1

1 Profetiza que la langosta arrasará a toda la Judea Palabra del Señor que fue hecha a Joel, el de Batuel.

2 Oíd esto, los ancianos; y escuchad todos los habitantes de la tierra. ¿Si habrá acontecido cosa tal en vuestros días o en los días de vuestros padres?

3 De esto a vuestros hijos contad, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación.

4 Los residuos de la oruga devoró la langosta; y los residuos de la langosta devoró el pulgón, y los residuos del pulgón devoró la roya.

5 Despertad los ebrios, del vino de ellos y llorad; trenad, todos los que bebéis vino hasta la ebriedad; pues ha sido quitada, de vuestra boca, la alegría y el gozo.

6 Pues gente ha subido a mi suelo, fuerte e innúmera; sus dientes, dientes de león, y sus muelas de cachorro;

7 ha puesto mi vid en desaparecimiento, y mis higueras en quebranto; escudriñando escudriñóla y derribó; blanquearon sus ramas.

8 Plañe por mí, sobre la esposa vestida de saco por su marido el virginal.

9 Quitada ha sido la hostia y libación de casa del Señor; llorad, sacerdotes, los ministros del altar.

10 Porque desolados están los campos; llore la tierra, porque desolado está el trigo; secóse el vino; mermó el aceite;

11 secáronse los labriegos; llorad, heredades, por el trigo y cebada; pues ha perecido la vendimia del campo;

12 la vid secádose; y las higueras mermado. Granado, y palma, y manzano, y todos los leños del campo han secádose; pues avergonzaron el gozo los hijos de los hombres.

13 Ceñíos y plañid los sacerdotes; trenad, los ministros del altar; entrad, dormid en sacos, ministros de Dios; pues se ha retirado de la casa de nuestro Dios, la hostia y la libación.

14 Santificad el ayuno; pregonad reunión; congregad ancianos, a todos los habitadores de la tierra en casa de vuestro Dios; y clamad al Señor continuamente.

15 ¡Ay de mí! ¡ay de mí! ¡ay de mí en el día! pues cercano está el día del Señor; y como calamidad de calamidad vendrá.

16 Frente por frente de vuestros ojos, los víveres perecieron y de la casa de vuestro Dios, la alegría y el gozo.

17 Saltaron(a) becerras de sus pesebres; desvaneciéronse, los tesoros; socaváronse los lagares, que se secó el trigo.

18 ¿Qué nos guardaremos? Lloraron vacadas de vacas; que no había pasto para ellas; y los retoños de las ovejas desaparecieron.

19 A ti, Señor, clamaré; porque el fuego consumió los primores del desierto; y la llama quemó todos los leños del campo;

20 y las bestias del llano han mirado hacia ti; por haberse secado los manantiales de las aguas y fueron devorados los primores del desierto.

2

1 Continúase pintando el castigo: y se exhorta a penitencia. La futura piedad. Trompetead con trompeta en Sión; pregonad en mi monte santo; y desfallezcan todos los habitantes de la tierra; por esto: porque cerca está el día del Señor; porque próximo,

2 el día de tinieblas y de caligme; día de nube y niebla. Como el alba, derramado será sobre los montes pueblo mucho y fuerte; semejante a él no ha habido desde el siglo; y, después de él, no se le repetirá hasta años: por generaciones de generaciones.

3 Lo delante de él, fuego consumidor; y lo detrás de él, encendida llama; cual paraíso de delicias, la tierra ante de su faz; y lo después de él, llanura de anonadamiento; y quien se salve, no habrá para él.

4 Como visión de bridones la visión de ellos; y como cabalgantes, así perseguirán.

5 Como voz de carros sobre las cumbres de los montes, saltarán, y como voz de llama de fuego devorando paja; y como pueblo mucho y fuerte, ordenado en guerra.

6 Ante su faz quebrantados serán pueblos; toda faz como quemadura de marmita.

7 Como batalladores correrán; y, como varones guerreros ascenderán a los muros y cada cual en su camino andará, y no declinarán, no, de sus sendas;

8 y cada cual de su hermano no se apartará; oprimidos en sus armaduras andarán, y en sus dardos caerán y no serán consumados(a), no.

9 De la ciudad apoderaránse, y sobre los muros correrán, y a las casas ascenderán; y por ventanas entrarán, cual ladrones.

10 A su(b) faz, desfallecerá la tierra; y se estremecerá el cielo; el sol y la luna se obscurecerán; y los astros depondrán su fulgor(c).

11 Y el Señor dará su voz a faz de su potencia; que mucho es sobremanera su ejército; que fuertes las obras de sus palabras; por cuanto grande, es el día del Señor; grande y esplendente sobremanera; ¿y quién será bastante para ella?

12 Y ahora dice el Señor, vuestro Dios: «Convertíos a mí de todo vuestro corazón, y en ayuno y llanto plañid;

13 y desgarrad vuestros corazones, y no vuestros vestidos; y convertíos al Señor, vuestro Dios; pues misericordioso y compasivo es, longánimo y piadosísimo y arrepintiéndose de los males.

14 ¿Quién sabe si se convertirá y arrepentirá; y dejará tras sí bendición, hostia y libación al Señor, vuestro Dios?

15 Trompetead con trompeta en Sión, santificad ayuno, pregonad reunión,

16 congregad pueblo; santificad congregación; elegid(d) ancianos; congregad párvulos mamantes de pechos; salga esposo de su cámara y esposa de su tálamo.

17 En medio del vestíbulo del altar llorarán los sacerdotes, los ministrantes del Señor, y dirán: «Perdona, Señor, a tu pueblo, y no des tu heredad en oprobio, para que los dominen gentes; porque no digan en las gentes: «¿Dónde está el Dios de ellos?».

18 Y se ha encelado el Señor con su tierra; y ha perdonado a su pueblo.

19 Y ha respondido el Señor y dicho a su pueblo: «He aquí yo os envío el trigo y el vino y el aceite y os hartaréis de ellos; y no os daré ya más en oprobio en las gentes;

20 y al del aquilón fugaré de vosotros y le expeleré a tierra inacuosa, y anonadaré su vanguardia en el mar el primero; y su retaguardia en el mar el postrero; y subirá su podredumbre; y subirá su hedor, pues ha engrandecido sus obras(e).

21 Confía, tierra, alégrate y regocíjate, pues ha engrandecido el Señor el hacer(f).

22 Confiad, bestias del campo; pues han germinado las llanuras de la soledad; pues el leño ha llevado su fruto; higuera y vid dado la fuerza de ellas.

23 Y los hijos de Sión, gozaos y alegraos en el Señor, vuestro Dios; por cuanto os ha dado las viandas en justicia(g); y os lloverá lluvia matutina y vespertina, así como antes;

24 y se llenarán las eras de trigo; y rebosarán los lagares de vino y aceite.

25 Y os retribuiré, por los años que devoró la langosta, y el pulgón y la roya y la oruga: mi ejército el grande que envié contra vosotros;

26 y comeréis, comiendo, y os hartaréis; y loaréis el nombre del Señor, vuestro Dios, lo que ha hecho con vosotros en maravillas; y no será confundido, no, mi pueblo por el siglo;

27 y reconoceréis que en medio de Israel yo estoy, y yo el Señor, vuestro Dios; y no hay más, fuera de mí; y no será confundido, no, ya mi pueblo por el siglo.

28 Y será, después de esto, que derramaré de mi espíritu sobre toda carne; y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, y vuestros ancianos ensueños soñarán; y vuestros jovencillos visiones verán;

29 y sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi espíritu(h)

30 y daré prodigios en el cielo; y sobre la tierra sangre, y fuego y vapor de humo;

31 el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de venir día del Señor, el grande y esplendente(i);

32 y será que todo el que invocare el nombre del Señor se salvará; pues en el monte de Sión y en Jerusalén habrá salvación, según ha dicho el Señor, y evangelizantes(j), que el Señor ha llamado.

3

1 Ultimo juicio de los gentiles. Gloria de Jerusalén. Pues he aquí que yo, en aquellos días, en aquel tiempo, cuando convirtiere la cautividad de Judá y Jerusalén

2 (3:1) y congregaré todas las gentes y las bajaré al valle de Josafat, y discutiré con ellas allí sobre mi pueblo y mi heredad de Israel, los que han sido dispersados en las gentes; y mi tierra repartieron,

3 (3:2) y sobre mi pueblo echaron suertes, y dieron los pequeñuelos a meretrices; y las doncellitas vendían por vino, y bebían.

4 (3:3) Y ¿qué vosotros conmigo, Tiro y Sidón y toda Galilea de alienígenas? ¿Con no retribución vos me retribuiréis? ¿O rencoreáis vos contra mí? Súbita y rápidamente retribuiré vuestra retribución a vuestras cabezas;

5 (3:4) por cuanto mi plata y mi oro tomasteis; y lo selecto mío, lo hermoso introdujisteis en vuestro templos;

6 (3:5) y los hijos de Judá y los hijos de Jerusalén vendisteis a los hijos de los griegos, para arrojarles(a) de sus confines.

7 (3:6) Y he aquí que yo los suscito del lugar a donde los vendisteis allí, y retribuiré la retribución vuestra a vuestras cabezas,

8 (3:7) y venderé vuestros hijos y vuestras hijas en manos de los hijos de Judá, y los venderán, en cautiverio a gente(b) lejos apartada; que el Señor ha hablado.

9 (3:8) Pregonad esto en las gentes, santificad la guerra; levantad a los batallones; traed y subid, todos los varones guerreros;

10 (3:9) despedazad vuestros arados para espadas, y vuestras hoces para lanzas; el impotente diga que «Me envalentono».

11 (3:10) Juntaos y entrad, todas las gentes de en contorno, y congregaos allí; el manso sea batallador.

12 (3:11) Levántense, asciendan todas las gentes al valle de Josafat(c); por esto porque allí me sentaré a juzgar a todas las gentes en contorno.

13 (3:12) Enviad hoces, que ha llegado la vendimia: entrad, hollad puesto que lleno está el lagar; rebosad los sublagares; que se han colmado los males de ellos.

14 (3:13) Resonancias resonaron en el valle del juicio; pues cerca está el día del Señor, en el valle del juicio.

15 (3:14) El sol y la luna se obscurecerán; y los astros depondrán su fulgor.

16 (3:15) Y el Señor, desde Sión, clamará; y, desde Jerusalén, dará su voz; y temblará el cielo y la tierra; y el Señor perdonará a su pueblo, y confortará a los hijos de Israel.

17 (3:16) Y conoceréis que yo soy el Señor, vuestro Dios, el que me empabellono en Sión, en mi monte santo; y será Jerusalén santa, y alienígenas ya no pasarán, no, por ella más.

18 (3:17) Y será: en aquel día que destilarán los montes dulzura; y las colinas manarán leche; y todos los manantiales de Judá manarán aguas; y fuente de casa del Señor saldrá, abrevará los torrentes de los juncos(d).

19 (3:18) Egipto en desaparición será; y la Idumea en llanura de desaparición será, por injusticias de los hijos(e) de Judá, por cuanto derramaron sangre justa en la tierra de ellos.

20 (3:19) Y la Judea por el siglo habitada será, y Jerusalén por generaciones de generaciones.

21 (3:20) Y exigiré la sangre de ellos(f); y no os absolveré, no; y el Señor se empabellonará en Sión.