1
El Señor llamó a Moisés y le habló en estos términos desde la Tienda del encuentro:2
— Di a los israelitas: cuando alguien presente al Señor una ofrenda de animales, esta podrá ser de ganado mayor o de ganado menor.3
Si su ofrenda para el holocausto es de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto alguno; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del encuentro para que sea agradable al Señor.4 Pondrá su mano sobre la cabeza del animal destinado al holocausto, para que el sacrificio sea aceptado como expiación de parte suya.
5 Entonces degollará la res en presencia del Señor, y a continuación los sacerdotes aaronitas ofrecerán la sangre rociando con ella los lados del altar que está a la entrada de la Tienda del encuentro.
6 El animal ofrecido en holocausto será desollado y descuartizado.
7 Y los sacerdotes aaronitas pondrán fuego sobre el altar y apilarán leña sobre el fuego.
8 Luego colocarán los trozos del animal, la cabeza y la grasa de las vísceras encima de la leña que arde sobre el altar,
9 y lavarán con agua las vísceras y las patas. El sacerdote hará que lo que está sobre el altar se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.
10
Si su ofrenda para el holocausto es de ganado menor, corderos o cabritos, ofrecerá un macho sin defecto alguno.11 Lo degollará en el lado norte del altar, en presencia del Señor; luego los sacerdotes aaronitas rociarán con su sangre los lados del altar.
12 Una vez descuartizado, el sacerdote colocará los trozos, junto con su cabeza y la grasa de las vísceras, encima de la leña que arde sobre el altar;
13 y después de lavar con agua las vísceras y las patas, el sacerdote hará que lo que está sobre el altar se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.
14
Si la ofrenda en holocausto para el Señor es de aves, ofrecerá tórtolas o pichones.15 El sacerdote traerá el ave al altar, le arrancará la cabeza y hará que se queme en el altar después que su sangre sea exprimida sobre un lado del mismo.
16 Le quitará el buche y las plumas, y los echará al lado oriental del altar, en el lugar de las cenizas.
17 Le rasgará las alas, pero no se las arrancará. El sacerdote hará que lo que está en el altar, encima de la leña que arde, se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.
1
Cuando alguien presente una ofrenda de cereal al Señor, su ofrenda será de flor de harina, sobre la que se echará aceite y se pondrá incienso.2 La presentará luego a los sacerdotes aaronitas; entonces el sacerdote tomará un puñado de flor de harina con el aceite y con todo el incienso y lo quemará sobre el altar como una porción simbólica; ofrenda de olor grato para el Señor.
3 Lo que resta de la ofrenda de cereal será para Aarón y sus descendientes; es la porción más sagrada de las ofrendas que se queman para el Señor.
4
Cuando presentes una ofrenda de cereal cocida al horno, esta será de tortas de flor de harina sin levadura, amasadas con aceite, y de hojaldres sin levadura untados con aceite.5 Si tu ofrenda de cereal está preparada a la plancha, deberá ser de flor de harina sin levadura, amasada con aceite;
6 la partirás en trozos y echarás aceite sobre ella, pues es una ofrenda de cereal.
7
Si lo que presentas es una ofrenda de cereal preparada en cazuela, deberá ser de flor de harina con aceite.8 Traerás al Señor la ofrenda de cereal así preparada y la presentarás al sacerdote, quien la llevará al altar.
9 El sacerdote tomará de aquella ofrenda de cereal una porción simbólica y la quemará sobre el altar como ofrenda de olor grato para el Señor.
10 Lo que reste de esta ofrenda de cereal será para Aarón y sus descendientes; es la porción más sagrada de las ofrendas que se queman para el Señor.
11
Toda ofrenda de cereal que ofrezcáis al Señor se hará sin levadura, porque nada que contenga levadura o miel se ha de quemar en ofrenda para el Señor.12 Sí podrás ofrecerla como ofrenda de primicias para el Señor; pero no la pondrás sobre el altar como ofrenda de olor grato para el Señor.
13 Sazonarás con sal toda ofrenda de cereal que presentes y no dejarás que la sal de la alianza de tu Dios falte jamás en tus ofrendas; todas tus ofrendas estarán sazonadas con sal.
14
Cuando presentes al Señor una ofrenda de las primicias del cereal, la ofrenda deberá ser de grano nuevo, molido y tostado al fuego.15 Y pondrás aceite e incienso sobre ella, pues es una ofrenda de cereal.
16 Como porción simbólica el sacerdote quemará una parte del grano desmenuzado junto con el aceite y con todo el incienso, pues es una ofrenda para el Señor.
1
Cuando se ofrece al Señor un sacrificio de comunión con ganado mayor, sea macho o hembra, el animal no deberá tener defecto alguno.2 El oferente pondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido y lo degollará a la entrada de la Tienda del encuentro; luego los sacerdotes aaronitas rociarán con sangre los lados del altar.
3 De la víctima, pasada por el fuego como sacrificio de comunión, se reservará para el Señor la grasa que cubre las vísceras, toda la grasa que está sobre las entrañas,
4 los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones.
5 Los sacerdotes aaronitas quemarán todo esto en el altar junto con el holocausto que está encima de la leña que arde sobre el altar; es ofrenda de olor grato para el Señor.
6
Cuando se ofrece al Señor un sacrificio de comunión con ganado menor, sea macho o hembra, el animal no deberá tener defecto alguno.7 Si ofrece un cordero, lo presentará delante del Señor,
8 pondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido, lo degollará delante de la Tienda del encuentro y los sacerdotes aaronitas rociarán con la sangre los lados del altar.
9 De la víctima, pasada por el fuego como sacrificio de comunión, se reservará para el Señor la grasa, la cola entera cortada desde el espinazo, la grasa de las vísceras y toda la de las entrañas del cordero;
10 asimismo los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones.
11 Entonces el sacerdote quemará todo esto sobre el altar como alimento ofrecido al Señor.
12 Si ofrece una cabra, la presentará al Señor,
13 pondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido, lo degollará delante de la Tienda del encuentro y los sacerdotes aaronitas rociarán con la sangre los lados del altar.
14 De la víctima, pasada por el fuego, reservará como ofrenda suya para el Señor la grasa de las vísceras y toda la grasa de las entrañas de la cabra como su ofrenda para el Señor,
15 así como los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones.
16 Y el sacerdote quemará esto sobre el altar como alimento ofrecido de olor grato para el Señor.
Toda la grasa pertenece al Señor.17 Esta será una norma perpetua, válida para todos vuestros descendientes y en todos los lugares donde habitéis: no comeréis ni grasa ni sangre.
1
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:2
— Habla a los israelitas y diles: Esto haréis cuando alguien peque inadvertidamente contra alguno de los mandamientos del Señor y haga algo prohibido:3
Si es el sacerdote ungido el que ha pecado, haciendo con ello culpable al pueblo, ofrecerá al Señor un novillo sin defecto alguno como ofrenda de purificación por el pecado que ha cometido.4 Traerá el novillo ante el Señor a la entrada de la Tienda del encuentro, pondrá su mano sobre la cabeza del novillo y lo degollará en presencia del Señor.
5 El sacerdote ungido tomará sangre del novillo y la traerá a la Tienda del encuentro;
6 luego mojará su dedo en la sangre y hará con ella siete aspersiones hacia el velo del santuario, en presencia del Señor.
7 Seguidamente el sacerdote untará con un poco de esa sangre los salientes del altar del incienso aromático que está en la Tienda del encuentro ante el Señor y derramará el resto de la sangre del novillo al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda del encuentro.
8 A continuación tomará toda la grasa del novillo ofrecido en sacrificio de purificación: la grasa de las vísceras y la de las entrañas;
9 asimismo los dos riñones con su grasa, la grasa de los lomos y el lóbulo del hígado que se extraerá junto con los riñones.
10 Todo esto lo separará como se hace con la res para el sacrificio de comunión, y el sacerdote lo quemará en el altar del holocausto.
11 El resto de la carne y la piel del novillo, con su cabeza, sus piernas, sus intestinos y sus excrementos,
12 todo lo que quede del novillo, lo sacará fuera del campamento a un lugar puro, al vertedero de las cenizas, y lo quemará sobre la leña. En el vertedero de las cenizas será todo quemado.
13
Si es toda la comunidad israelita la que ha pecado, sin ser consciente de ello, pero haciéndose culpable al violar, aunque inadvertidamente, alguno de los mandamientos del Señor,14 cuando la comunidad se dé cuenta del pecado que ha cometido, ofrecerá un novillo como sacrificio de purificación. Traerán el novillo delante de la Tienda del encuentro
15 y los líderes de la comunidad pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo en presencia del Señor, degollándolo seguidamente ante el Señor.
16 El sacerdote ungido llevará a continuación una parte de la sangre del novillo a la Tienda del encuentro,
17 mojará su dedo en la sangre y, en presencia del Señor, hará con ella siete aspersiones hacia el velo del santuario.
18 Untará luego con la sangre los salientes del altar que está ante el Señor en la Tienda del encuentro, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda del encuentro.
19 Separará del novillo toda la grasa y la quemará sobre el altar,
20 haciendo con este novillo lo mismo que se hace con el novillo de la ofrenda de purificación. El sacerdote hará así expiación por ellos, y serán perdonados.
21 Sacará después el novillo fuera del campamento y lo quemará como hizo con el primer novillo. Es el sacrificio de purificación por la comunidad.
22
Si es un jefe el que ha pecado, violando alguno de los mandamientos del Señor su Dios y convirtiéndose así en culpable al hacer, aunque inadvertidamente, algo que está prohibido,23 tan pronto como se le dé a conocer el pecado que ha cometido, presentará como ofrenda un macho cabrío sin defecto alguno.
24 En presencia del Señor pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto; es un sacrificio de purificación.
25 El sacerdote mojará seguidamente su dedo en la sangre de la ofrenda de purificación y untará con ella los salientes del altar del holocausto, derramando el resto de la sangre al pie del altar del holocausto.
26 Luego quemará toda la grasa sobre el altar, como se quema la grasa del sacrificio de comunión. Así el sacerdote expiará el pecado del jefe y este será perdonado.
27
Si es alguien del pueblo de la tierra el que ha pecado inadvertidamente, pero se ha hecho culpable al violar alguno de los mandamientos del Señor y hacer algo que está prohibido,28 tan pronto como se le dé a conocer el pecado que ha cometido, presentará como ofrenda por su pecado una cabra sin defecto alguno.
29 Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima ofrecida como sacrificio de purificación y la degollará en el lugar del holocausto.
30 Luego el sacerdote mojará su dedo en la sangre, untará con ella los salientes del altar del holocausto y derramará el resto de la sangre al pie del altar.
31 Le quitará toda la grasa, como en el sacrificio de comunión y la quemará sobre el altar en olor grato al Señor. El sacerdote hará así expiación por él, y será perdonado.
32 Si es un cordero lo que presenta como ofrenda por el pecado, deberá ser una hembra sin defecto alguno.
33 Pondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido como expiación y lo degollará para que sirva de purificación en el lugar donde se degüella el holocausto.
34 Luego el sacerdote mojará su dedo en la sangre de la ofrenda de purificación, untará con ella los salientes del altar del holocausto y derramará el resto de la sangre al pie del altar.
35 Le quitará toda la grasa, como se hace con el cordero del sacrificio de comunión, y la quemará en el altar junto con las otras ofrendas hechas al Señor. El sacerdote hará así expiación por el pecado que tal persona cometió, y esa persona será perdonada.
1
Si alguien es citado a declarar como testigo y se niega a declarar lo que vio u oyó, incurre en pecado y cargará con las consecuencias de su pecado.2
Puede suceder que una persona toque inadvertidamente alguna cosa impura, sea el cadáver de una fiera, o el de un animal doméstico, o el de un reptil; aun cuando lo haya hecho sin saberlo, esa persona ha quedado impura y se ha hecho culpable.3
O puede haber tocado algo humano impuro —cualquier cosa que hace a una persona impura aun sin ser consciente de ello—; si luego llega a saberlo, se hará culpable.4
O puede suceder que alguien haya hecho un juramento a la ligera, tanto para hacer algo malo como algo bueno, sin darse cuenta de que ha jurado indebidamente; si luego cae en la cuenta de lo hecho, se hará culpable de ello.5
Pues bien, el que se haya hecho culpable de alguna de estas cosas, confesará su pecado6 y, como ofrenda de purificación por el pecado cometido, presentará al Señor una hembra de sus rebaños: una oveja o una cabra. De esta manera el sacerdote hará expiación por el pecado de esa persona.
7 El que no tenga suficiente para una res de ganado menor, traerá al Señor como ofrenda de purificación por el pecado cometido dos tórtolas o dos pichones, el uno para ofrenda de purificación, y el otro para holocausto.
8 Los presentará al sacerdote, quien primero sacrificará el ave destinada a la ofrenda de purificación, separando la cabeza del cuello, pero sin arrancarla del todo.
9 Con la sangre de esta ofrenda de purificación asperjará a continuación la pared del altar; lo que sobre de la sangre lo exprimirá al pie del altar. Es una ofrenda de purificación.
10 La segunda ave la ofrecerá en holocausto como está prescrito; así el sacerdote hará expiación por el pecado, y aquel que lo cometió será perdonado.
11 Pero si ni siquiera tiene suficiente para dos tórtolas o dos pichones, el que pecó traerá como ofrenda dos kilos de flor de harina por su pecado. No pondrá sobre ella aceite, ni incienso, porque es una ofrenda de purificación.
12 La traerá al sacerdote que tomará un puñado, como una porción simbólica, y la quemará en el altar junto con las otras ofrendas hechas al Señor. Es una ofrenda de purificación.
13 De esta manera el sacerdote hará expiación por el pecado cometido, y aquel que pecó en alguna de estas cosas será perdonado. Lo que sobre será del sacerdote, como en el caso de la ofrenda de cereal.
14
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:15
— Cuando alguien cometa un sacrilegio defraudando (aunque sea inadvertidamente) en lo que respecta a las cosas sagradas del Señor, ofrecerá al Señor como sacrificio de reparación por su pecado un carnero de sus rebaños que no tenga ningún defecto, convenientemente valorado en siclos de plata de los utilizados en el santuario.16 Y restituirá lo que hubiere defraudado de las cosas sagradas, añadiendo a ello la quinta parte y dándoselo todo al sacerdote que hará expiación por él con el carnero de la ofrenda de reparación. De esta manera él quedará perdonado.
17
Igualmente, si una persona peca o hace algo prohibido por los mandamientos del Señor, es culpable aunque no lo haya hecho a sabiendas y cargará con las consecuencias de su pecado.18 Traerá, pues, al sacerdote como ofrenda de reparación, un carnero de sus rebaños que no tenga defecto alguno y valorado según se estime. El sacerdote hará la expiación por la falta cometida aunque haya sido sin darse cuenta, y esa persona quedará perdonada.
19 Es un sacrificio de reparación, pues tal persona era realmente culpable ante el Señor.
20
El Señor dijo a Moisés:21
— Puede suceder que una persona defraude al Señor y cometa pecado al no devolver a su prójimo lo que le fue encomendado o dejado en depósito; o bien que haya robado o causado extorsión a su prójimo;22 o que, habiendo hallado algo que se ha perdido, después lo negare; o que haya jurado en falso acerca de cualquiera de aquellas cosas en que uno suele pecar.
23 En tales casos, cuando uno ha pecado así y se ha hecho culpable, restituirá lo que robó o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,
24 o todo aquello sobre lo que juró en falso; lo restituirá completamente a quien pertenece y añadirá a ello la quinta parte de su valor en el día de su sacrificio de reparación.
25 Como ofrenda de reparación presentará al Señor un carnero de sus rebaños que no tenga ningún defecto y valorado según se estime; se lo llevará al sacerdote como ofrenda de reparación.
26 El sacerdote hará expiación por esa persona en presencia del Señor y le será perdonado cualquier pecado en que haya podido incurrir.
1
Le dijo además Dios a Moisés:2
— Da estas órdenes a Aarón y a sus hijos: Este es el ritual del holocausto: el holocausto estará sobre el altar encima de las brasas toda la noche hasta la mañana, tiempo en el que el fuego del altar deberá permanecer encendido.3 El sacerdote se vestirá su túnica y calzones de lino y, cuando el fuego haya consumido el holocausto, apartará las cenizas del altar y las pondrá a un lado del mismo.
4 Después se quitará sus ropas, se pondrá otras ropas y llevará las cenizas a un lugar puro fuera del campamento.
5 El fuego se mantendrá permanentemente encendido sobre el altar sin dejar que se apague; cada mañana el sacerdote lo alimentará con leña, colocará el holocausto encima de él y quemará sobre él la grasa de los sacrificios de comunión.
6 El fuego deberá arder continuamente en el altar; no se dejará apagar.
7
Este es el ritual para la ofrenda de cereal: la presentarán los aaronitas en presencia del Señor delante del altar.8 Se tomará un puñado de flor de harina de la ofrenda de cereal, junto con el aceite y con todo el incienso que corresponda a la ofrenda, y lo quemará sobre el altar como porción simbólica de olor grato al Señor.
9 El resto de la ofrenda lo comerán Aarón y sus hijos; lo comerán sin levadura en lugar sagrado, dentro del atrio de la Tienda del encuentro.
10 No se usará levadura para cocinar la ofrenda. Yo se lo he asignado como participación en mis ofrendas; es algo muy sagrado en cuanto ofrenda de purificación y ofrenda de reparación.
11 Todos los varones aaronitas comerán de ella. Es esta una norma perpetua para las futuras generaciones en lo que se refiere a las ofrendas para el Señor. Cualquier cosa con la que entren en contacto quedará consagrada.
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Le dijo también Dios a Moisés:13
— Esta es la ofrenda que Aarón y sus descendientes presentarán al Señor el día de su unción: dos kilos de flor de harina como ofrenda perpetua, la otra mitad por la mañana y la mitad por la tarde.14 Se preparará con aceite en una sartén; la presentarás bien frita y partida en trozos como ofrenda de pasteles y de olor grato al Señor.
15 Cualquier sacerdote ungido descendiente de Aarón hará esta ofrenda. Es esta una norma perpetua: la ofrenda será quemada completamente en honor del Señor.
16 Esta ofrenda de cereal del sacerdote será quemada totalmente; en ningún caso se comerá.
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Dijo el Señor a Moisés:18
— Di a Aarón y a sus hijos: Este es el ritual para la ofrenda de purificación: la víctima para la ofrenda será degollada en presencia del Señor en el lugar donde se degüella el holocausto, pues se trata de algo muy sagrado.19 La comerá el sacerdote que la haya ofrecido en expiación por el pecado; será comida en lugar sagrado, en el atrio de la Tienda del encuentro.
20 Todo lo que entre en contacto con la carne de la víctima quedará consagrado; y si algún vestido queda salpicado con la sangre de la víctima, lo lavarás en lugar sagrado.
21 Si la víctima fue cocida en vasija de barro, se hará añicos la vasija; si lo fue en vasija de bronce, será fregada y lavada con agua.
22 Cualquier sacerdote varón podrá comer de ella, pues es algo muy sagrado.
23 Pero no se podrá comer ninguna ofrenda de purificación cuya sangre se lleve a la Tienda del encuentro para hacer expiación en el santuario; tal ofrenda debe ser consumida por el fuego.
1
Asimismo este es el ritual para la ofrenda de reparación; se trata de algo muy sagrado.2 La víctima de la ofrenda de reparación será degollada en el lugar donde se degüella el holocausto y con su sangre se rociará el altar por todos sus lados.
3 Luego se ofrecerá toda la grasa de la víctima, la de la cola y la que cubre las vísceras,
4 los dos riñones, la grasa que los cubre y la que está sobre los lomos; y con los riñones quitará la grasa que está sobre el hígado.
5 El sacerdote lo quemará sobre el altar como ofrenda para el Señor. Es una ofrenda de reparación.
6 Cualquier sacerdote varón podrá comer de ella; será comida en lugar sagrado pues, es algo muy sagrado.
7
Tanto la ofrenda de purificación como la ofrenda de reparación se regirán por la misma normativa. La víctima le pertenece al sacerdote que haga la expiación.8 Al sacerdote que ofrezca el holocausto, le pertenece la piel de la víctima que se ofrece.
9 De igual manera, será para el sacerdote que la presente toda ofrenda de cereal preparada en horno, sartén o cazuela.
10 Pero toda ofrenda de cereal, tanto la seca como la amasada con aceite, pertenecerá por igual a todos los descendientes de Aarón.
11
Este es el ritual para el sacrificio de comunión ofrecido al Señor:12 Si se presenta en acción de gracias, se ofrecerá acompañado de tortas sin levadura amasadas con aceite, de hojaldres sin levadura untados con aceite, y de flor de harina preparada en forma de tortas amasadas con aceite.
13
Con el sacrificio de comunión ofrecido en acción de gracias, presentará una ofrenda con tortas de pan fermentado.14 Y de todas estas ofrendas se reservará una porción como tributo al Señor, porción que será para el sacerdote que rocíe la sangre de los sacrificios de comunión.
15 La carne de este sacrificio de comunión en acción de gracias se comerá el mismo día que en que se ofrece, sin dejar nada para otro día.
16
Si es un sacrificio voluntario o en cumplimiento de un voto, la carne de la víctima será comida el mismo día en que se ofrece; lo que sobre podrá comerse al día siguiente;17 pero si quedase algo para el tercer día, será quemado.
18 Si se come algo de la carne del sacrificio de comunión en el tercer día, el sacrificio no será aceptado, no se le tendrá en cuenta al que lo ofreció; será considerado como algo detestable, y la persona que lo haya comido sufrirá las consecuencias de su pecado.
19
No se podrá comer la carne que haya estado en contacto con cualquier cosa impura; será consumida por el fuego. Toda persona en estado de pureza ritual podrá comer la carne;20 pero la persona que en estado de impureza ritual coma la carne del sacrificio de comunión ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo.
21
La persona que toque algo impuro, sea impureza humana, animal impuro o cualquier otra cosa impura, y luego coma carne del sacrificio de comunión ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo.22
Dijo el Señor a Moisés:23
— Di a los israelitas: no comeréis grasa de buey ni de cordero ni de cabra.24 La grasa de un animal muerto o despedazado por las fieras se usará para cualquier otra cosa, pero no la comeréis.
25 Porque la persona que coma la grasa de un animal ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo.
26 No comeréis la sangre de aves o bestias en ningún lugar en donde habitéis.
27 La persona que se alimente de cualquier clase de sangre, será extirpada de su pueblo.
28
Dijo el Señor a Moisés:29
— Di a los israelitas: El que ofrezca un sacrificio de comunión al Señor, traerá ante el Señor la víctima de dicho sacrificio de comunión;30 con sus propias manos traerá lo que ha de ofrecerse al Señor: traerá la grasa con el pecho para hacer el rito de la elevación en presencia del Señor;
31 la grasa será quemada por el sacerdote en el altar, y el pecho será para Aarón y sus descendientes.
32 Daréis también al sacerdote, como tributo, el muslo derecho de vuestros sacrificios de comunión,
33 pues al descendiente de Aarón que ofrezca la sangre y la grasa de los sacrificios de comunión, le pertenece el muslo derecho como su ración.
34 Reservo, pues, el pecho sometido al rito de la elevación y el muslo ofrecido como tributo de los sacrificios de comunión de los israelitas, y se los doy al sacerdote Aarón y a sus descendientes. Será esta una norma perpetua para los israelitas.
35 Esta es la parte de las ofrendas hechas al Señor que corresponde a Aarón y a sus descendientes desde el día en que fueron consagrados para ser sacerdotes del Señor.
36 Esto es lo que el Señor ha ordenado que les den los israelitas desde el día que él los ungió. Es esta una norma perpetua para las futuras generaciones.
37
Este es el ritual en relación con el holocausto, la ofrenda de cereal, la ofrenda de purificación, la ofrenda de reparación, la ofrenda de consagración y el sacrificio de comunión;38 esto es lo que el Señor mandó a Moisés en el monte Sinaí, el día que ordenó a los israelitas que presentaran sus ofrendas al Señor estando en el desierto de Sinaí.
1
Le dijo el Señor a Moisés:2
— Toma a Aarón y a sus hijos, junto con las ropas, el aceite de la unción, el novillo de la ofrenda de purificación, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura,3 y convoca a toda la comunidad a la entrada de la Tienda del encuentro.
4
Moisés hizo lo que el Señor le mandó; se reunió la comunidad a la entrada de la Tienda del encuentro5 y Moisés les comunicó lo que el Señor ordenaba hacer.
6 Entonces Moisés hizo que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua.
7 Luego revistió a Aarón con la túnica y lo ciñó con el fajín; después le puso el manto, y encima le colocó el efod, ciñéndoselo y ajustándoselo con la cinta del efod.
8 A continuación le colocó encima el pectoral y puso dentro del mismo los Urín y los Tumín.
9 Le colocó el turbante en la cabeza y, sobre la parte frontal del turbante, puso la lámina de oro, la diadema sagrada, como el Señor le había ordenado.
10
Seguidamente tomó Moisés el aceite de la unción y ungió la Morada, consagrando todas las cosas que había en ella.11 Roció el altar siete veces y lo ungió consagrando todos sus utensilios junto con la pila y su peana.
12 Luego derramó el aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón y lo ungió para consagrarlo.
13 Después Moisés hizo que se acercaran los hijos de Aarón y les puso las túnicas, los ciñó con fajines y les ajustó las tiaras, como el Señor le había ordenado.
14
Seguidamente hizo traer el novillo de la ofrenda de purificación, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del novillo de la ofrenda de purificación.15 Moisés lo degolló y, mojando su dedo en la sangre, untó con ella los salientes de los lados del altar, purificando de esta manera el altar; derramó el resto de la sangre al pie del altar, consagrándolo así para que se pueda hacer la expiación sobre él.
16 Tomó, finalmente, Moisés toda la grasa que envuelve las vísceras, la grasa del hígado y los dos riñones con su grasa, y lo quemó todo sobre el altar.
17 El resto del novillo: piel, carne y excrementos, lo quemó Moisés fuera del campamento, como el Señor se lo había ordenado.
18
Luego hizo traer el carnero del holocausto, sobre cuya cabeza pusieron las manos Aarón y sus hijos.19 Moisés lo degolló y con la sangre roció el altar por todo sus lados;
20 después Moisés descuartizó el carnero y quemó la cabeza, los trozos y la grasa.
21 Lavó con agua las vísceras y las patas y, tal como el Señor se lo había ordenado, quemó todo el carnero sobre el altar, como holocausto de olor grato ofrecido al Señor.
22
Hizo luego traer el otro carnero, el carnero de la consagración, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero.23 Moisés lo degolló y con su sangre untó el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y los pulgares de su mano y pie derechos.
24 Hizo también Moisés que se acercaran los hijos de Aarón, y con la sangre del carnero untó el lóbulo de sus orejas derechas y los pulgares de sus manos y pies derechos, rociando también con la sangre el altar por todos sus lados.
25 Tomó luego la grasa, la cola, toda la grasa que envuelve las vísceras, la grasa del hígado, los dos riñones con su grasa y el muslo derecho.
26 Tomó también una torta sin levadura, una torta de pan de aceite y un hojaldre del canastillo que estaba ante el Señor conteniendo los panes sin levadura, y colocó todo esto junto con la grasa y con el muslo derecho.
27 Puso todo en las manos de Aarón y de sus hijos, y estos hicieron el rito de la elevación ofreciéndolo en presencia del Señor.
28 De nuevo Moisés lo tomó de manos de Aarón y de sus hijos y lo quemó en el altar sobre el holocausto. Fue este un sacrificio de consagración, sacrificio de grato olor ofrecido al Señor.
29 Moisés tomó entonces el pecho haciendo con él el rito de la elevación en presencia del Señor. Esta fue la parte del carnero de la ofrenda de consagración, que correspondió a Moisés tal como el Señor se lo había ordenado al mismo Moisés.
30
Tomó, finalmente, Moisés el aceite de la unción y la sangre del altar, rociando con ellas a Aarón y a sus ropas, a los hijos de Aarón y a sus ropas; y así quedaron consagrados Aarón, sus hijos y sus ropas.31
Moisés dijo a Aarón y a sus hijos: — Hervid la carne a la entrada de la Tienda del encuentro, y comedla allí, junto con el pan que está en el canastillo del sacrificio de consagración, según lo ordené cuando dije: “Lo comerán Aarón y sus hijos”.32 Y lo que sobre de la carne y del pan, lo quemaréis.
33 Y no os apartaréis de la entrada de la Tienda del encuentro durante siete días. Permaneceréis allí hasta el día que se cumpla el período de vuestra consagración que durará siete días.
34 Lo que se ha hecho hoy, lo ha ordenado el Señor así para obtener vuestra expiación.
35 Permaneceréis a la entrada de la Tienda del encuentro durante siete días y siete noches, cumpliendo lo previsto por el Señor, para que no muráis. Así me ha sido ordenado.
36
Y Aarón y sus hijos cumplieron todo lo que el Señor había ordenado por medio de Moisés.1
Al octavo día Moisés llamó a Aarón, a sus hijos y a los ancianos de Israel;2 y dijo a Aarón:
— Toma un novillo para ofrenda de purificación y un carnero para holocausto, ambos sin defecto alguno, y ofrécelos ante el Señor.3 Y di a los israelitas: “Tomad un macho cabrío para la ofrenda de purificación, y tomad también un novillo y un cordero de un año, ambos sin defecto alguno, para holocausto;
4 tomad luego un toro y un carnero para sacrificio de comunión e inmoladlos en presencia del Señor, junto con una ofrenda de cereal amasada con aceite; porque el Señor se manifestará hoy a vosotros”.
5
Llevaron lo que había ordenado Moisés ante la Tienda del encuentro, se acercó toda la comunidad y se colocó en presencia del Señor.6 Entonces Moisés les dijo:
— Haced esto que ha ordenado el Señor para que la gloria del Señor se os manifieste.7
Y dijo Moisés a Aarón: — Acércate al altar y presenta tu ofrenda de purificación y tu holocausto. Haz de esta manera la expiación por ti y por el pueblo; presenta también la ofrenda del pueblo y haz la expiación por ellos, como ha ordenado el Señor.8
Entonces se acercó Aarón al altar y degolló el novillo de su ofrenda de purificación.9 Sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre en la que mojó su dedo untando con ella los salientes del altar y derramando el resto de la sangre al pie del altar.
10 Quemó luego sobre el altar la grasa, los riñones y el lóbulo del hígado de la ofrenda de purificación, como el Señor había ordenado a Moisés;
11 la carne y la piel las quemó fuera del campamento.
12
Después Aarón degolló la víctima del holocausto; sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre y roció con ella el altar por todos sus lados.13 Le trajeron también, ya descuartizada, la víctima del holocausto, cabeza incluida, y lo quemó todo sobre el altar.
14 Luego lavó las vísceras y las patas, y las quemó en el altar, sobre el holocausto.
15
Presentó también Aarón la ofrenda del pueblo. Tomó el macho cabrío destinado a la ofrenda de purificación por el pueblo y lo degolló, ofreciéndolo por el pecado, igual que había hecho con el novillo.16 Ofreció el holocausto según lo ordenado.
17 Asimismo presentó Aarón la ofrenda de cereal, de la que tomó un puñado quemándolo sobre el altar, además del holocausto de la mañana.
18 Degolló también el toro y el carnero como sacrificio de comunión por el pueblo; sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre con la que roció el altar por todos sus lados.
19
En cuanto a la grasa del toro y del carnero, la cola, la grasa que envuelve las vísceras, los riñones y el lóbulo del hígado,20 lo pusieron sobre el pecho de las víctimas, y Aarón lo quemó sobre el altar.
21 Con los pechos y con el muslo derecho hizo Aarón el rito de la elevación en presencia del Señor, como Moisés había ordenado.
22
Luego Aarón, alzando sus manos hacia el pueblo, lo bendijo; y después de hacer la ofrenda de purificación, el holocausto y el sacrificio de comunión, descendió del altar.23
Moisés y Aarón entraron en la Tienda del encuentro; cuando salieron, bendijeron al pueblo y la gloria del Señor se manifestó a todo el pueblo.24 Salió fuego de la presencia del Señor y consumió el holocausto y la grasa que estaba sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y se postraron rostro en tierra.
1
Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron sus incensarios, pusieron en ellos incienso sobre brasas encendidas y ofrecieron ante el Señor un fuego indebido que el Señor nunca les había ordenado.2 Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los consumió, y murieron ante el Señor.
3 Moisés dijo a Aarón:
— Esto es lo que había decretado el Señor, cuando dijo: “Mostraré mi santidad a los que se acercan a mí, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado”. Aarón, por su parte, permaneció callado.4
Luego Moisés llamó a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo: — Venid, retirad a vuestros hermanos de delante del santuario y llevadlos fuera del campamento.5
Ellos vinieron y, vestidos aún con sus túnicas, los sacaron fuera del campamento tal como les había ordenado Moisés.6 Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar:
— No os revolvais el pelo ni rasguéis vuestras ropas en señal de duelo, para que no muráis ni se desate la ira del Señor sobre toda la comunidad. Serán todos los demás israelitas, vuestros hermanos, los que podrán lamentarse por el incendio que el Señor envió.7 No os apartéis de la entrada de la Tienda del encuentro, no sea que muráis, pues lleváis con vosotros la unción del Señor.
Y ellos hicieron lo que Moisés les mandó.8
El Señor dijo a Aarón:9
— Ni tú ni tus hijos deberéis beber vino ni cualquier otro licor cuando entréis en la Tienda del encuentro, pues de lo contrario moriréis. Es esta una norma perpetua para vuestros descendientes10 a fin de poder discernir entre lo sagrado y lo profano, entre lo puro y lo impuro,
11 y para enseñar a los israelitas todos los preceptos que el Señor les ha transmitido por medio de Moisés.
12
Y Moisés dijo a Aarón y a los hijos que le quedaban, Eleazar e Itamar: — Tomad lo que aún resta de lo ofrecido al Señor en la ofrenda de cereal y comedlo sin levadura junto al altar, porque es algo muy sagrado.13 Lo comeréis en lugar sagrado, porque es la porción que corresponde a ti y a tus hijos de las ofrendas al Señor; así se me ha ordenado.
14 También comeréis en lugar puro, tú junto con tus hijos e hijas, el pecho ofrecido con el rito de la elevación y el muslo ofrecido como tributo; es la porción de los sacrificios de comunión que hacen los israelitas y que corresponde a ti y a tus hijos.
15 Junto con la ofrenda de la grasa traerán el muslo reservado como tributo y el pecho sometido al rito de elevación ante el Señor; es lo que por derecho perpetuo os corresponde a ti y a tus hijos, como el Señor lo ha ordenado.
16
Luego Moisés preguntó por el macho cabrío de la ofrenda de purificación, y resultó que ya había sido quemado. Se enojó entonces con Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón, y les dijo:17
— ¿Por qué no comisteis la ofrenda de purificación en lugar sagrado? Es algo muy sagrado que el Señor os ha dado para borrar los pecados de la comunidad, haciendo expiación por ella en presencia del Señor.18 Como la sangre no fue llevada al interior del santuario, vosotros debíais haber comido la ofrenda en el lugar sagrado, como yo os lo mandé.
19
Entonces Aarón replicó a Moisés: — Escucha, hoy mis hijos han ofrecido su ofrenda de purificación y su holocausto ante el Señor; ¡y mira lo que me ha sucedido! Si yo hubiera comido del sacrificio de ofrenda de purificación, ¿hubiera esto agradado al Señor?20
Al oír esto, Moisés se dio por satisfecho.1
El Señor habló en estos términos a Moisés y a Aarón:2
— Decid a los israelitas: De entre todos los animales terrestres, podréis comer de los siguientes:3 todos los animales rumiantes que tengan la pezuña partida;
4 por tanto, aunque sean rumiantes o tengan la pezuña partida, no comeréis: el camello al que consideraréis impuro porque es rumiante, pero no tiene pezuña partida;
5 el conejo al que consideraréis impuro porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida;
6 la liebre a la que consideraréis impura porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida;
7 el cerdo al que consideraréis impuro porque tiene la pezuña partida, pero no es rumiante.
8 No comeréis de la carne de estos animales, ni tocaréis sus cadáveres; los consideraréis impuros.
9
De todos los animales acuáticos, de mar o de río, podréis comer todos los que tienen escamas y aletas.10 Pero los que no tienen ni aletas ni escamas, reptiles y otros animales acuáticos, los consideraréis impuros.
11 No comeréis la carne de estos animales, ni tocaréis sus cadáveres; los consideraréis impuros.
12 A todo animal acuático que no tenga escamas y aletas, lo consideraréis impuro.
13
De las aves, consideraréis impuras y no se deberán comer por cuanto son algo detestable: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina;14 el milano y toda clase de buitres;
15 todo tipo de cuervos;
16 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán en todas sus especies;
17 el búho, el avetoro, el cisne,
18 la lechuza nocturna, el pelícano, el buitre,
19 la cigüeña, toda clase de garzas, la abubilla y el murciélago.
20
También consideraréis impuro a todo insecto alado que camine sobre cuatro patas.21 Pero podréis comer de todo insecto alado que, además de caminar sobre cuatro patas, tenga zancas para saltar con ellas sobre el suelo;
22 podréis, pues, comer toda clase de langostas, cortapicos, grillos y saltamontes.
23 Pero consideraréis impuro cualquier otro insecto alado que tenga cuatro patas.
24
El contacto con los siguientes animales os contaminará, de forma que quien toque sus cadáveres quedará impuro hasta la noche;25 en cuanto al que transporte una parte cualquiera de sus cadáveres deberá lavar sus ropas y quedará impuro hasta la noche.
26 Todo animal que tenga pezuña, pero no partida, o que no rumie, lo consideraréis impuro y cualquiera que entre en contacto con él quedará impuro.
27 Y de los animales cuadrúpedos, consideraréis impuro a todo el que camine sobre sus garras; todo el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la noche.
28 Quien transporte sus cadáveres deberá lavar sus ropas y quedará impuro hasta la noche. A todos estos animales los consideraréis impuros.
29
De los animales que se arrastran sobre la tierra consideraréis impuros a los siguientes: la comadreja, el ratón y cualquier tipo de lagarto;30 el erizo, el cocodrilo, el topo, la salamandra y el camaleón;
31 estos son los animales que consideraréis impuros de entre los que se arrastran; cualquiera que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la noche.
32 Y cualquier objeto que caiga sobre sus cadáveres, sea de madera, de paño, de piel, o de saco, quedará impuro. Cualquiera de estas cosas será metida en agua y quedará impura hasta la noche; sólo entonces recobrará la pureza.
33 La vasija de barro dentro de la que caiga alguno de estos animales, y todo lo que haya en ella, será considerado impuro y deberéis romper la vasija.
34 Quedará impuro todo alimento comestible sobre el que caiga el agua de tales vasijas; y quedará impura toda bebida que esas vasijas contengan.
35 Quedará impuro todo aquello sobre lo que caiga la más mínima parte del cadáver de esos animales; el hornillo y el fogón se derribarán: son impuros y por impuros los tendréis.
36 Solo las fuentes y las cisternas donde se recoge el agua permanecerán puras; pero lo que haya estado en contacto con los cadáveres quedará impuro.
37 Si algo de esos cadáveres cae sobre alguna semilla para sembrar, esta permanecerá pura.
38 Pero si la semilla está remojada y cae sobre ella algo de esos cadáveres, la consideraréis impura.
39
Si muere algún animal de los que podéis comer, el que toque su cadáver quedará impuro hasta la noche;40 y el que coma carne de su cadáver deberá lavar sus ropas y quedará impuro hasta la noche; asimismo el que transporte el cadáver deberá lavar sus ropas y quedará impuro hasta la noche.
41
Es algo abominable comer cualquier reptil que se arrastre sobre la tierra,42 como lo es comer un animal que camine sobre su vientre, que ande a cuatro o más patas, o que se arrastre por la tierra.
43 No os hagáis, pues, abominables a causa de ningún animal que se arrastre por la tierra, ni os contaminéis con ellos, ni contraigáis impureza a causa de ellos.
44 Yo, el Señor, soy vuestro Dios; vosotros, por tanto, debéis santificaros y ser santos, porque yo soy santo; así que no os contaminéis con ningún animal que se arrastre sobre la tierra.
45
Porque yo soy el Señor que os hice subir del país de Egipto para ser vuestro Dios. Seréis, pues, santos porque yo soy santo.46
Estas son las normas acerca de los animales terrestres, las aves y todos los vivientes que se mueven en las aguas o se arrastran sobre la tierra.47 Así podréis distinguir entre lo puro y lo impuro, entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.
1
El Señor dijo a Moisés:2
— Di a los israelitas: cuando una mujer quede embarazada y dé luz un hijo varón, será considerada impura durante siete días, como es considerada impura cuando tiene la menstruación.3 Al octavo día, el niño será circuncidado.
4 Luego la mujer deberá permanecer en su casa treinta y tres días purificando su sangre. No tocará ninguna cosa consagrada ni entrará en el santuario hasta que haya pasado el período de su purificación.
5 Si diera a luz una niña, entonces será considerada impura por dos semanas, como es considerada impura cuando tiene la menstruación. Luego deberá permanecer en su casa sesenta y seis días purificando su sangre.
6 Cuando haya pasado el tiempo de su purificación, sea por un niño o por una niña, traerá al sacerdote, a la entrada de la Tienda del encuentro, un cordero de un año para ofrecerlo en holocausto y un pichón o una tórtola para ofrecerlo como ofrenda de purificación.
7 El sacerdote los ofrecerá al Señor y hará la expiación por la mujer, que quedará así purificada del flujo de su sangre. Este es el ritual a seguir con respecto a la mujer que da a luz un hijo, sea hombre o mujer.
8 Si no tiene medios suficientes para ofrecer un cordero, traerá dos tórtolas o dos pichones: ofrecerá uno como holocausto y el otro como ofrenda de purificación. El sacerdote hará el rito de expiación por ella y quedará purificada.
1
El Señor dijo a Moisés y a Aarón:2
— Cuando alguien tenga en la piel una inflamación, una erupción, o una llaga blancuzca, y se forme en su piel como una llaga de lepra, será llevado al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos sacerdotes.3 El sacerdote examinará la llaga de la piel; si el pelo de la parte afectada se ha vuelto blanco y la llaga parece más hundida que el resto de la piel, es una llaga de lepra; el sacerdote lo comprobará y declarará a esa persona impura.
4 Pero si lo que tiene en la piel es una llaga blancuzca que no está más hundida que el resto de la piel ni el pelo se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote recluirá al enfermo durante siete días.
5 Al séptimo día el sacerdote lo volverá a examinar; si la llaga conserva el mismo aspecto, no habiéndose extendido por la piel, entonces el sacerdote lo volverá a recluir durante otros siete días.
6 Al séptimo día el sacerdote lo examinará de nuevo: si la llaga parece haberse oscurecido, sin haberse extendido por la piel, entonces el sacerdote lo declarará puro; era sólo una erupción; la persona lavará sus ropas y será considerada pura.
7 Pero si después de haberse presentado al sacerdote y haber sido declarada pura, la erupción se extiende por la piel, esa persona deberá presentarse nuevamente al sacerdote.
8 Y si, una vez examinada, el sacerdote ve que la erupción se ha extendido por la piel, se trata de lepra y declarará impura a esa persona.
9
Cuando a alguien le salga una llaga como de lepra, será llevado al sacerdote.10 El sacerdote lo examinará, y si aparece un tumor blancuzco en la piel, si ha cambiado el color del pelo y se descubre la carne viva,
11 esa persona padece de lepra crónica en la piel; el sacerdote la declarará impura y no será necesario recluirla, porque es impura.
12 Pero si la lepra se extiende por la piel y llega a cubrir toda la piel del enfermo desde la cabeza hasta los pies, en cuanto le es dado observar al sacerdote,
13 entonces este lo examinará y, si la lepra cubre todo su cuerpo, declarará puro al enfermo; toda la piel se ha vuelto blanca y él es puro.
14 Mas si un día aparece en él la carne viva, quedará impuro:
15 el sacerdote examinará la carne viva y lo declarará impuro. La carne viva es impura; es lepra.
16 Pero si la carne viva cambia de nuevo y se vuelve blanca, entonces el enfermo vendrá al sacerdote,
17 que examinará la llaga y, si la llaga se ha vuelto blanca, declarará puro al que la tenía, porque, en efecto, lo es.
18
Cuando alguien ha tenido en la piel una úlcera que se ha curado,19 pero de pronto donde estaba la úlcera aparece una inflamación o una llaga blanca de tono rojizo, será presentado al sacerdote.
20 El sacerdote lo examinará y, si la llaga está más hundida que la piel y su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro; es un caso de lepra que se ha declarado en la úlcera.
21 Pero si cuando el sacerdote la examine, no aparece en la llaga pelo blanco ni está más hundida que la piel, sino que simplemente se ha oscurecido, entonces el sacerdote recluirá al enfermo por siete días;
22 si la llaga se sigue extendiendo por la piel, entonces el sacerdote lo declarará impuro; es un caso de lepra;
23 si, por el contrario, la llaga blanca está localizada y no se ha extendido, es la cicatriz de la úlcera y el sacerdote deberá declarar pura a esa persona.
24
Asimismo cuando alguien haya sufrido una quemadura en la piel y se le produzca sobre la quemadura una llaga blanquecina de tono rojizo o sólo blanca,25 el sacerdote la examinará: si el pelo se ha vuelto blanco en la llaga y esta parece estar más hundida que la piel, es lepra que ha brotado en la quemadura; el sacerdote declarará impura a esa persona; es un caso de lepra.
26 Pero si al examinar la llaga, el sacerdote no encuentra en ella pelo blanco ni está más hundida que la piel, sino que simplemente aparece más oscura, el sacerdote confinará al enfermo por siete días.
27 Al séptimo día el sacerdote examinará nuevamente la llaga: si se ha extendido por la piel, el sacerdote declarará impura a esa persona; es un caso de lepra.
28 Pero si la llaga está localizada, no se ha extendido por la piel y aparece simplemente oscura, es la cicatriz de la quemadura; el sacerdote declarará pura a esa persona, porque es la marca dejada por la quemadura.
29
Si a un hombre o a una mujer se le produce una llaga en la cabeza o en la barbilla,30 el sacerdote examinará la llaga: si parece estar más hundida que la piel y el pelo de la llaga es amarillento y escaso, entonces el sacerdote declarará impura a esa persona; se trata de tiña, un caso de lepra de la cabeza o de la barbilla.
31 Pero si al examinar la llaga, el sacerdote no la encuentra más hundida que la piel ni hay en ella pelo negro, el sacerdote confinará al enfermo por siete días;
32 al séptimo día el sacerdote examinará nuevamente la llaga: si la tiña no se ha extendido, ni hay en ella pelo amarillento, ni parece que esté más hundida que la piel,
33 entonces el enfermo deberá rasurarse, salvo en la parte afectada, y el sacerdote confinará al que padece la tiña por otros siete días.
34 Al séptimo día examinará el sacerdote nuevamente la tiña: si no se ha extendido por la piel ni parece estar más hundida que la piel, el sacerdote declarará pura a esa persona que deberá lavar sus ropas y será considerada pura.
35 Pero si la tiña se ha ido extendiendo por la piel después de su purificación,
36 y el sacerdote así lo comprueba después del correspondiente examen, no es necesario que el sacerdote indague si el pelo es amarillento; es un caso de impureza.
37 Si, por el contrario, a su modo de ver, la tiña está controlada y en ella ha crecido el pelo negro, es señal de que la tiña está curada; esa persona es pura y así la declarará el sacerdote.
38
Si en la piel de un hombre o de una mujer aparecen manchas blancas,39 el sacerdote las examinará, y si comprueba que son de color blancuzco, se trata de un simple eczema que ha brotado en la piel; la persona es pura.
40
Si a una persona se le cae el cabello de la cabeza, es simple calvicie; esa persona es pura.41 Y si pierde el cabello de las sienes, son simples entradas; esa persona es pura.
42 Mas cuando en la calvicie o en las entradas se descubre una llaga blanca de tono rojizo, es un caso de lepra que brota en su calvicie o en sus entradas.
43 Entonces el sacerdote la examinará, y si comprueba que en su calvicie o en sus entradas aparece una inflamación de la llaga blanca de tono rojizo, similar a la lepra de la piel,
44 es que esa persona padece de lepra; es impura y así la declarará el sacerdote; tiene la lepra en su cabeza.
45
El enfermo de lepra andará con sus vestidos rasgados y con el pelo de su cabeza revuelto; se cubrirá la parte inferior de su rostro y pregonará: ¡soy impuro!, ¡soy impuro!46 Todo el tiempo que le dure la lepra será impuro y, en cuanto impuro, tendrá que vivir aislado; su morada estará fuera del campamento.
47
Puede suceder que aparezca en un vestido una mancha como de lepra, ya sea vestido de lana o de lino,48 o en urdimbre de lino o de lana, en cuero o en cualquier objeto de cuero;
49 si la mancha es verdosa o de tono rojizo, se trata de lepra y se ha de indicar al sacerdote.
50 El sacerdote examinará la mancha y aislará el objeto manchado durante siete días.
51 Al séptimo día examinará nuevamente la mancha y si comprueba que se ha extendido por el vestido, en la urdimbre o en el tejido, en el cuero o en cualquier objeto de cuero, se trata de un caso de lepra maligna; el objeto se ha vuelto impuro.
52 El vestido, la urdimbre o tejido de lana o de lino, o cualquier objeto de cuero en que haya una mancha de ese tipo, será quemado porque es un caso de lepra maligna.
53 Pero si el sacerdote examina el objeto y no parece que la mancha se haya extendido en el vestido, en la urdimbre o en el tejido, o en cualquier objeto de cuero,
54 entonces el sacerdote ordenará que se lave el lugar donde está la mancha y aislará otra vez el objeto durante siete días.
55 Si después de haber sido lavada la mancha, el sacerdote la examina y observa que no ha cambiado de aspecto, aunque la mancha no se haya extendido más, el objeto es impuro y deberá ser quemado porque está infectado por el derecho y por el revés.
56 Pero si el sacerdote examina la mancha y comprueba que se ha oscurecido después de ser lavada, la arrancará del vestido, del cuero, de la urdimbre o del tejido.
57 Y si la mancha aparece de nuevo en el vestido, la urdimbre o el tejido, o en cualquier objeto de cuero, extendiéndose por ellos, quemarás todo aquello que resulte afectado por la mancha.
58 En cambio, el vestido, la urdimbre o el tejido, o cualquier objeto de cuero que hayas lavado y del que haya desaparecido la mancha, se lavará por segunda vez y entonces quedará puro.
59
Esta es la norma para los casos de lepra en un vestido sea de lana o de lino, o de urdimbre o de tejido, o de cualquier objeto de cuero, con el fin de declararlo puro o impuro.1
El Señor dijo a Moisés:2
— Este será el ritual para la purificación del leproso: el día en que haya de purificarse, será llevado al sacerdote3 que saldrá fuera del campamento y examinará al enfermo. Si comprueba que la lepra está curada,
4 el sacerdote ordenará traer, para el que ha de purificarse, dos aves vivas y puras, junto con madera de cedro, una cinta escarlata e hisopo.
5 El sacerdote ordenará inmolar una de las aves sobre una vasija de barro con agua corriente.
6 Después tomará el ave aún viva, la madera de cedro, la cinta escarlata y el hisopo, y los mojará en la sangre del ave inmolada sobre la vasija con agua corriente;
7 rociará siete veces al que va a ser purificado de la lepra y lo declarará puro; al ave viva la dejará en libertad por el campo.
8 Y el que se purifica lavará sus ropas, se afeitará completamente, se bañará y quedará puro. Después podrá entrar en el campamento, pero vivirá siete días fuera de su tienda.
9
Pasados los siete días, se rapará la cabeza, la barba, las cejas y todo el pelo; lavará sus ropas, se bañará y quedará puro.10
El día octavo tomará dos corderos sin defecto alguno y una cordera de un año, también sin defecto alguno, junto con seis kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal y un cuarto de litro de aceite.11
El sacerdote que efectúa la purificación presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro, a la persona que se ha de purificar junto con sus ofrendas;12 a continuación el sacerdote tomará un cordero como reparación con un cuarto de litro de aceite, haciendo el rito de la elevación en presencia del Señor.
13 Y degollará el cordero en el lugar del santuario donde se inmolan las víctimas del sacrificio por el pecado y se ofrece el holocausto, pues tanto la víctima del sacrificio por el pecado, como la del sacrificio de reparación, les corresponde al sacerdote; es algo muy sagrado.
14 El sacerdote tomará parte de la sangre del sacrificio de reparación y untará con ella el lóbulo de la oreja derecha de la persona que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho.
15 Asimismo el sacerdote tomará el cuarto de litro de aceite, lo echará sobre la palma de su mano izquierda,
16 mojará su dedo derecho en el aceite que tiene en su mano izquierda, y asperjará con su dedo el aceite siete veces en presencia del Señor.
17 Con el aceite restante que hay en su mano, el sacerdote untará el lóbulo de la oreja derecha de quien se purifica, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, encima de donde había untado con la sangre de la ofrenda de reparación.
18 Y el resto del aceite que aún le quede en su mano, lo derramará sobre la cabeza de quien se purifica. De esta manera el sacerdote hará expiación por él en presencia del Señor.
19 El sacerdote presentará luego la ofrenda de purificación, y hará expiación por el que se ha de purificar de su impureza. Seguidamente inmolará la víctima del holocausto
20 y ofrecerá sobre el altar el holocausto y la ofrenda de cereal. El sacerdote hará de esta manera expiación por el oferente que recobrará el estado de pureza.
21
Pero si quien se ha de purificar es pobre y carece de medios suficientes, entonces traerá un cordero como ofrenda de reparación; hará el rito de la elevación y el de expiación, y traerá también dos kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal, un cuarto de litro de aceite,22 y dos tórtolas o dos pichones, según sus recursos: uno para la ofrenda de purificación y el otro para el holocausto.
23 Al octavo día los presentará al sacerdote para su purificación; lo hará a la entrada de la Tienda del encuentro en presencia del Señor.
24 Tomará entonces el sacerdote el cordero de la ofrenda de reparación y el cuarto de litro de aceite, haciendo con ellos el rito de la elevación ante el Señor,
25 inmolará el cordero del sacrificio de reparación, tomará un poco de la sangre de la víctima inmolada y untará con ella el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el pulgar del pie derecho de la persona que se purifica.
26 Luego el sacerdote echará un poco del aceite sobre la palma de su mano izquierda
27 y, con el índice de su mano derecha, hará siete aspersiones ante el Señor utilizando el aceite que tiene en su mano izquierda.
28 A continuación, con el aceite que tiene en su mano, el sacerdote untará el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el pulgar del pie derecho de quien se purifica, por encima del lugar untado con la sangre de la ofrenda de reparación.
29 Y lo que reste del aceite que tiene en su mano, lo derramará el sacerdote sobre la cabeza de la persona que se purifica, para hacer expiación por ella en presencia del Señor.
30 Luego ofrecerá las dos tórtolas o los dos pichones, según sus recursos:
31 uno en ofrenda de purificación y el otro en holocausto; presentará, además, la ofrenda de cereal. Así hará el sacerdote expiación en presencia del Señor por la persona que se purifica.
32 Esta es la norma para quien haya padecido de lepra y no tenga recursos suficientes para su purificación.
33
El Señor habló a Moisés y a Aarón, y les dijo:34
— Cuando entréis en la tierra de Canaán, que os entrego en posesión, si yo hiciera aparecer manchas en alguna casa de vuestra tierra,35 el propietario de la casa avisará al sacerdote y le dirá “Algo como lepra ha aparecido en mi casa”.
36 Antes de entrar a examinarla, el sacerdote ordenará desocupar inmediatamente la casa para evitar que sea contaminado todo lo que hay en ella; a continuación el sacerdote entrará a examinarla.
37 Y si al examinarla, se ven en las paredes de la casa manchas verdosas o rojizas que aparentan estar más hundidas que la superficie de la pared,
38 el sacerdote saldrá a la entrada de la casa y la clausurará durante siete días.
39 Al séptimo día el sacerdote retornará a la casa y, si comprueba que la mancha se ha extendido por las paredes,
40 ordenará que se arranquen las piedras manchadas y que se arrojen en lugar impuro fuera de la ciudad.
41 Ordenará también raspar toda la casa por dentro y el polvo de las raspaduras será arrojado a un lugar impuro fuera de la ciudad.
42 Pondrán otras piedras en lugar de las que se quitaron y revocarán nuevamente con barro el interior de la casa.
43 Y si, después que se arrancaron las piedras, se raspó la casa y se volvió a revocar, salen nuevas manchas,
44 entonces el sacerdote volverá a examinarla: si resulta que las manchas se han extendido por toda la casa, es un caso de lepra maligna en la casa; la casa es impura:
45 deberá ser demolida y sus piedras, sus maderos y la argamasa de sus muros, serán arrojados a un lugar impuro fuera de la ciudad.
46 Y cualquiera que hubiere entrado en aquella casa durante los días en que estuvo clausurada, quedará impuro hasta la noche.
47 Igualmente, el que haya dormido o comido en dicha casa, deberá lavar sus ropas.
48
Pero si el sacerdote entra y, al examinar la casa, observa que las manchas no se han extendido después que la casa fue revocada, declarará pura la casa, porque la infección ha desaparecido.49 Para purificar la casa el sacerdote tomará dos aves, madera de cedro, una cinta escarlata e hisopo;
50 inmolará una de las aves en una vasija de barro que contenga agua corriente;
51 luego tomará la madera de cedro, el hisopo, la cinta escarlata, la púrpura y el ave viva, mojará todo en la sangre del ave inmolada sobre la vasija con agua corriente y asperjará la casa siete veces.
52 Así purificará la casa con la sangre del ave inmolada, con el agua corriente, con el pájaro vivo, la madera de cedro, el hisopo y la cinta escarlata.
53 Al ave viva la dejará en libertad por el campo. De esta manera hará expiación por la casa, y esta quedará pura.
54
Este es el ritual a seguir acerca de toda mancha de lepra y de tiña,55 sea lepra de vestidos o de casas,
56 y acerca de inflamaciones, erupciones y manchas blancuzcas,
57 en orden a determinar cuándo algo es puro y cuándo es impuro. Esta es la norma tocante a la lepra.
1
El Señor se dirigió a Moisés y a Aarón y les dijo:2
— Decid a los israelitas: Cualquier varón que padezca flujo de su miembro viril quedará impuro,3 tanto si su miembro viril deja salir el flujo como si lo retiene.
4 Toda cama en la que se acueste el que padezca de flujo quedará impura; y cualquier objeto sobre el que se siente, también quedará impuro.
5 En cuanto al que entre en contacto con su cama, deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
6 El que se siente encima de un objeto sobre el que se haya sentado quien padece de flujo, deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
7 Asimismo el que toque el cuerpo de quien padece de flujo, deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
8 Y si quien padece de flujo escupe sobre alguien puro, este último deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
9
Toda silla de montar sobre la que cabalgue el que padece de flujo quedará impura.10 El que toque un objeto que haya estado debajo del enfermo, quedará impuro hasta la noche; y cualquiera que haya transportado esos objetos deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
11 Y todo aquel a quien toque el que padece de flujo, sin haber lavado previamente con agua sus manos, deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
12 La vasija de barro que haya sido tocada por el que padece de flujo será hecha añicos; si es de madera deberá ser lavada.
13 Cuando alguien que haya padecido de flujo quede curado, contará siete días hasta su purificación, lavará sus ropas, se bañará en aguas corrientes, y quedará purificado.
14 Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones, y vendrá ante el Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro, y se los entregará al sacerdote.
15 El sacerdote ofrecerá uno por el pecado y el otro como holocausto. De este modo el sacerdote hará expiación en presencia del Señor por el flujo del paciente.
16
Cuando el varón haya tenido una pérdida de semen, deberá bañarse de arriba a abajo, pero quedará impuro hasta la noche.17 Y toda ropa o cuero que haya entrado en contacto con el semen, deberá ser lavada, pero quedará afectada de impureza hasta la noche.
18
Si un hombre se acuesta con una mujer y tiene lugar un derrame seminal, ambos deberán bañarse, pero quedarán impuros hasta la noche.19
Cuando la mujer tenga la menstruación normal, permanecerá durante siete días en estado de impureza y todo el que la toque quedará impuro hasta la noche.20 Y cualquier objeto sobre el que ella se siente o se acueste durante su estado de impureza, quedará también impuro.
21 El que toque su cama deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
22 Y quien toque cualquier objeto sobre el que ella se haya sentado, deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
23 Asimismo el que toque un objeto que esté sobre su cama o sobre la silla en la que ella se haya sentado, quedará impuro hasta la noche.
24 Finalmente, si alguien se acuesta con ella y se contamina con su menstruación, quedará impuro durante siete días; y toda cama en la que él se acueste quedará también impura.
25
Cuando una mujer tenga hemorragias durante muchos días, fuera del tiempo habitual de su período, o cuando la menstruación le dure más de lo normal, todo el tiempo que tenga hemorragias deberá considerarse en estado de impureza como en los días de su menstruación.26 Cualquier cama en la que duerma esa mujer, o cualquier objeto sobre el que se siente mientras le dura la hemorragia, serán considerados impuros como durante el período de la menstruación.
27 El que toque esas cosas quedará impuro, deberá lavar sus ropas y se bañará, pero quedará impuro hasta la noche.
28
Cuando sane de su hemorragia, la mujer contará siete días, pasados los cuales, quedará pura.29 Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones y los llevará al sacerdote, a la entrada de la Tienda del encuentro;
30 el sacerdote ofrecerá uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto. De esta manera el sacerdote hará expiación en presencia del Señor por la impureza que causó la hemorragia.
31
Mantendréis así alejados a los israelitas de sus impurezas, a fin de que no mueran al contaminar con ellas la morada que yo tengo en medio ellos.32
Esta es la norma para el que padece de flujo o para el que ha tenido una eyaculación y ha quedado impuro por esa causa;33 norma que vale también para la mujer que tiene la menstruación, para quien padezca de cualquier flujo, sea hombre o mujer, y para el que se acueste con una mujer en estado de impureza.
1
Después de la muerte de los dos hijos de Aarón, los que perecieron por acercarse indebidamente al Señor, se dirigió el Señor a Moisés2 y esto fue lo que le dijo:
— Di a tu hermano Aarón que no debe entrar al santuario en cualquier fecha penetrando detrás del velo, ante la cubierta de oro que está sobre el Arca, no sea que muera; pues yo me manifiesto en una nube sobre la cubierta de oro.3 Así entrará Aarón en el santuario: traerá un novillo para ofrenda de purificación, y un carnero para holocausto;
4 se vestirá con la túnica de lino consagrada y se pondrá calzones de lino; se ceñirá el fajín de lino y se cubrirá la cabeza con un turbante de lino. Estas son las vestiduras sagradas con las que se revestirá después de bañarse.
5 Recibirá de la comunidad israelita dos machos cabríos para la ofrenda de purificación y un carnero para el holocausto.
6
Aarón presentará su propio novillo como ofrenda de purificación y efectuará la expiación por sí mismo y por su familia.7 Luego tomará los dos machos cabríos y los presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro;
8 allí echará a suerte los dos machos cabríos: uno será para el Señor y el otro para Azazel.
9 Tomará Aarón el macho cabrío que le haya tocado en suerte al Señor y lo ofrecerá en ofrenda de purificación.
10 En cuanto al macho cabrío que le haya tocado en suerte a Azazel, lo presentará vivo ante el Señor para hacer con él el rito de expiación y enviarlo luego al desierto para Azazel.
11
Seguidamente Aarón presentará el novillo destinado al sacrificio por su propio pecado, hará la expiación por sí mismo y por su familia, y lo degollará como ofrenda de purificación.12 Luego tomará del altar, que está ante el Señor, un incensario lleno de brasas y dos puñados de incienso molido perfumado y lo llevará detrás del velo.
13 Pondrá el incienso sobre el fuego en presencia del Señor para que la nube del perfume cubra la cubierta de oro que está sobre las losas del testimonio, y así no muera.
14 Tomará también un poco de la sangre del novillo y la asperjará con su dedo en dirección al lado oriental de la cubierta de oro, asperjando siete veces esa sangre con su dedo delante de la cubierta de oro.
15
Después degollará el macho cabrío como ofrenda de purificación por el pueblo, llevará su sangre detrás del velo y hará igual que con la sangre del novillo: rociará con ella la parte superior y frontal de la cubierta de oro.16 De este modo quedará purificado el santuario de las impurezas de los israelitas, de sus rebeliones y de todas sus transgresiones. Hará lo mismo Aarón con la Tienda del encuentro que está en medio de ellos y de sus impurezas.
17 Nadie podrá permanecer en la Tienda del encuentro desde que Aarón entre a hacer la expiación en el santuario hasta que él salga, una vez hecha la expiación por sí mismo, por su familia y por toda la comunidad israelita.
18 Cuando salga, irá al altar que está ante el Señor y hará la expiación por él. Tomará un poco de la sangre del novillo y de la sangre del macho cabrío, untará con ella los salientes que hay a los lados del altar,
19 haciendo con su dedo siete aspersiones sobre el altar; de este modo lo santificará y lo purificará de las inmundicias de los israelitas.
20
Cuando termine de purificar el santuario, la Tienda del encuentro y el altar, Aarón hará traer el macho cabrío vivo;21 pondrá ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y hará confesión sobre él de todas las maldades, rebeliones, y transgresiones de los israelitas; las cargará así sobre la cabeza del macho cabrío que será llevado al desierto por el encargado para tal efecto.
22 De este modo el macho cabrío cargará con todas las maldades de los israelitas llevándolas a una tierra desértica donde el macho cabrío quedará en libertad.
Cuando el macho cabrío haya sido liberado en el desierto,23 vendrá Aarón a la Tienda del encuentro, se quitará las ropas de lino con las que se había revestido para entrar en el santuario y las dejará allí.
24 Luego se bañará en un lugar sagrado, se pondrá sus ropas, saldrá y ofrecerá su holocausto junto con el del pueblo, haciendo de este modo la expiación por sí mismo y por el pueblo.
25 La grasa de la ofrenda de reparación deberá ser quemada en el altar.
26
El encargado de llevar el macho cabrío a Azazel lavará sus ropas, se bañará y después podrá entrar en el campamento.27 El novillo y el macho cabrío inmolados por el pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación, deberán ser sacados fuera del campamento; su piel, su carne y sus excrementos serán quemados.
28 El que los queme lavará sus ropas, se bañará y después podrá entrar en el campamento.
29
Esta será para vosotros una norma perpetua: el día décimo del séptimo mes, ayunaréis y no haréis trabajo alguno, ni el nacido en el país, ni el extranjero residente entre vosotros.30 Porque en ese día tendrá lugar la expiación por vosotros y seréis purificados en presencia del Señor de todas vuestras transgresiones.
31 Será para vosotros un sábado de descanso absoluto y de ayuno; es una norma perpetua.
32 La expiación la hará el sacerdote que haya sido ungido y consagrado para la función sacerdotal en lugar de su padre; la hará vestido con las ropas de lino, las ropas sagradas.
33 Hará el rito de expiación por lo más santo del santuario, por la Tienda del encuentro y por el altar; y también por los sacerdotes y por toda la asamblea del pueblo.
34 Y esto será una norma perpetua; haréis este rito de expiación una vez al año por todas las transgresiones de Israel.
Y todo se hizo como el Señor había ordenado a Moisés.1
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:2
— Habla a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas y diles: Esto es lo que ha ordenado el Señor:3 Cualquier israelita que mate un toro, un cordero, o una cabra, en el campamento o fuera de él,
4 y no lo lleve a la entrada de la Tienda del encuentro para presentarlo como ofrenda al Señor ante su morada, será considerado culpable de derramamiento de sangre y, por haber derramado sangre, será extirpado de su pueblo.
5 Esto se prescribe para que los israelitas traigan al Señor los animales que maten en medio del campo y los presenten al sacerdote ante el Señor a la entrada de la Tienda del encuentro, ofreciéndolos al Señor como sacrificios de comunión.
6 El sacerdote derramará la sangre sobre el altar del Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro, y quemará la grasa en olor grato al Señor.
7 De este modo nunca más inmolarán sus víctimas a los demonios a los que han rendido culto. Esta será una norma perpetua para las futuras generaciones.
8
Asimismo les dirás: Cualquier israelita o extranjero residente entre vosotros que ofrezca un holocausto o un sacrificio,9 y no lo traiga para ofrecerlo al Señor a la entrada de la Tienda del encuentro, será igualmente extirpado de su pueblo.
10
Si un israelita o uno de los extranjeros residentes entre ellos, come cualquier clase de sangre, yo —el Señor— me enemistaré contra él y lo excluiré de su pueblo.11 Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os he dado la sangre para hacer expiación sobre el altar por vuestras vidas; pues la sangre hace expiación por la persona.
12 Por tanto, he dicho a los israelitas: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni tampoco lo hará el extranjero residente entre vosotros.
13
Y si un israelita, o uno de los extranjeros residentes entre ellos, caza un animal o ave que sea comestible, deberá derramar su sangre y cubrirla con tierra,14 porque la vida de toda carne está en su sangre. Por tanto, digo a los israelitas: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne está en su sangre; quien la coma, será extirpado.
15
Y cualquier persona, sea nacida en el país o sea extranjera residente entre vosotros, que coma carne de un animal hallado muerto o despedazado por las fieras, deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impura hasta la noche; luego recuperará su estado de pureza.16 Si no lava sus ropas ni se baña, cargará con las consecuencias de su culpa.
1
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:2
— Habla a los israelitas y diles: Yo soy el Señor, vuestro Dios.3 No haréis como se hace en Egipto donde habitasteis; ni haréis como se hace en Canaán adonde yo os conduzco; ni seguiréis sus costumbres.
4 Cumplid mis normas y guardad mis leyes comportándoos de acuerdo con ellas. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
5 Por lo tanto, cumpliréis mis leyes y mis normas; quien las cumpla, vivirá gracias a ellas. Yo soy el Señor.
6
Ninguno entre vosotros tendrá relaciones sexuales con una familiar cercana. Yo soy el Señor.7 No tendrás relaciones sexuales con la mujer de tu padre; es tu madre y no deberás tener relaciones sexuales con ella.
8 No tendrás relaciones sexuales con otra esposa de tu padre, pues es esposa de tu padre.
9 No tendrás relaciones sexuales con tu hermana, sea hija de tu padre o de tu madre, haya nacido en casa o fuera.
10 No tendrás relaciones sexuales con tus nietas, pues es como deshonrarte a ti mismo.
11 No tendrás relaciones sexuales con la hija que tu padre haya engendrado de otra esposa; es tu hermana y no deberás tener relaciones sexuales con ella.
12 No tendrás relaciones sexuales con tu tía paterna, pues es como deshonrar a tu padre.
13 No tendrás relaciones sexuales con tu tía materna, pues es como deshonrar a tu madre.
14
No ofenderás a tu tío paterno, teniendo relaciones sexuales con su mujer, pues es la esposa del hermano de tu padre.15 No tendrás relaciones sexuales con tu nuera; es la mujer de tu hijo y no deberás tener relaciones sexuales con ella.
16 No tendrás relaciones sexuales con tu cuñada, pues es como deshonrar a tu hermano.
17
No tendrás relaciones sexuales con una mujer y con su hija; ni las tendrás con sus nietas, pues es como deshonrar a esa mujer, y es algo aborrecible.18 Mientras viva tu primera mujer, no tomarás como esposa a una hermana suya teniendo relaciones sexuales con ella y haciéndola así su rival.
19 Tampoco tendrás relaciones sexuales con una mujer durante el tiempo de su impureza menstrual.
20 No te acostarás con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.
21 No permitirás que ninguno de tus hijos sea sacrificado a Moloc, profanando así el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
22 No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer; es una cosa aborrecible.
23 No tendrás relaciones carnales con ningún animal contaminándote con él, ni tampoco las tendrá mujer alguna con él; es una perversión.
24
No os contaminéis con ninguna de estas prácticas con las que se han corrompido las naciones que yo voy a expulsar ante vosotros.25 El país, en efecto, se ha contaminado; así que yo he decidido castigar su iniquidad de forma que tenga que vomitar a sus habitantes.
26 Cumplid mis normas y guardad mis leyes; no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el nativo ni el extranjero residente entre vosotros.
27 Los que habitaron esta tierra hicieron todas estas cosas horrendas y la tierra quedó contaminada.
28 ¡Que no os vomite también a vosotros por haberla contaminado, como vomitó a los pueblos que la habitaron antes de vosotros!
29 Porque cualquiera que haga alguna de todas estas cosas horrendas será extirpado de su pueblo.
30 Cumplid, pues, mis mandamientos y no sigáis las costumbres detestables que se practicaban antes de que llegarais vosotros, ni os contaminéis con ellas. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
1
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:2
— Habla a todos los israelitas y diles: Sed santos, porque yo el Señor, vuestro Dios, soy santo.3 Que cada uno respete a su madre y a su padre; y guardad mis días de descanso. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
4 No deis culto a los ídolos ni os hagáis dioses de metal fundido. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
5 Y cuando ofrezcáis un sacrificio de comunión al Señor, hacedlo de tal manera que os sea aceptado.
6 La víctima se ha de comer el mismo día del sacrificio, o al día siguiente; si sobra algo para el tercer día, será quemado.
7 Comer algo el tercer día constituirá una ofensa y el Señor no lo aceptará;
8 el que lo coma sufrirá las consecuencias de su culpa, porque ha profanado lo que es sagrado para el Señor; esa persona será extirpada de su pueblo.
9
Cuando llegue el tiempo de recoger la cosecha en vuestros campos, no segarás hasta el último rincón ni espigarás el campo segado.10 Tampoco harás rebusco de tu viña ni recogerás los frutos caídos de tu huerto; los dejarás para el pobre y para el extranjero. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
11
No robaréis, ni defraudaréis, ni mentiréis el uno al otro.12 No juraréis en falso por mi nombre, pues sería profanar el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
13
No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás. No retendrás el salario del jornalero hasta el día siguiente.14 No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego, sino que respetarás a tu Dios. Yo soy el Señor.
15
No procederás injustamente en los juicios, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al poderoso; juzgarás con justicia a tu prójimo.16 No andarás difamando a los de tu pueblo. No pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
17
No guardarás odio a tu hermano en tu corazón; reprenderás a tu prójimo y así no participarás de su pecado.18
No serás rencoroso ni vengativo con tus compatriotas, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.19
Guardad mis leyes. No cruzarás tu ganado con animales de otra especie; no sembrarás tu campo con dos clases de semilla ni te pondrás ropas de dos clases de tejido.20
Si un hombre se acuesta con una esclava que pertenece a otro y que aún no ha sido rescatada ni se le ha concedido la libertad, ambos serán azotados; pero no hasta la muerte, por cuanto ella no es libre.21 Él, por su parte, ofrecerá un carnero como sacrificio por su pecado y lo presentará al Señor a la entrada de la Tienda del encuentro.
22 Ofreciendo el carnero como sacrificio de reparación, el sacerdote hará expiación por él en presencia del Señor y le será perdonado el pecado que cometió.
23
Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales, durante los tres primeros años consideraréis impuros sus frutos, como si estuvieran incircuncisos, y no los comeréis.24 El cuarto año todos los frutos serán consagrados al Señor en una fiesta de acción de gracias.
25 Y el quinto año podréis ya comer su fruto y almacenar vuestras cosechas. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
26
No comeréis nada con su sangre. No practicaréis la adivinación ni la astrología.27 No os raparéis en redondo vuestras cabezas, ni os recortaréis la barba.
28 No os haréis heridas en el cuerpo por un muerto, ni tatuaje alguno en la piel. Yo soy el Señor.
29
No degradarás a tu hija entregándola a la prostitución, para que tampoco se prostituya la tierra y se llene de inmoralidad.30
Guardaréis mis días de descanso y honraréis mi santuario. Yo soy el Señor.31
No acudiréis a los nigromantes ni consultaréis a los espiritistas, contaminándoos con ellos. Yo soy el Señor, vuestro Dios.32 Te pondrás de pie en presencia de un anciano y lo tratarás con respeto; de esta manera honrarás a tu Dios. Yo soy el Señor.
33
Cuando un extranjero resida en vuestra tierra con vosotros, no lo oprimáis;34 deberá ser considerado como un nacido en el país y lo amarás como a ti mismo, porque también vosotros fuisteis extranjeros en el país de Egipto. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
35
No procedáis injustamente en los juicios, ni en medidas de longitud, peso o capacidad.36 Tendréis balanzas justas, pesas justas y medidas justas.
Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.37 Observad todas mis leyes y todos mis mandamientos; ponedlos en práctica. Yo soy el Señor.
1
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:2
— Dirás además a los israelitas: Cualquier israelita, o extranjero residente en Israel, que sacrifique alguno de sus hijos a Moloc, será condenado a muerte; el pueblo lo apedreará3 y yo me volveré contra él y lo extirparé de su pueblo, por cuanto entregó uno de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi sagrado nombre.
4 Si el pueblo cierra los ojos ante esa persona que ha sacrificado uno de sus hijos a Moloc y no la condena a muerte,
5 entonces yo me volveré contra esa persona y contra su familia, y la extirparé de su pueblo, tanto a ella como a todos los que la imiten y adoren a Moloc.
6 Y si una persona acude a nigromantes o espiritistas, adorando con ellos a falsos dioses, yo me volveré contra esa persona y la extirparé de su pueblo.
7
Santificaos, pues, y sed santos, porque yo soy el Señor, vuestro Dios.8 Cumplid mis mandamientos y ponedlos en práctica. Yo soy el Señor que os santifico.
9
A quien maldiga a su padre o a su madre, se le castigará con la muerte; ha maldecido a su padre o a su madre y se ha hecho responsable de su propia muerte.10
Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, los dos adúlteros serán castigados con la muerte.11 Cualquiera que se acueste con la mujer de su padre, deshonra a su propio padre; ambos serán castigados con la muerte y son responsables de su muerte.
12 Si alguno se acuesta con su nuera, ambos han de morir, pues han cometido una infamia y son los responsables de su propia muerte.
13 Si un hombre tiene relaciones sexuales con otro hombre como si fuera con una mujer, ambos han hecho algo repugnante y deben morir; serán los responsables de su propia muerte.
14 El que tome por esposa hija y madre a la vez, comete una depravación y serán quemados tanto él como ellas para que desaparezca esa depravación entre vosotros.
15 Cualquiera que tenga relaciones sexuales con un animal, será castigado con la muerte, y también mataréis al animal.
16 Y si una mujer se prostituye con un animal, matarás a la mujer y al animal; morirán sin remedio y serán los responsables de su muerte.
17
Si alguno toma por esposa a una hermana suya, sea por parte de padre o de madre, y tienen relaciones sexuales, han hecho algo execrable y deben ser exterminados ante la comunidad; ha tenido relaciones sexuales con su hermana y deberá sufrir las consecuencias de su pecado.18 Si alguien se acuesta con una mujer durante su menstruación y tiene relaciones sexuales con ella, han tratado ambos de descubrir la fuente de la vida y los dos serán extirpados de su pueblo.
19 No tendrás relaciones sexuales con tu tía materna o paterna, porque hacer eso es como deshonrar a tus padres y deberás sufrir las consecuencias de tu pecado.
20 El que se acueste con la cuñada de su padre deshonra a su tío y ambos deberán sufrir las consecuencias de su pecado; además, morirán sin tener hijos.
21 Y el que tome por esposa a su cuñada comete una indecencia; deshonra a su hermano, y no tendrán hijos.
22
Cumplid, pues, todas mis leyes y todos mis mandamientos; ponedlos en práctica no sea que os vomite la tierra a la cual yo os voy a guiar para que habitéis en ella.23
Y no sigáis las prácticas de los pueblos que yo expulsaré ante vosotros; ellos hicieron todas esas cosas y yo los aborrecí.24 Os lo he dicho: Poseeréis su tierra, pues soy yo quien os la entrego en posesión; es una tierra de la que fluye leche y miel. Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os he separado de los demás pueblos.
25
Distinguid entre animales puros e impuros y entre aves puras e impuras; y no os contaminéis con animal alguno, sean aves o reptiles, de los que yo os he ordenado que os apartéis por ser impuros.26 Seréis para mí santos, porque yo, el Señor, soy santo y os he apartado de los demás pueblos para que seáis míos.
27
Cualquier hombre o mujer que consulte a los espíritus de los muertos o que se dedique a la adivinación, morirá apedreado y ellos mismos serán los responsables de su muerte.1
El Señor dijo a Moisés: — Di a los sacerdotes descendientes de Aarón: Ningún sacerdote se expondrá a la impureza por causa de algún muerto de su parentela,2 excepto por un pariente cercano, sea su madre, su padre, su hijo o su hermano;
3 o por una hermana suya que, siendo aún virgen, viva con él y esté sin desposarse; por una hermana así, sí puede contraer impureza.
4 Pero no se expondrá a la impureza por causa de una hermana casada; en este caso no debe contaminarse.
5 No se raparán la cabeza, ni se cortarán los bordes de la barba, ni se harán incisiones en el cuerpo.
6 Serán santos para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios, porque son ellos los que presentan las ofrendas al Señor y los alimentos para su Dios; por tanto, serán santos.
7
No tomarán por esposa a una prostituta ni a una mujer deshonrada; tampoco se casarán con una mujer que haya sido repudiada por su marido; porque el sacerdote está consagrado a su Dios.8 Lo considerarás algo santo, pues él es quien ofrece el alimento para tu Dios. Considéralo santo porque yo, el Señor que os santifico, soy santo.
9
Si la hija de un sacerdote se dedica a la prostitución, deshonra a su padre y deberá ser quemada en la hoguera.10
El sumo sacerdote, destacado entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras sagradas, no llevará el pelo revuelto ni rasgadas sus ropas;11 no entrará en contacto con ningún cadáver, y ni siquiera por su padre o por su madre se contaminará de impureza.
12 No saldrá del santuario para no profanar así el santuario de su Dios, pues ha sido consagrado por el aceite de la unción de su Dios. Yo soy el Señor.
13 Tomará por esposa a una mujer virgen;
14 en ningún caso a una viuda, repudiada, deshonrada o prostituta, sino a una mujer virgen de entre su pueblo.
15 De este modo no profanará su descendencia entre su pueblo; porque yo, el Señor, soy el que lo santifico.
16
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:17
— Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus futuros descendientes que tenga algún defecto se acercará para ofrecer el alimento de su Dios.18 Nadie con defecto podrá hacerlo: sea ciego, cojo o con los miembros deformes o atrofiados;
19 o que sea lisiado de pies o de manos;
20 o jorobado o enano o enfermo de los ojos; o que tenga sarna, tiña o los testículos dañados.
21 Ningún descendiente del sacerdote Aarón, que tenga algún defecto, se acercará para presentar las ofrendas al Señor; si tiene un defecto, no podrá acercarse a hacer ofrendas de alimentos a su Dios.
22 Podrá comer de las ofrendas de alimentos hechas a Dios, aunque sean sagradas,
23 pero no podrá pasar detrás del velo, ni se acercará al altar, pues tiene un defecto y profanaría mis lugares santos. Yo, el Señor, soy el que los santifico.
24
Esto fue lo que dijo Moisés a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas.1
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:2
— Informa a Aarón y a sus hijos de los casos en que deben mantenerse apartados de las ofrendas sagradas que me hacen los israelitas, para no profanar mi santo nombre. Yo soy el Señor.3 Diles: Todo descendiente de vuestras futuras generaciones que se acerque en estado de impureza a las ofrendas sagradas que los israelitas consagran al Señor, será extirpado de mi presencia. Yo soy el Señor.
4
Todo descendiente de Aarón que sea leproso o padezca cualquier tipo de flujo, no comerá de las cosas sagradas hasta que se purifique. El que toque cualquier cosa contaminada por haber estado en contacto con un cadáver o con quien haya tenido derramamiento de semen,5 o quien haya tocado cualquier reptil causante de impureza al que lo toque, o el que entre en contacto con alguien que le comunique su impureza,
6 esa persona quedará impura hasta la noche y no podrá comer de las ofrendas sagradas si antes no se ha bañado.
7 Cuando se ponga el sol, recuperará el estado de pureza y entonces podrá comer las ofrendas sagradas que le corresponden como alimento.
8 No comerá animal muerto, ni que haya sido despedazado por las fieras, para no contaminarse con ello. Yo soy el Señor.
9 Deben, pues, cumplir mis normas para no incurrir en pecado y tener que morir por haberlas profanado. Yo, el Señor, soy el que los santifico.
10
Ningún extraño comerá de las ofrendas sagradas: ni el huésped del sacerdote ni el jornalero podrán comerlas.11 Mas cuando el sacerdote compre algún esclavo, este podrá comer de ellas, así como también podrá comer de su alimento el nacido en su casa.
12 La hija del sacerdote que se case con un extraño no podrá comer de las ofrendas sagradas.
13 Pero si la hija del sacerdote es viuda o divorciada, no tiene hijos y ha regresado a la casa de su padre, podrá comer de los alimentos de su padre, como cuando era joven. ¡Pero que ningún extraño coma de las ofrendas sagradas!
14
Y el que por equivocación coma de las ofrendas sagradas, deberá resarcir al sacerdote añadiendo una quinta parte del valor de la ofrenda sagrada.15 Pero los sacerdotes no profanarán las ofrendas sagradas de los israelitas reservadas al Señor;
16 si comen de tales cosas, incurren en culpa y deberán presentar una ofrenda de purificación. Yo, el Señor, soy el que los santifico.
17
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:18
— Habla a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas, y diles: Cualquier israelita o extranjero residente en Israel que presente su ofrenda como holocausto al Señor en cumplimiento de un voto o como ofrenda voluntaria,19 presentará como víctima, para que sea aceptada, un macho sin defecto alguno, bien del ganado vacuno, bien de los corderos o las cabras.
20 No ofrecerán nada defectuoso, porque no será aceptado.
21
Cuando alguien ofrezca un sacrificio de comunión al Señor para cumplir un voto o como ofrenda voluntaria, para que sea aceptado, sea de vacas o de ovejas, tendrá que ser sin defecto alguno.22 No ofreceréis animal alguno al Señor que sea ciego, o cojo, o mutilado, o con úlceras, sarna o tiña; no lo pondréis sobre su altar como holocausto.
23
Podréis ofrecer como ofrenda voluntaria un buey o una oveja con los miembros atrofiados o deformes, pero nunca para cumplir un voto.24 No ofreceréis al Señor reses con testículos heridos o magullados, rasgados o extirpados. No haréis esto nunca en vuestra tierra.
25 Tampoco aceptarás estos animales de gente extranjera para ofrecerlos como el alimento de vuestro Dios, porque están mutilados, son defectuosos y no serán aceptados.
26
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:27
— Cuando nazca un ternero, un cordero o un cabrito, lo dejarás mamar de su madre siete días; a partir del octavo día podrá ya servir para ser ofrecido al Señor.28 No inmolaréis una vaca o una oveja junto con sus crías en un mismo día.
29
Y cuando ofrezcáis un sacrificio de acción de gracias al Señor, hacedlo de forma que sea aceptable.30 Habrá de ser comido en el mismo día sin dejar nada para el día siguiente. Yo soy el Señor.
31
Cumplid mis mandamientos y ponedlos en práctica. Yo soy el Señor.32 No profanéis mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los israelitas. Yo soy el Señor que os santifico,
33 y que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el Señor.
1
Le dijo el Señor a Moisés:2
— Habla a los israelitas y diles: Estas son mis fiestas, las fiestas dedicadas al Señor en las que convocaréis asambleas sagradas:3
Durante seis días se podrá trabajar, pero el séptimo día será de descanso, día de asamblea sagrada. No haréis en él trabajo alguno: es día de descanso dedicado al Señor dondequiera que habitéis.4
Además, estas son las fiestas dedicadas al Señor, las convocatorias sagradas que celebraréis en los tiempos establecidos:5
El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor.6 Y el día quince de este mismo mes es la fiesta solemne de los Panes sin levadura en honor del Señor; durante siete días comeréis panes sin levadura.
7 El primer día celebraréis una asamblea solemne; no haréis ningún tipo de trabajo.
8 Durante siete días deberéis presentar ofrendas al Señor; el séptimo día será día de asamblea solemne; no haréis ningún tipo de trabajo.
9
Dijo el Señor a Moisés:10
— Habla a los israelitas y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os entrego y seguéis allí su mies, llevaréis una gavilla de espigas al sacerdote como primicia de vuestra cosecha.11 El sacerdote hará con la gavilla el rito de la elevación en presencia del Señor, para que seáis aceptados; hará dicho rito el día siguiente al sábado.
12 Y el mismo día en que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto alguno, en holocausto al Señor
13 con la correspondiente ofrenda de cereal: ocho kilos de flor de harina amasada con aceite, ofrenda de olor grato al Señor; y también la correspondiente libación de dos litros de vino.
14 Hasta el mismo día que presentéis esa ofrenda a vuestro Dios, no comeréis pan, ni grano tostado, ni espigas frescas; es una norma perpetua para las futuras generaciones dondequiera que habitéis.
15
Desde el día en que ofrecisteis la gavilla de espigas mediante el rito de la elevación, es decir, desde el día siguiente al sábado, contaréis siete semanas completas.16 Deberéis contar hasta el día siguiente de la séptima semana, es decir, cincuenta días; entonces presentaréis al Señor una ofrenda de grano nuevo.
17 Traeréis de vuestras casas, para efectuar con ellos el rito de la elevación, dos panes de ocho kilos de la mejor harina, cocidos con levadura, como primicias para el Señor.
18 Además del pan, ofreceréis en holocausto al Señor siete corderos de un año, sin defecto alguno, un novillo y dos carneros con sus respectivas ofrendas de cereal y sus libaciones, ofrenda de olor grato al Señor.
19 Ofreceréis además un chivo como ofrenda de purificación y dos corderos de un año como sacrificio de comunión.
20 El sacerdote hará con los dos corderos y con el pan de las primicias el rito de la elevación en presencia del Señor; todo quedará así consagrado al Señor, y será para el sacerdote.
21 Convocaréis ese mismo día una asamblea santa y no haréis ningún tipo de trabajo; será esta una norma perpetua para las futuras generaciones dondequiera que habitéis.
22 Cuando seguéis la mies en vuestros campos, no segaréis hasta el último rincón, ni espigarás tu siega, sino que dejarás el espigueo para el pobre y el extranjero. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
23
Dijo el Señor a Moisés:24
— Habla a los israelitas y diles: El primer día del séptimo mes será para vosotros un día de descanso solemne en el que celebraréis una asamblea santa convocada al son de trompeta;25 no haréis ningún tipo de trabajo y presentaréis ofrendas al Señor.
26
El Señor habló a Moisés y le dijo:27
— El día décimo de este mes séptimo tendrá lugar el Día de la Expiación; celebraréis una asamblea santa, ayunaréis y presentaréis ofrendas al Señor.28 No haréis ningún tipo de trabajo en ese día; es el Día de la Expiación, el día en que se hace expiación por vosotros ante el Señor vuestro Dios.
29 Toda persona que no ayune en ese día será extirpada de su pueblo.
30 Y a cualquiera que haga algún tipo de trabajo en ese día, yo lo eliminaré de su pueblo.
31 No haréis, pues, ningún tipo de trabajo, y esta será una norma perpetua para las futuras generaciones dondequiera que habitéis.
32 Será para vosotros un día de descanso absoluto en el que ayunaréis y os abstendréis de trabajar desde el anochecer del día noveno del mes hasta el anochecer del día siguiente.
33
Dijo el Señor a Moisés:34
— Habla a los israelitas y diles: El día quince de este séptimo mes tendrá lugar la Fiesta de las Tiendas en honor del Señor, una fiesta que durará siete días.35 El primer día celebraréis asamblea solemne y no haréis ningún tipo de trabajo.
36 Durante siete días presentaréis ofrendas al Señor; el octavo día celebraréis asamblea solemne y presentaréis ofrendas al Señor; es día de asamblea y no haréis ningún tipo de trabajo.
37
Estas son las fiestas establecidas en honor del Señor; convocaréis en ellas asambleas sagradas y presentaréis ofrendas al Señor: holocaustos, ofrendas de cereal, sacrificios y libaciones, cada cosa a su debido tiempo.38
A esto hay que añadir los sábados dedicados al Señor junto con vuestros dones, vuestros votos y todas las ofrendas voluntarias que entreguéis al Señor.39
El día quince del séptimo mes, cuando hayáis recogido la cosecha, celebraréis fiesta en honor del Señor durante siete días; los días primero y octavo serán de descanso.40 El primer día tomaréis frutos de los mejores árboles, ramos de palmera, ramas de árboles frondosos y de sauces de las riberas y haréis fiesta durante siete días en presencia del Señor, vuestro Dios.
41 Cada año, en el séptimo mes, celebraréis fiesta en honor del Señor; será esta una norma perpetua para las futuras generaciones.
42 Durante siete días habitaréis en tiendas de campaña; todo nacido en el país de Israel habitará en tiendas,
43 para que sepan vuestros descendientes que yo hice que los israelitas vivieran en tiendas cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
44
De este modo Moisés promulgó a los israelitas las fiestas establecidas en honor del Señor.1
El Señor habló a Moisés y le dijo:2
— Ordena a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva para el alumbrado, para que las lámparas ardan continuamente.3 Aarón las preparará fuera del velo del testimonio, en la Tienda del encuentro, para que ardan permanentemente desde la tarde hasta la mañana ante el Señor; es norma perpetua para las futuras generaciones.
4 Preparará las lámparas sobre el candelabro de oro puro para que ardan de manera permanente ante el Señor.
5
Tomarás flor de harina y cocinarás con ella doce panes de ocho kilos cada uno;6 los colocarás ante el Señor en dos hileras sobre la mesa de oro puro, seis en cada hilera.
7 Sobre cada hilera pondrás incienso puro que servirá para el pan como perfume, ofrenda en honor del Señor:
8 Cada sábado, sin excepción, lo prepararás ante el Señor, en nombre de los israelitas, como alianza perpetua.
9
Todo será para Aarón y sus hijos, que lo comerán en lugar sagrado; porque, entre lo ofrecido al Señor, es algo muy sagrado que les pertenece por derecho perpetuo.10
Había entre los israelitas un hijo de madre israelita y de padre egipcio; un día se enzarzó en una riña con un israelita dentro del campamento11 y pronunció de manera blasfema el nombre divino. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.
12 Llevado ante Moisés, lo mantuvieron detenido hasta que la palabra del Señor les revelara lo que debían hacer con él.
13
El Señor habló a Moisés y le dijo:14
— Saca al blasfemo fuera del campamento. Que todos los que lo oyeron blasfemar pongan las manos sobre su cabeza, y que toda la comunidad lo apedree.15 Después te dirigirás a los israelitas y les dirás: Todo el que maldiga a su Dios, cargará con las consecuencias de su pecado.
16 Y el que blasfeme contra el nombre del Señor será castigado con la muerte: toda la comunidad lo apedreará; sea extranjero o sea nativo, si blasfema contra el nombre divino, morirá.
17
Asimismo el que hiera mortalmente a cualquier persona, será castigado con la muerte.18 El que mate un animal deberá resarcir al dueño por él: animal por animal.
19 Y al que hiera a su prójimo, se le pagará con la misma moneda:
20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; según la herida hecha a otro, igual se le hará a él.
21
El que hiera a un animal deberá resarcir por ello; mas el que hiera mortalmente a una persona, será castigado con la muerte.22 Juzgaréis con el mismo estatuto al extranjero que al nativo. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
23
Después de hablar así Moisés a los israelitas, ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon. Los israelitas hicieron según el Señor había ordenado a Moisés.1
El Señor se dirigió a Moisés en el monte Sinaí y le dijo:2
— Habla a los israelitas y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os entrego, la tierra deberá disfrutar de un tiempo de descanso en honor del Señor.3 Seis años sembrarás tu campo, y seis años podarás tu viña y recogerás su producto.
4 Pero el séptimo año la tierra disfrutará de descanso completo en honor del Señor: no sembrarás tu campo, ni podarás tu viña.
5 No cosecharás los rebrotes de la última siega, ni vendimiarás las uvas que pueda producir tu viñedo; será un año de descanso para la tierra.
6 Lo que produzca espontáneamente la tierra en este año de descanso os servirá de alimento a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado y al extranjero que viva contigo;
7 también a tu ganado y a los animales que haya en tu tierra, les servirá de alimento todo lo que ella produzca.
8
Contarás siete semanas de años, siete por siete años, o sea, cuarenta y nueve años.9 El día diez del séptimo mes, que es el Día de la Expiación, harás sonar la trompeta; ese día haréis sonar la trompeta por toda vuestra tierra.
10 Declararéis santo ese año cincuenta y proclamaréis la liberación para todos los habitantes del país. Será para vosotros año jubilar: cada uno recobrará su propiedad y cada cual regresará a su familia.
11 El año cincuenta será para vosotros año jubilar: no sembraréis, ni cosecharéis los rebrotes de la última siega, ni vendimiaréis las uvas que pueda producir vuestro viñedo.
12 Es año jubilar y debe ser sagrado para vosotros: comeréis sólo lo que la tierra espontáneamente produzca.
13 En este año de jubileo cada uno recuperará su propiedad.
14
Por tanto, si compráis o vendéis algo a vuestro prójimo, que nadie engañe a su hermano.15 En lo que compres a tu prójimo se tendrá en cuenta el número de años pasados después del año jubilar; asimismo, él te venderá teniendo en cuenta el número de años de cosecha que quedan.
16 El precio aumentará o disminuirá en proporción a los años que falten para el próximo año jubilar; la venta se hará según el número de las cosechas.
17 Y que ninguno engañe a su prójimo; antes bien, respetad a vuestro Dios. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
18
Cumplid mis leyes y guardad mis mandamientos; ponedlos en práctica y así viviréis seguros en la tierra,19 una tierra que dará su fruto del que comeréis hasta saciaros, viviendo seguros en ella.
20 Tal vez os preguntéis: ¿y qué comeremos el séptimo año, pues no vamos a sembrar ni a recoger nuestros frutos?
21 Pues yo os contesto que os enviaré mi bendición el sexto año, de manera que haya fruto para tres años.
22 El año octavo sembraréis, pero seguiréis comiendo de la cosecha anterior; así haréis hasta el año noveno en que llegue el nuevo fruto.
23
La tierra no se podrá vender a perpetuidad, porque la tierra es mía y vosotros sois como residentes extranjeros en mi propiedad.24 Por tanto, en toda la tierra que poseéis, concederéis el derecho a rescatar la posesión de la misma.
25
Si se empobrece tu hermano y tiene que vender parte de su propiedad, entonces su pariente más cercano vendrá y rescatará lo que su familiar tuvo que vender.26 Puede suceder que alguien no tenga quien lo rescate; entonces, si él mismo consigue lo suficiente para el rescate,
27 calculará los años pasados desde la venta, pagará la diferencia al comprador y recobrará su propiedad.
28 Pero si no consigue lo suficiente para recuperarla, la propiedad quedará en poder del comprador hasta el año del jubileo; en el año del jubileo la tierra dejará de pertenecer al comprador, quedará liberada y volverá a su anterior propietario.
29
Quien venda una vivienda en una ciudad amurallada tendrá derecho a recuperarla durante el período de un año a partir de la venta; tendrá un año para poder rescatarla.30 Si no es rescatada en el plazo de un año, la vivienda que esté situada en una ciudad amurallada quedará para siempre en poder del comprador y de sus descendientes; ni siquiera en el año jubilar será liberada.
31 En cuanto a las casas de aldeas no amuralladas, serán consideradas como los terrenos del campo: podrán ser rescatadas y quedarán liberadas el año jubilar.
32 Los levitas, por su parte, tendrán siempre derecho de rescate sobre las ciudades y casas que posean en ellas.
33 Si no las rescatan, quedarán liberadas el año del jubileo, porque las casas de las ciudades levíticas son su propiedad en medio de los israelitas.
34 Por lo que atañe a los campos que rodean sus ciudades, no podrán ser vendidos, porque les pertenecen a perpetuidad.
35
Si uno de tus hermanos que convive contigo empobrece y se arruina, lo ampararás, aunque sea extranjero residente, para que pueda seguir conviviendo contigo.36 Por respeto a tu Dios no le exigirás intereses ni recargo alguno. Deja que tu hermano viva contigo.
37 No le prestarás tu dinero con usura ni le cobrarás intereses por proveerle de alimentos.
38 Yo soy el Señor, vuestro Dios, el que os sacó del país de Egipto para entregaros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.
39
Y si un hermano tuyo que convive contigo se arruina y se vende a ti, no lo harás trabajar como esclavo.40 Permanecerá contigo como empleado o como residente extranjero y trabajará para ti sólo hasta el año del jubileo.
41 Entonces tanto él como sus hijos quedarán libres, y podrá regresar a su familia y a la heredad de sus antepasados.
42 Son siervos míos a quienes liberé de la opresión egipcia y no podrán ser vendidos como esclavos.
43 Por respeto a tu Dios no lo tratarás con dureza.
44
El esclavo o la esclava que puedas tener, deberán pertenecer a las naciones que están a vuestro alrededor; de esas naciones sí podréis comprar esclavos y esclavas.45 También podréis comprar como esclavos a los hijos y familiares de los extranjeros que han nacido en vuestra tierra y viven entre vosotros; estos sí podrán ser de vuestra propiedad.
46 Además, los podréis dejar en herencia para vuestros hijos, como propiedad hereditaria, convirtiéndolos en esclavos vuestros a perpetuidad. Pero entre hermanos israelitas no os trataréis unos a otros con dureza.
47
Si un extranjero residente que convive contigo llega a prosperar y, en cambio, un hermano tuyo que convive con él se arruina y tiene que venderse a ese extranjero o a uno de sus familiares,48 una vez vendido, le quedará el derecho de rescate; alguien de su familia lo podrá rescatar:
49 su tío o su primo o un pariente cercano de su familia lo podrá rescatar. Incluso, él mismo se podrá rescatar si tiene medios suficientes para ello.
50 Fijará con el comprador el tiempo transcurrido desde el año de la venta hasta el año jubilar y se calculará el precio de venta según el número de los años que quedan, valorando los días de trabajo como los de un jornalero.
51 Si faltan todavía muchos años, pagará por su rescate en proporción al precio por el cual se vendió.
52 Y si quedan pocos años hasta el año del jubileo, entonces hará el cálculo correspondiente y pagará por su rescate según los años que resten.
53 Estará a su servicio como un jornalero de contrato anual y no permitirás que sea tratado con dureza.
54 Pero si no es rescatado durante esos años, en el año del jubileo tanto él como sus hijos quedarán libres.
55 Porque sólo a mí me pertenecen los israelitas como siervos; ellos son mis siervos, pues yo fui quien los saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
1
No os fabriquéis ídolos, ni levantéis esculturas o estatuas, ni erijáis en vuestra tierra piedras conmemorativas para postraros ante ellas, porque yo soy el Señor, vuestro Dios.2 Guardad mis sábados y venerad mi santuario. Yo soy el Señor.
3
Si vivís según mis leyes, guardáis mis mandamientos y los ponéis en práctica,4 yo os daré la lluvia a su tiempo, la tierra dará sus productos y los árboles del campo darán su fruto.
5 La trilla se alargará hasta la vendimia, y la vendimia hasta la siembra; comeréis vuestro pan hasta saciaros y viviréis seguros en vuestra tierra.
6
Yo garantizaré que haya paz en la tierra y podréis descansar sin que nadie turbe vuestro sueño; haré desaparecer de vuestra tierra los animales dañinos, y la espada enemiga no pasará por vuestro país.7 Perseguiréis a vuestros enemigos y caerán a espada delante de vosotros.
8 Cinco de vosotros perseguiréis a cien y cien de vosotros perseguiréis a diez mil; vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros.
9
Yo me volveré hacia vosotros, os haré fecundos, os multiplicaré y mantendré mi alianza con vosotros.10 Comeréis del abundante grano almacenado y tendréis que tirar la cosecha anterior para guardar la nueva.
11 Estableceré mi morada en medio de vosotros y jamás os rechazaré.
12 Caminaré en medio de vosotros, seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo.
13 Yo soy el Señor, vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para que no fueseis sus esclavos nunca más; rompí las coyundas de vuestro yugo y os hice caminar en libertad.
14
Pero si no me obedecéis ni vivís de acuerdo a mis mandamientos,15 si despreciáis mis decretos y detestáis mis estatutos, si quebrantáis mi alianza y no ponéis en práctica todos mis mandamientos,
16 yo haré lo siguiente con vosotros: haré que os visite el terror, la tisis y la fiebre, que consumirán vuestros ojos y atormentarán vuestra vida. Sembraréis en balde, porque vuestros enemigos comerán la cosecha.
17 Me volveré contra vosotros, y sucumbiréis delante de vuestros enemigos; os dominarán quienes os aborrecen y huiréis sin que nadie os persiga.
18
Y si ni siquiera con esto me obedecéis, os castigaré todavía siete veces más por vuestras transgresiones.19 Quebrantaré vuestra terca soberbia y haré que vuestro cielo sea como el hierro y vuestra tierra como el bronce.
20 Se agotará vuestra fuerza en vano, pues la tierra no dará su cosecha ni los árboles del país darán su fruto.
21
Y si seguís enfrentándoos conmigo y no me queréis obedecer, yo os azotaré siete veces más por vuestras transgresiones.22 Mandaré contra vosotros animales salvajes que os arrebatarán vuestros hijos y destruirán vuestro ganado; os diezmarán hasta dejar vuestros caminos desiertos.
23
Y si tampoco estas cosas consiguen que os enmendéis, sino que seguís enfrentados conmigo,24 yo también me enfrentaré con vosotros y os azotaré todavía siete veces por vuestras transgresiones.
25
Traeré contra vosotros la espada vengadora; ella se encargará de vengar la alianza. Y si os refugiáis en vuestras ciudades, yo enviaré la peste contra vosotros y caeréis en manos del enemigo.26 Cuando yo os corte el sustento de pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un solo horno y os lo darán racionado; comeréis, pero nunca os saciaréis.
27
Y si aun con todo esto no me obedecéis, sino que seguís enfrentándoos conmigo,28 yo me enfrentaré contra vosotros con ira y os castigaré también siete veces más por vuestras transgresiones:
29 tendréis incluso que comer la carne de vuestros hijos y la carne de vuestras hijas.
30 Destruiré vuestros santuarios de los altos y demoleré vuestros altares de incienso; apilaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos y os detestaré.
31 Devastaré vuestras ciudades, asolaré vuestros santuarios y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.
32 Arrasaré la tierra de suerte que vuestros enemigos residentes en ella se horrorizarán al verla;
33 a vosotros os dispersaré entre las naciones, desenvainaré la espada detrás de vosotros, vuestra tierra quedará arrasada y vuestras ciudades desiertas.
34 Entonces la tierra podrá resarcirse de sus años sabáticos, mientras dure la desolación y vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos. La tierra podrá descansar entonces y resarcirse de sus años sabáticos.
35 Mientras dure la desolación, la tierra descansará los días de descanso que no le disteis cuando vivíais en ella.
36
Y a los que de vosotros sobrevivan, los llenaré de tal cobardía que, estando en la tierra de vuestros enemigos, el simple sonido de una hoja que se mueva los pondrá en fuga, huirán como ante la espada y caerán sin que nadie los persiga.37 Y aunque nadie los persiga, tropezarán los unos con los otros como se tropieza a la vista de la espada. No podréis resistir delante de vuestros enemigos.
38 Pereceréis en medio de las naciones y la tierra de vuestros enemigos os devorará.
39 Y los que sobrevivan se pudrirán por su maldad en las tierras de vuestros enemigos; por la maldad de sus antepasados se pudrirán con ellos.
40
Entonces confesarán su maldad y la maldad de sus antepasados, la rebeldía con la que se rebelaron contra mí. Y porque se enfrentaron a mí,41 también yo me enfrentaré a ellos y los llevaré a la tierra de sus enemigos; entonces su corazón incircunciso se humillará y reconocerán su pecado.
42 Yo recordaré mi alianza con Jacob, con Isaac y con Abrahán, y también me acordaré de la tierra.
43 Pero antes, ellos tendrán que abandonar la tierra que, estando deshabitada, podrá resarcirse de sus años sabáticos mientras ellos padecen el castigo por sus maldades, pues despreciaron mis decretos y detestaron mis estatutos.
44 Sin embargo, aunque ellos estén en el país de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los aborreceré hasta exterminarlos, invalidando así mi alianza con ellos, porque yo soy el Señor, su Dios.
45 Más bien me acordaré en favor suyo de nuestra primera alianza, cuando los saqué de la tierra de Egipto a la vista de las naciones, para ser su Dios. Yo soy el Señor.
46
Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció el Señor entre él y los israelitas en el monte Sinaí por medio de Moisés.1
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:2
— Habla a los israelitas y diles: Cuando alguien haga un voto al Señor, si es concerniente a personas lo tasarás así:3 a un varón de veinte hasta sesenta años lo valorarás en cincuenta siclos de plata, según el valor del siclo del santuario;
4 a una mujer la valorarás en treinta siclos.
5 De cinco hasta veinte años, al varón lo valorarás en veinte siclos y a la mujer en diez siclos.
6 De un mes hasta cinco años, valorarás al varón en cinco siclos de plata y a la mujer en tres siclos de plata.
7 Si tienen más de setenta años, al varón lo valorarás en quince siclos y a la mujer en diez siclos.
8
Pero si el que ha hecho el voto es muy pobre para pagar lo tasado, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio de acuerdo con los recursos de quien hizo el voto.9 Si el voto es concerniente a un animal de los que pueden ser presentados como ofrenda al Señor, todo animal ofrecido al Señor será considerado como algo sagrado.
10 No se podrá cambiar ni sustituir, ni bueno por malo ni malo por bueno; si un animal es cambiado por otro, uno y otro se considerarán como algo sagrado.
11 Si se trata de animales impuros, que no pueden ser presentados como ofrenda al Señor, entonces el animal será presentado al sacerdote,
12 que lo tasará, según sea bueno o sea malo, y el oferente tendrá que atenerse a la tasación del sacerdote.
13 Pero si quien lo ofrece quiere más tarde rescatarlo, deberá añadir una quinta parte del valor sobre lo tasado.
14
Si alguien consagra su casa al Señor, el sacerdote la tasará, según sea buena o sea mala, y habrá que atenerse a la tasación del sacerdote.15 Si el que consagró su casa al Señor desea más tarde rescatarla, deberá añadir una quinta parte del valor sobre lo tasado, y la casa quedará en su poder.
16
Si una persona consagra parte de su tierra al Señor, la tasación será proporcional a la cantidad de semilla que ese terreno precise: cincuenta siclos de plata por cada doscientos veinte kilos de simiente de cebada.17 Si consagra la tierra en el año del jubileo, se atendrá a esta tasación.
18 Pero si la consagra después del jubileo, el sacerdote calculará el dinero que corresponda a los años que resten hasta el año del próximo jubileo y hará el descuento correspondiente.
19 Si el que consagró la tierra quiere rescatarla, deberá añadir una quinta parte del valor de lo tasado, y la tierra quedará en su poder.
20 Pero si no rescata la tierra, y esta se vende a otro, ya no podrá rescatarla:
21 cuando sea liberada en el año jubilar, la tierra será considerada sagrada en cuanto tierra dedicada al Señor y pasará a ser posesión del sacerdote.
22
Si alguien dedica al Señor un campo comprado y que, por tanto, no forma parte del patrimonio heredado,23 entonces el sacerdote calculará el valor de ese campo hasta el año del jubileo y ese mismo día se pagará el precio fijado, como cosa consagrada al Señor.
24 El año del jubileo ese terreno será devuelto al vendedor a quien pertenecía como propiedad hereditaria.
25 Todas las tasaciones serán hechas de acuerdo al valor del siclo del santuario que pesa once gramos.
26
Nadie podrá consagrar los primogénitos de los animales, sean bueyes u ovejas, puesto que, al ser primogénitos, pertenecen ya al Señor.27 Pero si se trata de un animal impuro, lo rescatarán conforme a su valor tasado añadiendo una quinta parte a ese valor; si no lo rescatan, se venderá de acuerdo a su tasación.
28
Nada de lo que uno posea, sean personas, animales o terrenos de su propiedad, que haya sido consagrado al Señor, podrá ser vendido. Tampoco se rescatará ninguna cosa consagrada, pues todo lo consagrado es algo sacrosanto reservado al Señor.29 Ninguna persona consagrada al exterminio podrá ser rescatada; deberá morir indefectiblemente.
30
La décima parte de todos los productos de la tierra, sean semillas o frutos de los árboles, pertenece al Señor; es algo dedicado al Señor.31 Si alguien desea rescatar algo del diezmo, deberá añadir una quinta parte sobre el valor de lo rescatado.
32 También será consagrada al Señor la décima parte de todo el ganado, tanto vacuno como ovino, es decir, todo lo que esté bajo el control del pastor.
33
No se escogerá atendiendo a si el animal es de buena o mala calidad; y no habrá lugar a sustitución; si se produce la sustitución, tanto el primer animal como el sustituto serán considerados algo sagrado y no podrán ser rescatados.34
Estos son los mandamientos que el Señor dio a los israelitas en el monte Sinaí por medio de Moisés.