1

1 Número de la gente de armas Y habló el Señor a Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo del testimonio, en el primero del mes segundo, del año segundo de su salida de tierra de Egipto; diciendo:

2 «Tomad la suma de toda la congregación de los hijos de Israel, según sus linajes, según sus casas paternas, según número de sus nombres, según cabeza de ellos;

3 todo varón, de veinte años arriba; todo el que sale en el ejército de Israel: los contaréis por sus ejércitos, tú y Aarón.

4 Y con vosotros estará un varón de cada tribu, un varón, cabeza de su familia.

5 Y éstos los nombres de los varones que os asistirán: de Rubén, Elisur hijo de Sedeúr;

6 de Simeón, Salamiel, hijo de Surisadai;

7 de Judá, Naasón, hijo de Aminadab;

8 de Isacar, Natanael, hijo de Suar;

9 de Zabulón, Eliab, hijo de Helón;

10 de los hijos de José; de Efraín, Elisamá, hijo de Amiud; de Manasés, Gamaliel, hijo de Fadasur;

11 de Benjamín, Abidán, hijo de Gedeón;

12 de Dan, Ahiezer, hijo de Amisadai;

13 de Aser, Fegiel, hijo de Ocrán;

14 de Gad, Eliasaf, hijo de Duel;

15 de Neftalí, Ahirá, hijo de Enán.

16 Estos, los llamados de la congregación, príncipes de las tribus; capitanes de Israel eran.

17 Y tomó Moisés a Aarón estos varones, los llamados nominalmente;

18 y toda la congregación congregaron el primero de segundo mes; y juntáronse según sus linajes, según sus familias, según el número de sus nombres, de veinte años arriba: todo lo masculino por sus cabezas;

19 del modo que ordenó el Señor a Moisés, contóles en el desierto de Sinaí.

20 Y fueron los hijos de Rubén, primogénito de Israel, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino, de veinte años arriba; todo lo que va en el ejército;

21 la cuenta de ellos, de la tribu de Rubén: cuarenta y seis mil quinientos.

22 De los hijos de Simeón, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba: todo el que va en el ejército;

23 la cuenta de ellos, de la tribu de Simeón: cincuenta y nueve mil trescientos.

24 De los hijos de Gad, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

25 la cuenta de ellos de la tribu de Gad: cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.

26 De los hijos de Judá, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

27 la cuenta de ellos, de la tribu de Judá; setenta y cuatro mil seiscientos.

28 De los hijos de Isacar, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

29 la cuenta de ellos de la tribu de Isacar: cincuenta y cuatro mil cuatrocientos.

30 De los hijos de Zabulón, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

31 la cuenta de ellos en la tribu de Zabulón: cincuenta y siete mil cuatrocientos.

32 De los hijos de José: de los hijos de Efraín, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

33 la cuenta de ellos, de la tribu de Efraín: cuarenta mil quinientos.

34 De los hijos de Manasés, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

35 la cuenta de ellos, de la tribu de Manasés: treinta y dos mil doscientos.

36 De la tribu de Benjamín, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

37 la cuenta de ellos, de la tribu de Benjamín: treinta y cinco mil cuatrocientos.

38 De los hijos de Dan, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

39 la cuenta de ellos, de la tribu de Dan: sesenta y dos mil setecientos.

40 De los hijos de Aser, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

41 la cuenta de ellos, de la tribu de Aser: cuarenta y un mil quinientos.

42 De los hijos de Neftalí, según sus generaciones, y familias y casas, según el número de sus nombres, por cabezas, todo lo masculino de veinte años arriba; todo el que va en el ejército;

43 la cuenta de ellos, de la tribu de Neftalí: cincuenta y tres mil cuatrocientos.

44 Esta la cuenta que contaron Moisés y Aarón y los príncipes de Israel: doce varones: varón por una tribu de familias eran.

45 Y fue toda la cuenta de hijos de Israel, según sus familias de veinte años arriba, todo el que va en el ejército de Israel:

46 seiscientos tres mil quinientos cincuenta.

47 Pero los levitas, según su tribu paterna, no fueron contados entre ellos.

48 Y habló el Señor a Moisés diciendo:

49 «Mira: la tribu de Leví no contarás y el número de ellos no tomarás en medio de los hijos de Israel;

50 y tú pondrás a los levitas sobre el tabernáculo del testimonio, y sobre todos los vasos de él y todo cuanto hay en él; llevarán ellos el tabernáculo y todos los vasos de él; y ellos ministrarán en él, y en contorno del tabernáculo acompañarán.

51 Y alzándose el tabernáculo, desarmaránle los levitas; y acampando el tabernáculo, alzaránle; y el extraño que se llegare, morirá.

52 Y acamparán los hijos de Israel, cada cual en su campo, y cada cual, bajo su estandarte, por sus huestes.

53 Y los levitas acamparán en contorno del tabernáculo del testimonio: y no habrá ira sobre la congregación de los hijos de Israel. Y guardarán los levitas la guarda del tabernáculo del testimonio.»

54 E hicieron los hijos de Israel según todo lo que ordenara el Señor a Moisés y a Aarón; así hicieron.

2

1 Los cuatro campos en torno del tabernáculo Y habló el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:

2 «Cada cual junto a su estandarte, junto a la enseña de las casas de sus familias, acamparán los hijos de Israel; enfrentados, en contorno del tabernáculo del testimonio acamparán.

3 Los acampantes hacia el oriente; el estandarte del campo de Judá, con su ejército; y el príncipe de los hijos de Judá: Naasón, hijo de Aminadab.

4 Su ejército, los contados: setenta y cuatro mil seiscientos.

5 Y los acampantes próximos: la tribu de Isacar, y el príncipe de los hijos de Isacar: Natanael, hijo de Suar.

6 Y su ejército y sus contados: cincuenta y cuatro mil cuatrocientos.

7 Y los acampantes próximos: la tribu de Zabulón, y el príncipe de los hijos de Zabulón: Eliab, hijo de Helón.

8 Y su ejército y sus contados: cincuenta y siete mil cuatrocientos.

9 Todos los contados del campo de Judá: ciento ochenta y seis mil cuatrocientos; con sus ejércitos, los primeros partirán.

10 El estandarte del campo de Rubén; hacia el mediodía su ejército y el príncipe de los hijos de Rubén: Elisur, hijo de Sedeúr.

11 Su ejército y sus contados: cuarenta y seis mil quinientos.

12 Y los acompañantes próximos: la tribu de Simeón; y el príncipe de los hijos de Simeón: Salamiel, hijo de Surisadai.

13 Su ejército y sus contados: cincuenta y nueve mil trescientos;

14 y la tribu de Gad, y el príncipe de los hijos de Gad; Eliasaf, hijo de Duel;

15 y su ejército y sus contados: cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.

16 Todos los contados del campo de Rubén: ciento cincuenta y un mil cuatrocientos cincuenta; con el ejército de ellos, segundos partirán.

17 Y se alzará el tabernáculo del testimonio y el campo de los levitas en medio de los campos. Así como acamparen, así también se alzarán, cada cual en su lugar, según sus estandartes.

18 El estandarte del campo de Efraín: hacia occidente, con el ejército de ellos: y el príncipe de los hijos de Efraín: Elisamá, hijo de Amiud.

19 Su ejército y sus contados: cuarenta mil quinientos.

20 Y los acampantes próximos: la tribu de Manasés; y el príncipe de los hijos de Manasés: Gamaliel, hijo de Fadasur.

21 Su ejército y sus contados: treinta y dos mil doscientos.

22 Y la tribu de Benjamín, y el príncipe de los hijos de Benjamín: Abidán, hijo de Gedeón.

23 Su ejército y sus contados: treinta y cinco mil cuatrocientos.

24 Todos los contados del campo de Efraín: ciento ocho mil cien: con su ejército los terceros se alzarán.

25 El estandarte del campo de Dan; hacia el aquilón, con su ejército; y el príncipe de los hijos de Dan: Ahiezer, hijo de Amisadai.

26 Su ejército y sus contados: sesenta y dos mil setecientos.

27 Y los acampantes próximos: la tribu de Aser; y el príncipe de los hijos de Aser; Fegiel, hijo de Ocrán.

28 Su ejército y sus contados: cuarenta y un mil quinientos;

29 y la tribu de Neftalí, y el príncipe de los hijos de Neftalí: Ahirá, hijo de Enán.

30 Su ejército y sus contados: cincuenta y tres mil cuatrocientos.

31 Todos los contados del campo de Dan: ciento cincuenta y siete mil seiscientos; postreros se alzarán según sus estandartes.

32 Este, el número de los hijos de Israel según las casas de sus familias; todos contados de los campos según sus ejércitos: seiscientos tres mil quinientos cincuenta.

33 Mas los levitas no se contaron en los hijos de Israel; según ordenara Señor a Moisés.

34 E hicieron los hijos de Israel todo cuanto ordenara Señor a Moisés; así acamparon según sus estandartes; y así se alzaron cada cual junto con su ejército, según la casa de su familia.

3

1 Numeración de los levitas. Rescate de los primogénitos. Y éstas las generaciones de Aarón y Moisés, el día que habló Señor a Moisés en el monte de Sinaí.

2 Y éstos los nombres de los hijos de Aarón: primogénito Nadab; y Abiú, y Eleazar e Itamar.

3 Estos, los nombres de los hijos de Aarón, los sacerdotes ungidos, cuyas manos consagradas fueron para ser sacerdotes.

4 Y murió Nadab y Abiú, delante del Señor, cuando ofrecieron fuego extraño delante de Señor, en el desierto de Sinaí; e hijos no tenían; y fue sacerdote Eleazar e Itamar, con Aarón, su padre.

5 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

6 «Toma la tribu de Leví, y les pondrás delante de Aarón el sacerdote, y le ministrarán;

7 y guardarán la guarda de él y la guarda de todos los hijos de Israel, delante del tabernáculo del testimonio, obrando las obras del tabernáculo;

8 y guardarán todos los vasos del tabernáculo del testimonio, y la guarda de los hijos de Israel, según todas las obras del tabernáculo.

9 Y darás los levitas a Aarón y a sus hijos: dado del todo éstos le son(a) de los hijos de Israel.

10 Y a Aarón y sus hijos pondrás y guardarán su sacerdocio; y el extraño que se llegare morirá.»

11 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

12 «Y he aquí yo he tomado a los levitas de en medio de los hijos de Israel, en lugar de todo lo primogénito que abre matriz, entre los hijos de Israel; y serán míos los levitas.

13 Pues mío es todo primogénito; el día que herí todo primogénito en tierra de Egipto, santifíqueme todo primogénito en Israel, de hombre a bestia; míos serán; yo Señor.»

14 Y habló el Señor a Moisés en el desierto de Sinaí, diciendo:

15 «Cuenta los hijos de Leví, por sus casas paternas, por sus familias; todo lo masculino, de un mes arriba, les contarás.»

16 Y contólos Moisés por voz del Señor, del modo que le ordenó el Señor.

17 Y eran éstos los hijos de Leví, por sus nombres: Gersón, y Caat y Merarbí.

18 Y éstos, los hijos de Gersón por sus familias: Lební y Semeí.

19 Y, los hijos de Caat, por sus familias: Amram y Jesaar, Hebrón y Oziel.

20 Y los hijos de Merarbí, por sus familias: Moolí y Musí.

21 De Gersón: la familia de Lební y la familia de Semeí: éstas son las familias de Gersón.

22 Su cuenta, según el número de todo lo masculino, de un mes arriba; su cuenta: siete mil quinientos.

23 Y los hijos de Gersón, detrás del tabernáculo acampaban: al occidente;

24 Y el príncipe de la casa paterna de Gersón: Eliasaf, hijo de Lael.

25 Y la guarda de los hijos de Gersón, en el tabernáculo del testimonio: el tabernáculo y su cubierta, y el velo de la puerta del tabernáculo;

26 y las cortinas del atrio; y el pabellón de la puerta del atrio el en torno del tabernáculo, y del altar en contorno; y las cuerdas para todo su servicio.

27 Y de Caat, la familia Amram, y la familia Jesaar, y la familia Hebrón, y la familia Oziel; éstas son las familias de Caat.

28 En la cuenta de todo lo masculino, de un mes arriba: ocho mil seiscientos, guardando la guarda del santuario.

29 Las familias de los hijos de Caat acamparán al lado del tabernáculo, al mediodía.

30 Y el príncipe de la casa paterna de las familias de Caat: Elisafán, hijo de Oziel.

31 Y su guarda: el arca, y la mesa, y el candelabro, y los altares, y los vasos sagrados con que ministraban, y el velo y todas las obras de ellos.

32 Y el príncipe de los príncipes de Leví: Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, estaba puesto para guardar la guarda del santuario.

33 De Merarbí, la familia Mohol y la familia de Musí; éstas son las familias de Merarbí.

34 La cuenta de ellos, según número, todo lo masculino, de un mes arriba: seis mil doscientos.

35 Y el príncipe de la casa paterna de las familias de Merarbí: Suriel, hijo de Abihaiel; al lado del tabernáculo acamparán al septentrión.

36 Y el cuidado de la guarda de los hijos de Merarbí: las tablas del tabernáculo, y las barras, y las columnas, y las basas de ellas, y todo lo perteneciente a este servicio;

37 y las columnas del atrio en contorno, y sus basas, y sus estacas y sus cuerdas.

38 Los acampantes a faz del tabernáculo del testimonio, a oriente; Moisés y Aarón y los hijos de él, guardando la guarda del santuario, para guarda de los hijos de Israel; y el extraño que se llegare morirá.

39 Toda la cuenta de los levitas, que contó Moisés y Aarón, por voz de Señor, según sus familias, todo lo masculino, de un mes arriba: veintidós mil.

40 Y dijo Señor a Moisés: «Cuenta todo lo primogénito masculino entre los hijos de Israel, de un mes arriba, y toma su número, por nombres.

41 Y tomarás los levitas para mí (yo el Señor), en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel; y el ganado de los levitas, en lugar de todo lo primogénito entre el ganado de los hijos de Israel.»

42 Y contó Moisés, del modo que le ordenó Señor, todo lo primogénito en los hijos de Israel.

43 Y fueron todos los primogénitos masculinos, según el número de los nombres, de un mes arriba, de la cuenta de ellos; veintidós mil, doscientos setenta y tres.

44 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

45 «Toma los levitas en lugar de todos los primogénitos de hijos de Israel, y el ganado de los levitas, en lugar del ganado de ellos, y serán míos los levitas: yo Señor.

46 Y, en rescate de los doscientos setenta y tres que excedan el número de los levitas, de los primogénitos de los hijos de Israel;

47 tomarás cinco siclos por cabeza; según el siclo del santuario tomarás: veinte óbolos el siclo.

48 Y darás el dinero a Aarón y sus hijos, en rescate de los excedentes de ellos».

49 Y tomó Moisés el dinero de los excedentes a los rescatados por los levitas.

50 De los primogénitos de los hijos de Israel tomó el dinero: mil trescientos sesenta y cinco, según el siclo del santuario.

51 Y dio Moisés el rescate a Aarón y sus hijos, por voz de Señor, del modo que ordenó Señor a Moisés.

4

1 Oficio de los levitas Y habló el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:

2 «Toma la suma de los hijos de Caat, entre los hijos de Leví, según sus casas y familias;

3 de treinta años arriba hasta cincuenta años; todo el que viene a ministrar, hacer todas las obras en el tabernáculo del testimonio.

4 Este es el ministerio de los hijos de Caat en el tabernáculo del testimonio: el santo de los santos.

5 Entrarán a Aarón y sus hijos, cuando se moviere el campo y quitarán el velo que cubre y envolverán en él el arca del testimonio.

6 Y pondrán sobre ella una cubierta de piel morada, y tenderán sobre ella un paño todo morado; y meterán las varas.

7 Y sobre la mesa de la proposición tenderán paño todo purpúreo; y pondrán sobre ella las escudillas, y los turíbulos, y las tazas y los tazones de libar; y los panes siempre sobre ella estarán.

8 Y tenderán sobre ella un paño de grana, y la cubrirán con velo de piel morada; y meteránle las varas.

9 Y tomarán un paño morado, y envolverán el candelabro de alumbrar, y las lámparas de él, y sus despabiladeras y sus ceniceras y todos los vasos del aceite de su servicio.

10 Y pondránlo y todos los vasos de él, sobre cubierta de piel morada y lo colocarán sobre parihuelas.

11 Y sobre el altar, el áureo, tenderán paño morado y cubriránlo con cubierta de piel morada, y meteránle sus varas.

12 Y tomarán todos los vasos del ministerio con que ministran en el santuario y pondránlos sobre paño morado, y cubrirán estas cosas con velo de piel morado, y pondrán sobre parihuelas.

13 Y limpiarán de cenizas el altar(a), y cubriránlo con paño todo purpúreo.

14 Y pondrán sobre él todos los vasos del ministerio con que ministran en él: los braseros, y los garfios, y las paletas, y las tazas y todos los vasos del altar; y tenderán sobre ellos un velo de piel morado; y meterán las varas en él.

15 Y terminarán Aarón y sus hijos de cubrir las cosas santas y todos los vasos los santos, al moverse el campo; y, después de esto, allegaránse los hijos de Caat a llevar; pero no tocarán las cosas santas, para no morir. Estas llevarán los hijos de Caat en el tabernáculo del testimonio.

16 Y cuidado de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote: el aceite de la luz, y el timiama de composición, y la hostia la cotidiana, y el óleo de la unción, y el cuidado de todo el tabernáculo y cuanto hay en él, del santuario y de todos sus vasos.»

17 Y habló el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:

18 «No cortaréis(b) de la tribu, el pueblo de Caat, de en medio de los levitas;

19 esto hacedles, y vivirán y no morirán, cuando entraren en el santo de los santos: Aarón y sus hijos entrarán, y les pondrán, a cada uno sobre su ministerio, según su carga(c),

20 y no entrarán a ver cómo se envuelve el santuario, y mueran.»

21 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

22 «Toma la suma de los hijos de Gersón, según sus casas paternas, según sus familias:

23 de veinticinco años arriba hasta cincuenta años los contarás; todo el que entra a ministrar y hacer sus obras en el tabernáculo del testimonio.

24 Este, el ministerio de la familia de Gersón para ministrar y llevar:

25 llevarán las cortinas del tabernáculo; y el tabernáculo del testimonio; y su cubierta; y el velo de jacinto el que hay sobre él; y el pabellón de la puerta del tabernáculo del testimonio;

26 y las cortinas del atrio y el pabellón de la puerta del atrio, el en torno del altar y sus cuerdas y todos los vasos del ministerio, y cuanto hubiere que hacer ministrarán;

27 por boca de Aarón y sus hijos, será el ministerio de los hijos de Gersón, en todas las cargas de ellos y en todas las obras de ellos, y les determinaréis cuanto hubieren de llevar.

28 Este, el ministerio de los hijos de Gersón en el tabernáculo del testimonio, y la guarda de ellos en mano de Ytamar, hijo de Aarón el sacerdote.

29 A los hijos de Merarbí, según sus familias, según sus casas paternas, los contarás;

30 de treinta(d) años arriba hasta cincuenta años, los contarás; a cada uno que entra a ministrar las obras del tabernáculo del testimonio.

31 Y ésta, la guarda de lo llevado por ellos, según todas las obras de ellos en el tabernáculo del testimonio; las tablas del tabernáculo, y sus barras, y sus columnas y sus basas;

32 y las columnas del atrio en contorno, y las basas de ellas, y sus estacas, y sus cuerdas; y todos sus vasos y todo lo de su servicio; y nominalmente les determinaréis todos los vasos que han de guardar y llevar.»

33 Este, el ministerio de la familia de los hijos de Merarbí en todas sus obras, en el tabernáculo del testimonio; en mano de Ytamar, el hijo de Aarón el sacerdote.

34 Y contaron Moisés y Aarón y los príncipes de Israel a los hijos de Caat, según sus familias, según sus casas paternas;

35 de treinta años arriba hasta los cincuenta años; a todo el que entra a ministrar y hacer en el tabernáculo del testimonio.

36 Y fueron los contados según sus familias: dos mil setecientos cincuenta.

37 Este, el número de la familia de Caat; todo el que ministra en el tabernáculo, según contaron Moisés y Aarón, por voz de Señor, en mano de Moisés.

38 Y contados fueron los hijos de Gersón, según sus familias, según sus casas paternas,

39 de treinta años arriba hasta los cincuenta años; todo el que entra a ministrar y hacer en el tabernáculo del testimonio.

40 Y fueron los contados, según sus familias, según sus casas paternas: dos mil seiscientos treinta.

41 Estos los contados de la familia de los hijos de Gersón; todo el que entra a ministrar en el tabernáculo del testimonio: los que contaron Moisés y Aarón; por voz de Señor, en mano de Moisés.

42 Y contados fueron también las familias de los hijos de Merarbí, según sus familias y casas paternas;

43 de treinta años arriba hasta cincuenta años; todo el que entra a ministrar en el tabernáculo del testimonio.

44 Y fueron los contados, según sus familias y casas paternas: tres mil doscientos.

45 Estos los contados de la familia de los hijos de Merarbí; los que contaron Moisés y Aarón, por voz de Señor, en mano de Moisés.

46 Todos los contados, los que contaron Moisés y Aarón y los príncipes de Israel: los levitas, según familias y casas paternas de ellos,

47 de treinta años arriba hasta cincuenta años; todo el que entra al trabajo del ministerio, y al ministerio del llevar en el tabernáculo del testimonio;

48 y fueron los contados ocho mil quinientos ochenta.

49 Por voz del Señor fueron contados, en mano de Moisés, cada uno para su ministerio y para su cargo. Y contados fueron del modo que ordenó el Señor a Moisés.

5

1 De los impuros; la restitución; los celos. Y habló Señor a Moisés, diciendo:

2 «Ordena a los hijos de Israel; y despidan del campamento a todo leproso, y todo gonorreoso y todo impuro sobre un alma(a);

3 de hombre a mujer, despedidles fuera del campo, y no mancillarán sus campos en los que yo habito en medio de ellos.»

4 E hicieron así los hijos de Israel y les despidieron fuera del campo, según habló Señor a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.

5 Y habló Señor a Moisés, diciendo:

6 «Habla a los hijos de Israel, diciendo: «Hombre o mujer que hiciere de todos los pecados los humanos(b), y desentendiéndose, se desentendiere de Señor, y prevaricare aquella alma;

7 confesará el pecado que hizo, y pagará la prevaricación: el todo y el quinto añadirá a él, y pagará a aquél contra quien hubiere prevaricado.

8 Mas, si el hombre no tuviere pariente a quien pagar(c) la prevaricación, la prevaricación que se paga(d) al Señor, será del sacerdote; salvo el carnero de la expiación, con el cual se le expiará.

9 Y todas las primicias, según todo lo que se santificare en los hijos de Israel, cuanto ofrendaren a Señor: del sacerdote mismo será;

10 y de cada cual lo santificado será(e) y el hombre que lo diere al sacerdote de éste será.»

11 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

12 «Habla a los hijos de Israel, y les dirás: «Varón, varón, cuya mujer se extraviare, y, desentendiéndose, se desentendiere de él;

13 y durmiere alguien con ella, con coito, y se ocultare ello, a los ojos de su marido y quedare oculto, y ella se contaminare(f) y no hubiere con ella testigo, y no se la hubiere cogido;

14 y viniere sobre él un espíritu de celos, y celare a su mujer, mas ella no se hubiere contaminado,

15 traerá el hombre a su mujer al sacerdote y ofrecerá el don por ella: la décima de un efá de harina de cebada; no derramará aceite sobre él ni podrá sobre él incienso, porque es hostia de celos, hostia de recordación, recordando pecado.

16 Y la traerá el sacerdote y pondrás delante de Señor;

17 y tomará el sacerdote agua pura viva en vaso barrizo, y de la tierra que hay sobre el pavimento del tabernáculo y, tomándola el sacerdote, la arrojará en el agua.

18 Y pondrá el sacerdote a la mujer delante de Señor; y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá en sus manos la hostia de la recordación, la hostia de los celos; y en la mano del sacerdote estará el agua amarga, portadora de maldición;

19 y la juramentará el sacerdote y dirá a la mujer: «Si no ha dormido hombre contigo, y no te has extraviado a contaminarte contra tu marido, ilesa seas de esta agua amarga, portadora de maldición.

20 Mas, si te has extraviado contra tu marido, y contaminádote, y otro ha tenido coito contigo, fuera de tu marido.

21 (Y juramentará el sacerdote a la mujer en los juramentos de esta maldición; y dirá el sacerdote a la mujer): «déte el Señor en maldición y conjuro en medio de tu pueblo, haciendo el Señor consumirse(g) tu muslo y henchirse tu vientre;

22 y entrará esta agua portadora de maldición en tus entrañas a henchir tu vientre y consumir tu muslo.» Y dirá la mujer: «¡Amén, amén!»

23 Y escribirá el sacerdote estas maldiciones en un libro, y las borrará en el agua amarga.

24 Y hará beber a la mujer el agua amarga portadora de la maldición, y entrará(h) en ella el agua amarga portadora de la maldición.

25 Y tomará el sacerdote de mano de la mujer la hostia de los celos, y agitará la hostia delante de Señor y la llevará al altar;

26 y tomará el sacerdote un puñado de la hostia: el recuerdo de ella, y lo quemará sobre el altar; y, después de esto, hará beber a la mujer el agua.

27 Y, haciéndola beber el agua, será que, si se hubiere contaminado y en oculto ocultándose a su marido y entrare en ella el agua amarga, portadora de maldición, henchirá su vientre y se consumirá su muslo; y será la mujer en maldición para su pueblo.

28 Mas, si no se hubiese contaminado la mujer, y pura estuviese, libre, será y semen recibirá.»

29 Esta, la ley de los celos, si se extraviare la mujer contra su marido y se contaminare;

30 o si a un hombre sobreviniere el espíritu de celos, y celare a su mujer y pusiere a su mujer delante de Señor; le hará el sacerdote toda esta ley;

31 y libre estará el hombre de pecado; y aquella mujer llevará su pecado.

6

1 El nazareto. La bendición pontificial Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

2 «Habla a los hijos de Israel, y les dirás: «Hombre o mujer que se apartare, votando voto de lo consagrado, consagrarse a Señor;

3 de vino y de sidra se abstendrá; y vinagre de vino y vinagre de sidra no beberá; y cuanto se hace de uva no beberá; y uva y pasa no comerá.

4 Todos los días de su voto, de todo cuanto se hace de la vid, de granillo a hollejo; no comerá.

5 Todos los días de su voto, navaja no pasará sobre su cabeza, hasta que se cumplan los días, cuantos ha votado a Señor: sagrado será; dejará crecer libre la cabellera de su cabeza.

6 Todos los días de su voto a Señor, a toda alma muerta no entrará.

7 Por su padre y madre, y por su hermano y por su hermana no se mancillará, cuando murieren; porque voto de su Dios, sobre él, sobre su cabeza.

8 Todos los días de su voto, santo será a Señor.

9 Mas, si alguno muriere junto a él, súbitamente, mancillaráse la cabeza de su voto, y raerá su cabeza el día que se purificare: el día el séptimo lo raerá.

10 Y el día el octavo traerá dos tórtolas o dos palominos al sacerdote, a la puerta del tabernáculo del testimonio;

11 y hará el sacerdote una por pecado y uno en holocausto; y expiará por él el sacerdote por lo que ha pecado sobre el alma, y santificará su cabeza en aquel día.

12 Y se consagrará a Señor el tiempo de su voto, y traerá un cordero de un año para prevaricación; y los días los anteriores no se contarán, pues ha mancillado la cabeza de su voto.

13 Y esta, la ley del votante: el día que cumpliere los días de su voto, vendrá a la puerta del tabernáculo del testimonio;

14 y ofrendará su don a Señor: un cordero de año, intachable, para holocausto; y una cordera de año; intachable, por pecado; y un carnero intachable para hostia pacífica;

15 y un canastillo de ázimos de harina flor: panes amasados con aceite, y hojaldres ázimas untadas con aceite, y las hostias de ellas y la libación de ellas.

16 Y lo ofrecerá el sacerdote delante de Señor y hará el(a) por el pecado y el holocausto de él;

17 y el carnero hará hostia pacífica al Señor juntamente con el canastillo de los ázimos; y hará el sacerdote la hostia de él y la libación de él.

18 Y raerá el votante, a la puerta del tabernáculo del testimonio, la cabeza de su voto, y pondrá los cabellos sobre el fuego, el debajo de la hostia pacífica.

19 Y tomará el sacerdote la espaldilla cocida, del carnero, y un pan ázimo, del canastillo y una hojaldre ázima, y pondrálo sobre las manos del votante, después de raerse éste el cabello de su voto;

20 y agitarálo el sacerdote con agitación delante de Señor: sagrado, será(b) para el sacerdote, con el pecho de la agitación y la espaldilla de la separación; y, después de esto beberá(c) el votante vino.»

21 Esta, la ley del votante, que ha votado su don al Señor, con su voto; fuera de lo que hallare su mano. Según su voto que ha votado, así hará según ley de su consagración.

22 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

23 «Habla a Aarón y sus hijos, diciendo: «Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles:

24 «Bendígate Señor y guárdete.

25 Ilumine Señor su faz sobre ti y apiádese de ti.

26 Vuelva Señor su faz a ti y déte paz.»

27 Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo bendeciréles.»

7

1 Ofrendas de la dedicación del santuario. Habla Dios a Moisés desde el propiciatorio. Y aconteció el día que terminó Moisés de levantar el tabernáculo y ungiólo y santificólo, y todos sus vasos y el altar y todos sus vasos; ungiólos y santificólos;

2 ofrendaron los príncipes de Israel, los doce príncipes de sus familias, éstos, los príncipes de las tribus, éstos los que estaban sobre los contados.

3 Y trajeron el don de ellos ante el Señor: seis carros cubiertos(a) y doce bueyes: un carro por cada dos príncipes, y un becerro por cada uno; y lo trajeron delante del tabernáculo.

4 Y dijo el Señor a Moisés, diciendo:

5 «Toma de ellos(b), y será para las obras del ministerio del tabernáculo del testimonio, y lo darás a los levitas, a cada cual según su ministerio».

6 Y tomó Moisés los carros y los bueyes, y diolos a los levitas.

7 Dos carros y cuatro bueyes dio a los hijos de Gersón, según su ministerio.

8 Y cuatro carros y ocho bueyes dio a los hijos de Merarbí, según sus ministerios, en mano de Itamar, hijo de Aarón el sacerdote.

9 Y a los hijos de Caat no dio, pues el ministerio del santuario tienen: en hombros llevan.

10 Y ofrendaron los príncipes para la dedicación del altar el día que lo ungió; y ofrendaron los príncipes sus dones delante del altar.

11 Y dijo el Señor a Moisés: «Un príncipe un día, un príncipe otro día, ofrecerán sus dones para la dedicación del altar.

12 Y fue el que ofreció el primer día su don: Nahasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá;

13 y ofreció una escudilla de plata —ciento treinta siclos su peso; una taza de plata —setenta siclos, según el siclo del santuario; ambas llenas de harina flor, amasada con aceite, para la hostia;

14 un brasero —diez siclos de oro— lleno de timiama;

15 un becerro, un carnero, un cordero de año, para holocausto,

16 un cabrón por pecado;

17 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, cabrones cinco, corderos de año cinco; éste el don de Nahasón hijo de Aminadab.

18 El día segundo ofreció Natanael hijo de Suar, el príncipe de la tribu de Isacar: ofreció su don:

19 escudilla argentina una —ciento treinta su peso— taza una, argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—; ambas llenas de harina flor amasada con aceite para hostia;

20 brasero uno —diez áureos(c)— lleno de timiama;

21 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año para holocausto;

22 y cabrón uno por pecado;

23 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, cabrones cinco, corderos de año cinco; éste el don de Natanael, hijo de Suar.

24 El día tercero, el príncipe de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón;

25 su don: escudilla argentina una, ciento treinta, su peso, taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—, ambas llenas de harina flor amasada con aceite, para hostia;

26 brasero uno —diez áureos— lleno de timiama;

27 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

28 y cabrón por pecado;

29 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco; éste el don de Eliab, hijo de Helón.

30 El día cuarto, el príncipe de los hijos de Rubén: Elisur, hijo de Sedeúr;

31 su don: escudilla argentina una —ciento treinta, su peso—; taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—, ambas llenas de harina flor amasada con aceite, para hostia;

32 brasero uno —diez áureos— lleno de timiama;

33 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

34 y cabrón por pecado;

35 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, cordero de año cinco; éste el don de Elisur, hijo de Sedeur.

36 El día quinto el príncipe de los hijos de Simeón: Salamiel hijo de Surisadai;

37 su don: escudilla argentina una —ciento treinta, su peso—; taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—, ambas llenas de harina flor, amasada con aceite, para hostia;

38 brasero uno —diez áureos— lleno de timiama;

39 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

40 y cabrón por pecado;

41 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco; éste, el don de Salamiel hijo de Surisadai.

42 El día sexto, el príncipe de los hijos de Gad: Eliasaf, hijo de Duel,

43 su don: escudilla argentina una, ciento treinta, su peso; taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—, ambas llenas de harina flor amasada con aceite, para hostia;

44 brasero uno —diez áureos— lleno de timiama;

45 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

46 y cabrón por pecado;

47 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco; éste, el don de Eliasaf hijo de Duel.

48 El día séptimo, el príncipe de los hijos de Efraín: Elisamá, hijo de Amiud;

49 su don: escudilla argentina una —ciento treinta, su peso—, taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—, ambas llenas de harina flor, amasada con aceite, para hostia;

50 brasero uno —diez áureos— lleno de timiama;

51 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

52 y cabrón por pecado;

53 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco; éste, el don de Elisamá hijo de Amiud.

54 El día octavo, el príncipe de los hijos de Manasés: Gamaliel, hijo de Fadasur;

55 su don: escudilla argentina una —ciento treinta, su peso; taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario— ambas llenas de harina flor amasada con aceite, para hostia;

56 brasero uno —diez áureos— lleno de timiama;

57 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

58 y cabrón por pecado;

59 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco; éste, el don de Gamaliel, hijo de Fadasur.

60 El día noveno, el príncipe de los hijos de Benjamín: Abidán, hijo de Gedeón—;

61 su don: escudilla argentina una —ciento treinta, su peso—; taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—, ambas llenas de harina flor amasada con aceite, para hostia;

62 brasero uno, diez áureos —lleno de timiama;

63 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año; para holocausto;

64 y cabrón por pecado;

65 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco; éste, el don de Abidán, hijo de Gedeón.

66 El día décimo, el príncipe de los hijos de Dan: Ahiezer, hijo de Amisadai;

67 su don: escudilla argentina una —ciento treinta, su peso; taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—, ambas llenas de harina flor amasada con aceite, para hostia;

68 brasero uno, —diez áureos— lleno de timiama;

69 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

70 y cabrón por pecado;

71 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco; éste, el don de Ahiezer, hijo de Amisadai.

72 El día undécimo, el príncipe de los hijos de Aser: Fegiel, hijo de Ocrán;

73 su don: escudilla argentina una —ciento treinta, su peso; taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario— ambas llenas de harina flor amasada con aceite, para hostia;

74 brasero uno, —diez áureos— lleno de timiama;

75 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

76 y cabrón por pecado;

77 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco: éste, el don de Fegiel, hijo de Ocrán.

78 El día duodécimo, el príncipe de los hijos de Neftalí: Ahirá, hijo de Enán;

79 su don: escudilla argentina una —ciento treinta, su peso; taza una argentina —setenta siclos, según el siclo del santuario—, ambas llenas de harina flor amasada con aceite, para hostia;

80 brasero uno —diez áureos— lleno de timiama;

81 becerro uno, carnero uno, cordero uno de año, para holocausto;

82 y cabrón por pecado;

83 y para hostia pacífica: becerros dos, carneros cinco, corderos de año cinco; éste, el don de Ahirá hijo de Enán.

84 Esta fue la dedicación del altar el día que fue ungido, de parte de los príncipes de Israel: escudillas argentinas doce, tazas argentinas doce, braseros áureos doce;

85 ciento treinta siclos cada escudilla, y setenta siclos cada taza: toda la plata de los vasos; dos mil cuatrocientos siclos, según el siclo del santuario;

86 braseros áureos doce, llenos de timiama —diez áureos el brasero según el siclo del santuario—; todo el oro de los braseros: ciento veinte áureos.

87 Todas las reses para el holocausto: becerros doce, carneros doce, corderos de año doce, y las hostias de ellos y las libaciones de ellos; y carneros doce por pecado.

88 Todas las reses para hostia pacífica: becerros veinticuatro, carneros sesenta, corderos sesenta de año; esta la dedicación del altar después de ungírsele.

89 Y, cuando entraba Moisés en el tabernáculo del testimonio a hablar con él; oía la voz del Señor hablándole de encima del propiciatorio, que está sobre el arca del testimonio, de en medio de los dos querubines; y hablábale.

8

1 Del candelabro. Consagración de los levitas Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

2 «Habla a Aarón; le dirás: «Cuando pusieres las lámparas, del lado anterior del candelabro, alumbrarán las siete lámparas».

3 E hizo así Aarón: al lado anterior del candelabro encendió las lámparas de él; según ordenó el Señor a Moisés.

4 Y ésta la hechura del candelabro: de oro batido, el asta de él, y las azucenas de él de oro batido, todo entero(a); según la forma que mostró Señor a Moisés, así hizo el candelabro.

5 Y habló Señor a Moisés, diciendo:

6 «Toma los levitas de en medio de los hijos de Israel, y los santificarás.

7 Y así les harás su purificación: rociarásles con agua de purificación, y pasarás navaja por sobre todo su cuerpo, y lavarán sus vestidos, y limpios serán.

8 Y tomarán un becerro y hostia de él: harina flor amasada con aceite; y un becerro de año tomarás por pecado.

9 Y traerás los levitas delante del tabernáculo del testimonio; y congregarás toda la congregación de los hijos de Israel.

10 Y traerás los levitas delante de Señor, y pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas.

11 Y ofrecerá Aarón los levitas: don delante de Señor, de parte de los hijos de Israel, y serán para obrar las obras de Señor.

12 Y los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los becerros; y harás el uno por pecado y el uno por holocausto para holocausto a Señor, para expiar por ellos.

13 Y pondrás los levitas delante de Señor y delante de Aarón y delante de sus hijos; y los ofrenderás ofrenda delante de Señor.

14 Y separarás los levitas de en medio de los hijos de Israel, y serán míos.

15 Y, después de esto, entrarán los levitas a obrar las obras del tabernáculo del testimonio, y los purificarás, y los ofrecerás delante de Señor.

16 Pues ofrenda(b), ofrecidos éstos me están de en medio de los hijos de Israel; en lugar de los que abren toda matriz, de los primogénitos todos los hijos de Israel, los he tomado para mí;

17 porque mío es todo lo primogénito en los hijos de Israel, de hombre a bestia; el día que herí todo primogénito en tierra de Egipto, hémeles santificado;

18 y he tomado los levitas, en vez de todo lo primogénito entre los hijos de Israel.

19 Y he ofrendado los levitas, ofrenda, ofrendados a Aarón y sus hijos, en medio de los hijos de Israel, a obrar las obras de los hijos de Israel en el tabernáculo del testimonio y expiar por los hijos de Israel, y no habrá en los hijos de Israel plaga que se llegue al santuario.»

20 E hizo Moisés a Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel a los levitas, según mandara Señor a Moisés acerca de los levitas; así hiciéronles los hijos de Israel.

21 Y purificáronse los levitas y lavaron sus vestiduras, y ofrendóles Aarón, ofrenda delante de Señor y expió por ellos Aarón para purificarles.

22 Y después de esto, entraron los levitas a ministrar su ministerio en el tabernáculo del testimonio delante de Aarón y delante de los hijos de él; según ordenara Señor a Moisés acerca de los levitas; así hiciéronles.

23 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

24 «Esto es lo acerca de los levitas: de veinticinco años arriba entrarán a servir en el tabernáculo del testimonio;

25 y desde los cincuenta años se retirará del ministerio y no servirá ya.

26 Y ministrará a sus hermanos en el tabernáculo del testimonio; guardando guardas; pero obras no obrará. Así harás con los levitas en sus guardas.»

9

1 La pascua. La columna de fuego. Y habló el Señor a Moisés en el desierto de Sinaí, en el segundo año de haber salido ellos de tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo:

2 «Di y harán los hijos de Israel la pascua, según la hora de ella:

3 el día catorce de este mes, a la tarde la haréis, a su tiempo; según todas sus leyes y según todas sus prescripciones la haréis.»

4 Y habló Moisés a los hijos de Israel para que hiciesen la pascua.

5 E hicieron la pascua, empezando el día catorce del mes, a la tarde, en el desierto de Sinaí; según ordenara Señor a Moisés; así hicieron los hijos de Israel.

6 Y había hombres que estaban impuros por alma de hombre, y no podían hacer la pascua en aquel día; y vinieron delante de Moisés y Aarón en aquel día.

7 Y dijeron aquellos hombres a él: «Nosotros, impuros por alma(a) de hombre: ¿seremos acaso excluidos de ofrecer el don a Señor a su tiempo en medio de los hijos de Israel?»

8 Y díjolos Moisés: «Estaos aquí, y oiré que manda Señor acerca de vosotros».

9 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

10 «Habla a los hijos de Israel diciendo: «Hombre hombre(b) que se hallare impuro por alma de hombre, o de camino lejos de vosotros o en vuestras generaciones(c), hará la pascua a Señor.

11 en el mes segundo, el día catorce; hacia la tarde la harán; con ázimos y hierbas amargas la comerán.

12 No dejarán de ella para la mañana, y hueso no quebrantarán de ella; según toda la ley de la pascua, la harán.

13 Y el hombre que limpio estuviere y de camino lejos no estuviere y dejare de hacer la pascua; cortada será aquella alma de su pueblo, porque el don a Señor no ofreció a su tiempo; su pecado llevará aquel hombre.

14 Y, si viniere a vosotros un extraño en la tierra vuestra e hiciere la pascua al Señor; según la ley de la pascua y según la ordenación de ella, la hará: ley una será para vosotros, así para el extraño como para el indígena.»

15 Y el día que se erigió el tabernáculo cubrió la nube el tabernáculo, la casa del testimonio; y a la tarde estaba sobre el tabernáculo como aparición de fuego; hasta la mañana.

16 Así fue siempre: la nube cubríalo de día y aparecía de fuego de noche.

17 Y cuando se alzaba la nube del tabernáculo, entonces levantábase los hijos de Israel: y en el lugar donde se detenía la nube, allí acampaban los hijos de Israel.

18 Al mandato de Señor decampaban los hijos de Israel, y al mandato de Señor acampaban; todos los días que sombreaba la nube el tabernáculo, acampaban los hijos de Israel;

19 y, cuando se cernía la nube sobre el tabernáculo muchos días, guardaban los hijos de Israel la guarda de Dios, y no decampaban.

20 A veces estaba la nube, pocos días sobre el tabernáculo; a la voz de Señor acampaban, y al mandato de Señor decampaban.

21 A veces estaba la nube, de tarde a mañana, y se alzaba la nube a la mañana; y decampaban; o un día y una noche, y alzábase la nube; y decampaban;

22 o dos días o un mes, o un año, si la nube se detenía sobre el tabernáculo, cerniéndose sobre él, acampaban los hijos de Israel, y no decampaban; y, cuando se alzaba, decampaban.

23 Al mandato de Señor acampaban, y al mandato de Señor decampaban: la guarda de Señor guardaban, por mandato de Señor, en mano de Moisés.

10

1 Las trompetas Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

2 «Hazte dos trompetas de plata; batidas las harás; y seránte para convocar la congregación y levantar los campos.

3 Y, cuando las tocares, se juntará a ti toda la congregación, a la puerta del tabernáculo del testimonio.

4 Y, cuando se tocare una, vendrán a ti todos los príncipes, caudillos de Israel.

5 Y, tocaréis alarma, y decamparán los campamentos los acampados a oriente.

6 Y, tocaréis alarma la segunda vez y decamparán los campamentos los acampados al mediodía; y tocaréis alarma la tercera vez, y decamparán los campamentos los acampados al mar, y tocaréis alarma la cuarta vez, y decamparán los campamentos acampados al septentrión; alarma tocarán en su decampar.

7 Y, cuando congregáreis la congregación, tocaréis, y no alarma.

8 Y los hijos de Aarón los sacerdotes tocarán las trompetas; y seráos ley eterna por vuestras generaciones.

9 Y, cuando viniereis a la guerra en vuestra tierra, contra los adversarios que se pusieren contra vosotros, tocaréis alarma; y se os rememorará delante del Señor, el Dios vuestro, y se os salvará de vuestros enemigos.

10 Y en los días de vuestra alegría, y en vuestras fiestas y vuestras neomenias, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos y sobre vuestras hostias pacíficas. Y os(a) será memoria delante de vuestro Dios: yo Señor, el Dios vuestro.

11 Y aconteció en el año segundo, en el mes segundo, el veinte del mes alzóse la nube del tabernáculo del testimonio.

12 Y, decamparon los hijos de Israel, según sus escuadras, del desierto de Sinaí y paróse la nube en el desierto de Farán.

13 Y decamparon por primera vez, a la voz del Señor, en mano de Moisés.

14 Y decampó primero el estandarte del campo de Judá, según sus ejércitos; y sobre su ejército: Nahazón hijo de Aminadab;

15 y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Isacar: Natanael hijo de Suar;

16 y sobre el ejército de la tribu de Zabulón: Eliab, hijo de Helón.

17 Y levantaron el tabernáculo; y decamparon los hijos de Gersón y los hijos de Merarbí, los llevadores del tabernáculo.

18 Y decampó el estandarte de Rubén, según sus ejércitos; y sobre su ejército: Helisur, hijo de Sedeúr.

19 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Simeón: Salamiel, hijo de Surisadai.

20 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Gad: Eliasaf, hijo de Duel.

21 Y decamparon los hijos de Caat, llevando el santuario; y levantaron(b) el tabernáculo, mientras llegaban(c).

22 Y decampó el estandarte del campo de Efraín, según sus ejércitos; y sobre su ejército: Eliasamá, hijo de Amiud.

23 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Manasés: Gamaliel, hijo de Fadasur.

24 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Benjamín: Abidán, hijo de Gedeón.

25 Y decampó el estandarte del campo de los hijos de Dan, los últimos de todos los campos, según sus ejércitos; y sobre su ejército: Ahiezer, hijo de Amisadai.

26 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Aser: Fegiel, hijo de Ocrán.

27 Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Neftalí: Ahirá, hijo de Enán.

28 Estos, los ejércitos de los hijos de Israel; y decampaban según sus escuadras.

29 Y dijo Moisés a Hobab hijo de Ragüel, el medianita, suegro de Moisés: «Decampamos nosotros al lugar que dijo el Señor: «Ese daréos». Ven, pues, con nosotros, y bien te haremos; que el Señor ha dicho bien sobre Israel».

30 Y dijo: «No iré; sino a mi tierra y a mi gente iré».

31 Y dijo: «No nos abandones, porque conoces nuestros acampamentos en el desierto, y serás nuestro guía.

32 Y será: si fueres con nosotros y sobreviniere todo aquel bien que nos hará Señor, bien te haremos».

33 Y decamparon del monte de Señor tres jornadas, y el arca de la alianza de Señor precedíales tres jornadas a elegirles reposo.

34 Y la nube estaba sombreando de día cuando decampaban.

35 Y aconteció cuando se alzaba el arca, decir Moisés: «Levántate, Señor, y disípense tus enemigos; huyan todos tus aborrecedores ante tu faz».

36 Y cuando reposaba, decía: «Vuelve, Señor, entre los millares, miríadas, en Israel».

11

1 Murmura el pueblo. Los setenta ancianos. Y aconteció murmurar el pueblo malamente delante del Señor; y oyó Señor e inflamóse en ira e incendióse en ellos fuego desde Señor, y devoró un extremo del campamento.

2 Y, clamó el pueblo a Moisés, y oró Moisés al Señor, y cayó el fuego.

3 Y fue llamado el nombre de aquel lugar Incendio, pues incendióse en ellos fuego desde Señor.

4 Pero el populacho entre ellos, ansió con ansia; y, sentándose lloraron, y también los hijos de Israel, y dijeron: «¿Quién nos nutrirá con carne?»

5 Nos acordamos de los peces que comíamos en Egipto de balde y de los cohombros, y de los melones, y de los puerros, y de las cebollas y de los ajos.

6 Ahora, empero, nuestra alma reseca; nada sino maná, nuestros ojos.

7 Pero el maná como semilla de cilantro es, y su aspecto como aspecto de cristal.

8 Y dispersábase el pueblo y recogía, y molíalo en molienda, o trituraban en mortero, y cocíanlo en olla; y hacíanlo tortas; y su sabor era como el sabor como de hojuelas de aceite.

9 Y, cuando descendía el rocío sobre el real de noche, descendía el maná, descendía sobre él.

10 Y oyóles Moisés llorar por sus pueblos, cada uno a la puerta de su tienda; e inflamóse en ira el Señor sobremanera; y delante de Moisés era malo.

11 Y dijo Moisés al Señor: «¿Por qué has abatido a tu siervo? Y ¿Por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?

12 ¿Que he concebido yo a todo este pueblo o yo los he parido, que dices: «Llévale en tu regazo como la nodriza lleva al mamante, a la tierra que has jurado a sus padres?

13 ¿De dónde a mí dar carne a todo este pueblo? porque me lloran diciendo: «Danos carne para comer».

14 No podré yo solo llevar a todo este pueblo, pues demasiado pesado es para mí esta palabra(a).

15 Y, si así haces tú conmigo, quítame de en medio, para no ver mi abatimiento».

16 Y dijo el Señor a Moisés: «Congrégame setenta varones de entre los ancianos de Israel que tú sabes que ancianos son del pueblo y maestros de ellos; y los traerás al tabernáculo del testimonio, y se pondrán allí contigo.

17 Y descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu, que hay en ti, y pondré sobre ellos, y conllevarán contigo la carga del pueblo; y no los llevarás tú solo.

18 Y al pueblo dirás: «Purificáos para mañana, y comeréis carne; pues habéis llorado en oídos del Señor, diciendo: «¿Quién nos nutrirá con carne? porque bello, para nosotros estar en Egipto»; y el Señor os dará a comer carne, y comeréis carne.

19 No un día comeréis, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días;

20 hasta un mes de días comeréis; hasta que salga por vuestras narices, y seráos en náuseas, porque habéis desechado al Señor, que está en medio de vosotros y llorado delante de él, diciendo: «¿A qué a nosotros haber salido de Egipto?».

21 Y dijo Moisés: «Seiscientos mil infantes tiene el pueblo entre quienes estoy yo, y tú has dicho: «Carne daréles de comer, y comerán un mes de días».

22 ¿Acaso ovejas y bueyes se les degollarán, y les bastará? ¿O todos los peces del mar juntaránseles, y les bastará?».

23 Y dijo el Señor a Moisés: «¿Acaso mano del Señor no alcanzará? Ya sabrás si te faltará mi palabra o no».

24 Y salió Moisés, y habló al pueblo las palabras del Señor; y congregó setenta varones, de los ancianos del pueblo, y púsoles en contorno del tabernáculo.

25 Y descendió el Señor en nube, y hablóle, y tomó del espíritu, de él, y puso sobre los setenta varones, los ancianos; y aconteció que, al reposar el espíritu sobre ellos, profetizaron; y ya no cesaron.

26 Y habíanse quedado dos varones en el real: nombre del uno: Eldad, y nombre del otro: Madad; y reposó sobre ellos espíritu; y éstos eran de los inscritos, y no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el real.

27 Y corriendo vino el niño; avisó a Moisés, y dijo, diciendo: «Eldad y Madad profetizan en el real».

28 Y, respondiendo Josué, el hijo de Nun, el servidor de Moisés, el elegido, dijo: «Señor mío Moisés, impídeles».

29 Y díjole Moisés: «¿Celas tú por mí? ¿Quién diera que todo el pueblo del Señor profetizase, que diese Señor su espíritu sobre ellos?»

30 Y retiróse Moisés al real, él y los ancianos de Israel.

31 Y ráfaga salió del Señor y lanzó codornices, desde el mar, y esparciólas en torno del campamento, camino de un día acá y camino de un día allá, en contorno del campamento, como dos codos sobre la tierra.

32 Y, levantándose el pueblo, todo aquel día, y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que poco, recogió diez coros(b); y sacáronles para sí secas, en contorno del campamento.

33 La carne aún estaba en sus dientes, antes de faltarles; y Señor inflamóse en ira contra el pueblo e hirió Señor al pueblo, con plaga grande sobremanera.

34 Y, fue llamado el nombre de aquel lugar: Sepulcros del apetito; porque allí sepultaron al pueblo apetecedor.

35 De los Sepulcros del apetito decampó el pueblo, a Haserot; y quedóse el pueblo en Haserot.

12

1 Castigo de María Y habló María y Aarón contra Moisés por causa de la mujer la etíope que había tomado Moisés, pues mujer etíope había tomado;

2 y dijeron: «¿Acaso a Moisés sólo está hablando el Señor? ¿No a nosotros también ha hablado?» Y oyó el Señor.

3 Y hombre Moisés, manso sobremanera, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

4 Y dijo el Señor al punto a Moisés, y Aarón y María: «Salid vosotros los tres al tabernáculo del testimonio». Y salieron los tres al tabernáculo del testimonio;

5 y descendió el Señor en columna de nube y detúvose a la puerta del tabernáculo del testimonio; y llamó a Aarón y María y salieron ambos.

6 Y dijo a ellos: «Oíd mis palabras: Si fuere hecho profeta alguno de vosotros del Señor, en visión seré de él conocido, y en sueños hablaré con él;

7 no así mi siervo Moisés; en toda mi casa está versado;

8 boca a boca háblole con claridad, y no en enigmas; y la gloria del Señor ve; y, ¿por qué no habéis temido hablar contra mi siervo Moisés?»

9 Y el furor del Señor se incendió contra ellos, y se fue;

10 y la nube retiróse del tabernáculo; y he aquí María, leprosa como nieve, y miró Aarón a María, y he aquí leprosa.

11 Y dijo Aarón a Moisés: «Ruégote, Señor, no pongas sobre nosotros pecado, porque necios hemos sido, que hemos pecado.

12 Que no sea hecha igual a muerte, como aborto que sale de la matriz de su madre, y devorada está la mitad de su carne».

13 Y clamó Moisés al Señor, diciendo: «Dios mío, ruégote, sánala».

14 Y dijo el Señor a Moisés: «Si su padre escupiendo escupiérala al rostro ¿no se avergonzaría siete días? reclúyasela siete días fuera del campo, y después entrará».

15 Y recluida fue María fuera del campo siete días; y el pueblo no decampó, hasta que fue limpia María.

16 (13:1) Y después de esto, decampó el pueblo de Haserot, y acampó en el desierto de Farán.

13

1 La exploración de Canaán (13:2) Y habló el Señor a Moisés, diciendo: «Envíate varones, y exploren la tierra de los cananeos, que yo doy a los hijos de Israel en posesión; varón uno por tribu, por sus familias paternas, los enviáras; todo príncipe de ellos».

2 (13:3) Y enviólos Moisés del desierto de Farán, por voz del Señor; todos príncipes de hijos de Israel, éstos.

3 (13:4) Y estos los nombres de ellos:

4 (13:5) de la tribu de Rubén: Samua, hijo de Zecur;

5 (13:6) de la tribu de Simeón: Safat, hijo de Hurí.

6 (13:7) De la tribu de Judá: Caleb, hijo de Jefoné.

7 (13:8) De la tribu de Isacar: Igal, hijo de José.

8 (13:9) De la tribu de Efraín: Oseas, hijo de Nun.

9 (13:10) De la tribu de Benjamín: Faltí, hijo de Rafú.

10 (13:11) De la tribu de Zabulón: Gediel hijo de Sodí.

11 (13:12) De la tribu de José, de los hijos de Manasés: Gadí, hijo de Susí.

12 (13:13) De la tribu de Dan: Amiel hijo de Jemalí.

13 (13:14) De la tribu de Aser: Stur, hijo de Micael.

14 (13:15) De la tribu de Neftalí: Nahabí, hijo de Vapsí.

15 (13:16) De la tribu de Gad: Güel, hijo de Maquí.

16 (13:17) Estos, los nombres de los varones que envió Moisés a explorar la tierra. Y sobreapellidó Moisés a Oseas, hijo de Nun: Josué.

17 (13:18) Y envióles Moisés a explorar la tierra de Canaán, y díjoles: «Subid por este desierto, y subiréis a la montaña.

18 (13:19) Y miraréis la tierra: cuál es; y el pueblo que la habita: si fuerte es o débil; si pocos son o muchos;

19 (13:20) y cuál la tierra que éstos habitan: si hermosa es o mala; y cuáles las ciudades que éstos habitan: si en tiendas o en fortalezas;

20 (13:21) y cuál, la tierra: si pingüe o flaca; si hay en ella árboles o no; y teniendo paciencia, coged de los frutos de la tierra». Y los días, días de estío, precursores de uva.

21 (13:22) Y subiendo, exploraron la tierra, desde el desierto de Sin a Rohob, entrando a Emat.

22 (13:23) Y subieron por el desierto y llegaron a Hebrón, y allí: Aquimán y Sisai y Tolmai, hijos de Enac. Y Hebrón siete años edificóse antes de Tanim, de Egipto.

23 (13:24) Y llegaron hasta la hondonada de «La uva»; y cortaron de allí un sarmiento con su racimo, y lleváronlo en andas; y de granadas y de higos.

24 (13:25) Y aquel lugar denominaron: «Hondonada de la uva», por la uva que cortaron de allí los hijos de Israel.

25 (13:26) Y volvieron de allí los exploradores de la tierra, después de cuarenta días.

26 (13:27) Y, yendo, vinieron a Moisés y Aarón y a toda la congregación de hijos de Israel, al desierto de Farán de Cadés. Y respondiéronle la palabra y a toda la congregación, y mostráronles el fruto de la tierra;

27 (13:28) y contáronle y dijeron: «Llegamos a la tierra a que nos enviaste, tierra que mana leche y miel; y éste, su fruto.

28 (13:29) Sólo que intrépida la gente que la habita; y las ciudades, fuertes, muradas, grandes sobremanera; y también raza de Enac hemos visto allí.

29 (13:30) Amalec habita en la tierra, la del mediodía; y el heteo y jebuseo y amorreo, habitan la montaña; y el cananeo habita a lo largo del mar y del río Jordán».

30 (13:31) Y acalló Caleb al pueblo para con Moisés, y díjole: «No; sino que, subiendo, subiremos, y nos posesionaremos de ella(a), que, poderosos podremos contra ellos».

31 (13:32) Y los hombres que subieron con él, dijeron: «No subiremos, pues no podemos, no, subir contra la gente; porque más fuerte es que nosotros.»

32 (13:33) Y trajeron pasmo de la tierra que exploraron a los hijos de Israel, diciendo: «La tierra que hemos recorrido explorándola, tierra que devora sus habitantes(b), es; y todo el pueblo que hemos visto en ella, varones sobremanera grandes.

33 (13:34) Y allí vimos los gigantes; hijos de Enac, de(c) los gigantes; y éramos, en nuestros ojos como langostas; y también así éramos en los ojos de ellos».

14

1 Todo el pueblo condenado a morir en el desierto Y alzó toda la congregación la voz y lloró el pueblo lloró aquella noche;

2 y murmuraron contra Moisés y Aarón todos los hijos de Israel, y díjoles toda la congregación: «Ojalá hubiésemos muerto en tierra de Egipto; o muriéramos en este desierto.

3 Y ¿por qué nos trae el Señor a esta tierra a caer por la espada, y a que nuestras mujeres y nuestros hijos sean para rapiña? ¿No es mejor para nosotros volver a Egipto?»

4 Y dijeron el uno al otro: «Démonos caudillo, y volvamos a Egipto».

5 Y cayó Moisés y Aarón sobre su rostro a faz de toda la congregación de hijos de Israel.

6 Y Josué, el hijo de Nun y Caleb, el hijo de Jefoné, de los exploradores de la tierra, rasgaron sus vestiduras,

7 y dijeron a toda la congregación de hijos de Israel, diciendo: «La tierra que hemos recorrido y explorado, buena es, mucho, mucho.

8 Si se complace en nosotros el Señor, nos llevará a esta tierra; tierra es manando leche y miel.

9 Empero, contra el Señor no seáis rebeldes. Y vosotros no temáis el pueblo de la tierra; pues pan para nosotros son. Porque se ha alejado el amparo de ellos; y el Señor entre nosotros: no les temáis.»

10 Y dijo toda la congregación que se les apedreara con piedras. Y la gloria del Señor apareció en la nube sobre el tabernáculo del testimonio a todos los hijos de Israel.

11 Y dijo el Señor a Moisés: «¿Hasta cuándo irrítame este pueblo? y ¿hasta cuándo no me creen, a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos?

12 Los heriré de mortandad y los destruiré; y haré a ti y la casa de tu padre en gente grande, y mucho más que éste!»

13 Y Moisés dijo al Señor: «Y oirá Egipto, pues sacaste con tu poder este pueblo de entre ellos.

14 Pero también todos los habitantes de esta tierra han oído que tú estás, Señor, en medio de este pueblo; a quien, ojo a ojo, apareces Señor; y la nube tuya parada está sobre ellos; y en columna de nube te vas delante de ellos, de día, y en columna de fuego de noche.

15 Y destruirás a este pueblo como a un hombre. Y dirán las gentes, cuantas han oído tu nombre, diciendo:

16 «Por no haber podido Señor llevar este pueblo a la tierra que le juró, degollólos en el desierto».

17 Y ahora sublímese tu poder, Señor, cual has dicho, diciendo:

18 «Señor longánimo y misericordiosísimo, perdonando iniquidades y pecados; y con purificación no purificará al culpable, visitando los pecados de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.

19 Perdona el pecado de este pueblo, según la grandeza de tu misericordia; así como has sido piadoso con ellos, desde Egipto hasta ahora.»

20 Y dijo el Señor: «Piadoso soy con ellos, según tu palabra.

21 Empero; vivo yo, y llenará la gloria del Señor toda la tierra»(a);

22 que todos los varones que han visto mi gloria y las señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ahora por décima vez, y no han escuchado mi voz,

23 a fe que no verán la tierra que juré a sus padres(b); todos los que me han irritado no la verán.

24 Pero mi niño Caleb; pues otro espíritu en él y del todo me ha seguido —llevarále a la tierra en la cual entró; y su simiente la heredará.

25 El amalecita y el cananeo ahora habitan en el valle; mañana os volveréis vosotros y decamparéis al desierto, camino del mar rojo».

26 Y dijo el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:

27 «¿Hasta cuándo a esta congregación mala —lo que ellos murmuran contra mí? La murmuración de los hijos de Israel que han murmurado contra mí, he escuchado.

28 Diles: «¡Vivo yo, dice el Señor: a fe que, cual habéis hablado en mis orejas, así os haré!»

29 En este desierto caerán vuestros cadáveres, todos vuestros contados, según toda la cuenta de ellos, de veinte años arriba, cuántos habéis murmurado contra mí.

30 ¡Si vosotros entrareis en la tierra, sobre la cual he extendido mi mano para estableceros en ella...! fuera de Caleb, hijo de Jefoné, y Josué hijo de Nun.

31 Y vuestros hijos que dijisteis rapiña serían, llevaréles a la tierra; y heredarán la tierra que vosotros habéis desdeñado.

32 Y vuestros cadáveres caerán en este desierto;

33 y vuestros hijos irán habitando en el desierto cuarenta años y pagarán vuestra fornicación, hasta que se consuman vuestros cadáveres en el desierto.

34 Según el número de los días, cuantos explorásteis la tierra: cuarenta días, día por año, pagaréis vuestros pecados: cuarenta años; y conoceréis el furor de mi ira.

35 Yo Señor he hablado: a fe que así haré a toda esta congregación, la mala; que a una se ha alzado contra mí: en este desierto consumidos serán y ahí morirán».

36 Y los hombres que envió Moisés a explorar la tierra, y volvieron contra él a(c) toda la congregación, prefiriendo palabras malas acerca de la tierra;

37 y murieron los hombres los que hablaron mal de la tierra, en la plaga(d) delante del Señor.

38 Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, vivieron de aquellos hombres que salieron a explorar la tierra.

39 Y habló Moisés todas estas palabras a todos los hijos de Israel; y enlutóse el pueblo sobremanera.

40 Y madrugando al alba, subieron, hacia la altura de la montaña diciendo: «Hénos aquí: subiremos al lugar que ha dicho el Señor; porque hemos pecado».

41 Y dijo Moisés: «¿Por qué quebrantáis esta palabra del Señor? No llevaréis buen camino.

42 No subáis; pues no está el Señor con vosotros; y caeréis a faz de vuestros enemigos;

43 porque el amalecita y el cananeo, allí delante de vosotros, y caeréis a cuchillo; pues, por haberos apartado, desobedeciendo al Señor, tampoco estará el Señor entre vosotros».

44 Y, obstinándose, subieron a la altura de la montaña; mas el arca de la alianza del Señor y Moisés no se movieron del real.

45 Y bajó el amalecita y el cananeo que habitaban aquella montaña y los hirieron y dispersaron hasta Hormá(e).

15

1 Ceremonia. Primicias. Suplicio del profanador del sábado. Fimbrias. Y dijo el Señor a Moisés, diciendo:

2 «Habla a los hijos de Israel, y les dirás: «Cuando entrareis en la tierra de vuestra morada, que yo os doy,

3 e hiciereis holocausto al Señor: holocausto u hostia, para cumplir un voto o espontáneamente, o en vuestras fiestas, para hacer olor de suavidad al Señor, sea de los bueyes o de las ovejas;

4 ofrecerá, quien ofreciere su don al Señor, una hostia; un décimo de harina flor, amasada con un cuarto de un hin de aceite;

5 y vino para libación: un cuarto de hin harás sobre el holocausto o sobre la hostia; a cordero uno harás tal.

6 Y al carnero, cuando lo hicieres en holocausto o en hostia, harás hostia: dos décimos de harina flor amasados con un tercio de hin de aceite;

7 y un tercio de hin de vino para la libación traerás en olor de suavidad al Señor.

8 Y, si hicieres becerro en holocausto o en hostia, cumpliendo un voto, o en hostia pacífica al Señor;

9 traerás, con el becerro, una hostia: de harina flor tres décimos amasados con aceite: la mitad de un hin;

10 y vino traerás en hostia: la mitad de un hin, hostia, olor de suavidad al Señor.

11 Así harás con el becerro, el uno; o con el carnero, el uno; o con el cordero, el uno; de las ovejas o de las cabras.

12 Según el número que hiciereis, así haréis a cada uno, según el número de ellos.

13 Todo indígena hará así al ofrecer tales holocausto en olor de suavidad al Señor.

14 Y, si un peregrino estuviere entre vosotros o quien se hallare entre vosotros en vuestras generaciones e hiciere holocausto: olor de suavidad al Señor; así como hacéis vosotros, así hará en la congregación al Señor.

15 Ley una será y juicio uno será para vosotros y los peregrinos que habitaren entre vosotros; ley sempiterna por vuestras generaciones; así como vosotros, también el peregrino será ante Señor.

16 Ley una será y juicio uno será para vosotros y al peregrino que habitare entre vosotros».

17 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

18 «Habla a los hijos de Israel, y les dirás: «Cuando entrareis en la tierra, a la cual os llevo,

19 será que, cuando comiereis vosotros del pan de la tierra, ofreceréis ofrenda separada al Señor:

20 primicias de vuestra masa: un pan separaréis en ofrenda. Como ofrenda de la era, así lo ofreceréis,

21 primicias de vuestra masa, y daréis al Señor ofrenda por vuestras generaciones.

22 Y, cuando pecareis y no hiciereis todos estos mandamientos que habló Señor a Moisés,

23 según todo lo que ha ordenado el Señor para vosotros en mano de Moisés, desde el día que ordenó el Señor para vosotros y en adelante por vuestras generaciones;

24 será que, si en los ojos de la congregación ha sucedido involuntariamente; hará toda la congregación un becerro en holocausto, en olor de suavidad a Señor, y hostia de él y libación de él según el rito; y un cabrón por pecado.

25 Y expiará el sacerdote por toda la congregación de los hijos de Israel, y perdonaráseles por ser involuntario y ofrecer ellos su don: un holocausto a Señor por su pecado delante de Señor, por lo involuntario de ellos.

26 Y perdonaráse a toda la congregación de hijos de Israel, y al peregrino que habitare entre vosotros; pues para todo el pueblo ha sido involuntario.

27 Mas, si un alma pecare involuntariamente, ofrendará una cabra de año por pecado.

28 Y expiará el sacerdote por el alma que ha errado y pecado involuntariamente delante del Señor, para expiarla; y se le perdonará.

29 Para el indígena entre los hijos de Israel, y para el peregrino que habitare entre ellos, ley una será para ellos, si alguno hiciere(a) involuntariamente.

30 Y el alma que hiciere con mano de altanería, de los indígenas o los peregrinos, a Dios irritará éste: cortada será aquella alma de su pueblo;

31 porque la palabra del Señor ha menospreciado y sus mandamientos quebrantado; borrada será aquella alma; su pecado en ella».

32 Y estaban los hijos de Israel en el desierto y hallaron a un hombre que recogía leña en el día de sábado.

33 Y trajéronle los que le hallaron recogiendo leña, a Moisés y Aarón y toda la congregación de hijos de Israel.

34 Y pusiéronle en prisión, pues no estaba determinado qué hacerle.

35 Y habló el Señor a Moisés, diciendo: «De muerte muera el hombre: apedréenle, toda la congregación fuera del real».

36 Y sacáronle, toda la congregación fuera del real, y le apedrearon y murió, según ordenó el Señor a Moisés.

37 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

38 «Habla a los hijos de Israel, y les dirás que se hagan franjas en las orlas de sus vestiduras(b) por sus generaciones; y añadirán a las franjas de las orlas un cordón cárdeno.

39 Y estaráos en las orlas, y los miraréis, y os acordaréis de todos los mandamientos del Señor y los haréis; y no os apartaréis tras de vuestros pensamientos y vuestros ojos; en los que ramereáis tras de ellos;

40 para que recordéis y hagáis todos mis mandamientos; y seréis santos a vuestro Dios.

41 Yo Señor, el Dios vuestro; que os saqué de tierra de Egipto, para ser vuestro Dios: yo Señor el Dios vuestro».

16

1 Sedición y castigo Y habló Coré; hijo de Isaar, hijo de Caat, hijo de Leví; y Datán y Abirón, hijos de Eliab, y Hon, hijo de Felet, de los hijos de Rubén;

2 y alzáronse contra Moisés; y varones de los hijos de Israel: doscientos cincuenta, príncipes de la congregación, llamados al consejo y varones renombrados;

3 y reuniéronse contra Moisés y Aarón; y dijeron: «Básteos, que toda la congregación, es de santos y en ellos está el Señor. ¿Y por qué os levantáis sobre la congregación del Señor?»

4 Y, oyendo Moisés cayó sobre su rostro.

5 Y habló a Coré y toda la congregación de él, diciendo: «¡Mañana! entonces manifestará Señor quien es suyo, y los santos se allegará, y el que hubiere elegido, allegará a sí.

6 Esto haced: Tomáos incensarios Coré y toda su congregación,

7 y poned fuego en ellos y poned en ellos timiama delante del Señor mañana, y será: el varón a quien eligiere Señor, éste santo; básteos, hijos de Leví».

8 Y dijo Moisés a Coré: «Escuchadme hijos de Leví:

9 ¿es poco esto para vosotros que os haya separado el Dios de Israel, de la congregación de Israel, y allegádoos a sí, a ministrar los ministerios del tabernáculo del Señor y estar delante del tabernáculo a ministrar por ellos?

10 Y te allegó y todos tus hermanos, hijos de Leví, contigo: ¿y buscáis también sacerdotes ser?

11 ¡Así tú y toda tu congregación, la reunida contra Dios...(a) Y Aarón ¿quién es que murmuráis contra él?»

12 Y envió Moisés a llamar a Datán y Abirón, hijos de Eliab. Y dijeron: «No subimos.

13 ¿Poco es esto: que nos hayas sacado de tierra que mana leche y miel, para matarnos en el desierto; que también nos señoreas? señor eres.

14 ¡Y tú a la tierra que mana leche y miel nos has traído y dádonos heredad de tierra y viña! ¿Los ojos de estos hombres has de arrancar? No subimos».

15 Y airóse Moisés sobremanera, y dijo a Señor: «No te vuelvas al sacrificio de ellos: ni un asno(b) de ninguno de ellos he tomado; ni mal tratado a ninguno de ellos».

16 Y dijo Moisés a Coré: «Tú y toda tu congregación ponéos delante del Señor; tú y ellos y Aarón, mañana;

17 y tomad cada uno su turíbulo, y poned en él timiama; y traed delante del Señor cada uno su turíbulo: doscientos cincuenta turíbulos; y tú y Aarón cada uno su turíbulo!

18 Y tomó cada uno su turíbulo, y pusieron en ellos fuego y echaron en ellos timiamas; y pusiéronse a la puerta del tabernáculo del testimonio Moisés y Aarón.

19 Y había juntado contra ellos Coré toda su congregación a la puerta del tabernáculo del testimonio. Y aparecióse la gloria del Señor a toda la congregación.

20 Y habló el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:

21 «Retiráos de en medio de esta congregación; y los anonadaré a la vez».

22 Y cayeron sobre su rostro y dijeron: «¡Dios, Dios de los espíritus y de toda carne! si hombre uno ha pecado ¿por qué sobre toda la congregación la ira del Señor?»

23 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

24 «Habla a la congregación diciendo: «Apartáos en contorno de la tienda(c) de Coré, y Datán y Abirón».

25 Y levantóse Moisés y fue a Datán y Abirón y fueron con él los ancianos de Israel;

26 y habló a la congregación, diciendo: «Retiráos de las tiendas de estos hombres impíos y no toquéis de todo lo que es de ellos, para que no perezcáis juntamente en todos los pecados de ellos».

27 Y apartáronse de la tienda de Coré, y Datán y Abirón en contorno; y Datán y Abirón salieron y paráronse a la puerta de sus tiendas, y sus mujeres, y sus hijos y su servidumbre.

28 Y dijo Moisés: «En esto conoceréis que Señor me ha enviado hacer todas estas obras; que no de mí mismo;

29 si según muerte de todos los hombres murieren éstos, y si según suerte de todos los hombres la suerte fuere de ellos; no me ha enviado Señor.

30 Empero si en visión manifestare(d) el Señor, y, abriendo la tierra su boca, tragare a ellos y todo cuanto es de ellos y bajaren vivos al infierno; conoceréis que han irritado estos hombres al Señor».

31 Y aconteció, cuando acabó de hablar todas estas palabras, hendióse la tierra debajo de los pies de ellos.

32 Y abrió la tierra su boca y tragó a ellos y sus casas y todos los hombres pertenecientes a Coré, y toda su hacienda.

33 Y bajaron ellos y cuanto era de ellos, vivos al infierno, y cubrióles la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.

34 Y todo Israel, que estaba en torno de ellos, huyó a gritos de ellos, porque decían, diciendo: «Que no nos trague también la tierra».

35 Y fuego salió del Señor y devoró los doscientos cincuenta varones que ofrecían el timiama.

36 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

37 «Di a Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote: «Sacad los turíbulos de bronce, de en medio de los quemados y desparrame el fuego; porque santificados están.

38 Los turíbulos de estos criminales de muerte; y hágalos láminas batidas, guarnición del altar; pues traídos fueron ante el Señor y santificados, y serán por señal a los hijos de Israel».

39 Y tomó Eleazar hijo de Aarón del sacerdote los turíbulos los broncíneos, cuantos trajeron los quemados y pusiéronles por guarnición al altar;

40 memorial a los hijos de Israel; para que no se acerque ningún extraño, que no es de la simiente de Aarón, a ofrecer timiama delante de Señor, y no sea cual Coré y su partido; según habló el Señor en manos de Moisés.

41 Y murmuraron los hijos de Israel, toda la congregación, al día siguiente, contra Moisés y Aarón, diciendo: «Vosotros habéis muerto al pueblo de Israel».

42 Y aconteció, cuando se aglomeró la congregación contra Moisés y Aarón, dirigéronse al tabernáculo del testimonio; y he aquí cubrióle la nube y apareció la gloria del Señor.

43 Y salió Moisés y Aarón, a faz del tabernáculo del testimonio;

44 y habló el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:

45 «Retiráos de en medio de esta congregación, y les anonadaré a la vez». Y cayeron sobre su rostro;

46 y dijo Moisés a Aarón: «Toma el turíbulo, y pon en él fuego del altar, y echa en él timiama, y tráelo al punto al real, y expía por ellos; pues ira ha salido de faz del Señor: ha empezado a herir al pueblo».

47 Y tomó Aarón, según le habló Moisés; y corrió al medio de la congregación; y había ya empezado la plaga en el pueblo; y echó el timiama, y expió por el pueblo.

48 Y estúvose en medio de los muertos y de los vivos, y detúvose la plaga;

49 y llegaron a ser los muertos en la plaga: catorce mil setecientos; fuera de los muertos por causa de Coré.

50 Y volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo del testimonio, y(e) detúvose la plaga.

17

1 La vara de Aarón Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

2 «Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos vara, vara por sus casas paternas, de todos los príncipes de ellos; por sus casas paternas: doce varas; y de cada uno el nombre escribe sobre su vara;

3 y el nombre de Aarón escribe sobre la vara de Leví; pues habrá vara una por la tribu de las casas paternas.

4 Y las pondrás en el tabernáculo del testimonio, delante del testimonio; en donde te me manifestaré.

5 Y será; el hombre a quien yo eligiere —la vara de él florecerá. Y quitaré de en torno mío, la murmuración de los hijos de Israel, lo que ellos murmuran contra vosotros».

6 Y habló Moisés a los hijos de Israel, y diéronle todos sus príncipes vara, por cada príncipe una vara, por sus casas paternas: doce varas; y la vara de Aarón en medio de sus varas.

7 Y puso Moisés las varas delante de Señor en el tabernáculo del testimonio.

8 Y aconteció al día siguiente entrar Moisés y Aarón en el tabernáculo del testimonio; y he aquí habría brotado la vara de Aarón por la casa de Leví; y pimpollecido, y abierto flores y madurado almendras.

9 Y Moisés sacó todas las varas, de la faz de Señor, a todos los hijos de Israel; y vieron, y tomó cada uno su vara.

10 Y dijo el Señor a Moisés: «Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio; para guarda, para señal a los hijos de los rebeldes, y cese su murmuración en torno mío, y no mueran».

11 E hizo Moisés; según ordenó Señor, así hizo.

12 Y dijeron los hijos de Israel a Moisés: «He aquí somos aniquilados, perecemos, todos perecemos.

13 Todo el que se llega al tabernáculo de Señor, muere: ¿totalmente pereceremos?»

18

1 Emolumentos y deberes del sacerdocio Y dijo el Señor a Aarón, diciendo: «Tú y tus hijos y la casa de tu padre contigo llevaréis las primicias(a) del santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis los pecados de vuestro sacerdocio:

2 y tus hermanos, la tribu de Leví, la gente de tu padre trae a ti, hijos contigo(b) delante del tabernáculo del testimonio.

3 Y guardarán tus guardas y las guardas del tabernáculo; sólo que a los vasos sacros y altar no se allegarán, para que no mueran y éstos y vosotros;(c)

4 y se asociarán a ti guardarán las guardas del tabernáculo del testimonio, según todos los ministerios del tabernáculo; y ningún extraño se llegará a vosotros.

5 Y guardarán las guardas del santuario y las guardas del altar; y no habrá ya ira sobre los hijos de Israel.

6 Y yo he tomado vuestros hermanos, los levitas, de en medio de los hijos de Israel: don donado al Señor, a ministrar los ministerios del tabernáculo del testimonio.

7 Y tú y tus hijos contigo observaréis vuestro sacerdocio, según todo el rito del altar y lo de adentro del velo; y el ministrar los ministerios, don del sacerdocio vuestro; y el extraño que se llegare, morirá».

8 Y habló el Señor a Aarón: «Empero he aquí os he dado la guarda de mis primicias de todo lo consagrado a mí por los hijos de Israel, y te las he dado en don, y a tus hijos después de ti: ley sempiterna.

9 Y esto será para vosotros de lo sacro consagrado de los holocaustos, de todas las ofrendas de ellos, y de todas sus hostias, y de toda iniquidad de ellos y de todos los pecados de ellos, cuanto me pagaren: como cosa santa de santas, tuyo será y de tus hijos.

10 En el santo de los santos lo comeréis; todo lo masculino lo comerá; sagrado te será.

11 Y esto será vuestro de las primicias de ellos, de todas las ofrendas de los hijos de Israel: a ti lo he dado y a tus hijos y a tus hijas contigo: ley sempiterna; todo puro en tu casa lo comerá.

12 Toda la flor del aceite, y toda la flor del vino y del trigo; las primicias(d) de lo que dieren a Señor, a ti lo he dado;

13 los primeros frutos todos cuantos en su tierra, cuantos trajeren a Señor, tuyos serán; todo puro en tu casa los comerá;

14 todo votado en Israel; tuyo será.

15 Todo lo que abriere vulva, de toda carne, cuanto ofrecen a Señor; de hombre a bestia, tuyo será; empero con rescate rescatado será lo primogénito de los hombres; y lo primogénito de las bestias las impuras rescatarás.

16 Y el rescate de ello, desde un mes: su precio, cinco siclos, según el siclo del santuario: de veinte óbolos es.

17 Pero lo primogénito de vacas, y lo primogénito de ovejas y lo primogénito de cabras, no rescatarás: sagrado es: su sangre rociarás sobre el altar; y su grosura quemarás: holocausto, en olor de suavidad, a Señor.

18 Y la carne será tuya; como el pecho de la agitación y como la espaldilla la derecha, tuyos serán.

19 Toda ofrenda del santuario, cuando ofrecieren los hijos de Israel a Señor, a ti he dado, y a tus hijos y a tus hijas contigo: ley sempiterna; pacto de sal(e) sempiterna es para ti y tu simiente después de ti».

20 Y habló Señor a Aarón: «En la tierra de ellos nada poseerás, y no tendrás parte entre ellos, porque yo, tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

21 Y a los hijos de Leví he aquí dado todos los diezmos en Israel, en posesión, por sus ministerios, los que ellos ministran en el tabernáculo del testimonio;

22 y no se llegarán ya los hijos de Israel al tabernáculo del testimonio, para que no lleven pecado y mueran;

23 y ministrará el levita el ministerio del tabernáculo del testimonio; y ellos llevarán los pecados de ellos: ley sempiterna por sus generaciones; y en medio de los hijos de Israel no poseerán posesión.

24 Porque los diezmos de los hijos de Israel, cuantos ofrecieren a Señor, dádiva he dado a los levitas en heredad; por esto les he dicho: «En medio de los hijos de Israel no poseeréis posesión».

25 Y habló Señor a Moisés, diciendo:

26 «Y a los levitas hablarás y les dirás: «Si tomareis de los hijos de Israel el diezmo, que os he dado de ellos, en heredad ofrendaréis vosotros de él: ofrenda al Señor, el diezmo del diezmo;

27 y se os contará vuestra ofrenda como trigo de la era y como ofrenda del lagar.

28 Así ofrendaréis también vosotros, de todos los diezmos que recibiereis de los hijos de Israel, daréis también de ellos ofrenda a Señor, a Aarón el sacerdote;

29 de todas vuestras dádivas ofrendaréis ofrenda a Señor, de todas las primicias lo sacro de ellas.

30 Y les dirás: «Cuando ofrendareis las primicias de ellas, se os contará, levitas, como fruto de la era y como fruto del lagar;

31 y lo comeréis en todo lugar, vosotros y vuestras casas, pues remuneración es ésta para vosotros por vuestro ministerio en el tabernáculo del testimonio,

32 y no llevaréis por esto, pecado, cuando(f) hubiereis ofrendado las primicias de ellos; y lo sacro de los hijos de Israel no contaminaréis para que no muráis».

19

1 El agua lustral Y habló el Señor a Moisés y Aarón, diciendo:

2 «Este es el tenor de la ley que mandó Señor, diciendo: «Habla a los hijos de Israel, y tráigante una becerra rojiza, intachable, que no tenga en sí, y en que no se haya puesto yugo;

3 y la daréis a Eleazar el sacerdote; y la llevarán fuera del campamento, y la degollarán delante de él;

4 y tomará Eleazar de la sangre de ella con su dedo y rociará hacia la faz del tabernáculo del testimonio, con la sangre de ella siete veces;

5 y quemarán la becerra delante de él y la piel y la carne de él y su sangre, con el fimo, se quemará.

6 Y tomará el sacerdote cedro e hisopo y grana, y los arrojará en medio de la quema de la becerra.

7 Y lavará sus vestiduras el sacerdote, y bañará su cuerpo en agua; y después entrará en el real; y será impuro el sacerdote hasta la tarde.

8 Y el que la quemare, lavará sus vestiduras y bañará su cuerpo en agua, y será impuro hasta la tarde.

9 Y recogerá hombre limpio las cenizas de la becerra y las pondrá fuera del real en sitio puro, y quedará a la congregación de hijos de Israel, en guarda, en agua de aspersión; porque es por pecado.

10 Y el que recogiere la ceniza de la becerra, lavará sus vestiduras, e impuro será hasta la tarde; y será para los hijos de Israel y los peregrinos que moraren en medio de ellos, ley sempiterna.

11 El que tocare toda alma de hombre muerto, impuro será siete días;

12 éste se purificará con ésta(a) el día tercero y el día séptimo, y puro será. Pero, si no se purificare el día tercero y el día séptimo, no será puro.

13 Todo el que tocare un muerto, de alma de hombre, si muriere y no se purificare, el tabernáculo del Señor ha mancillado: cortada será aquella alma, de Israel; pues el agua de la aspersión no fue asperjada en torno sobre él: impuro es; aún su impureza en él está.

14 Y ésta, la ley: un hombre si muriere en la tienda —todo el que entrare en la tienda, y todo cuanto hubiere en la tienda, impuro será siete días.

15 Y todo vaso abierto, cuanto con tapa no estuviere tapado, impuro será.

16 Y todo el que tocare en el campo a un occiso, o un muerto, u osamenta de hombre o un sepulcro, siete días impuro será.

17 Y tomarán para el impuro, de la ceniza de la quemada de la purificación, y derramarán sobre ella agua viva en un vaso;

18 y tomará hisopo y lo mojará en el agua un hombre puro, y rociará sobre la casa y sobre todos los vasos y sobre las almas, cuantas hubiere allí; y sobre el que ha tocado la osamenta, o al occiso, o al muerto, o al sepulcro.

19 Y rociará el puro en torno sobre el impuro el día tercero y el día séptimo, y purificado será el día séptimo; lavará sus vestiduras y se bañará en agua, y puro será a la tarde.

20 Y hombre que se contaminare y no se purificare, cortada será aquella alma de en medio de la congregación; pues el santuario de Señor ha contaminado; pues con agua de aspersión no ha sido asperjado: impuro es.

21 Y seráos ley sempiterna; y el que rociare en torno agua de aspersión, lavará sus vestiduras, y el que tocare el agua de la aspersión, impuro será hasta la tarde.

22 Y todo lo que tocare el impuro, impuro será; y el alma que le tocare, impura será hasta la tarde.

20

1 El agua de la contradicción. Hostilidad de Edom. Muerte de Aarón. Y llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Sin, en el mes primero; y asentóse el pueblo en Cadés. Y murió allí María y fue sepultada allí.

2 Y no tenía agua la congregación; y aglomeráronse contra Moisés y Aarón.

3 Y altercó el pueblo con Moisés, diciendo: «¡Ojalá que hubiéramos perecido en la perdición de nuestros hermanos delante de Señor!

4 Y ¿porqué habéis subido la congregación de Señor a este desierto, para matar aquí a nosotros y nuestro ganado?

5 ¿a qué esto? Nos habéis subido de Egipto para traernos a este lugar malo, lugar donde no hay siembra, ni higuera, ni vid, ni granado; ni agua hay para beber.»

6 Y fueron Moisés y Aarón, de delante de la congregación, a la puerta del tabernáculo del testimonio, y cayeron sobre su rostro(a), y aparecióseles la gloria de Señor.

7 Y habló el Señor a Moisés diciendo:

8 «Toma la vara, y junta la congregación, tú y Aarón; y hablad a la peña, en ojos de ellos, y dará(b) el agua de ella, y les sacaréis agua de la peña, y daréis de beber a la congregación y su ganado».

9 Y tomó Moisés la vara, la delante de Señor, según ordenó el Señor.

10 Y juntó Moisés y Aarón la congregación delante de la peña, y díjoles: «Escuchadme los rebeldes: ¿acaso de esta peña os sacaremos agua?»

11 Y, alzando Moisés su mano hirió la peña con la vara dos veces, y salió agua mucha, y bebió la congregación y su ganado.

12 Y dijo el Señor a Moisés y a Aarón: «Pues no habéis confiado en mí, para santificarme en ojos de los hijos de Israel; por esto no introduciréis vosotros esta congregación en la tierra que les he dado.

13 Esta, el «agua de contradicción», porque contradijeron los hijos de Israel delante de Señor, y santificóse en ellos».

14 Y envió Moisés mensajeros, desde Cadés, al rey de Edom, diciendo: Esto dice tu hermano Israel: «Tú sabes todo el trabajo que nos ha alcanzado;

15 como nuestros padres descendieron a Egipto, y habitamos en Egipto días muchos y maltrataron los egipcios a nosotros y nuestros padres;

16 y clamamos a Señor, y escuchó Señor nuestra voz, y envió un ángel y nos sacó de Egipto; y ahora estamos en Cadés ciudad en el extremo de tus confines.

17 Atravesaremos por tu tierra; no pasaremos por los campos, ni por las viñas; ni beberemos agua de tus pozos; por camino real iremos; no torceremos a diestra ni a siniestra, hasta que hayamos pasado tus confines.»

18 Y díjole Edom: «No pasarás por mí; si no, en guerra iré a tu encuentro.»

19 Y dijéronle los hijos de Israel: «A lo largo de tus términos iremos; y, si de tu agua bebiéremos yo y mi ganado, te daré paga; empero (lo que nada es): a lo largo de tu confín iremos.»

20 Mas él dijo: «No pasarás por mí». Y salió Edom a su encuentro en muchedumbre pesada y en mano fuerte.

21 Y no quiso Edom dar a Israel pasar por sus confines; y desvióse Israel de él.

22 Y decamparon de Cadés; y llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al monte Hor.

23 Y dijo el Señor a Moisés y Aarón en el monte Hor, en los confines de la tierra de Edom, diciendo:

24 «Reúnase Aarón a su pueblo, pues no entraréis en la tierra que he dado a los hijos de Israel, por esto: porque me irritásteis en el agua de la contradicción.

25 Toma a Aarón y su hijo Eleazar, y súbeles al monte Hor;

26 y desviste a Aarón de sus vestiduras, y vístelas a Eleazar, su hijo; y Aarón, reuniéndose(c), muera allí.»

27 E hizo Moisés como le ordenara Señor, y le subió al monte Hor a los ojos de toda la congregación.

28 Y desvistió a Aarón de sus vestiduras, y vistiólas a Eleazar su hijo; y murió Aarón en la cumbre del monte; y descendió Moisés y Eleazar del monte.

29 Y vio toda la congregación que había fallecido Aarón; y lloró a Aarón treinta días toda casa de Israel.

21

1 Arad vencido. La serpiente de bronce. Sehón y Og vencidos. Y oyó el cananeo rey Arad, el que habitaba al mediodía, que venía Israel camino de Atarim; y guerreó con Israel y tomóles cautivos.

2 Y votó Israel voto a Señor y dijo: «Si me dieres este pueblo en la mano, anatematizaré(a) a él y sus ciudades.»

3 Y oyó Señor la voz de Israel y entregó al cananeo en su mano; y anatematizó a él y sus ciudades y llamó el nombre de aquel lugar Hormá(b).

4 Y decamparon del monte Hor, camino del mar rojo, para rodear la tierra de Hedom. Y abatióse el pueblo en el camino;

5 y murmuró el pueblo contra Dios y contra Moisés, diciendo: ¿»A qué esto? Nos has sacado de Egipto para matarnos en el desierto, pues no hay pan ni agua; y asquea a nuestra alma este pan fofo.»

6 Y envió el Señor al pueblo serpientes ígneas(c); y mordían al pueblo, y moría pueblo, muchos de los hijos de Israel.

7 Y vino el pueblo a Moisés y dijeron: «Que hemos pecado, que hemos hablado contra el Señor y contra ti. Ruega, pues, a Señor, y quite de nosotros la serpiente». Y rogó Moisés a Señor por el pueblo.

8 Y dijo el Señor a Moisés: «Hazte una serpiente y pónla sobre una enseña; y será: si mordiere serpiente a hombre, todo el que la mirare, vivirá».

9 E hizo Moisés serpiente broncínea y púsola sobre enseña; y acontecía: cuando mordía serpiente a hombre, miraba a la serpiente, la broncínea, y vivía.

10 Y decamparon los hijos de Israel y acamparon en Obot.

11 Y, decampando de Obot, acamparon en Jeabarim, en el desierto, que está contra la faz de Moab, hacia el oriente del sol.

12 Y de allí decamparon y acamparon en el torrente de Zared.

13 Y de allí decamparon y acamparon allende del Arnón, en el desierto, el que sale de los confines de los amorreos; porque el Arnón es el confín de Moab, entre Moab y el amorreo.

14 Por esto se dice en el libro de las guerras del Señor: «Lo que hizo en el mar Rojo, así(d) en los torrentes de Arnón;

15 y los torrentes detuvo para que moraran en Ar y reposaran en los confines de Moab».

16 Y de allí(e), al pozo; éste es el pozo que dijo el Señor a Moisés: «Reúne al pueblo, y daréles agua a beber».

17 Entonces cantó Israel este cantar: ¡»Asciende pozo! ¡Cantadle!

18 Pozo —lo cavaron príncipes; ahuecáronlo próceres del pueblo con sus báculos—». Y del pozo, a Mataná.

19 Y de Mataná, a Nahaliel; de Nahaliel, a Bamot.

20 Y de Bamot, al valle el de la campiña de Moab, a la cumbre de Fasgá; que mira la faz del desierto.

21 Y envió Israel mensajeros a Sehón, rey de los amorreos, diciendo:

22 «Pasaremos por tu tierra; no nos desviaremos ni a campo ni a viña; ni beberemos agua de tu pozo; camino real iremos, hasta salir de tus fines.»

23 Pero no dio Sehón a Israel el pasar por sus confines; y reunió Sehón todo su pueblo y salió a guerrear con Israel al desierto y vino a Jasá, y guerreó con Israel.

24 Y batióle Israel a filo de cuchilla y apoderóse de su tierra, desde el Arnón al Jaboc, a los hijos de Amón; porque fuerte, el confín de los hijos de Amón.

25 Y tomó Israel todas estas ciudades, y habitó Israel en todas las ciudades del amorreo; en Hesebón y en todas sus hijas(f).

26 Que Hesebón era la ciudad de Sehón rey del amorreo; y éste había guerreado con él rey de Moab antes y tomado toda su tierra, hasta el Arnón.

27 Por esto dicen los enigmatistas: «Venid a Hesebón: fabríquese y fortifíquese la ciudad de Sehón;

28 que fuego salió de Hesebón, llama de la ciudad de Sehón, y devoró a Ar de Moab, a los señores de las alturas de Arnón.

29 ¡Ay de ti, Moab! pereciste, pueblo de Camós: entregados fueron sus hijos a la fuga, y sus hijas cautivas al rey del amorreo, Sehón.

30 La lumbre de ellos pereció, de Hesebón a Dibón, devastamos hasta Nofé y hasta Medabá.»(g)

31 Y habitó Israel en todas las ciudades del amorreo.

32 Y envió Moisés a explorar a Jazer, y conquistaron sus hijas y lanzaron al amorreo que habitaba allí.

33 Y volvieron y subieron camino de Basán; y salió Og, rey de Basán a su encuentro, él y todo su pueblo, a batalla, a Edraí.

34 Y dijo el Señor a Moisés: «No le temas, que en tus manos le he entregado, y todo su pueblo y toda su tierra y harás de él cual hiciste de Sehón, rey del amorreo, que habitaba en Hesebón.»

35 Y batióle y a los hijos de él y todo su pueblo, hasta no dejar uno; y posesionóse de su tierra.

22

1 Balaam Y decamparon los hijos de Israel, y acamparon al occidente de Moab, aquende el Jordán, hacia Jericó.

2 Y viendo Balac, hijo de Sefor, todo cuanto hizo Israel al amorreo,

3 temió Moab sobremanera, pues muchos eran, y aterróse Moab a faz de los hijos de Israel.

4 Y dijo Moab a los ancianos de Madián: «Ahora esta turba raerá a todos en contorno nuestro, tal como rae el becerro la verdura del campo». Y Balac, hijo de Sefor, rey de Moab era por aquel tiempo.

5 Y envió mensajeros a Balaam, hijo de Beor, a Fatura, que está sobre el río de la tierra de los hijos de su pueblo, a llamarle, diciendo: «He aquí un pueblo ha venido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y éste se ha asentado junto a mí;

6 y ahora ven: maldíceme a este pueblo, porque fuerte es éste más que yo, por si puedo batirle y arrojarle de la tierra; pues sé que a quien bendijeres tú, bendito es, y a quien maldijeres tú, maldito es.»

7 Y partieron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián; y los dones divinatorios en las manos de ellos. Y vinieron a Balaam y dijéronle las palabras de Balac.

8 Y díjoles: «Pernoctad aquí esta noche, y os responderé las cosas que Señor me hablare.» Y quedáronse los príncipes de Moab con Balaam.

9 Y vino Dios a Balaam, y díjole: «¿Qué(a), estos hombres contigo?»

10 Y dijo Balaam a Dios: «Balac, hijo de Sefor, rey de Moab, les ha enviado a mí diciendo:

11 «He aquí un pueblo ha venido de Egipto, y cubierto la faz de la tierra, y éste se ha asentado junto a mí; y ahora ven: maldícemele, por si puedo batirle y arrojarle de la tierra.»

12 Y dijo Dios a Balaam: «No irás con ellos, ni maldecirás al pueblo, porque es bendito.»

13 Y levantándose Balaam de mañana, dijo a los príncipes de Moab: «Volveos a vuestra tierra: no me deja Dios ir con vosotros.»

14 Y, levantándose los príncipes de Moab, vinieron a Balac y dijeron: «No quiso Balaam venir con nosotros.»

15 Y de nuevo envió Balac príncipes, más y más honorables que aquéllos.

16 Y vinieron a Balaam, y dijéronle: «Esto dice Balac, hijo de Sefor: «Ruégote: no tardes en venir a mí;

17 pues honrosamente te honraré y cuanto dijeres te haré. Pues ven y maldíceme este pueblo.»

18 Y respondió Balaam y dijo a los príncipes de Balac: «Si me diese Balac llena su casa de plata y de oro, no podría yo traspasar la palabra de Señor, mi Dios, a hacerla pequeña o grande en la mente mía(b);

19 y ahora quedaos aquí también vosotros esta noche, y sabré qué más Señor me ha de hablar.»

20 Y vino Dios a Balaam de noche y díjole: «Si a llamarte han venido estos hombres, levántate, sígueles; empero la palabra que yo te hablaré, ésa harás.»

21 Y, levantándose Balaam de mañana, aparejó su asna, y fue con los príncipes de Moab.

22 Y, se inflamó en furor Dios, porque él iba(c), y púsose el ángel de Dios en el camino a estorbarle; y él iba sobre su asna, y los dos niños suyos con él.

23 Y, viendo el asna al ángel de Dios enfrentado en el camino y la espada desenvainada en su mano, desvióse el asna del camino, e íbase al campo; y golpeó Balaam al asna con su vara para enderezarla al camino.

24 Y púsose el ángel de Dios en los senderos de las viñas: pared acá y pared allá;

25 y, viendo el asna al ángel de Dios, pegóse a la pared y apretó el pie de Balaam contra la pared; y tornóla a golpear.

26 Y fue más allá el ángel de Dios, y detúvose en sitio estrecho, donde no era dato torcer a diestra ni a siniestra.

27 Y viendo el asna al ángel de Dios, tendióse debajo de Balaam, y airóse Balaam y golpeó al asna con la vara.

28 Y abrió Dios la boca del asna, y dijo a Balaam: «¿Qué te he hecho que me has golpeado tres veces con ésta?»

29 Y dijo Balaam al asna: «Porque te has burlado de mí, y si tuviera cuchilla en la mano, ya te hubiera traspasado.»

30 Y dijo el asna a Balaam: «¿No(d) yo, el asna tuya, sobre la cual has cabalgado siempre hasta el día de hoy? ¿Acaso con desprecio te he despreciado así»? Y él dijo: «No.»

31 Y descubrió Dios los ojos de Balaam, y vio al ángel de Señor enfrente de él en el camino y la cuchilla desenvainada en su mano, e inclinóse y adoró sobre su faz.

32 Y díjole el ángel de Dios: «¿Por qué has golpeado tu asna tres veces con ésta? Y he aquí yo he venido a oponerme a ti, porque nada bueno tu camino delante de mí;

33 y me ha visto el asna y desviádose de mí tres veces con ésta; y, si no se desviara, ahora, pues, a ti hubiera yo muerto y a ella perdonado.»

34 Y dijo Balaam al ángel de Señor: «He pecado; que no sabía que tú te oponías a mí en el camino; y ahora, si te desagrada, volveréme.»

35 Y dijo el ángel de Dios a Balaam: «Ve con los hombres; empero la palabra que yo te dijere, ésa cuidarás de hablar». Y fue Balaam con los príncipes de Balac.

36 Y oyendo Balac que venía Balaam, salióle al encuentro, a la ciudad de Moab, que está en los confines del Arnón, que está en los últimos confines.

37 Y dijo Balac a Balaam «¿No envié a ti a llamarte? ¿Por qué no viniste a mí? En verdad, ¿no podré honrarte?»

38 Y dijo Balaam a Balac: «He aquí he venido a ti ahora: ¿Poderoso seré a hablarte algo? La palabra que pusiere Dios en mi boca, ésa hablaré».

39 Y fue Balaam con Balac, y vinieron a ciudades de alquerías.

40 Y sacrificó Balac ovejas y becerros, y envió(e) a Balaam y a los príncipes los con él.

41 E hízose la mañana; y, tomando Balac a Balaam, subióle a las alturas(f) de Baal, y mostróle desde allí una parte del pueblo.

23

1 Balaam bendice a Israel Y dijo Balaam a Balac: «Edifícame aquí siete altares y prevénme aquí siete becerros y siete carneros.»

2 E hizo Balac de modo que le dijo Balaam; y pusieron becerro y carnero sobre el altar(a).

3 Y dijo Balaam a Balac: «Ponte a par de tu holocausto, y yo iré, por si aparece Dios a mi encuentro; y la palabra que me mostrare, te anunciaré.» Y fue a una altura.

4 Y aparecióse Dios a Balaam y díjole Balaam: «Los siete altares he preparado y puesto becerro y carnero sobre el altar.»

5 Y puso Dios palabra en la boca de Balaam, y dijo: «Vuelve a Balac y así hablarás».

6 Y volvió a él. Y él a par de sus holocaustos, y todos los príncipes de Moab con él; y vino espíritu de Dios sobre él;

7 y alzó su parábola y dijo: «De Aram trájome Balac rey de Moab, de los montes, desde el oriente, diciendo: «Ven, maldíceme a Jacob; y ven; exécrame a Israel.

8 ¿Cómo he de maldecir a quien Señor no maldijo? o ¿Cómo he de execrar a quien no execró Dios?

9 Porque de la cima de los montes le veré, y de las colinas, le miraré: he aquí, pueblo solitario habitará, y entre las gentes no se le contará.

10 ¿Quién contará el polvo(b) de Jacob? ¿Y quién enumerará los pueblos de Israel? «Muera mi alma la muerte de los(c) justos; mi fin sea como el fin de éstos(d).

11 Y dijo Balac a Balaam: «¿Qué me estás haciendo? Para maldición de enemigos te he llamado; y he aquí has bendecido bendición.»

12 Y dijo Balaam a Balac: «Cuanto pusiere Dios en mi boca, esto ¿no he de cuidar de hablarlo?».

13 Y díjole Balac: «Ven ahora conmigo a otro lugar, de donde le verás; empero alguna parte de él verás, mas a todos no verás; y exécramele desde allí».

14 Y condújole a la «atalaya del campo», sobre la cumbre del Pisgá, y edificó allí siete altares; y ofreció becerro y carnero en el altar.

15 Y dijo Balaam a Balac: «Ponte a par de tu holocausto, y yo iré a preguntar a Dios».

16 Y vino Dios al encuentro de Balaam, y puso palabra en su boca; y dijo: «Vuelve a Balac y esto hablarás.»

17 Y volvió a él, y él estaba a par de su holocausto, y todo los príncipes de Moab con él. Y díjole Balac: «¿Qué ha hablado Señor?»

18 Y alzó su parábola y dijo: «Alza, Balac, y oye: escúchame hijo de Sefor:

19 No(e) hombre Dios, para que mienta; no hijo de hombre, para que se arrepienta. El ha dicho ¿y no hará?; ha hablado ¿y no cumplirá?

20 He aquí, a bendecir se me ha traído; bendeciré y no me volveré.

21 No habrá dolor(f) en Jacob, ni se verá trabajo en Israel; Señor, el Dios suyo, con él; clangor y júbilo del rey, en él.

22 Dios hale sacado de Egipto: como de unicornio, su gloria(g);

23 que no hay augurio en Jacob, ni adivinación en Israel; a su tiempo se le dirá a Jacob, y a Israel lo que hubiere decretado Dios.

24 He aquí un pueblo: como leona se alzará y como león erguiráse: no dormirá hasta que devorare presa, y sangre de occisos bebiere.»

25 Y dijo Balac a Balaam: «Ni con execraciones me le execrarás; ni bendiciendo le bendecirás.»

26 Y respondió Balaam y dijo a Balac: «¿No te he dicho, diciendo: «La palabra que me hablare Dios, ésa haré?»

27 Y dijo Balac a Balaam: «Ven: te conduciré a otro lugar; si plugiere a dios, exécramele desde allí.»

28 Y condujo a Balaam a la cumbre del Fogor, el que mira al desierto.

29 Y dijo Balaam a Balac: «Edifícame aquí siete altares, y aderézame aquí siete becerros y siete carneros.»

30 E hizo Balac según le dijo Balaam, y ofreció becerro y carnero sobre el altar.

24

1 Bendición y profecía de Balaam Y, viendo Balaam que bello es en los ojos de Señor bendecir a Israel, no fue, según acostumbraba, al encuentro de las aves; y volvió su faz al desierto.

2 Y levantó Balaam sus ojos y vio a Israel acampado por tribus, y vino sobre él espíritu de Dios.

3 Y alzó su parábola y dijo: Dice Balaam hijo de Beor: dice el hombre, el que verdaderamente ve;

4 dice el que oye arcanos del poderoso; el que visión de Dios vio en sueño abiertos sus ojos.

5 !»Cuán hermosos tus pabellones, Jacob; tus moradas, Israel!

6 Como valles umbrosos, y como vergeles sobre el río, y como áloes(a) que ha plantado Dios; como cedros a par de aguas.

7 De sus cubos agua fluye: su simiente, en aguas muchas; y se ensalzará sobre Agag su rey y subirá su dominación.

8 Dios le ha guiado desde Egipto; como de unicornio, su gloria; exterminará gentes de sus enemigos; los huesos de ellos destrozará; con sus saetas traspasará.

9 Se tiende, se duerme, cual león y cual leona: ¿quién le despertará? Quien te bendejire, ¡bendito! Quien te maldijere, ¡maldito!»

10 E inflamóse la ira de Balac sobre Balaam, y batió sus palmas, y dijo Balac a Balaam: «A maldecir a mi enemigo te he llamado; y he aquí, bendiciendo le bendices tercera vez con ésta.

11 Ahora, pues, huye a tu lugar. Dije: «Te honraré», y ahora privádote ha Señor, de la gloria».

12 Y dijo Balaam a Balac: «¿No dije a tus mensajeros también que enviaste a mí, diciendo:

13 «Si me diese Balac llena su casa de plata y oro, no podría yo traspasar la palabra de Señor, para hacerla hermosa o mala delante de mí? Cuanto dijere Dios, eso diré»?

14 Y ahora he aquí corro a mi lugar, ven: te aconsejaré lo que hará este pueblo en el postrimero de los días.»

15 Y alzó su parábola y dijo: «Dice Balaam hijo de Beor; dice el hombre que verdaderamente ve;

16 dice el que oye arcanos de Dios, el que sabe sabiduría desde el Altísimo, y visión de Dios ve en sueño, abiertos sus ojos:

17 «Veréle, y no ahora: ensalzárele, y no cerca: nacerá estrella de Jacob, y levantaráse vara de Israel; y herirá los caudillos de Moab, destruirá todos los hijos de Set.

18 Y será Edom herencia y será herencia Seir a sus enemigos; e Israel hizo poderosamente.

19 Y despertaráse de Jacob y destruirá al que salvare de ciudad.»

20 Y vio a Amalec, y alzó su parábola y dijo: «Principio de gentes, Amalec; y la simiente de ellos perecerá».

21 Y vio al cineo, y alzó su parábola y dijo: «Poderosa, tu mansión; y, si pusieres en peña tu nido;

22 borrado será Cin; ¿hasta cuándo? Asur(b) te cautivará.»

23 Y vio a Og(c) y alzó su parábola y dijo: «¡Ay! ¡ay! ¿quien vivirá, cuando dispusiere esto Dios?

24 Y ¡naves de Citim!(d) maltratarán a Asur, maltratarán a los hebreos, y ellos mismos a una perecerán».

25 Y Balaam se levantó y retiróse, volviendo a su lugar; y también Balac fuese por su camino.

25

1 Los Moabitas. Fineés. Y reposaba Israel en Sitim; y contaminóse el pueblo, ramereando con las hijas de Moab;

2 y llamáronles a los sacrificios de sus dioses; y comió el pueblo y adoró a sus dioses;

3 y consagróse Israel a Beelfegor; e inflamóse en ira Señor contra Israel.

4 Y dijo el Señor a Moisés: «Toma todos los caudillos del pueblo y ahórcalos delante de Señor a la faz del sol, y se apartará la ira del furor de Señor, de Israel».

5 Y dijo Moisés a los jueces de Israel: «Matad cada cual a su prójimo consagrado a Beelfegor».

6 Y he aquí un hombre de los hijos de Israel, viniendo, trajo a sus hermanos una madianita a ojos de Moisés y a ojos de toda la congregación de los hijos de Israel; y ellos lloraban a la puerta del tabernáculo del testimonio.

7 Y viniendo Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, levantóse de en medio de la congregación, y, tomando una lanza en la mano,

8 salió tras el hombre israelita a la alcoba, y alanceó entrambos: al hombre israelita y a la mujer por la vulva de ella; y cesó la plaga entre los hijos de Israel.

9 Y llegaron a ser los muertos en la plaga, veinticuatro mil.

10 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

11 «Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, ha apartado mi furor de los hijos de Israel, celando mi celo entre ellos, y no consumí los hijos de Israel en mi celo.

12 Así di: «He aquí yo le doy mi testamento, testamento de paz;

13 y será para él y su simiente, después de él, testamento sempiterno de sacerdocio, por lo que ha celado a su Dios y expiado por los hijos de Israel».

14 Y el nombre del hombre israelita muerto con la madianita: Zambrí, hijo de Salú(a) príncipe de una familia de la tribu de Simeón;

15 y el nombre de la mujer madianita muerta: Cosbí hija de Seor; príncipe de una familia y tribu de Madián era él.

16 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

17 «Hostilizad a los madianitas y heridlos;

18 porque ellos también os hostilizaron en suplantación, por cuanto os suplantaron por Fogor(b) y por Cosbí, hija de un príncipe de Madián, hermana de ellos, la muerta el día de la plaga por Fogor».

26

1 Tercer censo de Israel en el desierto Y aconteció después de la plaga hablar el Señor a Moisés y Eleazar, hijo de Aarón, el sacerdote, diciendo:

2 «Tomad la suma de toda la congregación de hijos de Israel, de veinte años arriba, según sus casas paternas, —todo el que sale en el ejército en Israel».

3 Y hablaron Moisés y Eleazar el sacerdote, a ellos en las llanuras de Moab, sobre el Jordán, enfrente de Jericó diciendo:

4 «De veinte años arriba(a) del modo que ordenó Señor a Moisés». Y los hijos de Israel los salidos de Egipto:

5 Rubén, primogénito de Israel; e hijo de Rubén: Henoc y la familia de Henoc; de Falú, la familia de los faluitas;

6 de Esrón, la familia de los esronitas; de Carmí, la familia de los carmitas.

7 Estas, las familias de Rubén; y llegó su cuenta a cuarenta y tres mil setecientos treinta.

8 E hijos de Falú: Eliab,

9 e hijos de Eliab: Namuel(b) y Datán y Abirón: éstos los príncipes de la congregación: éstos son los que se levantaron contra Moisés y Aarón en la congregación de Coré, en el levantamiento contra Señor;

10 y abrió la tierra su boca y tragó a ellos y a Coré, en la muerte de la congregación de él, cuando devoró el fuego los doscientos cincuenta; y fueron hechos en señal.

11 Pero los hijos de Coré no murieron.

12 Los hijos de Simeón según sus familias: de Namuel, la familia de los namuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín la familia de los jaquinitas.

13 De Zaré la familia de los zareitas; de Saúl, la familia de los saúlitas;

14 éstas las familias de Simeón, por su cuenta: veintidós mil doscientos.

15 Los hijos de Gad, según sus familias: de Safón, la familia de los safonitas; de Agí, la familia de los agitas; de Suní, la familia de los sunitas;

16 de Ozní, la familia de los oznitas; de Her, la familia de los heritas;

17 de Arod, la familia de los aroditas; de Ariel la familia de los arielitas;

18 éstas, las familias de los hijos de Gad; por su cuenta: cuarenta mil quinientos.

19 Los hijos de Judá: Her y Onán; y murieron Her y Onán en tierra de Canaán;

20 y eran los hijos de Judá, según sus familias: de Selá, la familia de los selaitas; de Farés, la familia de los faresitas; de Zaré, la familia de los zareítas;

21 y era los hijos de Farés: de Hesrón, la familia de los hesronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas;

22 éstas las familias de Judá, por su cuenta: setenta y seis mil quinientos.

23 Los hijos de Isacar, según sus familias: de Tolá, la familia de los tolaítas; de Fuá, la familia de los fuaítas;

24 de Jasub, la familia de los jasubitas; de Semram, la familia de los semramitas;

25 éstas las familias de Isacar; por su cuenta: sesenta y cuatro mil trescientos.

26 Los hijos de Zabulón, según sus familias: de Sared, la familia de los sareditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jalel, la familia de los jalelitas;

27 éstas, las familias de Zabulón; por su cuenta: sesenta mil quinientos.

28 Los hijos de José, según sus familias: Manasés y Efraín;

29 hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas;

30 y éstos, los hijos de Galaad: Jezer, familia de los jezeritas; y Helec, familia de los helecitas;

31 y Asriel, familia de los asrielitas, y Sequem, familia de los sequemitas;

32 y de Semidá, la familia de los semidaítas; y de Hefer, la familia de los heferitas;

33 y a Salfaad, hijo de Hefer, no nacieron hijos, sino hijas; y éstos, los nombres de las hijas de Salfaad: Maalá, Noá, Heglá, Melcá, y Tersáa;

34 éstas, las familias de Manasés; por su cuenta: cincuenta y dos mil setecientos.

35 Y los hijos de Efraín, según sus familias: de Sutalá, la familia de los sutalaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tehén, la familia de los tehenitas:

36 Y el hijo de Sutalá, Herán, del cual la familia de los heranitas;

37 éstas, las familias de Efraín; por su cuenta: treinta y dos mil quinientos; éstas las familias de los hijos de José, según sus familias.

38 Los hijos de Benjamín, según sus familias: de Belá, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas;

39 de Sufán, la familia de los sufanitas; de Hufán, la familia de los hufanitas.

40 Y fueron los hijos de Belá: Hered y Noemán; de Hered, la familia de los hereditas, y de Noemán, la familia de los noemanitas.

41 Estos los hijos de Benjamín, según sus familias por su cuenta: cuarenta y cinco mil seiscientos.

42 Los hijos de Dan, según sus familias: de Suham, la familia de los suhamitas; éstas, las familias de Dan, según sus familias;

43 todas las familias de Suham, por su cuenta: sesenta y cuatro mil cuatrocientos.

44 Los hijos de Aser, según sus familias: de Jemná, la familia de los jemnaítas; de Jesuí, la familia de los jesuitas; de Brié, la familia de los brieítas.

45 De los hijos de Brié: de Heber, la familia de los heberitas; de Melquiel, la familia de los melquielitas;

46 y el nombre de la hija de Aser: Sara;

47 éstas, las familias de Aser; por su cuenta: cincuenta y tres mil cuatrocientos.

48 Los hijos de Neftalí, según sus familias: de Jesiel, la familia de los jesielitas; de Guní, la familia de los gunitas;

49 de Jeser, la familia de los jeseritas; de Selem, la familia de los selemitas;

50 éstas, las familias de Neftalí; por su cuenta: cuarenta y cinco mil cuatrocientos.

51 Esta es la cuenta de los hijos de Israel: seiscientos un mil setecientos treinta.

52 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

53 A éstos repartiráse la tierra, para poseerla, por el número de nombres;

54 a los más aumentarás la posesión, y a los menos disminuirás la posesión; a cada uno, según han sido contados se dará la posesión de ellos.

55 Por suerte se repartirá la tierra; según los nombres de las tribus de sus padres, poseerán;

56 por la suerte repartirás su posesión entre los muchos y los pocos.»

57 Y los contados de Leví, según sus familias: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Caat, la familia de los caatitas; de Merarbí, la familia de los merarbitas,

58 éstas las familias de los hijos de Leví: familia de Lobní, familia de Hebróm, familia de Moholí, familia de Musí, familia de Coré; y Caat engendró a Amram;

59 y el nombre de su mujer: Jocabed, hija de Leví; la que le nació en Egipto; y parió a Amram, Aarón y Moisés, y María, la hermana de ellos.

60 Y nacieron a Aarón: Nadab, y Abiú, y Eleazar e Itamar;

61 y murieron Nadab y Abiú, al ofrecer fuego, fuego extraño delante de Señor.

62 Y fueron, por la cuenta de ellos: veintitrés mil; todo lo masculino, de un mes arriba; porque no fueron contados juntamente con los hijos de Israel; pues no se les había dado heredad entre los hijos de Israel.

63 Y ésta la cuenta de Moisés y Eleazar el sacerdote; cuando contaron los hijos de Israel en las llanuras de Moab, sobre el Jordán, enfrente de Jericó.

64 Y entre éstos no había hombres de los contados por Moisés y Aarón; que contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.

65 Porque díjoles el Señor: «De muerte morirán en el desierto»; y no quedó de ellos uno solo; fuera de Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun.

27

1 Ley hereditaria. Moisés ve la tierra prometida. Josué. Y llegáronse las hijas de Salfaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, hijo de José; y éstos los nombres de ellas: Maalá, y Noá, y Meglá, y Melcá y Tersá;

2 Y presentáronse ante Moisés y ante Eleazar el sacerdote, y ante los príncipes y ante toda la congregación, a la puerta del tabernáculo del testimonio, diciendo:

3 «Nuestro padre murió en el desierto, y él no estuvo en medio de la congregación del levantamiento contra Señor, en la congregación de Coré; sino que en su pecado(a) murió; e hijos no le nacieron;

4 ¿por qué se borrará el nombre de nuestro padre, de su familia, por no haber tenido hijo? Dadnos heredad entre los hermanos de nuestro padre».

5 Y llevó Moisés su causa ante el Señor.

6 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

7 «Bien las hijas de Salfaad han dicho: les darás posesión entre los hermanos de su padre, y traspasarás a ellas la herencia de su padre.

8 Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: «Un hombre si muriere y no tuviere hijo, traspasad su herencia a la hija;

9 y, si no tuviere hija, dad su herencia a su hermano;

10 y si no tuviere hermanos, dad su herencia al hermano de su padre;

11 y, si no hubiere hermanos de su padre, da su herencia al pariente más cercano de su tribu, que le herede; y será esto para los hijos de Israel justicia de juicio, según ha ordenado Señor a Moisés.»

12 Y dijo el Señor a Moisés: «Asciende a este monte Abarim, y ve la tierra de Canaán que yo doy a los hijos de Israel;

13 y la verás y serás reunido a tu pueblo también tú, según fue reunido tu hermano Aarón;

14 por esto: porque os desviasteis de mi palabra en el desierto de Sin, al contradecirme la congregación, cuando debíais santificarme en el agua; ante los ojos de ellos; ésta es el «agua de la contradicción», en Cadés en el desierto de Sin.»

15 Y dijo Moisés al Señor:

16 «Provea Señor, el Dios de los espíritus y de toda carne, un hombre a esta congregación;

17 quien salga a faz de ellos y quien entre a faz de ellos; y quien les saque y quien les entre(b); y no será la congregación de Señor como ovejas que no tienen pastor.»

18 Y habló el Señor a Moisés, diciendo: «Toma contigo a Josué, hijo de Nun, hombre que tiene espíritu en sí, y pondrás tus manos sobre él;

19 y le pondrás delante de Eleazar el sacerdote y de toda la congregación, y le preceptuarás en los ojos de ellos:

20 y pondrás tu gloria(c) sobre él, para que le escuchen los hijos de Israel.

21 Y delante de Eleazar el sacerdote se pondrá y preguntará el juicio de la luz(d) ante Señor; y, a su palabra saldrán, y a su palabra entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.»

22 E hizo Moisés según le mandó Señor; y tomó a Josué, y le puso delante de Eleazar el sacerdote y delante de toda la congregación;

23 y puso sus manos sobre él y preceptuóle, según mandó Señor a Moisés.

28

1 Sacrificios cotidianos. Fiestas Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

2 «Manda a los hijos de Israel, y les dirás: «Mis oblaciones, mis dones, mis holocaustos en olor de suavidad, cuidaréis de ofrecerme en mis fiestas».

3 Y les dirás: «Estos, los holocaustos que ofreceréis a Señor: Corderos, de año, intachables, dos al día, en holocausto perpetuo:

4 el un cordero harás por la mañana y el otro cordero harás hacia la tarde.

5 Y harás un décimo de efá(a) de harina flor para ofrenda, amasada con un cuarto de hin de aceite molido.

6 Holocausto perpetuo, cual se hizo en el monte Sinaí, en olor de suavidad; holocausto a Señor;

7 y la libación de él, un cuarto de hin para cada cordero; en el santuario libarás libación, licor generoso, a Señor.

8 Y el otro cordero harás hacia la tarde; según la hostia de él, la matutina, y según la libación de él haréis, en olor de suavidad a Señor.

9 Y el día del sábado ofreceréis dos corderos, de año, intachables, y dos décimos de harina flor amasada con aceite, en hostia y la libación de ella;

10 un holocausto del sábado en los sábados; fuera del holocausto perpetuo y la libación de él.

11 Y en las neomenias ofreceréis holocausto al Señor: becerros dos, carnero uno, corderos de año siete, intachables;

12 tres décimas de harina flor amasada con aceite para cada becerro, y dos décimas de harina flor, amasada con aceite sobre cada carnero;

13 y una décima de harina flor para cada cordero: hostia en olor de suavidad, holocausto al Señor.

14 La libación de ellos: medio hin, será para cada becerro; y un tercio de hin será para cada carnero; y un cuarto de hin para cada cordero; de vino; éste, el holocausto, de mes en mes por todos los meses del año.

15 Y cabrón uno, por pecado(b), al Señor; fuera el holocausto el perpetuo, se hará, y la libación de él.

16 Y en el mes el primero, el día catorce del mes, pascua a Señor.

17 Y el día quince de este mes, fiesta: siete días ázimos comeréis.

18 Y el día el primero, convocación santa tendréis: toda obra servil no haréis.

19 Y ofreceréis holocausto, oblación a Señor: becerros dos, carnero uno, corderos de año siete; intachables os serán.

20 Y hostia de ellos: harina flor, amasada con aceite: tres décimas para el becerro y dos décimas para el carnero,

21 y una décima harás para cada cordero de los siete corderos;

22 y cabrón uno, por pecado, para expiar por vosotros;

23 a más del holocausto perpetuo matutino, haréis éstos.

24 Según éstos haréis al día, por los siete días, dádiva-oblación, en olor de suavidad a Señor; a más del holocausto el perpetuo la haréis, y la libación de ella.

25 Y el día el séptimo convocación santa tendréis: toda obra servil no haréis en él.

26 Y el día de las primicias(c), cuando ofreciereis oblación nueva a Señor, en vuestras semanas, convocación santa tendréis: toda obra servil no haréis.

27 Y ofreceréis holocausto, en olor de suavidad a Señor: becerros dos, carnero uno, corderos de año, siete, intachables;

28 y la oblación de ellos, harina flor amasada con aceite: tres décimas para cada becerro, y dos décimas para cada carnero;

29 una décima para cada cordero de los siete corderos;

30 y cabrón uno, por pecado, para expiar por vosotros;

31 a más del holocausto perpetuo; y la oblación de ellos haréisme (intachables os serán) y las libaciones de ellos.»

29

1 Otros sacrificios Y el mes el séptimo, el primero del mes, convocación santa tendréis: toda obra servil no haréis; os será día de clangor de trompetas.

2 Y haréis holocausto, en olor de suavidad al Señor: becerro uno, carnero uno, corderos de año siete, intachables.

3 La oblación de ellos, harina flor amasada con aceite: tres décimas para cada becerro, y dos décimas para cada carnero;

4 una décima para cordero, de los siete corderos;

5 y cabrón uno por pecado, para expiar por vosotros;

6 fuera del holocausto de la neomenia y las oblaciones de él, y las libaciones de él, conforme a su ley, en olor de suavidad, holocausto al Señor.

7 Y el diez de este mes, convocación santa tendréis y afligiréis vuestras almas, y toda obra no haréis.

8 Y ofreceréis holocausto en olor de suavidad, al Señor: becerro uno, carnero uno, corderos de año siete; intachables os serán.

9 La oblación de ellos harina flor amasada con aceite: tres décimas para cada becerro, dos décimas para cada carnero;

10 una décima para cada cordero de los siete corderos;

11 y cabrón uno, por pecado; fuera de lo por el pecado de la expiación, y del holocausto perpetuo y su oblación y su libación.

12 Y el día quince de este mes séptimo, convocación santa tendréis: toda obra servil no haréis; y le celebraréis, fiesta a Señor siete días;

13 y ofreceréis holocausto-oblación, en olor de suavidad a Señor: el primer día, becerros trece, carneros dos, corderos de año, catorce; intachables serán;

14 y las oblaciones de ellos, harina flor amasada con aceite: tres décimas para cada becerro de los trece becerros; y dos décimas para cada carnero de los dos carneros;

15 y una décima para cada cordero de los catorce corderos;

16 y cabrón uno, por pecado (fuera del holocausto perpetuo), sus oblaciones y sus libaciones.

17 El día, el segundo: becerros doce, carneros dos, corderos de año catorce, intachables;

18 y la oblación de ellos y la libación de ellos para los becerros, y los carneros y los corderos, según el número de ellos, según el rito de ellos;

19 y cabrón uno por pecado (fuera del holocausto perpetuo), las oblaciones de ellos y las libaciones de ellos.

20 El día el tercero: becerros once, carneros dos, corderos de año catorce, intachables;

21 la oblación de ellos y la libación de ellos para los becerros, y los carneros y los corderos, según su número, según su rito;

22 y cabrón uno, por pecado; (fuera del holocausto perpetuo); sus oblaciones y sus libaciones.

23 El día, el cuarto: becerros diez, carneros dos, corderos de año catorce, intachables;

24 sus oblaciones y sus libaciones, para los becerros, y los carneros, y los corderos, según su rito;

25 y cabrón uno, por pecado (fuera del holocausto perpetuo); sus oblaciones y sus libaciones.

26 El día, el quinto: becerros nueve, carneros dos, corderos de año catorce, intachables;

27 sus oblaciones y sus libaciones, para los becerros, y los carneros, y los corderos, según su número, según su rito;

28 y cabrón uno, por pecado (fuera del holocausto perpetuo); sus oblaciones y sus libaciones.

29 El día el sexto: becerros ocho, carneros dos, corderos de año catorce, intachables;

30 sus oblaciones y sus libaciones para los becerros, y los carneros y los corderos, según su número, según su rito;

31 y cabrón uno, por pecado (fuera del holocausto perpetuo); sus oblaciones y sus libaciones.

32 El día el séptimo: becerros siete, carneros dos, corderos de año catorce, intachables;

33 sus oblaciones y sus libaciones, para los becerros, y los carneros y los corderos, según su número, según su rito;

34 y cabrón uno, por pecado (fuera del holocausto perpetuo); sus oblaciones y sus libaciones.

35 Y el día, el octavo, seráos fiesta final: toda obra servil no haréis en él;

36 y ofreceréis holocausto, en olor de suavidad, oblación al Señor: becerro uno, carnero uno, corderos de año siete, intachables;

37 sus oblaciones y sus libaciones, para el becerro, y el carnero y los corderos, según su número, según su rito;

38 y cabrón uno, por pecado (fuera del holocausto perpetuo); sus oblaciones y sus libaciones.

39 Esto haréis a Señor en vuestras fiestas; fuera de vuestros votos; y espontáneas dádivas en(a) vuestros holocaustos, y vuestras oblaciones y vuestras libaciones y vuestras hostias pacíficas.»

40 (30:1) Y Moisés habló a los hijos de Israel, según todo cuanto mandó Dios a Moisés.

30

1 De los votos (30:2) Y habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: «Esta es la palabra que ha mandado el Señor:

2 (30:3) «Hombre que vote voto al Señor, o jurare juramento, o se impusiere una obligación, no contaminará su palabra: todo cuanto hubiere salido de su boca, hará.

3 (30:4) Mas, si votare una mujer voto al Señor o se impusiere una obligación en la casa de su padre, en su juventud;

4 (30:5) y callare su padre a ello, valen todos sus votos; y todas la obligaciones que se ha impuesto, valen.

5 (30:6) Mas, si vedando, le vedare su padre el día que oyere todos sus votos y las obligaciones que se hubiere impuesto, no valdrán; y Señor la perdonará por haberle vedado su padre.

6 (30:7) Y, si viniere a ser de marido, y tuviere sobre sí votos o lo que hubiere salido de sus labios, obligando a su alma,

7 (30:8) y lo oyere su marido, y callare a ello el día que lo oyere; valdrán todos sus votos y obligaciones que se hubiere impuesto.

8 (30:9) Pero, si vedando le vedare su marido el día, que oyere todos sus votos y lo que hubiere salido de sus labios, obligando a su alma, no valdrán, porque su marido le ha vedado, y Señor la perdonará.

9 (30:10) Y el voto de la viuda y la repudiada, cuanto votare, vale para ella.

10 (30:11) Y, si en la casa de su marido, su voto o la obligación que se hubiere impuesto con juramento;

11 (30:12) y lo hubiere oído su marido y callado a ello, valdrán todos sus votos; y todas las obligaciones que se hubiere impuesto valdrán.

12 (30:13) Mas, si anulando, anulare su marido el día que lo oyere, cuanto hubiere salido de sus labios, por lo tocante a sus votos y a todas las obligaciones de su alma, no vale para ella: su marido lo ha anulado, y Señor la perdonará.

13 (30:14) Todo voto y todo juramento promisorio de afligir el alma, su marido lo confirma y su marido lo anula.

14 (30:15) Mas, si su marido callare a ello, de día en día; confirmará todos los votos de ella y todas las obligaciones que tiene ella sobre sí, porque calló a ello el día que lo oyó;

15 (30:16) y si anulando, lo anulare su marido, después del día que lo oyó, se llevará su pecado.

16 (30:17) Estas, las leyes cuantas mandó Señor a Moisés entre marido y mujer, entre padre e hija en su juventud, en casa de su padre.»

31

1 Exterminio de Madián. Balaam es muerto. Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

2 «Vindica la vindicta de los hijos de Israel, de los madianitas; y después reunido serás a tu pueblo.»

3 Y habló Moisés al pueblo, diciendo: «Armad de vosotros varones en ejército ante Señor; contra Madián.

4 Mil de tribu, mil de tribu, de todas las tribus de hijos de Israel, enviad a guerra.»

5 Y fueron contados, de los millares de Israel, mil por tribu: doce millares en guerra.

6 Y enviólos Moisés, mil por tribu, con el ejército de ellos, y Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote; y los vasos sacros y las trompetas de alarma, en sus manos.

7 Y ordenáronse contra Madián, según había ordenado el Señor a Moisés; y mataron todo lo masculino.

8 Y a los reyes de Madián mataron en medio de sus muertos: a Eví, y a Requem, y a Sur, y a Hur, y a Rebé: cinco reyes de Madián; y a Balaam, hijo de Beor, mataron a espada.

9 Y cautivaron los hijos de Israel a las mujeres de Madián, y sus hijos y sus ganados y todos sus haberes; y todas las pertenencias de ellos devastaron;

10 y todas sus ciudades, las en sus moradas, y todas sus alquerías quemaron en fuego.

11 Y tomaron todo el botín de ellos; y todos los despojos de ellos, de hombre a bestia;

12 y trajeron a Moisés y a Eleazar el sacerdote y a todos los hijos de Israel, lo cautivo y los despojos, y el botín, al campamento en las llanuras de Moab, las sobre el Jordán, enfrente de Jericó.

13 Y salió Moisés y Eleazar, el sacerdote y todos los príncipes de la congregación, al encuentro de ellos, fuera del campamento.

14 Y airóse Moisés contra los caudillos del ejército, los tribunos y centuriones que venían de la expedición de guerra.

15 Y díjoles Moisés: «Por qué habéis dejado vivo todo lo femenino?

16 He aquí éstas fueron a los hijos de Israel, por palabra de Balaam, para separarse y desentenderse de la palabra de Señor, por causa de Fogor; y hubo la plaga en la congregación de Señor.

17 Y ahora matad todo lo masculino entre los niños, y toda mujer que hubiere conocido varón en coito, matad.

18 Y toda criatura de las mujeres, la que no sepa de coito de varón, reserváos.

19 Y vosotros acampad fuera del campamento siete días: todo el que hubiere quitado alma y el que hubiere tocado occiso, purificaráse el día tercero y el día séptimo, vosotros y los cautivos.

20 Y toda vestimenta, y todo utensilio de piel y toda obra de pelo caprino, y toda obra lígnea purificad.»

21 Y dijo Eleazar el sacerdote a los varones del ejército que habían venido de la expedición de guerra: «Este es el precepto de la ley que mandó el Señor a Moisés:

22 «Sólo el oro, y la plata, y bronce, y hierro, y plomo y estaño

23 (toda cosa que pasa por el fuego) pasará por el fuego y se purificará; empero por el agua de la purificación, se purificará; y todo cuanto no pasa por el fuego, pasará por el agua.

24 Y lavaréis vuestras vestiduras el día séptimo, y os purificaréis, y, después de esto, entraréis en el campamento.»

25 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

26 «Toma la cuenta del botín, de los cautivos, de hombre a bestia, tú y Eleazar el sacerdote y los príncipes de las tribus de la congregación;

27 y partiréis el botín entre los guerreros que salieron a la guerra y entre toda la congregación.

28 Y aparta como tributo al Señor, de parte de los guerreros que salieron a la guerra: un alma de quinientas, de los hombres, y de los bueyes, y de las ovejas y de los asnos;

29 de la mitad de ellos lo tomaréis; y darás a Eleazar, el sacerdote, las primicias de Señor.

30 Y de la mitad de lo de los hijos de Israel, tomarás uno de cincuenta, de los hombres, y de los bueyes, y de los asnos; de todas las bestias y lo darás a los levitas, a los que guardan las guardas en el tabernáculo de Señor.»

31 E hizo Moisés y Eleazar el sacerdote, según ordenó Señor a Moisés.

32 Y fue lo sobrante de la presa que apresaron los varones guerreros: de ovejas, seiscientos setenta y cinco mil;

33 y bueyes; setenta y dos mil;

34 y asnos: sesenta y un mil;

35 y almas de hombres, de mujeres que no habían conocido coito de varón: treinta y dos mil.

36 Y fue la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra: el número de las ovejas, trescientos treinta y siete mil quinientos;

37 y el tributo para Señor, en ovejas: seiscientas setenta y cinco;

38 y bueyes; treinta y seis mil; y su tributo a Señor: setenta y dos;

39 y asnos: treinta mil quinientos; y su tributo a Señor: sesenta y uno;

40 y almas de hombres: dieciséis mil; y su tributo a Señor: treinta y dos almas.

41 Y dio Moisés el tributo del Señor: las primicias de Dios, a Eleazar el sacerdote, según ordenó Señor a Moisés;

42 y de la mitad para los hijos de Israel, los que separó Moisés de los varones guerreros;

43 y fue la mitad para la congregación, en ovejas: trescientas treinta y siete mil quinientas;

44 y bueyes: treinta y seis mil;

45 asnas: treinta mil quinientos;

46 y almas de hombres: dieciséis mil.

47 Y tomó Moisés de la mitad para los hijos de Israel: uno de cada cincuenta, en hombres y en bestias, y diolo a los levitas que guardan las guardas del tabernáculo de Señor; del modo que ordenó Señor a Moisés.

48 Y vinieron a Moisés todos los que estaban sobre los millares del ejército: tribunos y centuriones;

49 y dijeron a Moisés: Los niños tuyos hemos tomado la cuenta de los varones guerreros, los con nosotros, y no ha faltado de ellos uno solo;

50 y hemos traído la dádiva a Señor, cada uno lo que ha hallado: vasos de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para expiar por nosotros ante Señor.»

51 Y tomó Moisés y Eleazar el sacerdote, el oro de ellos: toda alhaja elaborada;

52 y fue todo el oro, las primicias que separaron para Señor dieciséis mil setecientos cincuenta siclos, de los tribunos y de los centuriones.

53 Y los varones guerreros apresado habían cada cual para sí.

54 Y tomó Moisés y Eleazar el sacerdote, el oro de los tribunos y de los centuriones; y lo trajeron al tabernáculo del testimonio: memorial de los hijos de Israel ante Señor.

32

1 Posesiones de Rubén, Gad y Manasés Y ganado, muchedumbre, tenían los hijos de Rubén; y los hijos de Gad, muchedumbre grande sobremanera; y vieron la región de Jazer y la región de Galaad; y era el lugar, lugar para ganado.

2 Y viniendo los hijos de Rubén y los hijos de Gad, dijeron a Moisés y Eleazar el sacerdote, y a los príncipes de la congregación diciendo:

3 «Atarot, y Dibón, y Jazer, y Nemra, y Hesebón, y Elealé, y Sabán, y Nebó y Beón;

4 tierra que percutió el Señor a faz de los hijos de Israel, tierra ganadera es, y tus niños ganado tienen.»

5 Y decían: «Si hemos hallado gracias a faz tuya, dése esta tierra a tus siervos en posesión, y no nos pases al través del Jordán.»

6 Y dijo Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: «Vuestros hermanos van a la guerra, y vosotros ¿os sentaréis aquí?

7 Y ¿por qué pervertís los pensamientos de los hijos de Israel para que no pasen a la tierra que Señor les da?

8 ¿No hicieron así vuestros padres, cuando les envié de Cadés-Barné a explorar la tierra?

9 Y subieron al valle del Racimo, y exploraron la tierra y apartaron el corazón de los hijos de Israel, para que no entrasen en la tierra, que les dio Señor.

10 Y se inflamó en furor el Señor en aquel día, y juró diciendo:

11 «¡No verán estos hombres que han subido de Egipto, de veinte años arriba, la tierra que juré a Abrahán e Isaac y Jacob pues no han seguido en pos de mí!...»

12 Fuera de Caleb, hijo de Jefoné el cenezeo, y Josué hijo de Nun; pues siguieron en pos de Señor.»

13 E inflamóse en furor el Señor contra Israel y les giró por el desierto cuarenta años, hasta desaparecer toda la generación, los que hicieron lo malo delante de Señor.

14 He aquí os alzasteis en lugar de vuestros padres, raza de hombres pecadores a acrecentar aún el furor inflamado del Señor sobre Israel.

15 Porque, si os apartareis de él, le dejará aún más tiempo en el desierto, y perderéis a toda esta congregación.»

16 Y acercáronse a él y decían: «Rediles de ovejas construiremos aquí para nuestro ganado, y ciudades para nuestras familias;

17 y nosotros nos armaremos en vanguardia los primeros de los hijos de Israel, hasta que les llevemos a su lugar; y habitará nuestra familia en ciudades muradas, por causa de los que habitan la tierra.

18 No volveremos, no, a nuestras casas, hasta que sean repartidos los hijos de Israel cada uno en su heredad;

19 y ya no heredaremos con ellos allende el Jordán, al oriente.»

20 Y díjoles Moisés: «Si hiciereis según esta palabra; si os armareis ante el Señor en guerra;

21 y pasare cada armado de vosotros el Jordán, ante el Señor, hasta que sea lanzado su enemigo de su faz;

22 y subyugada la tierra ante el Señor y después de esto volviereis, inocentes seréis ante el Señor, y ante Israel; y seráos esta tierra posesión ante el Señor.

23 Pero, si no hiciereis así, pecaréis ante el Señor y conoceréis vuestro pecado cuando os cogiere el mal.

24 Fabricaos ciudades para vuestras familias, y rediles para vuestro ganado; y lo salido de vuestra boca, haced.»

25 Y dijeron los hijos de Rubén y los hijos de Gad a Moisés: «Los niños tuyos harán, según el Señor nuestro manda;

26 nuestras familias y nuestras mujeres y todos nuestros ganados estarán en las ciudades de Galaad;

27 pero los niños tuyos pasarán todos armados y ordenados, ante Señor, a la guerra, al modo que el Señor dice.»

28 Y puso con ellos Moisés a Eleazar, el sacerdote, y a Josué, hijo de Nun y Moisés a Eleazar, el sacerdote, y a los príncipes de las familias paternas de Israel.

29 Y díjoles Moisés: «Si pasaren los hijos de Rubén y los hijos de Gad, con vosotros, el Jordán, todos armados en guerra ante Señor; y subyugareis la tierra delante de vosotros; dadles la tierra de Galaad en posesión.

30 Pero, si no pasaren armados, con vosotros, poseerán junto con vosotros, en la tierra de Canaán.»

31 Y respondieron los hijos de Rubén y los hijos de Gad, diciendo: «Cuanto el Señor dice a sus siervos; así haremos;

32 nosotros pasaremos armados ante Señor, a la tierra de Canaán; y nos daréis la posesión aquende el Jordán.»

33 Y dioles Moisés a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad, y a la mitad de la tribu de Manasés, hijo de Josué, el reino de Sehón, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basán; la tierra y las ciudades con los confines de ella; ciudades de la tierra en contorno.

34 Y edificaron los hijos de Gad a Dibón, y Atarot, y Aroer,

35 y Etrot, y Sofán, y Jaser, y Jegbahá,

36 y Bet, Nemrá y Betarán ciudades fortificadas y rediles de ovejas.

37 Y los hijos de Rubén edificaron a Hesebón, y Elealé, y Cariataím,

38 y Nabó y Baalméon, mudadas de nombres, y a Sebamá; y denominaron según los nombres de ellos las ciudades que edificaron.

39 Y fueron los hijos de Maquir, hijo de Manasés, a Galaad y la tomaron.

40 Y dio Moisés Galaad a Maquir, hijo de Manasés; y habitó en ella.

41 Y Jaír, hijo de Manasés, fue y tomó las aldeas de ellos y denominólas: Aldeas de Jaír.

42 Y Nobé fue y tomó a Canat y las villas de ella y denominólas: Nobé, de su nombre.

33

1 Mansiones de Israel en el desierto Y éstas, las mansiones de los hijos de Israel cuando salieron de tierra de Egipto, por sus escuadrones en mano de Moisés y Aarón;

2 y escribió Moisés sus decampamentos, y sus acampamentos, por palabra de Señor. Y éstas, las mansiones de su peregrinación.

3 Decamparon de Ramesés el mes primero, el día quince del mes primero; el día después de pascua salieron los hijos de Israel en mano excelsa, y a los ojos de todos los egipcios;

4 y los egipcios sepultaban todos los muertos que percutió Señor, todo primogénito en tierra de Egipto; y en sus dioses hizo vindicta Señor.

5 Y decamparon los hijos de Israel, de Ramesés, y acamparon en Socot.

6 Y decamparon de Socot, y acamparon en Etán; la que está en el confín del desierto.

7 Y decamparon de Etán, y acamparon a faz de Fihahirot; que está enfrente de Beelsefón, y acamparon enfrente de Magdalo.

8 Y decamparon de Fihahirot y atravesaron, por medio del mar, al desierto, y anduvieron camino de tres días por el desierto, y acamparon en Mará(a).

9 Y decamparon de Mará, y vinieron a Elim; y en Elim, doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí y a par del agua.

10 Y decamparon de Elim, y acamparon sobre el mar Rojo.

11 Y decamparon del mar Rojo, y acamparon en el desierto de Sin.

12 Y decamparon del desierto de Sin, y acamparon en Dafcá.

13 Y decamparon de Dafcá, y acamparon en Alus.

14 Y decamparon de Alus, y acamparon en Rafidim; y no tenía allí agua el pueblo para beber.

15 Y decamparon de Rafidim, y acamparon en el desierto de Sinaí.

16 Y decamparon del desierto de Sinaí, y acamparon en los Sepulcros de la concupiscencia.

17 Y decamparon de los Sepulcros de la concupiscencia, y acamparon en Haserot.

18 Y decamparon de Haserot, y acamparon en Retmá.

19 Y decamparon de Retmá, y acamparon en Remón-Farés.

20 Y decamparon de Remón-Farés, y acamparon en Lebná.

21 Y decamparon de Lebná, y acamparon en Resá.

22 Y decamparon de Resá, y acamparon en Ceelatá.

23 Y decamparon de Ceelatá, y acamparon en el monte de Sefer.

24 Y decamparon del monte de Sefer, y acamparon en Aradá.

25 Y decamparon de Aradá, y acamparon en Maselot.

26 Y decamparon de Maselot, y acamparon en Tahat.

27 Y decamparon de Tahat, y acamparon en Taré.

28 Y decamparon de Taré, y acamparon en Metcá.

29 Y decamparon de Metcá, y acamparon en Hesmoná.

30 Y decamparon de Hesmoná, y acamparon en Moserot.

31 Y decamparon de Moserot, y acamparon en Bene-Jaacan.

32 Y decamparon de Bene-Jaacan, y acamparon en el monte de Gadgad.

33 Y decamparon de Gadgad, y acamparon en Jetebatá.

34 Y decamparon de Jetebatá, y acamparon en Hebroná.

35 Y decamparon de Hebroná, y acamparon en Asiongaber.

36 Y decamparon de Asiongaber, y acamparon en el desierto de Sin; éste es Cadés.

37 Y decamparon de Cadés, y acamparon en el monte Hor, en los confines de la tierra de Edom.

38 Y subió Aarón, el sacerdote, al monte de Hor, por mandato de Señor, y murió allí en el año cuarenta de la salida de los hijos de Israel, de Egipto, en el mes quinto, el primero del mes.

39 Y Aarón era de ciento veintitrés años, cuando murió en el monte Hor.

40 Y oyó el cananeo rey de Arad; y éste habitaba al mediodía, en tierra de Canaán, que venían los hijos de Israel.

41 Y decamparon del monte Hor, y acamparon en Salmoná.

42 Y decamparon de Salmoná, y acamparon en Funón.

43 Y decamparon de Funón, y acamparon en Obot.

44 Y decamparon de Obot, y acamparon en Je Abarim, en los confines de Moab.

45 Y decamparon de Je Abarim, y acamparon en Dibón Gad.

46 Y decamparon de Dibón Gad, y acamparon en Helmondeblataím.

47 Y decamparon de Helmondeblataím, y acamparon en la montaña Abarim, frente a Nabó.

48 Y decamparon de la montaña de Abarim, y acamparon en las llanuras de Moab, sobre el Jordán, frente a Jericó.

49 Y acamparon a orillas del Jordán, desde Betsimot hasta Abelsatim, en las llanuras de Moab, sobre el Jordán, frente a Jericó.

50 Y habló el Señor a Moisés en las llanuras de Moab, frente a Jericó, diciendo:

51 «Habla a los hijos de Israel, y les dirás: «Vosotros pasad el Jordán a tierra de Canaán:

52 y destruiréis a todos los habitadores de la tierra, ante vuestra faz; y demoleréis todas sus atalayas; y todos los ídolos los conflátiles de ellos los destruiréis; y todas las columnas de ellos demoleréis;

53 y destruiréis a todos los habitantes de la tierra, y habitaréis en ella; que a vosotros he dado la tierra de ellos en posesión.

54 Y repartiréis sus tierras por suertes, según vuestras tribus: a los más aumentaréis su posesión y a los menos disminuiréis su posesión: donde saliere su nombre allí será su posesión; según las tribus paternas vuestras repartiréis.

55 Pero si no destruyereis los habitantes de la tierra, ante vuestra faz, serán los que dejareis de ellos, astillas en vuestros ojos y tiros en vuestros costados; y os hostilizarán sobre la tierra, sobre la cual vosotros habitaréis;

56 y será: cual pensaba yo hacer a ellos, haré a vosotros.

34

1 Delimitación de Canaán. Sus repartidores. Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

2 «Manda a los hijos de Israel, y les dirás: «Vosotros entraréis en la tierra de Canaán; ésta tendréis en posesión; la tierra de Canaán con sus confines.

3 Y os será la parte, la del mediodía, desde el desierto de Sin; que está a lo largo de Edom; y os será los límites al mediodía, desde el fin del mar salado, al oriente;

4 y se os redondearán los límites, desde el mediodía hacia la subida de Acrabim; y pasarán a Sená, y será su término, al mediodía, Cadés-Barné; y saldrán a la villa Adar y pasarán a Asemoná;

5 y rodearán los confines desde Asemoná el torrente de Egipto; y será su salida el mar.

6 Y los confines del mar os serán: el mar el grande(a) os confinará: éste os será el confín del mar.

7 Y éstos os serán los confines al septentrión: desde el mar el grande os mediréis desde el monte de los montes(b).

8 Y, desde el monte de los montes os mediréis, llegando hasta Emat; y será su confín Sedadá;

9 y el confín saldrá a Zefroná, y su término será la villa Enán; éste os será confín al septentrión.

10 Y os mediréis los confines del oriente, desde la villa Enán hasta Sefamá;

11 y bajarán los confines desde Sefamá a Reblá, de oriente a la fuente de Dafnin; y bajarán los confines hasta la espalda del mar de Zeneret(c);

12 y bajarán los confines sobre el Jordán y será su salida en mar salado; ésta seráos la tierra y los confines de ella en contorno.»

13 Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: «Esta la tierra que heredaréis por suertes, del modo que ha mandado Señor darla a las nueve tribus, y a la mitad de la tribu de Manasés.

14 Porque ha tomado la tribu de hijos de Rubén, según sus casas paternas, y la tribu de hijos de Gad, según sus casas paternas; y la mitad de la tribu de Manasés han tomado sus herencias;

15 dos tribus y media tribu han tomado sus herencias aquende el Jordán, enfrente de Jericó, del austro al oriente.»

16 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:

17 «Estos, los nombres de los varones que os repartirán la tierra: Eleazar, el sacerdote y Josué, hijo de Nun;

18 y un príncipe de cada tribu tomaréis para repartiros la tierra.

19 Y éstos, los nombres de los varones: de la tribu de Judá: Caleb, hijo de Jefoné;

20 de la tribu de Simeón: Samuel, hijo de Amiub;

21 de la tribu de Benjamín: Elidad, hijo de Caselón;

22 de la tribu de Dan: príncipe Boqui, hijo de Joglí;

23 de los hijos de José: de la tribu de los hijos de Manasés: príncipe Haniel, hijo de Efod;

24 de la tribu de los hijos de Efraín: Camuel, hijo de Seftán;

25 de la tribu de Zabulón: príncipe Elisafán, hijo de Farnac;

26 de la tribu de los hijos de Isacar: príncipe Faltiel, hijo de Ozán;

27 de la tribu de hijos de Aser: príncipe Ahiud, hijo de Salomí;

28 de la tribu de hijos de Neftalí: príncipe Fedail, hijo de Amiud.

29 A éstos mandó Señor repartir a los hijos de Israel, en tierra de Canaán.

35

1 Ciudades levíticas y asilatorias Y habló el Señor a Moisés en las llanuras de Moab, sobre el Jordán, enfrente de Jericó, diciendo:

2 «Ordena a los hijos de Israel, y darán a los levitas de sus heredades de posesión ciudades de habitar; y los suburbanos de las ciudades darán a los levitas;

3 y serán de ellos las ciudades de habitar y los ejidos de ellas serán para su ganado y todos sus cuadrúpedos;

4 y los ejidos de las ciudades que daréis a los levitas, desde el muro de la ciudad para fuera: mil(a) codos en contorno:

5 y medirás, fuera de la ciudad, la parte al oriente: dos mil codos; y la parte al mediodía: dos mil codos; y la parte occidental: dos mil codos; y la parte septentrional: dos mil codos; y la ciudad, al medio de esto, os estará, y los suburbanos de las ciudades.

6 Y las ciudades daréis a los levitas: las seis ciudades del refugio, que daréis a refugiarse allí al homicida; y, además de éstas: cuarenta y dos ciudades.

7 Todas las ciudades que daréis a los levitas: cuarenta y ocho ciudades; ellas y los suburbanos de ellas.

8 Y las ciudades que diereis, de la heredad de los hijos de Israel: de los de mucho, mucho; y de los pocos, poco: cada uno, según su heredad que hubieren heredado, darán, de las ciudades, a los levitas.»

9 Y habló el Señor a Moisés diciendo:

10 «Habla a los hijos de Israel, y les dirás: «Vosotros pasáis el Jordán a tierra de Canaán;

11 y os elegiréis ciudades: refugios os serán para refugiarse allí el homicida; todo el que hubiere percutido alma involuntariamente.

12 Y serán las ciudades para vosotros refugios ante el consanguíneo, y no morirá el homicida, hasta que comparezca delante de la congregación en juicio.

13 Y las ciudades que daréis, las seis ciudades, refugios os serán;

14 las tres ciudades daréis, allende el Jordán, y las tres ciudades daréis en tierra de Canaán; asilos serán,

15 para los hijos de Israel y para el peregrino y el advenedizo entre vosotros. Serán estas ciudades para refugio, para refugiarse allí todo el que hubiere percutido alma involuntariamente.

16 Pero, si con instrumento de hierro le percutiere, y muriere, asesino es: de muerte muera el asesino.

17 Y, si con piedra, de mano, con la que muera, le percutiere, y muriere, asesino es: de muerte muera el asesino.

18 Y, si con instrumento de palo, de mano, con el que muera, le percutiere, y muriere, asesino es: de muerte muera el asesino.

19 El consanguineo, éste matará al asesino; donde le hallare éste, le matará.

20 Y, si por enemistad, le golpeare y tirare sobre él, toda cosa por acechanzas, y muriere;

21 o por ira, le percutiere con la mano, y muriere; de muerte muera el percusor: asesino es: de muerte muera el asesino: el consanguíneo matará al asesino, encontrándose con él.

22 Pero, si fortuitamente, no por enemistad, le atropellare, o lanzare sobre él toda cosa no por acechanza;

23 o con toda piedra, con que se ha muerto, no sabiendo hubiere caído sobre él, y muriere; y él no era su enemigo, ni buscaba hacerle mal;

24 juzgará la congregación entre el que hubiere percutido y entre el consanguíneo, según estos juicios;

25 y salvará la congregación al homicida de la mano del consanguíneo; y restituiránle la sinagoga a la ciudad de asilo suya donde se asilare; y habitará allí hasta que muera el sacerdote el grande, a quien ungieron con el óleo el sacro.

26 Y, si saliendo, saliere el homicida de los límites de la ciudad de su asilo;

27 y matare el consanguíneo al homicida, culpable no es.

28 Pues en las ciudades de su asilo habitará hasta que muera el sacerdote el grande; y, después de morir el sacerdote el grande, volverá el homicida a la tierra de su posesión.

29 Y seráos esto en justicia de juicio, en vuestras generaciones, en todas vuestras moradas.

30 Todo el que percutiere un alma —por testigos matarás al asesino; y un testigo no atestiguará sobre el alma para que muera.

31 Y no tomaréis rescate por el alma de un asesino; del que es reo de muerte; pues de muerte morirá.

32 No tomaréis rescate del huir a la ciudad de asilo, para volver a habitar en la tierra, hasta que muera el sacerdote;

33 y no profanaréis la tierra en que habitáis; que esta sangre profana la tierra, y no se expiará la tierra de la sangre derramada sobre ella sino con la sangre del que la derramó.

34 Y no mancillaréis la tierra en que habitáis en que yo habitaré entre vosotros; pues yo soy el Señor el que habito en medio de los hijos de Israel.

36

1 Védase a las herederas casarse fuera de la tribu Y llegáronse los príncipes de la tribu de los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de la tribu de los hijos de José, y hablaron ante Moisés y ante los príncipes de las casas paternas de los hijos de Israel;

2 y dijeron: «A nuestro señor mandó el Señor dar la tierra de la heredad, por la suerte a los hijos de Israel; y al señor mandó el Señor dar la heredad de Salfaad nuestro hermano, a las hijas de él;

3 y serán de alguno de las tribus de Israel mujeres; y quitada será su heredad de la posesión de nuestros padres, y añadida a la heredad de la tribu, a los cuyas mujeres fueren; y de la heredad de nuestra herencia será quitada.

4 Y, cuando viniere el jubileo de los hijos de Israel, se agregará su heredad a la heredad de la tribu, a los cuyas mujeres fueren; y de la heredad de la tribu paterna nuestra será quitada su heredad.»

5 Y mandó Moisés a los hijos de Israel, por mandato de Señor, diciendo: «Bien la tribu de los hijos de José, habla.

6 Esta, la palabra que ordenó Señor a las hijas de Salfaad, diciendo: «Del que plugiere en sus ojos, sean mujeres; empero de la tribu de su padre sean mujeres;

7 y no pasará la heredad de los hijos de Israel, de tribu en tribu; pues cada uno a la heredad de su tribu paterna se allegarán los hijos de Israel.

8 Y toda hija que obtuviere herencia de las tribus de hijos de Israel, de uno de la tribu del padre de ella, serán mujeres, para que obtengan los hijos de Israel cada uno la herencia paterna suya;

9 y no pasará la herencia, de una tribu en otra; sino que cada uno a su herencia se allegarán los hijos de Israel.»

10 Del modo que ordenó el Señor a Moisés, así hicieron las hijas de Salfaad.

11 Y fueron Maalá, y Tersá, y Heglá, y Melcá, y Noá, de hijos de sus tíos mujeres;

12 de la tribu de los hijos de Manasés, hijo de José, fueron mujeres, y quedó su heredad en la tribu de la familia de su padre.

13 Estos, los mandamientos y juicios que mandó Señor, en mano de Moisés, a los hijos de Israel, en las llanuras de Moab, sobre el Jordán, enfrente de Jericó.