dios».

31 Y el lino y la cebada fueron heridos; pues la cebada, espigando(d), y el lino semillando;

32 pero el trigo y la escanda no fueron heridos, porque eran tardíos.

33 Y salió Moisés de con Faraón fuera de la ciudad y extendió las manos a Señor; y las voces cesaron, y el granizo, y la lluvia no destiló ya sobre la tierra.

34 Pero viendo Faraón que había cesado la lluvia y el granizo y las voces, continuó pecando y agravó su corazón y el de sus servidores.

35 Y endurecióse el corazón de Faraón, y no dejó ir a los hijos de Israel; según había Señor hablado a Moisés.

10

1 Plagas 8ª y 9ª Y dijo Señor a Moisés, diciendo: «Entra a Faraón; pues yo he endurecido su corazón y el de sus servidores, para que, una tras otra, les sobrevengan estas señales;

2 para que narréis en las orejas de vuestros hijos, y a los hijos de vuestros hijos con cuán grandes cosas he burlado a los egipcios; y las señales mías que he hecho en ellos; y conoceréis que yo Señor».

3 Y entraron Moisés y Aarón a Faraón y dijéronle: «Esto dice Señor el Dios de los hebreos: «¿Hasta cuándo no quieres humillarte a mí?» Deja ir a mi pueblo para que me sirva.

4 Pero, si no quisieres tú dejar ir mi pueblo, he aquí traigo a esta misma hora mañana langosta mucha sobre tus confines;

5 y cubrirá la faz de la tierra, y no podrás ver la tierra; y devorará todo lo restante de la tierra lo dejado que os dejó el granizo; y devorará todo árbol el que os nace sobre la tierra;

6 y llenáranse las casas tuyas y las casas de tus servidores y todas las casas en toda tierra de los egipcios; cual no han visto jamás tus padres ni los padres de tus padres, desde el día que fueron hasta el día de hoy». Y volvióse Moisés, y salió de con Faraón.

7 Y dijeron los servidores de Faraón a él: «¿Hasta cuándo tendremos este tropiezo(a)? Deja ir los hombres para que sirvan a su Dios; o ¿quieres ver perecer a Egipto?»

8 Y volvieron a Moisés y Aarón; Faraón díjoles: «Id y servid a vuestro Dios ¿Quiénes y quiénes son los que han de ir?»

9 Y dijo Moisés: «Con nuestros niños y viejos partiremos, con los hijos e hijas y ovejas y vacas de nosotros; porque es fiesta de Señor, el Dios nuestro».

10 Y díjoles: «Sea así Señor con vosotros, así como os dejo ir a vosotros ¿acaso también vuestros haberes(b)? Mirad que maldad intentáis.

11 No así, partan los varones y sirvan a Dios; que esto vosotros mismos pedíais». Y arrojáronles de la faz de Faraón.

12 Y dijo Señor a Moisés: «Extiende la mano sobre tierra de Egipto, y suba langosta sobre la tierra; y devorará toda hierba de la tierra y todo el fruto de los árboles el que ha dejado el granizo».

13 Y alzó Moisés la vara al cielo y trajo viento este sobre toda la tierra aquel día y toda la noche: mañana fue y el viento el este levantó a la langosta,

14 y trájola sobre toda la tierra de Egipto, y posóse sobre todos los confines de Egipto, mucha sobremanera; antes de ella, no hubo semejante langosta, y después de esto no habrá así.

15 Y cubrió la faz de la tierra; y corrompida fue la tierra; y devoró toda la hierba de la tierra y todo el fruto de los árboles el que había sido dejado por el granizo; no quedó nada verde en los árboles y en toda hierba de campo en toda tierra de Egipto.

16 Y apresuróse Faraón a llamar a Moisés y Aarón, diciendo: «He pecado a faz de Señor el Dios vuestro y contra vosotros;

17 ahora, pues, perdonad mi pecado aún esta vez y rogad a Señor, el Dios vuestro, y arrebate de mí esta muerte».

18 Y salió Moisés de con Faraón y oró a Dios.

19 Y cambió Señor viento: de la mar impetuoso, y llevóse la langosta y lanzóla al mar Rojo; y no quedó langosta una en toda tierra de Egipto.

20 Y endureció Señor el corazón de Faraón, y no dejó ir a los hijos de Israel.

21 Y dijo Señor a Moisés: «Extiende tu mano al cielo y haya tinieblas sobre tierra de Egipto, que se toquen las tinieblas».

22 Y extendió Moisés la mano y hubo tinieblas de tenebrosidad sobre toda tierra de Egipto tres días;

23 y no vio nadie a su hermano tres días; y no se levantó nadie de su lecho tres días; pero para todos los hijos de Israel luz había dondequiera que estuvieran.

24 Y llamó Faraón a Moisés y Aarón, diciendo: «Marchaos, servid a Señor, el Dios vuestro; sólo las ovejas y las vacas dejad; también vuestros párvulos vayan con vosotros».

25 Y dijo Moisés: «Empero también tú nos darás holocaustos y hostias que hacer a Señor el Dios nuestro;

26 y el ganado nuestro irá con nosotros, y no quedará uña; que de él tomaremos para servir a Señor el Dios nuestro; y nosotros no sabemos con qué hemos de servir a Señor el Dios nuestro, hasta que lleguemos allá».

27 Y endureció Señor el corazón de Faraón, y no quiso dejarles ir.

28 Y dijo Faraón: «Retírate de mí, guárdate de que no vuelvas ya a ver mi rostro; pues el día que me vieres, morirás».

29 (10:28) Y dijo Moisés: «Has dicho; ya no veré tu rostro».

11

1 Ultima plaga: muerte de los primogénitos Y dijo Señor a Moisés: «Todavía una plaga traeré sobre Faraón y sobre Egipto, y, después de esto, os dejara ir de aquí; y cuando os dejare ir, con todo lanzamiento os lanzará de aquí.

2 Habla, pues,(a) en las orejas del pueblo: y pida cada uno a su vecino y la mujer a su vecina vasos de oro y de plata y vestimentas».

3 Y Señor dio gracia a su pueblo a faz de los egipcios, y diéronles; también el hombre Moisés grande se había hecho sobremanera a faz de los egipcios, y a faz de Faraón y a faz de todos los servidores de él.

4 Y dijo Moisés: «Esto dice el Señor: «Hacia la medianoche yo saldré al medio de Egipto:

5 Y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde primogénito de Faraón que está sentado en el trono, hasta el primogénito de la criada la de la molienda, y el primogénito de todo ganado;

6 y habrá lamentación grande al través de toda tierra de Egipto, cual no ha habido y cual no volverá a haber.

7 Y en todos los hijos de Israel no chistará perro con su lengua, desde contra hombre hasta contra ganado(b); para que sepas cuanto maravilla(c) Dios entre Egipto e Israel.

8 Y vendrán todos estos niños tuyos a mí, y me adorarán, diciendo: «Sal tú y todo tu pueblo que tú acaudillas» y después de esto, saldré(d)». Y salió Moisés de ante el Faraón con ira.

9 Y dijo Señor a Moisés: «No os escuchará Faraón, para que, multiplicando multiplique yo mis señales y prodigios en tierra de Egipto».

10 Y Moisés y Aarón hicieron todas estas señales y prodigios en tierra de Egipto a faz de Faraón; y endureció Señor el corazón de Faraón y no escuchó para dejar ir los hijos de Israel de tierra de Egipto.

12

1 El cordero pascual y el ángel exterminador Y dijo Señor a Moisés y Aarón en tierra de Egipto, diciendo:

2 «Este será para vosotros principio de meses, primero para vosotros en los meses del año.

3 Habla a toda la congregación de hijos de Israel, diciendo: «El décimo de este mes tomen cada cual un cordero por familia, cada cual un cordero por casa.

4 Y, si pocos fueren los de la casa, hasta no bastar para un cordero, tomará consigo al vecino próximo; según número de almas cada cual lo bastante a él contará para un cordero(a).

5 Cordero perfecto, macho, de año tendréis: de las ovejas y de las cabras lo tomaréis.

6 Y lo tendréis guardado hasta el catorce de este mes; y lo mataréis toda la muchedumbre de la congregación de hijos de Israel hacia la tarde.

7 Y tomarán de la sangre y pondrán sobre los dos postes y sobre el dintel, en las casas en que lo comieren.

8 Y comerán las carnes aquella noche, asadas al fuego; y ázimos con hierbas amargas comerán.

9 No comeréis de ellos nada crudo ni cocido en agua, sino asado a fuego, cabeza con los pies y las entrañas.

10 No quedará de él hasta la mañana; y hueso no quebrantaréis de él, y lo sobrante de él; hasta la mañana, en el fuego lo quemaréis.

11 Y así lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, y el calzado en vuestros pies, y los báculos en vuestras manos; y lo comeréis a prisa: pascua(b) es para Señor.

12 Y pasaré por la tierra de Egipto en esta noche y heriré todo primogénito en tierra de Egipto, de hombre a bestia, y en todos los dioses de Egipto haré venganza: yo Señor.

13 Y os será la sangre en señal en las casas en que estáis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga perdedora, cuando hiriere yo en tierra de Egipto.

14 Y seráos este día en memorial, y celebraréisle fiesta a Señor en todas vuestras generaciones; legítimo, sempiterno lo celebraréis.

15 Siete días ázimos comeréis; y desde el día el primero haréis desaparecer la levadura de vuestras casas; todo el que comiere leudado, borrada(c) será aquella alma de entre Israel, desde el día primero; hasta el día el séptimo.

16 Y el día primero llamado será santo, y el día séptimo llamado será santo por vosotros; toda obra servil no haréis en ellos; fuera de lo que se hiciere a toda alma(d) y esto solamente será hecho por vosotros.

17 Y guardad este mandamiento; pues en este día sacaré vuestro ejército de tierra de Egipto; y haréis este día, en vuestras generaciones, legítimo, sempiterno;

18 y principiando el día catorce del mes el primero, desde la tarde(e), comeréis ázimo, hasta el día veintiuno del mes, hasta la tarde.

19 Siete días levadura no se hallará en vuestras casas; todo el que comiere leudado, borrada será aquella alma de la congregación de Israel; ya de advenedizos ya de indígenas,

20 todo lo leudado no comeréis; y en todas vuestras habitaciones comeréis ázimos».

21 Y llamó Moisés a toda la ancianidad de los hijos de Israel y díjoles: «Id y tomaos un cordero por familia y sacrificad la pascua.

22 Y tomaréis un manojo de hisopo, y mojándolo en la sangre la en la aljofaina, rociaréis los dinteles y los dos postes con la sangre la en la aljofaina; pero vosotros no saldréis nadie por la puerta de su casa hasta la mañana.

23 Y pasará Señor a herir los egipcios, y verá la sangre en el dintel, y en los dos postes, y pasará de la casa y no dejará al exterminador entrar en vuestras casas a herir.

24 Y guardaréis esta palabra por ley para ti y tus hijos por siglos.

25 Y, cuando entrareis en la tierra que os dará Señor, según ha hablado, observaréis este servicio;

26 Y será: cuando os dijeren vuestros hijos: «¿Qué servicio, éste?»

27 diréisles: «Sacrificio de pascua, éste para Señor; porque amparó las casas de los hijos de Israel en Egipto cuando hirió a los egipcios, y salvó nuestras casas». E inclinándose el pueblo, adoró.

28 Y, yendo hicieron los hijos de Israel, según mandó Señor a Moisés, así hicieron.

29 Y aconteció a media noche que hirió Señor todo lo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón el sentado en el trono, hasta el primogénito de la cautiva, la en la cárcel, hasta el primogénito de toda bestia.

30 Y, levantándose Faraón de noche, y sus servidores y todos los egipcios, hubo clamor grande en toda tierra de Egipto; que no había casa donde no hubiera un muerto.

31 Y llamó Faraón a Moisés y Aarón de noche y díjoles: «Levantaos y salid de mi pueblo, y vosotros y los hijos de Israel. Id y servid a Señor vuestro Dios, según decís;

32 y vuestras ovejas y vuestras vacas tomando, partid, y bendecidme también a mí».

33 Y forzaban los egipcios al pueblo, a lanzarlo prestamente de la tierra; pues decían: «¡Todos nosotros morimos!»

34 Y tomó el pueblo la masa antes que leudase, sus artesas amarradas en sus vestiduras sobre los hombros.

35 Y los hijos de Israel habían hecho según les ordenara Moisés y pedido a los egipcios vasos de oro y de plata y vestimentas.

36 Y había dado Señor gracia a su pueblo a faz de los egipcios, y habíanles dado; y despojaron(f) a los egipcios.

37 Y, alzando los hijos de Israel, de Ramesés a Sucot como seiscientos mil a pie, los varones; fuera de los párvulos;

38 también mezcolanza grande fue con ellos, y ovejas, y vacas y jumentos muchos sobremanera.

39 Y cocieron la masa que trajeran de Egipto tortas ázimas, pues no había leudado; que los arrojaron los egipcios, y no se pudieron detener, y viático no se habían hecho.

40 Y la habitación de los hijos de Israel la que habitaron en tierra de Egipto(g): cuatrocientos treinta años;

41 y aconteció que, después de los cuatrocientos treinta años, salió todo el ejército de Señor de tierra de Egipto, de noche.

42 Es de guardar para el Señor, cuando los sacó de Egipto, aquella noche misma, de guardar para Señor, para que a todos los hijos de Israel sea en sus generaciones.

43 Y dijo el Señor a Moisés y Aarón, diciendo: «Esta, la ley de la pascua; todo extranjero no comerá de ella;

44 y a todo siervo comprado, circuncidarás, y entonces comerá de ella;

45 peregrino o asalariado no comerá de ella.

46 En casa una se comerá; y no sacaréis de la casa, de las carnes fuera; y hueso no quebrantaréis suyo.

47 Toda la congregación de los hijos hará esto.

48 Pero, si viniere a vosotros un advenedizo para hacer la pascua de Señor, circuncidarás todo lo masculino suyo, y entonces vendrá a hacerla; y será como el indígena de la tierra; todo incircunciso no comerá de ella.

49 Ley una habrá para el indígena y para el que viniere advenedizo a vosotros».

50 E hicieron los hijos de Israel, según ordenara Señor a Moisés y Aarón, así hicieron.

51 Y aconteció en aquel día sacó Señor a los hijos de Israel de tierra de Egipto.

13

1 Ley de lo primogénito. Viaje por el desierto Y dijo Señor a Moisés, diciendo:

2 «Santifícame todo lo primogénito que abre toda matriz, en los hijos de Israel, de hombre a bestia: mío es».

3 Y dijo Moisés al pueblo: «Acuérdate de este día en que has salido de Egipto; de casa de servidumbre; pues en mano fuerte os ha sacado Señor de allí; y no se comerá leudado,

4 el día de hoy que salió, en el mes de las espigas.

5 Y será, cuando te introdujere Señor tu Dios en la tierra de los cananeos, y heteos, y amorreos, y heveos, y jebuseos, que juró a tus padres darte; tierra manando leche y miel, harás este servicio en este mes.

6 Siete días comeréis ázimos; y el día el séptimo, fiesta de Señor,

7 ázimos comeréis siete días; no se te verá leudado ni levadura en todos tus confines.

8 Y anunciarás a tu hijo en aquel día, diciendo: «Por esto que me hizo Señor, cuando salí de Egipto(a)».

9 Y te será señal en tu mano(b), y memorial entre tus ojos(c); para que esté la ley de Señor en tu boca; pues, en mano fuerte te sacó Señor Dios, de Egipto.

10 Y guardaréis esta ley de días en días.

11 Y será: cuando te introdujere Señor tu Dios en la tierra de los cananeos del modo que juró a tus padres, y te la diese;

12 separarás todo lo que abre matriz, lo masculino, para el Señor; todo lo que abre matriz de las vacadas o en tu ganado, cuanto tuvieres, lo masculino, santificarás al Señor.

13 Todo lo que abre matriz de asno, rescatarás con cordero, y, si no lo rescatares, lo matarás; todo primogénito de hombre, de tus hijos, rescatarás.

14 Y, cuando te preguntare tu hijo, después de esto, diciendo: «¿Qué esto?» dirásle: «En mano fuerte sacónos Señor, de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;

15 cuando se endureció Faraón para dejarnos ir, mató todo primogénito en tierra de Egipto, de primogénito de hombre a primogénito de bestia; por esto yo sacrifico todo lo primogénito al Señor, todo lo que abre matriz, lo masculino, y todo primogénito de mis hijos rescato».

16 Y será para señal en tu mano e inamovible de entre tus ojos; que en mano fuerte te sacó Señor de Egipto».

17 Y, cuando dejó ir Faraón al pueblo, no los condujo Dios camino de tierra filiestea, por estar cercano, pues dijo Dios: «No sea que se arrepienta el pueblo viendo guerra y retorne a Egipto».

18 Y llevó Dios al pueblo por rodeo al desierto, al Mar Rojo; y armados(d) subieron los hijos de Israel de la tierra de Egipto.

19 Y tomó Moisés los huesos de José consigo; pues con juramento juramentara a los hijos de Israel, diciendo: «Con visitación visitaráos Señor, y llevaréis con vosotros mis huesos de aquí».

20 Y alzando los hijos de Israel de Sucot, acamparon en Etam, orillas del desierto.

21 Y Dios guiábalos: de día en columna de nube para mostrarles el camino; y de noche, en columna de fuego para alumbrarles;

22 y no faltó la columna de la nube, de día, y la columna de fuego, de noche, delante del pueblo todo.

14

1 Paso del Mar Rojo Y habló Señor a Moisés, diciendo:

2 «Habla a los hijos de Israel, y volviendo acampen frente por frente de Fihahirot entre Mágdalo y el mar, frente de Beelsefón; a faz de ellos acamparás sobre el mar.

3 Y dirá Faraón de los hijos de Israel: «Errantes andan éstos en la tierra; que encerrados los tiene el desierto».

4 Y yo endureceré el corazón de Faraón y se lanzará tras ellos; y glorificaréme en Faraón y en todo su ejército, y conocerán todos los egipcios que yo soy Señor». E hicieron así.

5 Y anuncióse al rey de Egipto que había huido el pueblo; y mudóse el corazón de Faraón y el corazón de sus servidores contra el pueblo, y dijeron: «¿Qué es esto que hemos hecho: de dejar ir a los hijos de Israel para que no nos sirvan?».

6 Y unció sus carros; y a todo su pueblo llevó consigo;

7 y tomando seiscientos carros escogidos y todos los carros de los egipcios y jefes en todos.

8 Y endureció Señor el corazón de Faraón rey de Egipto y el de sus servidores y lanzáronse tras los hijos de Israel; y los hijos de Israel habían salido en mano excelsa.

9 Y lanzáronse los egipcios tras ellos y halláronlos acampados sobre el mar; y todos los caballos, y los carros de Faraón y los jinetes y su ejército(a) frente por frente de Fihahirot, delante de Beelsefón.

10 Y Faraón aproximábase; y levantaron los hijos de Israel los ojos, y he aquí los egipcios avanzando detrás de ellos; y temieron sobremanera. Y vociferaron los hijos de Israel a Señor;

11 y dijeron a Moisés: «¿Por no haber sepulcros en Egipto nos has sacado a matarnos en el desierto? ¿Qué es esto que nos has hecho, sacándonos de Egipto?

12 ¿No es ésta la palabra que te hablábamos en Egipto diciendo: «Déjanos servir a los egipcios. Que mejor es servir a los egipcios que morir en el desierto».

13 Y dijo Moisés al pueblo: «No temáis: paraos y ved la salvación, la de Dios; la que nos hará hoy; pues tales como veis a los egipcios hoy, no los volveréis a ver eternamente.

14 Señor guerreará por vosotros, y vosotros callaréis(b).

15 Y dijo Señor a Moisés: «¿Qué clamas a mí? Habla a los hijos de Israel y marchen;

16 Y tu levanta tu vara y extiende tu mano sobre el mar y húndelo, y pasen los hijos de Israel al través del mar por lo seco.

17 Y he aquí yo endureceré el corazón de Faraón y de los egipcios, y entrarán en pos de ellos, y glorificaréme en Faraón, y en todo su ejército, y en sus carros y en sus caballos.

18 Y conocerán todos los egipcios que yo soy Señor; y glorificaréme en Faraón, y en todo su ejército, y en sus carros y en sus caballos».

19 Y alzóse el ángel de Dios el que precedía el campamento de Israel y fue en pos de ellos; y alzóse también la columna de la nube de la faz de ellos, y púsose detrás de ellos.

20 Y entró entre los egipcios y entre el campamento de Israel y paróse; y era allí nube y tinieblas, e iluminaba aquí la noche; y no se juntaron toda la noche.

21 Y extendió Moisés la mano sobre el mar, y llevó Señor el mar con un viento este, impetuoso, toda la noche, y puso seco el mar, y partiéronse las aguas.

22 Y pasaron los hijos de Israel al través del mar por lo seco, y las aguas éranles muro a diestra y muro a siniestra.

23 Y lanzáronse en pos los egipcios y entraron tras de ellos, y todo caballo de Faraón y los carros y los aurigas en medio del mar.

24 Y aconteció en la vigilia la matutina, miró Señor sobre el campamento de Egipto en columna de fuego y de nube(c), y perturbó el campamento de Egipto;

25 y juntó las ruedas de sus carros, y llevóles con violencia(d). Y dijeron los egipcios: «Huyamos de faz de Israel; que el Señor guerrea por ellos contra los egipcios».

26 Y dijo el Señor a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mar y restitúyanse las aguas y vuelvan sobre los egipcios; sobre sus carros y sobre sus aurigas».

27 Y extendió Moisés la mano sobre el mar, y restituyéronse las aguas, al alba, a su lugar; y los egipcios huyeron debajo de las aguas; y despeñó el Señor a los egipcios en medio del mar.

28 Y volviendo las aguas cubrieron los carros y los aurigas y toda la fuerza de Faraón; a los que habían entrado en pos de ellos al mar; y no quedó de ellos uno solo.

29 Pero los hijos de Israel pasaron por lo seco en medio del mar, y las aguas, para ellos muro a diestra y muro a siniestra.

30 Y salvó Señor a Israel en aquel día de mano de Egipto; y vio Israel a los egipcios muertos sobre la ribera del mar.

31 Y vio Israel la mano la grande que hizo Señor a los egipcios; y temió el pueblo al Señor; y creyó a Dios y a Moisés su servidor.

15

1 Cántico de Moisés. Israel en Mara Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cantar a Dios, y dijeron, diciendo: «Cantemos al Señor, pues gloriosamente se ha glorificado: bridón y auriga lanzó a la mar.

2 Fuerza y loor se me ha hecho para salud, éste, mi Dios, y glorificaréle; Dios de mi padre, y exaltaréle.

3 Señor, quebrantando guerras, Señor su nombre.

4 Carros de Faraón y su fuerza lanzó a la mar; selectos jefes aurigas campeones, hundió en la roja mar.

5 Mares cubriéronles: sumergiéronse en el abismo, cual piedra.

6 Tu diestra, Señor, se ha glorificado en poder tu diestra mano Señor, hirió a los enemigos.

7 Y con la muchedumbre de su gloria quebrantaste a los adversarios soltaste tu ira y devorólos, cual paja.

8 Y por el soplo de tu furor amontonáronse las aguas: cuajáronse, cual muro, las aguas; cuajáronse las olas en medio de la mar.

9 Dijo el enemigo: «Corriendo en pos, cogeré: partiré despojos; hartaré mi alma; arrebataré con mi cuchilla, señoreará mi mano».

10 Soltaste tu soplo: cubrióles la mar, descendieron, como plomo, en aguas profundas.

11 ¿Quién semejante a ti entre los dioses, Señor? ¿Quién semejante a ti glorificado en santidad, aterrador en gloria, hacedor de maravillas?

12 Extendiste tu diestra: devoróles la tierra.

13 Guiaste en tu piedad a este tu pueblo que redimiste; llevástele en tu poder, a la mansión santa tuya.

14 Oyeron gentes, y airáronse: dolores puerperales cogieron a los habitantes de Filistea.

15 Entonces temblaron los príncipes de Edom; los poderosos de Moab cogióles temblor; deshiciéronse todos los habitantes de Canaán.

16 Caiga sobre ellos temblor y temor; por la grandeza de tu brazo petrifíquense, hasta que pase tu pueblo, Señor; hasta que pase este tu pueblo que adquiriste.

17 Los llevarás, les plantarás en el monte de tu heredad; en tu morada prevenida que dispusiste, Señor; santuario, Señor, que prepararon tus manos.

18 Señor reina por siglos, y por siglos y siempre.

19 Que entró el corcel de Faraón con carros y aurigas en la mar y trajo sobre ellos Señor las aguas de la mar; pero los hijos de Israel anduvieron por la seca en medio de la mar.

20 Y tomando María, la profetisa, la hermana de Aarón, el tímpano en su mano, salieron todas las mujeres en pos de ella con tímpanos y danzas.

21 Y entonóles María diciendo: «Cantemos al Señor, pues gloriosamente se ha glorificado: bridón y auriga lanzó a la mar».

22 Y levantó Moisés a los hijos de Israel del Mar Rojo y llevóles al desierto de Sur; y anduvieron tres días por el desierto y no hallaron agua para beber.

23 Y vinieron a Mara; y no podían beber agua de Mara, pues era amarga; por esto denominó el nombre de aquel lugar: Amargura.

24 Y murmuró el pueblo contra Moisés, diciendo: «¿Qué beberemos?»

25 Y clamó Moisés a Señor; y mostróle Señor un leño, y arrojólo en el agua, y endulzóse el agua. Allí púsole(a) prescripciones y juicios; y allí tentólo,

26 y dijo: «Si con oído oyeres la voz de Señor tu Dios; y lo grato en sus ojos hicieres, y escuchares sus mandamientos y observares sus prescripciones todas, toda enfermedad que traje sobre los egipcios, no traeré sobre ti, que yo soy Señor tu Dios el que te sana».

27 Y vinieron a Elim; y había allí doce fuentes de aguas y setenta palmeras; y acamparon allí sobre las aguas.

16

1 Las codornices. El maná. Y partieron de Elim y vinieron, toda la muchedumbre de hijos de Israel, al desierto de Sin; el que está entre Elim y entre Sinaí: el día quince del mes segundo que salieron de Egipto.

2 Y murmuró toda la muchedumbre de hijos de Israel contra Moisés y Aarón.

3 Y dijéronles los hijos de Israel: «Ojalá que hubiéramos muerto heridos de Señor en tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de las carnes, y comíamos pan en hartura, pues nos habéis sacado a este desierto para matar a toda esta multitud de hambre».

4 Y dijo Señor a Moisés: «He aquí que yo os lluevo panes del cielo; y saldrá el pueblo, y recogerán lo del día para el día, para probarles yo, si caminan en mi ley o no(a).

5 y será el día el sexto preparen lo que guarden; y será el doble de lo que recogieren en el día para el día».

6 Y dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: «A la tarde conoceréis que Señor os ha sacado de tierra de Egipto;

7 y a la mañana veréis la gloria de Señor, pues ha oído la murmuración vuestra contra Señor; porque nosotros ¿qué somos para que nos murmuréis?»

8 Y dijo Moisés: «En(b) daros Señor a la tarde carnes a comer, y panes a la mañana en hartura, por haber oído Señor vuestra murmuración con que nos murmuráis. Pues nosotros ¿qué somos? No contra nosotros es vuestra murmuración, sino contra Dios».

9 Y dijo Moisés a Aarón: «Di a toda la congregación de los hijos de Israel: «Acercaos a la faz de Dios; pues ha oído vuestra murmuración».

10 Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel y, volviéndose ellos al desierto, he aquí la gloria de Señor aparecióse en nube.

11 Y habló Señor a Moisés, diciendo:

12 «He escuchado la murmuración de los hijos de Israel: háblales diciendo: «A la tarde comeréis carne, y a la mañana os hartaréis de panes, y conoceréis que yo Señor el Dios vuestro».

13 Y fue tarde, y subió codorniz y cubrió el campamento; a la mañana aconteció después de subir el rocío en torno del campamento,

14 he aquí sobre la faz del desierto, una cosa fina, a modo de cilantro albo, a modo de escarcha, sobre la tierra.

15 Y viéndola los hijos de Israel dijeron el uno al otro: «¿Qué es esto?»(c) pues no sabían qué era. Y díjoles Moisés: «Este, el pan que os ha dado Señor a comer.

16 Esta la palabra que ordenó Señor: «Recogeréis de él cada cual según lo que comáis; un gomor(d) por cabeza según número de vuestras almas, cada cual para sus convivientes recoged».

17 E hicieron así los hijos de Israel, y recogieron el uno más, el otro menos.

18 Y, midiendo con el gomor, no tenía demás el que mucho; y el que menos, no tenía de menos; cada cual lo que comía, había recogido(e).

19 Y díjoles Moisés: «Nadie deje de él para mañana».

20 Y no escucharon a Moisés, sino que dejaron algunos de él hasta la mañana; y crió gusanos y hedió». Y airóse contra ellos Moisés.

21 Y recogíanlo a la mañana cada cual, según lo que comía, y, cuando calentaba el sol, derretíase.

22 Y aconteció que el día el sexto recogieron el doble de pan: dos gomor para uno; y vinieron todos los príncipes de la congregación y refiriéronlo a Moisés.

23 Y díjoles: «Esta es la palabra que ha hablado Señor: «Sábado(f), reposo sagrado al Señor, mañana; cuanto cociereis, coced, y cuanto cocinareis, cocinad; y todo lo sobrante, guardadlo para mañana».

24 Y dejaron de él para la mañana, según les ordenara Moisés; y no hedió ni gusano crióse en él.

25 Y dijo Moisés: «Comed hoy, porque es sábado hoy para el Señor; no lo hallaréis en el campo.

26 Seis días lo recogeréis; pero el día, el séptimo, es sábado, no estará allí.

27 Y aconteció en el día el séptimo, salieron algunos del pueblo a recoger, y no hallaron.

28 Y dijo Señor a Moisés: «¿Hasta cuándo no queréis escuchar mis mandamientos y mi ley?

29 Ved que el Señor os ha dado este día; por esto él os ha dado el día el sexto panes de dos días; reposad, cada cual, en vuestras casas; nadie salga de su lugar el día séptimo».

30 Y sabatizó el pueblo el día séptimo.

31 Y denomináronlo los hijos de Israel, el nombre de él, man; y era como semilla de cilantro alba, y el gusto de él como de hojuela con miel.

32 Y dijo Moisés: «Esta, la palabra que ha ordenado Señor: «Llenad un gomor de man para guardar, para vuestras generaciones, a fin de que conozcan el pan que comisteis vosotros en el desierto, cuando os sacó Señor de tierra de Egipto».

33 Y dijo Moisés a Aarón: «Toma una urna(g), y echa en ella un gomor entero de man, y la pondrás delante de Señor para guardar para vuestras generaciones».

34 Al modo que ordenó Señor a Moisés, púsolo Aarón delante de Dios para guardar.

35 Y los hijos de Israel comieron el man cuarenta años, hasta llegar a la tierra habitada; comieron el man hasta llegar al confin de la tierra de Canaán,

36 Y el gomor es la décima parte del efá.

17

1 El agua de la peña. Josué derrota a Amalec Y partió toda la congregación de hijos de Israel, del desierto de Sin (según sus acampamentos, por palabra de Señor) y acamparon en Rafidin; donde no tenía agua el pueblo que beber.

2 E improperó el pueblo a Moisés, diciendo: «Danos agua que beber». Y díjoles Moisés: «¿Qué me reñís? ¿Y qué tentáis a Señor?

3 Y padeció allí sed el pueblo de agua y murmuró allí el pueblo contra Moisés, diciendo: «¿Pues a qué nos ha subido de Egipto a matarnos a nosotros y a nuestros hijos y el ganado de sed?»

4 y clamó Moisés a Señor, diciendo: «¿Qué haré a este pueblo? De aquí a poco me lapidarán».

5 Y dijo Señor a Moisés: «Adelántate al pueblo y toma contigo de los ancianos del pueblo; y la vara con que heriste el río, toma en tu mano, y anda.

6 He aquí estoy allí delante de ti sobre la peña de Horeb; y herirás la peña y saldrá de ella agua, y beberá mi pueblo». E hizo Moisés así delante de los hijos de Israel.

7 Y denominó el nombre de aquel lugar: «Tentación», e «Improperio»; por el improperio de los hijos de Israel y por tentar ellos a Señor diciendo: «¿Estará Señor entre nosotros o no?».

8 Y vino Amalec; y guerreaba Israel en Rafidim;

9 y dijo Moisés a Josué: «Elígete varones, y, saliendo batalla contra Amalec mañana; y he aquí yo me pongo en la cumbre de la colina, y la vara de Dios en mi mano».

10 E hizo Josué según le dijo Moisés, y, saliendo batalló contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur ascendieron a la cumbre de la colina.

11 Y aconteció, cuando alzaba Moisés las manos, prevalecía Israel; pero cuando bajaba las manos, prevalecía Amalec.

12 Mas las manos de Moisés, pesadas; y, cogiendo una piedra, pusiéronla debajo de él, y sentóse en ella; y Aarón y Hur sostenían las manos de él, de acá uno y de acá uno; y quedaron las manos de Moisés sostenidas hasta el ocaso del sol.

13 Y fugó Josué a Amalec y todo su pueblo en matanza de cuchilla.

14 Y dijo Señor a Moisés: «Escribe esto, para memorial, en un libro, y confía a las orejas de Josué que con borradura, borraré la memoria de Amalec de la tierra de debajo el cielo».

15 Y edificó Moisés un altar a Señor; y denominó su nombre: «Señor refugio mío»;

16 pues en mano oculta(a) guerreará Señor contra Amalec de generaciones en generaciones.

18

1 Jetró y la creación de magistrados Y oyó Jetró, el sacerdote de Madián, el suegro de Moisés, todo cuanto hiciera Señor a Israel su pueblo: que sacó Señor a Israel de Egipto.

2 Y tomó Jetró el suegro de Moisés, a Séfora, la mujer de Moisés, después del envío de ella,

3 y a los dos hijos de ella: el nombre del uno: Gersam, diciendo: «Peregrino he sido en tierra extraña»;

4 y el nombre del segundo: Eliezer, diciendo: «Porque el Dios de mi padre, mi ayuda, y me salvó de la mano de Faraón».

5 Y salió Jetró el suegro de Moisés y los hijos y la mujer, a Moisés, al desierto; donde acampaba junto al monte de Dios.

6 Y anunciara a Moisés, diciendo: «He aquí tu suegro Jetró, vengo a ti y tu mujer y tus dos hijos con ella».

7 Y salió Moisés al encuentro del suegro, y adoróle y besóle; y saludáronse; y llevóle a la tienda.

8 Y refirió Moisés al suegro todo cuanto hizo Señor a Faraón y a todos los egipcios por causa de Israel; y todo el trabajo ocurrido a ellos en el camino, y que les salvó Señor de la mano de Faraón y de la mano de los egipcios.

9 Y asombróse Jetró de todo el bien que les hizo Señor, por haberles salvado de mano de los egipcios y de mano de Faraón.

10 Y dijo Jetró: «Bendito Señor, porque os salvó de mano de egipcios y de mano de Faraón;

11 ahora sé que grande Señor sobre todos los dioses, por esto: porque se ensoberbecieron contra ellos(a).

12 Y ofreció Jetró, suegro de Moisés, holocaustos y hostias a Dios; y vino Aarón y todos los ancianos de Israel a comer juntos pan con el suegro de Moisés ante Dios.

13 Y sucedió al siguiente día, sentóse Moisés a juzgar al pueblo; y estuvo en torno a Moisés todo el pueblo de mañana a tarde.

14 Y, viendo Jetró todo cuanto hacía al pueblo, dijo: «¿Qué es esto que tú haces al pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está en torno de ti de mañana a tarde?»

15 Y dijo Moisés al suegro: «Porque viene a mí el pueblo a buscar juicio de Dios;

16 pues, cuando le sobreviene una contienda y vienen a mí, juzgo a cada uno y manifiéstoles las ordenaciones de Dios y su ley».

17 Y dijo el suegro de Moisés a él:

18 «No rectamente haces esta palabra: con consunción te consumirás inllevadera, tú y todo el pueblo que está contigo: pesada para ti esta palabra; no podrás hacerla solo.

19 Ahora, pues, escúchame, y te aconsejaré y será Dios contigo. Sé tú para el pueblo en lo de Dios, y llevarás sus palabras a Dios;

20 y les manifestarás las ordenaciones de Dios y su ley, y les señalarás los caminos en que han de caminar y las obras que han de hacer.

21 Y tú búscate de todo el pueblo varones poderosos, timoratos; varones justos, odiadores de la avaricia; y pondrás sobre ellos(b) tribunos, y centuriones, y quincuagenarios y decanos;

22 que juzguen al pueblo a todas horas; pero la palabra la grave traerán a ti; y los pequeños de los juicios juzgarán ellos, y te aliviarán y conllevarán contigo.

23 Si esta palabra hicieres, te fortalecerá Dios, y podrás resistir, y todo este pueblo a su lugar en paz llegará».

24 Y escuchó Moisés la voz del suegro, e hizo cuanto le dijo.

25 Y eligió Moisés varones poderosos de todo Israel, y púsoles sobre ellos: tribunos, y centuriones, y quincuagenarios y decanos,

26 y juzgaron al pueblo a todas horas, pero toda palabra grave trajeron a Moisés; y toda palabra ligera juzgaron ellos.

27 Y despidió Moisés a su suegro; y retornó a su tierra.

19

1 La ley del Sinaí Al tercer mes de la salida de los hijos de Israel, de la tierra de Egipto; en este día vinieron al desierto del Sinaí.

2 Y partieron de Rafidim y vinieron al desierto del Sinaí; y acampó allí Israel enfrente del monte.

3 Y Moisés subió al monte de Dios; y llamóle Dios del cielo, diciendo: «Esto dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:

4 «Vosotros mismos habéis visto cuanto he hecho a los egipcios, y os he tomado como sobre alas de águilas y traídos a mí.

5 Y ahora, si con oído oyereis mi voz y guardareis mi testamento, seréis mi pueblo príncipe de todos los pueblos; que mía es toda la tierra,

6 y vosotros soisme real sacerdocio y gente santa». Estas palabras dirás a los hijos de Israel».

7 Y vino Moisés y llamó a los ancianos del pueblo y expúsoles todas estas palabras que le mandara Dios.

8 Y respondió todo el pueblo unánimemente y dijo: «Todo cuanto ha dicho Dios, haremos y escucharemos». Y llevó Moisés todas estas palabras a Dios.

9 Y dijo Señor a Moisés: «He aquí yo vengo a ti en columna de nube, para que el pueblo me oiga hablarte y te crean por el siglo». Y anunció Moisés las palabras(a) del pueblo a Señor.

10 Y dijo Señor a Moisés: «Bajando advierte al pueblo, y santifícales hoy y mañana; y laven las vestiduras;

11 y estén preparados para el día el tercero; que al día el tercero, descenderá Señor sobre el monte el Sinaí a faz de todo el pueblo.

12 Y delimitarás al pueblo en cerco, diciendo: «Guardaos de subir al monte y tocar algo de él, todo el que tocare el monte de muerte morirá.

13 No le tocará mano, sino que con piedras será apedreado o con tiro será derribado; sea bestia, sea hombre, no vivirá. Cuando resonare la trompeta(b) suban al monte».

14 Y bajó Moisés del monte al pueblo y santificóle; y lavaron sus vestiduras.

15 Y dijo al pueblo: «Preparaos para el tercero día, no os lleguéis a mujer».

16 Y aconteció al tercero día, hacia la aurora, hubo voces, y relámpagos y nube tenebrosa sobre el monte Sinaí; y voz de trompeta retronaba grandemente y atemorizóse todo el pueblo el en el campamento.

17 Y sacó fuera Moisés al pueblo al encuentro de Dios, del campamento; y pusiéronse al pie del monte Sinaí.

18 Y el monte el Sinaí, humeaba entero, por haber descendido sobre él Dios en fuego; y subía el humo, cual humo de horno, que tembló todo el monte grandemente(c).

19 Y se hicieron las voces de la trompeta más y más fuertes sobremanera: Moisés hablaba, y Dios respondíale con voz.

20 Y bajó Señor sobre el monte el Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Señor a Moisés a la cumbre del monte; y subió Moisés.

21 Y dijo Dios a Moisés, diciendo: «Bajando advierte al pueblo que no se lleguen a Dios(d) a mirar, y caiga de ellos muchedumbre,

22 y los sacerdotes los que se llegan a Señor(e), Dios, santifíquense, no sea que haga estrago en ellos Señor»,

23 Y dijo Moisés a Dios: «No podrá el pueblo subir al monte el Sinaí; pues nos has testificado, diciendo: «Delimita el monte y santifícalo».

24 Y díjole Señor: «Ve, desciende, y asciende tú y Aarón contigo; pero los sacerdotes y el pueblo no se esfuercen por subir hasta Dios, no sea que extermine de ellos Señor».

25 Y bajó Moisés al pueblo y díjoselo.

20

1 El decálogo Y habló Señor todas estas palabras, diciendo:

2 «Yo soy Señor tu Dios, quien te ha sacado de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

3 No habrá para ti otros dioses que yo.

4 No te harás ídolo ni imagen alguna de lo del cielo arriba, y de lo de la tierra abajo, y de lo de las aguas debajo de la tierra.

5 No los adorarás ni les servirás; que yo soy Señor tu Dios, Dios celador, vengando los pecados de los padres en los hijos(a) hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian;

6 y haciendo misericordia hasta millares(b) a los que me aman y guardan mis ordenaciones.

7 No tomarás el nombre de Señor tu Dios en vano(c); pues no dejará impune Señor tu Dios al que tomare su nombre en vano.

8 Acuérdate del día sábado para santificarlo;

9 seis días trabajarás y harás todas tus obras;

10 pero el día el séptimo es sábado para Señor Dios; no harás en él obra alguna, tú, y tu hijo, y tu hija, tu siervo y tu sierva, tu bestia, y el advenedizo el habitante contigo.

11 Pues en seis días hizo Señor el cielo, y la tierra y el mar y todo lo en ellos; y reposó el día el séptimo; por esto bendijo Señor el día el séptimo y santificólo.

12 Honra a tu padre y a tu madre para que longevo(d) seas sobre la tierra la buena que Señor tu Dios te dará.

13 No matarás.

14 No adulterarás.

15 No hurtarás.

16 No atestiguarás contra tu prójimo testimonio falso.

17 No codiciarás a la mujer de tu prójimo; no codiciarás la casa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni sus asnos, ni todo lo que es de tu prójimo».

18 Y todo el pueblo veía la voz, y las llamas, y la voz de la trompeta y el monte el fumante; y temeroso todo el pueblo detúvose lejos;

19 y dijeron a Moisés: «Háblanos tú, y escucharemos; pero no nos hable Dios, no sea que muramos».

20 Y díjoles Moisés: «No temáis, pues, para probaros ha venido Dios; para que su temor esté en vosotros; para que no pequéis».

21 Y estúvose el pueblo a lo lejos; pero Moisés entró en las tinieblas donde estaba Dios.

22 Y dijo Señor a Moisés: «Esto dirás a los hijos de Israel: «Vosotros habéis visto que desde el cielo os he hablado.

23 No os haréis dioses argentinos; y dioses áureos no os haréis.

24 Altar de tierra me haréis e inmolaréis sobre él vuestros holocaustos, y vuestros pacíficos, y vuestras ovejas, y vuestros becerros, en todo lugar donde nombrare yo mi nombre;

25 y vendré a ti y te bendeciré. Y, si altar de piedra me hicieres, no las edificarás canteadas; pues tu pico has alzado sobre ellas y profanádolas.

26 No subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra tu vergüenza sobre él».

21

1 Preceptos judiciales Y éstos son los juicios que propondrás a faz de ellos:

2 Si comprases siervo hebreo, seis años te servirá; pero en el séptimo año, saldrá libre de balde.

3 Si él solo hubiere entrado, solo saldrá; pero, si mujer hubiere entrado con él, saldrá también la mujer con él.

4 Mas, si el amo le diere mujer; y le pariere hijos o hijas, la mujer y los niños serán de su amo, y él solo saldrá.(a)

5 Pero, si respondiendo, dijere el siervo: «Tengo amor a mi amo, y a la mujer y los niños: no salgo libre»;

6 le llevará su amo a los jueces; y entonces le llevará a la puerta, o al poste, le horadará su amo la oreja con lezna, y le servirá por el siglo.

7 Y, si alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá como se retiran las esclavas.

8 Si no agradare ella a su amo, que se la había destinado, rescátela; a gente extraña no es dueño de venderla, porque la ha envilecido.

9 Y si a su hijo la hubiere destinado, según ley de las hijas, le hará.

10 Y, si otra tomare para él(b), lo necesario, y la vestidura y la cohabitación no le negará.

11 Y, si estas tres cosas no le hiciere, saldrá de balde, sin dinero.

12 Si hiriere alguien a alguno, y muriere, de muerte morirá;

13 pero, si involuntariamente, sino que Dios le ha entregado en sus manos, te daré un lugar adonde huya.

14 Mas, si alguno intentare matar al prójimo con engaño, de mi altar le tomarás para matarle.

15 Quien hiriere a su padre o a su madre, de muerte morirá.

16 Si alguien raptare a alguno de los hijos de Israel, y le vendiere, y se le hallare en su mano, de muerte morirá.

17 (c)Quien maldijere a su padre o a su madre, de muerte morirá.

18 Y, si riñeren dos varones y, uno hiriere al otro con piedra o con el puño y no muriere, pero cayere en cama;

19 si, levantándose el hombre, caminare fuera sobre su báculo, libre será el que le ha herido, sólo que sus cesantías pagará y la curación.

20 Y si alguno hiriere a su siervo o sierva con palo, y muriere bajo su mano, con juicio será castigado.

21 Pero, si viviere uno o dos días, no será castigado; que dinero suyo es(d).

22 Y si riñeren varones e hirieren a mujer preñada, y abortare(e), pero no hubiere daño, será multado; según le impusiere el marido de la mujer, dará con avaluación.

23 Mas, si hubiere daño, dará alma por alma,

24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

25 quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal.

26 Y si alguno hiriere el ojo de su siervo o el ojo de su sierva, y cegare, libres dejarálos, por el ojo de ellos.

27 Y si el diente de su siervo o el diente de su sierva quebrare, libres dejarálos por el diente de ellos.

28 Y si corneare un toro a hombre o mujer y muriere, con piedras será apedreado el toro, y no se comerán las carnes de él; pero el dueño del toro libre será.

29 Pero, si el toro corneador hubiere sido desde ayer y anteayer, y se le hubiere advertido a su dueño, y no le hubiere hecho desaparecer, y matare a hombre o mujer; el toro apedreado será, y su dueño también morirá.

30 Pero, si rescate se le impusiere, dará su rescate de su alma, cuanto se le impusiere.

31 Y si niño o niña corneare, según este juicio le harán.

32 Y, si a siervo corneare el toro o a sierva, treinta didracmas de plata, dará al amo de ellos, y el toro apedreado será.

33 Y si alguno cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí becerro o asno;

34 el dueño de la cisterna resarcirá; dinero dará al dueño de ellos; y lo muerto, suyo será.

35 Y, si corneare el toro de alguien al toro del prójimo, y muriere, venderán el toro el vivo y partirán el dinero de él; y el toro muerto, partirán.

36 Pero si era conocido el toro por corneador, desde ayer y anteayer, y su dueño no le hubiere hecho desaparecer, pagará toro por toro, y el muerto suyo será.

22

1 Preceptos judiciales Y si alguno hurtare buey(a) u oveja, y la matare o vendiere, cinco bueyes restituirá por el buey, y cuatro ovejas por la oveja.

2 Si, penetrando el ladrón, fuere hallado y, golpeado, muriere, no será occisión la suya;

3 pero, si saliere el sol sobre él, reo es(b): morirá a su vez. Y si no tuviere(c), vendido sea por el hurto.

4 Y, si se cogiere y hallare en su mano el hurto, de asno a oveja, vivo, el doble resarcirá.

5 Y si hiciere alguno pacer campo o viña, y echare su bestia a pacer campo ajeno, resarcirá con lo mejor de su campo y con lo mejor de su viña.

6 Y, si, saliendo fuego, hallare espinas(d) y quemare eras o espigas o campo; resarcirá, el que hubiere encendido el fuego.

7 Y, si alguno diese al prójimo dinero o utensilios a guardar, y fuere hurtado de la casa del hombre, si fuere hallado el ladrón, pagará el doble;

8 pero, si no fuere hallado el ladrón, presentaráse el dueño a los jueces(e) y jurará no haber él faltado en nada a lo depositado del prójimo.

9 Por cada delatada injusticia, a causa de buey, y jumento y oveja y vestido y de toda pérdida imputada, cualquiera que sea; ante los jueces irá el juicio de ambos, y el condenado por los jueces, pagará el doble al prójimo.

10 Y, si alguno diere al prójimo un jumento o buey u oveja o cualquier bestia a guardar, y se dañare o muriere o fuere prendido, y nadie supiere;

11 juramento de Dios habrá en medio de ambos: de no haber él en nada faltado a lo depositado del prójimo; y así aceptará el dueño de ello, y no pagará.

12 Mas, si le hubiere sido hurtado, pagará al dueño.

13 Y si hubiere sido destrozado por fiera, llévelo ante el dueño, y no pagará.

14 Y si alguno pidiere(f) de su prójimo, y se dañare, o muriere, y el dueño no estuviere, pagará

15 pero, si el dueño estuviere, no pagará, y si fuere mercenario admitirásele a su jornal(g).

16 Y si alguno engañare a una doncella no desposada, y durmiere con ella, se la dotará para mujer.

17 Pero, si, negándose, se negare y no quisiere el padre de ella dársela por mujer, dinero pagará al padre, según el dote de las doncellas.

18 Hechiceras no dejaréis vivir.

19 Todo el que durmiere con bestias de muerte matadle.

20 El que sacrificare a dioses será exterminado y no a Señor sólo(h).

21 Y a advenedizos no maltrataréis ni atribularéis; pues advenedizos fuisteis en tierra de Egipto.

22 Ninguna viuda y huérfano maltrataréis;

23 y si los maltratareis, y, clamando, clamaren a mí, con oído oiré su voz;

24 y me enfureceré y mataréos a cuchilla; y serán vuestras mujeres, viudas, y vuestros niños huérfanos.

25 Y si dinero prestares a mi pueblo(i), al pobre a par de ti, no serás para él un opresor, no le impondrás interés.

26 Y si, en prenda recibieres el vestido del prójimo, antes del ocaso del sol, se lo devolverás;

27 porque es su vestuario; ésta sola la cobertura de sus carnes: ¿sobre qué dormirá? Si, pues, clamare a mí, le escucharé; que misericordioso soy.

28 A dioses(j) no maldecirás; y de los príncipes de tu pueblo no hablarás mal.

29 Primicias de tu era y lagar no retardarás; al primogénito de tus hijos me darás.

30 Así harás con tu becerro y tu oveja: siete días estará debajo de la madre; y al octavo día me lo devolverás.

31 Y varones santos me seréis; y carne comida de fiera no comeréis; al perro arrojádsela.

23

1 Leyes judiciales y ceremoniales No acojerás rumor falso, ni pondrás tu mano con el impío para hacerte testigo falso.

2 No estarás con los muchos en malicia; no te juntarás con la muchedumbre a desviarte con los muchos, hasta excluir el juicio.

3 Tampoco al pobre compadecerás en el juicio.

4 Y, si te encontrares con el buey de tu enemigo o el jumento errantes, se lo devolverás.

5 Y si vieres el jumento de tu enemigo caído bajo su carga, no pasarás de largo, sino que lo levantarás con él.

6 No torcerás la sentencia del pobre en su juicio.

7 De toda palabra injusta te apartarás; al inocente y justo no matarás; y no justificarás al impío por dádivas.

8 Y dádivas no admitirás, pues las dádivas ciegan a los que ven, y tuercen las palabras de los justos.

9 Y al advenedizo no oprimáis; pues conocéis el alma de los advenedizos; que vosotros mismo advenedizos fuisteis en tierra de Egipto.

10 Seis años sembrarás tu tierra y recogerás sus frutos;

11 pero, al séptimo, la dejarás vacar y reposar; y comerán los indigentes de tu pueblo y lo sobrante comerán las bestias del campo. Así harás con tu viña y con tu olivar.

12 Seis días harás tus labores, pero el día, el séptimo, reposarás; para que repose tu buey y tu jumento; y para que repose el hijo de tu sierva, y el advenedizo.

13 Todo cuanto os he hablado, guardad; y nombre de otros dioses no recordaréis, ni se le oiga de vuestra boca.

14 Tres tiempos del año me festejaréis.

15 La fiesta de los ázimos guardaréis; siete días comeréis ázimos, según que te he mandado, según el tiempo del mes de las espigas; que en él saliste de Egipto; no aparecerás a faz mía vacío.

16 Y fiesta de mies, de las primicias harás de tus obras que hubieres sembrado en tu campo; y fiesta de consumación a la salida del año en la recolección de tus obras de tu campo.

17 Tres tiempos del año aparecerá todo lo masculino tuyo a faz de Señor tu Dios.

18 No inmolarás sobre fermentado, la sangre de mi víctima; ni quede la grosura de mi fiesta hasta la mañana.

19 Las primicias de los frutos de tu tierra llevarás a la casa de Señor tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre(a).

20 Y he aquí yo envío mi ángel ante tu faz para que te guarde en el camino, para que te introduzca en la tierra que te he preparado.

21 Atiende a él y escucha su voz y no le desobedezcas; porque no perdonará tus pecados, pues mi nombre está en él.

22 Pero, si oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te mandare, contrariaré a tus contrarios, y oprimiré a tus opresores.

23 Que mi ángel te conducirá, e introducirá al amorreo, y ferezeo, y cananeo, y heveo y jebuseo; y los destruiré.

24 No adorarás los dioses de ellos ni les servirás; no harás según las obras de ellos, sino que, exterminando los exterminarás, y triturando triturarás sus estatuas.

25 Y servirás a Señor tu Dios; y bendeciré tu pan y tu agua, y apartaré enfermedad de tu medio.

26 No habrá infecunda ni estéril en tu tierra; el número de tus días colmaré.

27 Mi terror enviaré delante de ti y espantaré todas las gentes a las que vinieres, y volveré las espaldas de todos tus enemigos.

28 Y enviaré las avispas delante de ti para que ahuyenten a los heveos, y cananeos y heteos delante de ti.

29 No los arrojaré delante de ti en un año(b), para que no se yerme la tierra y no se multipliquen en torno tuyo las fieras;

30 poco a poco arrojarélos de ti hasta que te acrecientes y heredes la tierra.

31 Y pondré tus términos desde el Mar Rojo hasta el mar de Filistea, y desde el desierto hasta el gran río, Eufrates; y entregaré en vuestras manos los habitantes de la tierra, y arrojarélos de ti.

32 No pactarás con ellos y sus dioses, alianza;

33 y no habitarán en tu tierra, para que no te hagan pecar contra mí, pues, sirviendo tú a los dioses de ellos, éstos te serán de escándalo».

24

1 Alianza de Dios con Israel. Las tablas de la ley Y a Moisés dijo: «Sube al Señor tú, y Aarón, y Nadab y Abiú; y setenta de los ancianos de Israel; y adorarán en lontananza al Señor.

2 Y se acercará Moisés solo al Señor, y ellos no se acercarán; y el pueblo no subirá con ellos».

3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras del Señor y las justicias(a), y respondió todo el pueblo a una voz, diciendo: «Todas las palabras que ha hablado Señor, haremos».

4 Y escribió Moisés todas las palabras de Señor. Y, madrugando Moisés, al alba edificó un altar al pie del monte, y doce piedras para las doce tribus de Israel;

5 y envió a los jóvenes de los hijos de Israel, y ofrecieron holocaustos y victimaron víctimas pacíficas a Dios: becerros.

6 Y, tomando Moisés la mitad de la sangre, echóla en tazones, y la mitad de la sangre, derramó sobre el altar.

7 Y, tomando el libro de la alianza, leyó en las orejas del pueblo, y dijeron: «Todo lo que ha hablado Señor, haremos y obedeceremos».

8 Y, tomando Moisés la sangre, esparció sobre el pueblo y dijo: «He aquí la sangre de la alianza que ha hecho Señor con vosotros, sobre todas estas palabras».

9 Y subió Moisés, y Aarón, y Nadab y Abiú; y setenta de los ancianos de Israel;

10 y vieron la visión del Dios de Israel: y debajo de los pies de ella, como labor de piedra de zafiro y como el firmamento del cielo en serenidad.

11 Y en los elegidos de Israel no puso su mano, sino que vieron la visión de Dios, comieron y bebieron.

12 Y dijo Señor a Moisés: «Sube a mí, al monte, y estate allí, y te daré las tablas, las lapídeas: la ley y los mandamientos que he escrito para legislarles».

13 Y levantáronse Moisés y Josué, su servidor, subieron al monte de Dios;

14 y a los ancianos dijo: «Quedáos aquí, hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur con vosotros, si a alguno ocurriere juicio, preséntese a ellos».

15 Y subió Moisés(b) al monte y cubrió la nube el monte.

16 Y descendió la gloria de Dios sobre el monte Sinaí, y cubriólo la nube seis días; y llamó Señor a Moisés, el día séptimo, de en medio de la nube.

17 Y la visión de la gloria de Señor, como fuego encendido sobre la cumbre del monte, a faz de los hijos de Israel.

18 Y entró Moisés en medio de la nube y subió al monte, y estuvo allí cuarenta días y cuarenta noches.

25

1 El arca. Leyes ceremoniales Y habló Señor a Moisés, diciendo:

2 «Di a los hijos de Israel que tomen para mí primicias; de todos los que les pareciere en el corazón, tomaréis primicias.

3 Y éstas son las primicias que tomaréis de ellos: oro, y plata y bronce;

4 y jacinto, y púrpura, y grana doble y biso(a), y pelo caprino;

5 y pieles de carnero purpuradas, y pieles violáceas, y madera de Sitim(b);

6 aceite de alumbrar, aromas para ungüentos y timiamas olorosos;

7 piedras ónices y gemas para ornar el efod(c) y el racional(d).

8 Y haránme un santuario y habitaré en medio de ellos;

9 según todo lo que te muestro como modelo del tabernáculo y de todos sus utensilios, así lo haréis.

10 Y, haréis un arca de madera de Sitim; dos y medio codos su longitud, y codo y medio su latitud, y codo y medio su altura.

11 Y la dorarás de oro puro; por dentro y por fuera la dorarás, y harás encima una corona de oro alrededor.

12 Y fundirás para ella cuatro anillos de oro y los pondrás en las cuatro esquinas: dos anillos a un lado y dos anillos al otro lado.

13 Y harás varas de madera de sitim y las cubrirás de oro.

14 Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas,

15 En los anillos del arca estarán las varas; no se sacarán de ellos.

16 Y pondrás en el arca el testimonio(e) que te daré.

17 Y harás un propiciatorio —cubierto(f) de oro puro: de dos y medio codos su longitud; y de codo y medio su latitud.

18 Y harás dos querubines de oro; batidos los harás de los dos extremos de la cubierta;

19 y haz un querubín del extremo de acá y un querubín del extremo de allá; de la cubierta haced los querubines de sus dos extremos.

20 Y los querubines estarán desplegando las alas por encima, cubriendo con sus alas la cubierta, y sus rostros uno contra el otro; e inclinados sobre la cubierta estarán los rostros de los querubines.

21 Y pon la cubierta sobre el ara encima; y en el arca pon el testimonio que te daré.

22 Allí me presentaré a ti y te hablaré (de sobre el propiciatorio, de en medio de los dos querubines, los sobre el arca del testimonio) todo lo que te mandaré para los hijos de Israel.

23 Y harás una mesa de madera de Sitim(g): dos codos su longitud, y un codo, su latitud; y codo y medio, su altura.

24 Y la cubrirás de oro puro, y le harás una coronación de oro en contorno.

25 Y le harás un borde(h), de una mano de ancho, en contorno; y harás la coronación de oro en contorno.

26 Y harás para ella cuatro anillos de oro y pondrás los cuatro anillos en las cuatro esquinas las de sus cuatro pies;

27 Y debajo del borde estarán los anillos para colocación de las varas, a fin de llevar con ellas la mesa.

28 Y harás las varas de madera de sitim y las cubrirás de oro puro; y se llevará con ellas la mesa.

29 Y harás escudillas, y tazas, e incensarios y tazones en que libar; de oro puro los harás.

30 Y pondrás sobre la mesa panes de proposición delante de mí continuamente.

31 Y harás un candelabro de oro puro, batido harás el candelabro; su astil, y los brazos, y los cálices y las manzanas y azucenas saldrán del mismo.

32 Y seis brazos saldrán de sus lados: tres brazos del candelabro de un lado y tres brazos del candelabro del otro lado.

33 Y tres cálices almendriformes en el un brazo; manzana y azucena(i); y tres cálices almendriformes en el otro brazo; manzana y azucena; así en los seis brazos que nacen del candelabro.

34 Y en el candelabro, cuatro cálices(j) almendriformes; sus manzanas y sus azucenas.

35 Y una manzana hacia debajo de dos brazos en él; y una manzana debajo de dos brazos en él y una manzana debajo de dos brazos en él, según los seis brazos que nacen de él(k).

36 Y las manzanas y los brazos de él mismo serán(l) enteramente batidos; macizos de oro puro.

37 Y harás sus lámparas siete; y pondrás encima de las lámparas y lucirán a un sólo lado(m).

38 Y sus despabiladeras y ceniceras de oro puro harás;

39 todos estos vasos: un talento de oro puro.

40 Mira y haz conforme al ejemplar que se te ha mostrado en el monte.

26

1 El arca y el tabernáculo Y el tabernáculo harás de diez tapices de biso torcido, y jacinto(a), y púrpura y grana doble: querubines de labor textil los harás.

2 Longitud de un tapiz: veintiocho codos; latitud: cuatro codos, de un tapiz será; la misma medida para todos los tapices.

3 Y cinco tapices juntáranse entre sí, uno con otro; y cinco tapices se juntarán uno con otro.

4 Y harás lazadas de jacinto en el borde del un tapiz, en el extremo de la una juntura; y así harás en el borde del tapiz exterior de la otra juntura.

5 Cincuenta lazadas harás para un tapiz, y cincuenta lazadas harás en el extremo del tapiz el de la segunda juntura; contrapuestas las lazadas la una a la otra.

6 Y harás cincuenta anillos de oro y juntarás los tapices uno con otro con los anillos; y será un solo tabernáculo.

7 Y harás cortinas de pelo para cubierta del tabernáculo; once cortinas las harás.

8 La longitud de una cortina, treinta codos, y cuatro codos la latitud de una cortina; la misma medida tendrán las once cortinas.

9 Y juntarás las cinco cortinas aparte, y las seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina delante de la faz del tabernáculo;

10 y harás cincuenta lazadas en el borde de la una cortina extrema, en la juntura, y cincuenta lazadas en el borde de la cortina de la otra juntura.

11 Y harás anillos broncíneos cincuenta para atar las lazadas, y atarás las cortinas y serán un todo.

12 Y lo sobrante de las cortinas de la tienda: la mitad de una cortina sobrante, colgará detrás de la tienda.

13 Y el codo de aquí y el codo de allí, que sobra en la longitud de las cortinas de la tienda, sobrecolgará a los lados de la tienda, para cubrirla.

14 Y harás una techumbre para la tienda: pieles de carnero purpuradas, y una techumbre: pieles violáceas, por encima.

15 Y harás las tablas, para la morada, de madera de sitim, derechas:

16 diez codos la longitud de la tabla, y codo y medio la latitud de la tabla;

17 dos encajes en cada tabla calzando el uno con el otro; así harás todas las tablas de la morada.

18 Y harás las tablas para la morada: veinte tablas al lado del mediodía.

19 Y cuarenta basas argentinas harás para las veinte tablas: dos basas para una tabla, para sus dos encajes; y dos basas para una tabla, para sus dos encajes.

20 Y al otro lado de la morada: al septentrión veinte tablas.

21 Y sus cuarenta basas argentinas: dos basas para una tabla, y dos basas para una tabla.

22 Y al lado posterior de la morada, al occidente, harás seis tablas.

23 Y dos tablas harás en las esquinas de la morada al lado posterior;

24 y se juntarán desde abajo y se juntarán iguales hasta lo alto con un anillo; así las harás ambas en las dos esquinas.

25 Y serán ocho tablas, y sus basas argentinas, dieciséis: dos basas para una tabla y dos basas para una tabla.

26 Y harás travesaños de madera de Sitim: cinco para las tablas del un lado de la morada;

27 y cinco travesaños para las tablas del otro lado de la morada, y cinco travesaños para las tablas del lado posterior de la morada, al occidente.

28 Y el travesaño del medio en la mitad de las tablas, cerrando del un extremo al otro extremo.

29 Y las tablas cubrirás de oro, y los anillos harás de oro por los cuales meterás los travesaños, y cubrirás de oro los travesaños.

30 Y levantarás el tabernáculo según la imagen que se te ha mostrado en el monte.

31 Y harás un velo de jacinto, y púrpura y grana tejida y de biso torcido: obra de arte textoria(b) haráslo: querubines.

32 Y lo pondrás(c) sobre cuatro columnas de madera de sitim, cubiertas de oro; y sus capiteles áureos y sus cuatro basas argentinas.

33 Y pondrás el velo sobre las columnas e introducirás adentro del velo el arca del testimonio; y os dividirá el velo entre el santo y entre el santo de los santos.

34 Y pondrás el propiciatorio(d) sobre el arca del testimonio en el santo de los santos.

35 Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelabro enfrente de la mesa al lado del tabernáculo, al mediodía; y la mesa pondrás al lado del septentrión.

36 Y harás una cortina para la entrada del tabernáculo; de jacinto, y púrpura y grana tejida y biso hilado: obra de bordador.

37 Y harás para la cortina cinco columnas de Sitim y las cubrirás de oro; y los capiteles de ellas de oro; y fundirás para ellas cinco basas broncíneas.

27

1 El altar; el atrio y el alumbrado Y harás el altar de madera de Sitim; cinco codos la longitud y cinco codos la latitud; cuadrado será el altar; y tres codos su altura.

2 Y harás los cuernos a sus cuatro esquinas; de él saldrán los cuernos, y lo(a) cubrirás de bronce.

3 Y harás sus calderas para echar su ceniza(b), y sus paletas, y sus tazones, y sus garfios y sus braceros; y todos sus vasos harás broncíneos.

4 Y le harás un enrejado, obra de red, broncíneo y harás a la red cuatro anillos broncíneos a las cuatro esquinas.

5 Y la pondrás dentro del cerco del altar desde abajo, y llegará la red hasta la mitad del altar.

6 Y harás varas para el altar, varas de madera de Sitim y las cubrirás de bronce,

7 Y meterás sus varas en los anillos y estén las varas a ambos lados del altar cuando se le lleve.

8 Hueco, de tablas, lo harás; según se te ha mostrado en el monte, así lo harás.

9 Y harás atrio a la morada; al lado del mediodía, cortina del atrio, de biso torcido; cien codos la longitud de un lado.

10 Y sus columnas veinte y las basas de ellas veinte, broncíneas y los capiteles de las columnas y sus molduras argentinos.

11 Así también al lado del septentrión, a lo largo cortinas, cien codos la longitud; y sus columnas veinte, y sus basas veinte de bronce, y los capiteles de las columnas y sus molduras argentinos.

12 Y la latitud del atrio, al occidente, velas, de cincuenta codos; sus columnas, diez, y sus basas, diez.

13 Y la latitud del atrio, al oriente cincuenta codos; sus columnas, diez y las basas de ellas, diez.

14 Y quince codos la altura de las velas del un lado; las columnas de ellas, tres, y las basas de ellas tres.

15 Y, al otro lado, quince codos la altura de las velas; sus columnas tres, y las basas de ellas tres.

16 Y para la puerta del atrio un velo: veinte codos la altura, de jacinto, y púrpura, y grana torcida y biso torcido con labor varia de bordador; columnas de ellas cuatro, y las basas de ellas cuatro.

17 Todas las columnas del atrio, en contorno, cubiertas de plata; y los capiteles de ellas argentinos y las basas de ellas, broncíneas.

18 Y la longitud del atrio ciento por ciento(c), y la latitud, cincuenta por cincuenta, y la altura, cinco codos: de biso torcido; y sus basas, broncíneas.

19 Y todos los vasos, y todos los instrumentos y los clavos del atrio, broncíneos.

20 Y tú manda a los hijos de Israel que te traigan aceite de olivas puro molido, para luminaria, para que arda lámpara continuamente,

21 en el tabernáculo del testimonio; afuera del velo, el de la alianza; y quemáralo Aarón y sus hijos desde la tarde hasta la mañana a faz de Señor: ley eterna, para vuestras generaciones, de los hijos de Israel».

28

1 Vestiduras sacerdotales Y tú trae a ti a Aarón tu hermano y sus hijos, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes: Aarón; y Nadab, y Abiud, y Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.

2 Y haz vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y decoro.

3 Y tú habla a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría: y harán las vestiduras sagradas a Aarón, para santificarle, para que sirva de sacerdote.

4 Y éstas las vestiduras que harán: el racional(a), el efod(b) y el manto, y la túnica labrada, y mitra y cinturón así harán vestiduras sagradas a Aarón y sus hijos para ministrarme.

5 Y ellos tomarán para esto el oro, y el jacinto, y la púrpura, y la grana y el biso.

6 Y harán el efod de oro, y de jacinto, y púrpura y grana y biso torcido: obra de bordador.

7 Dos hombreras unidas tendrá en los dos lados; y así se unirá.

8 Y la faja de ceñir que hay sobre él, será de la misma labor, de una pieza con él: de jacinto, y púrpura y grana, y biso torcido.

9 Y tomarás dos piedras, piedras de ónice y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel(c):

10 seis nombres en la una piedra y los otros seis nombres en la otra piedra, según sus generaciones:

11 obra de arte lapidario: cinceladura de sello cincelarás las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; fijas en engaste de oro las harás.

12 Y pondrás las dos piedras en las hombreras del efod, como piedras de memoria a los hijos de Israel; y llevará Aarón sus nombres delante de Señor, sobre sus dos hombros, en recuerdo de ellos.

13 Y harás ganchos(d) de oro puro;

14 y harás dos cadenillas de oro puro trenzadas, obra de trenza; y fijarás las cadenillas en los ganchos.

15 Y harás un racional(e) del juicio, labor varia del bordador; al modo del efod; de oro, y jacinto, y púrpura, y grana y biso torcido lo harás.

16 Cuadrado será, doblado; un palmo su longitud y un palmo su latitud.

17 Y entretejerás en él cuatro hileras de piedras engastadas. Hilera de piedras habrá: sardio, topacio y esmeralda, la hilera primera;

18 y la hilera segunda: carbunclo, y zafiro y jaspe;

19 y la hilera tercera: jacinto, ágata, ametisto;

20 y la hilera cuarta: crisólito y ónice y berilo; cubiertas en torno de oro y engastadas en oro, según sus hileras.

21 Y las piedras serán los nombres de los hijos de Israel: doce según sus nombres; cinceladuras de sellos, cada una con su nombre, sean para las doce tribus.

22 Y harás en el racional cadenillas trenzadas, obra de cadenillero, de oro puro.

23 Y harás en el racional dos anillos de oro y pondrás los dos anillos en las puntas del racional;

24 y pondrás las dos trenzas de oro en los dos anillos de las esquinas del racional.

25 Y los dos extremos de las dos trenzas pondrás en los dos engastes y los pondrás en las hombreras del efod por delante.

26 Y harás dos anillos de oro y los pondrás en las dos puntas del racional, en su orla, la a lo largo del efod, adentro(f).

27 Y harás dos anillos de oro y los pondrás en las dos hombreras del efod, abajo, por delante, cerca de la juntura, sobre el cinturón del efod.

28 Y juntarán el racional con sus anillos a los anillos del efod con un cordón de jacinto, para que quede sobre el cinturón del efod, y no se aparte del efod el racional.

29 Así lleve Aarón los nombres de los hijos de Israel en el racional del juicio, sobre su corazón al entrar en el santuario, en memoria, ante el Señor, por siempre.

30 Y pondrás en el racional del juicio la Declaración y la Verdad(g), y estarán sobre el corazón de Aarón, cuando entrare a faz del Señor; y así llevará Aarón el juicio de los hijos de Israel, sobre su corazón, por siempre, ante Señor.

31 Y harás la túnica del efod toda de jacinto.

32 Y habrá una abertura para la cabeza al medio de ella, borde teniendo, obra de tejedor: una orla entretejida en ella, para que no se rasgue.

33 Y harás en su orilla granadas de jacinto, púrpura y grana, en su orilla alrededor; y campanillas de oro en medio de ellas alrededor.

34 Una campanilla de oro y una granada; y una(h) campanilla y una granada en la orla de la túnica alrededor.

35 Y la llevará Aarón, cuando ministrare para que se oiga su son al entrar él en el santuario ante Señor, y al salir, para que no muera.

36 Y harás una diadema de oro puro y grabarás en ella grabadura de sello: «Santo al Señor».

37 Y la atarás con jacinto torcido, y estará sobre la mitra; en el frente de la mitra estará.

38 Y estará sobre la frente de Aarón, y(i) llevará Aarón los pecados de las cosas santas, cuantas santificaren los hijos de Israel, de toda dádiva santa de ellos; y estará sobre la frente de Aarón, por siempre: aplacamiento para ellos ante Señor.

39 Y tejerás una túnica(j) de biso, y una tiara de biso; y un cinturón, obra de bordador.

40 Y para los hijos de Aarón harás túnicas, y cinturones y tiaras para honra y decoro.

41 Y vestirás de ellos a Aarón, tu hermano, y a los hijos de él con él, y los ungirás y llenarás(k) sus manos y les santificarás, para que sean mis sacerdotes.

42 Y les harás femorales líneos para cubrir la vergüenza de su carne; desde los lomos hasta los muslos serán.

43 Y llevarálos Aarón y sus hijos, cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, o, cuando se llegaren a servir al altar del santuario, para que no contraigan pecado y mueran; ley eterna para él y su simiente después de él.

29

1 Consagración de Aarón y sus hijos Y esto es lo que harás con ellos, para santificarles, para que sean mis sacerdotes: tomarás un becerro de entre la vacada y dos carneros sin tacha;

2 y panes ázimos amasados y tortas ázimas amasadas con aceite y hojaldres ázimas untadas con aceite; de flor de harina tritícea los harás.

3 Y los pondrás en cesta una; y los traerás en la cesta, y el becerro y los dos carneros.

4 Y a Aarón y sus hijos traerás a las puertas del tabernáculo del testimonio y les lavarás con agua.

5 Y tomarás las vestiduras y vestirás a Aarón la túnica y el manto del efod, y el efod y racional; y le ceñirás con el cinturón del efod.

6 Y pondrás la mitra en su cabeza, y pondrás la diadema, la santificación, en la mitra.

7 Y tomarás el óleo de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza y lo ungirás.

8 Y sus hijos acercarás y vestirásles las túnicas.

9 Y les ceñirás los cinturones y les pondrás las mitras; y seráles sacerdocio para mí por los siglos, y perfeccionarás a Aarón: las manos de él y las manos de sus hijos(a)

10 Y traerás el becerro a las puertas del tabernáculo del testimonio, y pondrán Aarón y sus hijos sus manos sobre la cabeza del becerro a faz de Señor;

11 y degollarás el becerro a faz de Señor, a las puertas del tabernáculo del testimonio.

12 Y tomarás de la sangre y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo; y toda la otra sangre derramarás a la basa del altar.

13 y tomarás toda la grosura la sobre los intestinos y el redaño sobre el hígado y los dos riñones, y la grosura la sobre ellos, y los quemarás sobre el altar.

14 Pero la carne del becerro, y la piel y el fimo quemarás a fuego, fuera del campamento; pues por pecado es(b).

15 Y el carnero tomarás, el uno, y pondrá Aarón y sus hijos sus manos sobre la cabeza del carnero;

16 y lo degollarás, y tomarás su sangre y rociarás con ella el altar en contorno.

17 Y despresarás el carnero y lavarás sus intestinos y sus piernas con agua y los pondrás sobre sus presas y su cabeza.

18 Y ofrecerás(c) entero el carnero sobre el altar en olor de suavidad: holocausto para Señor será.

19 Y tomarás el carnero, el segundo, y pondrá Aarón y sus hijos sus manos sobre la cabeza del carnero;

20 y lo degollarás y tomarás de la sangre de él y pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y sobre el lóbulo de sus hijos y sobre los pólices de la mano derecha de ellos y sobre el pólice de los pies derechos de ellos, y rociarás con la sangre el altar en contorno.

21 Y tomarás de la sangre, la sobre el altar(d) y del óleo de la unción, y esparcirás sobre Aarón y sus vestiduras, y sobre sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él, y será santificado él y sus vestiduras, y sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él(e).

22 Y tomarás del carnero la grosura de él, y la grosura que cubre el vientre,(f) y el redaño del hígado y los dos riñones, y la grosura de sobre ellos, y el muslo derecho (pues carnero de consagración es éste)

23 y un pan, y una torta de aceite y una hojaldre de la cesta de los ázimos, los puestos ante Señor.

24 Y pondrás todo en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos, y con agitación lo agitarás ante Señor.

25 Y lo tomarás de las manos de ellos y lo quemarás sobre el altar, sobre el holocausto(g), en olor de suavidad ante Señor; es ofrenda encendida para Señor.

26 Y tomarás el pecho del carnero de la consagración para Aarón, y con agitación lo agitará ante Señor, y será tu porción.

27 Y santificado el pecho de la agitación y el muslo de la elevación (el uno es agitado y el otro es elevado) del carnero de la consagración, para Aarón y para sus hijos.

28 Y será para Aarón y sus hijos; ley eterna de los hijos de Israel; porque elección(h) es ésta; y elevación habrá de parte de los hijos de Israel de sus víctimas pacíficas de los hijos de Israel; elevación para Señor.

29 Y las vestiduras sagradas de Aarón tendrán sus hijos después de él, para ser ungidos con ellas y consagradas las manos de ellos;

30 siete días las vestirá el sacerdote en lugar de él, de sus hijos, el que entrare en el tabernáculo del testimonio, a ministrar en el santuario.

31 Y el carnero de la consagración tomarás y cocerás su carne en lugar sagrado;

32 y comerán Aarón y sus hijos la carne del carnero y los panes los en la cesta a las puertas del tabernáculo del testimonio;

33 comerán los en que han sido santificados, para perfeccionar sus manos, para santificarles y extranjero no comerá de ello, que es santo.

34 Y, si sobrare de la carne de consagración y de los panes hasta la mañana, quemarás lo sobrante a fuego; no se comerá, que santo es.

35 Y harás a Aarón y sus hijos así, conforme a todo cuanto te he mandado: siete días consagrarás sus manos.

36 Y el becerro por el pecado sacrificarás diariamente en propiciación, y expiarás el altar, propiciando(i) sobre él, y lo ungirás en santificación.

37 Siete días propiciarás el altar y santificarás, y será santo de santos(j), todo lo que tocare el altar, se santificará(k).

38 Y esto es lo que ofrecerás en el altar: dos corderos de año, cada día perpetuamente.

39 El un cordero ofrecerás a la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la tarde;

40 y un décimo(l) de flor de harina amasado con cuarto de hin de aceite molido; y una libación: un cuarto de hin de vino para el un cordero.

41 Y el otro cordero ofrecerás a la tarde; como la ofrenda matutina y como su libación ofrecerás en olor de suavidad; ofrenda encendida para Señor,

42 holocausto perpetuo en vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo del testimonio, ante Señor, donde me presentaré a vosotros, para hablar contigo.

43 Allí preceptuaré a los hijos de Israel, y me santificaré en mi gloria.

44 Y santificaré el tabernáculo del testimonio y el altar; y a Aarón y sus hijos santificaré, para que sean mis sacerdotes.

45 Y habitaré entre los hijos de Israel y seré el Dios de ellos.

46 Y conocerán que soy Señor su Dios el que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo, Señor, su Dios.

30

1 El altar de los timiamas. El tributo, pila, óleo y timiamas Y harás un altar de timiamas; de madera de Sitim lo harás.

2 un codo su longitud y un codo, su latitud: cuadrado será; y dos codos, su altura; de entre el mismo sus cuernos.

3 Y lo cubrirás de oro puro: su enrejado y sus paredes alrededor y sus cuernos; y harásle una coronación de oro alrededor.

4 Y, dos anillos áureos debajo de la coronación, a sus dos esquinas, en sus dos lados, y serán para colocación de las varas para llevarlo con ellas.

5 Y harás las varas de madera de Sitim y las cubrirás de oro.

6 Y le pondrás enfrente del velo el que está delante del tabernáculo del testimonio, donde hablaré contigo.

7 Y quemará sobre él Aarón timiama, mañana por mañana; cuando aderezare las lámparas, quemarálo.

8 Y, cuando encendiere Aarón las lámparas a la tarde quemarálo: timiama de incesante continuación, ante Señor, por vuestras generaciones.

9 Y no ofreceréis sobre él otro timiama(a), víctima, oblación; y libación no derramaréis sobre él.

10 Y propiciará Aarón en sus cuernos, una vez en el año: la sangre de la expiación, expiará sobre él, por vuestras generaciones: santo de santos es(b) para Señor».

11 Y habló Señor a Moisés y dijo:

12 «Cuando tomares el número de los hijos de Israel, en la cuenta de ellos, dará cada uno rescate de su alma a Señor, y no habrá en ellos mortandad, en la cuenta de ellos(c).

13 Y esto es lo que darán, cuantos pasaren por la cuenta: medio siclo(d), según el siclo del santuario; veinte óbolos, el siclo; medio siclo ofrenda a Señor,

14 todo el que pasare por la cuenta, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Señor.

15 El rico no aumentará y el pobre no disminuirá de medio siclo, al dar la ofrenda, a Señor, para expiar por vuestras almas.

16 Y tomarás el dinero de la ofrenda, de los hijos de Israel y lo darás para el servicio del tabernáculo del testimonio, y será a los hijos de Israel memorial, ante Señor, para propiciar vuestras almas».

17 Y Señor habló a Moisés y dijo:

18 Harás una fuente de bronce, y su basa, de bronce, para lavar; y la pondrás entre el tabernáculo del testimonio y entre el altar(e); y echarás en ella agua.

19 Y se lavará Aarón y sus hijos, de ella, las manos y los pies.

20 Cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, se lavarán con agua; y no morirán; cuando entraren al altar a ministrar y ofrecer los sacrificios a Señor,

21 se lavarán las manos y los pies con agua, para que no mueran; y seráles ley eterna, a él y su simiente por sus generaciones».

22 Y habló Señor a Moisés y dijo:

23 «Y tú toma aromas: la flor de mirra escogida: quinientos siclos; y cinamomo aromático: la mitad: doscientos cincuenta; y cálamo aromático: doscientos cincuenta;

24 y casia: quinientos, según el siclo del santuario, y aceite de olivas: un hin(f).

25 Y harás de ello óleo de unción santo: mezcla de ungüento, con arte de mezclador; óleo de unción santo será.

26 Y ungirás con él el tabernáculo del testimonio y el arca del testimonio;

27 y la mesa, y todos sus vasos, y el candelabro y todos sus vasos, y el altar de timiama,

28 y el altar del holocausto y todos sus vasos y la fuente y su basa.

29 Y santificarás todo, y serán cosas santas de santas: todo lo que las tocare, santificado será.

30 Y a Aarón y sus hijos unge y santifícales, para que sean mis sacerdotes.

31 Y a los hijos de Israel habla y di: «Oleo de unción santo será éste para vosotros, por vuestras generaciones;

32 sobre carne de hombre no será ungido, y según su composición no haréis nada semejante: santo es; santo será para vosotros.

33 Quien hiciere semejante, y quien diere de él a extraño, cortado será de su pueblo».

34 Y dijo el Señor a Moisés: Tómate especias: estacte, ónice(g), gálbano aromático e incienso transparente; por igual será.

35 Y harás de ellos un timiama, obra de mezclador mezclada, pura obra santa.

36 Y triturarás de ella un polvo y pondrás delante del testimonio en el tabernáculo del testimonio; de donde hablaré contigo; santo de santo será para vosotros.

37 Timiama, según esta composición no os haréis vosotros; santo seráos para Señor,

38 el que hiciere cosa semejante para olerla, cortado será de su pueblo.

31

1 Fábrica del tabernáculo. Reitérase la observancia del sábado. Las tablas de la ley. Y habló Señor a Moisés y dijo:

2 «He aquí he llamado por su nombre a Besebel, hijo de Urí, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

3 y le he llenado de espíritu divino de sabiduría, y entendimiento, y ciencia en toda obra,

4 para excogitar e inventar en labrar el oro, y la plata y el bronce;

5 y en cortar piedras de engaste y en cortar madera de hechura de toda obra.

6 He aquí le he asociado Ooliab, hijo de Abisamac de la tribu de Dan; y a todo inteligente de corazón he dado inteligencia; y harán todo lo que te he mandado:

7 el tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio, y el propiciatorio sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo,

8 y la mesa y sus vasos, y el candelabro el puro y todos sus vasos, y el altar del timiama,

9 y el altar del holocausto y todos sus vasos y la fuente y su basa;

10 y las vestiduras litúrgicas de Aarón y las vestiduras de sus hijos para el ministerio sacerdotal,

11 y el óleo de la unción y el timiama de la composición para el santuario; según todo cuanto te he mandado, harán.

12 Y habló Señor a Moisés y dijo:

13 «Y tú manda a los hijos de Israel y di: «Mirad, y mis sábados guardad: señal es ésta entre mí y vosotros por vuestras generaciones; para que conozcáis que yo, Señor, que os santifico.

14 Y guardad los sábados, pues santo es esto para vosotros; quien lo profanare, de muerte morirá; todo el que hiciere en él labor, cortada será aquella alma de su pueblo.

15 Seis días harás labor; pero el día el séptimo: los sábados, reposo sagrado para el Señor; todo el que hiciere labor el día el séptimo, matado será.

16 Y guardarán los hijos de Israel los sábados, celebrándolos por sus generaciones; alianza sempiterna.

17 Entre mí y los hijos de Israel es señal eterna, pues en seis días hizo Señor el cielo y la tierra y el día el séptimo cesó y reposó».

18 Y dio a Moisés, cuando cesó de hablarle en el monte, el Sinaí, las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas con el dedo de Dios.

32

1 El becerro de oro Cuando vio el pueblo que tardaba Moisés en descender del monte, reunióse el pueblo contra Aarón; y dijéronle: «Alza, haznos dioses que vayan delante de nosotros; que este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, —no sabemos qué le haya acontecido».

2 Y díjoles Aarón(a): «Tomad los zarcillos, los áureos, los en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos de vuestras hijas(b), y traédmelos».

3 Y se quitó todo el pueblo los zarcillos, los áureos, los en sus orejas y trajéronlos a Aarón.

4 Y recibió de manos de ellos y lo plasmó con buril, e hízolo becerro fundido; y dijeron(c): «Estos, tus dioses, Israel, los que te han sacado de la tierra de Egipto».

5 Y vio Aarón y edificó altar enfrente de él; y pregonó Aarón: «Fiesta del Señor mañana».

6 Y madrugaron al día siguiente, y ofrecieron holocaustos y trajeron pacíficos; y sentóse el pueblo a comer y beber, y levantáronse a regocijarse.

7 Y dijo Señor a Moisés: «Anda, desciende: pues ha prevaricado tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto.

8 Se han desviado pronto del camino que les mandaste; se han hecho un becerro, y adorádole y sacrificádole y dicho: «Estos, tus dioses, Israel, los que te han sacado de la tierra de Egipto».

9 Y el Señor dijo a Moisés: «He visto a este pueblo, y he aquí, pueblo es duro de cerviz;

10 Ahora déjame e inflámese mi furor contra ellos; y los borraré, y te haré un pueblo grande».

11 Y rogó Moisés ante Señor, su Dios y dijo: «¿Por qué, Señor, se inflama tu furor contra el pueblo que sacaste de tierra de Egipto en potencia grande y en mano excelsa?

12 No sea que digan los egipcios: «Para mal sacóles, para matarlos en la montaña y borrarles de la tierra». Cálmese el furor de tu ira, y aplácate sobre el mal de tu pueblo.

13 Acuérdate de Abrahán, Isaac e Israel, servidores tuyos, a quien juraste por ti mismo y hablásteles diciendo: Multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo, y toda esta tierra; de la cual dije: «La doy a vuestra simiente; poseeránla por siempre».

14 Y aplacóse Señor sobre el mal que dijera haría a su pueblo.

15 Y volvió Moisés y bajó del monte; y las dos tablas del testimonio en sus manos; tablas escritas a entrambos lados; del un lado y del otro escritas estaban.

16 Las tablas, empero, obra de Dios eran, y la escritura, escritura de Dios, grabadas en las tablas.

17 Y oyendo Josué la voz del pueblo vociferando; dijo a Moisés: «Voz de guerra en el campo».

18 Y dijo: «No es voz de vencedores ni voz de fugitivos: voz de abominaciones yo escucho».

19 Y, cuando se acercó al campo, y vio el becerro y las danzas, inflamóse en ira Moisés y lanzó de sus manos las dos tablas y destrozólas al pie del monte;

20 y tomó el becerro que hicieron, y quemólo en fuego y pulverizólo; y espolvoreólo sobre el agua y dióla a beber a los hijos de Israel.

21 Y dijo Moisés a Aarón: «¿Qué te hizo este pueblo que has traído sobre él culpa grande?»

22 Y dijo Aarón: «No se indigne mi señor, pues tú conoces la propensión(d) de este pueblo.

23 Porque me dijeron: «Haznos dioses que vayan delante de nosotros; pues este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido».

24 Y díjeles: «¿Quién de vosotros tiene oro?» Quitáronselo y diéronmelo; y arrojéle en el fuego, y salió este becerro».

25 Y vio Moisés al pueblo que estaba desnudo(e), pues habíalo desnudado Aarón, en ignominia ante sus adversarios(f);

26 y púsose Moisés a la puerta del campamento y dijo: «¿Quién con Señor? —Venga a mí». Y juntáronse con él todos(g) los hijos de Leví.

27 Y díjoles: «Esto dice Señor el Dios de Israel: «Poned cada uno su espada sobre el muslo; atravesad y volved de puerta a puerta por en medio del campo, y matad, cada uno a su hermano, y cada uno a su amigo y cada uno a su pariente(h)».

28 E hicieron los hijos de Leví, según les hablara Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.

29 Y dijo Moisés: «Habéis consagrado vuestras manos hoy a Señor, cada cual en el hijo o el hermano, para que se dé sobre vosotros bendición».

30 Y aconteció el otro día hablar Moisés al pueblo: «Vosotros pecasteis pecado grande, y ahora ascenderé a Dios para aplacarle sobre el pecado vuestro».

31 Y retornó Moisés a Señor y dijo: «Ruégote, Señor: pecó este pueblo pecado grande, que se hicieron dioses de oro.

32 Pero ahora, si les has de perdonar el pecado, perdona; si no bórrame de tu libro que has escrito».

33 Y dijo Señor a Moisés: «Si alguno ha pecado a faz mía —borraréles del libro mío.

34 Empero ahora, ve, desciende y conduce a este pueblo al lugar que te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de tu faz; y en el día de la visitación, traeré sobre ellos su pecado».

35 E hirió Señor al pueblo por la hechura del becerro que hizo Aarón.

33

1 Perdona Dios al pueblo; y va él mismo delante de él. Ve Moisés la gloria de Dios. Y dijo Señor a Moisés: «Ve, asciende de aquí tú y tu pueblo, que has sacado de tierra de Egipto, a la tierra que juré a Abrahán e Isaac y Jacob, diciendo: «A tu simiente la daré».

2 También enviaré al par a mi ángel delante de tu faz, y arrojaré al cananeo, y amorreo, y heteo, y ferezeo, y heveo y jebuseo.

3 Y te introduciré en tierra que mana leche y miel; pues no ascenderé contigo, por ser pueblo duro de cerviz tú para no anonadarte en el camino».

4 Y oyó el pueblo esta palabra la mala; y enlutáronse y ya nadie se engalanó.

5 Y dijo Señor a Moisés: «Di a los hijos de Israel: «Vosotros, pueblo duro de cerviz; de estar yo un momento en medio de ti, te anonadara(a); pero ahora deponed vuestros atavíos, y te mostraré lo que te he de hacer».

6 Y despojáronse los hijos de Israel de sus atavíos, desde el monte Horeb(b).

7 Moisés tomó su tienda y clavóla fuera del campamento, y fue llamada tienda del testimonio; y todo el que buscaba a Señor, salía a la tienda fuera del campamento.

8 Y, cuando salía Moisés a la tienda, levantábase todo el pueblo, y cada cual parábase a la puerta de su tienda; y miraban en pos de Moisés hasta que entraba en la tienda.

9 Y, cuando Moisés entraba en la tienda, descendía la columna de la nube y parábase a la puerta de la tienda, y hablaba con Moisés.

10 y veía todo el pueblo la columna de la nube parada a la puerta de la tienda; y pasado todo el pueblo, adoraban cada cual desde la puerta de su tienda.

11 Y hablaba Señor a Moisés faz a faz, como habla un hombre a su amigo; y volvía él al campamento; pero su servidor Josué, hijo de Nun, el discípulo, no salía de la tienda.

12 Y dijo Moisés a Señor: «He aquí tú me dices: «Lleva arriba a este pueblo; y tú no me has manifestado quién has de enviar conmigo; y tú me has dicho: «Conózcote por nombre y has hallado gracia en mis ojos».

13 Si he hallado, pues gracia en tus ojos, muéstrate a mí: claramente véate yo, para ser como quien ha hallado gracia en tus ojos, y para que yo sepa, que pueblo tuyo, esta gente la grande».

14 Y dijo: «Mi faz irá delante de ti y te reposaré».

15 Y díjole: «Si tu faz no precediese, no nos saques de aquí.

16 Y ¿cómo se conocerá que he hallado gracia en tus ojos yo y tu pueblo sino en andar, tú con nosotros, para que seamos glorificados ante todos los pueblos, cuantos hay sobre la tierra?»

17 Y dijo Señor a Moisés: «También esta palabra que has hablado, haré; pues has hallado gracia en mis ojos, y te conozco por nombre».

18 Y dijo: «Manifiéstame tu gloria».

19 Y dijo: «Yo pasaré delante de ti con toda mi bondad y hablaré con mi nombre: «Señor delante de ti»; y como me apiado de quien me apiado, y compadezco a quien compadezco».

20 Y, dijo: «No podrás ver mi faz, que no ve hombre mi faz, y vive».

21 Y dijo Señor: «He aquí un lugar cerca de mí, y estarás sobre la peña;

22 y cuando pasare mi gloria, te pondré en hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano, hasta que hubiere pasado;

23 y retiraré mi mano, y entonces me verás las espaldas; empero mi faz no se verá».

34

1 Moisés ve la gloria de Dios, y recibe las nuevas tablas de la ley Y dijo Señor a Moisés: «Córtate dos tablas lapídeas, conforme a las primeras; y escribiré sobre las tablas las palabras las de las primeras tablas que quebraste.

2 Y prepárate para mañana, y ascenderás al monte Sinaí y te me estarás allí sobre la cima del monte.

3 Y nadie ascienda contigo ni aparezca en todo el monte; y las ovejas y las vacas no se apacienten cerca de aquel monte».

4 Y cortó dos tablas lapídeas conforme a las primeras; y Moisés madrugó y subió al monte Sinaí, según le ordenara Señor; y tomó en su mano las dos tablas las lapídeas.

5 Y descendió Señor en nube y púsose junto a él allí, y exclamó con el nombre de Señor.

6 Y pasó Señor ante su faz y clamó: «¡Señor, Señor! el Dios misericordioso y compasivo, longánimo, y lleno de piedad y fidelidad;

7 guardando piedad a los millares(a); quitando iniquidades e injusticias y pecados; y no justificará al culpable, trayendo las iniquidades de padres sobre hijos, y sobre hijos de hijos, sobre tercera y cuarta generación».

8 Y apresuróse Moisés e inclinóse hasta la tierra y adoró;

9 y dijo: «Si he hallado gracia en tus ojos, camine mi Señor en medio de nosotros, porque pueblo de dura cerviz es; y perdonarás nuestros pecados y nuestras iniquidades, y seremos tuyos».

10 Y dijo Señor: «He aquí yo pacto alianza: a faz de todo tu pueblo haré maravillas que no ha habido en toda la tierra y en toda gente; y verá todo el pueblo entre quienes estás, las obras de Señor, que pasmosas son las que te haré.

11 Atiende tú a cuanto hoy te mando: he aquí arrojo ante tu faz al amorreo, y cananeo, y heteo, y ferezeo y heveo y jebuseo.

12 Guárdate de que no hagas alianza con los habitantes de la tierra a que llegares, para que no se te hagan tropiezo en medio de vosotros;

13 sino que sus aras destruirás y sus estatuas desmenuzarás y sus selvas cortarás.

14 Porque no adorarás dioses ajenos; pues Señor, el Dios, celador, su nombre; Dios celoso es.

15 No pactes alianza con los habitantes de la tierra; no sea que fornicando ellos con sus dioses y sacrificando a sus dioses, te llamen y comas de su sacrificio;

16 y tomes de las hijas de ellos para tus hijos, y forniquen sus hijas con los dioses de ellas y forniquen tus hijos con los dioses de ellas.

17 Y dioses conflátiles no te harás,

18 y la fiesta de los ázimos guardarás; siete días comerás ázimos, según te tengo ordenado, en el tiempo del mes de las espigas; que en el mes de las espigas saliste de Egipto.

19 Todo lo que abre matriz, mío lo masculino: todo primogénito de becerro y primogénito de oveja.

20 Y el primerizo del asno redimirás con cordero; y si no lo redimieres, lo desnucarás. Todo primogénito de tus hijos, redimirás; no comparecerás vacío ante mi faz.

21 Seis días trabajarás, pero el séptimo reposo; en la siembra y en la siega reposo.

22 Y fiesta de semanas te harás: primicias de siega de trigo, y primicias de recolección a la vuelta del año.

23 Tres veces al año comparecerá todo lo masculino tuyo ante la faz de Señor el Dios de Israel.

24 Pues, cuando yo hubiere arrojado las gentes ante tu faz y dilatado tus confines; no codiciará nadie tu tierra, cuando subieres a comparecer ante la faz de Señor, tu Dios, tres veces al año.

25 No degollarás sobre fermento sangre de mis víctimas; y no pernoctará hasta la mañana la víctima de la pascua.

26 Las primicias de tu tierra pondrás en la casa de Señor tu Dios. No cocerás cabrito en leche de su madre(b)».

27 Y dijo Señor a Moisés: «Escríbete estas palabras; que con estas palabras pacto alianza contigo y con Israel».

28 Y estuvo allí Moisés delante de Señor cuarenta días y cuarenta noches; y pan no comió y agua no bebió; y escribió estas palabras en las tablas de la alianza; las diez palabras.

29 Y, al descender Moisés del monte, las dos tablas en las manos de Moisés; y, al descender del monte, no sabía Moisés que la tez de su faz esplendorosa, por haber hablado él con él.

30 Y vio Aarón y todos los ancianos de Israel a Moisés, y he aquí esplendorosa estaba la tez de su faz y temieron llegarse a él.

31 Y llamóles Moisés, y volvieron a él Aarón y todos los príncipes de la sinagoga; y hablóles Moisés.

32 Y después de esto, llegáronse a él todos los hijos de Israel; y mandóles cuanto le mandara Señor en el monte.

33 Y, cuando terminó de hablarles, puso sobre su rostro un velo.

34 Y, cuando entraba Moisés ante Señor a hablarle, quitábase el velo, hasta salir; y, saliendo, hablaba a todos los hijos de Israel, cuanto le mandara Señor.

35 Y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés que la tez del rostro de Moisés estaba esplendorosa; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro hasta entrar a hablar con él.

35

1 Del sábado. Ofrenda para la fábrica del tabernáculo Y reunió Moisés toda la congregación de hijos de Israel, y díjoles: «Estas las palabras que ha mandado Señor hacer.

2 Seis días haráse labor; pero el día el séptimo, reposo sagrado, sábados de reposo para Señor; todo el que hiciere en él labor, morirá.

3 No encenderéis fuego en toda habitación vuestra el día de los sábados».

4 Y dijo Moisés a toda la congregación de hijos de Israel, diciendo: «Esta la palabra que ha mandado Señor, diciendo:

5 «Tomad de entre vosotros ofrendas para Señor;

6 todo aquel a quien moviere el corazón, traerá primicias a Señor: oro, plata, bronce, jacinto, púrpura, grana doble hilada, biso y pelo caprino,

7 y pieles de carnero purpuradas y pieles violáceas y madera de Sitim;

8 y aceite de alumbrar, aromas para ungüentos y timiamas olorosos,

9 y piedras ónices y gemas para ornar el efod y el racional.

10 Y todo sabio de corazón entre vosotros venga y labre cuanto ha mandado Señor:

11 el tabernáculo, su tienda y su cubierta, y sus anillos y sus tablas, sus barras, sus columnas y sus basas;

12 el arca y sus vasas; el propiciatorio y el velo de la tienda;

13 la mesa, y sus varas y todos sus vasos y los panes de proposición;

14 y el candelabro de alumbrar, y sus vasos, y sus lámparas y el aceite de alumbrar;

15 y el altar del timiama y sus varas y el óleo de unción, y el timiama de especias, y el pabellón de entrada para la entrada del tabernáculo;

16 y el altar del holocausto y su reja de bronce, sus varas y todos sus vasos; la fuente y su basa;

17 las cortinas del atrio, sus columnas y sus basas;

18 las estacas del tabernáculo, y las estacas del pabellón del atrio y sus cuerdas;

19 y las vestiduras de ministerio del santuario: las vestiduras sagradas de Aarón y las vestiduras de sus hijos para el sacerdocio».

20 Y salió toda la sinagoga de los hijos de Israel, de con Moisés.

21 Y trajeron cada cual lo que le movía el corazón y a cuantos pareció en el alma: donativo; y trajeron donativo a Señor para toda la obra del tabernáculo del testimonio, y para todas las dependencias de él y para todas las vestiduras sagradas.

22 Y vinieron los hombres con las mujeres; todo aquel a quien movía el corazón, trajeron sellos(a), y zarcillos, y anillos, y diademas y brazaletes; toda obra de oro, y todos cuantos trajeron donativos áureos a Señor;

23 y todo el que se hallaba con jacinto, y púrpura y grana, y biso, y pelo caprino y pieles de carnero, traíanlo.

24 Y todo el que levantaba un don de plata y bronce, traía el don a Señor; y todo el que se hallaba con madera de Sitim, para toda obra del servicio, traíalo.

25 Y toda mujer sabia en la industria de hilar con las manos, traían lo hilado: el jacinto, y la púrpura, y la grana y el biso;

26 y todas las mujeres cuyo corazón se levantaba en sabiduría, hilaban los pelos caprinos.

27 Y los príncipes traían las piedras de ónice y las piedras del engaste para el efod y el racional;

28 y las especias y el aceite del alumbrado y el óleo de la unción, y las especias del timiama.

29 Y todo hombre y mujer a quienes movía su corazón a traer para toda obra que había mandado Señor hacer por medio de Moisés, traían los hijos de Israel, don a Señor.

30 Y dijo Moisés a los hijos de Israel: «He aquí llamó Dios por nombre a Beseleel, hijo de Urí, hijo de Hur, de tribu de Judá,

31 y llenóle espíritu divino de sabiduría, y entendimiento y ciencia de todo;

32 para fabricar según todas las obras de fábrica para labrar el oro, y la plata y el bronce,

33 para cortar la piedra y elaborar la madera y labrar en toda obra de sabiduría;

34 y enseñar dióle en el corazón, a él y a Ooliab, hijo de Aquisamec, de tribu de Dan.

35 Llenóle de sabiduría para saber hacer todas las obras del artífice y tejedor y recamador en jacinto, y púrpura, y grana y biso, y en telar; para hacer toda labor y excogitar pensamientos.

36

1 E hicieron Beseleel y Ooliab y todo sabio de corazón, a quienes diera Señor sabiduría y entendimiento para saber hacer todas las obras del servicio del santuario, según todo cuanto les ordenara Señor.

2 Y llamó Moisés a Beseleel y Ooliab y a todos los que tenían la sabiduría; a quienes había dado Dios ciencia en el corazón; y a todos los que de grado querían entrar a las labores para consumarlas.

3 Y tomaron de Moisés todos los dones que trajeran los hijos de Israel para todas las obras del santuario, por hacer; y ellos seguían recibiendo las ofrendas que traían mañana a mañana.

4 Y vinieron todos los sabios, los hacedores de las obras del santuario; cada cual según la labor que ellos labraban;

5 y dijeron a Moisés: «Exceso trae el pueblo para las obras que ha ordenado Señor hacer».

6 Y mandó Moisés y pregonó en el campamento, diciendo: «Hombre y mujer no trabajen ya en dones del santuario». Y detenido fue el pueblo en ofrecer.

7 Y las obras éranles bastantes para hacer toda obra, y sobraba.

8 E hizo todo sabio entre los obreros del tabernáculo, de diez tapices; de(a) biso torcido, y jacinto, y púrpura y grana, con querubines, obra de arte textoria hízolo.

9 Veintiocho codos la longitud de un tapiz; cuatro codos la latitud de un tapiz; una medida para todos los tapices.

10 Y juntó los cinco tapices uno con otro y ligó los otros cinco tapices, uno con otro.

11 E hizo lazadas de jacinto en la orilla de un tapiz en el borde de la una juntura; y así hizo en la orilla del tapiz exterior de la otra juntura.

12 Cincuenta lazadas hizo en el un tapiz, y cincuenta lazadas hizo en el borde del tapiz, el de la segunda juntura: unas en frente de las otras las lazadas.

13 E hizo cincuenta anillos áureos y juntó los tapices entre sí con los anillos, y el tabernáculo fue un todo.

14 E hizo cortinas de pelo caprino para la cubierta sobre el tabernáculo; once de tales cortinas hizo.

15 Treinta codos la longitud de la una cortina; y cuatro codos la latitud de la una cortina; una medida para las once cortinas.

16 Y juntó las cinco cortinas aparte, y las seis cortinas aparte.

17 E hizo cincuenta lazadas en la orilla de la una cortina exterior en la una juntura, y cincuenta lazadas en la orilla de la cortina de la otra juntura.

18 E hizo cincuenta anillos de bronce para juntar la tienda, para que fuese un todo.

19 E hizo una techumbre para la tienda, de pieles de carnero purpuradas, y una(b) cubierta de pieles violáceas encima.

20 E hizo las tablas para la morada, de madera de Sitim, derechas.

21 Diez codos la longitud de las tablas, y codo y medio la latitud de una tabla.

22 Dos encajes en una tabla, correspondiendo la una a la otra; así hizo en todas las tablas de la morada.

23 E hizo las tablas para la morada; veinte tablas al lado del mediodía, al sur.

24 Y cuarenta basas de plata hizo debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos encajes; y dos basas debajo de una(c) tabla para sus dos encajes.

25 Y al otro lado del tabernáculo, hacia el septentrión, hizo veinte tablas;

26 y sus cuarenta basas argentinas: dos basas bajo una tabla, y dos basas bajo una tabla.

27 Y al otro lado de la morada, al occidente, hizo seis tablas.

28 Y dos tablas hizo en las esquinas de la morada, al lado posterior;

29 y uníanse desde abajo, y juntábanse hasta la cima con un anillo; así hizo con las dos, en los dos extremos.

30 Así eran ocho tablas y sus basas de plata, dieciséis basas; dos basas debajo de cada tabla.

31 E hizo travesaños de madera de Sitim: cinco para las tablas del un lado de la morada,

32 y cinco travesaños para las tablas del otro lado de la morada; y cinco travesaños para las tablas al lado posterior, a occidente.

33 E hizo el travesaño medio de atravesar, en mitad de las tablas, de un extremo al otro.

34 Y cubrió las tablas con oro e hizo sus anillos de oro para colocación de los travesaños y cubrió los travesaños con oro.

35 E hizo el velo de jacinto, y púrpura, y grana y biso torcido; obra de arte textoria hízolo: con querubines.

36 E hizo para él cuatro columnas de Sitim y cubriólas de oro; sus capiteles de oro; y fundió para ellas cuatro basas de plata.

37 E hizo una tienda para la entrada del tabernáculo, de jacinto, y púrpura, y grana, y biso torcido, obra de bordador,

38 y sus cinco columnas y sus capiteles; y cubrió las cabezas de ellas y sus molduras con oro; y sus basas broncíneas.

37

1 Fábrica del arca, la mesa, candelabro y altar de los timiamas Besebeel hizo el arca de madera de Sitim: dos y medio codos su longitud, y codo y medio su latitud, y codo y medio su altura.

2 Y cubrióla de oro puro por dentro y por fuera; e hízole una coronación de oro alrededor.

3 Y fundió para ella cuatro anillos de oro, para sus cuatro esquinas: dos anillos para el uno de sus lados, y dos anillos para el otro de sus lados.

4 E hizo varas de madera de Sitim y cubriólas de oro.

5 Y metió las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca.

6 E hizo un propiciatorio de oro puro: dos y medio codos, su longitud, y codo y medio su latitud, y codo y medio su altura.

7 E hizo dos querubines de oro; batidos hízolos de entre los dos extremos del propiciatorio;

8 un querubín del extremo de acá y un querubín del extremo de allá; de entre el propiciatorio hizo los dos querubines, de sus dos extremos.

9 Y los querubines estaban extendiendo las alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio; y sus rostros, el uno enfrente del otro; sobre el propiciatorio inclinados estaban los rostros de los querubines.

10 E hizo la mesa de madera de Sitim; dos codos su longitud, y un codo su latitud, y codo y medio su altura.

11 Y cubrióla de oro puro, e hizo para ella una coronación áurea alrededor.

12 E hizo para ella una moldura del ancho de una mano alrededor, e hizo una coronación de oro en su moldura alrededor.

13 Y fundió para ella cuatro anillos de oro y puso los cuatro anillos a las cuatro esquinas, las de sus cuatro pies.

14 Debajo de la moldura estaban los anillos depositarios de las varas para llevar la mesa.

15 E hizo las varas de madera de Sitim y cubriólas de oro, para llevar la mesa.

16 E hizo los vasos, los para sobre la mesa: escudillas y tazas e incensarios y tazones en que libar, de oro puro.

17 E hizo el candelabro de oro puro; obra batida hizo el candelabro; su astil y sus brazos, sus cálices, sus manzanas y sus azucenas salían de él mismo;

18 y sus brazos salían de sus lados: tres brazos del candelabro de un lado, y tres brazos del candelabro del otro lado.

19 Tres cálices almendriformes en el un brazo, manzana y azucena; y tres cálices almendriformes en el otro brazo, manzana y azucena; así en los seis brazos que nacían del candelabro.

20 Y en el candelabro, cuatro cálices almendriformes, sus manzanas y sus azucenas.

21 Y una manzana debajo de dos brazos en él, y una(a) manzana debajo de dos brazos en él, según los seis brazos que nacían del candelabro.

22 Sus manzanas y sus brazos de él mismo eran; enteramente batidos, macizos de oro puro.

23 E hizo sus siete lámparas, y sus despabiladeras y sus ceniceras de oro puro.

24 De un talento de oro puro hízolo y todos sus vasos.

25 E hizo el altar del timiama, de madera de Sitim; un codo, su longitud, y un codo, su latitud, cuadrado, y dos codos su altura; de él salían sus cuernos.

26 Y cubriólo de oro puro, su enrejado y sus paredes alrededor; e hizo para él una coronación en contorno.

27 Y dos anillos de oro hizo para él, debajo de su coronación, para colocación de sus varas, para llevarlo con ellas.

28 E hizo las varas de madera de Sitim y cubriólas de oro.

29 E hizo el óleo de unción Santo y los puros timiamas de especias; mezcla de ungüento con arte de mezclador.

38

1 Fabrícase el ara del holocausto, la fuente y el atrio. Cómputo de las ofrendas. E hizo el altar del holocausto de madera de Sitim; cinco codos, su longitud, y cinco codos, su latitud, cuadrado, y tres codos, su altura.

2 E hizo sus cuernos a sus cuatro esquinas; de él salían sus cuernos, y cubriólo de bronce.

3 E hizo todos los vasos del altar, y las calderas, y tenazas, y tazones, y garfios y braseros; todos sus vasos hizo de bronce.

4 E hizo para el altar un enrejado, labor de red broncínea, debajo, en su cerco, desde abajo hasta la mitad de él.

5 Y fundió cuatro anillos a las cuatro esquinas del enrejado broncíneo, depósitos de las varas.

6 E hizo las varas de madera de Sitim, y cubriólas de bronce.

7 Y metió las varas por los anillos, a los lados del altar, para llevarlo; hueco, de tablas, hízolo.

8 E hizo la fuente de bronce, y su basa de bronce, de los espejos del agolpamiento de las mujeres que se agolpaban a la entrada del tabernáculo.

9 E hizo el atrio; al lado del mediodía, al sur, las cortinas del atrio, de biso torcido, cien codos.

10 Sus columnas veinte, y sus basas veinte broncíneas, y los capiteles de las columnas y sus molduras, argentinos.

11 Y al lado del septentrión, cien codos, sus columnas, veinte y sus basas, veinte broncíneas, y los capiteles de las columnas y sus molduras, argentinos.

12 Y al lado del occidente, cortinas, cincuenta codos; sus columnas, diez y sus basas diez y los capiteles de las columnas y sus molduras argentinos.

13 Y al lado del oriente, al nacimiento del sol, cincuenta codos;

14 quince codos, cortinas al un lado, sus columnas, tres y sus basas, tres.

15 Y al otro lado, a entrambas partes de la puerta del atrio, quince codos de cortinas; sus columnas, tres, y sus basas, tres;

16 todas las cortinas del atrio en torno, de biso torcido.

17 Y las basas para las columnas, de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata; y sus cabezas, cubiertas de plata; y molduras de plata tenían todas las columnas del atrio.

18 Y el pabellón de la puerta del atrio era labor varia de bordador, de jacinto, y púrpura, y grana y biso torcido, y veinte codos, la longitud y la altura en la latitud, cinco codos, conforme a las cortinas del atrio,

19 y sus columnas cuatro, y sus basas cuatro de bronce; los capiteles, de plata, y las cubiertas de sus cabezas y sus molduras, de plata,

20 y todas las estacas de la morada y del atrio, en contorno de bronce.

21 Estas son las cuentas de la morada, de las moradas del tabernáculo del testimonio, que fueron contadas de orden de Moisés, un servicio de los levitas, por medio de Itamar, hijo de Aarón sacerdote.

22 Y Beseleel, hijo de Urí, hijo de Hur, de la tribu de Judá, hizo todo lo que mandara el Señor a Moisés;

23 y, con él, Ooliab, hijo de Aquisamec, de la tribu de Dan, artífice y tejedor y recamador de jacinto, y púrpura, y grana y biso.

24 Todo el oro empleado en la obra, en toda la labor del santuario, oro de ofrenda: veintinueve talentos, y setecientos treinta siclos, según el siclo del santuario.

25 (a) Y la plata de los contados de la congregación: cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario.

26 Medio por cabeza, medio siclo según el siclo del santuario, de todos los que pasaron por cuenta, de veinte años arriba, de seiscientos tres mil quinientos en cuenta;

27 Y cien talentos de plata sirvieron para fundir las basas del santuario y las basas del velo; cien basas, y cien talentos, un talento por basa.

28 Y de los mil setecientos setenta y cinco(b) hizo capiteles para las columnas y cubrió sus cabezas e hizo sus molduras.

29 Y el bronce de la ofrenda: setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos;

30 e hizo de ellos las basas de la puerta del tabernáculo, y el altar de bronce y el enrejado broncíneo de él y todos los vasos del altar;

31 y las basas del atrio alrededor y las basas de la puerta del atrio, y todas las estacas del atrio alrededor.

39

1 Vestiduras sagradas. Terminado todo, bendice Moisés al pueblo Y del jacinto, y púrpura y grana(a) hicieron la indumentaria del ministerio del santuario; e hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, como Señor mandara a Moisés.

2 E hizo el efod de oro, jacinto, y púrpura, y grana y biso torcido.

3 Y extendieron láminas de oro; y cortó(b) hilos para entretejerlos con el jacinto, y con la púrpura, y con la grana y con el biso; labor varia del bordador.

4 Hiciéronle hombreras unidas; en sus dos lados uníanse.

5 Y la faja de ceñir, la sobre él, de la misma labor, de una pieza con él; de oro, jacinto, y púrpura, y grana y biso torcido, como Señor mandara a Moisés.

6 Y labraron las piedras de ónice, fijas en engastes de oro cinceladas con cinceladura de sello, con los nombres de los hijos de Israel.

7 Y púsolas en las hombreras, como piedras de memoria a los hijos de Israel; como Señor mandara a Moisés.

8 E hizo el racional, labor varia de bordador, como la labor del efod: de oro, jacinto, y púrpura, y grana y biso torcido.

9 Cuadrado era; doblado hicieron el racional; un palmo, su longitud y un palmo, su latitud, doblado.

10 Y entretejieron en él cuatro hileras de piedras; una hilera: sardio, topacio y esmeralda, la una hilera,

11 y la segunda hilera: carbunclo, zafiro y jaspe;

12 y la tercera hilera: jacinto, ágata y ametisto;

13 y la cuarta hilera crisólito, ónice y berilo, cubiertas en torno de oro y engastadas en oro.

14 Y las piedras eran según los nombres de los hijos de Israel; doce, según sus nombres cinceladura de sello, cada una con su nombre para las doce tribus.

15 E hicieron en el racional cadenillas trenzadas, obra de cadenillero, de oro puro.

16 E hicieron en el racional dos engastes áureos y dos cadenas áureas y pusieron los dos anillos en las esquinas del racional.

17 Y pusieron las dos trenzas en los dos anillos de oro en las esquinas del racional,

18 y los dos extremos de las dos trenzas pusieron en los dos engastes, y pusieron éstos sobre las hombreras del efod, abajo.

19 E hicieron dos anillos de oro y los pusieron en las dos esquinas del efod, en su orla, a lo largo del efod, adentro.

20 E hicieron dos anillos de oro y los pusieron en las dos hombreras del efod, abajo, por delante cerca de la juntura sobre el cinturón del efod.

21 Y juntaron el racional con sus anillos a los anillos del efod con un cordón de jacinto, para que quedase sobre el cinturón del efod y no se apartase del efod el racional; como Señor mandara a Moisés.

22 E hizo la túnica del efod, obra de tejer; toda entera de jacinto;

23 y la abertura del efod al medio de ella, como la abertura de una coraza, con un borde alrededor de la abertura, porque no se rasgara.

24 E hicieron en la orla de la túnica granadas de jacinto, y púrpura y grana y biso torcido.

25 E hicieron campanillas de oro puro, y pusieron las campanillas entre las granadas en la orla de la túnica alrededor, entre las granadas;

26 una campanilla y una granada, y una campanilla y una granada en la orla de la túnica alrededor, para el ministerio, como Señor mandara a Moisés.

27 E hicieron túnicas bísinas, obra de tejedor para Aarón y sus hijos;

28 y la tiara bísina y los femorales líneos, de biso torcido;

29 y el cinturón de biso torcido, de jacinto, y púrpura y grana, labor varia de recamador; como Señor mandara a Moisés.

30 E hicieron la diadema sagrada, de oro puro, y grabaron en ella, grabadura de sello: «Santo al Señor».

31 Y pusieron en ella un cordón de jacinto para atarla a la mitra, encima; como el Señor mandara a Moisés.

32 Y terminada fue toda la obra de la morada del tabernáculo, y los hijos de Israel hicieron como el Señor mandara a Moisés, así lo hicieron.

33 Y trajeron la morada a Moisés: el tabernáculo y todos sus vasos, sus anillos, sus tablas, sus barras y sus columnas y sus basas;

34 y la cubierta de pieles de carnero purpuradas y la techumbre de pieles de jacinto y el velo del pabellón;

35 el tabernáculo del testimonio y sus varas y el propiciatorio;

36 la mesa y todos sus vasos y el pan de la proposición;

37 el candelabro de oro puro, sus lámparas, las lámparas de encender y todos sus vasos y el aceite de alumbrar,

38 y el altar de oro, y el óleo de unción; y los timiamas de especias, y el pabellón de entrada al tabernáculo,

39 el altar de bronce y el enrejado de bronce en él sus varas y todos sus vasos; la fuente y su basa;

40 las cortinas del atrio, sus columnas y sus basas, y el pabellón para la puerta del atrio, sus cuerdas y sus estacas, y todos los vasos del ministerio de la morada, para el tabernáculo;

41 la indumentaria para el ministerio del santuario, las vestiduras sagradas para Aarón, el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para el ministerio sacerdotal.

42 Tal como mandara Señor, así hicieron los hijos de Israel toda la obra.

43 Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Señor mandara, así habían hecho, y bendíjoles Moisés.

40

1 Erección y consagración del tabernáculo. Cúbrele la gloria de Dios Y habló Señor a Moisés y dijo:

2 «El día del primer mes, el primero del mes, levantarás el tabernáculo del testimonio;

3 y pondrás el arca del testimonio en él, y cubrirás el arca con el velo;

4 y entrarás la mesa y pondrás delante su proposición(a); y entrarás el candelabro, y pondrás en él sus lámparas.

5 Y pondrás el altar áureo para el timiama ante el tabernáculo del testimonio; y pondrás el velo a la puerta de la morada.

6 Y el altar del holocausto pondrás delante de la puerta de la morada del tabernáculo.

7 Y la fuente pondrás entre el tabernáculo y el altar y echarás agua en ella.

8 Y levantarás el atrio alrededor y el pabellón de la puerta del atrio.

9 Y tomarás el óleo de la unción y ungirás la morada y todo lo de ella y la santificarás y todos sus vasos, y será santo.

10 Y ungirás el altar del holocausto y todos sus vasos, y santificarás el altar, y el altar será santo de santos.

11 Y ungirás la fuente y su basa, y las santificarás.

12 Y allegarás Aarón y sus hijos a la puerta del tabernáculo y les lavarás con agua.

13 Y vestirás a Aarón las vestiduras sagradas y le ungirás y santificarás para que sea mi sacerdote.

14 Y allegarás sus hijos y les vestirás túnicas.

15 Y los ungirás al modo que ungiste a su padre, para que me sean sacerdotes, porque les sea la unción del sacerdocio por el siglo, por sus generaciones».

16 Y Moisés hizo tal como le mandó el Señor, así hizo.

17 Y aconteció en el mes el primero, en el segundo año de haber salido ellos de Egipto, en la neomenia, erigióse la morada;

18 y alzó Moisés, la morada y asentó sus basas, y levantó sus tablas y púsoles sus barras y colocó las columnas.

19 Y extendió la tienda sobre la morada y puso la cubierta del tabernáculo sobre ella, encima; como mandara Señor a Moisés.

20 Y tomó el testimonio(b) y metiólo en el arca; y colocó las varas al arca, y puso el propiciatorio sobre el arca, encima.

21 E introdujo el arca en la morada, y puso el velo de cubrir, que cubriera el arca del testimonio; como mandara Señor a Moisés.

22 Y puso la mesa en el tabernáculo, al lado de la morada, al septentrión, fuera del velo,

23 y puso sobre ella panes de la proposición, delante de Señor; como mandara Señor a Moisés.

24 Y puso el candelabro en el tabernáculo, enfrente de la mesa, al lado de la morada al del mediodía.

25 Y encendió las lámparas delante de Señor, del modo que mandara Señor a Moisés.

26 Y puso el altar de oro en el tabernáculo, delante del velo.

27 Y encendió sobre él timiamas de especias; según mandara Señor a Moisés.

28 Y puso la cortina de la puerta de la morada.

29 Y puso el altar del holocausto ante la puerta de la morada del tabernáculo, y ofreció sobre él holocaustos y ofrendas, como mandara Señor a Moisés.

30 Y puso la fuente entre el tabernáculo y el altar, y echó agua en ella para lavar.

31 Y lavaban en ella Moisés y Aarón y sus hijos sus manos y sus pies.

32 cuando entraban en el tabernáculo; y cuando se llegaban al altar, lavábanse, como mandara Señor a Moisés.

33 Y erigió el atrio alrededor de la morada y puso la cortina de la puerta del atrio. Y consumó Moisés toda la obra.

34 Y envolvió la nube el tabernáculo del testimonio, y la gloria de Señor llenó la morada.

35 Y no pudo(c) Moisés entrar en el tabernáculo del testimonio; pues sombreábalo la nube, y la gloria de Señor llenaba la morada.

36 Pero, cuando ascendía de la morada la nube, partían los hijos de Israel, en todas sus vías.

37 Y cuando no ascendía la nube, no partían hasta el día que ascendía.

38 Porque la nube estaba sobre la morada de día, y fuego sobre ella de noche, a los ojos de toda la casa de Israel, en todas sus vías.