1 En visión ve el profeta a Dios Y aconteció en el trigésimo año(a), el cuarto mes, el quinto del mes, y yo estaba en medio de la cautividad, sobre el río el Cobar; y abriéronse los cielos, y vi visiones de Dios.
2 El quinto del mes, éste el año el quinto de la cautividad del rey Joaquín;
3 y fue hecha palabra del Señor a Ezequiel, hijo de Buzí, al sacerdote, en tierra de caldeos, sobre el río el Cobar. Y fue hecha sobre mí la mano del Señor;
4 y vi, y he aquí, ráfaga arrebatadora vino del septentrión y nube grande en ella, y esplendor en torno de ella y fuego relampagueante, y en medio de él, como visión de electro, en medio del fuego, y esplendor en él.
5 Y en el medio, como semejanza de cuatro vivientes, y ésta la visión de ellos: semejanza de hombre en ellos.
6 Y de cuatro faces el uno, y de cuatro alas el uno;
7 y las piernas de ellos, rectas, y aladas las plantas de ellos, y centellas, como relampagueante bronce; y ligeras sus alas;
8 y mano de hombre, por debajo de sus alas, en sus cuatro partes;
9 y las faces de ellos, los cuatro, no se volvían, al andar ellos; cada uno ante su faz andaban.
10 Y semejanza de sus faces: faz de hombre, y faz de león, a diestra, de los cuatro; y faz de becerro, a siniestra, de los cuatro; y faz de águila de los cuatro;
11 y las alas de ellos extendidas por sobre los cuatro; de cada uno dos, unidas entre sí; y dos cubrían por arriba los cuerpos de ellos(b).
12 Y cada uno ante su faz andaba; por donde estaba la ráfaga andando, andaban, y no se volvían.
13 Y en medio de los vivientes, una visión, como carbones de fuego ardientes, como vista de lámparas discurriendo por en medio de los vivientes, y esplendor del fuego; y del fuego brotaba relámpago.
14 Y los vivientes corrían y volvían, cual figura de relámpago.
15 Y vi, y he aquí rueda una sobre la tierra junto a los vivientes los cuatro.
16 Y la figura de las ruedas como figura de mar, y semejanza una de las cuatro, y la labor de ellas era cual si fuese rueda en rueda;
17 sobre sus cuatro partes andaban; no se volvían en su andar,
18 ni sus curvaturas; y altura tenían(c); y lo vi, y las curvaturas de ellas, llenas de ojos(d) en torno de las cuatro.
19 Y al andar los vivientes, andaban las ruedas a par de ellos; y al levantarse los vivientes de la tierra, levantábanse las ruedas.
20 Donde estaba la nube, allí la ráfaga del ir: iban las ruedas y levantábanse con ellos(e), por esto: porque ráfaga de vida, en las ruedas.
21 Yendo ellos, iban y parando ellos, paraban; y levantándose de la tierra, levantábanse con ellos; pues ráfaga de vida había en las ruedas.
22 Y semejanza sobre la cabeza de los mismos vivientes; así como firmamento, como visión de cristal extendido sobre las alas de ellos por arriba;
23 y debajo del firmamento, las alas de ellos extendidas, aleteando otra(f) a la otra (a cada uno dos cubriendo el cuerpo de ellos)(g).
24 Y oía yo la voz de sus alas, al andar ellos, como voz de agua mucha (como voz del Potente; al ir de ellos, voz de palabra, como voz de ejército), y, al parar ellos, reposaban sus alas.
25 Y he aquí, voz de arriba del firmamento que había sobre la cabeza de ellos (al pararse ellos, detenían sus alas);
26 (y por sobre el firmamento, el sobre la cabeza de ellos) como visión de piedra zafiro, semejanza de trono en él, y sobre la semejanza del trono, semejanza como figura de hombre(h).
27 Y vi como vista de electro (como visión de fuego por dentro de él en contorno, y), desde la visión del lomo, y hasta arriba; y desde la visión del lomo, y hasta abajo, vi visión de fuego, y el esplendor de él, en contorno.
28 Como visión de arco, cuando estuviere en la nube, en días de lluvia; así la puesta del esplendor en contorno.
1 Continuación. Vocación del profeta. Esta, la visión de semejanza de la gloria del Señor; y vi, y caí sobre mi rostro; y oí la voz de hablante, que me dijo: «Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y te hablaré»;
2 y vino sobre mí un espíritu, y cogióme, y levantóme y púsome sobre mis pies; y le oía yo hablarme;
3 y me dijo: «Hijo de hombre, yo te envío a la casa de Israel, a los que me exacerban; los cuales me han exacerbado (e hijos de dura faz y recio corazón —yo te envío a ellos), ellos y sus padres, hasta el día de hoy
4 y dirás a ellos: Esto dice el Señor:
5 «Si por ventura han de oír o aterrarse, por cuanto casa exacerbadora es; y han de conocer que profeta eres tú, en medio de ellos.
6 Y tú, hijo de hombre, no les temáis; ni te pasmes a faz de ellos; por cuanto se juntarán para aguijonear y acometerte en contorno, y en medio de escorpiones tú habitas; sus palabras no temas, y a faz de ellos no te pasmes; por cuanto casa exacerbadora es.
7 Y hablarás mis palabras a ellos; si por ventura han de oír o aterrarse; pues casa exacerbadora es.
8 Y tú, hijo de hombre, oye a quien te habla; no te hagas exacerbador tal como esta casa la exacerbadora: abre tu boca y come lo que yo te doy.»
9 Y vi, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella una punta de libro;
10 (2:9) y la desenvolvió; y en ella escrito estaba lo de delante y lo de atrás, y estaba escrita lamentación, y cantar, y ay.
1 Misión, y nueva visión del profeta Y, díjome: «Hijo de hombre, cómete(a) esta punta, y anda y habla a los hijos de Israel.
2 Y abrió(b) mi boca y me alimentó y me alimentó con la punta.
3 Y me dijo: «Hijo de hombre, tu boca comerá, y tu vientre se llenará de esta punta la dada a ti.» Y la comí y se convirtió en mi boca como en miel endulzando.
4 Y me dijo: «Hijo de hombre, ve y entra en la casa de Israel, y habla mis palabras a ellos;
5 por cuanto no a pueblo de profunda(c) lengua tú eres enviado: a la casa de Israel;
6 ni a pueblos muchos de otra voz u otra lengua, ni a los que son recios de lengua, cuyas palabras no oyeres; y si a tales te hubiera yo enviado, éstos te escucharan.
7 Pero la casa de Israel no te querrá escuchar, no; por cuanto no quieren escucharme; pues toda la casa de Israel contenciosos son y cordiduros.
8 Y he aquí he dado tu faz poderosa ante las fases de ellos; y tu contención fortaleceré ante las contenciones de ellos;
9 Y será siempre más fuerte que piedra. No les temas, ni te aterres a faz de ellos; por cuanto casa exasperadora es.»
10 Y me dijo: «Hijo de hombre, todas las palabras que he hablado contigo, toma en tu corazón; y con tus orejas oye;
11 y anda, entra en la cautividad, a los hijos de tu pueblo; y hablarás a ellos y dirás a ellos: Esto dice el Señor: «Si por ventura han de oír; si por ventura, ceder.»
12 Y me alzó el espíritu, y oí detrás de mí, y oí voz de estremecimiento grande: «Bendita la gloria del Señor, desde el lugar de él.»
13 Y oí voz de alas de los vivientes aleteando otra contra la otra; y voz de las ruedas contigua a ellos, y voz del estremecimiento.
14 Y el espíritu me alzó y me tomó consigo, y anduve a impulso de mi espíritu; y la mano del Señor vino sobre mí, poderosa.
15 Y entré en la cautividad aéreo(d) y recorrí a los habitantes, sobre el río, el Cobar, a los que estaban allí. Y sentéme allí siete días, conversando en medio de ellos.
16 Y fue hecha, después de los siete días, la palabra del Señor a mí, diciendo:
17 «Hijo de hombre, por atalaya te he dado a la casa de Israel; y oirás, de mi boca, palabra, y les conminarás de mi parte.
18 Al decir yo al inicuo: «De muerte morirás», —y(e) no le has anunciado ni hablado, para anunciar al inicuo que se apartare de sus caminos para que viva; aquel inicuo en su injusticia morirá, y su sangre de tu mano pediré.
19 Y tú, si anunciares al inicuo, y no se apartare de su iniquidad y camino; aquel inicuo en su injusticia morirá, y tú el alma tuya librarás.
20 Y, apartándose el justo, de sus justicias, e(f) hiciere prevaricación, también daré el castigo en su rostro: él morirá, porque no le has anunciado, y en sus pecados morirá; por esto: porque no se recordarán sus justicias; y su sangre de tu mano pediré.
21 Y tú, si anunciares al justo que no peque, y él no pecare, el justo de vida vivirá, por haberle tú anunciado, y tú la propia alma librarás.
22 E hízose sobre mí mano del Señor, y díjome: «Levántate y sal al campo, y allí se te hablará.»
23 Y levantéme y salí al campo; y he aquí, allí la gloria del Señor estaba, según la visión y según la gloria que vi sobre el río, el Cobar; y caigo sobre mi faz.
24 Y vino sobre mí un espíritu y púsome sobre mis pies, y me habló y me dijo: «Entra y enciérrate en medio de tu casa.
25 Y tú, hijo de hombre, he aquí han sido dadas sobre ti ligaduras, y te ligarán en ellas; y no saldrás, no, de en medio de ellas.
26 Y tu boca ligaré, y enmudecerás y no serás para ellos en varón reprendedor por esto: porque casa exacerbadora es.
27 Y, hablando yo a ti, abriré tu boca, y les dirás: Esto dice el Señor: «Quien oye, oiga; y quien desobedece, desobedezca; por esto: porque casa exacerbadora es.»
1 Diversos símbolos de los castigos que sobrevendrán a Jerusalén Y tú, hijo de hombre, tómate un ladrillo y lo pondrás ante tu faz y describirás en él una ciudad: Jerusalén;
2 y darás sobre ella asedio; y edificarás sobre ella antemurales; y echarás sobre ella en torno, un valladar; y darás sobre ella un campamento, y ordenarás las catapultas en contorno.
3 Y tú, tómate sartén férrea y la pondrás por muro férreo en medio de ti y en medio de la ciudad; y pararás tu rostro sobre ella, y será en encierro; y la encerrarás; señal es ésta para los hijos de Israel.
4 Y tú dormirás(a) sobre tu costado el izquierdo, y pondrás las injusticias de la casa de Israel sobre él, según número de los días ciento cincuenta; los que dormirás sobre él, y tomarás las injusticias de ellos.
5 Y yo te he dado las dos injusticias de ellos en número de días: ciento(b) noventa días; y tomarás las injusticias de la casa de Israel.
6 Y consumarás esto, y dormirás sobre tu costado el derecho, y tomarás las injusticias de la casa de Judá: cuarenta días; un día por un año te he puesto.
7 Y al encierro de Jerusalén pararás tu rostro, y tu brazo afirmarás y profetizarás sobre ella.
8 Y he aquí yo he dado sobre ti ligaduras, y no te volverás de tu costado a tu costado, hasta que se consumen los días de tu encierro.
9 Y tú, tómate trigo, y cebada, y haba y lenteja, y mijo y escanda; y los echarás en vaso uno barrizo, y te los harás en panes, y según número de los días que tú duermes sobre tu costado; ciento noventa días los comerás.
10 Y tu alimento comerás en peso: veinte siclos,(c) el día; de tiempo en tiempo, lo comerás.
11 Y agua en medida, beberás: la sexta parte del hin(d) de tiempo a tiempo beberás.
12 Y torta cebadeña, lo comerás; en desechos de estiércol humanos siclos(e), lo guardarás(f); a ojos de ellos;
13 y dirás: «Esto dice el Señor, el Dios de Israel: «Así comerán los hijos de Israel lo inmundo entre las gentes.»
14 Y dije: «De ninguna manera, Señor, Dios de Israel; si mi alma no se ha manchado en inmundicia; y lo destrozado de bestias y lo mortecino no he comido desde mi nacimiento hasta ahora; ni ha entrado en mi boca toda carne rancia.»
15 Y me dijo: «He aquí te he dado desechos de bueyes en vez de los desechos, los humanos; y harás tus panes sobre ellos.»
16 Y me dijo: «Hijo de hombre, he aquí yo quebranto afianzamiento de pan en Jerusalén, y, comerán pan en peso y en penuria; y agua, en medida y en desaparecimiento, beberán;
17 para que necesitados sean hechos de pan y agua; y desaparecerá hombre y su hermano, y se desharán en sus injusticias.
1 Continuación Y tú, hijo de hombre, tómate una espada, aguda sobre navaja de trasquilador; te la poseerás, y la subirás sobre tu cabeza y sobre tu barba. Y tomarás balanza de pesas y los(a) dividirás:
2 el cuarto(b) en fuego quemarás, en medio de la ciudad, según(c) el cumplimiento de los días del encierro, y tomarás el cuarto, y lo quemarás en medio de ella; y el cuarto cortarás en espada, en contorno de ella; y el cuarto desparramarás al viento; y cuchilla desnudaré tras ellos.
3 Y tomarás de allí unos pocos en número y orlarás con ellos tu vestidura.
4 Y de éstos tomarás aún, y los lanzarás en medio del fuego, y los quemarás en fuego: de ésta(d) saldrá fuego y dirás a toda casa de Israel:
5 Esto dice el Señor: «Esta es la Jerusalén; en medio de las gentes la he puesto, y las, en su contorno regiones(e).
6 Y dirás(f) mis justificaciones(g) a la inicua de entre las gentes y mis preceptos(h); de las regiones las en contorno de ella; por esto: porque mis justificaciones han desechado; y en mis preceptos no han andado, en ellos.
7 Por esto dice el Señor: «Por cuanto vuestro partir(i), de las gentes, las en contorno vuestro; y en mis preceptos no habéis andado; y mis justificaciones no habéis hecho, pero ni según las justificaciones de las gentes las en vuestro contorno siquiera habéis hecho;
8 por esto, esto dice el Señor: «He aquí yo, sobre ti, y haré en medio de ti, juicio, a faz de las gentes;
9 y haré en ti cosas que no he hecho, y cosas que no haré, semejantes a ellas, ya, según todas tus abominaciones.
10 Por esto padres comerán hijos en medio de ti, e hijos comerán a padres, y haré en ti juicios y dispersaré todos los residuos tuyos a todo viento.
11 Por esto: «¡Vivo yo!», dice el Señor, verdaderamente, por cuanto mi santuario has mancillado, en todas tus abominaciones, también yo te desecharé; no perdonará el ojo mío; y yo no me apiadaré.
12 El cuarto de ti en muerte será consumido; y el cuarto en hambre se acabará en medio de ti; y el cuarto de ti a todo viento lo dispersaré; y el cuarto de ti en espada caerá en contorno tuyo; y cuchilla desnudaré tras ellos.
13 Y se consumará mi furor y mi ira sobre ellos; y conocerás(j) porque yo el Señor he hablado en mi celo, cuando yo consumaré mi ira sobre ellos.
14 Y te pondré en el desierto y a tus hijas(k) en contorno de ti, a faz de todo transeúnte;
15 y serás gemebunda y mísera en las gentes las en contorno tuyo; cuando hiciere yo en ti juicios, en vindicta de mi furor; yo, el Señor, he hablado;
16 y cuando enviare yo mis saetas del hambre sobre ellos, serán en desfallecimiento; y quebrantaré el afianzamiento de tu pan.
17 (5:16) Y enviaré sobre ti hambre y bestias malas, y te castigaré; y muerte y sangre atravesarán por ti; y espada traeré sobre ti en contorno; yo el Señor he hablado.
1 Castigo de Israel idólatra. Se convierten y salvan sus reliquias. Ira divina. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, fija tu rostro en los montes de Israel y profetiza de ellos,
3 y dirás: Los montes de Israel, oíd palabra del Señor: Esto dice el Señor a los montes, y las colinas y las sierras y las hondonadas»: «He aquí traigo sobre vosotros espada, y será exterminado lo excelso de vosotros;
4 y quebrantadas serán vuestras aras y vuestras selvas(a) y derribaré vuestros heridos, a faz de vuestros ídolos,
5 (y daré los cadáveres de los hijos de Israel, a faz de sus ídolos)(b) y desparramaré vuestros huesos en contorno de vuestras aras,
6 y en toda vivienda vuestra. Las ciudades serán yermadas, y las celsitudes desaparecerán, para que sean exterminadas vuestras aras; y quebrantados serán vuestros ídolos, y arrancadas vuestras selvas (y borradas vuestras obras)(c);
7 y caerán heridos en medio de vosotros, y conoceréis que yo soy Señor.
8 Y, cuanto hubiere, de entre vosotros, salvos de espadas, entre las gentes, y entre la dispersión de vosotros en las regiones.
9 se acordarán de mí los salvos de vosotros entre las gentes, donde hubieren sido cautivos, allí; he jurado el corazón(d) de ellos el fornicador contra mí, y a los ojos de ellos los fornicadores en pos de sus antojos; y golpearán sus rostros en todas sus abominaciones; vrs. 32. Esto dice el Señor: «El cáliz de tu hermana beberás, el hondo, y el ancho y el redundante, para consumar ebriedad;
10 y reconocerán que yo el Señor (no en vano) he hablado (hacerles todos estos males)(e).»
11 Esto dice el Señor: «Bate la mano y golpea con el pie y di: «¡Bien, bien!» sobre todas las abominaciones de la casa de Israel: en espada, y en muerte y en hambre caerán;
12 el cercano en espada caerá; el lejano en muerte(f) fenecerá, y el asediado en hambre consumido será; y consumaré mi ira contra ellos;
13 y me conoceréis, porque yo, el Señor, cuando estuvieren vuestros heridos en medio de vuestros ídolos, en contorno de vuestras aras; sobre toda colina excelsa (y en todas las cumbres de los montes)(g) y por debajo de árbol umbrío (y por debajo de toda encina frondosa)(h), donde dieron, allí olor de suavidad a todos los ídolos de ellos.
14 Y extenderé mi mano sobre ellos y pondré la tierra en desaparecimiento y en perdición, desde el desierto de Deblata, en toda vivienda, y reconoceréis que yo soy el Señor.
1 Ruina total del reino judío Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Y tú, hijo de hombre, di: Esto dice el Señor a la tierra de Israel: El fin llega, el fin llega sobre las cuatro alas de la tierra.
3 Llega el fin; ahora el fin a ti; y enviaré sobre ti y te vindicaré en todos tus caminos; y daré sobre ti todas tus abominaciones;
4 no perdonaré mi ojo; ni me apiadaré; pues tu camino sobre ti daré; y tus abominaciones en medio de ti estarán; y sabrás que yo soy el Señor.»
5 Por cuanto esto dice el Señor:
6 «El fin llega; llega el fin; ha despertado contra ti; he aquí viene el fin.
7 Llega el fin sobre ti que habitas la tierra; se ha acercado el día, no con perturbaciones ni con congojas(a).
8 Ahora de cerca fundiré mi ira sobre ti, y consumaré mi furor en ti; y te juzgaré en tus caminos; y daré sobre ti todas tus abominaciones;
9 no perdonará mi ojo; y no me apiadaré, por esto: porque tus caminos sobre ti daré, y tus abominaciones en medio de ti estarán; y conocerás esto: que yo soy el Señor, el que hiere.
10 He aquí el fin viene, he aquí el día del Señor (ha salido el infortunio)(b); si también la vara(c) ha florecido, la contumelia levantádose;
11 y quebrantará afianzamiento de inicuo, y no con perturbación, ni aceleramiento(d).
12 Viene el tiempo; he aquí el día: quien ha comprado, no se alegre, y quien ha vendido, no se lamente (pues ira sobre toda la muchedumbre de ella)(e);
13 por esto: porque el comprante al vendiente ya no volverá, no (y aun en vida el vivir de ellos(f); que visión a toda la muchedumbre de ella no tornará)(g); y hombre en ojo de su vida no se afianzará(h).
14 Trompetead en trompeta; juzgadlo todo(i) (y no hay quien vaya a la guerra; que mi ira sobre toda la muchedumbre de ella).
15 La guerra en espada, fuera; y el hambre y la muerte, dentro. El que en el campo, en espada fallecerá —pero a los de la ciudad, hambre y muerte consumirá.
16 Se salvarán los salvos entre ellos (y estarán sobre los montes, como palomas de los valles)(j). (k)Y a todos mataré; a cada uno en sus injusticias.
17 Todas manos se desmayarán, y todos muslos mancillaránse de humedad;
18 y se ceñirán sacos; y los cubrirá el espanto; y sobre todo semblante caerá la vergüenza, sobre ellos; y sobre toda cabeza, la rapadura.
19 Su plata arrojada será a las calles, y su oro despreciado. (Su plata y su oro no podrá librarlos en el día de la ira del Señor)(l); sus almas no se hartarán, no; y sus vientres no se llenarán, no; por esto: porque castigo de sus injusticias se ha hecho.
20 Lo selecto del mundo en soberbia lo pusieron, e imágenes de sus abominaciones hicieron de ello; por causa de esto, se lo he dado en inmundicia;
21 y entregarélo en mano de extraños para que lo arrebaten, y a las pestes de la tierra en despojos; y lo contaminarán.
22 Y apartaré mi rostro de ellos, y mancillarán mi visitación(m), y entrarán en ello(n) incustodiadamente y lo contaminarán.
23 Y harán desorden(o); por esto: porque la tierra, llena de pueblos, y la ciudad, llena de iniquidad.
24 (Y traeré malos de gentes y heredarán la casa de ellos)(p). Y apartaré el relincho de su fuerza; y contaminado será lo santo de ellos.
25 Y propiciación vendrá, y buscará paz, y no habrá.
26 Ay sobre ay habrá, y mensaje sobre mensaje; y se buscará visión de profeta; y la ley perecerá de(q) sacerdote y consejo de ancianos.
27 Príncipe vestirá el desaparecimiento; y las manos del pueblo de la tierra desfallecerán; según sus caminos les haré; y en sus juicios los vindicaré; y conocerán que yo soy el Señor.
1 Ve el profeta, en espíritu, las abominaciones del pueblo en el templo, y anuncia su castigo. Y aconteció en el octavo año, en el quinto mes, el quinto del mes, yo estaba sentado en la casa, y los ancianos de Judá, sentados delante de mí. Y fue sobre mí mano del Señor,
2 Y vi, y he aquí una semejanza de varón: desde su lomo y hasta abajo, fuego; y desde su lomo hasta arriba, cual visión de electro.
3 Y extendió una semejanza de mano y me alzó de mi vértice, y me alzó un espíritu por en medio de la tierra y cielo; y me llevó a Jerusalén, en visión de Dios, a los vestíbulos de la puerta, la que mira al septentrión; donde estaba la estatua del Poseyente(a).
4 Y he aquí, allí había gloria del Señor Dios de Israel, según la visión que vi en la llanura.
5 Y díjome: «Hijo de hombre, mira con tus ojos al septentrión.» Y miré con mis ojos al septentrión; y he aquí, del septentrión a la puerta del altar la efigie de este celo, en la entrada misma.
6 Y díjome: «Hijo de hombre, ¿has visto qué éstos hacen? Iniquidades grandes hacen aquí para retirarse de mi santo; y aún verás iniquidades mayores.»
7 E introdújome a los vestíbulos del atrio, y vi y he aquí abertura una en la pared;
8 y díjome: «Hijo de hombre, cava.» Y cavé(b) y he aquí una puerta.
9 Y me dijo: «Entra y ve las iniquidades que éstos hacen aquí»;
10 y entré y vi, y he aquí vanas abominaciones, y todos los ídolos de casa de Israel grabados en ella, en contorno.
11 Y setenta varones de los ancianos de casa de Israel; Jeconías, el de Safán, en medio de ellos estaba a faz de ellos; y cada uno su incensario tenía en su mano, y el humo del incienso ascendía.
12 Y díjome: «Has visto, hijo de hombre, lo que los ancianos de la casa de Israel hacen, cada uno de ellos en la alcoba la oculta de ellos; por cuanto han dicho: «No ve el Señor; ha abandonado el Señor la tierra.»
13 Y díjome: «Aún verás iniquidades mayores que éstos hacen.»
14 Y me introdujo a los vestíbulos de la puerta de la casa del Señor, la que mira al septentrión; y he aquí allí mujeres sentadas trenando a Adonis.
15 Y me dijo: «Hijo de hombre, ¿has visto? Y aún verás atentados mayores que éstos.»
16 E introdújome en el atrio de la casa del Señor, el exterior; y sobre los vestíbulos del templo del Señor, en medio de los atrios y en medio del altar, como veinte(c) varones, sus espaldas al templo del Señor y sus rostros enfrente; y estos adoran al sol.
17 Y díjome: «¿Has visto, hijo de hombre? ¿Acaso poco para la casa de Judá el hacer las iniquidades que han hecho aquí, puesto que han llenado la tierra de iniquidad? Y he aquí ellos como escarneciendo.
18 Y yo les haré con furor; no perdonará el ojo mío; y no me apiadaré, no.»
1 Continuación. Castigo. Y clamoreó a mis orejas con voz grande, diciendo: «Se ha acercado la vindicta de la ciudad»; y cada uno tenía las armas del exterminio en su mano.
2 Y he aquí seis varones venían del camino de la puerta la alta, la que mira al septentrión; y de cada uno la segur en su mano; y un varón en medio de ellos vestido de talar, y ceñidor de zafiro, sobre su lomo; y entraron y se pusieron a par del altar broncíneo.
3 Y gloria de Dios de Israel ascendió, de los querubines, la que estaba sobre ellos, hacia el atrio de la casa(a). Y llamó al varón al vestido de talar, que tenía sobre su lomo ceñidor, y le dijo:
4 «Atraviesa por en medio de Jerusalén, y da signo(b) sobre las frentes de los varones los gemebundos y los pesarosos por todas las iniquidades, las que se hacen en medio de ellos.»
5 Y a éstos dijo, oyendo yo: «Id, tras él, a la ciudad, y cortad, y no perdonéis a vuestros ojos, y no os apiadéis:
6 anciano, y jovencillo, y doncella, y pequeñuelos y mujeres, matad en exterminio; pero a todos aquellos sobre los cuales hay signo, no os acerquéis; de mi santo empezad.» Y empezaron por los varones, los ancianos que estaban dentro de la casa.
7 Y díjoles: «Contaminad la casa, y llenad las vías de muertos, saliendo, y cortad.»
8 Y aconteció, al cortar ellos también, que caigo sobre mi rostro, y voceé y dije: «¡Ay de mí, Señor! ¿Exterminarás tú los residuos de Israel, al derramar tú el furor tuyo sobre Jerusalén?»
9 Y me dijo: «La injusticia de la casa de Israel y Judá se ha agrandado sobremanera; y pues se ha llenado la tierra de pueblos muchos y(c) la ciudad llenádose de injusticia e inmundicia; porque han dicho: «Ha abandonado el Señor la tierra; no mira el Señor.»
10 Y no perdonará el ojo mío; y no me apiadaré, no; sus vías sobre sus cabezas he dado.»
11 Y he aquí el varón el vestido de talar, y ceñido del ceñidor su lomo, respondió diciendo: «He hecho según me mandaste.»
1 Carbones encendidos son derramados sobre Jerusalén. Reaparece el carro de la gloria de Dios. Y vi, y he aquí por sobre el firmamento(a) el sobre la cabeza de los querubines, como(b) piedra de zafiro, semejanza de trono sobre ellos.
2 Y dijo el varón al vestido de la estola: «Entra en medio de las ruedas, las por debajo de los querubines; y llena tus puños con carbones de fuego de en medio de los querubines y espárcelos sobre la ciudad.» Y entró delante de mí.
3 Y los querubines estaban a la diestra de la casa, al entrar el varón; y la nube llenó el atrio interior.
4 Y alzóse la gloria del Señor, de los querubines, al atrio de la casa; y llenó a la casa la nube; y el aula llenóse del esplendor de la gloria del Señor.
5 Y voz de las alas de los querubines se oía hasta el aula exterior, como voz de Dios omnipotente hablando.
6 Y aconteció, al mandar él al varón, al vestido de la estola la sagrada, diciendo: «Toma fuego de en medio de las ruedas, de en medio de los querubines»; entró y detúvose a par de las ruedas.
7 Y extendió su mano al medio del fuego, del que había en medio de los querubines, y tomó y dio en las manos del vestido de la estola, la sagrada; y tomó y salió.
8 Y vi los querubines: semejanza de manos de hombre, por debajo de sus alas.
9 Y vi, y he aquí ruedas cuatro había junto a los querubines; rueda una junto al querubín uno; y la vista de las ruedas como vista de piedra carbúnculo;
10 y la vista de ellas, como semejanza en las cuatro, como si estuviese rueda en medio de rueda;
11 al ir ellos(c) a las cuatro partes(d) de ellos iban; y no volvían al ir; pues al lugar que había mirado el principio el uno(e), iban; y no se volvían a ir.
12 Y las espaldas de ellos, y sus manos y sus alas, llenas de ojos, en circuito, en las cuatro ruedas.
13 Y estas ruedas fueron llamadas «voladoras», oyendo yo.
14 (Y cuatro faces tenía cada uno: la faz del uno era la faz de un querube; y la faz del segundo, la faz de un hombre y del tercero la faz, de un león, y del cuarto la faz de un águila)(f).
15 Y los querubes eran ese viviente que yo había visto sobre el río Cobar.
16 Y al andar los querubes, andaban las ruedas; y ellas junto a ellos; y al alzar los querubes sus alas a levantarse de la tierra, no se volvían(g) las ruedas de ellos;
17 al pararse ellos, se paraban; y, al alzarse ellos, se alzaban con ellos; por esto: porque el espíritu de vida en ellas estaba.
18 Y salió la gloria del Señor, de la casa, y ascendió sobre los querubines;
19 y alzaron los querubines sus alas, y levantáronse de la tierra, delante de mí; al salir ellos, también las ruedas junto a ellos; y detuviéronse sobre los vestíbulos de la puerta de casa del Señor, la delantera; y la gloria de Dios de Israel estaba sobre ellos, por arriba.
20 Este el viviente es que vi por debajo del Dios de Israel sobre el río Cobar; y conocí que los querubes son:
21 cuatro faces el uno(h); y ocho alas, el uno; y semejanza de manos de hombre por debajo de las alas de ellos.
22 Y semejanza de las faces de ellos éstas las faces son que vi por debajo de la gloria del Dios de Israel, sobre el río Cobar; y ellos, cada uno según la faz de ellos andaban.
1 Continuación de la vista. Perecen los nobles; torna el pueblo. Desaparece la visión. Y me levantó consigo un espíritu, y me llevó sobre la puerta de la casa del Señor, la enfrente, la que mira al oriente. Y sobre los vestíbulos de la puerta, como(a) veinticinco varones; y vi en medio de ellos a Jezonías, el de Azur y a Feltías, el de Banaías, los jefes del pueblo.
2 Y me dijo el Señor: «Hijo del hombre, éstos, los varones que piensan cosas vanas, y aconsejan consejo malo en esta ciudad;
3 los que dicen: «¿Acaso no se acaban de edificar las casas? Esta(b) es la olla y nosotros la carne.»
4 «Por esto profetiza sobre ellos; profetiza, hijo de hombre.»
5 Y cayó sobre mí el espíritu del Señor y me dijo: «Di: Esto dice el Señor: «Así habéis dicho, casa de Israel, y los consejos de vuestro espíritu yo sé;
6 habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad y llenado vuestras vías de heridos.
7 Por esto dice el Señor: «Vuestros muertos que heristeis en medio de ella, éstos son la carne; y ésta la olla es; y a vosotros sacaré de en medio de ella.
8 Espada teméis, y espada traeré sobre vosotros, dice el Señor.
9 Y os sacaré de en medio de ella; y os entregaré en manos de extraños; y haré en vosotros juicios.
10 En espada caeréis; sobre los montes de Israel os juzgaré, y conoceréis que yo soy el Señor.
11 (Esta os será en olla; y vosotros no seréis, no, en su medio, en carne; en los confines de Israel os juzgaré.
12 Y conoceréis esto: que yo soy el Señor; que en mis justificaciones no habéis andado, y mis juicios no habéis hecho, y según los juicios de las gentes, en contorno vuestro, habéis hecho)(c).»
13 Y aconteció que, profetizando yo, Feltías, el de Banaías, muriera; y caigo sobre mi rostro, y vociferé con voz grande, y dije: «¡Ay de mí, ay de mí, Señor; ¿en consumación tú haces los residuos de Israel?»
14 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
15 «Hijo de hombre, tus hermanos y los varones de tu cautividad y toda la casa de Israel ha sido consumados, a los cuales dijeron, a ellos, los habitantes de Jerusalén: «Lejos estad del Señor: a nosotros ha sido dada la tierra en herencia.»
16 Por esto di: «Esto dice el Señor»: «Porque los rechazaré a las gentes, y los dispersaré en toda la tierra, y seréles santificación pequeña en las regiones donde entraren, allí.»
17 Por esto di: «Esto dice el Señor: «También los acogeré de entre las gentes; y congregárelos de las regiones donde los dispersé en ellas, y daréles la tierra de Israel.
18 Y entrarán allí, y quitarán todas las abominaciones de ella y todas sus iniquidades, de ella.
19 Y les daré corazón, otro; y espíritu nuevo les daré; y sacaré el corazón el lapídeo de su carne y les daré corazón cárneo;
20 porque en mis preceptos anden, y mis justificaciones guarden y las hagan; y me serán mi pueblo, y yo les seré su Dios.
21 Y al corazón de sus abominaciones y sus iniquidades, así como su corazón andaba, sus caminos sobre sus cabezas he dado», dice el Señor.
22 Y alzaron los querubines sus alas; y las ruedas(d), junto a ellos; y la gloria del Dios de Israel con ellos por cima de ellos.
23 Y ascendió la gloria del Señor de en medio de la ciudad; y detúvose sobre el monte que está frente a la ciudad.
24 Y cogióme consigo un espíritu y me llevó a tierra de los caldeos, a la cautividad, en visión, en espíritu de Dios. Y ascendí de la visión que vi;
25 y hablé a la cautividad todas las palabras del Señor, las que me había manifestado.
1 Profetiza la fuga del rey, la cautividad y miseria del pueblo. Castigo de los mofadores. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, en medio de las injusticias de ellos tú habitas, los que tienen ojos para ver y no ven; y orejas tienen para oír y no oyen; por esto: porque casa exacerbante es.
3 Y tú, hijo de hombre, hazte vasos de cautiverio, de día, delante de ellos, y cautivado serás del lugar tuyo a lugar otro, delante de ellos; para que vean esto, que casa exacerbante es.
4 Y sacarás fuera tus vasos, vasos de cautiverio, a ojos de ellos; y tú saldrás de tarde, como sale un cautivo,
5 delante de ellos; perfórate por la pared; y pasarás por ella.
6 Delante de ellos. En hombros serás tomado, y oculto saldrás; tu rostro cubrirás, y no verás, no, la tierra; por esto: porque en portento te he dado a la casa de Israel.»
7 E hice así, según todo cuanto me mandó; y vasos saqué fuera, de cautiverio, de día; y de tarde, perforéme la pared, y oculto salí; en hombros fui tomado delante de ellos(a).
8 Y fue hecha palabra de Señor a mí, de mañana, diciendo:
9 «Hijo de hombre, ¿no dijeron a ti la casa de Israel, casa la exacerbante: «¿Qué tú haces?»;
10 diles: «Esto dice el Señor, Señor: «El príncipe y el jefe en Jerusalén(b); y a todo Israel, los que están en medio, de él,
11 di que yo portentos hago; del modo que he hecho, así le será: en transmigración y en cautividad partirán.
12 Y el príncipe, en medio de ellos, en hombros será llevado; y oculto saldrá por la pared, y perforará para salir él por ella; su rostro encubrirá para no ser visto de ojo, y él la tierra no verá.
13 Y extenderé mi red sobre él, y cogido será en mi asedio; y llevaréle a Babel, a tierra de caldeos, y no la verá; y allí morirá.
14 Y a todos los que están en circuito de él, a los amparadores de él y a todos los acogedores de él diseminaré por todo viento; y espada desnudaré tras ellos.
15 Y conocerán esto: que yo soy el Señor, cuando los dispersare yo en las gentes; y los diseminare en las regiones.
16 Y dejaré de entre ellos varones en número, de espada, y de hambre y de muerte; para que cuenten todas sus iniquidades en las gentes donde entraren, allí; y conocerán que yo soy el Señor.»
17 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
18 «Hijo de hombre, tu pan con dolor comerás, y el agua con tormento y tribulación beberás.
19 Y dirás al pueblo de la tierra: Esto dice el Señor a los habitantes de Jerusalén sobre la tierra de Israel: «Sus panes con estrechez comerán y su agua con anonadamiento beberán; para que sea anonadada la tierra con plenitud de ella; pues en impiedad viven todos los habitantes de ella.
20 Y las ciudades de ellos, las habitadas, serán yermadas, y la tierra en anonadamiento lo será; y conoceréis esto: que yo soy el Señor.»
21 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
22 «Hijo de hombre, ¿qué parábola es la vuestra sobre la tierra de Israel, que decís: Largos son los días; ha perecido la visión?»(c).
23 Por esto diles: «Esto dice el Señor: «También apartaré esta parábola; y no dirán ya esta parábola la casa de Israel; pues les hablarás: «Hanse acercado los días de la palabra de toda visión.
24 Pues no habrá ya toda visión mentida, y profetizante de gracia, en medio de los hijos de Israel.
25 Por esto: porque yo soy el Señor, hablaré mis palabras; hablaré y haré, y no tardaré ya, no; que en vuestros días, casa la exacerbante, hablaré palabra y haré, dice el Señor.»
26 Y fue hecha la palabra del Señor a mí, diciendo:
27 «Hijo de hombre, he aquí la casa de Israel, la exacerbante, diciendo, dicen: «La visión que éste ve, para días muchos; y para tiempos largos éste profetiza.»
28 Por esto diles: Esto dice el Señor: «No tardan, no, ya más todas las palabras mías que yo hablaré; hablaré y haré», dice el Señor.
1 Contra los falsos profetas y profetisas Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, profetiza sobre los profetas de Israel; y profetizarás y les dirás: «Oíd la palabra del Señor:
3 «Esto dice el Señor: «¡Ay de los que profetizan de su corazón!, y, en modo alguno, ven.
4 Como raposas en los yermos, tus profetas, Israel(a)
5 no han estado en firmeza y congregado greyes sobre la casa de Israel; no se levantaron, los que dicen: «En el día del Señor»(b);
6 viendo mentiras, vaticinando vanidades, los que dicen: «Dice el Señor», y el Señor no los ha enviado, y han empezado a suscitar palabra.
7 ¿Acaso visión mentida no habéis visto, y vaticinios vanos dicho?
8 Por esto di: «Esto dice el Señor»: Por cuanto vuestras palabras son mentidas, y vuestros vaticinios, vanos, por esto, he aquí que yo estoy sobre vosotros, dice el Señor;
9 y extenderé mi mano sobre los profetas, los que ven mentiras, y anuncian vanidades: en enseñanza de mi pueblo no estarán; en escritura de casa de Israel no serán escritos, no; y a la tierra de Israel no entrarán; y conocerán esto: que yo soy el Señor.
10 Por cuanto a mi pueblo han extraviado, diciendo: «Paz»; y no había paz, y éste edifica pared(c), y éstos la enlucen(d) y caerá.
11 Di a los enlucidores: «Caerá, y habrá lluvia inundadora, y daré las piedras, las peñas arrojando(e) a las junturas de ellas; y caerán; y racha arrebatadora, y se rasgará.»
12 Y he aquí ha caído la pared; y no dirán a vos: «¿Dónde está vuestro enlucido que enlucisteis?»
13 Por esto, esto dice el Señor: «Y romperé(f) ráfaga arrebatadora con furor; y lluvia inundante en ira mía habrá; y las piedras las peñas arrojando en furor traeré para consumación;
14 y socavaré la pared que enlucisteis: caerá; y la pondré sobre la tierra y se descubrirán los cimientos de ella; y caerá; y seréis consumidos con increpaciones; y conoceréis esto: que yo soy el Señor.
15 Y consumaré mi furor contra la pared y contra los que la enlucen: caerá. Y os he dicho: «No está la pared, ni los que la enlucen,
16 los profetas de Israel, los que profetizan sobre Jerusalén y ven para ella paz; y paz no hay, dice el Señor.»
17 «Y tú, hijo de hombre, fija tu faz sobre las hijas de tu pueblo, las que profetizan, de su corazón, y profetiza sobre ellas;
18 y dirás: «Esto dice el Señor: «Ay de las que cosen cojines bajo todo codo de mano; y hacen cendales bajo toda cabeza de toda edad, para pervertir almas(g). Las almas han sido pervertidas de mi pueblo; y almas se ganaban;
19 y contaminábanme para con mi pueblo por un puñado de cebada y por fragmentos de panes, para matar almas que no debían morir, y para ganarse almas que no debían vivir, al anunciar vosotros al pueblo oyente vanos anuncios.»
20 Por esto, esto dice el Señor: «He aquí yo(h) sobre vuestros cojines con los cuales vosotras allí pervertís(i) almas, y los desgarraré de vuestros brazos, y despediré las almas que vosotras pervertís, las almas de ellos, en dispersión;
21 y desgarraré vuestros cendales, y libraré al pueblo de vuestras manos; y ya no estarán en vuestras manos, en estrechamiento; y conoceréis esto: que yo soy el Señor.
22 Por cuanto pervertíais corazón de justo (y yo no le pervertí), y para fortalecer manos de inicuo, que de ningún modo volviera de su camino el malo y viniera;
23 por esto mentiras no veréis, no; y vaticinios no vaticinaréis, no; ya, y libraré mi pueblo de vuestra mano; y conoceréis que yo soy el Señor.»
1 Castigo de hipócritas y pseudoprofetas. Reservará Dios a algunos. Y vinieron a mí, algunos de los ancianos, varones de Israel, y sentáronse a faz mía.
2 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
3 «Hijo de hombre, estos varones han puesto sus pensamientos en sus corazones; y la punición(a) de sus injusticias ante sus rostros; ¿si respondiendo, les responderé?
4 Por esto háblales, y les dirás: Esto dice el Señor: «Hombre, hombre(b) de la casa de Israel, que pusiere sus pensamientos en su corazón; y la punición de su injusticia colocare ante su rostro, y viniere al profeta; yo el Señor le responderé en lo que se ocupa su mente;
5 para extraviar la casa de Israel, según sus corazones, los extrañados de mí, en los deseos de ellos.»
6 Por esto di a la casa de Israel: Esto dice el Señor, Señor: «Convertíos y apartaos de vuestro vivir y de todas vuestras impiedades, y convertid vuestros rostros.
7 Puesto que hombre hombre de la casa de Israel y de los peregrinos los que peregrinan en Israel, el que se hubiere extrañado de mí y puesto sus pensamientos en su corazón; y la punición de su injusticia colocado ante su rostro, y viniere al profeta para interrogarle en mí; —yo el Señor le responderé en lo que se ocupa; en ello,
8 y afianzaré mi semblante sobre aquel hombre; y le pondré en yermo y desaparecimiento; y le quitaré de en medio de mi pueblo; y conoceréis que yo soy el Señor.
9 Y al profeta, si extraviare y hablare; yo el Señor he extraviado a aquel profeta; y extenderé mi mano sobre él y le aniquilaré de en medio de mi pueblo de Israel.
10 Y cogerán su injusticia; según lo injusto del que interroga, también, según lo injusto, igualmente para el profeta será;
11 para que no se extravíe ya la casa de Israel, de mí; y para que no se mancillen ya en todas sus prevaricaciones; y seránme en pueblo, y yo les seré en Dios, dice el Señor.»
12 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
13 «Hijo de hombre, tierra que pecare contra mi para prevaricar prevaricación; extenderé mi mano sobre ella, y quebrantaré afianzamiento de pan; y enviaré sobre ella hambre, y quitaré de ella hombre y bestia.
14 Y, si estuvieran estos tres varones en medio de ella: Noé, y Daniel y Job, ellos(c) en su justicia salvarían, dice el Señor.
15 Que si también bestias malas traigo sobre la tierra, la castigaré y será en desaparecimiento, y no habrá quien transitare a faz de las bestias;
16 y estos tres varones en medio de ella estuvieren, ¡vivo yo! dice el Señor, si hijos o hijas salvarán; sino que solos salvarán; pero la tierra será en perdición.
17 O también espada sí traigo sobre aquella tierra y dijere yo: «Espada pase por la tierra»; y quitare yo de ella hombre y bestia;
18 y estos tres varones en medio de ella, ¡vivo yo! dice el Señor no librarán, no, a hijos ni hijas; ellos solos salvarán.
19 O también la muerte enviaré yo sobre aquella tierra, y derramaré mi furor sobre ella, en sangre, para exterminar de ella hombre y bestia;
20 y Noé, y Daniel y Job en medio de ella, ¡vivo yo! dice el Señor, si hijos o hijas quedarán; ellos en su justicia librarán sus almas.
21 Esto dice el Señor: «Que si también mis cuatro venganzas, las malas: espada, y hambre, y bestias malas y muerte, enviaré yo sobre Jerusalén, para exterminar de ella hombre y bestia;
22 y he aquí residuos en ella, los salvos de ella, que sacarán de ella a hijos e hijas; he aquí salen a vosotros; y veréis sus caminos,
23 y sus pensamientos; y conoceréis esto: que en vano he hecho, todo cuanto hice en ella, dice el Señor.»
1 Jerusalén y pueblo, sarmientos secos para el fuego Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Y tú, hijo de hombre, —¿qué será el leño de la vid entre todos los leños los que hay en todos los leños de la sierra?
3 ¿Si tomarán de ella leño, para hacer en labor? ¿Si tomarán de ella estaca, para colgar de ella todo vaso?
4 Tan sólo a fuego está dada, en consumación; la anual poda de ella consume el fuego y desfallece en fin. ¿Acaso útil será para labor?(a).
5 Ni aun estando entero, no será para labor; ¿acaso, cuando ya el fuego lo hubiere consumido hasta el fin, si será aún para labor?
6 Por esto di: Esto dice el Señor: «Al modo que el leño de la vid entre los leños de la sierra, el cual lo he dado al fuego en consumación; así he dado a los habitantes de Jerusalén.
7 Y daré mi rostro sobre ellos; del fuego saldrán, y fuego los devorará; y conocerán que yo soy el Señor, afianzando yo mi rostro sobre ellos.
8 Y daré la tierra en desaparecimiento, por cuanto han prevaricado con prevaricación», dice el Señor.»
1 Ingratitud. Prostitución. Castigo. La nueva alianza. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, testimonia a Jerusalén sus iniquidades; y dirás:
3 «Tu raíz y tu generación, de tierra de Canaán; tu padre amorreo, y tu madre, hetea.
4 Y tu generación(a): en el día que naciste, no ligaste tus pechos(b); y en agua no se te lavó; ni con sal se te saló, y con pañales no se te apañaló;
5 ni perdonó mi ojo en ti, de todas estas cosas, para sufrir algo en ti(c); y arrojada fuiste sobre la haz del campo por la pravedad de tu alma, en el día que naciste.
6 Y pasé a par de ti, y te vi envuelta en tu sangre, y te dije: «De tu sangre, vida:
7 multiplícate; así como el brotar del campo, te di, y te multiplicaste y engrandeciste, y entraste en ciudades de ciudades. Tus pechos enderezáronse, y tu pelo brotó, pero tú estabas desnuda y avergonzada.
8 Y pasé por ti, y te vi, y he aquí, tiempo tuyo y tiempo de huéspedes(d); y extendí mis alas y cubrí tu vergüenza, y te juré y entré en alianza contigo, dice el Señor; y te hiciste mía;
9 y te lavé en agua; y te lavé de la sangre; y te ungí en óleo;
10 y te vestí de colorido; y te calcé jacinto; y te ceñí de biso; y te envolví en tela de pelo;
11 y te orné con ornato, y puse brazaletes en torno de tus manos y cadena en torno de tu cuello.
12 Y di pendiente en torno de tu nariz, y ruedecillas en tus orejas, y corona de gloriación en tu cabeza;
13 y ornada fuiste de oro y plata; y tus vestiduras bísinas y pelitejidas y polimitas; harina flor, y óleo y miel comiste, y fuiste hecha bella sobremanera.
14 Y salió tu nombre a las gentes en tu belleza; por esto: porque lo perfecto estaba en el decoro, en la hermosura, que dispuse sobre ti, dice el Señor.
15 Confiaste en tu belleza, y te prostituiste en el nombre tuyo, y derramaste tu prostitución en todo transeúnte.
16 Y tomaste de tus vestidos e te hiciste ídolos cosidos(e) y te prostituiste sobre ellos—; ¡y no entrarás, no; y no se hará, no!(f).
17 Y tomaste los vasos de tu gloriación, del oro mío y de la plata mía, de lo que te di, y te hiciste imágenes masculinas(g) y te prostituiste en ellas;
18 y tomaste la vestidura, la polimita tuya, y envolvístelas en ella; y el óleo mío y el timiama mío pusiste a faz de ellas,
19 y con los panes míos que te di, harina flor, y óleo y miel te alimenté; y pusístelos a faz de ellas en olor de suavidad. Y aconteció, dice el Señor,
20 que tomaras tus hijos, y tus hijas las que engendraste, y les inmolaste(h) en consunción; como si poco te prostituyeras,
21 degollaste tus hijos y dístelos, expiándoles con ellos.
22 Esto, sobre toda tu prostitución; y no rememoraste tu juventud: el día que estabas desnuda y avergonzada; envuelta en tu sangre viviste.
23 Y aconteció, después de todas tus maldades, dice el Señor,
24 edificástete una casa rameril; e hicístete rótulo en toda calle;
25 y en principio de toda vía edificaste tus lupanares, y mancillaste tu hermosura; y abriste tus muslos a todo transeúnte, y multiplicaste tu prostitución;
26 y te prostituiste a los hijos de Egipto, los vecinos tuyos, los carnudos; y de muchos modos te prostituiste, para irritarme.
27 Y si extiendo mi mano sobre ti, quitaré tus leyes y entregaré a almas que te odian, hijas de alienígenas, las que te apartan de tu camino. Prevaricaste
28 y te prostituiste sobre las hijas de Asur; y ni así te hartaste; y te prostituiste, y no te llenaste.
29 Y multiplicaste tus alianzas con tierra de caldeos, y ni en éstos te llenaste.
30 ¿Cómo dispondré a tu hija, dice el Señor, haciendo tú todas estas obras de mujer prostituta? Y te has prostituido triplemente en tus hijas;
31 el prostíbulo edificaste en todo principio de camino, y base tuya hiciste toda calle. Y te has hecho como prostituta juntando pagas,
32 la mujer la adúltera, símil a ti, de su marido recibiendo pagas;
33 a todos los que fornicaban con ella, añadía pagas; y tú has dado pagas a todos tus amantes; y los cargabas(i), para que viniesen a ti, a la redonda, en tu prostitución.
34 Y fue hecho en ti lo perverso más que a las mujeres, en tu prostitución; y contigo han fornicado, dando tú pagas; y pagas no se te dieron; y fue hecho en ti lo perverso.»
35 Por esto, prostituta, oye la palabra del Señor:
36 Esto dice el Señor: «Por cuanto has vertido tu dinero, descubierta será tu vergüenza en tu prostitución para tus amantes y para todos los pensamientos de tus iniquidades, y en las sangres de tus hijos que les diste.
37 Por esto he aquí, yo reúno todos tus amantes en los cuales te mezclaste, en ellos; y a todos los que amaste, con todos los que odiabas, y los juntaré sobre ti, en contorno, y descubriré tus maldades para con ellos, y verán toda la vergüenza tuya;
38 y te vindicaré con vindicta de adúltera; y te pondré en sangre de furor y celo.
39 Y te entregaré en sus manos, y socavarán tu lupanar; y arrasarán tu gasa; y te desvestirán tus vestiduras y cogerán los vasos de tu gloriación; y te despedirán desnuda y avergonzada.
40 Y traerán sobre ti turbas; y te apedrearán en piedras; y te degollarán en sus espadas;
41 y quemarán tus casas con fuego y harán en ti vindicta, a faz de mujeres muchas; y te separaré de ramería, y pagas no darás ya nunca jamás.
42 Y soltaré mi furor sobre ti y(j) se levantará mi celo de ti, y reposaré, y no me acuitaré ya nunca jamás.
43 Por cuanto no te acordaste de tu infancia; y me constristabas en todas estas cosas; y yo he aquí tus caminos sobre tu cabeza he dado, dice el Señor; y así has hecho tu impiedad sobre todas tus iniquidades.»
44 Esto es todo cuanto dijeron contra ti en parábola, diciendo: «Así como la madre,
45 también la hija de tu madre eres tú, la repudiadora de su marido y sus hijos; y hermanas de tus hermanas, las repudiadoras de sus maridos y de sus hijos; vuestra madre, hetea, y vuestro padre, amorreo.
46 Vuestra hermana la mayor, Samaria, ella y las hijas de ella la que habita a tu izquierda; y tu hermana la menor tuya, la que habita a tu derecha: Sodoma y las hijas de ella.
47 Y ni así en los caminos de ellas anduviste, ni, según las iniquidades de ellas, has hecho algo menos, y las sobrepasaste en todos tus caminos.
48 ¡Vivo yo! dice el Señor, ¡si ha hecho Sodoma, ella y las hijas de ella del modo que has hecho tú y las hijas tuyas!
49 Empero ésta fue la iniquidad de Sodoma, tu hermana: soberbia; en abundancia de panes y en florecimiento lozaneaban, ella y las hijas de ella; y mano de mendigo y pobre no acogían;
50 y jactábanse; e hicieron iniquidades a faz mía; y las arrebaté, según(k) vi(l).
51 Y Samaria, según las mitades de tus pecados no pecó; y has multiplicado tus iniquidades sobre ellas, y justificado(m) a tus hermanas en todas las iniquidades tuyas que has hecho.
52 Y tú llévate tu castigo en lo que has corrompido a tus hermanas en tus pecados en que has prevaricado sobre ellas y justificádolas sobre ti misma; y tú avergonzada seas, y coge tu deshonra por haber justificado a tus hermanas.
53 Y convertiré las conversiones(n) de ellas; la conversión de Sodoma y de las hijas de ella; y convertiré la conversión de Samaria y de las hijas de ella; y convertiré la conversión tuya, en medio de ellas;
54 para que te lleves tu castigo y avergonzada seas por todo lo que has hecho, para irritarme.
55 Y tu hermana Sodoma y las hijas de ella serán restituidas, según eran al principio, y Samaria y las hijas de ella serán restituidas, según eran al principio(o). Y tú y tus hijas restituidas seréis según al principio erais.
56 Y aunque no estaba Sodoma, tu hermana, para oída(p), en tu boca, en los días de tu soberbia;
57 (antes que fuesen descubiertas tus maldades; del modo que ahora oprobio eres de hijas de Siria y de todas las en contorno de ella hijas de alienígenas las que te rodean en contorno);
58 tus impiedades y tus iniquidades tú las has llevado, dice el Señor.»
59 Esto dice el Señor: «Y haré en ti, según has hecho, como has despreciado estas cosas, para transgredir mi alianza.
60 Y recordaré yo mi alianza, la contigo en días de tu infancia; y te suscitaré alianza eterna.
61 Y recordarás tu camino, y despreciada serás, cuando te acojan tus hermanas las mayores que tú con las tuyas menores que tú; y te las daré en edificación, y no por pacto tuyo.
62 Y suscitaré yo la alianza mía contigo, y conocerás que yo soy el Señor;
63 porque te acuerdes y avergüences, no tengas ya que abrir tu boca, a faz de tu deshonra, cuando me reconciliare yo contigo, según todo cuanto has hecho, dice el Señor.»
1 Parábola de la llevada del rey Sedecías. Reino del Mesías. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 Hijo de hombre, narra narración y di parábola a la casa de Israel;
3 y dirás: Esto dice el Señor: «Un águila, la grande, la grandialada, la larga por la dimensión, llena de uñas; la que ocupa el conducto de entrar en el Líbano, tomó lo selecto del cedro,
4 las sumidades de la terneza cortó(a) y las llevó a tierra de Canaán; en ciudad murada púsolas.
5 Y tomó de la semilla de la tierra, y la dio a la llanura plantación sobre agua mucha; visible dispúsola.
6 Y brotó y convirtióse en vid débil y pequeña, hasta mostrar ella sus pámpanos sobre ella; y sus raíces por debajo de ella estaban. Y convirtióse en vid e hizo retoños y extendió su trepar.
7 Y hubo águila otra grande, grandialada, mucha de uñas; y he aquí esta vid, enredada en torno hacia ella; y sus raíces, hacia ella; y sus pámpanos envióla para que la regara con la gleba de su plantación.
8 En campo hermoso sobre agua mucha, ésta engruesa, para hacer brotes y llevar fruto para hacerse vid grande.»
9 Por esto di: Esto dice el Señor: «¿Si se enderezará? ¿Acaso las raíces de su terneza y el fruto no se pudrirá, y se secará todo lo progerminante de ella? y no(b) en brazo grande, ni en pueblo mucho, para arrancarla de sus raíces.
10 Y he aquí engruesa. ¿Acaso se enderezará? ¿Acaso, juntamente con tocarla el viento el abrasado, no se secará? Con la gleba de su germinación, secaráse.»
11 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
12 Hijo de hombre, di ahora a la casa la exacerbadora: «¿No sabéis qué cosa sea esto?» Di: «Cuando viniere rey de Babel sobre Jerusalén, y tomare al rey de ella y a los príncipes de ella, y los llevare cerca de sí a Babel...(c)
13 Y tomará la simiente de la reyecía, y pactará con él pacto, y le introducirá en maldición; y los caudillos de la tierra tomará,
14 para que sea reino débil, del todo no se levante, para que guarde el pacto de él y lo afiance.
15 Y se rebelará contra él, enviando sus mensajeros a Egipto, para que le dé bridones y pueblo mucho. ¿Si se enderezará? ¿Si salvará, quien hiciere lo contrario? Y transgrediendo pacto ¿si salvará?»
16 «¡Vivo yo!», dice el Señor, si, en lugar —el rey, el que enreyeció al que deshonró mi maldición(d) y que transgredió mi alianza, con él, en medio de Babel, no terminará.
17 Y no en poder grande ni en turba mucha hará con él el Faraón la guerra, en circunvalación y en estructura de ballestas para arrebatar almas.
18 Y deshonró su juramento, transgrediendo el pacto; y he aquí he dado su mano, y todo esto le ha hecho; ¿acaso salvará?
19 Por esto di: Esto dice el Señor: «¡Vivo yo! si el juramento mío que deshonró, y la alianza mía que transgredió, no la diere yo sobre su cabeza.
20 Y tenderé sobre él la red, y prendido será en el envolvimiento de ella (y le llevaré a Babel, y juzgaré con él allí del agravio que agravió en mí)(e).
21 En toda batalla de él, en espada caerán; y los sobrevivientes a todo viento dispersaré; y conocereis esto: que yo, el Señor, he hablado.»
22 Por cuanto esto dice el Señor: «Y tomaré yo de lo selecto del cedro, de la cima del corazón de ellos cortaré, y transplantaré yo a monte alto;
23 y lo suspenderé en monte sublime de Israel y transplantaré; y echará brote, y hará fruto y se convertirá en cedro grande; y reposará debajo de él toda ave; y todo volátil bajo su sombra reposará; sus ramas serán restituidas.
24 Y conocerán todos los leños del campo esto: que yo soy el Señor, el que humillo leño alto, y enaltezco leño humilde; y seco leño verde, y germino leño seco. Yo, el Señor, he hablado y haré.»(f).
1 Cada cual paga sus propias culpas. Exhortación a la penitencia. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, ¿qué a vosotros esta parábola entre los hijos de Israel que dicen: «Los padres comieron agraz, ¿y los dientes de los hijos se han destemplado?»
3 ¡Vivo yo! dice el Señor, ¡si será todavía dicha esta parábola en Israel.
4 Porque todas las almas mías son; del modo que el alma del padre, así también el alma del hijo, mías son: pero el alma la que pecare, ésta morirá.
5 Y el hombre que fuere justo, el que hiciere justicia;
6 sobre los montes(a) no comiere y sus ojos no alzare, no, a los pensamientos de la casa de Israel; y a la mujer de su prójimo no manchare; y a mujer menstruosa no se llegare;
7 y a hombre no esclavizare, no; prenda de deudor devolviere; y rapiña no rapiñare; su pan al hambriento diere, y a desnudo cubriere;
8 y su dinero a usura no diere y demasía no recibiere; y de injusticia apartare su mano; juicio justo hiciere en medio de varón y en medio de su prójimo;
9 y con mis preceptos hubiere andado, mis justificaciones guardado para hacerlas; justo éste es, de vida vivirá, dice el Señor.
10 Y, si engendrare hijo —peste que derramando sangre y haciendo pecado;
11 en el camino de su padre el justo no ha andado; sino que también sobre los montes ha comido; y a la mujer de su prójimo manchado;
12 y a mendigo y pobre esclavizado; y rapiña rapiñado; y prenda no devuelto; y en los ídolos puesto sus ojos; iniquidad ha hecho;
13 con usura dado y demasía tomado; éste de vida no vivirá; todas estas iniquidades ha hecho; de muerte morirá; su sangre sobre él estará.
14 Y, si engendrare hijo, y viere todos los pecados de su padre que ha hecho; y temiere y no hiciere conforme a éstos:
15 sobre los montes no ha comido y sus ojos no han puesto en los pensamientos de la casa de Israel y a la mujer de su prójimo no ha manchado;
16 y a hombre no ha esclavizado; y prenda no prendado; y rapiña no rapiñado; su pan al hambriento ha dado; y a desnudo ha cubierto;
17 y de injusticia apartado su mano; usura ni demasía no ha tomado; justicia ha hecho, y en mis preceptos andado; no morirá en las injusticias de su padre y de vida vivirá.
18 Y su padre, si con tribulación atribulare y rapiñare rapiña, lo contrario ha hecho en medio de mi pueblo, morirá en su injusticia.
19 Y diréis: «Que ¿por qué no ha recibido la injusticia el hijo del padre? Porque el hijo justicia y misericordia ha hecho; todas mis leyes ha observado y hécholas; de vida vivirá.
20 Pero el alma la que pecare, morirá; mas el hijo no llevará la injusticia del padre; ni el padre llevará la injusticia del hijo: justicia de justo sobre él estará e iniquidad de inicuo sobre él estará.
21 Y el inicuo, si se convirtiere de todas sus iniquidades que ha hecho, y guardare todos mis mandamientos e hiciere justicia y misericordia; de vida vivirá; no morirá, no.
22 Todas sus prevaricaciones cuantas ha hecho, no se recordarán; en su justicia que ha hecho vivirá.
23 ¿Acaso con querer querré la muerte del inicuo, dice el Señor, sino que se convierta de su camino el malo, y viva?
24 Mas, si se apartare un justo de su justicia e hiciere injusticia, según todas las iniquidades que ha hecho el inicuo; todas sus justicias que ha hecho, no se recordarán; en su prevaricación que prevaricó, y en sus pecados que pecó, en ellos morirá.»
25 Y dijisteis: «No endereza el camino del Señor.» Oíd ahora, casa de Israel: ¿acaso mi camino no endereza? ¿Por ventura no(b) el camino vuestro no endereza?
26 Apartándose el justo de su justicia y haciendo prevaricación; si muriere en la prevaricación que ha hecho; en ella morirá.
27 Y, apartándose un inicuo de su iniquidad que ha hecho, si hiciere juicio y justicia; éste su alma ha guardado.
28 Y se ha apartado de todas sus impiedades que ha hecho, de vida vivirá; no morirá, no.»
29 Y dicen la casa de Israel: «No va recto el camino del Señor.» ¿Acaso mi camino no va recto, casa de Israel? ¿Por ventura no, el camino vuestro no va recto?
30 A cada uno, según su camino, juzgaréos, casa de Israel, dice el Señor. Convertíos y apartaos de todas vuestras impiedades; y no os serán para castigo de injusticia.
31 Lanzad de vosotros todas vuestras impiedades que habéis impiado contra mí y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo; y ¿a qué morís, casa de Israel?
32 Por esto: porque no quiero la muerte del que muere, dice el Señor (y convertíos y vivid).(c)
1 Treno, en dos imágenes, sobre Israel Y tú, coge treno sobre el príncipe de Israel; y dirás:
2 «¿Qué(a) tu madre? Leoncilla; en medio de leones nació; en medio de leones multiplicó sus cachorros.
3 Y escapóse uno de sus cachorros; león hízose, y aprendió a rapiñar rapiñas; hombres comió.
4 Y oyeron contra él gentes; en la perdición de ellas(b) fue cogido, y le llevaron en morral a tierra de Egipto.
5 Y vio(c) que le había sido arrebatado, había perecido su consistencia; y tomó otro de los cachorros de ella: león le constituyó.
6 Y estábase en medio de leones; león hízose, y aprendió a rapiñar rapiñas; hombres comió;
7 y se apacentaba en su osadía; y las ciudades de ellos yermó; y anonadó tierra y la plenitud de ella con voz de su rugido.
8 Y dieron sobre él gentes de regiones circunvecinas, y tendieron sobre él sus redes; en perdición de ellas fue cogido;
9 y le pusieron en morral y en jaula; vino el rey de Babel; y le metió en prisión; porque no se oyese su voz sobre los montes de Israel.
10 Tu madre, cual vid y cual flor en granado, en agua plantado; el fruto de ella y el germen de ella creció de agua mucha.
11 Y nació esta vara(d) sobre tribu de caudillos, y se exaltó con su magnitud, en medio de retoños; y vio su magnitud en muchedumbre de sus pámpanos.
12 Y quebrantada fue en furor: sobre tierra fue arrojada, y viento el abrasado secó lo selecto de ella; vindicados fueron, y secóse la vara de la fuerza de ella; fuego la consumió(e).
13 Y ahora hanla plantado en el desierto, en tierra inacuosa.
14 Y salió fuego de la vara, de lo selecto de ella, y la devoró; y no había en ella vara de fuerza. Tribu(f) en parábola de treno es; y será en treno.»
1 Dios no responde a los ancianos. Castigo de la ingratitud de Israel. Su conversión. Y aconteció en el año el séptimo, el quince del mes, que vinieron varones de los ancianos de la casa de Israel a consultar al Señor; y sentáronse a faz de él.
2 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
3 «Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel; y les dirás: Esto dice el Señor:
4 «¿Si a consultarme vosotros venís? ¡Vivo yo! si os he de responder, dice el Señor, si los he de vindicar con vindicación. Hijo de hombre, las iniquidades de sus padres, testimóniales;
5 y les dirás: «Esto dice el Señor: «Desde el día que elegí la casa de Israel y me manifesté a ellos en tierra de Egipto, y los acogí con mi mano, diciendo: «Yo soy el Señor, vuestro Dios»;
6 en aquel día acogílos con mi mano, para sacarlos de tierra de Egipto, a la tierra que les preparé: tierra manando miel y leche; panal es, más que toda la tierra.
7 Y les dije: «Cada uno las abominaciones de sus ojos arroje lejos; y en los cultos de Egipto no os inquinéis; yo el Señor vuestro Dios.»
8 Y apartáronse de mí; y no quisieron escucharme; las abominaciones de sus ojos no arrojaron lejos; y los cultos de Egipto no abandonaron. Y dije derramar mi furor sobre ellos, consumar mi ira en ellos, en medio de Egipto.
9 E hice que mi nombre del todo no fuera mancillado, a faz de las gentes, de las cuales ellos estaban en medio, de ellas; en las cuales me manifesté a ellos, a faz de ellas, para sacarlos de tierra de Egipto.
10 (Y saquélos de tierra de Egipto)(a) y los llevé al desierto;
11 y les di mis preceptos, y mis justificaciones manifestéles, cuantas harálas el hombre y vivirá en ellas.
12 Y mis sábados les di, para que les fuesen, para señal, en medio de mí y en medio de ellos, para que conocieran esto: que yo soy el Señor, el que los santifico.
13 Y dije a la casa de Israel en el desierto: «En mis preceptos andad.» Y no anduvieron; y mis justificaciones lanzaron las que hará el hombre, y vivirá; y mis sábados profanaron sobremanera. Y dije derramar mi furor sobre ellos en el desierto, para consumirlos.
14 E hice que mi nombre en modo alguno fuese profanado a faz de las gentes, de las cuales los saqué a ojos de ellos.
15 Y yo alcé mi mano sobre ellos en el desierto para en modo alguno introducirlos en la tierra que les di; tierra manando leche y miel; panal es más que toda la tierra;
16 por cuanto mis justificaciones lanzaron; y en mis preceptos no anduvieron, en ellos; y mis sábados profanaban, y en pos de los deseos de su corazón andaban.
17 Y perdonó mi ojo sobre ellos, para borrarlos, y no los hice en consumación en el desierto.
18 Y dije a sus hijos en el desierto: «En las leyes de vuestros padres no andéis; y sus justificaciones no guardéis, y en los cultos de ellos no os mezcléis y no os contaminéis.
19 Yo soy el Señor, vuestro Dios: en mis preceptos andad y mis justificaciones guardad, y hacedlas;
20 y mis sábados, y sea en señal en medio de mí y vosotros para conocer esto: que yo soy el Señor, vuestro Dios.»
21 Y exacerbáronme también sus hijos: en mis preceptos no anduvieron; y mis justificaciones no guardaron, para hacerlas, las que hará el hombre y vivirá en ellas; y mis sábados profanaban; y dije derramar mi furor sobre ellos en el desierto, para consumar mi ira sobre ellos.
22 E hice que mi nombre en modo alguno fuera profanado, a faz de las gentes, y los saqué a ojos de ellas.
23 Y alcé mi mano sobre ellos en el desierto, para dispersarlos en las gentes, diseminarlos en las regiones;
24 por cuanto mis justificaciones no hicieron, y mis preceptos lanzaron; y mis sábados profanaban; y tras los deseos de sus padres eran sus ojos.
25 También yo les di preceptos no hermosos y justificaciones en las cuales no vivirán, en ellas(b).
26 Y los mancharé en sus dones, pasando yo a través de todo lo que abre matriz, para exterminarlos.»
27 «Por esto habla a la casa de Israel, hijo de hombre; y les dirás: Esto dice el Señor: «Hasta esto me han irritado vuestros padres en sus prevaricaciones en que prevaricaron contra mí.
28 Y los introduje en la tierra a la que alcé la mano, la mano mía, para darles. Y vieron toda colina alta y todo leño frondoso; y sacrificaron allí a los dioses de ellos; y dispusieron allí olor de suavidad y libaron allí sus libaciones»
29 y les dije: «¿Cuál es la altura, que vosotros vais allá?» Y llamaron su nombre Altura, hasta el día de hoy.
30 Por esto di a la casa de Israel: Esto dice el Señor: «¿Si en las iniquidades de vuestros padres vosotros os mancháis y tras abominaciones de ellos vosotros fornicáis;
31 y en las primicias de vuestros dones, en las reservas con que vosotros os mancháis en todos vuestros deseos hasta el día de hoy; yo os responderé, casa de Israel? ¡Vivo yo! dice el Señor, si os he de responder, y si ha de subir a vuestro espíritu esto.
32 Y no será del modo que vosotros decís: «Seremos como las gentes y como las tribus de la tierra, sirviendo a leños y piedras.»
33 Por esto: ¡Vivo yo! dice el Señor, en mano fuerte y en brazo excelso y en furor derramado, reinaré sobre vosotros;
34 y os sacaré de los pueblos, y os acogeré de las regiones donde habéis sido dispersados, en ellas, en mano fuerte, y brazo excelso, y en furor derramado.
35 Y os llevaré al desierto de los pueblos, y juzgaré con vosotros allá, cara a cara.
36 Del modo que juzgué con vuestros padres en el desierto de tierra de Egipto; así os juzgaré dice el Señor.
37 Y os pasaré bajo mi vara; y os introduciré en número;
38 y elegiré de entre vosotros a los impíos, y los rebeldes; por esto, porque de la cohabitación los sacaré; y en la tierra de Israel no entrarán; y conoceréis esto: que yo soy el Señor Señor.»
39 Y vosotros, casa de Israel, esto dice el Señor Señor: «Cada uno sus cultos quitad; y, tras esto, si vosotros no me escucháis, tampoco mi nombre, el Santo, no profanaréis ya en vuestros dones y en vuestros cultos;
40 por esto: porque sobre el monte el santo mío, sobre monte excelso, dice el Señor Señor, allí me servirán toda la casa de Israel hasta el fin. Y allí acogeré y allí miraré vuestras primicias, y las primicias de las separaciones vuestras, en todas las santificaciones vuestras.
41 En olor de suavidad os acogeré, cuando os sacare de los pueblos y os acogiere de las regiones en que habéis sido dispersados en ellas; y seré santificado en vosotros, a los ojos de los pueblos.
42 Y conoceréis esto: que yo soy el Señor; cuando os introdujere en la tierra de Israel, en la tierra a que alcé mi mano, para darla a vuestros padres.
43 Y recordaréis allí vuestros caminos y vuestros cultos en que os manchasteis, en ellos; y golpearéis vuestros semblantes en todas vuestras maldades.
44 Y conoceréis esto: que yo soy el Señor, cuando yo os hiciere tal que mi nombre ya no se profane por todos vuestros caminos los malos y por vuestros cultos los corrompidos, dice el Señor.»
45 Y fue hecha palabra del Señor a mí diciendo:
46 «Hijo de hombre, afianza tu rostro sobre el mediodía(c) y mira hacia los santuarios y profetiza
47 y dirás a la selva príncipe del mediodía: ‘Oye palabra del Señor: ‘Esto dice Señor Señor: He aquí yo enciendo en ti fuego, y devorará en ti leño verde y todo leño seco; no se apagará la llama, la inflamada, y quemará en ella todo rostro, de mediodía a septentrión.
48 Y conocerá toda carne que yo, el Señor, lo he quemado; no se extinguirá.»
49 Y dije: «¡De ningún modo, Señor Señor! ellos me dicen: «¿Acaso no es parábola la que se dice, ésta?»(d)
1 Castigo de Israel, Amón y Babel Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Por esto profetiza, hijo de hombre, afianza tu rostro sobre Jerusalén y mira hacia los santuarios de ellos, y profetizarás sobre la tierra de Israel.
3 Y dirás a la tierra de Israel: «He aquí yo a ti, y sacaré mi daga de su vaina, y exterminaré de ti, a injusto e inicuo.
4 Por cuanto exterminaré, de ti, a injusto e inicuo, así saldrá la daga mía de su vaina sobre toda carne, de mediodía a septentrión;
5 y conocerá toda carne esto: que yo, el Señor, he sacado mi daga de su vaina; no retornará más.
6 Y tú, hijo de hombre, gime mucho en quebranto de tu lomo; y en dolores gime ante los ojos de ellos.
7 Y será: si dijeren a ti: ¿Por qué tú gimes? dirás: «Por el mensaje, por esto: porque viene(a), y herido será todo corazón; y todas las manos desmayarán; y desfallecerá toda carne y todo espíritu; y todos los muslos se inquinarán de humedad», he aquí viene, dice el Señor Señor».
8 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
9 «Hijo de hombre, profetiza, y dirás: «Esto dice el Señor: Di: «Espada, espada, afílate y enfurécete,
10 para que degüelles; afílate para que te conviertas en fulgor, preparada a disipación(b): degüella, desdeña, desecha todo leño.»
11 Y la dio apta para que la asiera su mano; afilada ha sido la espada; está apta para darla en mano de matador.
12 Vocifera y ulula, hijo de hombre; pues ella ha sido hecha en(c) mi pueblo; ella, en todos los caudillos de Israel; peregrinarán; por espada ha sido(d) en mi pueblo; por esto bate sobre tu mano.
13 Porque juzgado está; ¿también la tribu ha sido desechada?(e). No será, dice el Señor Señor.
14 Y tú, hijo de hombre, profetiza, y bate mano con mano; y duplica espada: la tercera espada de heridos es; espada de heridos, la grande.
15 Y los pasmarás; para que no se quiebre el corazón, y se multipliquen los enfermos sobre toda puerta; entregados han sido a degüello; bien ha sido hecha(f) en fulgor.
16 Y pasa, afílate a diestra y siniestra, a donde tu rostro se levantare.
17 Y yo batiré mi mano con mi mano y lanzaré adentro mi furor; yo, el Señor, he hablado.»
18 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo: «Y tú, hijo de hombre, disponte(g) dos caminos,
19 para que entre la espada de rey de Babel: de región una saldrán los dos; y mano al principio de camino de ciudad; sobre principio de camino constituirás,
20 que entre espada sobre Rabbath, de hijos de Amón, y sobre la Judea y sobre Jerusalén en medio de ella.
21 Por esto: porque se pondrá el rey de Babel sobre el antiguo camino sobre el principio de los dos caminos para adivinar adivinación, para hervir vara, y consultar en las esculturas, e inspeccionar hígados a su diestra(h).
22 Fue hecha la adivinación sobre Jerusalén; de echar vallado, de abrir boca en vociferación; de alzar voz con grita, de echar vallado sobre las puertas de ella, de echar valladar, de construir ballestas.
23 Y él(i) como adivinándoles adivinación, a faz de ellos; y él rememorando iniquidades de él de rememorar.
24 Por esto, esto dice el Señor: «Por cuanto habéis recordado vuestras injusticias, al ser reveladas vuestras impiedades, para que fuesen vistos los pecados vuestros, en todas vuestras impiedades y en vuestros cultos; por cuanto lo recordáis(j), en ello cogidos seréis.»
25 Y tú, inicuo contaminado príncipe de Israel, cuyo día llega en tiempo de iniquidad-término(k);
26 esto dice el Señor: «Quitaste la tiara y te pusiste corona; esta no será así(l); humillaste lo alto y enalteciste lo bajo.
27 ¡Injusticia, injusticia, injusticia! la pondré: ¡ay de ella! tal será hasta que viniere el a quien se debe(m), y entregaré(n) a él.»
28 Y tú, hijo de hombre, profetiza, y dirás: Esto dice el Señor a los hijos de Amón y al oprobio de ellos; y dirás: «Espada, espada, desenvainada para degüellos, y desenvainada para consumación, levántate, porque esplendas.
29 En tu visión la vana, y en el adivinar tú mentirás para que te entregues a cuellos de heridos inicuos; llega el día de iniquidad-término.
30 Vuélvete(o); no te quedes en este lugar que has nacido: en la tierra, la propia tuya te juzgaré.
31 Y derramaré sobre ti mi ira; en el fuego de mi ira soplaré sobre ti, y te entregaré en manos de varones extraños, que fabrican perdiciones.
32 En fuego serás pasto, tu sangre estará en medio de tu tierra; no habrá, no, memoria de ti, por esto: porque yo, el Señor, he hablado.»
1 Contra los vicios de Israel que serán castigados Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Y tú, hijo de hombre, ¿si juzgarás la ciudad de las sangres? Y muéstrala en todas sus iniquidades;
3 y dirás: «Esto dice el Señor Señor: «¡Oh ciudad que vierte sangres en medio de ella; para que llegue el tiempo de ella, y que hace cultos contra sí misma; para mancillarse!»
4 En las sangres de ellos que vertiste, has prevaricado; y en los cultos que hacías, te mancillabas; y acercaste tus días, y trajiste el tiempo de tus años. Por esto te di en oprobio a las gentes, y en ludibrio a todas las regiones,
5 las cercanas de ti y las lejanas de ti; y se mofarán de ti, inmunda la llamada y mucha en las iniquidades.
6 He aquí los caudillos de la casa de Israel, cada uno con sus cognados, mezcláronse en ti para derramar sangre;
7 a padre y madre maldecían en ti, y a peregrino trastornaban en injusticias en ti;
8 a huérfano y viuda esclavizaban; y mi santo despreciaban, y mis sábados profanaban en ti.
9 Varones ladrones, en ti, para derramar en ti sangre, y sobre los montes comían en ti; cosas sacrílegas hacían en medio de ti.
10 Vergüenza de padre descubrieron en ti; y a la en impureza sentada humillaron en ti;
11 cada cual de la mujer de su prójimo abusaron; y cada cual a su nuera mancilló en impiedad; y cada cual a su hermana, hija de su padre humillaban en ti.
12 Dádivas recibían en ti, para derramar sangre; usura y exceso recibían en ti; y consumaste consumación de maldad tuya, la en opresión; y de mí te olvidaste, dice el Señor.
13 Y, si levantare mi mano sobre lo que has consumado, lo que has hecho, y sobre tus sangres las hechas en medio de ti;
14 ¿si subsistirá tu corazón? ¿Si prevalecerán tus manos en los días que yo hago en ti? Yo, el Señor, he hablado, y así lo haré.
15 Y te dispersaré en las gentes, y te diseminaré en las regiones; y(a) desfallecerá tu inmundicia de ti;
16 y heredaré en ti ante los ojos de las gentes, y conoceréis esto: que yo soy el Señor.»
17 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
18 «Hijo de hombre, he aquí, han sido hechos, para mí, la casa de Israel, mixtos todos de bronce, y fierro, y estaño y plomo; en medio de plata entremezclada está.
19 Por esto di: «Esto dice el Señor Señor: «Por cuanto habéis sido hechos en conmistión una; por esto yo os recibiré en medio de Jerusalén;
20 como se recibe plata, y bronce, y fierro, y estaño y plomo en medio del horno, para soplar sobre vosotros fuego de fundir; así os recibiré en mi ira, y juntaré y fundiré;
21 y soplaré sobre vosotros el fuego de mi ira; y fundidos seréis en medio de ella.
22 Del modo que se funde plata en medio del horno; así seréis fundidos en medio de ella; y conoceréis esto: que yo el Señor, he derramado mi furor sobre vosotros.»
23 Y fue hecha palabra del Señor a mí diciendo:
24 «Hijo de hombre, di a ella: «Tú eres tierra, la no regada; ni lluvia ha sido hecha sobre ti en día de ira.
25 Cuyos caudillos, en medio de ella, como leones rugientes, rapiñando rapiña, almas devorando en potencia, y precios recibiendo; y las viudas multiplicáronse en medio de ti.
26 Y los sacerdotes de ella despreciaron mi ley; y profanaban mi santo; en medio de santo y profano no distinguían; y en medio de impuro y lo puro no distinguían; y ante mis sábados cubrían sus ojos; y contaminábaseme en medio de ellos.
27 Los príncipes de ella, en medio de ella como lobos rapiñando rapiñas, a fin de derramar sangre; para, con codicia, codiciar.
28 Y los profetas de ella, que los ungen, caerán, viendo cosas vanas, vaticinando mentiras, diciendo: «Esto dice el Señor», y el Señor no ha hablado;
29 al pueblo de la tierra estrujando con injusticia y rapiñando rapiñas; al mendigo y pobre oprimiendo; y con el peregrino no tratando con juicio;
30 Y buscaba yo de entre ellos varón que tratase rectamente, y estuviese delante de mí íntegramente, en tiempo de la tierra, para no hasta el fin borrarla, y no hallé.
31 Y derramé sobre ella mi furor, en fuego de mi ira, para consumar; sus caminos sobre sus cabezas he dado, dice el Señor Señor.»
1 Samaria y Jerusalén, meretrices Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, dos mujeres había, hijas de madre una;
3 y se prostituyeron en Egipto en su adolescencia; allí cayeron sus pechos y desvirgáronse.
4 Y sus nombre eran: Oola, la mayor, y Oóliba, su hermana. E hiciéronse mías; y parieron hijos e hijas; y los nombres de ellas: Samaria fue Oola, y Jerusalén fue Oóliba(a);
5 y se prostituyó Oola, de mí, y adhirió a sus amantes; a los asirios que se llegaban a ella,
6 vestidos de jacintinas(b), príncipes y estrategos; jovencillos y selectos, todos cabalgadores cabalgando sobre caballos.
7 Y dio su prostitución sobre ellos; selectos hijos de asirios todos; y sobre todos a quienes adhirió, en todos los deseos de ella, se mancilló.
8 Y su prostitución de Egipto no abandonó; pues con ella dormían en la adolescencia de ella; y ellos la desvirgaron y derramaron la prostitución de ellos sobre ella.
9 Por esto la he entregado en manos de sus amantes, en manos de hijos de asirios a quien se adhirió.
10 Ellos descubrieron la vergüenza de ella, hijos e hijas de ella cogieron; y a ella en espada mataron, y fue hecha cuento entre mujeres; y vindictas hicieron en ella por las hijas.
11 Y vio su hermana Oóliba, y corrompió(c) la adhesión de ella sobre ella, y su prostitución sobre la prostitución de su hermana;
12 y a los hijos de los asirios adhirió: a príncipes y estrategos, los cerca de ella, vestidos de hermosas telas, cabalgadores cabalgando sobre caballos: jovencillos selectos todos.
13 Y vi que inquinado está camino uno(d) de las dos.
14 Y añadió a la prostitución de ella, y vio varones pintados en la pared: imágenes de caldeos, pintados en estilo,
15 ceñidos de polimitas sus lomos pintadas y sobre sus cabezas; vista triple(e) de todos, semejanza de hijos de caldeos, tierra patria de él(f),
16 y se adhirió a ellos por la vista de sus ojos; y envió mensajeros a ellos a tierra de caldeos;
17 y vinieron a ella hijos de Babel, a lecho de huéspedes, y mancháronla en la prostitución de ella, y manchado fue en ellos; y apartóse el alma de ella de ellos.
18 Y reveló su prostitución, y descubrió su vergüenza. Y apartóse mi alma de ella, al modo que se apartó mi alma de su hermana.
19 Y multiplicaste tu prostitución, acordándote del día de tu adolescencia, en los que te prostituiste en Egipto;
20 y adheriste a los caldeos; de los cuales, como de asnos, las carnes, de ellos; y pudendo de caballos, el pudendo de ellos(g);
21 y visitaste la iniquidad de tu adolescencia, lo que hacías en Egipto, en tu hospedaje; donde los pechos de tu adolescencia.»
22 Por esto, Oóliba, esto dice el Señor: «He aquí que yo suscito tus amantes sobre ti, de los cuales se apartó tu alma, de ellos; y los traeré sobre ti, en contorno;
23 a hijos de Babel y a todos los caldeos; perfectos, y ricos y nobles; y todos los hijos de asirios con ellos; jovencillos, selectos, príncipes y estrategos, todos terceros(h) y renombrados, cabalgando sobre caballos.
24 Y todos vendrán sobre ti, del septentrión, carros y ruedas con turba de pueblos adargas y rodelas; y lanzará guardia sobre ti, en circuito.
25 Y dará ante el rostro de ellos juicio, y te juzgarán en sus juicios; y daré mi celo en ti, y harán contigo en ira de furor: narices tuyas y orejas tuyas arrancarán de ti, y los residuos tuyos en espada derribarán. Ellos a tus hijos y tus hijas tomarán; y tus residuos fuego devorará;
26 y te desnudarán de tu vestidura, y quitarán los vasos de tu gloriación.
27 Y apartaré tus impiedades, de ti, y tu prostitución, de la tierra de Egipto y no alzarás, no, tus ojos a ellos; y de Egipto no te acordarás, no, ya.»
28 Por esto: porque esto dice el Señor: «He aquí yo te entrego en manos de los que odias; de los que se apartó tu alma, de ellos;
29 y harán en ti, en odio, y quitarán todos tus trabajos y afanes; y estarás desnuda y avergonzada, y se revelará la vergüenza de tu prostitución y tu impiedad. Y tu prostitución
30 te ha hecho esto, al ir tú en pos de gentes; y te has mancillado en los deseos de ellos.
31 En el camino de tu hermana has andado; y daré su cáliz en tus manos.
32 Esto dice el Señor: «El cáliz de tu hermana beberás, el hondo, y el ancho y el redundante, para consumar ebriedad;
33 y de desfallecimiento te llenará, y el cáliz de anonadamiento, cáliz de tu hermana,
34 lo beberás, y sus fiestas y neomenias quitaré; por esto: porque yo he hablado, dice el Señor.»
35 Por esto, esto dice el Señor: «Por cuanto me olvidaste y arrojaste tras de tu cuerpo; también tú toma tu impiedad y tu prostitución».
36 Y díjome el Señor: «Hijo de hombre ¿no juzgarás a Oola y a Oóliba, y las anunciarás sus iniquidades?
37 pues adulteraban; y sangre en sus manos. Según sus cultos adulteraban; y los hijos de ellas que me engendraron, pasáronles(i) por entre holocaustos.
38 Hasta que aun esto me hicieron: mi santuario inquinaron; y mis sábados profanaban;
39 degollando sus hijos para sus ídolos, entraban en mi santuario para profanarlo. Y porque así hacían en medio de mi casa;
40 y porque, para los varones que venían de lejos a los que mensajeros habían enviado, a ellos; tan pronto como venían, al punto te bañabas y pintabas tus ojos; y te ornabas con ornato,
41 y te sentabas sobre estrado tendido; y mesa ornada, delante de él. Y mi timiama y mi óleo alegrábanse(j) en ellos;
42 y voz de armonía resonaba; y a varones que de muchedumbre de hombres, venían del desierto; y dieron brazaletes sobre las manos de ellos, y corona de gloriación sobre sus cabezas.»
43 Y dije: «¿No en esto adulteran, y a obras de prostitución también ella se prostituyó?
44 y entraban a ella del modo que entran a mujer prostituta; así entraban a Oola y a Oóliba a hacer iniquidad.
45 Y varones justos ellos también las vindican con vindicta de adúltera y con vindicta de sangre; pues adúlteras son, y sangre, en sus manos.»
46 Esto dice el Señor Señor: «Trae sobre ellas muchedumbre, y da en ellas tumulto y rapiña;
47 y apedréalas con piedras de turbas, y traspásalas en las espadas de ellos. A sus hijos y sus hijas matarán y sus casas quemarán.
48 Y apartaré la impiedad de la tierra, y aprenderán todas las mujeres; y no harán, no, según las impiedades de ellas.
49 Y será dada vuestra impiedad sobre vosotras; y los pecados de vuestros cultos recibiréis, y conoceréis esto: que yo soy el Señor.»
1 Sitio de Jerusalén y su infortunio Y fue hecha palabra del Señor a mí, en el año el noveno, en el mes el décimo, el décimo del mes, diciendo:
2 «Hijo de hombre, escríbete para el día, desde este día que se ha afianzado rey de Babel sobre Jerusalén, desde el día de hoy;
3 y di a la casa, la exacerbadora, una parábola; y dirás a ellos»: Esto dice el Señor: «Pon la olla(a) y vierte en ella agua;
4 y echa en ella presas, toda presa hermosa, muslo y hombro desosados;
5 de selectas bestias tomados; y enciende los huesos debajo de ellos: —hirvió, hirvió, y cocidos están los huesos de ella(b) en medio de ella.»
6 Por esto, esto dice el Señor: «¡Oh ciudad, de sangres olla, en que está moho, en ella, y el moho no ha salido de ella; miembro por miembro de ella ha sacado; no ha caído sobre ella suerte.
7 Porque sangres de ella, en medio de ella están; sobre lisa piedra lo he puesto; no derramándolo sobre la tierra, para cubrir sobre ello tierra;
8 para que subiese furor en venganza de vengar he dado la sangre de ella sobre lisa piedra, para no cubrirla.»
9 Por esto, esto dice el (Señor) Señor: («¡Ay de la ciudad de las sangres!)(c). También yo agrandaré el tizón;
10 y multiplicaré la leña y encenderé el fuego, para que se derritan las carnes, y se disminuya el caldo;
11 y esté sobre las brasas; para que se queme y caldee el bronce de ella; y se derrita en medio de la inmundicia de ella, y se acabe el moho de ella;
12 y no salga, no, de ella mucho el moho de ella;
13 avergonzado será su moho, por cuanto te has manchado. ¿Y qué, si no te purificares ya, hasta que llene yo mi furor?
14 Yo, el Señor, he hablado; y llegará, y haré; no diferiré, y no me apiadaré, no; según tus caminos y según tus deseos te juzgaré, inmunda la afamada y mucha para irritar.»
15 Y fue hecha palabra del Señor a mí diciendo:
16 «Hijo de hombre, he aquí yo quito de ti los deseos de tus ojos en aprontamiento: no plañas, no; y no llores, no;
17 gemido de sangre, de lomo, de llanto serás; no estarán tus cabellos entrelazados sobre ti y tus calzados en tus pies; no serás consolada, no, en labios de ellos, y pan de varones no comerás, no.»
18 Y hablé al pueblo (por la mañana, y por la tarde, murió mi mujer e hice)(d) por la mañana del modo que me mandó por la tarde.
19 Y me dijo el pueblo: «¿No nos anunciarás qué es esto que tú haces?»
20 Y les dije: «Palabra del Señor a mí se ha hecho, diciendo:
21 «Di a la casa de Israel: «Esto dice el Señor: «He aquí yo profanaré mi santo, jactancia de vuestra fortaleza, delicias de vuestros ojos, y sobre el cual se apiadan(e) vuestras almas. Y vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis, en espada caerán;
22 y haréis del modo que he hecho; por boca de ellos no seréis consolados(f), y pan de varones(g) no comeréis;
23 y vuestros cabellos sobre vuestra cabeza, y los calzados, en vuestros pies; y no plañiréis, no; y no lloraréis, no; y os desharéis en vuestras injusticias; y consolaréis cada uno a su hermano(h).
24 Y será Ezequiel para vosotros, en portento(i): según todo cuanto hizo, haréis, cuando llegaren estas cosas; y conoceréis esto: que yo soy el Señor.»
25 «Y tú, hijo de hombre, acaso en el día, cuando les quito la fortaleza, el alzamiento de la gloriación de ellos, las delicias de sus ojos, y el alzamiento de su alma; sus hijos y sus hijas;
26 en aquel día ¿no llegará el salvo a ti a anunciarte en las orejas?
27 En aquel día se abrirá tu boca al salvo: hablarás, y ya no se acallará nunca jamás(j); y serás, para ellos, en portento; y conocerán esto: que yo soy el Señor.»
1 Profecía contra Amón, Moab, Edom y Filistea Y fue palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, afianza tu rostro sobre los hijos de Amón y profetiza sobre ellos;
3 y dirás a los hijos de Amón: «Oíd palabra del Señor: «Esto dice el Señor: «Por cuanto os habéis alegrado sobre mi Santo, porque fue profanado; y sobre la tierra de Israel, porque fue anonadada; y sobre la casa de Judá, porque partieron a cautiverio;
4 por esto he aquí yo os entrego a los hijos de oriente(a) en heredad; y se empabellonarán en su bagaje, en ti; y ellos comerán tus frutos y ellos beberán tu grosura, y darán en ti sus tiendas.
5 Y daré la ciudad de Amón en dehesa de ovejas; y conoceréis esto: que yo soy el Señor.»
6 Por esto: porque esto dice el Señor: «Por cuanto batiste tu mano y golpeaste al par con tu pie, y te alegraste, de tu alma, sobre la tierra de Israel,
7 por esto, extenderé mi mano sobre ti, y te daré, en botín, a las gentes; y te exterminaré de los pueblos; y te perderé, de las regiones, con perdición; y conoceréis esto: que yo soy el Señor.»
8 Esto dice el Señor: «Por cuanto dijo Moab: «He aquí ¿no del modo que todas las gentes la casa de Israel y Judá?»
9 Por esto he aquí disuelvo el hombro(b) de Moab de ciudades de sus promontorios, escogida tierra, casa de Betyesimot sobre fontana de ciudad marítima;
10 los hijos de oriente, con los hijos de Amón, le(c) he dado en heredad; para que memoria no haya de los hijos de Amón.
11 Y en Moab haré venganza; y conocerán esto: que yo soy el Señor.»
12 Esto dice el Señor: «Por cuanto ha hecho Idumea, en vindicar ellos vindicta de la casa de Judá y el mal rememoraron y vindicaron vindicta;
13 por esto dice el Señor: «También extenderé mi mano sobre Idumea, y exterminaré, de ella, hombre y bestia; y la pondré desierta; y de Dedán fugitivos en espada caerán;
14 y daré mi venganza sobre Idumea en mano de mi pueblo de Israel; y harán en Idumea, según mi ira y según mi furor; y conocerán mi venganza, dice el Señor.»
15 Por esto, esto dice el Señor: «Por cuanto han hecho los alienígenas en vindicta y suscitaron vindicta, gozándose, de alma, para exterminar hasta uno(d);
16 por esto, esto dice el Señor: «He aquí yo extenderé mi mano sobre los alienígenas, y exterminaré cretenses; y destruiré los restantes, los habitadores de la marina;
17 y haré en ellos venganzas grandes, y conocerán esto: que yo soy el Señor; cuando diere mi venganza sobre ellos.»
1 Profecía contra Tiro Y aconteció en el undécimo año, primero de mes, que fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro sobre Jerusalén: ¡Bien! está quebrantada(a); perecieron las gentes; volvióse(b) a mí; la llena desierta está»;
3 por esto, esto dice el Señor: «He aquí yo, sobre ti, Tiro; y traeré sobre ti gentes muchas; como sube la mar con sus olas.
4 Y derribarán los muros de Tiro; y derribarán tus torres; y aventaré su polvo, de entre ella; y la daré en lisa piedra.
5 Secadero de redes será en medio del mar; que yo he hablado, dice el Señor. Y será en presa para las gentes;
6 y sus hijas(c) en el campo a cuchilla serán muertas; y conocerán que yo soy el Señor.»
7 Pues esto dice el Señor: «He aquí yo traigo sobre ti, Tiro, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, desde el septentrión (rey de reyes es) con bridones, y carros, y jinetes y reunión de gentes muchas sobremanera.
8 Este, las hijas tuyas, las del campo, a cuchilla matará; y daré sobre ti avanzadas, y circunvalará, y hará sobre ti en contorno vallado y circuito de armas; y sus lanzas contra ti dará;
9 tus muros y tus torres derribará en sus cuchillas.
10 Por la muchedumbre de sus bridones cubriráte la polvareda de ellos; y por la voz de sus bridones y las ruedas de sus carros temblarán tus muros, cuando él entrare en tus puertas, como entrando en la ciudad, desde el llano(d).
11 En los cascos de sus caballos conculcarán todas tus calles; a tu pueblo con cuchilla matará; y la consistencia(e) de tu fortaleza por tierra echará.
12 Y apresará tu fuerza, y despojará tus haberes; y derribará tus muros y tus casas las deseables derrocará; y tus piedras, y tu madera y tu polvo al medio de tu mar lanzará.
13 Y deshará la muchedumbre de tus músicos; y la voz de tus salterios no se oirá, no, ya.
14 Y te daré(f) lisa piedra; secadero de redes serás; no serás, no, edificada ya; pues yo, el Señor, hablé», dice el Señor.
15 Por cuanto esto dice el Señor Señor a Tiro: «¿No de voz de tu ruina, al gemir heridos, al desenvainar cuchilla en medio de ti, temblarán tus islas?
16 Y descenderán de sus tronos todos los príncipes entre las gentes de la mar; y quitarán las mitras, de sus cabezas; y las vestiduras las polimitas de ellos se desvestirán. Con pasmo se pasmarán; en tierra sentaránse y temerán su perdición; y gemirán sobre ti;
17 y cogerán sobre ti lamento, y te dirán. «¿Cómo has sido derrocada del mar, la ciudad, la celebrada, la que dio su temor a todos los habitadores de él?
18 Y temerán las islas desde el día de tu caída;
19 que esto dice el Señor Señor: «Cuando yo te diere ciudad desierta, como las ciudades que no serán habitadas; cuando trajere sobre ti el abismo, y te cubriere agua mucha;
20 te bajaré a los que descienden a la hondura; al pueblo del siglo(g); y te colocaré en las profundidades de la tierra, como desierto sempiterno, con los que descienden a la hondura; para que no seas habitaba, ni resurjas sobre tierra de vida.
21 Perdición te daré(h), y no serás ya por el siglo, dice el Señor Señor».
1 Treno por la ruina de Tiro Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, también tú coge sobre Tiro treno;
3 y dirás a Tiro, la que habita sobre la entrada del mar, el emporio de los pueblos desde islas muchas: Esto dice el Señor a Tiro: «Tú dijiste: «Yo me revestí de mi hermosura;
4 en el corazón del piélago sita; tus hijos(a) pusieron alrededor tuyo hermosura.
5 Cedro de Sanir te fue edificado; ligaduras de tablas, de ciprés, del Líbano tomadas fueron, para hacerte mástiles abetinos;
6 de Basan hicieron tus remos; tus santuarios(b) hicieron de marfil: casas silvestres(c), de islas de Quitin(d).
7 Biso con polimitas de Egipto fue hecho para ti estrado, para circundarte de gloria y rodearte de jacinto y púrpura, de las islas de Tarsis(e); y fueron hechos manto tuyo.
8 Y tus príncipes, los habitantes de Sidón y aradios fueron hechos remadores tuyos; los sabios tuyos, Tiro, los que estaban en ti, éstos, pilotos tuyos;
9 los ancianos de los biblos(f) y los sabios de ellos estaban en ti; éstos fortalecían tu consejo; y todos los bajeles del piélago y sus remadores fueron tuyos, de occidente a occidente.
10 Persas, y lidios, y libios estaban en tu fuerza; varones guerreros tuyos broqueles y morriones suspendieron en ti; éstos dieron tu gloria.
11 Hijos de Arad y tu fuerza, sobre tus muros; centinelas(g) en tus torres eran, sus carcajes suspendieron en tus retiros, éstos consumaron tu hermosura.
12 Cartagineses, tus mercaderes, por la muchedumbre de toda tu fuerza, plata, y oro, y hierro, y estaño y plomo dieron(h) tu ágora.
13 La Hélada, tanto toda ella, como lo adyacente; —y éstos negociaban para ti en almas de hombres(i), y vasos áureos dieron tu negociación;
14 de la casa de Togorna, bridones y cabalgadores dieron tu ágora.
15 Hijos de rodios(j) mercaderes tuyos, desde las islas multiplicaron tu negociación: dientes elefantinos; y por lo que se introducía, permutabas tus jornales;
16 hombres(k) por negociación tuya, por la muchedumbre de tu mixtura, estacte y bordadura de Tarsis, y seda y margaritas dieron tu ágora.
17 Judá y los hijos de Israel; éstos tus mercaderes, en venta de trigo y ungüentos y casia; y primera miel y aceite y resina dieron a tus mixtos.
18 Damasco, mercaderes tuyos, de la multitud de toda tu fortaleza: vino de Quelbón, y lanas de Mileto; y vino a tu ágora dieron.
19 (l)De Asel hierro labrado; y rueda en tus mixtos hay(m).
20 Dedán, mercaderes tuyos con bestias(n) selectas para carros.
21 La Arabia y todos los príncipes de Cedar, éstos, tus mercaderes, por mano tuya(o); camellos, y corderos y carneros, en que negociaban contigo.
22 Mercaderes de Sabá y Regmá; éstos tus mercaderes en primeros perfumes y piedras preciosas; y oro dieron tu ágora.
23 Harán, Quene y Edén; éstos, mercaderes tuyos. Sabá, Asur, Quilmad, mercaderes tuyos;
24 trayendo negociación: jacinto y tesoros escogidos ligados con cuerdas, y objetos cipresinos.
25 Bajeles, tus mercaderes en la muchedumbre, en tu mixtura; y te repletaste y gravaste sobremanera en el corazón de la mar.
26 En agua mucha te llevaron tus remeros. La racha del noto te quebrantó en el corazón de la mar;
27 estaban tus fuerzas y la ganancia tuya y de los mezclados contigo; y tus remeros, y tus pilotos, y tus consejeros y los mixtos de los mixtos tuyos, y todos los varones los guerreros tuyos en ti; y toda la congregación tuya, en medio de ti, caerán en el corazón de la mar, en el día de tu caída.
28 Al clamor de tu voz, tus pilotos con temor temerán;
29 y descenderán de los barcos todos los remadores y los ascensores y los pilotines de la mar en la tierra pondránse;
30 y vociferarán sobre ti con su voz y gritarán amargamente y pondrán sobre su cabeza tierra; y ceniza desparramarán sobre sí.
31 (Y raerán sobre ti raedura y se ceñirán saco, y llorarán por ti, en amargura de alma y en llanto amargo prorrumpirán)(p).
32 Y cogerán los hijos de ellos sobre ti treno, treno de Tiro. («¿Quién como Tiro la enmudecida en medio del mar?»)(q).
33 ¡Cuánta hallaste ganancia por la mar! Repletaste gentes con tu plenitud, y con tu mezcla(r) enriqueciste a todos los reyes de la tierra.
34 Ahora quebrantada has sido en el mar; en el profundo del agua tu mezcla y toda tu congregación en medio de ti.
35 Cayeron todos tus remadores; todos los habitantes de las islas espantáronse de ti; y sus reyes con pasmo se pasmaron, y lloró su faz.
36 Mercaderes de las gentes silbáronte; perdición has sido hecha; y no serás ya por el siglo.»
1 Profecía contra el rey de Tiro; contra Sidón; sobre la vuelta de Israel. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Y tú, hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor: «Por cuanto se ha exaltado tu corazón, y has dicho: «Dios soy yo»; habitación de Dios habitó en el corazón de la mar; y tú eres hombre; y no Dios; y has dado tu corazón como corazón de Dios;
3 ¿acaso más sabio eres tú que Daniel? O sabios ¿no te han instruido en la disciplina de ellos?
4 ¿Acaso en tu disciplina o tu prudencia te has hecho poder, y oro y plata en tus tesoros?
5 En tu mucha disciplina y comercio has dilatado tu poder; se ha exaltado tu corazón en tu poder.»
6 Por esto, esto dice el Señor: «Puesto que has dado tu corazón como corazón de Dios;
7 a trueque de esto, he aquí yo traigo sobre ti ajenas pestes de las gentes, y desnudarán tus cuchillas sobre ti y sobre la hermosura de tu disciplina, y tenderán tu hermosura en perdición;
8 y te bajarán, y morirás muerte de heridos en el corazón de la mar.
9 ¿Acaso diciendo dirás: «Dios soy yo», a faz de los que te matan? y tú eres hombre y no Dios.
10 En muchedumbre de incircuncisos perecerás a manos de extraños; porque yo he hablado», dice el Señor.
11 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
12 «Hijo de hombre, coge treno sobre el príncipe de Tiro, y dile: «Esto dice el Señor Señor: «Tú, sello de semejanza(a) y corona de hermosura,
13 en las delicias del paraíso de Dios estuviste. Toda piedra preciosa te prendiste: sardio, y topacio, y esmeralda, y carbúnculo, y zafiro y jaspe, y plata y oro, y jacinto(b) y ágata, y amatista, y crisólito, y berilo y ónice; y de oro llenaste tus tesoros y las recámaras tuyas en ti.
14 Desde el día que fuiste creado tú con el querube(c) te puse en el monte santo de Dios; fuiste hecho en medio de piedras ígneas(d);
15 fuiste hecho intachable en tus días; desde el día que fuiste creado, hasta que se hallaron las injusticias en ti.
16 Con la muchedumbre de tu comercio llenaste tus recámaras de iniquidad, y pecaste y herido fuiste del monte de Dios; y te sacó el querube de en medio de las piedras ígneas.
17 Se exaltó tu corazón por tu hermosura; corrompióse tu disciplina con tu hermosura; por la muchedumbre de tus pecados a la tierra te he arrojado; delante de los reyes te he dado ser escarmiento.
18 Por la muchedumbre de tus pecados y de las injusticias de tu comercio profané tus santuarios, y sacaré fuego de en medio de ti; éste te devorará; y te daré(e) ceniza sobre tu tierra, delante de todos los que te ven.
19 Y todos los que te conocen en las gentes gemirán sobre ti; perdición has sido hecho, y no serás ya por el siglo».
20 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
21 «Hijo de hombre, fija tu rostro sobre Sidón y profetiza sobre ella,
22 y di: «Esto dice el Señor: «He aquí yo, sobre ti, y glorificado seré en ti, y conocerás que yo soy el Señor; cuando hiciere yo en ti juicios; y santificado seré en ti.
23 Sangre y muerte en tus calles; y caerán heridos a cuchillas, en ti, en tu circuito; y conocerán esto: que yo soy el Señor.
24 Y no habrá, no, ya en la casa de Israel estaca de amargura y espina de dolor, de parte de los en contorno de ellos, los que los vilipendian; y conocerán que yo soy el Señor.»
25 Esto dice el Señor Señor: «Y congregaré a Israel de entre las gentes donde han sido dispersados, allí; y seré santificado en ellos y delante de los pueblos y de las gentes.
26 Y habitarán sobre la tierra de ellos que he dado a mi siervo Jacob; y habitarán sobre ella, en esperanza; y edificarán casas y plantarán viñas; y habitarán en esperanza, cuando hiciere yo juicio en todos los que hubieren vilipendiado en los en contorno de ellos; y conocerán que yo soy el Señor, el Dios de ellos y el Dios de sus padres.»
1 Profecía sobre la devastación de Egipto En el año el duodécimo, en el décimo mes, a uno del mes, fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, fija tu rostro sobre el Faraón, rey de Egipto, y profetiza sobre él y sobre Egipto entero,
3 y di: «Esto dice el Señor: «He aquí yo, sobre Faraón, el dragón(a) el grande, el sentado en medio de sus ríos, el que dice: «Míos son los ríos, y yo los hice.»
4 Y yo daré lazos(b) a tus mejillas, y adheriré los peces del río a tus plumas(c) y te sacaré de en medio de tu río;
5 y te derribaré en breve(d) y todos los peces de tu río; sobre faz del campo caerás; y no serás congregado, no, y no recogido(e), no, a las bestias de la tierra y a los volátiles del cielo te he dado en devoración.
6 Y conocerán todos los habitantes de Egipto que yo soy el Señor; por cuanto te hiciste vara cañiza(f) para la casa de Israel;
7 cuando te cogió con la mano de ellos, te quebraste y, cuando aplaudió sobre ellos toda mano, y cuando descansaron sobre ti, te destrozaste y quebrantaste de ellos todo lomo.
8 Por esto, esto dice el Señor: «He aquí yo traigo sobre ti espada, y perderé, de ti, hombres y bestias,
9 y será la tierra de Egipto perdición y desierto; y conocerán que yo soy el Señor; por decir tú: «Los ríos míos son, y yo los he hecho.»
10 Por esto, he aquí yo sobre ti y sobre todos tus ríos, y daré la tierra de Egipto en desierto, espada y perdición, desde Magdol y Siene(g) y hasta fines de los etíopes.
11 No pasará, no, en ella pie de hombre, y pie de bestia no pasará, no, por ella; y no será habitada cuarenta años.
12 Y daré la tierra de ella en perdición, en medio de tierra desierta; y las ciudades de ella, en medio de ciudades desiertas, estarán cuarenta años. Y dispersaré a Egipto en las gentes y aventarélos por las regiones.»
13 Esto dice el Señor: «Después de cuarenta años congregaré a los egipcios, de entre las gentes donde fueron dispersados, allí;
14 y retornaré la cautividad de los egipcios, y los estableceré en tierra de Faturés(h); en la tierra de donde fueron tomados, y será principado humilde
15 entre todos los principados; no será exaltado, no, ya sobre las gentes, y muy pocos los haré, para que no sean más en las gentes.
16 Y no serán ya a la casa de Israel en esperanza recordadora de iniquidad, para seguir ellos en pos suya; y conocerán que yo soy el Señor.»
17 Y aconteció en el séptimo y vigésimo año, a uno del mes el primero, que fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
18 «Nabucodonosor, rey de Babel, ha esclavizado sus fuerzas sobre Tiro (toda cabeza, calva, y todo hombre, pelado)(i) y galardón no tuvo él y su ejército sobre Tiro, y de la servidumbre con que(j) sirvieron sobre ella.»
19 Esto dice el Señor Señor: «He aquí yo doy a Nabucodonosor, rey de Babel, la tierra de Egipto, y depredará su depredación, y despojará su despojo, y tendrán galardón sus fuerzas.
20 Por el misterio con que sirvió sobre Tiro le he dado la tierra de Egipto.»
21 Esto dice el Señor Señor: (29:22) «En aquel día brotará cuerno(k) a toda la casa de Israel, y te daré boca abierta en medio de ellos, y conocerán que yo soy el Señor.»
1 Continuación Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, profetiza y di: «Esto dice el Señor: «¡Oh, oh, día!
3 pues cerca, día del Señor, día, fin(a) de gentes será.
4 Y vendrá cuchilla sobre los egipcios; y habrá turbación en tierra etíope; y caerán al par heridos en Egipto; y caerán al par sus fundamentos.
5 Persas, y cretes, y lidos, y libios y todos los mestizos, y de los hijos de mi alianza, a cuchilla, caerán en ella.
6 Y caerán los baluartes de Egipto; y se derribará la altanería de su fuerza, desde Magdol hasta Siene; a cuchilla caerán en ella, dice el Señor.
7 Y yermado será, en medio de regiones yermadas; y las ciudades de ellos en medio de ciudades yermadas estarán;
8 y conocerán que yo soy el Señor, cuando yo diere fuego sobre Egipto, y quebrantados fueren todos los que le ayudan.
9 En aquel día saldrán mensajeros apresurándose(b) a anonadar la Etiopía; y habrá turbación en ellos, en el día de Egipto, pues he aquí que viene.»
10 Esto dice el Señor Señor: «Y perderé muchedumbre de egipcios por mano de Nabucodonosor, rey de Babel,
11 suya y de su pueblo: pestes de gentes enviados a perder la tierra. Y desnudarán todos sus cuchillas sobre Egipto; y se llenará la tierra de heridos.
12 Y daré sus ríos desiertos(c); y perderé la tierra y su plenitud en manos de extraños; yo, el Señor, he hablado.»
13 Porque esto dice el Señor Señor: «Y perderé [abominaciones y acabaré con](d) magnates de Menfis y príncipes de Menfis, de la tierra de Egipto; y no serán ya; [y daré temor en tierra de Egipto](e).
14 Y perderé la tierra de Faturés, y daré fuego sobre Tanes; y haré vindicta en Dióspolis(f).
15 Y derramaré mi furor sobre Pelusio, la fuerza de Egipto, y perderé la muchedumbre de Menfis.
16 Y daré fuego sobre Egipto; y conturbación será turbada Siene; y en Dióspolis habrá ruptura, y se derramarán aguas.
17 Jovencillos de Heliópolis y Bubasto a cuchilla caerán; y las mujeres en cautiverio irán;
18 y en Tafnis se obscurecerá el día, cuando yo quebrantare allí los cetros de Egipto, y pereciere allí la altanería de su fuerza; y a ésta una nube cubrirá; y sus hijas(g) cautivas serán llevadas.
19 Y haré juicio en Egipto y conocerán que yo soy el Señor.»
20 Y aconteció en el undécimo año, en el primer mes, séptimo del mes que fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
21 «Hijo de hombre, los brazos de Faraón, rey de Egipto quebranté, y he aquí no suplicó se le diera sanidad, para que se diera sobre el emplasto, para que se diera fuerza de empuñar cuchilla.
22 Por esto, esto dice el Señor Señor: «He aquí yo sobre Faraón, rey de Egipto, y quebrantaré los brazos de él, los fuertes y los extendidos, y derribaré su cuchilla de sus manos,
23 y dispersaré el Egipto en las gentes, y les aventaré por las regiones;
24 y fortaleceré los brazos del rey de Babel, y daré mi espada en su mano, y la traerá sobre Egipto; y depredará su depredación, y despojará su despojo.
25 Y fortaleceré los brazos del rey de Babel; los brazos de Faraón caerán y conocerán que yo soy el Señor, cuando diere mi espada en manos del rey de Babel; y la extenderá él sobre la tierra de Egipto,
26 y dispersaré a Egipto entre las gentes y les aventaré por las regiones; y conocerán todos que yo soy el Señor.»
1 La ruina de Asur, ejemplo de la de Egipto Y aconteció en el décimo año, en el décimo mes, a uno del mes que fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, di al Faraón, rey de Egipto y su muchedumbre: «¿A quién te has asemejado a ti mismo en tu altura?
3 He aquí Asur, ciprés en el Líbano y hermoso en los vástagos y excelso por la grandeza; en medio de nubes fue hecha su cima;
4 agua le nutrió; el abismo(a) alzóle, sus ríos llevó en contorno de sus retoños, y sus oleadas envió a todos los leños de la campiña.
5 Por causa de esto, se exaltó su grandeza sobre todos los leños de la campiña; y se dilataron sus ramas por la mucha agua.
6 En sus vástagos anidaron todos los volátiles del cielo; y debajo de sus ramas generaron todas las bestias del campo; a su sombra habitó toda la muchedumbre de las gentes;
7 y era bello en su altura por la muchedumbre de sus ramas; pues se hallaban sus raíces en agua mucha.
8 Y cipreses tales, en el paraíso de Dios; y los pinos, no símiles a los vástagos de él; y abetos no hubo símiles a sus ramas; todo leño en el paraíso de Dios no se asemejó a él en su belleza;
9 por la muchedumbre de sus ramas; y envidiáronle los leños del paraíso de las delicias de Dios.»
10 Por esto, esto dice el Señor: «Por cuanto te hiciste grande por la grandeza y diste tu cima en medio de nubes; y vi, cuando se le exaltaba,
11 y le entregué en manos de los príncipes de las gentes, e hizo la perdición de él.
12 y le exterminaron ajenas pestes de las gentes, y derribáronle sobre los montes; en todas las hondonadas cayeron sus ramas, y quebrantados fueron sus troncos en todo campo de la tierra; y bajaron de su cobijamiento todos los pueblos de las gentes y lo postraron.
13 Sobre su caída(b) reposaron todos los volátiles del cielo; y sobre sus troncos vinieron todas las bestias del campo;
14 para que no se levanten en la grandeza de ellos todos los leños, los en el agua; y dieron su cima en medio de las nubes; y no permanecieron en su altura para consigo; todos los que beben agua, todos han sido dados a muerte, a de tierra hondura, en medio de hijos de hombres, hacia los que bajan a la fosa.»
15 Esto dice el Señor Señor: «En el día que descendió al infierno, lamentóle el abismo; y paré sus ríos, y detuve la muchedumbre de agua(c); y obscurecióse sobre él, el Líbano; todos los leños del campo sobre él desmayaron.
16 A la voz de su caída, temblaron las gentes, cuando le bajaban al infierno, con los que descienden al lago; y le consolaban en la tierra todos los leños de las delicias, y los selectos del Líbano, todos los que bebían agua.
17 Pues también ellos bajaron con él, al infierno entre los heridos a cuchilla; y la simiente de él, los habitantes a la sombra de él, en medio de la vida de ellos, perecieron.
18 ¿A quién te has asemejado? Desciende y bajado seas, con los leños de las delicias, a la tierra hondura; en medio de incircuncisos dormirás, con heridos a cuchilla. Así Faraón y la muchedumbre de su fuerza, dice el Señor Señor.»
1 Otros dos trenos a la ruina de Egipto Y aconteció en el duodécimo año, en el décimo mes, a uno del mes, que fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, coge treno sobre el Faraón, rey de Egipto; y le dirás: «A león de gentes has sido hecho semejante tú; y, como dragón, el de la mar, y corneabas(a) con tus ríos, y conturbabas el agua con tus pies, y conculcabas tus ríos.»
3 Esto dice el Señor: «Y lanzaré en tu torno, sobre ti, redes de pueblos muchos, y te sacaré fuera en mi anzuelo;
4 y te tenderé sobre la tierra; campos se llenarán de ti y asentaré sobre ti todos los volátiles del cielo, y hartaré todas las bestias de toda la tierra;
5 y daré tus carnes sobre los montes, y hartaré con tu sangre;
6 y se regará la tierra con tu podredumbre, con la muchedumbre tuya sobre los montes, hondonadas llenaré de ti.
7 Y encubriré, cuando te hubieres extinguido, el cielo, y oscureceré sus astros; el sol, en nube cubriré; y la luna no mostrará, no, su luz.
8 Todo lo que muestra luz en el cielo, se encubrirá sobre ti, y daré tinieblas sobre la tierra, dice el Señor Señor.
9 E irritaré corazón de pueblos muchos, cuando yo trajere tu cautiverio a las gentes, a tierra que no conoces.
10 Y contristaránse sobre ti gentes muchas; y los reyes de ellas con pasmo se pasmarán, cuando volare mi espada sobre sus rostros, aguardando ellos su ruina, desde el día de tu ruina.»
11 Que esto dice el Señor: «Espada del rey de Babel vendrá para ti,
12 en cuchillas de gigantes; y derribaré tu fuerza; pestes de gentes, todos, y perderán la altanería de Egipto; y quebrantada será toda su fuerza.
13 Y perderé todas sus bestias de(b) agua mucha; y no la turbará, no, pie de hombre ya; y huella de bestias no la conculcará, no.
14 Así, entonces, reposarán las aguas de ellos; y los ríos de ellos como aceite correrán, dice el Señor;
15 cuando yo diere Egipto a perdición; y se yermare la tierra con la plenitud de ellas; cuando dispersare todos los habitantes de ella; y conocerán que yo soy el Señor.
16 Treno es(c) y lo trenarás; y las hijas de las gentes lo trenarán; sobre Egipto y sobre toda su fuerza lo(d) trenarán», dice el Señor Señor».
17 Y aconteció en el duodécimo año, del primer mes, a quince del mes, fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
18 Hijo de hombre, trena sobre la fuerza de Egipto; y hundirán a sus hijas los pueblos, muertas en la hondura de la tierra, junto a los que descienden a la fosa;
19 [¿Eres más amable que otro? Baja y duerme con los incircuncisos](e).
20 En medio de por cuchilla heridos caerán con él(f); y dormirá toda su fuerza.
21 Y te dirán los gigantes: «A hondura de tumulto(g) has venido; ¿mejor que quién eres? Y bájate y duérmete con los incircuncisos en medio de los heridos a cuchilla.
22 Allí Asur y toda su congregación, todos heridos allí han sido dados;
23 y su sepulcro en la hondura de la fosa; y ha sido hecha su congregación en contorno de su tumba: todos los heridos, los caídos a cuchilla; los que dan el temor de ellos sobre tierra de vida.
24 Allí Elam y toda su fuerza en contorno de su tumba: todos los heridos, los caídos a cuchilla y los que bajan incircuncisos a de tierra hondura; los que han dado su temor sobre la vida; y recibieron su castigo, con los que bajan a fosa,
25 en medio de heridos [pusieron el lecho de él, con toda su muchedumbre; en circuito suyo sus tumbas, todos incircuncisos, heridos a cuchilla; pues dieron su temor sobre tierra de vida y recibieron su castigo con los que bajan a la fosa; en medio de heridos fueron dados](h).
26 Allí fueron dados Mosoc y Tubal y toda la fuerza de ellos, en contorno de su tumba; todos heridos suyos; todos incircuncisos heridos de cuchilla; los que han dado su temor sobre la vida;
27 y se durmieron con los gigantes, los caídos, desde el siglo; los que bajaron al infierno en armas guerreras, y pusieron sus cuchillas bajo sus cabezas; y fueron hechas sus iniquidades sobre sus huesos; pues amedrentaron a todos en su vida.
28 También tú, en medio de incircuncisos dormirás, con heridos a cuchilla.
29 Allí fueron dados los príncipes de Asur, los que dieron la fuerza de él a herida de cuchilla; éstos con heridos durmieron, con los que bajan a la fosa.
30 Allí los príncipes del septentrión, todos estrategos de Asur; los que bajan heridos con el temor de ellos y con la fuerza de ellos durmieron incircuncisos, con heridos a cuchilla, y se llevaron sus castigos, con los que bajan a la fosa.
31 Aquellos verá el rey Faraón; y se consolará sobre toda la fuerza de ellos, [heridos a cuchilla el Faraón y toda su fuerza](i), dice el Señor Señor;
32 pues he dado su temor sobre tierra de vida; y dormirá en medio de incircuncisos heridos a cuchilla el Faraón y toda su multitud con él, dice el Señor Señor».
1 El profeta es atalaya; Dios es justo. Caída de Jerusalén. Castigo de los remanentes. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: «Tierra sobre la cual traigo espada y tomare el pueblo de la tierra a un hombre, uno de entre ellos; y se lo dieren en atalaya;
3 y él viere la espada venir sobre la tierra, y trompeteare con la trompeta, y avisare al pueblo,
4 y oyere el oyente la voz de la trompeta, y no se guardare, y viniere la espada y le cogiere; su sangre sobre su cabeza será;
5 pues la voz de la trompeta oyendo, no se guardó, su sangre sobre él será; y ése, porque se guardó, su alma libró.
6 Y el atalaya, si viere la espada venir, y no avisare con la trompeta, y el pueblo no se guardare; y, viniendo la espada, cogiere, de entre ellos, un alma; ésta, por su iniquidad ha sido cogida; y la sangre de mano del atalaya pediré.
7 Y tú, hijo de hombre por atalaya te he dado a la casa de Israel; y oirás, de boca mía, palabra.
8 Al decir yo al pecador: «De muerte morirás», y no hablares que se guarde el impío en su camino el mismo inicuo por su iniquidad perecerá; pero su sangre de tu mano pediré.
9 Mas si pronunciares al impío su camino para que se aparte de él; y no se apartare de su camino, ése por su impiedad morirá, y tú, a tu almas has librado.»
10 Y tú, hijo de hombre, di a la casa de Israel: «Así habéis hablado, diciendo: «Los errores nuestros y las iniquidades nuestras sobre nosotros son, y en ellos nos consumimos; ¿y cómo viviremos?»
11 Diles: «¡Vivo yo!» Esto dice el Señor: «No quiero la muerte del impío —¡que se convierta el impío de su camino y viva! Con conversión convertíos de vuestro camino; y ¿por qué morís, casa de Israel?
12 Di a los hijos de tu pueblo: «Justicia de justo no le librará, no, en el día que errare; e iniquidad de impío no le dañará, no, en el día que se convirtiere de su iniquidad; y el justo no podrá salvar(a), no.
13 Diciendo yo al justo: «Este confía en su justicia, y hará iniquidad; todas sus justicias no se rememorarán, no; en su injusticia que hizo, en ella morirá.
14 Y diciendo yo al impío: «De muerte morirás», y si se apartare(b) de su pecado, e hiciere juicio y justicia;
15 y prenda restituyere y rapiñas devolviere; en preceptos de vida anduviere, no haciendo lo injusto; de vida vivirá, y no morirá, no;
16 todos(c) sus pecados que pecó, no se rememorarán, no; pues juicio y justicia ha hecho, en ellos vivirá.
17 Y dirán los hijos de tu pueblo: «No recto el camino del Señor»; y ella, la vía de ellos, no recta.
18 Apartándose el justo de su justicia; y hará iniquidades y morirá en ellas.
19 Y apartándose el pecador de sus iniquidades; y hará juicio y justicia, en ellos él vivirá.
20 Y esto es lo que habéis dicho: «No recto es el camino del Señor.» A cada cual en sus caminos os juzgaré, casa de Israel.»
21 Y aconteció en el duodécimo año, en el duodécimo(d) mes, el quinto del mes de nuestra cautividad, que vino a mí el salvado de Jerusalén, diciendo: «Capturada está la ciudad.»
22 Y fue hecha sobre mí la mano del Señor, a la tarde, antes de venir aquél, y abrió mi boca hasta que vino a mí, a la mañana; y abierta mi boca, no se contuvo ya.
23 Y fue hecha palabra del Señor a mí diciendo:
24 «Hijo de hombre, los que habitan las yermadas(e) sobre la tierra de Israel, dicen: «Uno era Abrahán, y poseyó la tierra; y nosotros muchos somos, a nosotros está dada la tierra en posesión.»
25 Por esto diles: [«Así dijo el Señor Señor: «Con la sangre comeréis y vuestros ojos alzaréis a vuestros ídolos; y sangre derramaréis; ¿y la tierra poseeréis?»
26 Os apoyasteis en vuestra espada; hicisteis abominación, y varón a la mujer de su prójimo manchasteis, y ¿la tierra poseeréis?]
27 Esto dice el Señor Señor: «¡Vivo yo! si acaso los en las desiertas en cuchillas no caerán, y los sobre la faz del campo, a las bestias del ogro serán dados en devoración; y los en las muradas y los en las cavernas con muerte mataré.
28 Y daré la tierra desierta y perecerá la altanería de la fuerza de ella; y yermados serán los montes de Israel, por no haber quien transite.
29 Y conocerán que yo soy el Señor. Y haré en tierra yerma, y yermada será por todas sus abominaciones que han hecho.
30 Y tú, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo, que hablan de ti junto a los muros y en las puertas de las casas; y hablan hombre a su hermano, diciendo: «Reunámonos y oigamos lo que sale del Señor.»
31 Vienen a ti, como se junta el pueblo, y siéntanse delante de ti, y oyen tus palabras y no las harán, no; pues mentira en su boca y, en pos de contaminaciones, su corazón.
32 Y eres para ellos, como voz de salterio dulcísono, bien templado, y oirán tus palabras, y no las harán, no.
33 Y, cuando viniere(f), dirán: «He aquí llega» y conocerán que un profeta había en medio de ellos».
1 Los malos pastores son juzgados ellos y su grey. Es anunciado el buen pastor. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, profetiza sobre los pastores de Israel; profetiza y di a los pastores: «Esto dice el Señor Señor: «¡Oh pastores de Israel! ¿Acaso se apacientan los pastores a sí mismos? A las ovejas ¿no apacientan los pastores?
3 He aquí la leche os coméis, y con las lanas os cubrís, y lo gordo degolláis; y mis ovejas no apacentáis.
4 Lo flaco no fortalecisteis, y lo enfermo no alimentasteis, y lo quebrantado no vendasteis, y lo errante no volvisteis, y lo perecido no buscasteis; y lo fuerte agobiasteis de trabajo.
5 Y han sido dispersadas mis ovejas, por no haber pastores; y han sido hechas en presa a todas las bestias del campo.
6 Y han sido dispersadas mis ovejas en todo monte y en toda colina alta; y sobre la haz de la tierra han sido dispersadas, y no había quien buscara ni quien volviera.»
7 Por esto, pastores, oíd la palabra del Señor:
8 «¡Vivo yo! dice el Señor Señor, si acaso por ser hechas mis ovejas en presa, y ser hechas mis ovejas en devoración a todas las bestias del campo, por no haber pastores; y no buscaron los pastores mis ovejas; y se apacentaron los pastores a sí mismos y mis ovejas no apacentaron»;
9 por esto, pastores,
10 esto dice el Señor Señor: «He aquí yo, sobre los pastores, y pediré mis ovejas de sus manos; y les separaré para que no pastoreen mis ovejas; y no las apacentarán ya los pastores; y libraré mis ovejas de su boca; y no les serán ya en devoración.»
11 Por cuanto esto dice el Señor: «He aquí yo buscaré mis ovejas; y las visitaré.
12 Así como busca el pastor su grey en día cuando hubiere tinieblas y nube en medio de ovejas separadas; así buscaré mis ovejas, y las sacaré de todo lugar a donde fueron dispersadas, allí, en día de nube y tinieblas.
13 Y los sacaré fuera de las gentes, y los congregaré de las regiones; y los introduciré en su tierra; y los apacentaré sobre los montes de Israel y en los valles y en toda habitación de la tierra;
14 en dehesa buena apacentaréles en el monte el excelso de Israel. Y estarán los rediles de ellos allí; y dormirán; y allí reposarán en delicias buenas; y en dehesa pingüe serán apacentados sobre los montes de Israel.
15 Yo apacentaré mis ovejas y yo las reposaré; y conocerán que yo soy el Señor.» Esto dice el Señor Señor:
16 «Lo perdido buscaré; y lo errante volveré; y lo quebrantado vendaré; y lo desfallecido fortaleceré; y lo fuerte guardaré, y las apacentaré con juicio.»
17 Y a vosotras, ovejas, esto dice el Señor Señor: «He aquí yo discerniré entre oveja y oveja, carneros y cabrones.
18 Y ¿no os bastaba que la hermosa dehesa pacíais, que los residuos de vuestra dehesa hollabais, con vuestros pies; y la recogida agua bebíais, y el residuo con vuestros pies revolvíais?
19 ¿Y mis ovejas las holladuras de vuestros pies pacían? ¿Y la revuelta agua por vuestros pies bebían?»
20 Por esto, esto dice el Señor Señor: «He aquí yo discerniré entre oveja fuerte y entre oveja enferma.
21 Con vuestros costados y hombros empujabais, y con vuestros cuernos corneabais; y toda desfallecida atribulabais.
22 Y salvaré mis ovejas y no serán, no, ya en presa; y juzgaré entre carnero contra carnero.
23 Y suscitaré sobre ellos pastor uno, y les pastoreará a mi siervo David(a), y será su pastor;
24 y yo, el Señor, seréles su Dios, y David, su príncipe en medio de ellos. Yo, el Señor, he hablado.
25 Y pactaré a David, un pacto de paz; y aniquilaré bestias malas de la tierra, y habitarán(b) en el desierto, y dominarán en las sierras.
26 Y los daré en contorno de mi monte; y os daré la lluvia, lluvia de bendición.
27 Y los leños del campo darán su fruto; y la tierra dará su fuerza, y habitarán en su tierra en esperanza de paz; y sabrán que yo soy el Señor, cuando quebrantare yo el yugo de ellos y los librare de mano de los que los esclavizan.
28 Y no serán ya en botín a las gentes; y las bestias de la tierra ya no los comerán. Y habitarán en esperanza, y no habrá quien los aterre.
29 Y les suscitaré plantación de paz, y ya no estarán pereciendo de hambre sobre la tierra; y oprobio de gentes no sobrellevarán, no, ya.
30 Y conocerán que yo soy el Señor, el Dios suyo; y ellos, pueblo mío. Casa de Israel, dice el Señor Señor,
31 ovejas mías y ovejas de mi rebaño sois; y yo el Señor, el Dios vuestro», dice el Señor Señor.
1 Contra Edom Y fue hecha palabra del Señor a mí diciendo:
2 «Hijo de hombre vuelve tu rostro sobre el monte Seír, y profetiza a él, y dile:
3 «Esto dice el Señor Señor: «He aquí yo sobre ti, monte Seír, y extenderé mi mano sobre ti, y te daré en yermo y serás yermado;
4 y en tus ciudades yermación haré; y tú, yermo serás; y conocerás que yo soy el Señor;
5 por haber sido, tú, enemiga eterna y haber asediado a la casa de Israel, con dolo, en mano de enemigos, con cuchilla, en tiempo de injusticia, al extremo;
6 por esto, ¡vivo yo!, dice el Señor; si ya contra sangre(a) pecaste, también sangre te perseguirá.
7 Y daré el monte de Seír en yermo y yermado, y perderé, de él, hombres y bestias;
8 y llenaré de heridos tus collados y valles; y, en todos tus campos, heridos a cuchilla caerán en ti.
9 Yermo eterno te pondré; y tus ciudades no serán habitadas, no, ya; y conocerás que yo soy el Señor.
10 Por decir tú: «Las dos gentes y las dos regiones mías serán; y las heredaré,(b) y el Señor allí está.»
11 Por esto ¡vivo yo!, dice el Señor, también te haré según tu enemistad; y te seré conocido, cuando te juzgare yo;
12 y conocerás que yo soy el Señor. He oído la voz de tus blasfemias, pues dijiste: «Los montes de Israel son yermos: a nosotros han sido dados en devoración»;
13 y te jactaste sobre mí, con tu boca; yo oí.»
14 Esto dice el Señor: «En la alegría de toda la tierra, páramo te haré,
15 páramo serás, monte de Seír, y toda la Idumea, también consumida será; conoceréis que yo soy el Señor, el Dios de ellos.»
1 Dios, por su gloria, restituirá a Israel «Y tú, hijo de hombre, profetiza acerca de los montes de Israel; y di a los montes de Israel: «Oíd palabra del Señor:
2 Esto dice el Señor Señor: «Por cuanto ha dicho el enemigo sobre vosotros: «¡Bien! páramos sempiternos, en posesión para nosotros han sido hechos»;
3 por esto profetiza y di: «Esto dice el Señor Señor: «Por cuanto habéis sido envilecidos vosotros y aborrecidos vosotros por los de en torno de vosotros; para ser vosotros dados en posesión a los residuos de las gentes, y habéis subido fábula a la lengua y a oprobio a las gentes»;
4 por esto, montes de Israel, oíd la palabra del Señor: «Esto dice el Señor a los montes, y a los collados, y los valles, y los torrentes y los yermados y desaparecidos; y a las ciudades, las abandonadas; y fueron hechas en botín y en holladura a las dejadas gentes en contorno,
5 por esto, esto dice el Señor Señor: «¡Si ya en fuego de mi furor he hablado sobre las demás gentes, sobre la Idumea toda; pues se han dado mi tierra en posesión con alegría, vilipendios de almas para aniquilar en botín!...
6 Por esto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di a los montes, y los collados, y los valles y las hondonadas: Esto dice el Señor: «He aquí yo en mi celo y en mi furor he hablado, por haber los oprobios de las gentes soportado vosotros.
7 Por esto, yo levantaré mi mano sobre las gentes en vuestro contorno; ésos su deshonra llevarán;
8 pero de vosotros, montes de Israel, la uva(a) y el fruto vuestro se comerá mi pueblo, pues esperan que venga(b).
9 Porque he aquí yo por vosotros, y miraré por vosotros, y labrados seréis y sembrados;
10 y multiplicaré sobre vos a hombres y bestias, toda casa de Israel, hasta el fin(c); y serán edificadas las ciudades, y la yerma edificada.
11 Y multiplicaré sobre vos hombres y bestias, y os estableceré, como en vuestro principio; y bien os haré, tal como lo anterior vuestro; y conoceréis que yo soy el Señor.
12 Y generaré sobre vos hombres: al pueblo mío de Israel; y os heredarán, y les seréis en posesión; y no volveréis, no, ya a ser deshijados por ellos.»
13 Esto dice el Señor Señor: «Por cuanto te dijeron: «Devoradora de hombres eres, y deshijada(d) por tu gente has sido»;
14 por esto, hombres ya no comerás; y tu gente no deshijarás ya, dice el Señor Señor.
15 Y no se oirá ya sobre vos vilipendio de gentes; e improperios de pueblos no sobrellevaréis, no, ya, dice el Señor Señor.»
16 Y fue hecha palabra del Señor a mí diciendo:
17 «Hijo de hombre, la casa de Israel habitó sobre su tierra; y la mancillaron en su camino, y en sus ídolos, y en sus inmundicias, y, según la inmundicia de la menstruosa hízose el camino de ellos ante mi faz;
18 y derramaré mi furor sobre ellos; [por la sangre que derramaron sobre la tierra; y en sus ídolos la mancillaron](e)
19 y los dispersé por las gentes, y aventélos por las regiones, según su camino y según su pecado les juzgué.
20 Y entraron a las gentes adonde entraron, allí, y profanaron mi nombre el Santo, al decírseles: «Pueblo del Señor, éstos, y de su tierra han salido.»
21 Y perdonéles por mi nombre el Santo que profanaron la casa de Israel en las gentes donde entraron, allí.»
22 Por esto, di a la casa de Israel: «Esto dice el Señor: «No por vos yo(f) hago, casa de Israel, sino por mi nombre, el Santo, que profanasteis, allí.
23 Y santificaré mi nombre el grande, el profanado en las gentes; el que profanasteis en medio de ellas; y conocerán las gentes que yo soy el Señor, al santificarme en vos a ojos de ellas.
24 Y os tomaré, de entre las gentes; y os juntaré, de todas las tierras, y os introduciré en vuestra tierra.
25 Y rociaré sobre vos pura agua y depurados seréis de todas vuestras impurezas y de todos vuestros ídolos; y os depuraré;
26 y os daré corazón nuevo, y espíritu nuevo daré en vos; y quitaré el corazón el lapídeo de vuestra carne; y os daré corazón cárneo.
27 Y mi espíritu daré en vos, y haré que en mis justificaciones andéis, y mis juicios guardéis y hagáis.
28 Y habitaréis sobre la tierra que di a vuestros padres; y me seréis mi pueblo, y yo os seré vuestro Dios.
29 Y os salvaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré el trigo,
30 y lo multiplicaré, y no daré sobre vos hambre; y multiplicaré el fruto del leño, y los gérmenes del campo; para que no llevéis oprobio de hambre en las gentes.
31 Y rememoraréis vuestras vías las malas y vuestros propósitos los no buenos y os encolerizaréis a faz de ellos en vuestras iniquidades y por las abominaciones de ellos(g).
32 No por vos yo hago, dice el Señor Señor; conocido os es. Avergonzaos y confundíos por vuestras vías, casa de Israel.»
33 Esto dice Adonaí, el Señor: «El día que os purificaré de todas vuestras iniquidades, y habitaré las ciudades, y se edificarán los páramos;
34 y la tierra aniquilada se labrará; por cuanto que aniquilada fue hecha a ojos de todo transeúnte;
35 y dirán: «Esa tierra aniquilada ha sido hecha como huerto de delicias; y las ciudades las desiertas y aniquiladas y socavadas; fortificadas se han asentado.»
36 Y conocerán las gentes, cuantas hubieren quedado en contorno vuestro, que yo el Señor he edificado las arrasadas, y plantado las aniquiladas; yo, el Señor, he hablado, y así lo haré.»
37 Esto dice Adonaí, el Señor: «Todavía esto me ha de buscar(h) la casa de Israel que yo les haga: los multiplicaré, como ovejas, a los hombres;
38 como ovejas sacras, como ovejas de Jerusalén(i) en las fiestas de ella. Así serán las ciudades las desiertas, llenas de ovejas de hombres; y conocerán que yo soy el Señor.»
1 Resurrección de los muertos. Reunión de Judá con Israel. Y fue hecha sobre mí la mano del Señor, y sacóme en espíritu el Señor, y me puso en medio del campo; y éste estaba lleno de huesos humanos;
2 y condújome por entre ellos de contorno en contorno; y he aquí muchos sobremanera sobre el haz de la llanura, secos sobremanera.
3 Y me dijo: «Hijo de hombre ¿si vivirán estos huesos?» Y dije: «Señor; tú sabes esto.»
4 Y díjome: «Profetiza sobre estos huesos y les dirás: «Los huesos, los secos, oíd palabra del Señor»:
5 «Esto dice el Señor a estos huesos: «He aquí yo traigo sobre vosotros espíritu de vida;
6 y daré sobre vosotros nervios y subiré sobre vosotros carnes; y extenderé sobre vosotros piel, y daré mi espíritu sobre vosotros y viviréis; y conoceréis que yo soy el Señor.»
7 Y profeticé, según me mandó. Y aconteció, mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor, y acercáronse los huesos, entre sí a su juntura.
8 Y vi, y he aquí sobre ellos nervios y carnes nacían; y subían entre ellos pieles encima; y espíritu no había en ellos.
9 Y díjome: «Profetiza sobre el espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: «Esto dice el Señor: «De los cuatro vientos ven y sopla sobre estos muertos, y vivan.»
10 Y profeticé según que me mandó; y entró en ellos el espíritu, y vivieron y pusiéronse sobre sus pies, congregación mucha sobremanera.
11 Y hablóme el Señor, diciendo: Hijo de hombre, estos huesos, toda la casa de Israel es; y ellos dicen: «Secos se han tornado nuestros huesos, ha perecido nuestra esperanza, hemos discordado(a)».
12 Por esto profetiza y di: «Esto dice el Señor: «He aquí yo abro vuestras tumbas; y os sacaré de vuestras tumbas; y os introduciré en la tierra de Israel;
13 y conoceréis que yo soy el Señor, cuando yo abriere vuestras tumbas, para sacar yo de las tumbas a mi pueblo
14 y daré mi espíritu en vosotros y viviréis; y os pondré sobre vuestra tierra; y conoceréis que yo, el Señor, he hablado, y así lo haré», dice el Señor.
15 Y fue hecha palabra de Señor a mí, diciendo:
16 «Hijo de hombre, tómate vara y escribe sobre ella: a Judá y los hijos de Israel los añadidos a él; y vara segunda te tomarás, y la escribirás: «Para José, vara de Efraín y todos los hijos de Israel los añadidos a él.»
17 Y las juntarás entre sí, para ti, en vara una, para atarlas; y estarán en tu mano.
18 Y será: cuando te dijeren los hijos de tu pueblo: «¿No nos indicas qué es esto para ti?»
19 Y les dirás: Esto dice el Señor: «He aquí yo tomaré la tribu de José, la en mano de Efraín, y las tribus de Israel las unidas con él, los daré sobre la tribu de Judá y serán en vara una para la mano de Judá.
20 Y serán las varas sobre las que tú has escrito, sobre ellas, en tu mano, a faz de ellos»;
21 y les dirás: «Esto dice el Señor Señor: «He aquí yo tomo toda la casa de Israel de en medio de las gentes, donde han entrado, allí, y los congregaré de todos los en contorno de ellos; y los introduciré en la tierra de Israel;
22 y los daré en gente, en la tierra mía, y en los montes de Israel; y príncipe uno será de ellos, y no serán ya en dos gentes; y no se separarán, no, ya en dos reinos;
23 para que no se manchen ya en sus ídolos. Y los libraré de todas sus iniquidades en que pecaron en ellas; y los purificaré, y me serán mi pueblo; y yo el Señor les seré su Dios;
24 y mi siervo David, príncipe en medio de ellos: será pastor uno de todos; pues en mis preceptos andarán, y mis juicios guardarán y los harán.
25 Y habitarán sobre su tierra que yo he dado a mi siervo Jacob; donde habitaron, allí sus padres; y habitarán sobre ella, ellos. Y David, mi siervo, príncipe por el siglo;
26 y pactaré con ellos pacto de paz; pacto sempiterno será con ellos; y pondré mi santuario en medio de ellos por el siglo;
27 y estará mi tabernáculo en ellos; y seré, para ellos, su Dios; y ellos serán mi pueblo.
28 Y conocerán las gentes que yo soy el Señor, el que los santifico; cuando estuviere mi santuario en medio de ellos por el siglo.»
1 Profecía contra Gog y Magog. Final derrota de los enemigos de Dios, al fin de los tiempos. Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo:
2 «Hijo de hombre, fija tu faz sobre Gog(a) y la tierra del Magog, príncipe de Ros, Mosoc y Tubal; y profetiza sobre él y
3 dile: Esto dice el Señor Señor: «He aquí yo, sobre el príncipe de Ros, Mosoc y Tubal;
4 y juntaré a ti y todo tu ejército: caballos y cabalgadores, vestidos de lorigas todos, en congregación mucha escudos, y morriones y cuchillas.
5 Persas y etíopes y libios, todos con morriones y escudos;
6 Gómer y todos los en su contorno, la casa de Tergamá, del extremo septentrión, y todos los en su contorno, y gentes muchas contigo.
7 Preparado está, prepárate, tú y toda tu congregación, los reunidos contigo; y me serás en vanguardia.
8 Desde días muchos se preparará(b), y en el postrero de los años vendrá y llegará a la tierra la apartada de cuchilla, de reunidos, de gentes muchas, sobre la tierra de Israel; la que fue hecha desierta del todo; y éste(c) de las gentes ha salido; y habitarán en paz todos.
9 Y ascenderás, como lluvia(d); y llegará, como nube, a cubrir la tierra, y estarás, tú y todos los en torno tuyo, y gentes muchas contigo.»
10 Esto dice el Señor Señor: «Y será en aquel día: subirán palabras sobre tu corazón, y pensarás pensamientos malos,
11 y dirás: «Subiré sobre tierra desechada; llegaré sobre reposantes en reposo y habitantes en paz, todos habitadores de tierra en que no hay muro ni cerrojos; y puertas no tienen;
12 a depredación, a depredar y despojar despojos de ellos; a volver mi mano a la yermada, que ha sido habitada, y sobre gente recogida de gentes muchas; los que han hecho ganancias, habitando sobre el ombligo de la tierra.»
13 Sabá y Dedán y mercaderes cartagineses, y todas las villas de ellos te dirán: «¿A depredación para depredar, tú vienes y a despojar despojos? ¿Has congregado tu congregación a coger plata y oro, a quitar ganancia, a despojar despojos?»
14 Por esto profetiza, hijo de hombre, y di a Gog: «¿No en aquel día, al habitar mi pueblo de Israel en paz, te levantarás?
15 Y vendrás, de tu lugar, del extremo septentrión, y gentes muchas contigo: cabalgadores de caballos todos, congregación mucha y ejército mucho.
16 Y ascenderás sobre mi pueblo de Israel, cual nube a cubrir la tierra; en los últimos de los días será, y te traeré sobre mi tierra; para que conozcan todas las gentes a mí, al santificarme yo en ti, a faz de ellas.»
17 Esto dice el Señor Señor, a Gog: «Tú eres acerca de quien hablé antes de los días de antes, por mano de mis siervos, profetas de Israel, en aquellos días y años, de traerte sobre ellos.
18 Y será en aquel día, en el día que viniere Gog sobre la tierra de Israel, dice el Señor Señor, que ascenderá mi furor
19 y mi celo. En fuego de mi ira he hablado: ¡Si ya en aquel día habrá temblor grande sobre la tierra de Israel;
20 y temblarán, a faz del Señor, los peces del mar, y los volátiles del cielo, y las bestias del campo, y todos los reptiles los que reptan sobre la tierra, y todos los hombres sobre la haz de la tierra; y se rasgarán los montes, y caerán los valles; y todo muro sobre la tierra caerá!
21 Y llamaré sobre ello también todo espanto, dice el Señor(e); cuchilla de hombre(f) sobre su hermano será.
22 Y juzgaréle con muerte, y sangre, y lluvia cataclismal y piedras de granizo; y fuego y azufre lloveré sobre él, y sobre todos los con él y sobre gentes muchas con él:
23 Y seré magnificado, y santificado, y glorificado y conocido delante de gentes muchas; y conocerán que yo soy el Señor.»
1 Continuación «Y tú, hijo de hombre, profetiza sobre Gog, y di: Esto dice el Señor: «He aquí yo, sobre ti, Gog, príncipe de Ros, Mosoc y Tubal;
2 y te reuniré y te conduciré y te subiré de sobre el extremo del septentrión, y te ascenderé sobre los montes de Israel.
3 Y perderé tu arco, de tu mano, la siniestra; y tus saetas, de tu mano, la diestra; y te arrojaré
4 sobre los montes de Israel; y caerás tú y todos los en torno tuyo; y las gentes las contigo serán dadas a muchedumbre de aves; a todo volátil y a todas las bestias del campo te he dado a devorar.
5 Sobre la faz del campo caerás; que yo he hablado, dice el Señor.
6 Y enviaré fuego contra Gog; y serán habitadas las islas en paz(a); y conocerán que yo soy el Señor.
7 Y mi nombre el santo conocido será en medio de mi pueblo de Israel; y no profanarán mi nombre el santo ya más, y conocerán las gentes que yo soy el Señor santo en Israel.
8 He aquí viene(b) y sabrás que será, dice el Señor Señor: éste es el día en que he hablado,
9 y saldrán los habitadores de las ciudades de Israel, y quemarán(c) en las armas: broqueles, y lanzas, y arcos, y flechas, y varas de manos y astas; y quemarán en ellos fuego siete años;
10 y no cogerán leña del campo, y no cortarán, no, de las sierras, sino que las armas quemarán con fuego; y depredarán, a sus depredadores, y despojarán a sus despojadores, dice el Señor.
11 Y será en aquel día que daré a Gog el lugar nombrado: monumento en Israel, el poliandrio(d) de los que vinieren al mar; y edificarán en contorno de la boca del valle;
12 y enterrarán allí a Gog y toda su muchedumbre, y se llamará entonces: el Poliandrio de Gog.
13 Y los enterrarán la casa de Israel; para que se purifique la tierra en septimestre; y los enterrarán todo el pueblo de la tierra y les será renombrado(e) el día que fuere glorificado(f), dice el Señor.
14 Y varones a la continua segregarán que recorran la tierra, para sepultar a los residuos sobre la haz de la tierra; para purificarla después del septimestre; y rebuscarán.
15 Y todo el que recorra la tierra y vea hueso de hombre, erigirá a par de él una señal, hasta que lo sepulten los sepultureros en Gaí, el Poliandrio de Gog.
16 Pues también el nombre de la ciudad, Poliandrio, y será purificada la tierra.»
17 Y tú, hijo de hombre, di: «Esto dice el Señor: «Di a toda ave volátil y a todas las bestias del campo: «Juntaos y venid, juntaos, de todos los en contorno, a mi víctima que os victimé; víctima grande sobre los montes de Israel; y comeréis carnes y beberéis sangre.
18 Carnes de gigantes comeréis, y sangre de príncipes de la tierra beberéis, carneros y becerros y cabrones; y los becerros, cebados todos.
19 Y comeréis grosura hasta la saciedad; y beberéis sangre hasta la embriaguez, de mi víctima que os victimé.
20 Y os hartaréis, sobre mi mesa, de bridón, y cabalgador, y gigante y todo varón guerrero, dice el Señor.
21 Y daré mi gloria en vosotros; y verán todas las gentes mi juicio que he hecho, y mi mano que traído he sobre ellos.
22 Y conocerán la casa de Israel que yo soy el Señor, su Dios, desde ese día y en adelante.
23 Y conocerán todas las gentes que, por sus pecados, fueron cautivados la casa de Israel; por cuanto prevaricaron contra mí; y aparté mi rostro de ellos, y los entregué en manos de sus enemigos; y cayeron todos a cuchilla.
24 Según sus inmundicias y según sus iniquidades les hice, y aparté mi rostro de ellos.»
25 Por esto, esto dice el Señor: «Ahora apartaré cautiverio en Jacob; y me apiadaré de la casa de Israel, y celaré, por mi nombre el santo.
26 Y se llevarán(g) su ignominia y el agravio que agraviaron; al habitar ellos(h) sobre su tierra en paz; y no habrá quien aterre;
27 cuando yo los volviere de las gentes y los congregare yo de las regiones de las gentes; y seré santificado en ellos, a faz de las gentes
28 y conocerán que yo soy el Señor, su Dios; cuando yo les apareciere en las gentes.
29 Y no apartaré ya más mi rostro de ellos; por cuanto derramé mi furor sobre la casa de Israel», dice el Señor Señor.
1 El nuevo templo Y aconteció en el vigésimo quinto año de nuestra cautividad, en el primer mes, el diez del mes, en el décimo cuarto año, después de capturada la ciudad; en aquel día, fue hecha, sobre mí, la mano del Señor; y llevóme
2 en visión de Dios, a la tierra de Israel, y púsome sobre monte alto sobremanera; y sobre él(a) una como edificación de ciudad enfrente.
3 E introdújome allá; y he aquí un varón y la vista de él era una como vista de bronce fulgurante; y en su mano había cordel de edificadores y caña de medir; y él estaba en la puerta.
4 Y me habló el varón: «¿Has visto, hijo de hombre? En tus ojos ve, y en tus orejas oye; y guarda en tu corazón todo cuanto te muestro; por esto: porque, a fin de que yo te muestre, has entrado aquí; y mostrarás todo cuanto tú vieres, a la casa de Israel.»
5 Y he aquí un muro por fuera de la casa en circuito; y en la mano del varón; una caña: la medida de codos seis, en codo y de palmo(b); y midió el antemural anchura igual a la caña.
6 Y entró por la puerta, la que miraba al oriente, en siete gradas; y midió el dintel de la puerta, igual a la caña;
7 y la cámara, igual a la caña la longitud, e igual a la caña la anchura; y el dintel entre las cámaras, de codos seis; y la cámara, la segunda, igual a la caña la anchura, e igual a la caña la longitud; y el dintel de codos cinco;
8 y la cámara, la tercera, igual a la caña, longitud, e igual a la caña, anchura; y el dintel del portal, junto al dintel de la puerta, de codos ocho;
9 y los dinteles, de codos dos; y los dinteles de la puerta adentro;
10 y las cámaras de la puerta de la cámara de enfrente; tres acá y tres acá; y medida en las tres: medida una para los dinteles acá y acá.
11 Y midió la anchura de la puerta del portal; de codos diez; y la anchura del portal, de codos trece.
12 Y un codo se estrechaba al frente de las cámaras de acá y de acá: y la cámara de codos seis de acá y de codos seis de acá.
13 Y midió la puerta, desde el muro de la cámara hasta el muro de la cámara: anchura, codos veinticinco; esta puerta contra puerta.
14 Y el atrio de la cámara de la puerta afuera: codos veinte de las cámaras de la puerta en circuito.
15 Y el atrio de la puerta de fuera al dintel de la puerta de dentro: de codos cincuenta.
16 Y ventanas ocultas, sobre la cámara, y sobre los dinteles de dentro de la puerta del atrio en contorno; e igualmente a los dinteles, ventanas(c) en contorno por dentro; y sobre el dintel, palmas, de acá y de acá.
17 Y me introdujo en el atrio interior; y he aquí pastoforios y peristilos(d) del atrio en derredor: treinta pastoforios, en los peristilos;
18 y las columnas a espalda de las puertas; según la longitud de las puertas, el peristilo el inferior.
19 Y midió la anchura del aula, desde el atrio de la puerta al exterior, hacia adentro, bajo el atrio de la puerta la que mira hacia afuera: codos ciento de la que mira al oriente. Y me condujo al aquilón;
20 y he aquí una puerta mirando al aquilón en el aula, la exterior; y la midió así la longitud de ella como la anchura;
21 y las cámaras tres de acá y tres de acá; y los dinteles; y las pilastras y las palmas de ella. Y fue hecha según las medidas de la puerta la que mira al oriente: de codos cincuenta la longitud de ella, y de codos veinticinco la anchura de ella.
22 Y las ventanas de ella, y las pilastras y las palmas de ella, según la puerta la que mira al aquilón, y en siete gradas ascendían a él; y las pilastras por dentro.
23 Y puerta, en el aula interior, mirando a la puerta del aquilón, al modo de la puerta la que mira a oriente; y midió el aula, de puerta a puerta: codos ciento.
24 Y llevóme al austro; y he aquí puerta mirando al austro; y la midió, y las cámaras, y los dinteles y las pilastras, según estas medidas.
25 Y las ventanas de ella y las pilastras a la redonda, así como las ventanas del dintel: de codos cincuenta, la longitud de ella, y de codos veinticinco, la anchura de ella;
26 y siete gradas en ella; y pilastras por dentro, y palmas, en ella, una de acá y una de acá sobre los dinteles.
27 Y puerta enfrente de la puerta del aula, la interior, al austro; y midió el aula, de puerta a puerta: codos ciento, la anchura al austro.
28 Y me introdujo en el aula interior de la puerta al austro, y midió la puerta según estas medidas,
29 y las cámaras y los dinteles y las pilastras, según estas medidas; y ventanas, en ella y las pilastras a la redonda: codos cincuenta la longitud de ella, y la anchura, codos veinticinco
30 [y pilastras a la redonda, longitud de veinticinco codos, y anchura de cinco codos](e)
31 del dintel a la puerta, la exterior; y palmas en el dintel y ocho gradas.
32 E introdújome a la puerta(f) la que mira al oriente y la midió, según estas medidas;
33 y las cámaras, y los dinteles y las pilastras, según estas medidas; y ventanas en ella, y pilastras a la redonda: codos cincuenta, longitud de ella, y anchura de ella, codos veinticinco.
34 Y pilastras, hacia el aula, la interior, y palmas sobre el dintel de acá y de acá; y ocho gradas en ella.
35 Y me introdujo a la puerta la al aquilón y midió, según estas medidas,
36 y las cámaras, y los dinteles y las pilastras; y ventanas, en ella a la redonda, y en la pilastras de ella: codos cincuenta longitud de ella, y anchura, codos veinticinco;
37 y las pilastras hacia el aula, la exterior; y palmas en el dintel de acá y de acá; y ocho gradas en ella.
38 Sus pastoforios, y sus pórticos y sus pilastras, sobre la puerta, la segunda, un acueducto (allí lavarán el holocausto);
39 y en el vestíbulo del pórtico, dos mesas, de acá, y dos mesas de acá, de oro(g) para que degüellen en ella el sacrificio por el pecado y por la ignorancia.
40 Y a espaldas del arroyuelo de los holocaustos de la(h) que mira a aquilón, dos mesas hacia oriente, a espaldas de la segunda(i); y del dintel de la puerta, dos mesas a oriente;
41 cuatro de acá y cuatro de acá, a espalda de la puerta; sobre ellas degüellan las víctimas. Enfrente de las ocho mesas de las víctimas,
42 también cuatro mesas de los holocaustos, lapídeas, pulidas; de codo y medio, la anchura; y de codos dos y medio, la longitud, y sobre codo, la altura; sobre ello impondrán los vasos en que degüellan, allí, los holocaustos y las víctimas.
43 Y de un palmo tendrán borde pulido por dentro en contorno; y sobre las mesas, arriba techumbres, para guarecerse de la lluvia y de la sequía.
44 E introdújome en el aula interior, y he aquí dos cónclaves en el aula, la interior: uno a espaldas de la puerta la que mira a aquilón, y uno a espaldas de la puerta la del austro, que mira a aquilón;
45 y díjome: «Este cónclave que mira al austro, es para los sacerdotes que guardan la guarda de la casa;
46 y el cónclave, el que mira al aquilón, es para los sacerdotes que guardan la guarda del altar. Aquéllos con los hijos de Sadoc(j), que se allegan, de Leví, al Señor, a ministrarle.
47 Y midió el aula: longitud de codos ciento; y anchura, codos ciento, por las cuatro partes de ella; y el altar enfrente de la casa.»
48 Y me introdujo en el dintel(k) de la casa; y midió el dintel del vestíbulo: de codos cinco la anchura, de acá, y de codos cinco, de acá; y el ancho de la portada: de codos catorce;: y las bóvedas de la puerta del dintel de codos tres, de acá, y de codos tres de acá;
49 y la longitud del dintel: de codos veinte, y la anchura de codos doce; y sobre diez gradas ascendían a él; y columnas había en el dintel: una de acá y una de acá.
1 El santo y el santo de los santos; y edificios contiguos al templo. E introdújome en el templo, al que midió el dintel: de codos seis el ancho, de acá, y de codos seis, la anchura del dintel, de acá;
2 y el ancho de la portada, de codos ocho, y las bóvedas de la portada, de codos cinco, de acá, y de codos cinco, de acá. Y midió su longitud: de codos cuarenta; y su ancho de codos veinte.
3 Y entró en el aula interior, y midió el dintel del pórtico: de codos dos; y el pórtico, de codos seis, y las bóvedas del pórtico, de codos siete, de acá, y de codos siete, de acá.
4 Y midió la longitud de las puertas: de codos cuarenta, y el ancho de codos veinte al frente del templo. Y dijo: «Este es el santo de los santos.»
5 Y midió el muro de la casa: de codos seis, y el ancho del costado: de codos cuatro a la redonda;
6 y los costados(a), costado a costado, treinta y tres, dos veces(b) y separación, en el muro de la casa, en los costados a la redonda; que fuese para los que intentaren ver; a fin de que, en modo alguno, tocaran los muros de la casa.
7 Y el ancho del superior de los costados, según la añadidura de entre el muro, hacia el superior, en contorno de la casa; para que se dilate desde arriba, y desde los inferiores asciendan a lo superior, y de los aleros, a los tres pisos;
8 y el aspecto de la casa; altura en contorno, intervalo de los costados igual a la caña de codos seis. Intervalos
9 y ancho del muro del costado por fuera: de codos cinco; y lo demás, lo en medio de los costados de la casa
10 y en medio de los cónclaves: ancho de codos veinte, el circuito de la casa en contorno.
11 Y las puertas de los cónclaves, a lo dejado(c) de la puerta, la una, hacia aquilón; y la puerta una, al austro; y el ancho de la luz la dejada: de codos cinco, la anchura a la redonda.
12 Y lo que está en claro, al frente de lo dejado, como hacia el mar: de codos setenta; anchura del muro el divisorio: de codos cinco; ancho en contorno y longitud de él: de codos noventa.
13 Y midió, enfrente de la casa, longitud de codos ciento,
14 y el ancho, por el frente de la casa y lo dejado enfrente: de codos ciento.
15 Y midió la longitud de lo divisorio por el frente de lo dejado lo detrás de aquella casa, y lo dejado de acá y de acá: de codos ciento la longitud. Y el templo, y los ángulos y el dintel exterior enmaderados.
16 Y las ventanas arredadas, claraboyas en contorno para los tres(d), para asomarse. Y la casa y lo contiguo, enmaderado a la redonda; y el pavimento, y, desde el pavimento hasta las ventanas; y las ventanas se abrían triplemente, para asomarse;
17 y hasta cerca de la interior(e) y hasta la exterior. Y por todo el muro en circuito, en lo dentro y en lo de fuera,
18 esculpidos, querubines, y palma en medio de querub y en medio de querub. De dos rostros, el querub:
19 rostro de hombre hacia la palma de acá y de acá; y rostro de león hacia la palma, de acá y de acá —esculpida la casa en contorno—.
20 Desde el pavimento hasta el enmaderamiento, los querubines y las palmas esculpidos.
21 Y el santo y el templo, abriéndose cuadrangulares; por frente del santuario, aspecto como vista
22 de altar lígneo: de codos tres, su altura; y la longitud, de codos dos, y el ancho, de codos dos. Y cuernos tenía y su basa y sus paredes, lígneos. Y díjome: «Esta, es la mesa, ante el rostro del Señor.»
23 Y dos puertas, en el templo; y dos puertas en el santo;
24 con las dos hojas, las tomadizas; dos hojas, en la una, y dos hojas en la puerta, la segunda.
25 Y escultura sobre ellas, y sobre las puertas del templo, querubines; y palma por sobre la escultura del santo; y excelentes maderas por sobre el frente del dintel, por fuera;
26 y ventanas ocultas. Y midió de acá y de acá, hacia la bóveda del dintel, y los costados de la casa simétricos.
1 Descripción de algunos edificios contiguos al templo E introdújome en el aula interior, a oriente, enfrente de la puerta hacia el aquilón; e introdújome, y he aquí: cónclaves cinco contiguos a lo demás(a), y contiguos al divisorio, a aquilón:
2 como codos ciento, longitud a aquilón, y la anchura, cincuenta,
3 cinceladas al modo que las puertas del aula interior, y al modo que los peristilos del aula, la exterior, ordenadas enfrentadas columnatas triples(b).
4 Y enfrente de los cónclaves, un pasillo; de codos diez el ancho; como codos ciento, la longitud; y las puertas de ellos, a aquilón;
5 y los pasillos los superiores, lo mismo. Pues sobresalía el peristilo desde él, desde inferior peristilo, y el espacio(c); así los peristilos y el espacio; y así columnatas dos;
6 por esto: porque triples eran y columnas no tenían como las columnas de las exteriores(d). Por esto sobresalían de las inferiores y las medias, desde la tierra.
7 Y luz de afuera, al modo que los cónclaves del aula exterior, los que miran al frente de los cónclaves los al aquilón: longitud de codos cincuenta.
8 Porque la longitud de los cónclaves, los que miran al aula exterior; era de codos cincuenta; y éstos son los enfrentados con éstos, el todo de codos ciento.
9 Y las puertas de estos cónclaves de la entrada a oriente, para entrar por ellas, desde el aula exterior,
10 según la luz a la cabeza del pasillo(e); y lo al austro, en frente del austro, al frente de lo demás(f), y al frente de lo divisorio. Y los cónclaves
11 y el pasillo enfrente de ellos, según las medidas de los cónclaves los al aquilón, y según la longitud de ellos, y según el ancho de ellos, y según todas las salidas de ellos, y según todas las entradas de ellos, y según las luces de ellos, y según las puertas de ellos,
12 de los cónclaves los al austro; y según las puertas de cabeza del pasillo, hasta la luz de espacio de una caña, y a oriente, para entrar por ellos.
13 Y me dijo: «Los cónclaves los que a aquilón y los cónclaves los a austro; los que hay enfrente de los espacios, ésos son los cónclaves del santuario; en los que comerán allí, los sacerdotes, hijos de Sadoc, los que se acercan al Señor, lo santo de lo santo; y allí pondrán lo santo de lo santo, y la oblación, por pecado y por ignorancia; por esto: porque el lugar es santo.
14 No entrarán allí sino los sacerdotes; no saldrán del santuario al aula exterior; para que de continuo santos sean, los que ofrecen; y no tocarán el vestuario de ellos, en los que ministran, en ellos; por esto: porque cosas santas son. Y se pondrán vestiduras otras, cuando tocaren(g) al pueblo.»
15 Y se terminó la medida de la casa interior. Y me condujo camino de la puerta la que mira a oriente; y midió la muestra de la casa, en contorno, en orden.
16 Y paróse a espaldas de la puerta la que mira a oriente, y midió quinientos, en la caña de la medida.
17 Y se volvió a aquilón y midió lo enfrente del aquilón: codos quinientos, en la caña de la medida.
18 Y se volvió hacia el mar, y midió lo enfrente del mar: quinientos en la caña de la medida.
19 Y se volvió al austro, y midió enfrente del austro: quinientos en la caña de la medida:
20 (42:19) las cuatro partes de la misma caña. Y la dispuso(h), y el muro de ellos en circuito: de quinientos, a oriente, y de quinientos codos, el ancho, para dividir en medio del santuario, y en medio del antemural, el en disposición de la casa.
1 Gloria sempiterna del nuevo templo. Altar y dedicación. Y condújome a la puerta la que mira a oriente y me sacó fuera,
2 y he aquí que la gloria del Dios de Israel venía por el camino a oriente, y la voz de los ejércitos(a), como voz de repetidores muchos; y la tierra esplendía, como fulgor, de la gloria en contorno.
3 Y la visión era, según la visión que vi, cuando yo entraba a ungir(b) la ciudad; y la visión del carro que vi, según la visión que vi sobre el río Cobar; y caigo sobre mi rostro.
4 Y la gloria del Señor entró en la casa por el camino de la puerta la que mira a oriente.
5 Y cogióme un espíritu y me introdujo en el aula, la interior; y he aquí, llena de la gloria del Señor la casa.
6 Y me detuve, y he aquí la voz de dentro de la casa hablándome; y el varón estaba junto a mí;
7 y díjome: «Has visto, hijo de hombre, el lugar de mi trono y el lugar de la huella de mis pies, en los que se empabellonará mi nombre en medio de la casa de Israel por el siglo; y no profanarán ya la casa de Israel más mi nombre, el Santo, ellos y los príncipes de ellos, en la prostitución de ellos y en los homicidios de los príncipes en medio de ellos;
8 al poner mi dintel en los dinteles de ellos y mis postes contiguos a los postes de ellos(c); y dieron mi pared como conexa entre mí y ellos; y profanaron el nombre, el Santo mío, en sus iniquidades que hacían; y les quebranté en mi furor y en matanza.
9 Y ahora lancen de sí su prostitución, y los homicidios de sus príncipes, de mí(d); y me empabellonaré en medio de ellos, por el siglo.
10 Y tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel la casa; y cesarán en sus pecados;
11 y la visión de ella y la disposición de ella; y ellos se llevarán(e) el castigo por todo lo que hicieron. Y describirás la casa, y sus salidas, y su disposición; y sus prescripciones, y sus leyes les manifestarás y describirás delante de ellos; y guardarán todas mis justificaciones y todos mis preceptos; y los harán.
12 Y la descripción de la casa(f), sobre la cumbre del monte; todos los términos de él a la redonda(g), santos de santos.»
13 Y éstas son las medidas del altar, en codo de codo y palmo; seno de hondura, como un codo; y un codo el ancho; y borde sobre el labio de él, en contorno, un palmo. Y ésta la altura del altar:
14 desde la profundidad del comienzo del seno de él hasta el propiciatorio, esto grande(h) por debajo, de codos dos, y el ancho un codo. Y, desde el propiciatorio, el pequeño, hasta el propiciatorio, el grande, codos cuatro, y ancho, un codo.
15 Y el ara misma; de codos cuatro, y desde el ara, y por encima de los cuernos, un codo.
16 Y el ara de codos doce de largo; hasta codos doce cuadrangular, por sus cuatro costados.
17 Y el propiciatorio de codos catorce el largo; hasta codos catorce el ancho, por sus cuatro costados; y su borde, en torno, circuyéndole(i), de medio codo; y el circuito de él, un codo en contorno; y sus gradas mirando a oriente.
18 Y me dijo: «Hijo de hombre, esto dice el Señor, el Dios de Israel: «Estos, son los preceptos del altar en día de su hechura, para ofrecer sobre él holocaustos y derramar sobre él sangre.
19 Y darás a los sacerdotes, los levitas de la simiente de Sadoc, a los que se acercan a mí, dice el Señor Dios, para que me ministren, un becerro, de bueyes, por pecado.
20 Y tomarán de la sangre de él, y pondrán sobre los cuatro cuernos del altar, y sobre los cuatro ángulos del propiciatorio, y sobre la basa en torno y lo expiarán.
21 Y tomarán el becerro, el por pecado, y quemarán en lo separado de la casa, fuera del santuario.
22 Y el día el segundo tomarán cabrones dos, de cabras, inmaculados, por pecado. Y expiarán el altar, según que expiaron, en el becerro.
23 Y después que hubieres consumado la expiación, ofrecerán becerro de bueyes, inmaculado, y carnero de ovejas, inmaculado;
24 y ofreceréis delante del Señor; y esparcirán los sacerdotes sobre ellos sal, y los ofrendarán en holocaustos al Señor.
25 Siete días harás cabrón por pecado, diariamente, y becerro de bueyes, y carnero de ovejas; inmaculados, harás
26 siete días. Y expiarán el altar, y lo purificarán; y llenarán sus manos.
27 Y será desde el día octavo y en adelante, harán los sacerdotes sobre el altar vuestros holocaustos y los de vuestra salud; y os acogeré», dice el Señor.
1 Disposiciones particulares del nuevo templo. Su sacerdocio y ministerio. Y volvióme camino de la puerta del santuario, la exterior, la que mira al oriente; y ésa estaba cerrada.
2 Y díjome el Señor: «Esa puerta cerrada estará; no se abrirá; y nadie pasará por ella, no; pues el Señor, el Dios de Israel, entrará por ella; y estará cerrada.
3 Por esto: «Porque el príncipe, éste se sentará en ella a comer pan delante del Señor; por el camino del dintel de la puerta entrará, y por el camino de él saldrá.»
4 E introdújome por el camino de la puerta a aquilón enfrente de la casa; y vi, he aquí llena de gloria la casa del Señor; y caigo sobre mí.
5 Y díjome el Señor: «Hijo de hombre, pon en tu corazón, y ve con tus ojos, y con tus orejas oye todo cuanto yo hablo contigo, según todas las prescripciones de la casa del Señor, y según todas las leyes de ella; y pondrás tu corazón en la entrada de la casa, según todas las salidas de ella, en todo el santuario.
6 Y dirás a la casa, la exacerbadora, a la casa de Israel: «Esto dice el Señor Dios: «Básteos con todas vuestras iniquidades, casa de Israel,
7 de introducir hijos alienígenas, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario; y lo profanaban al ofrecer vosotros panes, carnes y sangre; y transgredíais mi testamento, en todas vuestras iniquidades;
8 (y no guardasteis la guardia de mi santuario)(a) y dispusisteis guardar guardias en mi santuario.»
9 Por esto, esto dice el Señor Dios: «Todo hijo alienígena, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, no entrará en mi santuario, en todos los hijos de alienígenas los que están en medio de la casa de Israel,
10 empero los levitas, los cuales saltaron lejos de mí, al extraviarse Israel de mí, en pos de sus ídolos; también recibirán su injusticia,
11 y serán en mi santuario, ministrando, porteros en las puertas de la casa, y ministrando a la casa, éstos degollarán los holocaustos y las hostias al pueblo; y éstos estarán delante del pueblo, para ministrarles.
12 Por cuanto les ministraban a faz de los ídolos de ellos, y fue hecho, a la casa de Israel, en castigo de injusticia; por esto he alzado mi mano sobre ellos, dice el Señor Dios;
13 y no se llegarán a mí a sacerdotar; ni, para ofrecer a las cosas santas de los hijos de Israel; ni al santo de mis santos; y se llevarán su deshonor en el error que erraron.
14 Y los bajarán a guardar guardias de la casa en todas las labores de ella; y en todo cuanto hicieren.
15 Los sacerdotes, los levitas, los hijos de Sadoc; los que guardaren las guardias de mi santuario, al extraviarse la casa de Israel, de mí; éstos se acercarán a mí, a ministrarme y estarán ante mi faz a ofrecerme hostia, grosura y sangre, dice el Señor Dios.
16 Estos entrarán en mi santuario; y éstos se aproximarán a mi mesa a ministrarme; y guardarán mis guardias.
17 Y será entrando ellos por las puertas del aula interior, que estolas líneas vestirán; y no vestirán lanas, ministrando, desde la puerta de la interior aula.
18 Y vendas líneas tendrán sobre sus cabezas; y fajas líneas tendrán sobre sus lomos; y no se ceñirán con fuerza.
19 Y, cuando salieren al aula, la exterior, al pueblo, se desvestirán sus estolas, en las que ellos ministran, en ellas; y pondránlas en los cónclaves del santuario; y se vestirán estolas otras, y no santificarán, no, al pueblo, en sus estolas.
20 Y sus cabezas no raerán, y sus cabellos no cortarán; subiendo subirán sus cabezas.
21 Y vino no beberán, no, todo sacerdote, cuando entraren en el aula, la interior.
22 Y viuda y repudiada no se tomarán por mujer, sino virgen de la simiente de Israel; y viuda, si fuere de sacerdote, tomarán.
23 Y a pueblo enseñarán entre sacro y profano; y entre puro e impuro les instruirán;
24 y en juicio de sangre éstos estarán para juzgar; mis justificaciones justificarán; y mis juicios juzgarán; mis leyes y mis preceptos en todas mis fiestas guardarán; y mis sábados santificarán.
25 Y sobre alma de hombre no entrarán a mancillarse; empero sobre padre y madre, y sobre hijo y sobre hija, y sobre hermano y sobre hermana suya, que no ha sido de(b) varón, se contaminará(c).
26 Y, después de purificarse él mismo, siete días se contará;
27 y el día que entraren al aula la interior a ministrar en el santo, ofrecerán expiación, dice el Señor Dios;
28 y les será en heredad; yo, heredad de ellos; y posesión no se les dará entre los hijos de Israel; pues yo, soy su posesión.
29 Y los sacrificios y lo por pecado y lo que por ignorancia, éstos cometerán; y toda separación en Israel para ellos será;
30 primicias de todo y los primogénitos de todo, y las separaciones todas de todas las primicias vuestras para los sacerdotes serán; y lo primerizo vuestro daréis al sacerdote, para que ponga vuestras bendiciones sobre vuestras casas.
31 Y todo lo mortecino y lo de fiera apresado, de entre los volátiles y de entre bestias, no comerán los sacerdotes.
1 Reparto de la tierra. Pesos y medidas. Sacrificios del príncipe por el pueblo. Y cuando midiereis la tierra en heredad, separaréis primicia al Señor santa de la tierra: veinticinco millares(a), longitud, y anchura, veinte(b) millares; sagrado será en todos los límites de él en contorno.
2 Y habrá de esto santificaciones: quinientos por quinientos, un cuadrado en contorno; y cincuenta codos distancia de ellos en contorno.
3 Y de esta medida mediréis, longitud veinticinco millares y anchura veinte millares; y en ésta estará el santo de los santos.
4 De la tierra habrá para los sacerdotes, los ministrantes en el santo; y habrá para los que se acercan a ministrar al Señor. Y habrá para ellos lugar, en casas separadas para su santificación;
5 veinticinco millares, longitud; y anchura, veinte millares. Y para los levitas, los que ministran, a la casa, para ellos, en posesión, ciudades de habitar.
6 Y la posesión de la ciudad darás: cinco millares de anchura; y de longitud, veinticinco millares; al modo que las primicias del santuario para toda la casa de Israel serán(c);
7 y al príncipe, de acá y de allá(d); hacia las primicias del santuario, hacia la posesión de la ciudad, enfrente de las primicias del santuario y enfrente de la posesión de la ciudad: lo hacia la mar y desde lo hacia la mar a oriente; y la longitud como una de las partes desde las lindes las hacia la mar; y la anchura hacia las lindes a oriente de la tierra.
8 Y será para él, en posesión, en Israel; y no oprimirán ya los príncipes de Israel a mi pueblo; y la tierra heredará la casa de Israel, según las tribus de ellos.
9 Esto dice el Señor Dios: «Básteos, los príncipes de Israel; injusticia y vejación quitad; juicio y justicia haced; alzad la opresión de mi pueblo, dice el Señor Dios.
10 Balanza justa y medida justa y bato(e) justo os sea de mensura,
11 y el bato igualmente uno será para recibir, el décimo del gómor, un bato, y el décimo del gómor(f); con respecto al gómor será la igualdad.
12 Y los pesos: veinte óbolos, cinco siclos; cinco y siclos(g), diez; y cincuenta siclos, la mina será para vosotros.
13 Y éstas las primicias que separaréis: sexta medida de un gómor del trigo; y el sexto de él, del efi, de un coro de la cebada.
14 Y lo preceptuado del aceite: una taza de aceite, de diez tazas, pues las diez tazas son un gómor.
15 Y una oveja de ovejas, de doce(h), separación de todas las familias de Israel, en hostias, y en holocaustos y en salud, a fin de expiar por vosotros, dice el Señor Dios.
16 Y todo pueblo dará estas primicias al príncipe de Israel;
17 y, por medio del príncipe serán los holocaustos, y las hostias y las libaciones en las fiestas, y en las neomenias, y en los sábados y en todas las fiestas de la casa de Israel. El los hará por pecado, y la hostia, y los holocaustos y lo de la salud, para expiar por la casa de Israel.
18 Esto dice el Señor Dios: «En el primer mes, a uno del mes, tomaréis un becerro, de bueyes, inmaculado, para expiar el santuario.
19 Y tomará el sacerdote, de la sangre de la expiación, y dará sobre los umbrales de la casa y sobre los cuatro ángulos del santuario, y sobre el altar y sobre los umbrales de la puerta del aula interior.
20 Y así harás en el mes el séptimo, a uno del mes, de cada cual(i) una porción, y expiaréis la casa.
21 Y en el primero, el décimo cuarto del mes, será para vosotros la pascua fiesta; siete días ázimos comeréis.
22 Y hará el príncipe, en aquel día, por sí, y la casa y todo el pueblo de la tierra, un becerro por pecado,
23 y los siete días de la fiesta hará, holocaustos al Señor, siete becerros y siete carneros inmaculados, diariamente, los siete días; y por pecado, un cabrón de cabras, diariamente; y hostia,
24 y cocción al becerro, y cocción al carnero harás; y de aceite un hin para la cocción.
25 Y en el séptimo mes, el quince del mes, en la fiesta, harás según lo mismo, siete días, tal como por el pecado, y tal como los holocaustos, y tal como la hostia y tal como el aceite.»
1 Sacrificios que ofrecerá el rey Esto dice el Señor Dios: «La puerta en el aula interior, la que mira a oriente; estará cerrada seis días, los de trabajo; en el día de los sábados ábrase; y en el día de la neomenia se abrirá.
2 Y entrará el príncipe por el camino del dintel de la puerta interior, y estará sobre el vestíbulo de la puerta; y harán los sacerdotes los holocaustos de él y los de la salud de él.
3 Y adorará sobre el vestíbulo de la puerta, y saldrá, y la puerta no se cerrará, no, hasta la tarde; y adorará el pueblo de la tierra junto al vestíbulo de aquella puerta, y en los sábados, y en las neomenias delante del Señor.
4 Y los holocaustos ofrecerá el príncipe al Señor, en el día de los sábados: seis corderos inmaculados y un carnero inmaculado.
5 Y oblación, cocción(a) al carnero; y a los corderos, hostia, don de su mano(b); y aceite el hin para la cocción.
6 Y en el día de la neomenia, un becerro inmaculado y seis corderos; y el carnero inmaculado será;
7 y la cocción al carnero y la cocción al becerro, será oblación; y a los corderos, según que alcanzare su mano, y de aceite el hin para cocción.
8 Y, al entrar el príncipe, por la vía del dintel de la puerta entrará, y por la vía de la puerta saldrá.
9 Y, cuando entrare el pueblo de la tierra delante del Señor en las fiestas, el que entra por la vía de la puerta, la que mira a septentrión, a adorar; saldrá por la vía de la puerta la al noto; y el que entra por la vía de la puerta la al noto, saldrá por la vía de la puerta a septentrión; no tornará por la puerta en que ha entrado, sino que por lo recto de ella saldrá.
10 Y el príncipe, en medio de ellos, al entrar ellos, entrará con ellos; y, al salir ellos, saldrá.
11 Y en las fiestas y en las solemnidades será la oblación la cocción al becerro, y la cocción al carnero, y a los corderos, según que alcanzare su mano; y de aceite el hin para la cocción.
12 Y si hiciere el príncipe confesión: un holocausto de salud al Señor, y se abrirá a sí mismo la puerta, la que mira a oriente, y hará su holocausto y lo de la salud de él; del modo que hace en el día de los sábados; y saldrá y cerrará las puertas, después de salir.
13 Y cordero añal inmaculado hará en holocausto, diariamente, al Señor; al alba lo hará.
14 Y oblación hará sobre él, al alba: un sexto de la medida; y de aceite un tercio del hin, para mezclar la harina flor, oblación al Señor: precepto perpetuo.
15 Haréis el cordero, y la oblación y el aceite haréis, al alba: holocausto perpetuo.»
16 Esto dice el Señor Dios: «Si diere el príncipe dádiva a uno de sus hijos, de la heredad de él, será posesión en heredad.
17 Y si diere dádiva a uno de sus niños(c), será suya hasta el año del jubileo, y la devolverá al príncipe; empero(d), de la heredad de sus hijos, de ellos será.
18 Y no tomará el príncipe, no, de la heredad del pueblo, oprimiéndolos; de su posesión heredará a sus hijos, para que no se disperse mi pueblo, cada uno de su posesión.»
19 Y me introdujo en la entrada de la al noto puerta, en el cónclave del santuario, de los sacerdotes, el que mira a septentrión; y he aquí un sitio separado.
20 Y díjome: «Este el sitio es donde cocerán los sacerdotes lo sacrificado por ignorancia y por pecado; y allí cocerán la oblación del todo, para que no saquen al aula exterior, para(e) santificar al pueblo.»
21 Y me condujo al aula exterior, y me condujo en torno por las cuatro partes del aula; y he aquí un aula a los lados del aula;
22 al lado, un aula, un aula sobre los cuatro, y del aula, un aula pequeña, de longitud de codos cuarenta, y latitud de codos treinta; medida una para las cuatro.
23 Y cónclaves, en circuito, en ellas, en circuito a las cuatro; y cocinas, hechas por debajo de los cónclaves en circuito.
24 Y díjome: «Estas son las casas de los cocineros, donde cocerán, allí, los ministros de la casa las víctimas del pueblo.»
1 El agua sagrada. Feracidad y límites de la tierra santa. E introdújome al vestíbulo de la casa y he aquí que agua salía de debajo del atrio, a oriente; pues la fachada de la casa miraba a oriente; y el agua descendía del lado el diestro, del austro, al altar.
2 Y me condujo por el camino de la puerta del septentrión, y me condujo en torno, camino de fuera, a la puerta del aula, la que mira al oriente; y he aquí el agua bajaba, del lado diestro,
3 según la salida de un varón de enfrente; y medida de su mano, y midió mil en la medida, y atravesó(a), en el agua, agua de soltura(b),
4 y midió mil; y atravesó, en el agua, agua hasta los muslos, y midió mil; y atravesó agua hasta el lomo,
5 y midió mil, y no podía atravesar, pues se ensoberbecía(c); cual de torrente que no pasarán.
6 Y me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?» Y me llevó y me volvió sobre el labio del río,
7 en mi vuelta. Y he aquí sobre el labio del río, árboles muchos sobremanera, de acá y de acá.
8 Y díjome: «Esta agua, la que sale a la Galilea(d), a oriente; y descendía a la Arabia(e), e iba hasta el mar, al agua de la salida(f); y sanará las aguas.
9 Y será: toda alma de los vivientes los que bullen, a todos los que llegare allí el río, vivirá; y habrá allí pez mucho sobremanera, pues ha venido allí esta agua; y sanará y vivirá todo a lo que viniere el río, allí; vivirá.
10 Y estarán allí pescadores, desde Engadi hasta Engalim(g). Secamiento de redes habrá, por sí misma(h) será; y los peces de ella como los peces del piélago el grande, muchedumbre mucha sobremanera.
11 Y en la salida de él, y en la vuelta de él, y en el desbordamiento de él, no sanarán, no; en sales han sido dadas(i).
12 Y sobre el río ascenderá; sobre su labio de acá y de acá, todo leño comestible, no envejecerá, no, en él(j), ni desfallecerá, no, su fruto; de su novedad brotará de nuevo(k); porque sus aguas, del santuario, éstas salen; y será su fruto en alimento, y su brote(l) en sanidad.»
13 Esto dice el Señor Dios: «Estas lindes heredaréis de la tierra: para las doce tribus de los hijos de Israel, asignación de medida(m).
14 Y la heredaréis cada uno así como su hermano, sobre la cual he alzado mi mano, para darla a sus padres; y caerá esta tierra a vos en herencia.
15 Y éstas son las lindes de la tierra la del norte: desde la mar grande, la descendente y en torno dividente, a Hetalón, Sedadá,
16 Emat, Berotá, Sabarim, en medio de los confines de Damasco y en medio de los confines de Emat, «aula de Ticón»; las que están encima de los confines de Aurán.
17 Estas son las lindes desde la mar, desde el «aula de Enon», lindes de Damasco; y las al norte.
18 Y las al este, en medio de Aurán y en medio de Damasco y en medio de Galaad, y en medio de la tierra de Israel; el Jordán delimita sobre la mar la al este del Palinar, éstas las del este.
19 Y las al sur y ábrego, desde Temán, y el Palinar, hasta el Agua de contradicción de Cadés; extendiéndose sobre la Mar grande.
20 Esta es la parte sur y ábrego; ésta la parte de la Mar la grande que delimita, hasta enfrente de la entrada de Emat hasta la entrada de él; éstas son las hacia la Mar de Emat.
21 Y repartiréis la tierra a ellos: las tribus de Israel.
22 La echaréis en suerte a vos y los prosélitos los que habitan en medio de vosotros, los que han engendrado hijos en medio de vosotros, y serán de vosotros como indígenas entre los hijos de Israel; con vos comerán en heredad, en medio de las tribus de Israel;
23 (47:22) y serán en tribu de prosélitos entre los prosélitos los con vosotros; allí les daréis heredad», dice el Señor Dios.
1 Distribución de la tierra entre las tribus. Descripción de la ciudad. Y éstos son los nombres de las tribus, desde el principio, el septentrión, según la parte del descenso, la que separa en torno sobre la entrada la Emat-Aula de Elam, linde de Damasco a septentrión, según parte de Emat-Aula; y será para ellos lo al oriente hasta el Mar-Dan, una(a).
2 Y, desde los confines de Dan, lo al oriente hasta lo al Mar-Aser, una.
3 Y, desde los confines de Aser, desde lo al oriente, hasta lo al Mar-Neftalí, una.
4 Y, desde los confines de Neftalí, desde oriente hasta lo al Mar-Manasés, una.
5 Y, desde los confines de Manasés, desde lo al oriente hasta lo al Mar-Efraín, una.
6 Y, desde los confines de Efraín, desde lo al oriente, hasta lo al Mar-Rubén, una.
7 Y, desde los confines de Rubén, desde lo al oriente, hasta lo al Mar-Judá, una.
8 Y, desde los confines de Judá, desde lo al oriente, estarán las primicias de la separación: veinticinco millares, anchura y longitud como una de las partes, desde lo al oriente, y hasta lo del mar; y estará el santuario en medio de ellos;
9 primicias que separarán al Señor, longitud veinticinco millares; y anchura, veinticinco millares.
10 De esto serán las primicias del santuario para los sacerdotes, al septentrión, veinticinco millares; y al mar diez millares; y al austro, veinticinco millares —y el monte del santuario estará en medio de él—
11 para los sacerdotes, los santificados hijos de Sadoc, los que guardan las guardias de la casa; los que no se extraviaron en el extravío de los hijos de Israel; al modo que se extraviaron los levitas.
12 Y serán para ellos las primicias dadas de las primicias de la tierra, lo santo de lo santo, de los confines de los levitas.
13 Y para los levitas, lo contiguo a los confines de los sacerdotes: longitud, veinticinco millares; y latitud, diez millares; toda la longitud(b), veinticinco millares; y latitud, veinte(c) millares.
14 No se venderá de ello ni se medirá(d); ni se quitarán(e) las primicias de la tierra; porque cosa santa es para el Señor.
15 Y los cinco millares, los sobrantes(f) de la latitud; en los veinticinco millares, antemural será para la ciudad, para la habitación y espaciación de él; y estará la ciudad en medio de él.
16 Y éstas las medidas de ella: desde el aquilón: cuatro mil y quinientas; y desde el austro: cuatro mil y quinientas; y desde el oriente: cuatro mil y quinientas; y desde el mar: cuatro mil y quinientas.
17 Y habrá espacio para la ciudad, a aquilón, doscientas cincuenta; y a austro, doscientas cincuenta; y a oriente, doscientas cincuenta; y al mar, doscientas cincuenta.
18 Y lo sobrante de la longitud, lo contiguo a las primicias, las santas: diez mil a oriente, y diez mil a la mar y serán las primicias del santuario; y serán los frutos de ella para panes a los servidores de la ciudad.
19 Y los servidores de la ciudad la servirán, de todas las tribus de Israel.
20 Todas las primicias veinticinco mil por veinticinco mil; un cuadrado separaréis las primicias del santuario mismo, de la posesión de la ciudad.
21 Y lo sobrante(g), para el príncipe, de esto, y de esto, de las primicias del santuario, y para la posesión de la ciudad sobre veinticinco mil de longitud, hasta los confines del oriente y el mar, sobre veinticinco mil hasta los confines del mar, contiguo a las partes del príncipe; y serán las primicias del santuario y lo santificado de la casa en medio de ella.
22 Y, fuera de los levitas, desde la posesión de la ciudad, en medio de los príncipes, será(h) en medio de los límites de Judá y en medio de los límites de Benjamín, y de los príncipes será.
23 Y lo demás de las tribus, desde lo a oriente, hasta el Mar-Benjamín, una.
24 Y, desde los límites de lo de Benjamín, desde lo a oriente, hasta lo al Mar-Simeón, una.
25 Y desde los límites de Simeón, desde lo a oriente, hasta lo al Mar-Isacar, una.
26 Y, desde los límites de Isacar, desde lo a oriente, hasta lo al Mar-Zabulón, una.
27 Y, desde los límites de Zabulón, desde lo a oriente, hasta lo al Mar-Gad, una.
28 Y, desde los límites de Gad, desde lo a oriente, hasta lo al ábrego —y serán los límites de él desde Tamar y el Agua de la Contradicción— Cadés, de heredad, hasta la mar la grande.
29 Esta, la tierra la echaréis en suerte a las tribus de Israel; y éstas las reparticiones de ellas, dice el Señor Dios.
30 Y éstas, las salidas(i) de la ciudad, las a septentrión: cuatro mil quinientas en medida.
31 Y éstas, las puertas de la ciudad, en nombre de las tribus de Israel puertas tres a septentrión: puerta de Rubén, una; y puerta de Judá, una; y puerta de Leví, una.
32 Y lo al oriente: cuatro mil y quinientas y puertas tres: puerta de José, una; y puerta de Benjamín, una; y puerta de Dan, una.
33 Y lo al austro: cuatro mil y quinientas en medida y puertas tres: puerta de Simeón, una; y puerta de Isacar, una; y puerta de Zabulón, una.
34 Y lo al mar: cuatro mil y quinientas, en medida; puertas tres: puerta de Gad, una; y puerta de Aser, una; y puerta de Neftalí, una.
35 Circuito(j) dieciocho mil. Y el nombre de la «Ciudad» desde el día que hecha fuere será el nombre de ella.